viernes, 26 de noviembre de 2010

Las mujeres indígenas y los usos y costumbres…“la paja en la cultura ajena”.



Desde 1521 las culturas originarias, en lo que hoy es México, fueron condenadas a la exclusión y al desprecio. Infinidad de mentiras, verdades a medias y dolosas interpretaciones, las han descrito como “primitivas e inhumanas” en el discurso de la cultura dominante.



En efecto, los pueblos llamados “indios” son los descendientes culturales de la Civilización del Anáhuac, que gracias a su vitalidad y fortaleza cultural han podido sobrevivir a su muerte histórica. Estos heroicos pueblos han creado una sólida “cultura de resistencia” para enfrentar los embates del: “descubrimiento, conquista, colonización, cristianización, progreso, extensionismo, modernidad, desarrollo, neoliberalismo y globalización”. Los “mexicanos muuderrnus” seguimos viendo a los pueblos y culturas originarios igual que los españoles del siglo XVI. O como colonizadores encomenderos para explotarlas y depredarlas. O como misioneros, para protegerlas e integrarlas. Pero nunca las hemos visto como iguales y poseedores de una sabiduría ancestral que nos puede ayudar a construir una sociedad mejor.



Pocas personas han tenido la sensibilidad y humildad para apreciar y conocer la sabiduría ancestral de los pueblos y culturas originales. Podemos citar a Guillermo Bonfil, Rubén Bonifaz y Carlos Lenkersdorf. En general, para los intelectuales “mexicanos” las culturas originarias nada tienen que enseñar y menos que aportar en la construcción de la realidad y  la “cultura nacional”. En parte sucede esto por la ignorancia de sí mismos, de su insensibilidad y sobre todo, de la colonización mental y espiritual que han recibido en estos cinco siglos de ocupación extranjera.



Hasta antes del levantamiento en Chiapas del EZLN, en México no existían los “indígenas”. Había pobres y marginados que “debían ser incorporados al progreso y a la modernidad”.



Gracias al sacrificio de los insurgentes anahuacas del EZLN, millones de “mexicanos” conocieron por primera vez la problemática de los pueblos originarios, siempre explotados, saqueados, despojados y excluidos. Por primera vez en cinco siglos sus demandas estuvieron en la palestra nacional.



Ante el embate de los capitales económicos trasnacionales y criollos, que buscan quitarles sus tierras y sus recursos naturales; y ante la mansa entrega que los gobiernos de la derecha han hecho de la soberanía nacional, los pueblos indígenas y campesinos (que no es lo mismo pero es igual), están siendo atacados por “la opinión pública”, entiéndase: la prensa, la radio, la televisión y los partidos políticos, para hacerlos ver como “atrasados, retardatarios, tercos e inhumanos”, antítesis del progreso y la modernidad.



La idea es borrar (entre muchas cosas) los usos y costumbres con los que se autogobiernan sin la intervención de los partidos políticos (que “parten” y fragmentan a la sociedad). En efecto, como en la democracia participativa de las comunidades, los políticos y los intereses de las empresas trasnacionales no pueden entrar a mangonear y corromper a “las autoridades”, para poder hacerse de sus recursos para explotar y depredar los minerales, bosques, tierras, etc., es necesario cambiar “el sistema de usos y costumbres” por el de “partidos políticos”, en donde como sabemos, un puñado de gente toma las decisiones en lo oscurito para “favorecer el progreso” en un pantano de corrupción, pues “el interés privado de las trasnacionales lesiona el bien público de la comunidad, sean sus mantos friáticos, sus bosques, sus tierras, etc.



Así, cada año las comunidades indígenas son presionadas a través de funcionarios y políticos corruptos o “ignorantes”, para que dejen sus “atávicas costumbres” que impiden el progreso y “los lucrativos negocios”. Esta presión “local” es apoyada por una estrategia nacional en los medios masivos para hacer pensar a la ciudadanía, que al perder sus milenarias tradiciones, usos y costumbres, los pueblos originarios están acercándose al progreso y se liberan de “lastres que impiden su pleno desarrollo”.



Dentro de esta campaña está la trillada y falsa idea de que las culturas indígenas son retrógradas e inhumanas. Y el caso del maltrato y exclusión de la “mujer indígena” es uno de los favoritos, pues golpea la sensibilidad de la población, que por falta de información y por la colonización, juzga y condena lo que no conoce de fondo y prejuzga a una pueblo y una cultura que desconoce.



