martes, 31 de enero de 2012

¿QUÉ ES EN VERDAD LA CRISIS FINANCIERA DEL MUNDO?


Resulta increíble que cuando la “humanidad” ha logrado el más alto grado de desarrollo tecnológico y científico, cuando las máquinas están multiplicando la riqueza de manera inconmensurable, casi todos los países, ricos y pobres, estén cruzando por una severa crisis económica, comenzando con Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y no se diga México.



La raíz de la crisis es la corrupción moral y la pérdida “del sentido o razón de la vida”. En efecto, las personas, las familias y los gobiernos han perdido los valores esenciales de la “condición humana”.



El control de la vida de las personas, las familias, los pueblos y sus gobiernos está en manos de “las mega empresas” trasnacionales que marcan los nuevos valores y principios que rigen al planeta.



Es decir: La codicia, el consumismo, el abuso, el individualismo, la irresponsabilidad existencial, en síntesis: “el culto al becerro de oro”, entendido como “la modernidad”.



El origen de la crisis financiera del mundo es que: las personas, las familias, los pueblos y sus gobiernos, CONSUMEN MÁS DE LO QUE PRODUCEN.



Este enloquecido y desenfrenado frenesí de encontrar en “el comprar/tener” la forma para trascender la existencia, se sustenta en una enorme vacío existencial y una dramática miseria espiritual, que deviene de la destrucción (a propósito) de las tradiciones y costumbres, valores y principios, que se habían construido a lo largo de siglos por las culturas tradicionales del mundo.



La modernidad ha destruido a la tradición, o sea, “la nada ha acabado con todo”. Ser “moderno” es vivir al ritmo, valores, deseos, sentimientos, necesidades que imponen “las mega empresas” a través de los medios masivos.



Por ello, las personas y los gobiernos están adquiriendo “todo y de todo”, gastando más de lo que tienen en cosas superfluas e innecesarias y hasta dañinas. Las deudas de los gobiernos, como el de Estados Unidos, es imposible de pagar.



Pero lo mismo la de los bancos que prestaron (por codicia y ambición) más de lo que podían pagar sus clientes. Y de la misma manera, la gente común gasta mucho más de lo que gana y vive del angustioso y leonino crédito, que es una forma moderna del esclavismo.



De esta manera, la crisis financiera del planeta es antes que nada, una crisis de valores y principios producto de la deshumanización, de la desacralización del mundo y la vida, de haberle dado la espalda a un desarrollo humano sustentado en el bien común y en el desarrollo espiritual como fin supremo de la vida: irresponsabilidad del Estado, los padres y cada una de las personas.



Efectivamente amable lector, este es el punto “incómodo” de esta reflexión. Cada uno de nosotros somos parte importante de esta “crisis planetaria” por nuestra irresponsable forma de vivir.



Necesitamos ser más conscientes, exigentes y responsables en nuestra propia vida. La de todos los días.



Por una parte, debemos de dejar de estar “prendidos” al mundo material del ser a través del tener. Ser más austeros, frugales y analíticos en lo que “verdaderamente necesitamos”, y en segundo lugar, poner mayor atención, tiempo y energía al desarrollo espiritual de nosotros mismos, la familia y la comunidad.



El amor, la solidaridad, la educación, la familia, el respeto a la naturaleza y el bien común deben ser retomados como los valores esenciales de la vida, de la sociedad y del Estado.



Los “rescates financieros de los gobiernos y los bancos”, es el RESCATE DE LA IRRESPONSABILIDAD Y EL PREMIO A LA COIDICIA DE LOS MERCADERES, así como alentar la impunidad de los políticos.



No se rescata a Grecia, España o Italia, se recata a los bancos agiotistas y a los políticos corruptos que prestaron irresponsablemente o dolosamente y a políticos que se prestaron a este mega fraude.



No se rescata a los pueblos, al contrario, los pueblos tienen que pagar con sangre a los banqueros.



En Islandia, el pueblo metió a la cárcel a los políticos y dejó que quebraran los bancos y hoy no tienen problemas económicos, su economía se ha recuperado.



