miércoles, 29 de agosto de 2007

EL AMOR POR OAXACA

Recibí a un amigo de California la semana pasada, pese a las imágenes de violencia que vio por televisión en julio, se armó de valor y llegó a Oaxaca. Aunque es mexicano por nacimiento y fue cónsul de México en San Diego, ahora tiene la nacionalidad Norteamericana.

El domingo 19 de agosto salimos por la mañana a realizar el recorrido de Mitla y el Valle Sagrado de Tlacolula. Generalmente recibo muchos amigos, no solo de California, sino de otros países y de México. En la casa contamos con “la casita de los invitados”, un espacio con todos los servicios totalmente separado de la casa para comodidad “de propios y extraños”, porque la mejor visita es la que no está en el circulo íntimo de la familia.

Pues bueno, sigamos con la crónica de ese memorable domingo. Cuando salimos de la casa tuvimos que pasar entre innumerables baches y tremendos “topes”, pues aquí en Oaxaca la gente se siente con estatus al tener un tope en su puerta, “es imagen de poder” y por supuesto…vacío de autoridad. En efecto, el alto costo al parque vehicular por esas “bardas” disfrazadas de topes es muy alto para un estado tan pobre. Y los topes los pone quien quiere y como quiere, existen los altos y los altísimos, entre más se dañe el vehículo del vecino, más poder se presume. Los baches corren a granel por cuenta de las autoridades.

Al tratar de pasar por San Jacinto Amilpas, nos encontramos con que “las autoridades” ponen la feria del pueblo justo en la estrecha vialidad de salida. Por una pequeña calle llena de topes, baches y autos estacionados en las dos aceras, tratamos de salir del pueblo. Misión imposible, pues por un solo carril tienen que pasar los que vienen y los que van, sean autobuses, autos y camiones de volteo.

Como podía le decía a mi amigo que…“esto no era normal”, que era por la fiesta del pueblo. Pero él me preguntó que sí todos los años era igual…le tuve que decir que si. Como el municipio tiene “sus propios agentes de tránsito”, pues la cosa se complica más. Pues la incapacidad e impreparación rebuznan en todo lo alto. Después de una hora para cruzar 5 calles por fin logramos “salir”, cruzamos el puente y entramos a la Rivera del Río Atoyac. Le dije que era una obra de gobierno de la presente administración, pero mi amigo me observó que se estaba asfaltando pero que había una bomba de agua que estaba en el camino y no había señal de que se estuviera preparando su traslado…bueno, así son las cosas por aquí, le dije. Aunque mi amigo no sabe que existen otros lugares en esta “futura vialidad” que de cuatro carriles se estrecha a dos y no hay para donde aumentar.

Por fin tomamos la carretera del Fortín y como que para resarcir “los inconvenientes anteriores”, le anuncié pomposamente a mi amigo que estábamos estrenado esta vialidad de 4 carriles. Atento mi amigo, observó el pésimo trazo. Me dijo que lo veía muy peligroso, que en ningún lugar del mundo civilizado se puede hacer una vialidad de 4 carriles para circular a 40 km/h. como máximo. Esto está mal hecho y es un peligro, dijo frunciendo el entrecejo. Cuando vio el corte del cerro profetizó un peligro de derrumbe en el futuro. Me gustó que dijo que la estatua de Don Benito Juárez apunta para Monte Alban. Con mucha emoción me dijo, “ya vez, Juárez les esta diciendo que lo mejor que tienen esta en Monte Alban”. Juárez apunta al pasado, me dije para mí.

Cuando vio “las vueltas inglesas”, me dijo, “no lo puedo creer”. Cómo es posible que en un lugar tan tradicional se atrevan a hacer estas locuras. Cualquier californiano es experto en vialidades, el solo hecho de viajar 4 horas diarias por los “free way´s”, después de un año a cualquiera lo hace experto. Mi amigo me dijo, en nada resuelve estas vueltas inglesas la vialidad, les están dando gato por libre, puro atole con el dedo, lo que se necesita es hacer un verdadero macro proyecto de vialidad en la ciudad. Mi amigo tiene razón, la ciudad de Oaxaca es la única ciudad capital en el país que no tiene ninguna vialidad moderna…hasta Tuxtla esta mejor que Oaxaca. Y como dice AMLO “con todo respeto digo, que hasta Tuxtla”.

