martes, 28 de octubre de 2008

LOS TRUCOS DEL ESPÍRITU ( * )


Don Juan dice que las historias de los centros abstractos (que se desbordan en toda la obra de Castaneda) tienen la misma estructura y que lo que varía son los personajes. Cada historia contiene: una tragicomedia abstracta, un actor abstracto (que es el intento), dos actores humanos (el nagual o maestro y su aprendiz) y el guión, que es el centro abstracto de esas historias.

Castaneda entiende que el arte del acecho es aprender, a la perfección, todos los detalles del disfraz, a tal punto que nadie se dé cuenta de que se está disfrazado. Para ello se requiere ser despiadado, que no significa ser grosero; por el contrario, se debe ser encantador; astuto, que no significa ser cruel, sino muy decente; tener paciencia, que no significa ser negligente y sí, por el contrario, ser activo; y también ser simpático, que no significa ser estúpido, pero sí, al mismo tiempo, ser aniquilador.

"El arte del acecho es aprender todas las singularidades de tu disfraz", dijo Belisario sin prestar atención a lo que don Juan le estaba di­ciendo. "Y aprenderlas tan bien que nadie podría descu­brir que estás disfrazado. Para hacer eso, necesitas ser despiadado, astuto, paciente, y simpático". Carlos Castaneda. El Conocimiento Silencioso.


( * ) Tomado del Libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

viernes, 24 de octubre de 2008

SOMOS MAYORÍA”, DECLARA EVO “MORALES … y de nada ha servido estos 506 años.


En Bolivia se esta librando en estos momentos una batalla decisiva entre la ideología criolla neocolonizadora-explotadora y la voluntad y dignidad de los pueblos indígenas. Se pretende acabar la colonización que se inició hace 506 años. Este puede ser el principio del fin de una larga cadena continental de injusticias y crímenes en la total impunidad institucional.


Hace cinco siglos se inició la matanza más grande de la historia de la humanidad. En menos de cien años, Colón, sus hijos, Cortés, Pizarro y todos los aventureros facinerosos que llegaron a depredar, robar, explotar, violar y matar, llevaron a cabo el genocidio de 200 millones de personas. No solo fueron asesinados con cuchillo y arcabuz, trabajo esclavo y encomiendas, sino fundamentalmente se llevó a cabo la primera “guerra bacteriológica” del mundo. El sarampión y la viruela diezmaron a los indefensos pueblos autóctonos. Robar, explotar, depredar y matar han sido “los cuatro jinetes del Apocalipsis” que han azotado a los pueblos originarios, desde 1492 hasta la fecha. En cinco siglos nada ha cambiado.


La “gente decente” no quiere tocar estos temas. Le son incómodos y pretenden encubrirlos diciendo que: “no todo fue malo” y que con la conquista llegó también la cultura, la religión y el idioma español a los pueblos salvajes y primitivos. Las buenas conciencias argumentan que “lo pasado pasó, y que ahora somos, felizmente mestizos”. Pero la brutal realidad nos demuestra que no es pasado. Que las matanzas se siguen dando, que el despojo esta a la orden del día, que la violencia aplicada a indígenas, campesinos y lumpen proletariado en toda la llamada América Latina es cotidiana e intrascendente. El racismo, el clasismo, el desprecio por las culturas originarias de las personas con rasgos y morfología indígena es innegable, bástenos ver la televisión comercial de México, Guatemala, Bolivia o Perú, países con una mayoría indígena. Solo gente rubia o blanca tiene acceso a la tv, a la riqueza, a la tecnología, a la educación, a las oportunidades. El continente entero sigue viviendo un deshumanizado sistema colonial y siguen existiendo de manera solapada dos clases de personas: los vencedores y los vencidos.


El caso de Bolivia es realmente muy importante, pues en ese pequeño país, más del 80% de los habitantes son de origen indígena. Una pequeña elite de blancos tiene el poder económico y político, y no vaya a creer el amable lector que son descendientes de Pizarro o de Pedro de Anzures, sino son centro europeos que llegaron a Bolivia en la década de los años setentas, con una mano a tras y otra adelante, y ahora son los dueños del país.


Pues bien, en Bolivia los indígenas se han organizado. Han usado los medios legales que la “democracia de los Mercaderes” les permite y a partir de su voto y de una concientización y lucha por sus derechos negados durante quinientos años, han tomado el poder. Es la primera vez en la historia de los pueblos originarios del continente que los indígenas toman el poder. Siempre han sido mayoría, pero pese a ello, han sido masacrados, explotados, vejados, engañados y se han impuesto los intereses depredadores de los colonizadores sobre ellos. La historia antigua y actual no miente. A través de golpes de Estado, de asesinatos, masacres y corrupción, cuando un pueblo ha intentado liberarse de los criollos explotadores, que siempre se han aliado con las potencias y capitales extranjeros para mantenerse en el poder, son negadas sus aspiraciones de justicia y de igualdad. A sangre y fuego se ha mantenido el sistema neocolonial en América latina. Actualmente la CIA esta apoyando a los criollos bolivianos, que se han atrevido, soberbia y prepotentemente a entrar en rebeldía en contra del gobierno y el pueblo boliviano. En su cabeza y en su corazón no pueden aceptar que los indígenas piensen, se organicen, luchen pacíficamente por sus derechos históricos a ser seres humanos, con los mismos derechos y oportunidades que ellos.


La razón del pueblo de Bolivia, es la misma razón de los pueblos de Perú, Ecuador, Paraguay, Colombia, México, Guatemala, Honduras, El Salvador y la Amazonia. El Banco Mundial presentó el día 7 de Octubre en la Universidad Iberoamericana un documento titulado: "Desigualdad en América Latina y el Caribe: ¿ruptura con la historia?" en el que señala que en la tierra "descubierta por Colón", el 10% de la población posee el 48% del ingreso total y que, el 10% más pobre de la región, posee solo el 1.6% de la riqueza. En México un puñado de familias posee la riqueza del país y el 72% del pueblo mexicano no cubre las necesidades básicas indispensables para tener una mínima calidad de vida y el 10% de la población (indígenas) poseen el 1% de la riqueza. Como se puede apreciar, “ser mayoría no basta”. Los pueblos originarios han sido mayoría desde 1492…y de nada ha servido. Bolivia es la esperanza de las personas deseamos la justicia, el respeto y la igualdad.


www.toltecayotl.org

martes, 21 de octubre de 2008

FLORINDA ( * )


Don Juan manda a casa de Florinda a Castaneda para que aprenda el arte de asechar. Según su carga energética, las personas pueden ser asechadores o ensoñadores. Los toltecas les llamaban poéticamente “guerreros jaguar o guerreros águilas”. Los valores simbólicos que les dieron los pueblos antiguos de la humanidad a los animales, son muy parecidos y comunes. La actitud de jaguar es de asechador, y la del águila, detenida, casi inmóvil en las alturas, es de ensoñador.

Florinda le enseñó a Castaneda los primeros principios del asecho, los tres primeros principios de la regla de los acechadores, y las tres primeras maniobras del asecho. Se los enseña a través de contarle la historia de cómo fue “enganchada” en el conocimiento tolteca por su maestro. Una historia verdaderamente apasionante en la que Florinda era muna “mujer objeto” de un hombre poderoso, dominante, violento y posesivo.