Así es, “el abuso machista” sobre “la mujer indígena” es un tema trillado y un sitio común para hablar de los retrógrados e inhumanos “usos y costumbres” de los pueblos indígenas y su “ancestral atraso”. Pero muy pocos han vivido años con ellos, como Carlos Lenkersdorf y su esposa que estuvieron casi 30 años aprendiendo la lengua y cultura tojolabal.



Lenkersdorf ha escrito valiosos libros sobre los valores y principios que actualmente poseen los pueblos originarios y que indiscutiblemente encuentran su origen en la Toltecáyotl. Recomendamos ampliamente de su obra: Hombres verdaderos, Filosofar en clave tojolabal y Aprender a escuchar. Es una lectura obligada para aquellos que quieran descolonizar su visión de sí mismos y de los pueblos y culturas originarias de nuestros tiempos.



Pocos conocen la sabiduría ancestral de una de las civilizaciones más antiguas de la humanidad, la que logró el más alto nivel de vida en la historia del planeta. Desconocen totalmente La Toltecáyotl(1) e ignoran el régimen de terrorismo de Estado que sufrieron durante trescientos años por parte de las autoridades coloniales y eclesiásticas, para perder su identidad y su cultura. Y “no ven, no escuchan y no sienten”, el régimen de exclusión, injusticia y explotación que hemos sometido a los pueblos y culturas originarios estos últimos doscientos años en la conformación de “la nación mexicana”.



En estos cinco siglos de inaudita opresión, las mujeres indígenas fueron la parte más débil en la que se ensañaron los conquistadores, colonizadores, capataces, los policias, los hacendados, los comerciantes, los funcionarios y ahora, los empresarios y sus maquiladoras. No es lo mismo “la mujer anahuaca” del periodo Clásico en una sociedad totalmente “nostrica”(2), que una mujer en una maquiladora de Ciudad Juárez en nuestros días. O una mujer otomí vendiendo muñecas de trapo en la ciudad de México.



La mujer en general, pero la indígena y campesina en particular siempre han defendido a sus hijos, sus esposos, sus tierras, sus costumbres y sus lenguas, de tal manera, que si las culturas originarias han logrado sobrevivir hasta la fecha ha sido por la lucha y participación activa de la mujer en la comunidad.



Y no quiero decir que “todos los usos y costumbres indígenas” son perfectos. En estos cinco siglos muchas cosas se han perdido y otras enchuecado…para poder sobrevivir. Pero lo cierto es que son las propias comunidades indígenas las que están tomando sus propias decisiones para cambiar o erradicar sus tradiciones, usos y costumbres como lo señala Lenkersdorf. Lo que es inmoral es que los intereses económicos trasnacionales y los políticos locales estén tratando de cambiar -desde afuera- las formas culturales de los pueblos originarios para aprovecharse de una sociedad dividida, donde el pueblo pierde el control social y de organización por la democracia representativa ajena a ellos y conectada a un macro sistema que emana de la Ciudad de México, pasa por la capital del estado, llega hasta la cabecera municipal y de hay a la comunidad (el sistema de partidos políticos).



Sí la mujer indígena vota, ¿mejora con ello su condición de pobreza y exclusión de la cultura dominante? Las mujeres de Ciudad Juárez y todas las explotadas y marginadas del país, que son la mayoría, ¿han mejorado con su voto su miserable condición? Cuando en una comunidad existe los usos y costumbres, a través de la asamblea se toman las decisiones en público y todos intervienen, las autoridades “mandan obedeciendo a la asamblea”. Cuando en una comunidad han entrado los partidos políticos, todos están contra todos y se divide el pueblo porque siempre, una minoría en lo oscurito toma las decisiones que en general, no favorecen el interés y el bien común.



Todos los que están “interesados en liberar a la mujer indígena”, por que no liberan primero a la mujer urbana y suburbana que también vive en la injusticia, explotación y exclusión y que son la mayoría de este país. Millones de mujeres que sostienen un hogar con sueldos de hambre y en el subempleo. Abusadas y acosadas sexualmente, no solo en el transporte público y en la calle, sino en su propio trabajo y en su misma casa. La violencia intrafamiliar es verdaderamente escandalosa y está llegando a ser una pandemia, tanto en los hogares pudientes como en los populares (veas el truculento caso del hijo del Jefe Diego, David Fernández de Cevallos). La “mujer moderna” es un objeto sexual y comercial, ha perdido sus valores y sus principios tradicionales en la cultura dominante. México es el país en América Latina que tiene más feminicidios. En la política nacional, las diputadas "juanitas"(3), ¿no es una forma de abuso? La familia ha sido desvalorizada y fragmentada y nadie dice y hace nada. ¿Por qué?