Cual es mi sorpresa que al llegar a la esquina de la WV los policías de transito estaban desviando el trafico por detrás de la colonia de las Flores. Sin más, entramos nuevamente a un feroz desquiciamiento. Le pregunté a un transito la razón del desvío, “pos la guelta ciclista” dijo el uniformado. Cómo es posible que se interrumpa impunemente la validad más importante de la ciudad…!para una vuelta ciclista! Ya no tuve cara con que tratar de explicar a nuestro visitante tal atrocidad. Si no es una vuelta ciclista, es una barricada, una manifestación, los taxistas protestando, los “¿estudiantes?” rechazados, la incompetencia de las autoridades de transito que, en vez de tener “sentido común” tienen en su loca cabecita solo “puro sentido contrario”, lo cierto es que la vialidad en Oaxaca es un desastre.

Cuando al final tomamos la “autopista” que hizo Murat, mi amigo no pudo creer que al llegar al primer paso a desnivel, los que llevamos la preferencia, pues vamos sobre la Carretera Panamericana, nos tenemos que hacer a un lado y los dos carriles se tornan UNO SOLO, pasando por debajo del paso a desnivel, y los que van al Tule (vía menor) pasan olímpica y cómodamente por la parte de arriba. Al mismo tiempo, los que vienen en sentido contrario por la Carretera Panamericana, aparecen en una curva por debajo del paso a desnivel y no los separa ni una señal o barra de protección. El surrealismo y el subdesarrollo en todo su esplendor. Cuando se sale del paso a desnivel…mágicamente la estrecha carretera se vuele de nuevo ¡flamante autopista! Pero más adelante, nuevamente los que vienen del Tule llevan la preferencia y los que vamos por la autopista, tenemos que incorpóranos con precaución a la vialidad principal. La salida de “la autopista” (carretera federal), para ir a Mitla es otra joya del surrealismo. Usted cruza por una supercarretera que no va a ninguna parte, pues esta suspendida la obra y entronca con la antigua carretera a Mitla pero después de haber superado varios peligrosos cruceros.

Para ese momento mi amigo venía callado. Visitar Mitla fue como un remanso de armonía, belleza y perfección. Después de hacer el recorrido de rigor y hacer las explicaciones necesarias. Mi amigo me sorprendió con una de sus luminosas reflexiones. Me dijo que se iba de Oaxaca con la seguridad de que los oaxaqueños debíamos aprender más sobre nuestro pasado. “Me he quedado sorprendido con Mitla y Monte Alban, los antiguos oaxaqueños sabían lo que hacían y lo hacían muy bien”. Después de un rato agregó categórico… “Pero la modernidad no ha podido entrar en la cabeza de los que mandan aquí. No saben, no entienden, pareciera que todo lo hacen mal a propósito, son en el mejor de los casos, insuficientes”. No quise confrontar a mi invitado, pues el señor Bush, también pareciera que “no hace malos quesos por allá”.

La reflexión final es que en Oaxaca, las autoridades de todos los niveles, tienen en común una incapacidad general para dar respuestas congruentes, eficientes y eficaces, no solo a la ciudadanía, sino como en este caso, al turismo que nos visita.
Oaxaca tiene su futuro en el turismo, eso es una realidad. El problema es que no contamos con la infraestructura básica para dar un servicio de calidad. No solo es la vialidad, los baches, los topes, los disturbios sociales, es algo mucho más profundo y antiguo.
Pareciera que la Ciudad de Oaxaca es “tierra de nadie” y que sus autoridades, desde el primer español que gobernó, el alcalde mayor Juan Peláez de Berrio, que fue destituido por sus abusos e incapacidades, hasta los contemporáneos, ninguno ha amado a Oaxaca.
Será que a diferencia de poblaciones tan antiguas como Zaachila, Etla, Ocotlán, Xoxocotlán y Tlacolula, por citar solo algunas, la Ciudad de Oaxaca es relativamente reciente, pues fue fundada apenas en el año de 1486 d.C. por los mexicas, cuando Monte Alban inició sus primeros trazos en el año 500 a.C.
Será que la Ciudad de Oaxaca fue siempre sitio de arribo de gente de fuera, que no es una ciudad fundada por oaxaqueños, pues los españoles llegaron en 1521 y la rodearon de poblaciones de indígenas, aliados traídos del Altiplano Central, y penas en 1532 la elevan a ciudad.
Será que “los verdaderos oaxaqueños” emigraron en 1931 con el terremoto y solo han llegado forasteros a avecindarse. Será que no hemos aprendido a amarla y siempre anteponemos nuestros mezquinos intereses a las necesidades de la ciudad.
Será que siempre Oaxaca es “tierra de nadie” en nuestras batallas por el poder.
Será que nos falta un verdadero amor a Oaxaca.

viernes, 24 de agosto de 2007

EL AMOR POR OAXACA

Recibí a un amigo de California la semana pasada, pese a las imágenes de violencia que vio por televisión en julio, se armó de valor y llegó a Oaxaca. Aunque es mexicano por nacimiento y fue cónsul de México en San Diego, ahora tiene la nacionalidad Norteamericana.