Nosotros deberíamos comenzar con cancelar nuestras tarjetas de crédito y vivir de manera honesta, de acuerdo a nuestros ingresos y nuestros valores ancestrales. www.toltecayotl.org http://tolteca-guillermomarin.blogspot.com/



miércoles, 25 de enero de 2012

“EL PASADO PREHISPANICO”, entre lo propio y lo ajeno.


 
Para el común de los mal llamados “mexicanos” (porque la mayoría no descendemos de los mexicas), gracias a la SEP y la televisión comercial, -que no es lo mismo pero es igual-, nada tenemos que ver con… “ese pasado prehispánico”.



En efecto, el ciudadano común, nunca se le ha enseñado a valorar y dimensionar su Patrimonio Cultural ancestral. La Colonia (1521-1821) y el neocolonialismo (1821-2012) han mantenido una eficaz política de “amnesia cultural” a través de “premio y castigo”. Si te aferras a la civilización invadida y sometida serás explotado inmisericordemente, no tendrás derechos, oportunidades y acceso a la justicia y al “progreso”.



En cambio, si te asumes (disfrazas) de “conquistador-encomendero-patrón-moderno-globalizado”, se te abrirá un pequeña opción para que pertenezcas a la sociedad dominante. Para ello hay que aprender español y olvidar tu lengua madre, dejarás tus tradiciones y costumbres y pasarás a ser “moderno” en medio de un gran vacío, es decir un obrero-empleado-periférico, consumidor de productos y una vida chatarra que alimenta al Sistema Neocolonial, serás un “despreciador-despreciado”.



Durante cinco siglos la civilización del Anáhuac ha sufrido una feroz exclusión de la vida económica, política, social y cultural. Le “memoria histórica” casi ha sido borrada del pueblo de esta nación. Lo poco que se sabe del pasado ancestral, es el discurso difamatorio y doloso de Hernán Cortés (Las Cartas de Relación) hasta el de Mel Gibson (Apocalipto).



En el cual nuestros Viejos Abuelos, creadores de una de las seis civilizaciones más antiguas del mundo, que inventaron el cero matemático, la cuenta perfecta del tiempo, el maíz y un largo etcétera, son reducidos a perversos caníbales, belicosos fratricidas, perpetuadores de incesantes sacrificios humanos, adoradores del aire, el agua, el viento, el sol y, por supuesto, del demonio.



El Patrimonio Cultural intangible y tangible de siete milenios y medio, que es lo único “propio-nuestro” que tenemos, que nos da un “rostro propio y un corazón verdadero”. Que nos proporciona una personalidad propia y original que nos identifica en el mundo, al igual que el de China a los chinos y el de la India a los indios, este maravilloso legado de sabiduría es desconocido, despreciado y negado.



La colonización lo ha tratado de borrar de la mente y los corazones de los llamados “mexicanos”, al forzarnos a tratar de ser “novohispanos” tres siglos (1521-1821), franceses (1821-1921) y ahora, gringos de tercera (1921-2012). Tercamente hemos despreciado “lo propio” y hemos tratado de copiar (con mal gusto, torpemente y a destiempo) “lo ajeno”.



Jamás seremos más españoles que los españoles o más gringos que los gringos, pero siempre hemos tenido de ellos su desprecio y hemos sufrido el despojo y su explotación. El mexicano vive perdido en el “laberinto de la desolación” de ser un extranjero inculto en su propia tierra y de la esquizofrenia de tratar de ser algo que jamás podrá ser.



A partir de la década de los años sesentas, el Estado ha usado el Patrimonio Cultural tangible del Anáhuac para atraer turistas al país. Con Salinas de Gortari se incrementó esta política hasta llegar a convertir a las zonas arqueológicas en “Disneylandias Prehisánicas”. Los directivos y arqueólogos del INHA se han prestado sumisamente, no así los trabajadores, a esta denigrante tarea de convertir nuestro mayor legado en una mercancía sin substancia.



Sin embargo, el Patrimonio Cultural intangible, el maravilloso y milenario legado de conocimientos y sentimientos conocido como Toltecáyotl, ha sido ignorado totalmente por el Estado. Manoseado solo por un puñado de intelectuales orgánicos para ganar prestigio académico y dádivas institucionales, pero totalmente alejado y descontextualizado del pueblo que lo generó.