Los que conocemos la vida cotidiana en las comunidades indígenas anahuacas de este país, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que a pesar de la pobreza en que están obligados a vivir y en medio de sus contradicciones, la mujer indígena tiene una mejor calidad de vida que la mujer urbana, en cuanto a dignidad, derechos y reconocimiento social. Y las comunidades que viven bajo el sistema de usos y costumbres, los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones sobre su gobierno, que los ciudadanos que vivimos bajo el abuso de las autoridades ineptas, corruptas y simuladoras que “escogimos con nuestro voto”.



Es innegable que la mujer indígena y los usos y costumbres de los pueblos originarios están viviendo momentos difíciles debido a la espantosa pobreza y la voracidad de la iniciativa privada trasnacional por sus tierras y recursos naturales que el Plan Puebla Panamá ya les otorgó para su explotación. Pero también es innegable que la mujer urbana y suburbana, así como la familia y la educación de “los no-indígenas”, esta viviendo momentos mucho más difíciles. La violencia superlativa, tanto del Estado, como del crimen organizado, del narco, del neoliberalismo económico, la falta de empleo, de acceso a la educación y los servicios de salud ha vuelto un infierno vivir en estos “tiempos modernos” en las ciudades y cinturones de miseria de la cultura dominante. Y también es innegable que el sistema de gobierno de “la democracia representativa” está viviendo el peor momento de su pequeña historia. La clase política, los partidos políticos y la política han caído en la total degradación. La lucha por el poder al interior de los partidos y entre ellos por el gobierno es patética e inmoral.



Nunca antes -las mujeres y el sistema de gobierno- de la cultura dominante habían vivido una situación tan degradada como la que actualmente se está viviendo en todo el país.



¿Por qué los medios masivos ven “la paja en la cultura ajena y no ven la viga que traen atravesada en su ojo”?



Y como muestra de lo que afirmamos, aquí están “algunos botones”:



“La ciudad de México ocupa el primer lugar en violencia comunitaria hacia las mujeres, incluso por arriba de la violencia ejercida dentro de los hogares, donde siete de cada 10 mujeres denunciaron sufrirla. Este índice, que refleja cómo las mujeres son expuestas a varios tipos de violencia tras salir de su casa, en el transporte y en las calles, tiene que disminuir con medidas de prevención, atención y acceso a la justicia, aseguró Martha Lucía Micher, directora general del Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México”. La Jornada 24 nov. 2010.



“México ocupa el primer lugar dentro del ranking mundial, de muertes violentas de mujeres en países que no están en situación de guerra, según el Centro Reina Sofía, que valoró 135 países, informó Ana Güezmes, directora regional del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, en víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”. La Jornada 24 nov. 2010.



"Los feminicidios en Ciudad Juárez" y "las muertas de Juárez" son dos expresiones que hace referencia a la suma de homicidios y asesinatos de mujeres ocurridos en Ciudad Juárez, Chihuahua, por lo general de mujeres jóvenes y pobres. Sin referencia a las que se les tortura antes de matarlas. Por parte de la población se ha acusado de pasividad a las autoridades, puesto que en muchos casos no se ha esclarecido la responsabilidad de dichos delitos. 7565 expedientes se iniciaron por desaparición de mujeres”. Wikipedia.



“VIOLENCIA HOY SE EJERCE PREDOMINANTEMENTE HACIA MUJERES TRABAJADORAS Y ESTUDIANTES

Hasta hace 10 años, la mayor parte de las expresiones de violencia hacia las mujeres estaban dirigidas a las amas de casa, y hoy están más enfocadas a trabajadoras o estudiantes de niveles altos de estudios, afirmó Gloria Angélica Careaga Pérez, profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.En ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, indicó que en esta problemática ha disminuido el rango de edad, porque las agresiones en pareja ahora empiezan desde el noviazgo.Aunque la violencia física es la más evidente, sus demás manifestaciones están presentes en diversos ámbitos de la vida cotidiana. “Si se observa la estructura de las relaciones en las que nos movemos, podríamos decir que el género femenino está sujeto a un sinnúmero de violencias; no sólo se ejerce en la relación conyugal o de noviazgo, sino también en la estructura misma del sistema”, apuntó.Vista así, la violencia está tan naturalizada en nuestra sociedad que se considera “normal” que las mujeres ganen menos que los hombres o tengan poco acceso a la vida política, ejemplificó.” Boletín UNAM-DGCS-744 24/11/10