El domingo 19 de agosto salimos por la mañana a realizar el recorrido de Mitla y el Valle Sagrado de Tlacolula. Generalmente recibo muchos amigos, no solo de California, sino de otros países y de México. En la casa contamos con “la casita de los invitados”, un espacio con todos los servicios totalmente separado de la casa para comodidad “de propios y extraños”, porque la mejor visita es la que no está en el circulo íntimo de la familia.

Pues bueno, sigamos con la crónica de ese memorable domingo. Cuando salimos de la casa tuvimos que pasar entre innumerables baches y tremendos “topes”, pues aquí en Oaxaca la gente se siente con estatus al tener un tope en su puerta, “es imagen de poder” y por supuesto…vacío de autoridad. En efecto, el alto costo al parque vehicular por esas “bardas” disfrazadas de topes es muy alto para un estado tan pobre. Y los topes los pone quien quiere y como quiere, existen los altos y los altísimos, entre más se dañe el vehículo del vecino, más poder se presume. Los baches corren a granel por cuenta de las autoridades.

Al tratar de pasar por San Jacinto Amilpas, nos encontramos con que “las autoridades” ponen la feria del pueblo justo en la estrecha vialidad de salida. Por una pequeña calle llena de topes, baches y autos estacionados en las dos aceras, tratamos de salir del pueblo. Misión imposible, pues por un solo carril tienen que pasar los que vienen y los que van, sean autobuses, autos y camiones de volteo.

Como podía le decía a mi amigo que…“esto no era normal”, que era por la fiesta del pueblo. Pero él me preguntó que sí todos los años era igual…le tuve que decir que si. Como el municipio tiene “sus propios agentes de tránsito”, pues la cosa se complica más. Pues la incapacidad e impreparación rebuznan en todo lo alto. Después de una hora para cruzar 5 calles por fin logramos “salir”, cruzamos el puente y entramos a la Rivera del Río Atoyac. Le dije que era una obra de gobierno de la presente administración, pero mi amigo me observó que se estaba asfaltando pero que había una bomba de agua que estaba en el camino y no había señal de que se estuviera preparando su traslado…bueno, así son las cosas por aquí, le dije. Aunque mi amigo no sabe que existen otros lugares en esta “futura vialidad” que de cuatro carriles se estrecha a dos y no hay para donde aumentar.

Por fin tomamos la carretera del Fortín y como que para resarcir “los inconvenientes anteriores”, le anuncié pomposamente a mi amigo que estábamos estrenado esta vialidad de 4 carriles. Atento mi amigo, observó el pésimo trazo. Me dijo que lo veía muy peligroso, que en ningún lugar del mundo civilizado se puede hacer una vialidad de 4 carriles para circular a 40 km/h. como máximo. Esto está mal hecho y es un peligro, dijo frunciendo el entrecejo. Cuando vio el corte del cerro profetizó un peligro de derrumbe en el futuro. Me gustó que dijo que la estatua de Don Benito Juárez apunta para Monte Alban. Con mucha emoción me dijo, “ya vez, Juárez les esta diciendo que lo mejor que tienen esta en Monte Alban”. Juárez apunta al pasado, me dije para mí.

Cuando vio “las vueltas inglesas”, me dijo, “no lo puedo creer”. Cómo es posible que en un lugar tan tradicional se atrevan a hacer estas locuras. Cualquier californiano es experto en vialidades, el solo hecho de viajar 4 horas diarias por los “free way´s”, después de un año a cualquiera lo hace experto. Mi amigo me dijo, en nada resuelve estas vueltas inglesas la vialidad, les están dando gato por libre, puro atole con el dedo, lo que se necesita es hacer un verdadero macro proyecto de vialidad en la ciudad. Mi amigo tiene razón, la ciudad de Oaxaca es la única ciudad capital en el país que no tiene ninguna vialidad moderna…hasta Tuxtla esta mejor que Oaxaca. Y como dice AMLO “con todo respeto digo, que hasta Tuxtla”.

