lunes, 30 de julio de 2007

LA IDEOLOGÍA CRIOLLA EN LA CONFORMACIÓN DE LA NACIÓN

I.-PROLOGO.

En los inicios del siglo XXI, frente al derrumbe del sistema priísta que gobernó a México durante los últimos tres cuartos del siglo XX. En el despertar de la sociedad mexicana y la irrupción del movimiento indígena del EZLN. Frente a los cambios que esta operando el nuevo "orden mundial", en medio del caldero de esta sociedad que indiscutiblemente se esta transformando, es necesario y saludable, ventilar los grandes problemas de la joven nación mexicana.

No sólo es menester analizar la situación de los indígenas, sino también la de la cultura dominante. En efecto, la ideología criolla se ha mantenido incólume en los últimos 186 años y muy pocos se han atrevido a cuestionar y analizar este fenómeno.

México es una nación exageradamente racista y clasista, donde la injusticia y la explotación en la que se ha mantenido a los mexicanos herederos de los pueblos originarios, sean estos indígenas o mestizos, en gran parte tiene su origen en una ideología que se ha sabido esconder en la simulación y la hipocresía social e institucional.

Los mexicanos en general, no aceptamos que somos racistas, clasistas e indígenas. Los colonizadores nos han enseñado a negar y a denigrar a nuestra Madre Cultura. La cristianización, la civilización, el progreso, la modernidad y la globalización, cada una, desde 1521, implicaron la negación y desprecio de lo propio, por la exaltación y copia exacerbada de lo ajeno.
Para poder construir una nueva sociedad, de cara al nuevo siglo, requerimos inaplazablemente, analizar y reflexionar de manera descarnada y valiente, nuestros profundos problemas estructurales que, indiscutiblemente son de orden Cultural.

Los mexicanos no hemos podido cancelar el periodo colonial en nuestras relaciones sociales, económicas, políticas y culturales. La colonización cultural ha sido el instrumento con el cual se ha amordazado nuestro rostro y nuestro corazón, nuestros sentimientos y nuestros pensamientos, nuestros valores y nuestros principios, en síntesis, el amor y respeto a nosotros mismos y a nuestros Viejos Abuelos.

Es momento ya de iniciar la marcha para definitivamente salir de nuestro “laberinto de la soledad”. De esta manera presentamos ante usted, seis colaboraciones para el periódico El Imparcial de la ciudad de Oaxaca, que aparecieron en los meses de abril y mayo del año 2001.

II.- EL SISTEMA DE CASTAS EN MÉXICO.

Los mexicanos de ahora formamos parte de una de las seis civilizaciones más antiguas del mundo. Los primeros siete mil quinientos años de existencia vivimos en un riguroso orden social. En efecto, la organización social de los antiguos mexicanos fue de un orden estricto y de una compleja estructura en la que el grado de desarrollo espiritual conformaba los niveles sociales. Esta rigurosa estructura social aún en los decadentes tiempos de los aztecas en el período conocido como Postclásico, se mantuvo aunque con un sentido degradado. Superviviente de este orden social, podemos apreciar en las comunidades indígenas el sistema de cargos y el alto sentido espiritual de estas sociedades.

Con la llegada de los invasores en 1519, la civilización milenaria sufrió el holocausto más pavoroso de la humanidad. Hasta la fecha no se conoce y difunde los crímenes, horrores e injusticias que se cometieron contra de nuestros indefensos antepasados durante los primeros trescientos años del sistema colonial impuesto hasta nuestros días. Conocer lo que sucedió en esos trescientos años de colonia, nos ayudaría a entender en gran parte muchos de nuestros actuales problemas como pueblo.

Los judíos lo refrendan cada año a nivel internacional y de muchas y diversas formas… para aquellos que opinen que esto es ocioso.

Una de las bases en las que se sostiene el actual orden de injusticias en nuestro país, es precisamente el hecho que la mayoría de los mexicanos desconocen el pasado. El Estado colonial desde 1521 se ha preocupado por mantener en calidad de amnésico al pueblo de México, lo ha logrado desposeer de su memoria histórica.

Para que el sistema colonial de explotación funcionara eficientemente en la extracción y depredación de nuestros recursos naturales a favor de la corona española, se instauró un estricto sistema de castas.En efecto, el sistema de castas es el mecanismo con el cual se puede sin ningún aparente problema de orden moral o ético, llegar a los extremos más deshumanizados de la explotación de los seres humanos. Se requiere crear un orden social en el que la explotación de los seres humanos y la pérdida de sus derechos más elementales, dentro de un orden establecido, que comúnmente llaman "estado de derecho", permita la obtención de inmensas ganancias de unos cuantos sobre grandes conglomerados humanos a cualquier precio. Se requiere crear un espejismo con el cual sin el menor recato y con el mayor cinismo se puedan enriquecer unos cuantos a costa de la mayoría. Un arreglo "moral y ético" de carácter social que en nombre de la corona española o de las fuerzas del mercado, se pueda condenar a la más impensable miseria a una inmensa mayoría de personas con el mayor cinismo de acuerdo a "la ley y el orden establecido".

El sistema de castas desde un principio estableció una pirámide en donde en su vértice superior se ubicaron los españoles nacidos en España y en la parte más baja, en la base que sostiene este orden social estaban los indígenas. Debajo de los "gachupines" estaban los españoles nacidos en México, aunque eran hijos de padre y madre nacidos en España, por el sólo echo de nacer en México pasaban a un segundo nivel. Los criollos no podían acceder a los puestos más altos del poder político, militar, económico y religioso, que era reservado sólo a los gachupines.

Después le seguían los mestizos, generalmente de padre español y de madre indígena. La violación sistemática y sin ninguna pena legal de las indígenas a manos de los españoles desde los primeros días de la conquista, se tomó como un derecho inobjetable de los vencedores sobre los vencidos.

Después seguían los negros, pues como eran “artículo de importación” de África, su costo les permitía tener un nivel alto entre los de abajo.

Finalmente estaban los indígenas que durante gran parte del siglo XVI fueron considerados animales, carentes de alma y por lo cual podían ser tratados como animales de trabajo sin ningún derecho. Tuvo que realizarse un juicio en el Vaticano para demostrar que los "naturales" tenían alma. Si los naturales no eran animales, ni humanos, entiéndase europeos, entonces fueron designados como ¡indígenas!. Nombre ambiguo que les escamoteaba la condición humana y permitía su explotación.

Para que el amable lector tenga una idea del holocausto mexicano, el mayor en la humanidad, le podemos decir que en los primeros cien años de colonia, los europeos mataron por medio de las armas, los trabajos forzados y fundamentalmente con enfermedades traídas de Europa, a aproximadamente 20 millones de personas. México no volvió a tener 20 millones de habitantes hasta la década de los años cuarentas del siglo XX.

Se calcula que para 1621 en la Nueva España existían un millón de indígenas y para 1800, tres siglos después, según un censo se supone que había cinco millones de personas en la Nueva España y de ellas, sólo setenta mil eran españoles nacidos en España. De esta cifra podemos deducir dos cosas: la primera es que el poder estaba terriblemente concentrado en unos pocos, (cosa que mantiene hasta la fecha el sistema colonial) y segundo, se supone que actualmente existen más de diez millones de indígenas en el país según los datos del INEGI, lo que comprueba que lejos de extinguirse, los pueblos indígenas están en plena expansión y se han sobrepuesto al proyecto de extinción al que estaban condenados como en Uruguay, Argentina o Estados Unidos.

Entre estas castas existía un número considerable de "subcastas" que venían de la cruza entre ellas, nombres como "saltapatras o lobo", nos hablan de esos pobres que no eran ni una ni otra cosa. Este riguroso sistema de castas impedía la movilidad social. Oficios y trabajos, formas de vestir y hablar, lugares donde vivir, situación económica y futuro, estaban ya estrictamente preestablecidas, nadie podía cambiar de casta y de su nacimiento debía llevarla como una condición imprescindible para vivir en la sociedad colonial y si se quebrantaba este orden social, la muerte pública era el castigo con el que se pagaba el atentar contra el "estado de derecho colonial".

Así como la guerra de conquista fue una lucha entre indígenas aprovechada por los españoles, la guerra de independencia fue una guerra entre españoles peninsulares (gachupines) contra españoles nacidos en América (criollos). En efecto, después de trescientos años de ese injusto sistema de castas, no fueron los indígenas o los mestizos los que estallaron en rebeldía, sino los españoles nacidos en América que no soportaron ser segundones en la explotación de la colonia y sus habitantes.

Los criollos muy hábilmente usaron a los indígenas en contra de los gachupines y por eso el cura Hidalgo en Dolores dijo... ¡es hora de matar gachupines! Y trescientos años de injusticia fueron el fuego que alentó durante once años la guerra de independencia, que finalmente ganaron los criollos para quedarse con el poder colonial a través de la traición de Iturbide (criollo) a los gachupines, que le habían armado un costoso ejército para acabar a Guerrero y que en Acatempan, se realizo la "primera concertasesión" de nuestra reciente historia.

Se cambió todo para que todo siguiera igual. Con el triunfo de la guerra no se desmanteló el sistema colonial de explotación, sólo cambiaron los mandos, ayer gachupines hoy criollos, más nada.De 1821 a nuestros días el sistema colonial sigue en pie. Maquillado, el sistema de explotación deshumanizada de los de arriba sobre los de abajo, es la realidad cinco centenaria de nuestro país. Por consecuencia el sistema de castas sigue vigente aunque muy maquillado y agazapado en la hipocresía social y la gubernamental.

Los extranjeros avecindados siguen teniendo el "sartén por el mango" y se siguen "despachando con la cuchara grande". La mayor parte de la riqueza se iba a España para la corona española, en nuestros días, la mayor parte de la riqueza que se extrae, se va vía el pago de servicio de la deuda externa a manos del capital financiero supranacional y a las cuentas bancarias en Suiza de los multimillonarios “mexicanos”. En los últimos diez años, todos los mexicanos hemos pagado 445 mil mdd, sólo de intereses. Es la misma encomienda solo que más refinada y más letal.

En el actual sistema de castas los extranjeros y criollos siguen ocupando los primeros sitios de la pirámide de explotación. Lea aquellas listas de los "mexicanos" más ricos, de los sistemas nacionales de creadores o de investigadores, ... casi puros criollos. Un ejemplo de lo extremadamente racista que es la sociedad mexicana es que en la T.V nacional, no aparecen personas morenas, sólo güeritos... se ha dado cuenta?. Después les siguen los mestizos, que con sus cremas blanqueadoras y sus tintes para el cabello, pretenden "discretamente" dar un saltito para arriba. Ayer el título nobiliario, hoy el título académico. Se ha fijado que cuando les preguntan el nombre a esas personas "don nadie", inmediatamente contestan con, "licenciado, ingeniero, contador fulano de tal".

Sin embargo, en esto de los títulos académicos, ahora no basta con decir soy licenciado, sino... de qué universidad egresaste. Aunque siendo balnquito y de ojos azules, en México ya no se necesita título.Los mexicanos vivimos una sociedad hipócrita donde el racismo y las clases sociales definen directamente grandes procesos sociales. En México seguimos aceptando sin remordimiento y vergüenza, que existan los vencedores y los vencidos. Que existan más de la mitad de mexicanos en la pobreza y que eso no nos afecte, ni nos preocupe. Cómo en la colonia, podemos ver sin inmutarnos que mueran decenas de miles de personas por hambre, enfermedades o trabajos forzados.

Actualmente en México, según la UNICEF, se mueren diariamente 500 niños mexicanos, de recién nacidos a cinco años por problemas generados por la miseria, cada día... y a nadie le importan esos niños. Son sólo pobres, indigentes, indígenas, es decir, "no son ni seres humanos ni mexicanos". A muy pocos que tienen el poder, en verdad les importa que el salario mínimo no alcance para cubrir las necesidades mínimas de la vida cotidiana. En México existe la "gente bonita" y "los otros".

Permanencia de un sistema colonial camuflado, en México los explotadores no se comprometen con el futuro y bienestar de los explotados, ni con el de la nación. Ante cualquier amago, inmediatamente amenazan con sacar sus capitales e "irse a su tierra". En México no existe verdadero compromiso y preocupación por los pobres y los pueblos originarios; todo es simulación y corrupción, simple demagogia política e hipocresía social. El sistema de castas sigue imperando y esta vigente; ahora es más sutil e hipócrita, pero no menos feroz.

III.- LA IDEOLOGÍA CRIOLLA.

¿Qué es la nación mexicana? ¿Cómo se formó y cuando? ¿Cuáles fueron los verdaderos motivos e intereses?

Sí no conocemos el pasado, no podremos entender el presente y mucho menos diseñar nuestro futuro. Los pueblos amnésicos están condenados a repetir permanentemente sus errores y vivir permanentemente "en el laberinto de la soledad".

Los Estados Unidos Mexicanos nacieron en 1821, cuando se consuma la larga Guerra de Independencia, de este modo estaremos cumpliendo este año apenas 186 años que vivimos en un Estado-Nación.Antes, ¿cómo vivimos?

De 1521 a 1821, el territorio que hoy ocupa la mitad de Estados Unidos, gran parte de Centro América y México, conformó el Virreinato de la Nueva España, perteneciente a la corona española. Es decir, fuimos una "colonia" de España. La colonización implica explotación.

¿Qué fuimos antes? Bueno, lo que hoy es México fue la cuna de una de las seis civilizaciones más antiguas de origen autónomo del mundo. Se supone que aproximadamente en el año seis mil a.C. nuestros Viejos Abuelos inventaron la agricultura, el maíz y la milpa, con este fabuloso tesoro de conocimientos se inició el largo asenso de la especie humana en esta parte del mundo.