“El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez acusó al Estado mexicano de alentar la violencia de género. Puso de ejemplo la impunidad en el caso de la tortura sexual contra las detenidas en San Salvador Atenco durante el operativo policial del 3 y 4 de mayo de 2006.” La Jornada 25/11/10



“En México la lucha contra el crimen organizado ha invisibilizado el fenómeno de los asesinatos a mujeres, por lo cual urge retomar la propuesta de tipificación de este delito presentada al Congreso federal en diciembre de 2008, exigió la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México al presentar en la zona de las islas de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Mapa del Feminicidio en el territorio nacional.” La Jornada 25/11/10



“Terminar con la impunidad de los agresores de mujeres, pide Ebrard. Este año 850 hombres han sido procesados penalmente por abuso sexual, señala. La Jornada 25/11/10




"Ser mujer es una desventaja en la contienda por la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), en el que prevalece la discriminación contra las féminas, dijo la ex senadora Cecilia Romero Castillo, aspirante a ocupar ese cargo." La Jornada 26/11/10






Notas:

1. "Toltecáyotl" la suma y sistematización de la sabiduría ancestral de la civilización del Anáhuac.

2. "Nostrica" termino que usa Carlos Lenkersdorf que se refiere al concepto del "nosotros" comunitario, que se contrapone contra el "yo" individual de la cultura dominante.

3. "Diputadas Juanitas" termino que se usa para referirse a las diputadas que se ven obligadas a renunciar para que tome su lugar el diputado varón suplente.

Le invitamos a que vea los videos sobre la civilización del Anáhuac.
1.- LA CIVILIZACIÓN DEL ANÁHUAC
2.- PERIODO PRECLÁSICO LOS OLMECAS
3.- PERIODO CLÁSICO LOS TOLTECAS
4.- PERIODO POSTCLÁSICO LOS MEXICAS
5.- PIRÁMIDE DE DESARROLLO HUMANO DEL ANÁHUAC
6.- LA TOLTECÁYOTL
7.- TLOQUE NAHUAQUE LO DIVINO Y LO SAGRADO
8.- EL MITO DE LOS GUERREROS AZTECAS
9.- LOS TOLTECAS
10.- PERIODO CLÁSICO O DEL ESPLENDOR
11.- LA AGRICULTURA EN EL ANÁHUAC
12.- LOS TRES CÍRCULOS DE CONOCIMIENTO
13.- LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA
14.- LAS ZONAS CULTURALES DEL ANÁHUAC
15.- QUETZALCÓATL
16.- EL COLAPSO DEL PERIDO CLÁSICO
17.- LAS CIVILIZACIONES MÁS ANTIGUAS DEL MUNDO
18.- LOS SEIS ELEMENTOS CULTURALES QUE DISTIGUEN A LA CIVILIZACIÓN DEL ANÁHUAC
19 La Batalla Florida

miércoles, 17 de noviembre de 2010

“Quién son éstos que nos deshacen y perturban e viven sobre nosotros y los tenemos a cuestas y nos sojuzgan”


Lo que hoy es México fue la cuna de la civilización que logró el más alto grado de Desarrollo Humano para todos sus miembros en la historia de la humanidad.


Por lo menos desde el año 1500 a.C., la alimentación, la salud, la educación y la organización social, hasta la invasión europea fueron muy superiores al nivel y calidad de vida de todos los pueblos europeos.


Aún en 1519, en el periodo decadente o Postclásico (850-1521 d.C.), la calidad de vida de un habitante promedio de Tenochtitlán, era con mucho, superior al de una habitante promedio de Madrid o París de aquellos tiempos. Más aún en los mil años de esplendor del Anáhuac (200 a.C.-850 d.C.).


Sin embargo, debido a la invasión y colonización permanente que han sufrido durante cinco siglos los pueblos y culturas del Anáhuac, la calidad y nivel de vida esta muy por debajo de los estándares de los países que proporcionalmente, desde el punto del tamaño de su economía, son similares a México.