Lo “prehispánico” es para libros académicos y para turistas. No para exaltar nuestra raíz civilizatoria, su valía, su presencia y su dimensión en nuestra sociedad. No para acrecentar y fortalecer el orgullo de ser un pueblo sabio y milenario. Presumir que está muerta la civilización del Anáhuac es un acto de barbarie e ignorancia maliciosa que transluce la xenofobia, el racismo y refuerza la colonización cinco centenaria de la clase dominante a los invadidos-ocupados.



Indiscutiblemente el futuro de nuestra Nación está en su pasado. En el descubrimiento y difusión de sus mejores valores y principios. La emergencia de la sabiduría milenaria de una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad es la única posibilidad real que tenemos. No podemos seguir copiando ciegamente modelos externos.



Los pueblos anahuacas y mestizos necesitamos volver nuestros ojos y nuestra atención a la Toltecáyotl. Se requiere iniciar el camino hacia el centro y el origen de nosotros mismos, sin desconocer y negar, los valores y conocimientos que en estos cinco siglos la civilización del Anáhuac ha apropiado a su Ser, de otras civilizaciones y culturas. No existe “la pureza cultural” en ninguna parte del planeta.



No se trata de negar el sincretismo cultural de que se ha entretejido en los últimos cinco siglos. Se trata en cambio de incorporar a lo que hoy somos –una nación mestiza-, la raíz negada que nos da vigor, continuidad y futuro.



No podemos enfrentar el futuro, ni la reconstrucción de esta patria desecha y dolorida, sin la herencia y el patrimonio más valioso que tenemos, porque si bien, poseemos elementos culturales importantes y valiosos de España pero no somos españoles, de Francia pero no somos franceses y de Estados Unidos pero no somos estadounidenses. Lo único que tenemos como “propio-nuestro”, único en el mundo, cien por ciento original, es la Toltecáyotl.



Esta sabiduría que implica una forma de ver y entender el mundo y la vida es nuestro mayor potencial. Que se construyó a partir de la experiencia de vida de generaciones a través de siglos y milenios. Que exalta las más elevadas virtudes humanas para lograr la trascendencia existencial en el plano espiritual a partir de lograr el equilibrio entre el mundo material y el mundo espiritual.



En la educación, el fortalecimiento de la familia, el comunitarismo y la solidaridad, la democracia participativa, el desarrollo espiritual y el respeto a la Naturaleza.



Necesitamos investigar, promover y difundir la Toltecáyotl entre los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos toltecas, para que en la reconstrucción de nuestra nación obremos en consecuencia con esta sabiduría ancestral. Lo difícil no es hacerlo. Lo difícil es imaginarlo.



domingo, 15 de enero de 2012

“Me la pelas”: Sacal Smeke o el lenguaje de los poderosos


El lamentable suceso que protagonizó el Sr. Miguel Sacal Smeke en contra de un humilde trabajador que prestaba sus servicios en el lujoso condominio en Las Lomas, no es un caso aislado en nuestro país –tampoco tratándose de este energúmeno, porque al parecer, es su forma de vida en el país que le ha dado todo lo que tiene-, sucede en el caso de muchas personas y personajes que ostentan el poder económico y político México.



Esta clase de conductas, por desgracia, es una forma de relación establecida por los llamados “mexicanos”, correspondiente a un país con una enraizada estructura de dominación, con relaciones sociales, políticas, económicas y culturales eminentemente coloniales de vencedores y vencidos, de encomenderos y encomendados, de caciques de horca y cuchillo, de hacendados y peones acasillados, de magnates y obreros, de funcionarios y gente común. Lo que hoy llamamos “México” continúa siendo una Colonia del siglo XVI, hipócritamente disfrazada de democracia bananera.



Mucha vergüenza le debe dar a la comunidad judía que vive en México el reiterado comportamiento de su paisano. Aunque esta comunidad es muy pequeña, es sumamente poderosa económica y políticamente ya que en sus empresas labora el 25% de los trabajadores que cotizan en el IMSS.



Pero la bajeza humana de este nefasto personaje no proviene de “ser judío”, ni siquiera de ser un hombre económicamente poderoso, porque existen judíos poderosos que son personas humanitarias y generosas. Lo que viene haciendo, al parecer de manera cotidiana este señor, es una forma muy común de trato de “los patanes que tienen el poder” para con la gente que no lo tiene, especialmente los más humildes. Actualmente Sacal Smeke tiene cuatro demandas, dos de ellas en la JLCA por maltrato y despido de dos de sus trabajadores.