Cual es mi sorpresa que al llegar a la esquina de la WV los policías de transito estaban desviando el trafico por detrás de la colonia de las Flores. Sin más, entramos nuevamente a un feroz desquiciamiento. Le pregunté a un transito la razón del desvío, “pos la guelta ciclista” dijo el uniformado. Cómo es posible que se interrumpa impunemente la validad más importante de la ciudad…!para una vuelta ciclista! Ya no tuve cara con que tratar de explicar a nuestro visitante tal atrocidad. Si no es una vuelta ciclista, es una barricada, una manifestación, los taxistas protestando, los “¿estudiantes?” rechazados, la incompetencia de las autoridades de transito que, en vez de tener “sentido común” tienen en su loca cabecita solo “puro sentido contrario”, lo cierto es que la vialidad en Oaxaca es un desastre.

Cuando al final tomamos la “autopista” que hizo Murat, mi amigo no pudo creer que al llegar al primer paso a desnivel, los que llevamos la preferencia, pues vamos sobre la Carretera Panamericana, nos tenemos que hacer a un lado y los dos carriles se tornan UNO SOLO, pasando por debajo del paso a desnivel, y los que van al Tule (vía menor) pasan olímpica y cómodamente por la parte de arriba. Al mismo tiempo, los que vienen en sentido contrario por la Carretera Panamericana, aparecen en una curva por debajo del paso a desnivel y no los separa ni una señal o barra de protección. El surrealismo y el subdesarrollo en todo su esplendor. Cuando se sale del paso a desnivel…mágicamente la estrecha carretera se vuele de nuevo ¡flamante autopista! Pero más adelante, nuevamente los que vienen del Tule llevan la preferencia y los que vamos por la autopista, tenemos que incorpóranos con precaución a la vialidad principal. La salida de “la autopista” (carretera federal), para ir a Mitla es otra joya del surrealismo. Usted cruza por una supercarretera que no va a ninguna parte, pues esta suspendida la obra y entronca con la antigua carretera a Mitla pero después de haber superado varios peligrosos cruceros.

Para ese momento mi amigo venía callado. Visitar Mitla fue como un remanso de armonía, belleza y perfección. Después de hacer el recorrido de rigor y hacer las explicaciones necesarias. Mi amigo me sorprendió con una de sus luminosas reflexiones. Me dijo que se iba de Oaxaca con la seguridad de que los oaxaqueños debíamos aprender más sobre nuestro pasado. “Me he quedado sorprendido con Mitla y Monte Alban, los antiguos oaxaqueños sabían lo que hacían y lo hacían muy bien”. Después de un rato agregó categórico… “Pero la modernidad no ha podido entrar en la cabeza de los que mandan aquí. No saben, no entienden, pareciera que todo lo hacen mal a propósito, son en el mejor de los casos, insuficientes”. No quise confrontar a mi invitado, pues el señor Bush, también pareciera que “no hace malos quesos por allá”.

La reflexión final es que en Oaxaca, las autoridades de todos los niveles, tienen en común una incapacidad general para dar respuestas congruentes, eficientes y eficaces, no solo a la ciudadanía, sino como en este caso, al turismo que nos visita.

Oaxaca tiene su futuro en el turismo, eso es una realidad. El problema es que no contamos con la infraestructura básica para dar un servicio de calidad. No solo es la vialidad, los baches, los topes, los disturbios sociales, es algo mucho más profundo y antiguo. Pareciera que la Ciudad de Oaxaca es “tierra de nadie” y que sus autoridades, desde el primer español que gobernó, el alcalde mayor Juan Peláez de Berrio, que fue destituido por sus abusos e incapacidades, hasta los contemporáneos, ninguno ha amado a Oaxaca. Será que a diferencia de poblaciones tan antiguas como Zaachila, Etla, Ocotlán, Xoxocotlán y Tlacolula, por citar solo algunas, la Ciudad de Oaxaca es relativamente reciente, pues fue fundada apenas en el año de 1486 d.C. por los mexicas, cuando Monte Alban inició sus primeros trazos en el año 500 a.C. Será que la Ciudad de Oaxaca fue siempre sitio de arribo de gente de fuera, que no es una ciudad fundada por oaxaqueños, pues los españoles llegaron en 1521 y la rodearon de poblaciones de indígenas, aliados traídos del Altiplano Central, y penas en 1532 la elevan a ciudad. Será que “los verdaderos oaxaqueños” emigraron en 1931 con el terremoto y solo han llegado forasteros a avecindarse. Será que no hemos aprendido a amarla y siempre anteponemos nuestros mezquinos intereses a las necesidades de la ciudad. Será que siempre Oaxaca es “tierra de nadie” en nuestras batallas por el poder. Será que nos falta un verdadero amor a Oaxaca.

martes, 14 de agosto de 2007

APAGUEMOS LA TELEVISIÓN Y ENCENDAMOS LA VIDA.