Comenzamos desde ser bárbaros, nómadas, cazadores, recolectores; pasamos por el largo período de la sedentariazación, aproximadamente cuatro mil quinientos años, hasta llegar al inició de la primera cultura del Anáhuac llamada Olmeca, situada entre Veracruz y Tabasco. En efecto, los Olmecas inician su cultura en el año mil quinientos a.C. En La Venta y Comalcalco, se hacen las primeras construcciones monumentales y se esculpen las famosas "cabezas olmecas". Este primer período termina en el año 200 a.C. y se le llama Preclásico o formativo.

Casi seis mil años de inventar absolutamente todos los conocimientos en las áreas de las matemáticas, geometría, astronomía, filosofía, ingeniería, arquitectura, medicina, botánica, zoología, lingüística, y construir un complejo y justo sistema social, un lenguaje artístico y una estructura místico-religiosa; que serán los cimientos para desplantar la soberbia construcción espiritual que fue el período luminoso llamado clásico o del esplendor, que va del 200 a.C., al 850 d.C. aproximadamente. En estos mil años, los Viejos Abuelos estructuraron, implementaron y decantaron un maravilloso y extraordinario proyecto social, que indudablemente estaba dirigido a desarrollar el potencial espiritual de los individuos a través de la búsqueda de la trascendencia espiritual de la vida material.

Este ha sido el mayor objetivo de los pueblos sabios y milenarios en la historia de la humanidad, con excepción de los europeos, que siempre han estado en la búsqueda del desarrollo de la materia. En efecto, Mesopotamia y Egipto primero y después, China, India, la Zona Andina y México, que son las civilizaciones más antiguas de la humanidad, han ubicado en la punta más alta de su aspiración, la trascendencia espiritual de la vida material.

Los llamados Toltecas en el período clásico o del esplendor, lograron la cúspide de su proyecto social e inexplicablemente, alrededor del año 850 d.C. destruyeron sus centros de conocimientos, hoy llamados zonas arqueológicas, las cubrieron de tierra y literalmente desparecieron de la faz de la tierra. Este es uno de los grandes misterios de la Historia Universal.
Del año 850 d.C. a la llegada de los españoles en 1519 transcurrieron 669 años que se conocen como el tercer período llamado Postclásico o decadente. En el abandono de sus grandes maestros, los pueblos del Anáhuac transgredieron las normas morales, éticas y sociales que había implantado el Venerable Maestro Quetzalcóatl.

A final de este período llegaron los aztecas del Norte. Pueblo nómada y bárbaro que ni siquiera hablaba náhuatl. De la nada y en poco tiempo los Aztecas se culturizaron con los pocos remanentes de sabiduría que quedaban de los Toltecas y en 1325, fundan la ciudad de Tenochtitlán, apenas 194 años antes de la llegada de los españoles. Los Aztecas harán la primera "reforma educativa" y mandan quemar los códices antiguos donde se recogía la sabiduría Tolteca y cambian la historia, quedando ellos como el pueblo elegido y desconociendo las enseñanzas de Quetzalcóatl y suplantándolo por su Dios tribal llamado Huitzilopochtli. Esta trasgresión la pagarán muy caro con la llegada de Cortés quien usurpo la imagen de Quetzalcóatl y la usó para realizar la conquista.

Sí los historiadores no mienten, resulta que lo que hoy es el territorio nacional tiene una antigüedad cultural de aproximadamente 8000 años de los cuales, 7500 son de origen anahuaca o indígena, pues los Viejos Abuelos le llamaban a su tierra el Anáhuac y ellos en consecuencia eran anahuacas. Después siguieron 3 siglos de quedar sujeta a la corona española como una colonia llamada Virreinato de la Nueva España. Después han seguido casi 2 siglos de vivir en lo que hoy conocemos como la República Mexicana.

De esta manera podemos apreciar que los primeros siete milenios y medio vivimos en un proyecto social construido por una civilización que ponderaba los valores colectivos y espirituales, con sus altos y sus bajos, pero donde se encuentra los más sólidos y profundos cimientos de todo cuanto en verdad somos. Después vienen 3 siglos donde el proyecto es de explotación de los pueblos vencidos y la depredación de sus recursos naturales con el único fin de hacer riqueza, tanto para los españoles, como para la corona.

En esos 300 años España nuca implementó un proyecto de desarrollo para mejorar la vida de los pueblos invadidos y vencidos. Las leyes, las instituciones y las autoridades implantadas por la corona buscaron solo "regular" las relaciones de explotación entre españoles, pues en el estricto Sistema de Castas, los indios y los negros casi no tenían derechos y sí los hubo, poco caso se les hacía. Las leyes que venían de España y que procuraban defender a los indios de la feroz explotación y de la injusticia, acababan en el clásico "acátese, pero no se cumple" de las autoridades virreinales.

Después de la traición de los criollos a sus parientes los españoles en 1810, donde los conspiradores, desesperados, por haber sido descubiertos, involucraron a los indígenas a través del cura Hidalgo a que se levantaran y mataran gachupines. Después de 3 siglos de injusticias, bastó para que un cura llamase a la insurrección a los resentidos y agredidos pueblos indios en contra de sus opresores, los gachupines.

Los criollos utilizaron a los indígenas para destituir del poder a los españoles peninsulares. La guerra de Independencia no fue contra España, sino contra los gachupines que tenían el control total del Virreinato, toda vez que el Rey de España estaba preso en Francia, ya que Napoleón Bonaparte había invadido España y la gobernaba su hermano "pepe botella".

Los criollos lograron la independencia política de España, pero mantuvieron el sistema colonial de explotación de los pueblos invadidos y despojados. Durante el siglo XIX los criollos se dividen en dos bandos, conservadores y liberales, masones escoceses y masones yorkinos, en centralistas y federalistas o como dice el historiador Harlod D. Sims, en "criollos cosmopolitas" simpatizantes de los españoles y los "criollos nativistas" enemigos de los españoles. Los dos bandos crearon una nación "para ellos", donde los mestizos "se metían a fuerzas", pero no eran bien vistos y definitivamente los pueblos indígenas no tenían ningún espacio en esta "nueva nación" como las que estaban surgiendo en Europa.

Paradójicamente fue un indígena y un mestizo quienes lograron consolidar el proyecto criollo a finales del siglo.

En el siglo XX, los "criollos cosmopolitas" fundamentalmente se dedicaron a los negocios y los "criollos nativistas" a la política, sin embargo, a finales del siglo pasado y por factores internos (la corrupción, la pérdida de la credibilidad y los excesos) y externos (el neoliberalismo y la globalización), hacen que los "criollos cosmopolitas" tomen el gobierno y la política.

El tercer milenio se inicia con un gobierno de criollos cosmopolitas, donde los mestizos han perdido casi toda su identidad cultural y han quedado como "extranjeros incultos en su propia tierra", ajenos a sí mismos, exaltando lo ajeno y despreciando lo propio, creyéndose auténticos "hijos del canal de las barras y las estrellas", aspirando a convertirse de faxtrac en gringos de tercera.

Iniciamos el siglo XXI en guerra contra los pueblos indios, contra los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos, contra los auténticos herederos del Anáhuac a quienes los criollos, ahora unidos, no les permiten ninguna oportunidad de desarrollo y bienestar, donde les escamotean legaloidemente sus más esenciales derechos a existir como pueblos y culturas.

Unidos los criollos y en misión divina defenderán hasta el ultimo hombre esta "su patria". Conservadores y liberales, centralistas y federalistas, panistas y priístas, defendiendo juntos sus intereses y el derecho, su derecho, al despojo, al engaño, a la explotación, defendiendo juntos la usurpación histórica de su ideología y su poder.

Fernández de Cevallos, Calderón, Bartlet, Jakson y Ortega, son un claro ejemplo de la ideología criolla, en su lucha histórica en contra de los pueblos indios de México.

IV.- LA NACIÓN DE LOS CRIOLLOS.

El problema de los mexicanos es que nos sentimos y nos pensamos occidentales, ya sea españoles o gringos y despreciamos a los pueblos y culturas originales.

Desde 1521, los extranjeros han explotado a los pueblos de esta tierra y han depredado ferozmente sus recursos naturales en favor de sus imperios. Se han valido de la Cultura Original para instaurar su proyecto colonizador, han usado su fuerza, sus recursos, su sabiduría y su creatividad, pero jamás le han reconocido algún mérito. La cultura originaria siempre ha sido para el colonizador: “demoníaca, primitiva, denigrante, vulgar, naca y yope”.

La cultura colonizadora ha enseñado a "los naturales" a despreciarse a sí mismos y a desvalorarse. Los europeos primero y después los criollos, han creado una cultura de desprecio y ninguneo a todo lo referente a la civilización vencida. La han tratado de condenar al olvido y a la extinción, haciendo de los mestizos, "extranjeros incultos en su propia tierra" y de los indígenas "integrados", indios desindianizados.

Ajenos a su historia, a su cultura a sus raíces más profundas y al mismo tiempo, los han mantenido permanentemente despreciados por la cultura colonizadora. Los colonizadores primero y los criollos después, jamás se han interesado en conocer a las culturas indígenas. Los pueblos indios de ayer y de hoy, NO EXISTEN para las mentes colonizadas, a lo más, son un peligro y un lastre para "cristianizar, colonizar, civilizar, desarrollar, modernizar y globalizar" en estas tierras descubiertas para la gracia del rey de España, la gloria de Dios y el capital financiero supra nacional (FMI, BM, OMC, ONU).

Los pueblos indios de ayer y de hoy, son totalmente desconocidos para los criollos de México. Acaso son vistos sólo como sirvientes, peones o figuras del folclor turístico. Ese diez por ciento de extranjeros nacidos en México (criollos), que poseen más del 70% de la riqueza de esta nación, no conocen y no les interesa para nada el problema indígena de esta nación.

Es una realidad que los criollos desde hace menos de doscientos años gobiernan este país que fundaron a principios del siglo antepasado. Estos criollos, a diferencia de los pioneros gringos, que salieron de Inglaterra para forjar un "nuevo mundo" a base de intenso trabajo hecho "por ellos mismos"; el criollo mexicano, es el pariente flojo, inepto y traidor de los colonizadores españoles, a quienes traicionó en 1810 y los corrió de México en 1828, quedándose desde entonces en la banca rota, pues jamás pudieron generar la riqueza de sus parientes nacidos en España.Mientras el pionero ingles trabajará con sus propias manos y su sudor, el criollo mexicano explotará a los indios de manera más cruel que sus parientes peninsulares, pero será menos productivo. Mientras que para el primero la patria la cimentará en la "Libertad y el Trabajo", para el segundo, la patria se sustentará en la injusticia y la explotación de los mestizos e indígenas.

Los criollos se han encargado de que los mestizos se sientan occidentales y desprecien sus raíces y su Cultura Madre, y por supuesto el mundo indígena. La t.v. es un claro ejemplo. ¿ha visto usted a morenos en el canal de las barras y las estrellas? Mientras los mestizos aspiran a ser occidentales, los criollos presumen reiterativa y exageradamente de su origen extranjero, sea este español, libanés, italiano o francés. Mientras los pioneros ingleses despreciaron a Inglaterra, los criollos mexicanos extrañaban a su "madre patria"... la de ellos.

Los criollos durante el siglo XIX intentaron crear "SU NACIÓN" (de la cual estaban excluidos los pueblos indios, los vencidos), se pelearon entre sí (conservadores vs. liberales), fueron invadidos por los franceses y gringos, perdieron más de la mitad del territorio que habían heredado de la colonia española, entraron en una de pauperización, que implicó la pérdida de la producción minera, la pérdida de la autosuficiencia alimentaria y fundamentalmente, el inicio de la acumulación desmedida e ilegal de la DEUDA EXTERNA.

Los criollos fueron tan mediocres, que en el siglo XIX, tuvieron que ser un indígena y un mestizo, los que pudieron construir su proyecto de nación. Todos los gobiernos, salvo el de Díaz Mori, han tenido que pedir prestado para pagar los intereses de los intereses y tratar de gobernar desde 1828.Al finalizar el siglo XX, los criollos liberales tocaron fondo en su ineptitud para gobernar y les han cedido el mando a los criollos conservadores, por instrucciones de sus amos supra nacionales.

Los nuevos tiempos del mega imperio de los mercaderes esta viento en popa, ante el fracaso de los criollos liberales, hundidos en la corrupción y la ineficacia, entran en su relevo los criollos conservadores para adecuarse a los nuevos tiempos. Sí en el siglo XIX cedieron la mitad del territorio y en el siglo XX, perdieron la soberanía política, en el siglo XXI, los criollos conservadores se disponen a entregar de rodillas al pueblo y al territorio al neoliberalismo, la globalización y al capital financiero supra nacional.

El problema es que existe una piedrita en el zapato. No son los sindicatos, ni los estudiantes, ni los campesinos, menos aún los artistas e intelectuales o los sectores políticos progresistas o la anquilosada izquierda. El problema son los "canijos indios". Que pese a su muerte histórica (en apariencia) se levantan y dicen, literalmente a todo el mundo, un... ¡ya basta!Es así como podemos ver en la Cámara de Diputados y Senadores, unidos a los criollos conservadores (PAN) y a los criollos liberales (PRI), en contra de la iniciativa de paz de la COCOPA, que reconoce a la existencia de los pueblos y culturas indígenas en el concierto de la nación.

Los criollos conservadores pudieron luchar con las armas y a traición, por imponer en México a un emperador europeo. Los criollos liberales pudieron entregarse con humildad a la política del "Destino Manifiesto" de los gringos y "venderles" por una bicoca más de la mitad del territorio nacional. Los criollos en general pueden entregar a la explotación de los capitales extranjeros al pueblo de México (maquiladoras), pueden regalar el sistema bancario a los bancos españoles y gringos, pueden condenar a pagar al pueblo por varias generaciones la ilegal deuda del FOBAPROA, pueden obligar a todos los mexicanos a pagar religiosamente más de OCHO MIL MILLONES DE DÓLARES anualmente, tan sólo para el pago de ¡!!INTERESES¡¡¡ de la deuda externa y sacrificar el bienestar y desarrollo del pueblo y la nación. Los criollos pueden cínicamente desmantelar el patrimonio que represaban las empresas paraestatales para los mexicanos y regalárselas mutuamente. Los criollos pueden sin vergüenza, cambiar la constitución para que un hijo de extranjeros pueda gobernarnos o que se venda la tierra ejidal, herencia de sabiduría de nuestros Viejos Abuelos. En fin, los criollos pueden traicionar, entregar, vender, destruir, debilitar o asesinar impunemente a la Patria y nadie, pero absolutamente nadie, dice nada, y todo mundo lo acepta con resignación, abrochándose de nuevo con mayor rigor el cinturón y sin buscar culpables.