Los acechadores aprenden a nunca tomarse en serio, por lo que aprenden a reírse de sí mismos. Dado que no tienen miedo de hacer el papel de tontos, pueden hacer tonto a cualquiera. Los acechadores aprenden a tener una pa­ciencia sin fin. Los acechadores nunca tienen prisa, nunca se enojan y molestan. Los acechadores aprenden a tener una capacidad infinita para improvisar.

Los principios son: 1.- Elegir el campo de batalla. 2.- Eliminar todo lo innecesario. 3.- Deben estar dispuestas en cualquier momento a entrar en batalla…pero no a lo loco y sin estrategia. 4.- deben de descansar antes de entrar en batalla. Olvidarse de sí mismos, no tener miedo. 5.- No dejarse ir con la corriente y cuando no se puede contra el adversario, debe retirarse y ocuparse en otra tarea. 6.- Comprimir el tiempo, aprender a no desperdiciar un instante.

Las reglas son: 1.- Todo lo que nos rodea es un misterio insondable. 2.- El guerrero trata de descifrar el misterio, sin tener la menor esperanza de lograrlo. 3.- Conciente del insondable misterio que rodea, el guerrero toma su legítimo lugar como un misterio más. Por consiguiente, el misterio de ser no tiene límites, por lo que se comparta de manera humilde y entiende que él es igual a todo.

Cuando un guerrero aplica escrupulosamente estas técnicas, los resultados son formidables. Los asechadores nunca se toman en serio, aprenden a reírse de sí mismos. Como pueden jugar el papel de “tontos” pueden hacer tonto a cualquiera. Los acechadores aprenden a tener una pa­ciencia sin fin. Los acechadores nunca tienen prisa, nunca se irritan, y finalmente, los acechadores aprenden a tener una capacidad infinita para improvisar.

“Me aseguró que una recapitulación perfecta podía cambiar a un guerrero aún más que el control total del cuerpo de ensueño. En este aspecto, ensoñar y acechar conducen al mis­mo fin: el ingreso en la tercera atención. Sin embargo, para un guerrero era importante conocer y practicar ambos…
Florinda me explicó que el elemento clave al recapitular era la respiración. El aliento, para ella, era mágico, porque se trataba de una función que da la vida…
Somos gue­rreros, y los guerreros tienen una sola meta en la mente: ser libres. Morir y ser devorado por el Águila es el destino del hombre. Por otra parte, querer salirnos de nuestro destino, querer entrar serenos y desprendidos a la libertad, es la audacia final…”


( +) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA


Carlos Castaneda. El Don del Águila.

domingo, 19 de octubre de 2008

EN BUSCA DE LA RAÍZ




Durante quinientos años el colonizador nos robó la memoria para convertirnos en seres autómatas, sin raíces, sin recuerdos, sin rostro, sin corazón. Nos diseñaron para no pensar, para no soñar, para no trascender, solo fuimos educados para obedecer, trabajar, comprar y pagar.

De modo que desde hace cinco siglos los mexicanos vivimos al día, sin saber de dónde venimos y a dónde vamos. Solos, en medio de una borrosa conciencia del presente, viviendo accidentalmente una realidad ajena a nuestro ser perenne, en la inmediatez existencial total, anclados al limitado mundo material tratando de ser algo que no somos y rechazando lo que esencialmente nos hace Ser. Nos hemos formado, especialmente los sitiaditos educados, como extranjeros incultos en nuestra propia tierra. Fincando el origen de “nuestra civilización en las culturas grecolatinas y en nuestro supuesto abuelito español”.

Un individuo, una familia o un pueblo que no tenga memoria histórica se encuentra en una situación de inseguridad, confusión y desventaja permanente. Somos lo que recordamos. Esta falta de claridad en nuestra identidad nos hace ser inseguros, agresivos, blandengues, violentos, inconstantes. No sabemos quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos en la vida. Seguimos metas, caminos y desafíos ajenos a nuestro ser y sentir. Esto nos hace estar extraviados e incómodos. Podemos llegar a tener lo que otros quieren… pero nos sentimos insatisfechos y vacíos. Nos pueden reconocer como triunfadores… pero nosotros en la intimidad de nuestro Espíritu nos sentimos desolados.



Sí no se quién en verdad soy yo… de quién son los triunfos y los fracasos, de quiénes son las metas y los desafíos, de quién las alegrías y las tristezas. Cuál es la verdadera razón de mi existencia, la propia, no la de los demás o la que todos debemos de aceptar impuesta por los medios. La propia nuestra, la íntima, con la que moriremos íntimamente solos arropados de un océano de soledad.

Sí tenemos que morir con todo nuestra totalidad… por qué no aprender a vivir con toda nuestra totalidad. Para llegar a la totalidad necesitamos partir de nuestras raíces más profundas y verdaderas, tanto como ser humano como ser social e histórico. El colonizador nos ha creado un espíritu individualista, mezquino y timorato. Pero cada uno de nosotros es producto de millones de seres humanos que nos antecedieron. Nuestra banco genético cultural esta pletórico de recuerdos, sentimientos y conocimientos. Todos, fruto de la búsqueda de un desarrollo humano. Todo es de todos y todos hemos construido todo en todo este tiempo. No nacimos por generación espontánea o en probeta.



Tenemos padres, abuelos, jóvenes abuelos y viejos abuelos y así hasta llegar a la génesis del ser humano en África, como dicen los que saben. Pero todos están en uno y uno es parte de todos, luego entonces “nuestras raíces” es la parte más esencial de nuestro ser y hacer. Brújula fundamental en nuestras vidas. Las raíces nos dan un punto en el -espacio/tiempo- y nos ubican en un lugar determinado en la Tierra. Nos dicen en dónde empezamos y a dónde terminamos. Nos dicen cuando estamos más cerca y más lejos, más alto y más bajo, más de un lado que del otro. Las raíces son el alfa y el omega de la vida personal, familiar y comunitaria.

El por qué buscar nuestras raíces, es para descubrimos en toda nuestra totalidad. Nuestras raíces son el espejo humeante que nos dicen de dónde venimos y a dónde queremos ir. La búsqueda de la verdad nos forja -un rostro propio y un corazón verdadero-. Nos hace tomar conciencia de quien somos en verdad.



Para qué necesitamos conocer nuestras raíces… para tener conciencia plena de nuestra totalidad y con ella, buscar el camino propio de la trascendencia espiritual de la existencia. Al conocer nuestras raíces nos descubrimos como seres espirituales en un transito humano y en un tiempo histórico. Cuando sabemos quienes somos, entendemos por fin, que nos vamos a morir y que solo estamos un poquito de tiempo aquí. Somos bellas flores que se marchitan en el fugaz tiempo pretérito.

No existe una receta de cómo se llegan a descubrir nuestras raíces. Muchas personas nacen, crecen, se reproducen y mueren y no saben qué fue lo que vinieron a hacer en verdad en la vida y en la Tierra. Hicieron todo lo que les mandaron y les dijeron lo que tenían que hacer…lo hicieron bien y bien hecho…y sin embargo se sienten vacíos e insatisfechos. Las raíces son como el amor a la Tierra, a los hijos o a los padres. Es algo que surge desde muy adentro y se prende al mundo de afuera… es un darse cuenta, es un “despertar”. Es un toque fino, un arte, un acto mágico personal e intransferible…que cuando llega en un instante, jamás se vuelve a ser el mismo.