El holocausto, tímidamente anunciado que producirá el Cambio Climático en este siglo, tiene que ver con la pérdida del sentido sagrado de la vida y del mundo.
Los humanos nos hemos embrutecido literalmente y estamos construyendo frenéticamente nuestra extinción como especie. Esto muy poca gente lo quiere pensar seria y responsablemente.
En general, la gente cree que no les pasará nada a ellos en lo particular, pero quien tenga hijos y nietos…piense que ya no hay tiempo ni mundo para que ellos desarrollen su vida como la hicimos nosotros. Esa es la verdad que no queremos ver ni entender, de la que no nos queremos hacer responsables.

El problema de la contaminación ambiental, esencialmente es un problema de carácter ESPIRITUAL. En efecto, cuando la gente se ha embrutecido y ha perdido la conciencia de vida, es que se ha contaminado su Espíritu. El individuo o los cientos de millones de individuos contaminados interiormente (espiritualmente), empiezan a contaminar su exterior, su entorno material. Lo mismo su casa, que su calle, que su ciudad, que la Tierra. Son como insectos, cucarachas que lo único que buscan para llenar su enorme vacío existencial es…DINERO para consumir mercancía chatarra.

La gente vacía, hueca, banal, superflua. La gente que ha perdido las bases de su cultura ancestral y que es hija del “canal de las barras y las estrellas”, de la modernidad y del consumo…lo único que busca frenéticamente es DINERO…no hay más por qué vivir.

Amable lector, voltee a ver su entorno y verá que casi todo mundo en lo único que piensa es en DINERO. No mueven un dedo, sí no hay dinero de por medio. Sea un maestro, un funcionario, un médico, un policía, un sacerdote, un político, un abogado, un artista. Casi todo mundo se mueve por el DINERO. Muy poca gente tiene un proyecto abstracto de vida. Menos aún encontramos gente dedicada a una causa noble y altruista. Casi nadie vive para trascender espiritualmente su existencia. Como tiburones la gente se mueve por DINERO y solo por DINERO. Más nada.

Es tanto su vacío, que la desesperación lo lleva a pensar que solo con DINERO puede dejar de sentir esa profunda desolación y ese abismal vacío. Piensan que solo comprando puede llenar ese boquete en el alma, esa oquedad existencial.

La gente que ha perdido los valores perennes de la vida, busca llenar su vida del oropel y el frenesí que le enseña la televisión. En efecto, mucha gente habla como en la televisión, piensa como en la televisión, actúa como en la televisión, siente como en la televisión. Su vida la llena de una falsa “alegría que le da la vida” de la televisión. Busca el placer y el sentirse bien…como le dicen en la televisión. Y para todo esto, lo que se necesita es DINERO. Porque solo comprando se ahorra, porque solo comprando se gana, porque solo con DINERO se es feliz…sí no me creé amable lector…por favor, analice los mensajes de la televisión y vea críticamente su entorno.

La pregunta es… ¿Siempre ha sido así? Por supuesto que no. Los índices de contaminación ambiental son directamente proporcionales a la contaminación espiritual de los pueblos. Recuerde usted su infancia…recordará que la sociedad no era como hoy y por supuesto, que el medio ambiente no estaba contaminado. La gente a mediados del siglo XX no vivía por dinero, ni vivía para comprar. Existían valores humanos y sociales que se manifestaban en muchos aspectos de la vida y del mundo.

¿Quién cambió el mundo de esta manera? El medio material fue la televisión, pero intelectualmente fueron los que con eufemismo llamamos los “mercaderes”, pero que son los enemigos de Dios, de la vida, de los seres humanos y del planeta. Los adoradores del becerro de oro. Los que ponderan sobre la vida y el mundo al DINERO, al consumo, a la usura, al comercio.

Estos enemigos han estado presentes desde los tiempos bíblicos. Recuerde que fue Jesús de Nazaret, cuando por primera y única vez en su vida tomó la violencia en sus manos, fue para sacar a los mercaderes del templo. La gran ofensa a Dios, a la vida y al Espíritu es cuando los mercaderes “compran y venden” en el Templo de Dios, que han convertido en un mercado. Y todos sabemos que el verdadero templo de Dios es el cuerpo humano…el de usted, el mío y el de todo el mundo.