Sin embargo, cuando los hijos más genuinos de esta patria, cuando los más desprotegidos, humillados y explotados, piden que se les sean reconocidos sus derechos históricos. Es entonces cuando los criollos (liberales y conservadores), se unen valientemente en defensa de "SU PATRIA", porque sienten que esta siendo puesta en peligro por los más pobres y desheredados.
Los Barthle, los Fernández de Cevallos, los Jackson, los Calderón ahora se unen "en misión divina", para defender a "SU PATRIA" de las perversas intenciones de los hijos más humildes, más desamparados, más sufridos, más injustamente tratados, los más saqueados y robados, los más engañados, los más ultrajados que después de quinientos años, piden tan sólo, que se les reconozcan con sus derechos y sus diferencias.¿De cuando acá en México se respeta la ley? Por qué tanto miedo de tan sólo reconocerles (en papel) sus derechos.

El futuro de México es su pasado. La reserva espiritual con la que construiremos un mundo más justo y humano, será con la aportación de la sabiduría de los pueblos indígenas. Los mestizos necesitamos reconocernos indígenas en nuestra "otra parte" negada durante quinientos años, necesitamos apoyarnos en nuestra Cultura Madre, para destruir el colonialismo metal y espiritual que padecemos, para dejar de ser "extranjero inculto en su propia tierra". Este país no pude seguir siendo más de los voraces, ineptos e insensibles criollos. Tiene que ser de todos, sean estos indígenas, mestizos o hijos de extranjeros avecindados en esta milenaria tierra que les ha dado asilo, salud y riqueza.

V.- LA HIPOCRESÍA DE LOS CRIOLLOS.

La nación mexicana ha sido construida con las ideas de los criollos y con la sangre y el esfuerzo del pueblo. Lo que hoy conforma nuestra patria nació como el resultado de una invasión. Sus cimientos más antiguos (de Estado Nación 1810-1821) vienen de un feroz sistema de explotación e injusticia a los pueblos originarios, el cual duró 300 años en el llamado periodo colonial (1521-1810).

La "Independencia" fue una iniciativa criolla para desplazar a los peninsulares y mantener el sistema colonial de explotación y la dependencia de la corona española. Es por ello que 186 años después, la situación de los más pobres de este país, que según datos razonables pueden llegar al 60 % de la población total, es verdaderamente desesperada y sólo un 6 % de la población tiene la mayor parte de la riqueza.

En efecto, la riqueza en México esta en manos de extranjeros, sus hijos y sus descendientes avecinados en estas tierras, desde la colonia, hasta los últimos que han venido a comprar bancos y a abrir sucursales de sus empresas transnacionales. Los poseedores de los mejores bienes de producción, de las mejores tierras, los mejores comercios, los que tienen acceso a los privilegios del sistema, los que tienen los más altos puestos en el gobierno, indiscutiblemente que son extranjeros nacidos en México en los últimos quinientos años; y digo extranjeros nacidos en México, porque ellos JAMÁS SE HAN QUERIDO DE CORAZÓN ASIMILARSE A LOS VENCIDOS, a los pueblos originarios. Por el contrario, siempre han recalcado sus diferencias raciales y culturales, como un legado de superioridad y de distinción. Sí ellos se hubieran convertido en verdaderos Mexicanos, sentirían al pueblo como propio y no lo tendrían en los niveles de pobreza, ignorancia, explotación y enajenación.

En la construcción de la nación mexicana se ha mantenido el mismo racismo y clasismo que heredamos del periodo colonial, lo peor en nuestro tiempo, es que no se reconoce, se niega y se prohíbe que se toquen estos temas... “incómodos”. El contra ataque criollo es afirmar que en México todos somos iguales y que no existe el racismo o el clasismo y que es un tema agotado.
En efecto, amable lector, la sociedad mexicana es una sociedad hipócrita, que no encara sus problemas más graves y profundos de manera abierta y transparente. Por el contrario, se esconden y se nombran de manera indirecta y fundamentalmente NO SE RECONOCEN, a diferencia de nuestros vecinos del Norte que, como todo pueblo, tiene también sus propios problemas.

Así es, los gringos no niegan su rasismo contra los negros y las minorías, sin embargo ellos les han dado más oportunidades a los negros que nosotros a los pueblos indígenas. A los negros y los gringos los separa un océano de diferencias raciales y culturales; a nosotros los indígenas, además de ser los pueblos originarios de estas tierras y que vivimos "en y de" su cultura milenaria, resulta que son nuestros parientes sanguíneos y culturales, cosa que nadie quiere reconocer.

A diferencia de Gonzalo Guerrero, aquel marinero que naufragó antes de la conquista en las costas de Quintana Roo y que se asimiló a la cultura maya, casándose con una doncella, teniendo 3 hijos de ella, negándose a embarcar con Cortés, cuando este lo mandó “rescatar” para participar en la invasión, Gonzalo Guerrero tomó las armas para defender A SU PUEBLO de los invasores y fue muerto por ellos. A diferencia de este extranjero que se asimiló a la cultura que lo auxilió (porque hay que decirlo, la mayoría de los criollos llegaron pobres, expulsados por la miseria en que vivían en sus tierras de origen), los criollos se camuflajean como mexicanos pero no se asimilan verdaderamente. Siempre tienen sus capitales en el extranjero y ante cualquier amenaza, históricamente, inmediatamente sacan sus capitales del país.

Los criollos nunca se la han jugado con México. Ellos tienen sus propios círculos cerrados, sus clubes deportivos, sus escuelas, sus centros comerciales, celebran sus propias fiestas, sus propias colonias y fraccionamientos. Los criollos se apoyan y se auxilian entre ellos y al mismo tiempo son feroces explotadores con los mestizos y los indígenas.

A lo largo de estos 186 años han tenido al pueblo en la miseria a pesar de que las tierras de esta nación, históricamente, son poseedores de cuantiosos recursos naturales, ayer el oro y hoy el petróleo, la situación no a cambiado, ayer la encomienda hoy la maquila, la cuestión es explotar inhumanamente a los pueblos originarios y sus descendientes y verdaderamente DEPREDAR sus recursos naturales sin la menor consideración.

El salario mínimo y la televisión comercial mexicana son un ejemplo claro y contundente de lo que afirmamos. Los que han “dirigido” nuestra nación, los que nos han “gobernado” desde 1521, jamás les ha interesado EN VERDAD el desarrollo, bienestar, educación y felicidad del pueblo. La demagogia política y económica busca el supuesto bienestar y desarrollo de los mexicanos todos, pero eso es sólo cuento electorero, pues la realidad y las estadísticas no mienten.

México es la treceava economía del mundo y tenemos más pobres en extrema pobreza que China que tiene más de mil trescientos millones de habitantes. México es el país que más mega millonarios tiene (todos criollos) y al mismo tiempo compite con la república Dominicana, por el más alto índice de inequidad en el reparto de la riqueza. El pueblo de México esta condenado a pagar a los grandes capitales financieros, entre 7 y 10 mil millones de dólares al año, por el concepto de intereses, no abono al capital.

Los criollos ante la suma de sus incapacidades y estrepitosos fracasos, en el siglo XIX perdieron más de la mitad del territorio que habían heredado de los peninsulares y el sistema colonial, en el siglo XX llevaron tan torpemente la economía y la política que, entregan el país al capital financiero supra-nacional y ponen de rodillas a los millones de mestizos e indígenas, perdiendo definitivamente la soberanía nacional. Desde luego que salvándose ellos solos y haciéndose "socios" de los nuevos colonizadores. Se entregan dócil y cínicamente a sus nuevos amos, aduciendo que “la globalización no se puede detener y que el nacionalismo esta caduco en el nuevo orden internacional” y sin embargo, las poderosas naciones neo-coloniales, refuerzan más sus fronteras y exacerban más sus nacionalismos imperialistas, el caso más claro es el que sufrimos con nuestros vecinos del Norte, donde entre muchas cosas, no dejan pasar a nuestros trabajadores ni a nuestros transportes.

Pues bien, amable lector, llamó a usted su valiosa atención en estas consideraciones, pues resulta innegable que la "IDIOLOGÍA CRIOLLA" domina la política, la cultura y a la sociedad mexicana. Es necesario ver y entender desde esta perspectiva el bloqueo para que se reconozcan los derechos históricos de los pueblos indígenas de México que, durante 486, sistemáticamente se les han negado. La cerrazón de muchos de los panistas, priístas y perredistas, que se unen en el Congreso de la Unión, para detener un iniciativa que fue elaborada por la COCOPA sobre la Ley Indígena y que, como se vio, posee con el respaldo y simpatía del pueblo de México.
El problema del EZLN, no es un problema regional, ni sólo de dimensiones indígenas. Por el contrario, es un problema de carácter nacional e internacional, es la lucha desesperada de los más pobres contra los más ricos, es la lucha de la deshumanización en contra de los más esencial del espíritu humano, es la lucha por la sobre vivencia de la raza humana.

VI.- LOS CRIOLLOS ANTE LA HISTORIA.

Los españoles llegaron al continente en 1492 en búsqueda de una ruta comercial a la India. Financiados fundamentalmente por los mercaderes a quienes les “urgía” seguir lucrando con el Oriente, ya que los turcos habían tomado Constantinopla he impedían el paso de las caravanas comerciales.

“Descubierta América”, se inició la invasión, legalizada a través de una Bula Papal, donde los españoles y portugueses se dividieron el continente ahora llamado americano. El permiso que les otorgó el Vaticano consistía en ganar tierras y riquezas para la corona española y almas para la Santa Fe Católica.

Sin que los habitantes de estas tierras les hubieran hecho nada, los españoles, que en su mayoría eran gente pobre e ignorante de la España medieval, venían con una sed de sangre y codicia a “rescatar oro”, que no es más que robar y luego a “pacificar”, es decir, exterminar a los pueblos agredidos. Desde luego que, otorgando el 20 % de lo robado a la corona española, quien llamó a este impuesto de rapiña, el "Quinto Real" o sea, una quinta parte de lo saqueado, era para los reinos de Castilla y Aragón, sin que estos “invirtieran” ni dinero, ni hombres, ni armas o naves, sólo por la “concesión” y robar legalmente se llevaba una buena tajada de león.

Es por ello que los mercaderes, la baja nobleza empobrecida y la chusma de la España medieval, cayó sin tregua y medida, como una diabólica plaga, sobre los pueblos y culturas milenarias del Anáhuac (México y Centro América) y el Tiwuantainsuyo (la zona de los Andes).

Hernán Cortés llegó a México en 1519, venía prófugo de Cuba, pues su gobernador se enteró que lo pensaba traicionar y lo mandó tomar preso, ya que de la concesión para “rescatar oro” que había conseguido en la corte española obligaba a Cortés a darle un buen porcentaje de lo robado, toda vez que se la había subconcesionado al extremeño. Cortés partió una semana antes de lo previsto y la orden de detención llegó cuando él había levado anclas rumbo a Yucatán.

La conquista fue más que violenta, fue inhumana y genocida. La ambición del oro y el poder hicieron que los conquistadores perdieran toda medida y que escribieran páginas horribles y dolorosas de la especie humana. La injusticia y la barbarie produjeron matanzas como la del Templo Mayor, Cholula y muchas más que la "historia oficial", nuca ha querido registrar. Asesinatos injustos como los de Cuauhtémoc o Tupac Amaru, violación sistemática de las mujeres, comenzando con las esposas e hijas de la nobleza indígena, que cayeron en manos perversas de asesinos y delincuentes, o el asesinato de sus sacerdotes y maestros, además de la destrucción de sus templos y edificios.

A sangre y fuego los conquistadores se apoderaron de tierras y unos pueblos que no eran de ellos y nada les habían hecho, pero en menos de 30 años lograron establecer el Virreinato de la Nueva España. Fue entonces que empezaron a llegar los colonizadores españoles. Gente pobre y sin posibilidades que huyendo de la miseria se venían a “hacer la América”, con el sueño de regresar ricos a sus tierras natales, la Nueva España jamás fue, para los colonizadores un fin, sólo un medio, a diferencia de los pioneros ingleses que se vinieron con sus familias para quedarse y fundar un nuevo proyecto de sociedad.

Las leyes, las Autoridades y las Instituciones que implantó la corona española en América, no fueron las que regían en España y desde luego que contemplaban a los indígenas, primero como animales y después como vencidos de guerra, sin ningún derechos más que el de recibir la nueva religión. Las Leyes, Autoridades e Instituciones españolas en América no tenían el propósito de alentar el desarrollo y bienestar de los pueblos indígenas. Por el contrario, sólo regulaba las relaciones entre los españoles y la explotación de los indios y sus recursos naturales.

Durante tres siglos los españoles explotaron implacablemente a los pueblos indios y depredaron sus recursos naturales sin ninguna restricción. En los primeros 100 años de la colonia, los españoles exterminaron entre 20 y 25 millones de personas, a través de cuchillo, trabajos forzados y fundamentalmente, con enfermedades que los diezmaron, dejándolos escasamente en un millón, México no volvió a tener ese número de personas hasta la década de 1940.