Lo importante es tener el deseo y la voluntad inflexible de lograrlo… la necesidad de llegar al origen, a la esencia, a la verdad última y reveladora que le da sentido a todo.
Esta búsqueda no tiene fin y solo la muerte nos da una tregua temporal antes de volver a encarnar y re-empezar la batalla. El origen de todo es una finísima frecuencia de Luz… de ella venimos y a ella vamos. La nostálgica por aquello que es infinito e inconmensurable, sublime y perfecto, completo y total.



Yo creo que lo más importante es sentir la necesidad de encontrar nuestras raíces para estar completo y ser pleno, lo demás llega poco a poco, en su tiempo y en su espacio. El único problema es tener el tiempo suficiente y la voluntad inflexible. El futuro de México se encuentra en su pasado. Nosotros decidimos… eso es todo.




martes, 14 de octubre de 2008

SER INACCESIBLE ( * )


Los hombres comunes se la pasan en medio del camino golpeándose y confortándose con cualquier “socio voluntario”; están "metidos" en sus ires y venires; son obvios y evidentes. Ser inaccesible significa que un guerrero "está y no está"; ser inaccesible no significa que deba estar escondido, porque de ser así, todo el mundo sabrá que está escondido. Ser inaccesible es una condición del guerrero para no "embarrarse" en el mundo de los sentimientos y las personas.

Ser inaccesible significa tocar lo menos posible el mundo y es tratar, a propósito, de ponerse fuera del alcance de la gente; no aferrarse ni agotarse a lo que de normal se aferra. Ser inaccesible significa que un guerrero no maltrata ni deforma al mundo, no explota ni exprime a las personas, y menos a los que ama. La inaccesibilidad de un guerrero le permite estar en el mundo y no deformarlo; sólo lo usa impecablemente y luego parte sin que nadie se dé cuenta de su llegada, ni de su partida.

“-Debes ponerte fuera del alcance -explicó-. De­bes rescatarte de en medio del camino. Todo tu ser está allí, de modo que no tiene caso esconderte; sólo te figuras que estás escondido. Estar en medio del ca­mino significa que todo el que pasa mira tus ires y venires…-El arte de un cazador es volverse inaccesible… -Un cazador sabe que atraerá caza a sus trampas una y otra vez, así que no se preocupa. Preocuparse es ponerse al alcance, sin quererlo. Y una vez que te preocupas, te agarras a cualquier cosa por desespe­ración; y una vez que te aferras, forzosamente te ago­tas o agotas a la cosa o la persona de la que estás agarrado… Un cazador tiene trato íntimo con su mundo, y sin embargo es inaccesible para ese mismo mundo… Es inaccesible porque no exprime ni deforma su mun­do. Lo toca levemente, se queda cuanto necesita que­darse, y luego se aleja raudo, casi sin dejar señal alguna.” Carlos Castaneda. Viaje a Ixtlán


Tomado del Libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

lunes, 13 de octubre de 2008

EL ARTE DE ENSOÑAR ( * )


Primera edición en inglés, 1993
Primera edición en español, 1993
Título original: lhe Arl of Dreaming
Published by arrangement with Harper Colins Publishers, Inc.
D.R. Cl 1993 Editorial Diana, S.A. de C.V.
280 paginas

Hasta la primavera de 1996 Carlos Castaneda ha publicado nueve libros. En el lapso transcurrido entre la publicación del octavo (El conocimiento silencioso, 1987) y el último (El ante de ensoñar, 1993) Castaneda probablemente vivió las consecuencias de ser un nagual de tres puntas y no de cuatro, como su maestro Don Juan lo supuso.

Los naguales son personas que tienen cuatro comportamientos de energía en vez de dos, que es lo común en las personas. Castaneda encuentra muchas dificultades para ”ensamblarse” en el grupo que Don Juan le preparó y al parecer inicia otro grupo que integran Florinda Donner, Taisha Abelar y Carol Tiggs.

Esos años, entre la publicación del octavo texto y el noveno, probablemente sean la activación de una nueva estrategia del poder o la creación de un nuevo linaje para estos modernos naguales y guerreras que han dado un salto mortal, saliendo de la clandestinidad y pasando de la cultura oral a la cultura escrita.

En efecto, como Don Juan lo señala, en estos diez mil años de existencia del "conocimiento", desde los antiguos brujos, pasando por el linaje al que perteneció el propio Don Juan y llegando hasta el moderno nagual Castaneda, el conocimiento ha sufrido muchos cambios.

Según lo que menciona Don Juan, señalaremos que los primeros brujos de la antigüedad fracasaron porque se obsesionaron en el mundo de la segunda atención y descuidaron el de la realidad inmediata, el del primer anillo de poder. Estos antiguos toltecas se entregaron al mundo del ensueño y no cultivaron “el camino del guerrero”, por lo cual se volvieron personas imposibles, “perdidas en mundo fantasiosos”, al llegar pueblos invasores, se apoderaron del mundo material en el que vivían los toltecas con mucha facilidad, toda ves que había sido descuidado por los primeros toltecas.

Otro periodo que menciona Don Juan, es el que iniciaron los brujos sobrevivientes a la primera etapa y que, haciendo un recuento de sus prácticas y analizando sus errores, iniciaron nuevamente el estudio del conocimiento, pero ahora a través de una férrea disciplina que llamaron "el camino del guerrero", "el arte del ensueño" y "el arte del acecho".

Cuando estaban en el inicio de este ciclo llegaron los invasores europeos y, con la conquista y la colonia, esta nueva etapa tuvo que refugiarse en la segunda atención y afinar aún más su disciplina para poder sobrevivir en el infierno de la colonia y aprovechar al máximo a sus pinches tiranos.

Fue en esa época, en los comienzos del siglo XVIII, cuando se inicia otro ciclo con la aparición ante el nagual Sebastián -quien se agazapaba como sacristán en una iglesia- de un brujo sobreviviente de la primera época y que había logrado permanecer vivo misteriosamente todos esos cientos de años, pero que en esos momentos estaba perdiendo su energía. Por lo que obligó al nagual Sebastián a hacer un trato, en el que los naguales le cederían parte de su energía para que él siguiera viviendo, a cambio de que les diera un regalo de poder. Este acuerdo ligó a los seis naguales que le sucedieron y marcó otra época en los linajes, pues la información que han recibido de aquel antiguo brujo, que ellos llamaron "el inquilino", cambió el curso del conocimiento en el linaje de Don Juan y lo hace diferente al los demás linajes que hoy existen.

Al parecer Carlos Castaneda inicia un nuevo ciclo, no sólo por ser un nagual de tres puntas, sino porque ahora el conocimiento, que por siglos se mantuvo de manera secreta por medio de la transmisión oral, hoy en día se encuentra al alcance de cualquier persona a través de los libros. Además la tarea que le debió asignar el poder al nagual Castaneda al parecer todavía no es muy clara para sus lectores.

Por otra parte, el 17 de octubre de 1993, en el numero 3271 del periódico “La Jornada” de la ciudad de México, aparece una inserción pagada con el siguiente
texto:


A LOS LECTORES DE CARLOS CASTANEDA, AL PÚBLICO EN GENERAL:

Carlos Castaneda aclara que, sin distinción alguna, NO es Responsable de los actos, eventos y publicaciones de personas o grupos que con fines lucrativos o altruistas se autonombran sus discípulos.
Asimismo, Carlos Castaneda NO autoriza que utilicen su nombre o los términos y conceptos contenidos en sus libros.