Así que amable lector, abra los ojos y el corazón, y vea de nuevo a los mercaderes, en su templo comprando y vendiendo. Porque los mercaderes, gracias a la televisión, se han metido a lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra cabeza. Por la televisión solo pensamos en el DINERO para comprar, para tener, para “ser feliz”. La televisión nos esclaviza, nos destruye, nos envilece…nos hace adictos, nos marchita el alma todos los días. Nosotros hemos permitido que los mercaderes entren a nuestro sagrado Templo Interior. Miles de horas frente a la caja diabólica, dejando entrar mentiras, bajezas, vulgaridad, superficialidad, vacuidad a nuestra alma y a nuestra mente.
Tengamos la fuerza interna suficiente y digámosle NO A LOS MERCADERES y APAGUEMOS LA TELEVISIÓN. Hablemos con nuestros hijos, disfrutemos del silencio o de buena música. Fortalezcamos a la familia. Hablemos de nuestras tradiciones y costumbres. Revaloremos nuestras historias familiares y personales. Reavivemos nuestros paradigmas, nuestros mitos y nuestras fantasías. Volvamos a ser seres humanos, vivamos nuestras propias vidas, con nuestras propias esperanzas, nuestro propio tiempo. Hablemos nuestras propias palabras, sintamos nuestros propios sentimientos…!seamos seres humanos verdaderos! Al apagar la televisión encendemos la vida.

sábado, 11 de agosto de 2007

LA CONCIENCIA DE LA MUERTE

El viernes pasado tuve la oportunidad de presentar mi libro, LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA en el Restaurante Natural, que no por casualidad, esta en la calle de Netzahualcóyotl, (el gran filósofo tescocano), en la colonia Reforma. En efecto, Azael y Laura están implementando una modalidad muy interesante al combinar el alimento del cuerpo con el alimento del Espíritu, de tal suerte, que reunieron a un grupo de personas que estaban dispuestas a invertir un poco de su tiempo en disfrutar de una espléndida cena con alimentos naturales y de alimentar el Espíritu, hablando sobre la trascendencia de la existencia.

La propuesta es muy atractiva, cada viernes primero de mes, sentarse a compartir los alimentos con las ideas, en un ambiente acogedor, con personas interesadas en conocer nuevas propuestas nacidas de la creación e interpretación del mundo y la vida. Desde este foro, felicitamos a estos jóvenes emprendedores que le apuestan a la Cultura y al Humanismo. Por fortuna, no todo es “diversión”, alcohol…y demás “embrutecimientos”.

Pues bien, el punto de esta entrega es una reflexión que nos regaló nuestro buen amigo Jorge Quiroz, quien después de la exposición que hice sobre el contenido del libro, que trata sobre los valores de la Toltecáyotl, que es “el arte de vivir en equilibrio y armonía” de los Viejos Abuelos toltecas del México antiguo, Jorge dijo que a él le parecía que mi labor de investigar, promover y difundir, la sabiduría del México antiguo entre los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos…era una labor...como la del “llanero solitario”.

Partiendo de que la mayoría en este país, gracias a la educación colonizadora de la casa y la escuela, nos enseñan a ser “extranjeros incultos en nuestra propia tierra”, a valorar lo ajeno y a denostar lo propio, parecería que investigar y difundir los “valores propios-nuestros” de nuestra Cultura Madre, es una labor titánica en la inmensa llanura del “laberinto de la soledad”.
Me pareció muy interesante la visión de Jorge Quiroz, en tanto, el común de las personas solo piensan en el dinero, en el TENER y en el “SER gringos de tercera, en vez de oaxaqueños de primera”.

Partir de que “el futuro de México y de cada uno de nosotros, está en nuestro pasado”. Pensar en la MUERTE, como una maravillosa y aterradora experiencia, que cada uno de los que estamos vivos tendremos inexorablemente que enfrentar, nos permite buscar respuestas, a los problemas esenciales de la vida, en la sabiduría ancestral de una de las 6 civilizaciones más antiguas del planeta, como es la nuestra, la del Anáhuac.

No se trata de investigar, promover y difundir el pensamiento filosófico del Anáhuac, solo por una curiosidad académica. La Toltecáyotl es el fruto de la sabiduría de más de 3 mil quinientos años de muchas generaciones de ancestros, que un día se pusieron a pensar sobre la razón de la vida y la necesidad de trascender la existencia material en el plano espiritual.