Las minas, las encomiendas, los bosques, la grana cochinilla y las haciendas, produjeron gracias a la explotación de los indígenas, inmensas ganancias. Verdaderos emporios de riqueza se empezaron a dar en todo lo que hoy conforma el territorio nacional. El Virreinato a pesar de estar mal administrado y existir mucha corrupción entre los propios españoles, logró aportar una formidable riqueza a España durante trescientos años.

Esto se logró gracias a un férreo sistema de castas, donde los españoles nacidos en España (gachupines), tenían todo el control de la colonia, pues los españoles nacidos en América (criollos), eran considerados “de segunda clase” y no podían acceder a los altos puestos en el gobierno, el clero y el ejército, de esta manera se mantenía el poder colonial.

En este sistema de castas existían dos grandes divisiones: los gachupines y los criollos por una parte, pues a fin de cuentas eran hermanos, parientes y paisanos, lo único que los diferenciaba es que unos no habían nacido en España y por ello, no accedían a los altos cargos de la colonia. El otro gran grupo fue el integrado por los mestizos, negros e indios, donde los primeros eran los que trabajaban en puestos medios como mayordomos, capataces u hombres de confianza de los gachupines y los criollos, y por supuesto los indios que no tenían absolutamente, ningún derecho. Eran la mano de obra esclava, los vencidos, los hijos del demonio, los despreciados. Sin embargo, al interior de la sociedad novo hispana se empezó a gestar un gran resentimiento entre los criollos en contra de sus parientes ricos, los envidados gachupines.

Los criollos siempre fueron ambiciosos y resentidos. Por una parte eran rechazados por los gachupines y ellos a su vez, rechazaban a los mestizos y a los indígenas. El ser rechazados por su Cultura Madre Ibérica, los mantenía en un permanente estado de frustración. Siempre gozaron de las riquezas de sus parientes nacidos en España, pero nunca pudieron generar la riqueza con el ímpetu de ellos. Eso, desde los primeros años de la colonia los hizo “impotentes” y frustrados. Siempre agachando la cabeza y maldiciendo por debajo a sus parientes ricos y poderosos.

Sin embargo a principios del siglo XIX, cuando España estaba invadida por las tropas de Napoleón Bonaparte y los reyes estaban presos en París; a los criollos se les ocurrió derrocar a los gachupines, quienes al estar preso el rey, resultaba que ellos en América no tenían a quien rendir cuentas. Esta traición venía siendo acariciada desde finales del siglo XVIII, la ambición y voracidad de los criollos eran tan grandes como su misma frustración.

La traición más grande de los criollos a sus parientes gachupines, fue usar a los indígenas en contra de ellos para lograr sus perversos fines. Cuando Miguel Hidalgo (criollo) les dice a los indios en Dolores, -¡es hora de matar gachupines!- desató la ira y el odio contenido a lo largo de trescientos años de injusticias. El levantar a los indios en contra de los gachupines fue un acto de traición a su sangre y a su cultura. El mismo Hidalgo preso en Chihuahua y juzgado por la Santa Inquisición, pidió perdón y se arrepintió de haber provocado la matanza de tantos españoles en el inicio de la guerra de independencia y es la razón por la cual, cuando venció a las tropas realistas en la Batalla del Monte de las Cruces, en las goteras de la Ciudad de México, no dio la orden de tomarla y retrocedió al Bajío.

La revuelta criolla tomó otro rumbo cuando los mestizos intervinieron en ella. Fue José María Morelos y Vicente Guerrero (ambos mestizos) los que transformaron una revuelta de criollos, en un verdadero movimiento independentista. Fundamentalmente Morelos aportará las bases ideológicas con los “Sentimientos de la Nación y el Primer Congreso del Anáhuac” en Chilpancingo, decretando la derogación de la esclavitud y diseñando una nación libre totalmente de España; pues según los planes de los revoltosos criollos, según ellos, cuando los reyes de España volvieran a gobernar, ellos se reincorporarían a la corona española, habiendo previamente desplazado a los gachupines. Es por ello que Hidalgo en el "Grito de Dolores", termina su arenga a los indígenas diciendo "!vivan los reyes de España!". La guerra de independencia de los criollos, no era en contra de la corona española, sino en contra de sus parientes los gachupines o españoles peninsulares.

La guerra de independencia concluyó con la traición de un criollo a los peninsulares. En efecto, después de diez años de guerra y de que Hidalgo, Morelos, Mina y demás precursores de este movimiento estaban muertos y derrotados por las fuerzas reales de la colonia española. Para acabar el último reducto de insurgentes que se refugiaban como guerrilla en las montañas de lo que hoy es el estado de Guerrero, los gachupines armaron un gran ejército para que fuera a las montañas del Sur, a aniquilar a el último vestigio de la insurrección iniciada en 1810.

Sin embargo, su error no pudo ser más grande que el de poner al frente de ese poderosísimo ejército a un ¡criollo! Fue Agustín de Iturbide el criollo que traicionó a los gachupines y realizando la primera "concertacesión" con el Abrazo de Acatempan, donde Iturbide acuerda unir fuerzas para que "criollos y mestizos" tomaran la Ciudad de México, con el mismo ejército que los gachupines habían financiado y decretaran la Independencia, previo acuerdo de que Iturbide se proclamaría posteriormente "emperador".

La siguiente traición de los criollos a los gachupines, fue que entre 1821 y 1828 acordaron expulsar a los gachupines de México a través de Leyes como la del 10 de Mayo de 1827, donde el Artículo primero empieza así: “Ningún individuo que sea español por nacimiento podrá ejercer cargo ni empleo alguno de nombramiento de los poderes generales de cualquier ramo de la administración pública, civil y militar...”, o la Ley del 20 de Diciembre del mismo año, donde se instrumenta la definitiva expulsión de los gachupines de México.

Los torpes, ineptos y ambiciosos criollos, al expulsar a los españoles crearán la primera “fuga de capitales” y en segundo lugar, sacan del país que nacía a los generadores de la riqueza. Esta es la verdadera historia de los criollos y este remedo de patria (sólo para ellos) que fundaron a principios del siglo XIX, donde la inmensa masa de indígenas no tenía cabida. En efecto, para 1821 la cifra de españoles viviendo en México era de aproximadamente diez mil y la población total se calcula en seis millones de personas, la mayoría indígena.

Los criollos jamás, en estos dos siglos de intento de nación, han podido generar la riqueza que sus parientes los gachupines lograron producir. De esta manera comenzaron los gobiernos de “su patria” en la pobreza, pues ya no se producía y no se generaban impuestos y para colmo, se dividieron entre sí en dos bandos: conservadores y liberales, centralistas y federalistas, masones escoceses y masones yorkinos, panistas y priístas, lo que desató un estado de guerra constante durante casi todo el siglo XIX, además que por las guerras fraticidas, fueron invadidos por los franceses y los gringos, perdiendo más de la mitad del territorio que habían heredado de sus parientes los gachupines en la colonia.

Paradójicamente, fueron un indio y un mestizo, los que pudieron cristalizar el anhelado proyecto de nación criolla de 1810. Benito Juárez y Porfirio Díaz lograron consolidar la República (criolla) y entrar al siglo XX.La victoria de los criollos liberales fue consolidada por los gringos, quienes alentaron y financiaron la revolución de 1910, para desplazar de su “traspatio” a los franceses, ingleses y alemanes, de acuerdo a la Doctrina Monroe, donde “América es sólo para los americanos”. Los criollos liberales en el primer cuarto del siglo XX, crearon una formidable maquinaria política-social-cultural a través del Partido Revolucionario Institucional, que logró institucionalizar su poder y redujo a casi nada a sus enemigos, los criollos conservadores que, desde el Partido de Acción Nacional, se mantuvieron latentes en lo político, ya que como había sucedido con Díaz a finales del siglo XIX, los criollos conservadores se dedicaron más a los negocios y los criollos liberales a la política.

Las políticas desarrollistas impuestas por los gringos, después de la Segunda Guerra en la mitad del siglo XX, alentaron el sueño de la industrialización y la modernidad de los dirigentes. Los criollos, tanto liberales como conservadores, tomados de la mano se embarcaron ciegamente en el proyecto propuesto por los gringos y compraron tecnología contaminante y caduca de industrias productoras de bienes de consumo y no bienes de capital. El dinero fue maléficamente prestado con intereses leoninos, lo que produjo a finales del siglo un endeudamiento descomunal, con su consiguiente pago de sumas exorbitantes de intereses.

A finales del siglo XX, los criollos liberales dejan a un país endeudado, con una altísima carga financiera por el pago de intereses, un sistema de administración pública ineficiente, obeso y sumamente corrupto, con una pérdida total de credibilidad y legalidad del sistema político, así como un país totalmente contaminado. Además de implantar de manera inadecuada la globalización, los criollos liberales, para “salvar su pellejo”, entregan, sin ningún remordimiento y de la manera más cobarde y cínica, al pueblo de México y la riqueza de la nación, al capital financiero supra nacional, para que aplique sus políticas neoliberales sin ninguna compasión a la nación mexicana.

Nuevamente los criollos traicionan a la patria y acuerdan con sus amos foráneos, dejarle el mando a los criollos conservadores que "limpios y puros", desde la iniciativa privada, salvaran a la nación a partir de hacer eficiente a la administración pública, erradicar la corrupción, implementar políticas empresariales y el marketing, manejando al país como una gran empresa.
En estos doscientos años, los criollos jamás han tomado en cuenta a los indígenas y fundamentalmente, a la civilización originaria, que sigue viva, vigente y vibrante, en el proyecto de "su nación".

Han logrado “des-indanizar” a muchos indígenas a través de sus políticas indigenistas e integracionistas. Han logrado neutralizar a los mestizos, haciéndolos "extranjeros incultos en su propia tierra", despreciando permanentemente sus raíces indígenas y exaltando la cultura de sus explotadores foráneos. Derrumbando su memoria ancestral de pueblos sabios y dejándolos indefensos en el auto desprecio y auto-denigración. Es por ello que, criollos, mestizos e indios desindianizados, están condenados de por vida a ser sólo importadores, consumidores y repetidores de un mundo que jamás podrán construir con ORIGINALIDAD, pues para ellos, la modernidad viene siempre de afuera. Estarán siempre condenados a ser de tercera, subdesarrollados, imitadores, sumisos seres despreciados por sus colonizadores y al mismo tiempo, feroces menospreciadores de lo propio, de su raíz, de su identidad, de su Madre Cultura Indígena. Extranjeros incultos en su propia tierra, eternos viajeros desolados, perdidos en "el laberinto de su soledad".

Este destino también lo comparten los criollos, que despreciando la cultura originaria que los alimentó y formó, permanentemente la desprecian frente a la cultura Occidental, sin embargo, cuando ellos viajan a España o su tierra de origen, sus parientes y paisanos los señalan como "indianos", pues sin darse cuenta, han absorbido mucho de la cultura que ellos desprecian y ya no pertenecen totalmente a la originaria, (ni de aquí ni de allá).

Los criollos ¿mexicanos? prefieren entregar a "su patria" a los gringos o el capital financiero supra nacional, que reconocer el derecho ancestral que les han negado a los pueblos originarios desde hace 486 años. Es por ello que se unen los criollos conservadores (PAN), con los criollos liberales (PRI), en las cámaras del Poder Legislativo para impedir el reconocimiento legal de la existencia de los pueblos indios y sus consiguientes derechos.

Este país ha sido una creación criolla, donde los indígenas y mestizos, han sido solo "carne de cañón y sangre esclava". Los criollos tienen el poder económico, el poder político, y son los científicos, artistas e intelectuales nacionales, bástenos leer sus nombres y conocer sus blasones.
El criollismo no es un fenómeno sanguíneo o racial, sino ideológico y cultural.

Existen muchas personas que actúan con esa mentalidad y son mestizos o indígenas mismos. Estos personajes les llaman “los cocos mexicanos”, es decir: - cafés por fuera y blancos por dentro-.

Los mexicanos todos, sentimos que es momento de un gran cambio. Que no podemos seguir como hasta ahora los criollos han gobernado esta nación. La sociedad mexicana esta despertando, quizás de un sueño, que muchas veces se convirtió en pesadilla. Los Pueblos Indígenas de México dicen un ¡YA BASTA! Que esta sacudiendo todas nuestras anquilosadas estructuras.

Tenemos que poner nuevos cimientos, nuevas bases y principios para crear una sociedad que responda a nuestra milenaria Cultura Madre y este en armonía con la parte de la Cultura Occidental de la que nos hemos apropiado en estos cinco siglos.

En el futuro próximo de nuestra nación, los pueblos indígenas y sus culturas aflorarán con una inmensa fuerza tectónica, que derrumbará muchas construcciones colonial que habitan en la mente, la cultura y el corazón de nuestra sociedad criolla.

El futuro de México es su pasado, y los indígenas tomaran el sitio que les corresponde en la historia, y los mestizos, retomaremos la parte perdida, la parte olvidada de nuestra raíz, esencia de lo que hoy somos. México indefectiblemente es y será un país mestizo. La diferencia es que muy pronto los indígenas ocuparan los espacios que les corresponde y los mestizos nos despojaremos del colonialismo mental, espiritual y cultural que padecemos. En muy pocos años veremos lo increíble.

VII.- LA EXPULSIÓN DE LOS ESPAÑOLESPOR LOS CRIOLLOS EN 1828.

Un pueblo que no conoce su historia esta condenado a repetirla. Los invasores españoles en 1521 destruyeron la milenaria civilización del Anáhuac y sobre sus escombros crearon una colonia de la corona española. Durante 300 años impusieron un feroz sistema de castas donde los peninsulares tenían todos los derechos y todas las oportunidades para explotar a los indígenas y depredar sus recursos naturales, haciendo a un lado a los españoles nacidos en estas tierras.

En efecto, los criollos fueron españoles de segunda en la Nueva España, no podían ejercer los cargos más altos del gobierno, el ejército, la iglesia y por supuesto, que estaban de segundones en la actividad comercial, minera y agropecuaria.