Los criollos en el poder desde 1821, actualmente representan aproximadamente el 10% de la población y poseen casi el 40% de la riqueza nacional, existen 85 mil “mexicanos” con más de un millón de dólares y tienen al hombres más rico del mundo en un país de pobres, (un “mexicano” llamado Carlos Slim Helú). Del otro lado, los pueblos anahuacas poseen tan solo el uno % de la riqueza de la nación. Según la Universidad Iberoamericana, más de 20 millones no tiene garantizado el alimento cotidiano, el 72% no cubre las necesidades básicas, somos el país que consume más refrescos embotellados del mundo y por consiguiente el que tiene más enfermos de diabetes, el país que más anuncios de alimentos chatarra permite en la tv. en el horario infantil y por consiguiente, tenemos un grave problema de obesidad infantil. Por otra parte, los gobiernos criollos se han caracterizado históricamente por ser incompetentes, corruptos, traidores. Somos con Haití, el país de mayor injusticia social del continente.



                  ¿Cómo ha sido posible esto?



Básicamente por medio de dos grandes estrategias. La primera a través de la OCUPACIÓN cinco centenaria: es decir, tres siglos de Colonia por los españoles y dos siglos de neocolonialismo por los criollos. Primero se destruyeron las estructuras propias del milenario desarrollo humano anahuaca. Es decir, se destruyeron LAS LEYES, INSTITUCIONES Y AUTORIDADES propias de los pueblos invadidos y se impusieron: leyes, instituciones y autoridades coloniales para favorecer los intereses de los extranjeros y la corono española. Los criollos se independizaron de los gachupines y de España en 1821, pero han mantenido maquillado el feroz sistema colonial de EXCLUSIÓN. Todo cambió hace dos siglos para seguir igual, solo que “más modernos”.


La segunda estrategia ha sido la colonización mental y cultural para que los pueblos anahuacas perdieran: la lengua, la memoria, los conocimientos, los espacios y la espiritualidad que milenariamente los caracterizó. De modo que: mudos, ignorantes de sí mismos, estúpidos e inseguros, sin arraigo y en “el aire”, y finalmente, fanáticos e idólatras de una religión ajena y manipulada por sus opresores, los pueblos descendientes de la civilización y culturas del Anáhuac, se han convertido en carne de cañón y han vivido una actitud esquizofrenica de “colonizador-colonizado”. Despreciando lo propio y exaltando lo ajeno. Tratando a toda costa en convertirse en otro explotador, en vez de liberarse a sí mismos y a su pueblo.


En otras palabras “la Patria patriotera de los criollos”, que tiene doscientos años de existencia, se ha apoderado de “la Matria anahuaca”, para explotarla y depredarla exaltando el malinchismo, la ignorancia y la corrupción entre el pueblo. Un país de ignorantes sin ley y sumidos en la corrupción, la violencia e impunidad; en el que, “el que tiene más saliva, traga más pinole”, y en el que “el pez grande devora al chico”. Es decir, los criollos nos aplican "la ley de Herodes" y nosotros a los que se dejan. Una sociedad de vencedores y vencidos, "el paraíso de los vívales y abusadores". 


Esto es lo que nos ha sucedido en estos cinco siglos. La “historia oficial” y los historiadores del sistema colonial han logrado que los anahuacas seamos: “mexicanos, extranjeros incultos en su propia tierra”. Pero esto que ha sucedido tiene que cambiar y los bien nacidos, los verdaderos hijos de los hijos de los Viejos Abuelos toltecas, los herederos CULTURALES de la Toltecáyotl. Sean indígenas, mestizos, criollos o extranjeros, tenemos que romper las cadenas de la ignorancia y la violencia colonizadora, para cambiar el destino de la nación.


Y como ejemplo, está la lucha que en el siglo XVI llevaron un español y un anahuaca. Me refiero a Fray Bartolomé de las Casas, quien valientemente se opuso, luchó y denunció los crímenes de Lesa Humanidad que estaban cometiendo los conquistadores y colonizadores en la invasión de América.



"Otra vez, este mesmo tirano fue a cierto pueblo que se llamaba Cota, y tomó muchos indios he hizo despedazar a los perros quince o veinte señores y principales, y cortó mucha cantidad de manos de mujeres y hombres, y las ató en unas cuerdas, y las puso colgadas de un palo a la luenga, porque viesen los otros indios lo que habían hecho a aquellos, en que habría setenta pares de manos; y cortó muchas narices a mujeres y a niños". Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias.


Y al Señor de Texcoco, Carlos Ometochtzin Chichimecatecatl quien en 1539 fue enjuiciado y quemado vivo por la Santa Inquisición, por públicamente oponerse a la OCUPACIÓN y COLONIZACIÓN europea del Anáhuac. Tomamos dos párrafos de -los dichos del inculpado-, de los documentos con los que se le juzgó.