La Historia y la Filosofía del México antiguo, no solo nos permiten conocer la verdadera grandeza de nuestros Viejos Abuelos, sino fundamentalmente entender la sabia respuesta que dieron al problema ontológico del Ser. Así como en su día lo hicieron los egipcios, los mesopotámicos, los chinos, los indios…también, un día lo hicieron nuestros sabios antepasados. Esa sabiduría es el mayor legado y el mejor tesoro que recibimos de nuestra herencia cultural. Y es ese mismo tesoro, con el que podremos, no solo trascender nuestras vidas, sino coadyuvar para crear una sociedad más justa y humana en pleno siglo XXI.

Millones de personas: nacen, crecen, estudian, se reproducen, trabajan, compran, pagan, ven televisión, ven televisión, ven televisión…y mueren; y jamás se enteraron de la razón trascendente de su cochina y apestosa existencia. Como pollos de granja, como ganado estabulado, como marranos en chiquero, solo sirvieron para hacer más rico a su explotador-colonizador o depredar al prójimo. Más nada.

Sin pensamientos propios, sin ideas propias, sin sentimientos propios, penando de quincena en quincena, atados a sus bajezas, debilidades y miopía existencial. Adorando sumisamente al “becerro de oro”, tratando de “ser alguien” a través del consumo, el poder y el dinero. Pero totalmente vacíos y desolados.

Gracias a la ignorancia y vacío existencial de millones de personas, el libanés “mexicanizado” de Carlos Slim Helú, pude ser el hombre más rico del planeta en un país inundado de pobres. Es gracias a la pobreza espiritual que se produce esta miseria material. Millones y millones de mexicanos movidos por televisa y tvazteca, son manipulados, enajenados y embrutecidos de manera despiadada, todas las horas de todos los días de toda su vida. No sienten, no piensan, no existen…no tienen conciencia. Actúan como en las telenovelas, piensan como en las telenovelas, sienten como en las telenovelas, hablan como en las telenovelas…son “apasionados que viven el mundo del fútbol”, morbosos asiduos que viven de los chismes de las bajezas existenciales de “los artistas”, ingenuos-ignorantes que “se informan” con los tendenciosos noticieros televisivos y radiofónicos, que distorsionan, engañan, enajenan.

El que escribe, no investiga y trata de difundir la sabiduría milenaria de nuestros antepasados, en un país de “incultos extranjeros racistas en su propia tierra” por una curiosidad académica. No, lo hago porque ENTIENDO QUE VOY A MORIR y que mi vida, como la de todos, tiene un sentido TRASCENDENTE, que no está en el mundo de la materia, sino en el reino del ESPÍRITU. Que soy continuidad de un proceso histórico, que en mis venas corre sangre de aquellos antepasados míos que un día construyeron Monte Alban, Teotihuacan y Palenque a la gloria del Espíritu Humano. Lo hago porque veo que en una sociedad enferma, caníbal y depredadora, se necesita encender una Luz de esperanza, de cordura y de solidaridad humana.