Es por ello que los criollos iniciaron la Guerra de Independencia, que en su inicio jamás pretendió separarse de España, sino quitarles el poder a los "gachupines" y por supuesto que nuca concibió acabar la explotación y la injusticia que se cometía en contra de los indígenas. Los criollos utilizaron a los indígenas y explotaron a su favor, el odio y resentimiento acumulado en 300 años de atrocidades, traicionando a los peninsulares provocando grandes matanzas de estos a manos de los incontenibles indígenas.

Cuando caen los criollos conspiradores, toman la estafeta los mestizos como Morelos y Guerrero, quien buscan verdaderamente crear una nación independiente. Sin embargo, 10 años después de luchas intestinas, los gachupines arman a un formidable ejército para acabar la última flama que quedaba en las montañas del Sur. Guerrero no tenía un ejército, su grupúsculo armado era un sistema de guerrilla que sobrevivía con muchas dificultades y estaba pronto a desaparecer.Pero los gachupines cometieron un grave error, para poner fin definitivamente a la lucha insurgente armaron a un poderoso ejército y pusieron al frente de él a un criollo.

Fue Ituribe quien traicionó a los peninsulares y con el abrazo de Acatepan y el Plan de Iguala, toma la Ciudad de México y consuma la independencia.Con los tratados de Córdoba los criollos ponen fin al dominio español en la colonia, sin embargo, España no acepta la capitulación y mantendrá, no solo el estado de guerra con su "colonia rebelde", sino que a través del Fuerte de San Juan de Ulua, bombardearán periódicamente a la ciudad de Veracruz e impedirán el uso del puerto para el comercio regular.

Los criollos pretenden crear una "nación-estado" como los que en esos momentos estaban naciendo en Europa. Sin embargo, cometen muchos errores y se dividen en dos bandos, combatiendo entre sí, la mayor parte del siglo XIX.

En efecto, unos criollos era llamados "cosmopolitas", quienes veían con buenos ojos a sus parientes gachupines y otros criollos, llamados "nativistas", eran quienes veían en los gachupines a los enemigos de la naciente nación. En efecto, los gachupines no aceptaron ten dócilmente la pérdida de sus privilegios y mantenían la esperanza de que España, pronto vendría en defensa de ellos y sus derechos sobre la colonia. Por lo cual mantenían un estado clandestino de conspiración en todo el país, la cual llegó a su punto más alto con la intentona subversiva del fraile Arenas y los generales gachupines Arena, Negrete y Echávarri en 1827. Por su parte el rey de España apostaba a la incapacidad de gobernarse de los criollos y pensaba que inevitablemente los desbalagados súbitos volverían a la monarquía y al imperio.

Otro factor importante en la construcción de la nueva nación serían las logias masónicas. En efecto, el rito escocés llegó a la colonia a través de los oficiales del ejército español que se estacionó en la colonia. Las logias escocesas fueron en los primeros años de la naciente república la cantera de los conservadores y los pro-españoles llamados "cosmopolitas". Las logias yorkinas fueron instauradas inmediatamente después de la independencia y su principal promotor y protector fue el embajador de Estados Unidos, el señor Joel Poninsett. Los yorkinos fueron los liberales y nativistas que pretendían expulsar a los españoles y apoyarse en el mundo anglosajón.

La nación mexicana nace como un proyecto criollo, en donde se mantiene disfrazado el sistema colonial de explotación, sólo que ahora los criollos ubicados en la cúspide de la pirámide de explotación, los mestizos como segundones y los indios se mantenían sin ningún derecho y posibilidad real de mejorar sus condiciones de vida.

Sin embargo, los criollos nunca tuvieron la capacidad, empuje y convicción de los gachupines. La ambición por el poder de los criollos eran proporcional a su incapacidad y limitaciones. A lo largo de 300 años de estar en los mejores puestos, habían hecho a los españoles de otra madera. En cambio los criollos en general, eran ineficientes, inexpertos y no estaban dispuestos a "sudar el trabajo", como lo venían haciendo sus parientes los gachupines.

Así que cuando, por un “plumazo”, la sociedad colonial se convierte en la sociedad de la nueva república, resulta que los mejores puestos de la administración pública y las mejores posiciones económicas estaban en manos de españoles "nacionalizados" mexicanos por el Plan de Iguala y los tratados de Córdoba, con los que se consuma “la Independencia”.Es esta la razón por la cual los criollos de las logias yorkinas se lanzan en la persecución de los españoles y piden su expulsión. Nuevamente los criollos traicionan a sus parientes gachupines y por la envidia y el odio de sus riquezas y posiciones, lucharan años hasta lograr su expulsión, de lo que los criollos llaman "su patria".

Esta expulsión marcará para siempre al proyecto de nación de los criollos, que salvo cuando la gobernó un mestizo, pudo tener una solvente economía y una eficiente administración pública. En efecto, Porfirio Díaz logró a finales del siglo XIX, no sólo dejar de vivir prestado, sino que entregó el país en "números negros".

La expulsión de los españoles en 1828, marcará el inicio de las "fugas de capitales" y los empresarios y comerciantes se irán de México con sus capitales. La traición y la avaricia de los criollos dejaron en banca rota a su gobierno. Al no haber capitales trabajando, no se generó la riqueza y por consiguiente el gobierno no captaba impuestos. Las finazas públicas de la nación criolla iniciaron mal y continuaron peor, debido a que los criollos en el poder se dedicaron a hacer dispendios y la corrupción sentó sus bases más cínicas.

Entre guerras fratricidas, los criollos de ambos bandos, le pedían constantemente préstamos a Francia, Inglaterra y España para pagar los intereses dejados de otros gobiernos y tener liquides para gobernar. Esto llegará a un estado de crisis en el gobierno de Juárez, donde las naciones prestamistas apostarán sus armadas en Veracruz, para obligar al pago puntual de sus intereses. Es en estos momentos, cuando la patria estaba amenazada y los inefables usureros pedían la intervención armada en garantía del pago de sus leoninos intereses, que la presencia nacionalista y patriótica del indio de Guelatao supo enfrentar su voracidad con valentía y dignidad.

En efecto, Benito Juárez es el ejemplo que debería inspirar a nuestros actuales gobernantes que desde los tiempos de Miguel de la Madrid, prefieren pagar puntualmente los intereses de la deuda que crecer, que aceptan de rodillas los mandatos del B.M. y el F.M.I. a consta de el sufrimiento y la pobreza de millones de mexicanos y que impunemente entregan a la patria y a sus hijos a los dictados de la política neoliberal y "su nuevo orden".

El gobierno del presidente Guadalupe Victoria expulsará definitivamente a los españoles de México con la ley del 20 de diciembre de 1827. Los criollos, no solamente traicionaron a sus parientes en 1810, incitando a los indígenas a una lucha armada en contra de los gachupines, sino que al término de la Guerra de Independencia, por su avaricia y envidia, traicionarán de nuevo a sus parientes y los expulsarán, condenado "su nueva nación" a la bancarrota y al endeudamiento externo.Después de la revolución en los comienzos del siglo XX, los criollos conservadores se dedicarán de lleno a los negocios y dejarán que los criollos liberales se queden con el mundo de la política. Mantendrán simbólicamente al PAN en el juego político, pero más que nada, como vocero de sus intereses e ideología.

Al final del siglo XX los criollos liberales habrán desgastado a su partido el PRI y aceptarán, en el nuevo orden internacional, entregar pacíficamente el poder a los criollos conservadores, que apoyados desde afuera, “globalizarán” a su patria a través de manejarla como una gran empresa refresquera.
curioso observarlos, tanto a los criollos conservadores como a los liberales, como se unen en “misión divina”, cuando los pueblos originarios de estas tierras, intentan recuperar sus más mínimos derechos como pueblos y culturas.

Después de 186 años, los criollos prefieren entregar "su patria" a sus amos explotadores de afuera, o sea al capital financiero supra nacional a través de la llamada globalización e implantación del neoliberalismo, sea esto regalar el sistema bancario a los extranjeros, la generación de electricidad a los ingleses o el petróleo a los gringos; que en el poder legislativo se reconozca después de 500 años, los derechos innegables que tienen los más genuinos hijos de los hijos de los Viejos Abuelos.

Los criollos a lo largo de estos 186 años de existencia DE SU PATRIA, han traicionado a sus parientes europeos, pero también han mantenido en la más inmisericorde explotación a los indígenas y en la enajenación brutal a los mestizos.

La verdad es que este “México imaginario” de los criollos esta desmoronándose y se nos deshace en las manos a pedacitos, lo que quedará de este remedo de nación criolla, será el “México profundo”, base inalterable de lo que hemos sido, somos y seremos como pueblo y nación.La única salida que tienen los criollos es reconocer los derechos de los pueblos indígenas y juntos, con los mestizos, construir una nueva nación. Sin embargo, al parecer, los criollos prefieren TRAICIONARSE A SÍ MISMOS, que reconocer la existencia del México profundo, del México indígena, del México nuestro.

VIII.- COLOFÓN.

Los mexicanos debemos "repensar nuestra historia" y desmantelar la anquilosada "historia oficial", que sólo ha servido para mantener el orden colonial y validar a los criollos en el poder. Debemos investigar exhaustivamente, con otros ojos y con otra mente, la conformación de la nación mexicana, para liberar al pueblo de la ignorancia de nosotros mismos. Debemos de luchar contra el colonialismo mental, espiritual y cultural con el que hemos construido, con nuestra sangre y con nuestro dolor, esta patria que no es nuestra, pues en la demagogia es de todos, pero en la práctica sabemos que es de unos cuantos.

El criollismo es una ideología. No todos los extranjeros y sus hijos comparten este pensamiento y esta forma de vivir. Tenemos maravillosos ejemplos como el de Gonzalo Guerrero, Francisco Javier Mina o recientemente los españoles exiliados por la guerra civil y el franquismo.

Por que también, existen muchos indígenas y mestizos que son feroces colonizadores del pueblo, de sus propios hermanos y enemigos de su Cultura Madre. El sistema colonial en el que vivimos actualmente en México, indiscutiblemente que encuentra sus más antiguos cimientos en la ideología criolla. El revisar nuestros más antiguos problemas culturales, el aceptar abiertamente nuestros problemas, es el primer paso para resolverlos.

La injusticia, la explotación y la miseria de millones de mexicanos, encuentra sus más remotos orígenes en el rasismo, el clasismo y en la negación de la otra parte que nos conforma, nuestra Cultura Madre. Los mexicanos no podremos construir una nación justa, si no desmantelamos el complejo sistema colonial y su acendrada ideología.