“¿Quién son éstos (los españoles) que nos deshacen y perturban e viven sobre nosotros y los tenemos a cuestas y nos sojuzgan?”


Creo que sintetiza el mal que hemos vivido desde 1521. Y refiriéndose a la Iglesia Católica y al desorden social que vivieron a imponer y en el que seguimos viviendo para beneficio de los colonizadores refiere:


“huyamos de los padres religiosos y hagamos lo que nuestros antepasados hicieron, y no haya quien nos lo impida: en su tiempo no se asentaban los maceguales en petates ni en equípales, agora cada uno hace y dice lo que quiere: no había de haber quien nos impidiese ni fuese a la mano en lo que queremos facer”…


En síntesis, es la ignorancia de nosotros mismos, de nuestra historia verdadera, de nuestros ancestrales valores, actitudes, tradiciones y costumbres, por lo que hemos caído en la desolación, la ignorancia y la anarquía, campo fértil de nuestros opresores. El conocimiento de quienes somos en verdad a través de la educación, es lo que nos puede acabar con la ocupación y la colonización de nuestra Matria.

Más información http://www.toltecayotl.org/

miércoles, 10 de noviembre de 2010

TOLTECAS Y LA TOLTECÁYOTL



Mucho se ha escrito de los “toltecas” y en verdad poco se sabe de ellos. Se ha dicho –equivocadamente- que fue un “pueblo o cultura” y generalmente se confunden con las historias del periodo Postclásico decadente del Anáhuac (850-1521 d.C.)



Los toltecas fueron un linaje de conocimiento de la sabiduría ancestral del Cem Anáhuac. Es decir, tolteca es un “grado de conocimiento” de la Toltecáyotl. Todas las civilizaciones antiguas con origen autónomo tuvieron una “estructura de conocimiento” que les permitió desarrollar el “andamiaje cultural” con el cual transformar el mundo y darle significado, tanto en la material como en lo inmaterial. La Toltecáyotl es la suma sistematizada de los conocimientos de la civilización anahuaca por lograr “el equilibrio”, tanto en el plano material exterior, como en el plano inmaterial interior.



Toltecáyotl será entonces el “arte de vivir en equilibrio” y por eso “tolteca” es, -simbólicamente-, “el artista” entre los artistas. El que hace brotar los rostros propios y los corazones verdaderos, el que ilumina como una tea que no humea, “el maestro” entre maestros.



De modo que existían en el Cem Anáhuac un puñado de toltecas provenientes de todos los pueblos y culturas. Estos hombres y mujeres de conocimiento estudiaban y practicaban los conocimientos de la Toltecáyotl, en el periodo Clásico, en lo que hoy conocemos como “zonas arqueológicas” y que nunca fueron palacios, fortalezas, ciudades o “centros ceremoniales”. Sino, centros de investigación y estudio de las posibilidades humanas en torno a parámetros energéticos que hoy la ciencia occidental empieza a percibir. El centro irradiador de la Toltecáyotl fue Teotihuacán lugar en donde “los seres humanos alcanzaban la divinidad”.



La Toltecáyotl y los toltecas, seguramente surgieron desde el periodo Preclásico. Evolucionaron desde ser nómadas, cazadores, recolectores; pasando por sedentarios agricultores hasta lograr desarrollar y construir un complejo sistema de conocimientos y valores que les permitieron resolver sus problemas existenciales de carácter material de manera eficiente, para pasar a plantear la solución de los problemas existenciales de orden inmaterial o de trascendencia, con la llamada cultura olmeca.



En efecto, los llamados olmecas o conocedores “de la medida del movimiento”, fueron los primeros “maestros” que empezaron a estructurar lo que conocemos como Toltecáyotl. Es interesante observar que a lo largo de la historia anahuaca, desde aproximadamente el año seis mil u ocho mil antes de la era cristiana, existió una línea de pensamiento unificador que estructuró y permeó los tres periodos (Preclásico, Clásico y Postclásico) con una misma raíz filosófica cultural, que se puede observar en la arquitectura, iconografía, rituales, valores, usos y costumbres de todos los pueblos anahuacas, aunque totalmente diversificada a través de sus pueblos y culturas en el espacio y en el tiempo anahuaca. El maíz y Quetzalcóatl son los símbolos por excelencia de la realidad “material y espiritual” del Anáhuac.