viernes, 3 de agosto de 2007

SÍ LA TIERRA MUERE ES PORQUE SUS HIJOS MUEREN

El problema de la contaminación es fenómeno de carácter eminentemente ESPIRITUAL. En efecto, la contaminación es antes que nada un problema íntimo de carencia de valores espirituales. Cuando un individuo ha perdido los valores espirituales de la vida. Cuando se ha roto esa delicada membrana que cubre su espíritu que se llama CONCIENCIA. Cuando ha perdido la vergüenza interior…se convierte en un ser cínico, insensible y terriblemente depredador.
Al estar contaminado su espíritu, al perder estos valores ancestrales y esenciales “de la humano”, empieza a contaminar su exterior. La contaminación es un proceso que va de adentro hacia fuera, del espíritu al medio ambiente.
La “contaminación del medio ambiente” es el resultado de la contaminación espiritual de los individuos y de la sociedad. Así es, cuando una persona puede vivir en una casa sucia, cuando es capaz dejar la bolsa de la basura en la calle, cuando tira basura en todas partes y a todas horas, es que esa persona esta “contaminada espiritualmente”. Pero en otros niveles es lo mismo. Sean grandes empresarios o altos funcionarios que por el ánimo de obtener riqueza indebida, pueden autorizar acciones que destruyen a la naturaleza o la contaminan. El frenesí de lucrar indebidamente perjudicando su entorno o a sus congéneres, sin ninguna vergüenza o preocupación, es reflejo de que estas personas están contaminadas internamente.
Pero en esta entrega, amable lector, queremos llamar su atención para la reflexión de una parte de esta contaminación, que pensamos es más peligrosa. Nos referimos a la forma en la que los niños y los adolescentes se comportan y se expresan. La manera en que se forman los valores y se educan. El lenguaje común de los niños y jóvenes es de “guey para arriba”. No solo las groserías, sino la intención de sus palabras resultan verdaderamente alarmantes. La actitud de los jóvenes es totalmente irrespetuosa y sin límites. Pareciera que ya no existe el respeto a nada. Se podría argumentar en contra diciendo que “siempre los viejos se han quejado de lo mismo”. En parte esto es cierto, pero se explica al ver como durante el siglo pasado, los valores se fueron deteriorando día a día. Sin embargo, en los últimos 20 años este problema se ha agudizado de manera brutal.
Al analizar el avance en la contaminación “material” con la contaminación “espiritual”, vemos un sorprendente paralelismo. En efecto, la destrucción de la naturaleza, junto con la contaminación ambiental es directamente proporcional con la pérdida de valores espirituales, morales, éticos y humanísticos en la sociedad.
El problema del “Calentamiento de la Tierra”, es tan alarmante como el de la degradación de valores y principios en la sociedad, especialmente en los niños y jóvenes. Y no podía ser de otra forma, sí aceptamos que la contaminación es en principio un problema de orden interior-espiritual. Y como los humanos somos parte integrante de la Tierra, y que esta es un ser vivo, es lógico entender que “al enfermar el ser humano…enferma también la Tierra”. De esta manera debemos de entender que la Tierra esta enferma, porque los seres humanos estamos enfermos. Nuestra inconciencia, la pérdida de valores, el culto al becerro de oro, el consumismo, el individualismo, la destrucción de culturas ancestrales, nos está envenenando fatalmente.
De esta manera, sí el CO2 esta contaminado la atmósfera y la industrialización están destruyendo nuestro hábitat; en el aspecto espiritual es la voracidad por el dinero y el culto a la materia lo que nos está destruyendo. En efecto, la sociedad hoy se mueve por dinero. No se mueve por valores, ideologías o religiones…no, el gobierno, las familias y los individuos se mueven por DINERO. Para que esto suceda se tienen que destruir los VALORES y la CONCIENCIA.
Pero, quién ha logrado introducir esta diabólica actitud o inconciencia en la gente. Indiscutiblemente que los medios masivos, pero especialmente la televisión y la radio. Estos medios son los que marcan conciente e inconcientemente los valores y los paradigmas de la sociedad. Su poder es tan absoluto y total, que el mismo gobierno los utiliza para gobernar y validar su (limitado) poder. Porque hoy en día, quién tiene los medios…tiene el PODER y lo que no pasa en la TV no pasa en la realidad.
Quienes manejan el gobierno, las industrias y las empresas, especialmente las relacionadas a los medios masivos de comunicación, hoy en día carecen de valores espirituales. La ética, la moral, las buenas costumbres, las tradiciones, no comparten el espacio por su ambición por el DINERO. Y a unos y a otros, no le importa en lo más mínimo que el planeta Tierra se empiece a morir, como no le importa que las nuevas generaciones se embrutezcan, se vulgaricen, se denigren y pierdan la noción de los límites…cuando hay que hacer DINERO, para ellos no existe obstáculo o limite moral o ético.La juventud se esta destruyendo a la misma velocidad que la Tierra. La contaminación espiritual y la contaminación ambiental, son parte de un mismo problema. Pero la contaminación espiritual, a pesar de ser más grande y más importante…no la queremos ver. Simplemente los padres y los maestros cerramos los ojos. El gobierno definitivamente no lo quiere ver. Así como nos estamos acostumbrando a vivir en medio de la basura, de la misma forma nos estamos acostumbrando a ver, como “algo normal” la bajeza, las groserías y degradación de nuestra juventud. Quienes educan e instruyen a nuestros hijos son los conductores, cómicos y artistas de la televisión. Ellos son los que todos los días crean y recrean el paradigma de nuestra sociedad, entre la vulgaridad, la bajeza y la irreverencia. Sí la Tierra esta muriendo es porque sus hijos están muriendo. La Madre en el aspecto material y sus hijos en el aspecto espiritual. A los dos los mata la pérdida de los valores espirituales.