EN BÚSQUEDA DE UNA IDENTIDAD NEGADA

El principal problema de los mexicanos es la pérdida de nuestra milenaria identidad. Una persona, una familia o un pueblo, que no sepa de dónde viene, cuáles fueron sus orígenes, cuáles sus logros, cuáles sus problemas, están condenados a vivir en la oscuridad y en la impotencia, repitiendo cíclicamente los mis errores.
Si usted, amable lector, no recuerda la mayor parte de su vida. Supongamos su primera infancia, su adolescencia y su temprana madurez, usted no podría ser la persona que es usted actualmente.
De la misma manera un pueblo que no conoce, siente y vive su historia, se convierte en un pueblo esclavo. En un pueblo amnésico sin historia, sin conciencia, sin identidad. Queda impedido, minusválido, incapaz e impotente. Esta es la forma en la que ha sido posible mantener al pueblo de México en una esclavitud e injusticia inhumana durante cinco siglos. Y como estamos en un estado amnésico permanente propiciado por nuestros explotadores, se pueden cometer todas las injusticias y nadie protesta o exige un cambio. Es como estar muertos en vida.
La negación de nuestra identidad es “la madre de la explotación y la injusticia”. Si como persona, familia o pueblo, no sé de dónde vengo, no puedo entender cabalmente quién soy, y mucho menos definir a dónde quiero ir.
Primero los colonizadores, que durante 300 años destruyeron y negaron cualquier valor en el pasado antiguo de los pueblos vencidos. Después, durante estos últimos dos siglos, “los criollos”, al crear “su país” han excluido de él a los pueblos y culturas originarias. Para la cultura y la educación oficial, México nace con la llegada de los españoles. Por ende somos un país creado por y para los criollos, donde la milenaria civilización (una de las 6 más antiguas, con origen autónomo de la humanidad) es tomada levemente sólo como un “insignificante y curioso” antecedente. Para los criollos “su patria” surge de la “gesta heroica” de sus parientes los “gachupines” o peninsulares con la conquista, y se consolida con la lucha por “la independencia” que realizaron los españoles criollos en contra de los españoles peninsulares. Los indígenas sólo fueron carne de cañón. Los Estados Unidos Mexicanos surgen en el siglo XIX fundamentalmente por la iniciativa de los criollos y éstos mantendrán el sistema colonial de explotación de los pueblos originarios.
De la invención de la agricultura (el inicio de la civilización) a la llegada de los invasores españoles, transcurrieron siete milenios y medio de desarrollo cultural autónomo, se dice fácil, pero pocos pueblos en el mundo (y ninguno, europeo) han tenido un proceso de desarrollo cultural como el que se dio en el Anáhuac. Sin embargo, en los últimos 500 años los invasores-colonizadores se han concentrado fundamentalmente en NEGAR CUALQUIER VALOR DE LA CULTURA VENCIDA y condenan al olvido de sus raíces y su esencia a sus herederos, los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos.
Esta ha sido una de las armas más eficaces para doblegar y esclavizar a los pueblos invadidos, pues al mantenerlos ajenos a sus raíces y su esencia, quedan indefensos ante cualquier agresión y explotación. ¿Qué puede hacer una persona, una familia o un pueblo, que sufren de amnesia ante la voracidad despiadada de un explotador? Absolutamente nada. Así, amable lector, usted puede entender porqué sucede las cosas que suceden en nuestro país y con nuestra pobre gente, y no pasa nada. Absolutamente NADA.
Así se puede entender como en el Poder Legislativo, TODOS LOS PARTIDOS votan en contra de la Ley Indígena. Como la SEP pretende quitar de la escuela secundaria la historia antigua de México. La ignorancia casi absoluta de la mayoría de los mexicanos (comenzando con los que tienen mayor nivel académico) del conocimiento de la historia y la cultura del México Antiguo.
Los criollos explotadores saben muy bien, que para mantener el sistema de explotación colonial que heredaron de sus parientes los gachupines, requieren imprescindiblemente que el pueblo: ricos y pobres, indígenas y mestizos, con educación académica o sin ella, TODOS, se sienten lejanos y desvinculados totalmente con la grandeza de la Civilización Madre. Lo indígena es vergonzante, sinónimo de incultura, bajeza e ignorancia para la cultura dominante de los criollos.
Los colonizadores-explotadores apuestan a que el pueblo, gracias a los medios masivos, el sistema educativo y la educación colonizadora familiar y social, siga ajeno, lejano y distante a la sabiduría, valores, principios con los que se forjó una de las civilizaciones más importantes de la humanidad.
Descolonizar es entonces “RECORDAR”. Traer al presente los valores, principios, actitudes, conocimientos, tradiciones y costumbres, con los que nuestros antepasados, “nuestros Viejos Abuelos” lograron mantener mil años de esplendor y con ellos construir una sociedad más justa y humanizada.
No se trata de “desterrar” los valores de las diversas culturas del mundo que han llegado a nosotros en estos cinco siglos, pues ya son parte nuestra, ya sea que nos los hayamos “apropiado” o que los hemos transformado. De lo que se trata es de SUMAR la sabiduría milenaria “PROPIA-NUESTRA”, que el colonizador nos ha enseñado a despreciar, olvidar y rechazar. Porque con las dos, tendremos más recursos para construir una sociedad más fuerte, vigorosa y plural. Una sociedad en la que ya no existan los vencedores y los vencidos, la “gente bonita y los otros”, donde podamos ser orgullosamente descendientes al mismo tiempo de Cuauhtémoc y Gonzalo Guerrero, de Netzhualcoyotl y Cervantes.
Necesitamos romper la colonización mental en la que hemos nacido y crecido, para “descubrirnos en toda nuestra maravillosa totalidad”. Necesitamos hacer “un viaje al corazón del México profundo” y explorar nuestra HISTORIA-PROPIA-NUESTRA y desechar la visión eurocéntrica-cortesiana-colonizadora. Descubrir diáfanamente, quiénes fueron en verdad nuestros Viejos Abuelos, cuáles eran sus valores, cuáles sus más altas aspiraciones, cuales sus más importantes logros espirituales, científicos y sociales, qué era lo que estaba en el vértice superior de su pirámide de desarrollo. Y con ese conocimiento, con esos sentimientos, con esos valores, reconstruirnos como personas, familias y nación.
El futuro de los mexicanos es conocer y valorar su milenario pasado, para poder salir del cinco centenario laberinto de la desolación, la corrupción y la injusticia. En el que tratamos siempre de ser lo que no somos y al mismo tiempo despreciamos ferozmente lo nuestro y exaltamos exageradamente lo ajeno.
El México que todos deseamos esta íntimamente relacionado con ese México desconocido que a pesar de todo, está vivo y habita en lo más profundo de nuestro corazón.

REPENSAR NUESTRA HISTORIA Y NUESTRA CULTURAR

Recientemente regresamos de un viaje a Venezuela, con el sentimiento de que los pueblos indígenas de todo el continente Americano forman parte de una sola civilización. En efecto, pese a la obstinada cerrazón de los “investigadores” extranjeros, que desde un principio “nos han investigado” por nuestras diferencias, más no por nuestras semejanzas, se afirma tercamente que somos dos civilizaciones diferentes. Una mal llamada “Mesoamericana” y la otra conocida como Andina.

Este vicio viene de que en todo hemos sido “botín”, aún en lo científico. Así es, cada “investigador” pretende hacer de su objeto de estudio, un universo que se encierra en sí mismo y se separa de lo demás. Y como por la colonización cultural, en general los “nativos” no nos gusta estudiar nuestras culturas originarias. No señor, la gente que va a la universidad colonizada le gusta conocer e investigar sobre los griegos, los romanos o los egipcios.

Volviendo al punto, resulta que en Venezuela me encontré con 3 elementos culturales que de alguna manera demuestran que los pueblos originarios de este continente se conforman, nacen y provienen de una sola raíz civilizadora. El primero y más sorprendente es que en el estado Lara se juega ¡ La Pelota Mixteca! Sólo que allá le llaman “Pelota Criolla”. Usan un “pasa juegos” (cancha) un poco más pequeño y estrecho, porque juegan con una pelota hecha de trapo. Con cinco jugadores por equipo, con dos “Chaceros” o árbitros, y con las mismas reglas.

El juego de pelota es el deporte más antiguo del mundo que se juega hasta la fecha. Se pensaba que era sólo del área Centroamérica y México, pero como se ve, existe en un país como Venezuela, que no tiene un fuerte componente indígena en su cultura, pero que, seguramente en varios de los países llamados andinos este ancestral deporte se debe seguirse practicando.

Este deporte es un legado milenario de nuestra civilización madre. Posee varios niveles, desde el filosófico, el religioso, hasta el meramente deportivo. El hecho de que se encuentren “pasa juegos” en las llamadas “zonas arqueológicas” y que estas construcciones ocupen un lugar relevante en el conjunto arquitectónico, nos rebela que tuvo un valioso y profundo significado filosófico-religioso y que debió, seguramente, de tener connotaciones de acceso a desconocidas formas de adquirir el conocimiento.

El otro elemento cultural fue que para nuestra sorpresa pudimos constatar que también en el estado Lara se produce ¡mezcal!, que allá le llaman “Cocui”, pero que esta hecho con agave y con el mismo procedimiento de alambique como en Oaxaca. Mi estimado amigo venezolano, el antropólogo Jesús Canelón, me informó que en Brasil también hacen el mezcal de la misma manera que “el Cocui”, pues acaba de terminar un doctorado en la nación carioca y conoció personalmente el proceso.El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el año pasado descubrió en el estado de Hidalgo un “palenque” (lugar en donde se fabrica el mezcal) con un fechamiento mucho más antiguo que la llegada de los españoles. Esto es importante, pues se pensaba que los Viejos Abuelos sólo producían el pulque y que el proceso de la destilación, que se suponía era de origen árabe, llegó con los colonizadores a México. El INAH reporta que los alambiques encontrados eran de barro. En Oaxaca hasta hace poco, en algunos lugares se producía mezcal en alambiques de barro y se pensaba (colonizadamente) que esto se debía a una deficiencia por no poseer el cobre. Nuevamente sería muy bueno “construir” el conocimiento de nosotros mismos y saber sí algún pueblo hermano del Sur del continente produce una bebida parecida al mezcal y al cocui.

El tercer elemento cultural que encontramos en Sudamérica es la existencia de un grupo de pueblos originarios que viven entre Venezuela y Colombia llamados “Arahuaks”. Esto tiene relación porque los pueblos del Anáhuac se llamaban a sí mismos “anahuacas”. En efecto, el gentilicio de los pueblos originarios de esta parte del continente no es de “americanos”, pues ese nombre lo impusieron los colonizadores por el geógrafo y navegante Américo Vespucio. Así que si algunos pueblos de Sudamérica tienen en la memoria histórica el recuerdo de llamarse “Arahuaks”, que es muy parecido a “anahuacas”, seguramente tienen un mismo origen. En Venezuela existen muchas palabras de origen náhuatl en el lenguaje común, como nosotros también las tenemos.

Finalmente diremos que en Oaxaca, existe en la memoria histórica del pueblo huave y mixe, que ellos llegaron hace muchos tiempo del Sur del continente. Pero como lo “dicen los indígenas” y no un investigador extranjero, pues no se hace caso de esta información.
Lo cierto es que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos de este continente debemos de re-construir y re-pensar nuestra historia y nuestra cultura. Para afianzar y transparentar nuestra identidad cultural.

Hermanarnos concientemente entre nosotros, pero no solamente ante la innegable herencia colonial, o a través de los políticos o los magnates. Sino a través de los milenarios elementos culturales que poseemos y compartimos, y que son una valiosa herencia de nuestros Viejos Abuelos.

Creemos que es el momento para que empecemos a buscar el nombre que le daban a esta tierra nuestros milenarios antepasados, así como el nombre que se daban a sí mismos. Seguir usando el nombre que nos dio el colonizador es renunciar a nosotros mismos y mantener un estado de sumisión ideológica y cultural.

Los pueblos originarios de este continente no somos “latinoamericanos”, pues no somos “latinos”, toda vez que ese fue un subterfugio que utilizó Napoleón Tercero a mediados del siglo XIX, para tratar de apropiarse de las colonias españoles que había perdido la corona española.

Tampoco somos “hispanos”, tan sólo porque hablamos español. Como de la misma forma los estadounidenses o los beliceños, no son “ingleses” por que hablan inglés o los brasileños no son portugueses por hablar el portugués.

La colonización nos hace llamarle al europeo anglosajón, avecindado en nuestra tierra, “americano”. Y nosotros que venimos de los pueblos originarios aceptamos que nos llame el colonizador, “hispanos o latinos”. Al aceptar llamarle al anglosajón “americano”, en ese momento nosotros nos estamos auto excluyendo de este continente.

Como se ve, necesitamos trabajar mucho los descendientes de los pueblos originarios, para recuperar nuestro “rostro propio y nuestro corazón verdadero”. Hoy más que nunca se requiere hacer, por nosotros mismos, “arqueología del espíritu”.

EL NACIONALISMO CRIOLLO

Esta en el debate el “nacionalismo” o la globalización. México es un país soberano o un e-bisnes. Los políticos y los intelectuales discuten sobre el nacionalismo.

¿Podemos hablar de nacionalismo? ¿Qué defender del nacionalismo? ¿de cuál nación? ¿La nación de los criollos o la de los invadidos-conquistados-colonizados-explotados? ¿La nación de los criollos que iniciaron en 1810?, sean masones-yorkinos-liberales-federalistas-republicanos-priístas o sean criollos masones-escoceses-conservadores-centralistas-monárquicos-panistas.

Lo que ahora llamamos México tiene un tiempo histórico de aproximadamente 8 mil años, desde la invención de la agricultura hasta nuestros días. De ellos, 7 mil quinientos años se vivieron en el proyecto civilizatorio del Anáhuac. Después de la invasión y destrucción de las Instituciones, Leyes y autoridades; trescientos años como Colonia española a manos de la explotación de los gachupines. Y los últimos, casi 200 años, viviendo en un sistema neo-colonial disfrazado, ahora a manos de los criollos que expulsaron a los gachupines y crearon “su nación” y siguieron manteniendo el sistema colonial y sus castas.

¿De cuando acá, los vencidos, los indígenas, los campesinos, los obreros, los empleados, los subempleados, los desempleados han tomado decisiones trascendentes en la construcción “de la nación y de la patria de los criollos”? O sólo han sido carne de cañón, voto cautivo y masa trabajadora-consumidora.

¿De qué nacionalismo estamos hablando? Del de Hernán Cortés o el de Gonzalo Guerrero, del de Moctezuma o el de Cuauhtémoc, del de Hidalgo o el de Morelos, del de Iturbide o el de Guerrero, del de Santana o el de Bravo, el de Juárez o el de Maximiliano, el de Díaz o el de Zapata, el de Carranza o el de Villa, el de Alemán o el del tata Cárdenas, el de Echeverría y López Portillo o el de Vázquez y Cabañas, el de Fox y Calderón o el de Sub Marcos. El nacionalismo que se defiende es el de la nación de los vencedores o la nación de los vencidos. De los ricos o de los pobres, de los explotadores o de los explotados, de los “Pirruris” o de los nacos.

¿De qué nación podemos defender...EL NACIONALISMO?Qué ha sido, en verdad, este remedo de “Nación” que surgió apenas hace 186 años.

Cómo es posible que siendo un pueblo trabajador y contando con tantos recursos naturales, más de la mitad sean pobres y un puñado sean inmensamente ricos. En esta “Nación” según la UNICEF se mueren diariamente 500 niños por problemas generados por la miseria. ¿Esos niños de quién son? ¿A quién le interesan? ¿Esos niños de la calle... son hijos de una Nación? Y esos jóvenes desempleados… ¿alguien se preocupa por ellos y por su futuro? Los millones de personas que no tienen trabajo, escuela, tierra, crédito, casa, alimentación, servicio médico, pensión... tienen una Nación que los proteja, apoye, ayude, se preocupe en verdad por ellos.
¿Cuándo hablamos de nacionalismo... de qué estamos hablando? ¿De justicia, de equidad, de oportunidades, de respeto, de bienestar? Hablamos de millones de personas y sus necesidades materiales y sus aspiraciones espirituales; o hablamos de puras ideas políticas y del canal de las barras y las estrellas.

Hablamos de una continuidad histórica y cultural de miles de años o sólo nos referimos a un puñado de ideas traídas de fuera desde hace 192 años por ilustres y rapaces avecindados. Cuando hablamos de nacionalismo, hablamos de los sentimientos y aspiraciones de millones de personas y de miles de años, o sólo hablamos de ideologías de un puñado de privilegiados. Sean explotadores, políticos o intelectuales. O hablamos de LOS SENTIMIENTOS DE LA NACIÓN, de decenas millones de personas que la integran.

Es saludable discutir sobre nacionalismo o es más razonable hablar sobre la creación de una nación para todos y no sólo para unos cuantos. Es prudente hablar sobre nacionalismo o mejor hablar de descolonización. Es mejor hablar de re-formar que de re-fundar una nueva nación y un nuevo nacionalismo. Es mejor nombrar a esa nueva nación con su milenario nombre “El Anáhuac” o seguir nombrándola con el de los mexicas, que le dieron los criollos. Re-pensar y re-fundar o parchar y re-formar.