De esta inserción pagada se desprenden tres cosas: la primera es que no ha sido Carlos Castaneda quien la mandó publicar.
La segunda, que algunas personas se han dedicado a embaucar a personas más que "inocentes" que piensan que en esta sociedad de consumo pueden “comprar” el conocimiento a través de "gurús de plástico" que, por costosas mensualidades, los llevarán a ser guerreros.
La tercera es que, si Castaneda la publicó (cosa que personalmente no creo, dado que un nagual no está enganchado y preocupado con “los hechos y malhechos de sus semejantes”), se desprenden a su vez dos consideraciones: una, en el sentido de que el nagual Castaneda no se puede "apropiar" de estos milenarios conocimientos, que Don Juan generosamente le transmitió y que el reconoce que no los inventó, sino que han sido y es un valioso legado, patrimonio cultural de México y el mundo, que viene de miles de años atrás transmitido de una generación a otra.

La otra consideración sería: ¿Cómo explicamos las publicaciones que han hecho tanto Florinda Donner como Taisha Abelar y que han sido prologadas y comentadas por el nagual Castaneda y -aún lo más insólito- los "cursos" y conferencias que se han realizado sobre la "Tensegridad", a un alto costo de admisión y anunciados en los medios como impartidos por las "guerreras guardianas rastreadoras de Carlos Castaneda”?

Al respecto, en el periódico Excélsior de la ciudad de México, el 17 de enero de 1996, en la sección "B", aparece una nota con el siguiente encabezado: "SEMINARIO DEL ANTROPÓLOGO CASTANEDA A BÉNEFICIO DE LOS NIÑOS DE LA CALLE" y que comienza de esta manera: "A beneficio de los niños de la calle, encausado a través de las fundaciones Dr. José Álvarez, IAP, Ciudad de los Niños; Carlos Moreno Miramón, IAP y Hogares Providencia del Padre Chinchachoma, vendrá a México por primera vez el mítico antropólogo Carlos Castaneda, nos dice Lucero Arce, coordinadora de un seminario acerca de sus teorías..."

Y en el periódico “La Jornada” de la ciudad de México, el lunes 29 de enero de 1996 aparece una entrevista que realiza Arturo García Hernández, de la cual reproducimos las siguientes líneas:

“-Usted ha escrito que el camino del guerrero es un camino solitario. ¿No hay una contradicción al hacer cursos masivos como el de la Tensegridad?
"-No. Yo aquí estoy hablando de cosas duras. A lo mejor la Tensegridad les da la energía para hablar de cosas de verdad pesadas. Por algo se empieza.
“¿Qué espera de la apertura que ahora están iniciando?
“-No sé qué es lo que va a pasar. Don Juan nunca me dijo qué es lo que va a pasarme enfrente de las masas. { ... } Antes estábamos atentos a proseguir de acuerdo a los mandatos de Don Juan. Ahora quiero enseñar así porque es una deuda tremenda que ya no puedo pagarle a él.
“-¿No tiene miedo de convertirse en gurú?”.
“-No porque no tengo ego. No hay cómo”.

Todos los acontecimientos y entrevistas que se han dado a partir de la última publicación nos llevan a pensar que el nagual Castaneda está iniciando un camino nuevo, sin su antiguo equipo y sin la asesoría de su maestro, el nagual Juan Matus. En este camino el concepto de la "Tensegridad" y de los llamados "pases mágicos" vienen a compartir un lugar con los "viejos" conceptos de nagual, tonal, importancia personal, acecho, ensueño, punto de encaje, etcétera.

Otra aportación importante a las llamadas "Enseñanzas de Don Juan" vienen a ser los espléndidos libros de las guerreras: “Ser en el ensueño”, de Florinda Donner, publicado en inglés en 1991 y en español en 1993 por Emecé Editores y “Donde cruzan los brujos”, de Taisha Abelar, publicado en inglés en 1992 y en español en 1993, por Editorial Diana. Estos dos trabajos puntualizan algo básico e importante de la Toltequidad, como es la "visión femenina" del conocimiento. En los nueve libros de Castaneda encontramos una aproximación "masculina" a este maravilloso, increíble y aterrador mundo del conocimiento del México antiguo llamado Toltecáyotl o Toltequidad.

Para una mente colonizada, producto de la cultura judeo-cristiana, en la que el indígena y la mujer siempre han sido desvalorizados; un indígena y una mujer están imposibilitados para acceder y, menos aún, manejar el conocimiento. Es por ello que estas aportaciones enriquecen la visión de la Toltequidad, pues para las culturas del México antiguo la mujer ocupaba un lugar complementario al del hombre.

En el mundo de nuestros viejos abuelos se veneraba a una "divinidad suprema", la cual no tenía nombre pues era innombrable, y no tenía representación física porque era invisible, y al que sólo se le conocía de manera metafórica como “Tloque-Nahuaque” (dueño del cerca y del junto), o también como “Ipal-Nemohuani” (aquel por quien se vive), o “Yohuali-écatl” (noche viento), y que en conjunto se aproximan poéticamente a un concepto totalmente abstracto del “Dios padre” de la cultura judeocristiana.

Pero en seguida de esta abstracción aparece “Ometeotl” (la dualidad divina), como una segunda advocación de esa misma divinidad, de la que se desprende un par de opuestos complementarios: “Ometecuhtli” (de los dos, El Señor) y “Ometecihuatl” (de los dos, La Señora). Para los antiguos mexicanos la mujer y el hombre formaban un par de opuestos complementarios. Finalmente diremos que en el período Postclásico y decadente de los aztecas, el poder de México-Tenochtitlán estaba compartido por dos personajes que dependían del consejo supremo llamado “Taltocán”. El “Tlatoani” (el que habla) y la “Ciuhacóatl” (mujer serpiente), quienes eran los encargados de gobernar y administrar el imperio, respectivamente.

Estos ejemplos nos demuestran cómo la mujer comparte con el varón la misma responsabilidad en el mundo religioso, político y administrativo de los viejos abuelos, lo cual nos hace suponer que en el campo de la Toltecáyotl esto no es diferente.
Los trabajos de Donner y Abelar nos descubren un mundo femenino en las enseñanzas de Don Juan; nos aportan una diferente visión no sólo de las enseñanzas sino también del propio Don Juan. En una ocasión Castaneda le pregunta a Don Juan, que sí en la Toltequidad existen guerreras y Don Juan le contesta que si. Es más, afirma que son mucho mejores que los hombres y que él, siempre se había referido en masculino al concepto de guerrero, porque estaba dirigiéndose a un hombre, pero que en la práctica existen hombres y mujeres en el mundo secreto de la Toltequidad.

Florinda Donner nos brinda su aportación sobre “el arte de ensoñar", y Taisha Abelar entrega su visión experta del "arte de acechar". La Toltequidad señala que de acuerdo a su "temperamento básico" los practicantes se dividen en dos grupos complementarios: el de los ensoñadores y el de los acechadores.

Los primeros son los que poseen una facilidad intrínseca para lograr estados de conciencia acrecentada a través del control de sus sueños. Esta habilidad la desarrollan al punto de convertirla en un "arte". Los segundos, los acechadores, de igual manera a partir de su temperamento básico, poseen una facilidad -en principio innata- para tratar con los hechos del mundo cotidiano. Los acechadores logran, a través del manejo y control de sus actos, penetrar en estados de conciencia acrecentada; esto lo logran a través de una sofisticada estrategia que llaman "el arte del acecho".