Por ello, Quetzalcóatl no fue ni un personaje y menos “un dios” como lo dijeron algunos pueblos anahuacas del periodo Postclásico, y los conquistadores respectivamente. Quetzalcóatl en cambio es un símbolo filosófico y un arquetipo humano como lo han tenido las otras civilizaciones antiguas de la humanidad.

La Serpiente Emplumada olmeca


Porque podemos observar en la cultura olmeca en el año 1200 a.C. en Chalcatzingo, Morelos a la “Serpiente Emplumada” esculpida en los grandes peñascos de la zona arqueológica. Pero también lo apreciamos en Teotihuacan en el año 200 d.C. en el periodo Clásico, y aún en la Gran Tenochtitlán en el periodo Postclásico con los mexicas en 1500 d.c. De modo que no pudo ser un ser humano. Tampoco fue un “dios”, pues sabemos que en la religión anahuaca no existían dioses. Solo se percibía una divinidad suprema que no tenía forma, nombre y no podía ser representada. Sin embargo, existían múltiples manifestaciones o advocaciones de su inconmensurable poder y presencia. Estas múltiples advocaciones de lo desconocido, innombrable, invisible e impalpable, los colonizadores de ayer y de hoy, por ignorancia o por dolo les han llamado “dioses” para justificar su erradicación y la imposición de su evangelio, y los investigadores, su errados y desafortunados trabajos, que reducen la Toltecáyotl a un puñado de idolatrías y “primitivas creencias”.


                                       La Serpiente Emplumada tolteca

Pero la realidad es otra. “El Quetzalcóatl” nos esta hablando de una figura filosófica o de una aspiración humana por encontrar “el equilibrio” a través del uso correcto de “la medida”. Para la Toltecáyotl el ser humano metafóricamente se divide en cuatro partes a partir de “su centro” o llamado “co” en lengua náhuatl, que significa “ombligo”. Del ombligo a la cabeza simboliza el cielo y el Espíritu, se representa con el Quetzal el ave más bella que remonta las alturas deseadas por el ser humano. Del ombligo a los pies simboliza la Tierra y la materia, se simboliza con una serpiente que en lengua náhuatl se dice “cóatl”. De modo que “Quetzal-cóatl” significa filosóficamente la unión y el equilibrio entre el Espíritu y la materia. Las otras dos partes vienen de la división longitudinal del ser humano en la parte derecha o tonal y la parte izquierda o nahual, que representan del mundo y del individuo respectivamente: El Sol, lo masculino y la razón; y la Luna, lo femenino y la intuición.

                                        La Serpiente Emplumada mexica

Quetzalcóatl, la Toltecáyotl y los toltecas son la parte más decantada, -“el fruto florecido”-, de la civilización del Anáhuac y que hasta la fecha, poco se sabe de este portentoso conocimiento que dio sabiduría, dirección y continuidad a más de tres mil quinientos años de Desarrollo Humano en el Cem Anáhuac.



De esta manera podemos afirmar que los maestros “toltecas olmecas”, tuvieron su continuidad con los maestros “toltecas mayas, zapotecos y nahuas”, por citar solo tres de las diferentes culturas del Anáhuac. Sin embargo, a partir del “colapso del periodo Clásico” alrededor del año 850, “los toltecas” desaparecieron del tlaltipac o faz de la tierra, destruyendo sus numerosos centros de conocimiento y encubriendo su milenario conocimiento. Dejando la profecía que regresarían a restaurar la armonía y el equilibrio en el Anáhuac en el año uno caña, que se repite cada 52 años.



El mito o metáfora de que Quetzalcóatl es que fue engañado y derrotado por su contraparte Tezcatlipoca, quien logro vencer “las defensas” que lo protegían en su palacio y le entregó un espejo como regalo, el cual al verlo Quetzalcóatl, “encontró a un anciano” y por lo cual se trasgredió y pecó, perdiendo su pureza. Motivo por el cual abandonó el Anáhuac. La metáfora nos sugiere que el conocimiento “envejeció” y tuvo que “retirase” temporalmente para “restaurarse” con la promesa de que regresaría para restablecer la armonía y el equilibrio.