Descolonizar o neo-colonizar. Será bueno discutir sobre el nacionalismo criollo, sea conservador o liberal, panista o priísta. ¿Será estéril la discusión o podría ser productiva? ¿Usted, qué opina?

POR QUÉ ESCRIBIR SOBRE EL MÉXICO ANTIGUO

Recientemente una persona me abordó en una fila para realizar un servicio bancario. Me preguntó de una manera sincera, el porqué los escritores escribíamos sobre el pasado. Me dijo que él conocía la biblioteca de una persona muy culta y que la mayoría de libros se referían al pasado de México.

Me dijo – “yo estoy aburrido de ver hacia el pasado, a mí me gusta el futuro, dejen de escribir temas de pasado y escriban sobre el futuro”-. Me llamó la atención el comentario de esta persona. Yo le trate de explicar que sí los mexicanos seguíamos escribiendo sobre el pasado, podría ser debido a que éste no estuviera completamente resuelto. Es cómo sí un enfermo toma la medicina equivocada, necesitará seguir tomando medicina, probando, hasta que le den la que él necesita. De alguna manera los mexicanos, efectivamente, de forma recurrente seguimos abordando nuestro pasado, intentando por varias vías de interpretación, "asimilar" nuestro nebuloso pasado.

Todos las grandes conciencias de nuestra nación, han abordado el tema de la historia, la cultura y le identidad, desde diversos escenarios, sean estos el arte, la ciencia o la política. Es un tema toral no resuleto y que es la raíz de nuestros problemas.
Es más, no es una obsesión sólo del pueblo mexicano, ahí están los grandes artistas europeos, los pintores, los músicos, los escritores, que escriben y re-escriben sus historias, buscando la luz, buscando puntos luminosos para fijar cuadrantes y avanzar. Porque la historia no es una sola y es cambiante.

Mire usted, amable lector, donde se escribe la historia todos los días es en el periódico. Sí usted lee un mismo suceso; por ejemplo, el caso de Atenco. Sí lo lee en la Jornada es diferente que sí lo lee en el Heraldo o en el Financiero. El mismo hecho con diversas y a veces, encontradas percepciones de una misma realidad.

Entonces la historia la escriben los vencedores y los que detentan el poder. En la historia, llamémosla "oficial", se explica, se valida y se afirma el poder. La historia es una narración del pasado que nos explica con "lógica lineal" el estado actual de las cosas.

Sí usted lee la historia que los conquistadores escribieron de la conquista, es muy diferente a la que escribieron los misioneros. En la colonia, no es lo mismo los textos de los criollos que la de los peninsulares. El siglo pasado se puede ver desde dos vertientes, la de los conservadores y la de los liberales. Toda vía hoy en día, la imagen del Presidente Juárez, es muy diferente la que enseñan en las escuelas públicas que en las escuelas de monjas.

Así es la historia, se construye y se reconstruye, la historia se "inventa" y se ajusta. Tanto los nazis, como los aztecas en su día, cambiaron la historia para explicarse su arribo al poder.
Porqué entonces los mexicanos seguimos escribiendo sobre nuestra historia con tanta insistencia? Usted cree que una persona puede llegar a la plenitud de su existencia sí sufre de amnesia? No cree que en términos generales los mexicanos todos, especialmente los que hemos tenido la fortuna de tener estudios..."somos extranjeros incultos en nuestra propia tierra". Quienes y cuantos mexicanos conocemos con aceptable certeza los procesos históricos de la revolución a nuestros días. Cuantos menos conocen el siglo pasado. Cuantos, muchos menos conocen algo de los tres siglos de colonia y muchos, pero infinitamente, muchos menos, conocen algo de los siete mil quinientos años de historia llamada –pre "hispánica"-.

Como nación, sí sus hijos son ajenos a su historia, a sus raíces a su identidad, jamás llegaremos a la plenitud, ni siquiera económica, sino fundamentalmente existencial, en tanto individuos en tanto nación.Los mexicanos necesitamos –reinventar- nuestra propia historia. Los primeros transgresores de la memoria histórica de nuestra civilización fueron los aztecas, quienes destruyeron todos los códices en que se recogía la milenaria historia de nuestros Viejos Abuelos. Tlacaélel, el cihuacóatl de los aztecas ordenó su destrucción y la producción de los nuevos códices, donde los aztecas se ponían como el pueblo elegido.

Después llegaron los españoles y quemaron los códices de los aztecas y escribieron lo poco que mal entendieron de nuestra decadente (en esos momentos) civilización. En el siglo pasado, los victoriosos criollos escribieron "su historia patria" y a final del siglo, Porfirio Díaz ordenó hacer la "historia oficial", con sus mitos y sus leyendas, nacidas en muchos casos de la literatura y la imaginación del siglo pasado. Esa idea de "El padre de la Patria", Don Miguel Hidalgo y Costilla como un abuelito, por estar cano y pelón, pero es sabido que Hidalgo era un hombre de 56 años y era maduro, sano y fuerte. Para las fiestas del Centenario, se rehizo la "historia patria oficial" y lo importante es que funcionó para ese momento y esa circunstancia.

Pero ahora necesitamos revisar nuestra historia oficial y sí es necesario...reinventar otra historia que nos funcione para el tercer milenio.

Cuando a finales de los años cuarentas apareció la tumba de Cuauhtémoc en Ixcateopan, Guerrero, el presidente de la nación tuvo que decidir sí los restos hallados debajo del altar del templo era o no eran los restos del último tlatuani azteca. “El señor presidente”, después de meditarlo mucho, decidió, en bien de la patria que, efectivamente ¡sí eran los restos de Cuauhtémoc! Y por supuesto que eran los restos del tlatuani. Para el caso, qué importa sí son o no son los verdaderos huesos de Cuauhtémoc, lo que importó es que el Estado asumiera esas reliquias como un símbolo de nuestra identidad. Eso es todo, así de sencillo y por eso creemos que debemos reconstruir nuestra historia para encarar el tercer milenio, con nuevas bases y nuevos paradigmas.

Así pues, los que escribimos sobre nuestros Viejos Abuelos, pues tendremos que seguirlo haciendo hasta que ya no sea necesario, hasta que hayamos salido del cinco centenario "laberinto de soledades" del colonialismo, hasta que haya cicatrizado esa herida, que supura desde hace siglos, que huele mal y que nos esta carcomiendo, aunque existan personas que lo niegan.

EL MITO DE LA MODERNIDAD

I.-ANTECEDENTES.
La tierra tiene una antigüedad aproximada de 5 mil millones de años. El ser humano más parecido a lo que hoy somos nosotros aparece hace aproximadamente 40 mil años. Las civilizaciones más antiguas del planeta tienen un tiempo histórico de no más de 10 mil años de antigüedad. En efecto, Egipto y Mesopotamia iniciaron los procesos de sedentarización e invención de la agricultura 8 mil años a.C.; después le siguieron China, India, México (Mesoamérica) y la Zona Andina (Perú, Bolivia y Ecuador) con aproximadamente 6 mil años a.C.
De modo que podemos dividir la historia de la humanidad en dos grandes períodos. Desde la invención de la agricultura en Egipto y Mesopotamia hasta la toma de Constantinopla por los turcos, y desde el "descubrimiento" de América hasta nuestros días. A la primera parte le podremos llamar la "La Historia Antigua de la Humanidad" y a la segunda, "La Historia Moderna de la Humanidad".
La primera parte de la historia de la humanidad, es decir el mundo antiguo, tuvo una duración de aproximadamente nueve mil quinientos años (Desde la invención de la agricultura 8 mil años a.C. hasta 1453 con la caída de Constantinopla). La segunda parte es apenas de 506 años (Desde el descubrimiento de América en 1492 hasta nuestros días). La primera parte de la historia tiene su "punto generador" en el centro del continente Euroasiáticoafricano, es decir entre los ríos Eufrates, Tigris y el Nilo.
La segunda parte, la Historia Moderna encuentra primero durante 400 años su centro en Europa y en los últimos cien años, este centro se ha ido desplazando a Estados Unidos, donde desde el siglo XVIII emigraron los europeos masivamente.
Sin embargo, la dominación ideológica que ha impuesto desde el siglo XVI los europeos a todo el mundo conquistado por ellos, han consolidado su supuesta superioridad y se han autonombrado los guías del destino planetario. Entre muchos de los dogmas que manejan podemos mencionar los siguientes: a) Existe una evolución y un tiempo lineal. b) Todo el remoto pasado es primitivo. C) La existencia de una llamada "Cultura Universal" encarnada en Europa. D) La creación del concepto ideológico-geográfico del "Occidente". e) La división del continente Euroasiáticoafricano en tres continentes ficticios; Europa, Asia y África. f) La belleza y superioridad de lo blanco y Occidental sobre lo amarillo, negro, cobrizo y el resto del mundo (La supuesta superioridad de la cultura europea). g) La superioridad y preponderancia de la ciencia, la tecnología y la materia, sobre la sabiduría, la religión y el espíritu. h) La imposición de la racionalidad como única y verdadera vía para adquirir conocimiento y poder percibir el mundo y la realidad, a partir de los dogmas de que los seres humanos somos animales pero que, lo que nos hace "superiores" a ellos es la razón y de que, sólo por que pensamos existimos (Duda Metódica). i) La búsqueda de la trascendencia de la existencia, como libertad y poder, a partir de la riqueza material y la dominación, transformación, nominación y explotación de la naturaleza, por medio del comercio, el culto a la ciencia y la tecnología, y el ejercicio permanente de la guerra. j) Que la historia de la humanidad nace remotamente en Asia, pero que encuentra su verdadera dimensión universal en Europa (Hegel) k) Asociar los conceptos de cristiano, civilización, progreso, desarrollo y modernidad a Occidente.
Estos dogmas y otros más que Occidente ha extendido de manera subliminal o brutalmente por el mundo bajo su dominio y en el que sustenta su poder, nos ha hecho suponer inconscientemente que la historia de la humanidad nace y se inspira con las culturas grecolatinas y que las civilizaciones primigenias tuvieron, por remotas y antiguas, tan sólo un carácter primitivo. Que la historia antigua de la humanidad tiene muy poco que ver con La Modernidad, Occidente y la conformación del mundo contemporáneo Y MUCHO MENOS CON EL FUTURO DE LA HUMANIDAD.
II.-CONSIDERACIONES.
La tierra es un ser vivo (no un ser humano), que esta vivo, que siente y que morirá como todo ser vivo.

* Sí todo el tiempo desde el nacimiento de la tierra hasta nuestros días fuera un año. El ser humano aparecería en ese año, el 31 de Diciembre a las 23.59 horas. Es decir, que la historia de la humanidad representa un segundo en la vida de la tierra.

* Que en los últimos 50 años los seres humanos estamos poniendo en peligro de muerte a este maravilloso y bondadoso ser vivo que nos ha dado asilo. La contaminación de la tierra, las aguas y la atmósfera; más la depredación de selvas y bosques, por el proyecto de desarrollo humano encabezado por la ideología de Occidente, hace suponer la futura extinción de la vida, como la conocemos ahora, en los próximos cien años.

* Desde la invención de la agricultura en el continente Euroasiáticoafricano hasta la caída de Constantinopla, se fundaron las bases del desarrollo humano en este continente, porque:
En Mesopotamia se construyeron las primeras ciudades del planeta con más de un millón de habitantes, idearon un sistema de escritura, dividieron el círculo en 360 grados y la hora en 60 minutos y los minutos en 60 segundos y elaboraron los primeros mapas de las estrellas de la bóveda celeste. Se darán las primeras escuelas filosóficas del mundo y aparecerá con Zoroastro la primera gran religión del mundo antiguo, así como la primera mitología qué será posteriormente la base junto con la egipcia, de las mitologías del continente Euroasiáticoafricano.
En Egipto se utilizará por primera vez el sistema de riego con diques, se inventa el calendario de 365 días y 12 meses, se usa la escritura jeroglífica, el papiro, inventan el carro tirado por caballos, desarrollan la cirugía y la herbolaria, inventan el arco compuesto y desarrollan una decantada filosofía y culto a la muerte. La religión del antiguo Egipto será la base de muchas religiones del continente Euroasiáticoafricano.
En China inventan el papel, la pólvora, la imprenta y los tipos móviles, la brújula, el estribo, la carretilla textil, la fundición del hierro, el timón de popa y paletas de propulsión, el cultivo del gusano de seda, la porcelana y un sinnúmero de productos y objetos, prácticos y suntuarios para la comodidad de la vida cotidiana.
En la India descubrieron que la tierra era redonda, que giraba sobre su propio eje, que además giraba en torno al Sol, inventaron la numeración que más tarde pasa a Arabia y que producirá la numeración que actualmente usamos en el mundo y el calendario de 365 días.

* La civilización europea no es una civilización con origen autónomo y no esta entre las 6 más antiguas de la humanidad. En efecto, la civilización Occidental recogerá elementos de las civilizaciones Mesopotamica, Egipcia, China e India, para conformar su mito de origen y su cultura, desde la lejana Grecia hasta el renacimiento. Todos los conocimientos, ciencias, arte, técnicas, religión y mitología, son un sincretismo de ese pasado remoto, toda vez que para cuando se dio el florecimiento de la cultura grecolatina, las grandes civilizaciones del Cercano y el Lejano oriente, ya habían pasado su etapa esplendor y sus grandes ciudades, centros de conocimiento, palacios y templos estaban destruidos o en milenarias ruinas, cubiertas por la tierra y el tiempo.