En los dos textos se trasluce de manera impecable la superioridad de la mujer para entrar en los campos del antiguo conocimiento llamado Toltequidad, ya que su conexión con el conocimiento es "expansivo", mientras que la del varón es restrictiva. Los varones se conectan con lo concreto y se dirigen a lo abstracto; las mujeres, en cambio, se conectan con lo abstracto y tratan de entregarse a lo concreto.

Estos libros nos enseñan la conexión femenina con el espíritu; nos demuestran contundentemente el lado femenino del razonamiento; en otras palabras, nos hacen entender el concepto de Ometecihuatl.

Ambos libros fueron prologados por el nagual Carlos Castaneda quien, en el de Florinda Donner, señala que al preguntarle a la autora la razón de escribir el libro, ella le contestó que le era indispensable relatar sus propias experiencias en el "arte de ensoñar" para "incitar" intelectualmente a los que pretenden tomar en serio los conocimientos de la Toltecáyotl que manejó Don Juan, y que versan sobre las ilimitadas posibilidades de la percepción humana.

Entrando a “El arte de ensoñar”, diremos que representa un desafío. En la contraportada Carlos Castaneda señala que fue un trabajo difícil y que cuando lo terminó pensó que no debería publicarlo. Sin embargo, las guerreras lo "transportaron" a la segunda atención y años después el texto se transformó, con una “ominosa fuerza” que no tuvo al ser escrito.

Este libro contiene 13 capítulos en 280 páginas, y pretende penetrar en el arte del ensueño y, como señala el propio Castaneda, él y las guerreras entienden que tratar de hablar o escribir acerca del ensueño es descabellado, dado que hacer afirmaciones racionales sobre algo tan abstracto es más que absurdo porque resulta imposible.

La obra completa de Castaneda pretende describir las múltiples posibilidades que tiene la percepción humana frente al universo que nos rodea. La Toltecáyotl o las enseñanzas de Don Juan, son el intento de "corporizar" algunas premisas específicas, teóricas y prácticas, a partir de la posibilidad de percibir sin obsesiones este mundo, y otros más, como cargas de energía, tan reales y válidas, como las que todos percibimos.

La Toltecáyotl desarrolló una serie de técnicas para penetrar en esos diversos mundos energéticos. Para ello, se tiene que reacondicionar la capacidad energética de percepción, y a esto le llamaron "el arte de ensoñar", que es la entrada al "infinito" de las posibilidades humanas y a lo inconmensurable del universo.

Aquí Castaneda señala algo que resulta importante para entender los esfuerzos que está haciendo este nuevo linaje de naguales modernos, representado por Castaneda y las tres guerreras, pues afirma que Don Juan le dijo que estaba convencido de que la humanidad necesita -para sobrevivir esta caótica etapa- cambiar la base social de su percepción. Con lo cual se entendería, de alguna forma, el por qué de difundir este milenario conocimiento del México antiguo.

La percepción que actualmente todos tenemos del mundo es una percepción social, porque, a fin de cuentas, todo lo que nos rodea está compuesto de moléculas y éstas, a su vez, se componen de átomos; y los átomos son cargas energéticas. De modo que la "esencia" de todo lo que nos rodea es energía.

Sin embargo, desde que nacimos nos enseñaron a percibir a la energía como objetos; esto es lo que Don Juan llama “la primera atención” (o el primer anillo de poder); la mayoría de los seres humanos vivimos y morimos con esta única forma de percibir el mundo. Pero la Toltecáyotl -o las llamadas enseñanzas de Don Juan-, que es una práctica milenaria y una mínima parte de la herencia de un patrimonio cultural ignorado y totalmente desconocido, nos permite percibir la esencia de las cosas; o, dicho de otra forma, nos permite, a través de una rigurosa técnica muy disciplinada, "ver" la esencia del universo.

Esto significa percibir la energía directamente. Los antiguos practicantes de estos conocimientos describen la esencia del universo como hilos incandescentes que se expanden hacia todas las direcciones posibles: pequeños filamentos luminosos que poseen conciencia de sí mismos.

Inmediatamente después que los antiguos practicantes "vieron" la esencia del universo, también vieron al ser humano y encontraron que estaba conformado por una carga energética blanquecina y brillante, con forma de huevo luminoso. También "vieron" que el huevo luminoso era más grande que el cuerpo físico y que contenía los mismos filamentos que constituían el universo, pero tenía una parte más brillante a la altura del omóplato derecho, en el cuerpo energético. Y vieron que en este lugar se alineaban los filamentos de adentro con los de afuera, y que ello producía la percepción. A este lugar le llamaron "punto de encaje" y también pudieron "ver" que el punto de encaje, al moverse, permitía otras percepciones.

Los toltecas “vieron” que el punto de encaje se mueve un poco, cuando las personas están soñando. Este movimiento es involuntario y errático, pero es “movimiento”. De modo que tras observar y practicar por cientos de años los toltecas lograron desarrollar un método para mover “el punto de encaje” a voluntad.

Los antiguos practicantes desarrollaron una técnica muy sofisticada para mover a voluntad el punto de encaje; a esta técnica la llamaron "el arte del ensueño", pues con ella se pueden expandir y acrecentar las posibilidades de lo que se percibe, e identificaron cinco condiciones en el flujo energético de los seres humanos.

La primera es que sólo los filamentos que pasan exactamente por el punto de encaje se transforman en percepciones coherentes.
La segunda es que cuando el punto de encaje se mueve en cualquier dirección, aunque sea levemente, filamentos distintos empiezan a pasar por el punto de encaje, lo que propicia otra percepción diferente.
La tercera es que vieron que en el sueño el punto de encaje se mueve levemente por sí mismo en la superficie del huevo luminoso o hacia su interior.
La cuarta es que vieron que a través de la técnica disciplinada, llamada "el arte del ensueño", se podía mover el punto de encaje en los sueños a voluntad.
Y, como quinta, vieron que se puede mover el punto de encaje hacia afuera del huevo luminoso y entrar en contacto con el universo energético, más allá de lo humano.

El texto de Castaneda aborda lo imposible de una manera absurda. A través de una metodología que se antoja fantástica, y a la que llama "las siete compuertas del ensueño", pretende que el sueño común se transforme en el mecanismo con el cual el practicante logre templar el cuerpo energético, para hacerlo coherente y flexible como el cuerpo físico, ejercitándolo poco a poco, a través de una férrea disciplina que se antoja imposible sostener por largo tiempo (años enteros) con un esfuerzo sostenido, sin ambición y sin obsesión. Éste sería el logro fundamental de la Toltequidad y el medio para lograr la libertad.

Al condensar el cuerpo energético es posible convertirlo en una unidad capaz de percibir de manera independiente a la percepción del cuerpo físico. Esto se logra no sólo con la práctica de la ensoñación, sino que, para obtener energía, se requiere modificar el comportamiento durante la vigilia, para recanalizar la energía que se necesita para mantener la atención en el ensueño. Como se ha dicho repetidas veces a lo largo de las obras de Castaneda, la manera en que gastamos la mayor parte de la energía depende de la necesidad de mantener y acrecentar la importancia personal, base de nuestro ser y, al mismo tiempo, de nuestra mayor limitante. El ser humano, al no poder “crear” más energía que la que tiene, debe ahorrar y recanalizar la que posee.