Tiempo después, el recuerdo de Quetzalcóatl y sus enseñanzas empezar a transformarse y corromperse con las sucesivas generaciones. Algunos pueblos transformaron los ancestrales mitos y los ajustaron a “su historia”, en la cual aparece Quetzalcóatl como un dios o un personaje. Este nuevo periodo se conoce como Postclásico y el “recuerdo” de Quetzalcóatl se irá transformado según los intereses de los grupos de poder. En efecto, durante el periodo Clásico existió un periodo de paz y los pueblos vivieron en armonía y equilibrio durante más de diez siglos guiados por los venerables maestros toltecas y la sabiduría de la Toltecáyotl. Floreció la cultura en su diversidad pero mantuvo su raíz filosófica y sobre todo, una unidad cultural asombrosa.



Esta “unidad en la diversidad cultural”, no solo se manifestó en los múltiples idiomas, manifestaciones religiosas, arquitectura, iconografía, arte, alimentos, vestido, etc. Sino fundamentalmente en el aspecto filosófico. Una región tan extensa como el Cem Anáhuac y con tantos pueblos diferentes, mantuvo la unidad cultural en base a la matriz filosófica cultural que representó la Toltecáyotl. El tolteca, no importaba que hablara lengua náhuatl, maya o zapoteco, hablaba de los mismos conceptos filosóficos y mantenía los mismos valores y principios. Lo que permitió que todos los pueblos fueran diferentes pero hermanados por las mismas elevadas aspiraciones existenciales.

Ocho Venado conquistador mixteco

A partir del Siglo X en el Anáhuac se inició la búsqueda de “re-construir” esta asombrosa unidad cultural que duró un milenio, pero ya no con la sabiduría, sino con las armas y las alianzas entre pueblos y linajes familiares. En la ausencia de los toltecas algunos pueblos y líderes trataron de reunificar esta totalidad cultural. Los mayas, los mixtecos, los purépechas y finalmente los mexicas lo intentaron, pero con logros parciales y limitados en tiempo y espacio hasta la llegada de los invasores europeos.



Sin embargo, es importante señalar que los toltecas solo “desaparecieron” del tlatipac, pero nunca se extinguieron o se acabo la toltecáyotl. Los toltecas siguieron con el desarrollo de la Toltecáyotl, pero ahora fuera del mundo cotidiano e inmediato. Los toltecas han seguido sus linajes de conocimiento a través del tiempo. Su capacidad e impecabilidad los ha hecho ser “invisibles” en medio de los tumultos de la colonia y el México independiente, llegando hasta nuestros días impecables e inmaculados. Por otra parte, La Toltecáyotl ha seguido viva en el subconsciente de los pueblos y culturas de lo que hoy conforma México.



Finalmente los historiadores colonizadores desde Clavijero hasta los contemporáneos –nacionales y extranjeros-, han hecho de los “toltecas” un pueblo y una cultura. Cosa que es un equivoco y una muestra del desconocimiento y desprecio con el que han “investigado y estudiado” el pasado ancestral de nuestra civilización. Actualmente en el mosaico multiétnico de la nación, no aparecen los “toltecas” dentro de los 62 pueblos originarios. Sí fueron un pueblo, y éste fue tan importante, cómo es posible que no exista en la actualidad, cuando encontramos pueblos como los tacuates que, a pesar de su relativa importancia en el “pasado indígena de la nación”, permanecen y han sabido sobrevivir a su muerte histórica. Los toltecas nunca han sido un pueblo ni una cultura, sino un grado de conocimiento de la Toltecáyotl.



Lo cierto es que los toltecas ocultaron sus conocimientos. No sabemos la razón, pero la destrucción de lo que hoy conocemos como zonas arqueológicas del periodo Clásico, no solo representó un formidable esfuerzo, sino es el símbolo irrefutable de que su conocimiento se “encubrió”, pero que ha seguido en pleno y permanente desarrollo. El hecho de que la cultura dominante no lo pueda conocer y manipular esta sabiduría, no implica necesariamente que no exista. Solo se ha mantenido fuera de “la realidad o mundo conocido” de la cultura dominante.



La Toltecáyotl y los toltecas son el mejor recurso que tenemos para construir un país de justicia, igualdad y humanismo. Representa el Patrimonio Cultural más importante que hemos heredado de los más de siete mil quinientos años que conforman el pasado del Cem Anáhuac. La profecía de su retorno sigue viva en el subconsciente y en el corazón de los pueblos que conforman el “México” de nuestros días.



Bibliografía recomendada sobre el tema:

“Toltecáyotl: aspectos de la cultura náhuatl”.
Miguel León-Portilla FCE. Méx. 1983.

“Historia Verdadera del México Profundo”.
Guillermo Marín. www.toltecayotl.org
Sección Libros.