* Los pueblos europeos hasta antes del descubrimiento de América habían ocupado un lugar secundario y de poca trascendencia en la Historia Antigua de la Humanidad y, para las antiguas civilizaciones catalogadas como Madres como: Egipto, Mesopotamia, China e India, los pueblos europeos representaron un rincón marginal y poco desarrollado del continente Euroasiáticoafricano. Para el común de estos pueblos, aunque ya tenía muchos siglos de haber pasado su gran esplendor, cuando se dio el encuentro con los europeos, mantenían un alto grado de desarrollo. Los europeos representaban tan sólo un puñado intrascendente de pueblos salvajes y belicosos, que sólo eran importadores de la variada y exquisita mercadería que producía el Cercano y Lejano Oriente. Los chinos le llamaban a los europeos "los demonios del mar" y los censuraban por incultos, sucios y mal educados.

* Cuando los primeros occidentales incursionaron en el Lejano Oriente (Marco Polo), se quedaron verdaderamente maravillados por las grandes ciudades, la urbanización, tecnologías, conocimientos y nivel de vida de estos pueblos, que resultaba muy superior a los suyos. El uso de la imprenta, el papel, la pólvora, la tecnología en la construcción de grandes navíos y la brújula, que eran de uso cotidiano y normal en China ancestralmente (sin poseer un sentido depredador e invasor, ni pretender la conquista y el dominio del mundo); al apropiarse de estos conocimientos los europeos, cambiaron drásticamente el rumbo de su historia, pues con estos conocimientos apropiados pudieron iniciar la expansión europea, primero sobre África, después América para seguir con Asia y Oceanía. Desde el siglo XVI al XX, primero con las armas y tecnologías apropiadas del Oriente, para seguir con el sistema colonial y actualmente a través del sistema comercial y financiero.

* Con el descubrimiento de América, los pueblos europeos pasaron de ser una cultura marginal y poco desarrollada, a convertirse en el centro geográfico e histórico del mundo. En parte por las cuantiosas riquezas que extrajeron ilegalmente de América durante los primeros tres siglos de la colonización, y en parte, porque empezaron a desarrollar una ideología en la que sustentan el colonialismo cultural, intelectual y espiritual, estructura básica de la dominación euro céntrica a partir de la invención del mito de "La Modernidad".

Cuando los turcos se apoderaron de Constantinopla, cerraron la vía comercial entre Europa y el Oriente. Hasta ese momento la expansión del poder de los comerciantes sobre la nobleza y el clero iba lentamente en aumento. El Burgo (las concentraciones humanas a los alrededores de los castillos de los señores feudales) y la burguesía, fundamentalmente constituida por comerciantes y artesanos; iban ganado espacios de poder gracias a sus riquezas en los estrechos ámbitos de una nobleza medieval improductiva, ignorante, consumista y guerrera, que vivía de la explotación de sus siervos (básicamente campesinos prisioneros en su tierra) y los exagerados impuestos a la naciente burguesía, así como del despojo que obtenían de sus continuas guerras de rapiña entre ellos mismos.

Al interrumpirse la posibilidad del comercio, ya que Europa era importadora de especies y toda suerte de mercaderías del Oriente a través de los mercaderes y comerciantes, estos financiaron la búsqueda de nuevas rutas comerciales al Oriente y romper el aislamiento comercial del "mundo civilizado y productor" al que fueron sometidos por los turcos.

La expansión europea nace como producto de una necesidad económica, comercial y de consumo. Los "ilustres navegantes", tanto italianos, españoles y portugueses primero y después ingleses y holandeses, no tuvieron intención alguna de carácter científico, filantrópico o humanista. Por el contrario, primero fue la intención de encontrar nuevas rutas comerciales con el Oriente y después, de apropiarse de las riquezas de los pueblos y tierras "descubiertas" de manera "legal", gracias a la Bula Papal de 1493 que concedió en propiedad (?) todas las tierras, sus riquezas y pueblos que se encontraran en el "nuevo mundo". Pero finalmente fueron los demás pueblos europeos, los que a la larga utilizaron el oro y la plata extraídos ilegalmente de América por españoles y portugueses, para financiar el proceso precapitalista. En efecto, España y Portugal mantuvieron la política económica de la edad media del atesoramiento; mientras que Inglaterra, Alemania, Francia y Holanda, optaron por la inversión de la riqueza en la producción y venta de productos que España y Portugal tenían que comprar con el oro y la plata saqueados de América.

III.-PROPUESTA.
Por todo lo anterior nos permitimos proponer que la península europea logró salir de su situación periférica y subordinada del mundo antiguo a través; primero de la apropiación de la mano de obra y la depredación de los recursos naturales del continente americano recién "descubierto". En segundo lugar con la implementación "del mito de La Modernidad", que implica el sometimiento de todas las otras culturas, como periféricas de la europea, quien encarnará "La Modernidad". Modernidad en este caso es la hegemonía de la cultura europea y "modernización" es el acto de europeizar a "los otros" y al destino del mundo. La modernización primero se inició con la cristianización, después la civilización (ser civilizado es ser como el europeo), lograr el progreso, la industrialización, el desarrollo y la globalización. El camino y destino de Europa será el del mundo entero.

El inicio de la expansión europea en América y las travesías de Colón, no propiciaron el descubrimiento de un mundo desconocido; sino del sometimiento de un mundo conocido. Los pobladores de estas tierras serán desde un principio "indios" y su ser será por fuerza asiático. A las civilizaciones de América y sus pueblos originarios se les quitó la condición de "la otredad" y se les identificó como lo mismo conocido –es decir- indios de la India.

En efecto, Europa nunca ha descubierto el "VERDADERO SER" de los pueblos originarios de América. Desconoce hasta la actualidad los valores espirituales, éticos y morales; sus profundos conceptos de la vida, la muerte, el mundo, el universo, lo divino y lo sagrado, que representan la mayo riqueza y contribución a la sabiduría humana.Europa nuca ha tratado "al otro" como diferente, sino como inferior. Occidente nunca trató de conocer la cultura, la filosofía y la religión de los pueblos "descubiertos"; por el contrario, su objetivo ha sido a lo largo de estos 506 años, el de negarlos para de tratar de someterlos y destruirlos.

Nunca ha existido DESCUBRIMIENTO por parte de los europeos y sus descendientes sanguíneos y culturales. Sólo se ha mantenido a lo largo de cinco siglos una INVASIÓN, EXPLOTACIÓN Y NEGACIÓN, de los pueblos originarios y sus recursos naturales.Descubrimiento implicaría el aceptar que "el otro" fuera desconocido y por ello diferente. Descubrimiento necesariamente obliga a la investigación, estudio, reconocimiento, análisis, reflexión y fundamentalmente respeto por la otredad. Por el contrario, desde 1492 hasta nuestros días, por el "otro" sólo ha existido desprecio y violencia. Las diferencias siempre han sido tomadas como deficiencias; el que no sea cristiano implica ser demoníaco, el que no sea guerrero implica ser salvaje, el que no tenga armas implica ser primitivo, el ser pacífico implica ser débil, el no valorar pecuniariamente los metales preciosos implica ser tonto, el no explotar, transformar y dominar a la naturaleza implica ser improductivo, el no ser europeo implica ser inferior (Naco o Yope), el no hablar la lengua española implica hablar tan sólo un "dialecto", el no desarrollar el arte europeo implica la producción sólo de artesanías, el no conocer la medicina europea implica usar la brujería; en síntesis: el no ser occidental, cristiano, blanco, civilizado, progresista, desarrollado, industrializado, neoliberal, globalizado, MODERNO, implica que se es el "otro", no diferente, sino forzosamente INFERIOR.

"La MODERNIDAD" entonces se ha convertido en el mito de la naciente Europa en su afán de conquistar y dominar a todo el mundo. La Historia Moderna del Mundo se convierte en "La Historia de Europa", es decir, las llamadas "Historia Universal y Cultura Universal". No sólo el dominio militar, económico, político; sino fundamentalmente el domino Cultural e ideológico, esencia en el que se sustenta su poder. Para ello los europeos han tratado de minimizar y desvalorizar las civilizaciones que produjeron a lo largo de más de 9 mil quinientos años la llamada Historia Antigua de la Humanidad; Mesopotamia, Egipto, China e India, pasan a ser en "La Historia Universal Moderna" tan sólo una "introducción" confusa y acaso con algún valor artístico, que sirve de marco referencial para entender la "gloriosa génesis" de la cultura grecolatina. La Europa Neolítica desplaza o rivaliza en la "Historia Universal" creada por Occidente, con los milenarios y sapientes pueblos de la Historia Antigua de la Humanidad.

En este sentido, las otras dos civilizaciones más antiguas de la humanidad: El Anáhuac y el Tiwantaisuyo, la mal llamada Mesoamérica (México y parte de Centroamérica) y la Andina (Perú, Bolivia y Ecuador), quedan casi totalmente fuera de la Historia Universal, en tanto que los europeos del siglo XVI, no podían y no debían darle mayor valor a la civilización que tratarían de destruir para apoderarse de sus pueblos, tierras y recursos naturales.

Es por esto que desde el inicio de la invasión, los españoles para facilitar jurídica y "moralmente" su invasión, despojo y genocidio, declararon que los indios no tenían alma y en consecuencia su cultura no tenía ningún valor, por consiguiente eran animales y como tales se les podía y debía tratar sin ningún derecho o consideración. Posteriormente y después de un largo juicio en el que se logró demostrar que eran "seres Humanos"; entonces fue su calidad de "hijos del demonio" lo que les permitió moral y jurídicamente a los conquistadores primero y a los colonizadores y encomenderos después, despojarlos y explotarlos, con el único pago o beneficio de ser cristianizados y "rescatados" del imperio del demonio.

Las Civilizaciones Madre del continente Euroasiáticoafricano (Mesopotamia, Egipto, China e India) han sido minimizadas y consideradas remotamente antiguas e inexistentes en la actualidad, diluidas y permiadas por la superioridad de la Cultura Occidental y su Modernidad. En cambio las dos Civilizaciones Madre del continente "descubierto" (Mesoamérica y los Andes) fueron subsumidas por Europa en su "Historia Moderna del Mundo". En efecto, las civilizaciones de la Zona Andina y Mesoamérica, que son tan antiguas como la China y la India, son reducidas a solamente dos culturas que no civilizaciones; primitivas, paganas y caníbales, que no representan el momento de mayor esplendor de estas dos Civilizaciones Madre del Mundo.

Para Occidente, la Modernidad y su "Historia Universal" sólo aparecerán los incas y los aztecas como máximos exponentes de estas dos civilizaciones, que son las últimas culturas del período decadente y degradado; las cuales fueron las que encontraron y vencieron los invasores europeos, pero que en nada representan el momento más luminoso de nuestra historia verdadera, que tuvo una duración de más de siete mil quinientos años, desde la invención de la agricultura y el maíz, seis mil años antes de Cristo, hasta la llegada de los invasores europeos en 1519.

De esta manera "los otros", los "descubiertos en el nuevo mundo" (Mucho más antiguo que Europa), no serán "descubiertos" y reconocidos como diferentes; serán en cambio condenados a la subsumisión dentro de La Historia Moderna. Pasarán sólo como grupos de tribus de salvajes, pueblos caníbales adoradores del Sol, el agua y el viento. Que hacían inmensas pirámides para adorar a sus dioses y sacarle el corazón al prójimo. Sin ninguna filosofía, sin ningún pensamiento rector que hiciera lógicos los 7 mil quinientos años de un maravilloso y coherente Desarrollo Humano. Que desde los primeros olmecas, pasando por los sabios toltecas del esplendor del período clásico superior y llegando casi incólume con los degradados aztecas en el período postclásico, se mantiene inalterable en sus bases y esencia fundamental (La planta arquitectónica de la fase uno de Monte Alban, 500 años a.C., será la misma que tenía en su misterioso y desconocido momento de destrucción, aproximadamente en el año 850 d.C. – más de 1300 años con el mismo proyecto arquitectónico, se infiere necesaria y lógicamente que con el mismo proyecto filosófico- ).

Qué se puede "celebrar" o conmemorar el 12 de Octubre de cada año. El descubrimiento de un continente (Para la cultura Occidental). El encuentro o encontronazo de dos civilizaciones, en donde salió ganado la Occidental). El inicio del Mito de la Modernidad y la irrupción de Europa sobre el mundo entero a partir de la explotación de los pueblos "descubiertos" y sus cuantiosos recursos naturales, que pudieron financiar no sólo las sucesivas invasiones a todos los pueblos y continentes del mundo, sino que más adelante, fundamentalmente financiaron el desarrollo comercial e industrial de Europa. Celebrar el inicio del enclave occidental en América. El inicio del genocidio y la explotación de los pueblos originarios y sus descendientes, así como la salvaje depredación de sus recursos naturales. La invención de un "Nuevo Mundo" de europeos en América. La negación del otro.

Qué celebrar y quiénes celebran; los pueblos originarios y sus descendientes o los invasores y sus descendientes sanguíneos y culturales. Quién debe celebrar, Europa o América ... los dos?. Porqué si por qué no. Como última reflexión para ... celebrar un 12 de Octubre. Es tanto el desprecio que hemos aprendido a sentir por nosotros mismos que, después de 506 años en que sabemos que Colón se equivocó y no llegó a la India en su viaje buscando una nueva ruta comercial, llegó sin saberlo a un continente desconocido sólo para Europa. Les seguimos diciendo a los pueblos originarios "! Indios ¡", aunque por supuesto todos sabemos que no estamos en la India.

Y a propósito de esta, nuestra ignorancia y orfandad cinco centenaria de nosotros mismos, aunque nuestros Viejos Abuelos eran mucho más antiguos y cultos que los invasores europeos (porque habían creado una de las 6 civilizaciones más antiguas y con origen autónomo de la humanidad) ellos se debieron llamar así mismos de alguna manera y le debieron nombrar a este continente con su lengua milenaria, toda vez que en esos 7500 años de desarrollo humano, cultural e histórico, por supuesto que le debieron poner un nombre a esta su tierra; o cree usted, que esperaron todo ese tiempo para que los europeos llegaran a llamarles "! indios ¡" y a su continente América?