Don Juan le enseña a Castaneda que el "arte del ensueño" trata del desplazamiento del punto de encaje, y que "el arte del acecho" implica la fijación del punto de encaje en cualquier lugar en el que se haya desplazado. Por ello estas dos técnicas son complementarias y mutuamente insustituibles.

El texto, como lo advirtió Castaneda, se va tornando, poco a poco, fantástico e increíble. Aparecen en los ensueños de Castaneda "los rastreadores, los exploradores y los emisarios". El mundo de los seres inorgánicos que empieza a percibir el autor a través de sus prácticas de ensueño resulta, lógica y racionalmente, imposible de aceptar, fundamentalmente porque se carece de la energía suficiente para "entenderlo".

Me permito señalar una idea que Castaneda maneja en las páginas 162 y 163 de su libro. Allí relata que un día, estando en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México con Don Juan, éste le dijo que todas las esculturas que estaban en una sala eran un "archivo" que habían dejado los brujos antiguos, y que cada piedra se podía leer a través del movimiento del punto de encaje, del mismo modo en que se lee la página de un libro.

Don Juan le propone a Castaneda que fije su mirada en una de ellas, que silencie su mente y trate de mover su punto de encaje. Al respecto, Castaneda dice que empezó a ver y oír cosas que no podría explicar. Menciona que había estado en esa sala en ocasiones anteriores en calidad de antropólogo, manejando la información de los "eruditos" en la materia, descripciones basadas en la mentalidad del hombre moderno (y nosotros añadiríamos que también en una mente colonizada). Castaneda reconoce que por primera vez le parecieron "idioteces," totalmente arbitrarias. Pero esa vez, en virtud de lo que él pudo percibir gracias al movimiento de su punto de encaje, sumado a lo que le dijo Don Juan sobre ellas y lo que él "vio y oyó", nada tenía que ver con lo que había leído y oído antes.

Éste es otro ejemplo de la vinculación que existe sobre la historia del México antiguo, su pensamiento filosófico y las llamadas por Castaneda "enseñanzas de Don Juan", Toltequidad o Toltecáyotl. Cuando Don Juan afirma que algunas de las llamadas zonas arqueológicas son lugares en los que los toltecas dejaron mucha información en las piedras, pero en campos de la segunda atención. De modo que estos lugares, especialmente los del periodo Clásico, no son ciudades, palacios o fortalezas. La obra de Castaneda puede ser un punto de referencia para que los mexicanos abordemos nuestro pasado desde un punto de vista descolonizado y una perspectiva filosófica.

Estudios como el que acaba de presentarnos el Dr. Rubén Bonifaz Nuño en su libro “Cosmogonía antigua mexicana. Hipótesis iconográfico y textual”, UNAM, 1995, vienen a llenar el gran vacío que existe en la visión y comprensión de nuestro patrimonio cultural, desde una posición descolonizada, pues desde 1521 lo nuestro, lo propio, ha pasado a ser: primero diabólico, después primitivo y ahora folclórico y turístico.

“El arte de ensoñar” representa un desafío a quien ha seguido la "autobiografía" que Castaneda nos ofrece en toda su obra. El mundo del ensueño, con los exploradores, los rastreadores, los emisarios, las poderosas fuerzas de los seres inorgánicos y, finalmente, el encuentro con ese inquietante, misterioso y aterrador personaje imposible de aceptar y menos imaginar, llamado "el inquilino", un desafiante de la muerte que lleva vivo milenios enteros y que posee los conocimientos de los brujos de la antigüedad y que, según el texto, ha encontrado la puerta a la libertad a través de la energía de Carol Tiggs y Carlos Castaneda, nos deja en un verdadero estado de incertidumbre.

Si a todo esto le sumáramos las acciones que aparentemente contradicen las enseñanzas de Don Juan, tal como dar cursos y conferencias a personas que puedan pagarlos; o aceptáramos que el milenario conocimiento, patrimonio cultural del pueblo de México, ahora "pertenece" a un selecto grupo de discípulos del nagual Castaneda, deberíamos pensar que Castaneda está en busca de un destino personal, en el que no caben los miles de seguidores que tiene en todo el mundo y que, contradictoriamente, hoy más que nunca, se expone ante las masas, que piensan que Castaneda les está transmitiendo el conocimiento de Don Juan, para tratar de corresponder a lo que él le dio.

Castaneda señala que Don Juan le dijo: "Si crees que algo me debes y no puedes pagarme a mí, págale al espíritu del hombre" (La jornada, 29-1-96). ¿Será lo que están haciendo estos modernos naguales y guerreras?.

Sea como fuere, ahí están los nueve textos de Castaneda y los dos de Donner y Abelar. Ahí están los milenarios conocimientos -que se mantuvieron por largo tiempo de manera secreta- ahora expuestos a la luz pública para aquellos que tengan un poco de energía disponible, para los que intenten percibir la realidad, bajo otras premisas, para los que tienen la mente flexible y descolonizada, para los viajeros que estén dispuestos a pagar un boleto muy alto en el ave de la libertad.

Estos textos no son antropología, ni literatura, ni ciencia ficción. En todo caso son “una realidad aparte”. El inicio de un nuevo linaje de conocimiento, ahora transmitido de manera escrita, pero que tiene mucho que ver con el pasado de la milenario civilización de los pueblos originarios, que en estos últimos cinco siglos de negación, genocidio e injusticia, han sabido guardar, como impecables guerreros, sus conocimientos y que ahora se nos revelan como "la reserva espiritual de México".

Don Juan le recomendó a Castaneda que no escribiera sus libros como escritor sino como brujo, a través del complejo y sofisticado arte de la ensoñación.
Del mismo modo, los libros de Castaneda tienen que ser leídos como objetos de poder y los lectores asumirse humildemente como modernos aprendices de brujería.

Un punto muy importante es que Don Juan “estaba convencido de que el ser humano, para sobrevivir a esta dramática época, debía cambiar la base social de su percepción”. Esto se puede traducir como un cambio global de la “cultura y los valores humanos”, que puede ser a través de un proceso de reflexión crítica en la que los detentadores del poder económico, político y tecnológico, por común acuerdo cambiaran esta “percepción social”.

Pero el cambio más lógico, es que se diera por “un colapso global”. En efecto, que de un golpe, eche por tierra la locura de un sistema económico-consumista que esta desquiciando a los seres humanos y depredando a la naturaleza al borde de la extinción de la vida en el planeta. Sí llegara a suceder este “tsunami global de la percepción del mundo y la vida”, las personas y los pueblos que posean una cultura firme, asentada en las bases de una sabiduría milenaria, podrán adaptarse mejor a estos violentos cambios.

Don Juan menciona que cuando llegaron los españoles al Anáhuac, cambió el “tonal de los tiempos” y que muchos indígenas murieron de tristeza al ver caer la percepción de su mundo. Un derrumbe como este, de los cuales han existido muchos en la historia de la humanidad, o un cambio producido por las condiciones climáticas de la Tierra, que también han sucedido, puede generar un cambio en la percepción social.

“Don Juan argüía que empleamos la mayor parte de nuestra fuerza en mantener nuestra importancia, y que nuestro des­gaste más pernicioso es la compulsiva presentación y defensa del yo; la preocupación acerca de ser o no admirados, queridos, o aceptados. Él sostenía que si fuera posible perder algo de esa importancia, dos cosas extraordinarias nos ocurrirían. Una, li­beraríamos nuestra energía de tener que fomentar y sustentar la ilusoria idea de nuestra grandeza; y dos, nos proveeríamos de suficiente energía para entrar en la segunda atención y vislumbrar la verídica grandeza del universo...
‑La búsqueda de la libertad es la única fuerza que yo co­nozco. Libertad de volar en ese infinito. Libertad de disolverse, de elevarse, de ser como la llama de una vela, que aun al enfrentarse a la luz de un billón de estrellas permanece intacta, porque nunca pretendió ser más de lo que es: la llama de una vela…
-La idea de que la conciencia es un elemento físico es revolu­cionaria ‑dije azorado.
‑No dije que era un elemento físico ‑me corrigió‑. Es un elemento energético. Tienes que hacer esa distinción. Para los brujos que ven, la conciencia es un resplandor. Pueden en­ganchar su cuerpo energético a ese resplandor e irse con él...
Don Juan explicó que el uso de la conciencia como un elemento energético de nuestro ambiente es la esencia de la bru­jería. Dijo que la trayectoria de los brujos era, primero, liberar la energía existente en nosotros por medio de la recapitulación y la disciplina del camino del guerrero; segundo, usar esa energía para desarrollar el cuerpo energético por medio del en­sueño; y tercero, usar la conciencia como un elemento del medio ambiente para poder entrar en otros mundos, no sólo con el cuerpo energético, sino también con el cuerpo físico...” Carlos Castaneda. El Arte de Ensoñar.


( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

sábado, 11 de octubre de 2008

LOS CUASI RECUERDOS DEL OTRO YO ( * )


La cultura occidental basa su conocimiento y superioridad en la razón; es un mundo de ideas y no de sentimientos. Para los toltecas el mundo y la realidad también se perciben con el cuerpo. El cuerpo registra y guarda conocimiento; lo que sucede es que nosotros jamás usamos esa información conscientemente.

Las enseñanzas de Don Juan, en consecuencia, tienen que ver mucho con el cuerpo. Una de sus preocupaciones constantes sobre Castaneda era el mal trato que le daba a su cuerpo y el mal estado en que lo tenia. Con pequeñas bromas, siempre dejaba ver la necesidad de tener un "buen tonal". Generalmente la filosofía occidental libra sus batallas en la mente y a través de la razón. La Toltequidad libra sus batallas en el cuerpo del aprendiz. Los aprendices que siguen la senda del guerrero poco a poco ven transformar sus cuerpos. La resistencia y la fuerza en el cuerpo son muestras del avance en el camino del conocimiento.

"La gorda" le dice a Castaneda que deben esperar, que al cuerpo se le debe dar una oportunidad para que encuentre una solución en la tarea de "recordar", ya que el guerrero no recuerda con la mente sino con el cuerpo. Hay que aguardar el momento oportuno para que el cuerpo "descargue" todo lo que "sabe" y trae almacenado.

“Después de oír mi relación, Néstor se maravilló de cuán distinto era el ensoñar de ellos al mío. Ellos tenían tareas con­cretas en un ensueño. La suya era encontrar curaciones para todo lo que afligía al cuerpo humano. La de Benigno era prede­cir, prever, encontrar soluciones para cualquier cosa que fuera una preocupación humana. La tarea de Pablito consistía en hallar maneras de construir. Néstor dijo que a causa de esas tareas él negociaba con plantas medicinales; Benigno tenía un oráculo y Pablito era carpintero…” Carlos Castaneda. El Don del Águila.


( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

miércoles, 8 de octubre de 2008

EL RESPLANDOR DEL HUEVO LUMINOSO ( * )


Para la Toltequidad el mundo está compuesto por las emanaciones del Águila y el hombre es un capullo que contiene las mismas emanaciones, tanto de afuera como de adentro. La luminosidad exterior atrae a 'la luminosidad interior; esto se produce en un punto del capullo y ahí se fija el estar "consciente de ser"; es esa la fijación del punto de encaje.

El grado de conciencia de ser de cada individuo, está determinado por la presión que ejercen las emanaciones de afuera sobre las de adentro, y esta presión está determinada por la pequeña porción de las emanaciones de afuera, que es igual a una pequeña porción de las de adentro; esta presión produce una luminosidad más intensa en todo el capullo.

En consecuencia, "ver" es el resultado de un alineamiento diferente al normal y no es otra cosa que el movimiento del punto de encaje; por tanto, el acto de "ver" no se hace con los ojos e implica la maravilla de conocer la esencia de las cosas. Es decir, percibir el mundo que nos rodea como cargas de energía.

La conciencia de ser del ser humano, la desarrolla poco a poco; cuando nace, la luminosidad interior no está fijada con la exterior, se va desarrollando a través de la vida cotidiana. A esta práctica es a lo que Don Juan llama "El primer anillo de poder". El comando del Águila hace que se fije la luminosidad de afuera con la de adentro y se hace de manera "natural" a través de la voluntad, cuando el guerrero, de manera personal, mueve su punto de encaje; a esta voluntad "'dirigida" se le llama "intento".

En esta parte del libro Castaneda habla sobre el sexo como un proceso energético y dice que el nagual Julián decía que el sexo, era un asunto de energía, toda vez que el comando del Águila es el fulgor de la conciencia de ser que se transmite a través del acto sexual. En el proceso del acto sexual las emanaciones del Águila, que están contenidas en los dos capullos conscientes (hombre y mujer), sufren una profunda agitación y ambos capullos hacen lo mejor que pueden para donarle conciencia al nuevo ser que van a crear; cada acto sexual conlleva una donación de nuestra conciencia y de nuestra energía, aunque ello no cree forzosamente a otro ser.

Don Juan le recomienda a Castaneda que sea avaro con su sexualidad, no por moralista sino por el ahorro de energía, que es una de las tareas primordiales del guerrero. Este conocimiento obliga al aprendiz a ser responsable de su energía.
( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

lunes, 6 de octubre de 2008

ROMPER LAS RUTINAS DE LA VIDA ( * )


El desafío del aprendiz es transformar la rutinaria vida cotidiana en un espléndido campo de batalla, y es lograr sustraerse de la vorágine de los pensamientos y de los actos cotidianos mediante la aplicación de las técnicas para “barrer la isla del tonal”. Trabajar en “el lado derecho” del conocimiento o tonal, requiere de un esfuerzo descomunal que tiene como objetivo reducir al máximo nuestra importancia personal, liberando toda la energía que usamos para mantener nuestra imagen de nosotros mismos y la idea que tenemos del mundo.

El hombre común encuentra en sus rutinas el escudo con el que se protege del maravilloso y aterrador mundo que nos rodea. Mantener la conciencia de la vida se logra al romper nuestras rutinas. El aprendiz de la Toltequidad es un cazador que anda en pos del conocimiento que se encuentra agazapado y acechante en torno de nuestra cotidianidad. Romper las rutinas de la vida es transformar ese mundo soso y aburrido en uno maravilloso, misterioso y aterrador. El aprendiz como cazador no sólo debe cazar, sino que él mismo no debe actuar como si fuese una presa. El aprendiz debe, por decirlo de algún modo, "andar de puntitas" y "alerta" por el mundo, para sacarle el mayor provecho a su vida y esto se logra “rompiendo las rutinas de la vida”.

“Para ser cazador debes romper las rutinas de tu vida…Todos nosotros nos portamos como la presa que persegui­mos. Eso, por supuesto, nos hace ser la presa de al­gún otro. Ahora bien, el propósito de un cazador, que conoce todo esto, es dejar de ser él mismo una presa.” Carlos Castaneda. "Viaje a Ixltán"


(*) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

jueves, 2 de octubre de 2008

LA SERPIENTE SE MORDIÓ LA COLA.


La bomba que estalló en Wall Street, recorrerá inexorablemente con su onda expansiva “la aldea global”. La serpiente se mordió la cola a sí misma. “Los mercaderes” han construido UNA SOCIEDAD SIN LÍMITES y empezaremos a sentir sus fatídicas consecuencias.


En efecto, amable lector, el capitalismo depredador necesita una sociedad sin límites. Para que la economía funcione bien aceitadita, se requiere que el Mercado NO TENGA LÍMITES, la gente NO TENGA LÍMITES, que las empresas NO TENGAN LÍMITES, que el consumismo NO TENGA LÍMITES, que la publicidad NO TENGA LÍMITES.


Lo que ha sucedido es que la gente, tanto en E.U. como en casi todo “el mundo libre”, gracias a una publicidad demencial y un crédito tramposo, se le “invitó” a consumir más de lo que gana y de lo que necesita. No solo ha sido el mercado inmobiliario, éste fue la gota que derramó el vaso. La codicia insaciable de los mercaderes y la falta de conciencia del consumidor, más la publicidad y el vacio existencial de la gente, (que pretende justificar su existencia con el consumo), han sido la verdadera causa de esta crisis…que apenas comienza, y que los expertos la prevén peor que la de 1929, porque ahora será “global”.


Varias cosas buenas nos traerá esta crisis. Primero, queda ampliamente demostrado que el Mercado, debe y necesita ser REGULADO Y LIMITADO por el Estado. La codicia de los mercaderes debe tener límites estrictos y muy bien acotados, de modo contrario resulta mucho más caro. Segundo, demuestra que el neoliberalismo y la globalización económica son nefastos para los Estados y los pueblos, aunque rentable para los mercaderes, por lo cual, debe volverse a privilegiar el interés común sobre el de la iniciativa privada.


Tercero, y tal vez, el más importante para el ciudadano común, es que debemos abrir los ojos, la mente y el corazón; y darnos cuenta que nos han engañado y embaucado en la adoración del “Becerro de Oro”. Que el consumismo es un vicio adictivo auspiciado por la publicidad, con el que pretendemos, equivocadamente, justificar nuestra banal existencia. Que el dinero y el “tener” no son la más importante en la vida. Que los valores y principios ancestrales son perenes y los más valiosos. Así, la familia, la educación, la religión, las tradiciones y las buenas costumbres, en el plano general, y en el terreno personal, la ética, la moral, la honradez y el respeto, son los elementos con los cuales podemos tener una vida equilibrada y trascendente, con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.


De modo que este es un buen tiempo para “ajustar nuestra escala de valores” y APRENDER DE NOSOTROS MISMOS. Es decir, volver los ojos a la matriz cultural de nuestra civilización ancestral. En efecto, es buen tiempo de re-valorar la forma de ver y entender el mundo y la vida, de los pueblos y culturas indígenas, que son los herederos legítimos de La Toltecáyotl, (la sabiduría de los toltecas, -los hombres y mujeres de conocimiento del México antiguo-).


La frugalidad y austeridad de los pueblos indígenas. Sus formas culturales de sobriedad y de resistencia cultural a los embates del consumismo y la modernidad. Los mestizos estamos perdidos en el “laberinto de la soledad” de tratar inútilmente, de volvernos rabiosamente “gringos de tercera, en vez de mexicanos de primera. Necesitamos dejar de pensar que, solo con “el dinero y el comprar” podremos ser felices. Que la armonía y la calidad de vida están en las cosas que no cuestan dinero. Que la familia, la mesa, la amistad, la lectura, el arte, el contacto con la naturaleza, lo divino y sagrado de la existencia, nos puede devolver la paz, que la codicia y el ansia del dinero nos quitó.


Vienen tiempos de desafíos. Eso es innegable. De cada uno de nosotros dependerá de que, “estos tiempos”, sean de crecimiento y restructuración en cuanto a VALORES y a reorientar nuestra forma de Ser y trascender. O serán tiempos de frustración, dolor y quebranto, por no poder “TENER dinero” y “PODER consumir” todo lo que los mercaderes nos venden a través de la televisión y la publicidad.

miércoles, 1 de octubre de 2008

EL LADO ACTIVO DEL INFINITO. ( * )




Primera edición en inglés, 1999
Primera edición en español, 1999
Título original: The Active Side of Infinity.
Ediciones B, S.A.
Traducción de Brandon Scout.
Impreso en España.
342 páginas

Carlos Castaneda ha concluido la tarea encomendada de trasmitir la sabiduría tolteca, de acuerdo como se la enseñaron su maestro y su benefactor. Don Juan y Don Genaro ya son polvo en el camino. Castaneda saltó desde una montaña convertida en pirámide en la Sierra Norte de Oaxaca. Saltó a la profundidad de la segunda atención y entró de lleno, por el mismo, en el infinito.

Hasta aquí escribió los cuatro primeros libros sobre las técnicas para “barrer la isla del tonal” o lado derecho y prosiguió con los siguientes cuatro, que en tiempo humano, los escribió en una segunda etapa, pero que la enseñanza le fue dada en el primer periodo, solo que en el ámbito de la conciencia acrecentada, por lo que tuvo que “recordar” el conocimiento con sus compañeros de camada, las enseñanzas para el lado izquierdo y así poder “ensamblarlo” en un todo continuo.

En el noveno libro empieza una nueva etapa, tal vez, de un nuevo ciclo del linaje de un “nagual moderno”. En esta etapa no cuenta con su maestro y con su benefactor. Además, ellos mismos le hicieron saber que su linaje no tenía experiencia con el trato de las multitudes. Don Juan le hace saber que existen otros linajes y que cada uno es diferente y que no se conocen entre ellos, pero el de Don Juan, tiene una característica única que lo hace aún más diferentes a los demás.

La presencia de un nagual proveniente del primer ciclo de los toltecas, que tiene tal vez milenios de estar vivo y que le llaman “el inquilino”. Este oscuro personaje le ha dado a los naguales de este linaje, conocimientos y técnicas muy especiales, a cambio de energía para seguir viviendo.

Castaneda enfrenta el desafío de difundir este antiguo conocimiento llamado por la academia Toltecáyotl y por los practicantes toltequidad o brujería, entre las personas comunes y corrientes. Los siguientes libros perderán “el nivel”, no solo en el aspecto literario, sino en el discurso didáctico que tiene la obra. El mismo autor, menciona que en algunos momentos su maestro casi le dictaba, para que él escribiera ciertas conversaciones que Don Juan consideraba muy importantes.

Podríamos suponer, con el riesgo de errar, que los siguientes textos Castaneda incursiona en el conocimiento de la Toltecáyotl, pero ya no desde una “estructura programática”. Muchas de sus afirmaciones y reatos tienen un carácter muy personal, especialmente en el último libro “La Rueda del tiempo”. Y tal vez lo más novedoso es el onceavo libro “Paces Mágicos”, en donde se entrega “por escrito” las técnicas para practicar la “tensigridad”, la que más tarde estarán difundiendo estas prácticas a través de cursos y videos, algunos de los cuales han llegado a la Internet:
http://mx.youtube.com/watch?v=lauKs7tbtV8&feature=related




Tomado del libro "PARA LEER A CARLOS CASTANEDA".