En efecto, debido a que la nuestra es una sociedad colonial, las relaciones y conflictos se producen por el avasallamiento, la denigración y el abuso. Es una relación entre “vencedores y vencidos”, entre “chingones y chingados”. Y no es casual que los vencidos y los chingados sean -por lo general- los descendientes de la civilización del Anáhuac, los “morenitos”.



Pero el punto no es tan sencillo ni maniqueo. El problema es mucho más profundo y se remonta al inicio de la formación de relaciones en la sociedad durante la Conquista y la Colonia. Los explotadores que han llegado de fuera, desde Hernán Cortés hasta Carlos Slim, han negado y tratado de destruir, a toda costa, la civilización Madre, despojando de la calidad de seres humanos a los invadidos-vencidos; y en ello se han empeñado, en crear “una cultura” inicua y una forma desigual de ver y tratar “al otro”.



El lenguaje de Sacal Smeke, además de vulgar y bajo, es fundamentalmente racista y clasista, de ahí su gravedad. Tiene como objetivo no solo denigrar al adversario, sino reducirlo a la nada, ostentando superioridad y poder económico. En esta clase de lenguaje no existe ni ley ni dios, el “otro” pierde su calidad de ser humano y es reducido a la nada:



“Te aviso, me la pelas. Tú a mi me la pelas. Yo te escupo y te mando a chingar a tu madre. Te quieres meter conmigo, vas a perder. No sabes con quien te metes pinche gato. Pinches indios. Pago 30 mil pesos para que estos gatos hagan lo que les pido. Me lo estoy madreando para que veas que no hacen lo que les pido.” Este lenguaje desnuda lo que el Sr. Sacal Smeke lleva en sus entrañas.



Pero estos lamentables hechos y su lenguaje son, en general, la forma en que se pretenden resolver las disputas y fricciones en nuestro país. Baste recordar al “gober precioso” hablando con Kamel Nacif, otro poderoso industrial libanés; o simplemente escuchar atentamente en la calle;



O bien a Carlos Talavera refiriéndose a mujeres indígenas: “huele impresionantemente feo, pero pues pobrecillas, no es lo suyo la higiene”, o el típico “pinche naco jodido” de Miguel Gómez Mont a la familia de Cuauhtémoc Blanco.



No solo son “las ladies de Polanco” con su famoso “pinche asalariado de mierda” -mismo discurso, pero ahora pronunciado por mujeres- sino que sucede en cualquier riña entre “masehuales”, “hijos de la conasupo,” ”nacos”, “indios” o como dijera la hija de Peña Nieto “la bola de pendejos que forman parte de la prole”.



En efecto, en México, entre iguales -misma clase económica, nivel de estudios o fenotipo- el “pinche indio” es la más grave denigración racial y cultural que se pueda expresar. Pertenecer a la cultura original de este país, representa una afrenta devastadora para un ¡mexicano! Increíble y totalmente esquizofrénico.



Y ese es el punto, amable lector, esta forma que tenemos de insultarnos se sustenta en un cáncer producido por el cinco centenario Sistema Colonial en el que vivimos y no queremos reconocerlo.



Que antes no existiesen cámaras de seguridad y pequeñas videocámaras al alcance de cualquiera, con las que se puediesen grabar estas lamentables y cotidianas escenas, no quiere decir que “hasta ahora se descubra” este cáncer en nuestra sociedad.



El problema profundo es que debido al Sistema Colonial, CUALQUIER PERSONA EN MÉXICO con un poquito de poder o con la presunción de tenerlo, inmediatamente trata al adversario en la misma forma que el Sr. Sacal Smeke.


La diferencia es que este personaje además es cobarde y abusivo, porque se rodea de guaruras para cometer sus agresiones sobre empleados indefensos y temerosos de perder su trabajo, en cambio, la gente común y corriente después de una “mentada de madre” y su consiguiente “pinche indio” se va a los golpes sin guaruras de “apoyo”.



El punto de esta reflexión, es que vivimos en una sociedad de “vencedores y vencidos”, una sociedad en la que el poder económico y político le permite, a cualquiera, trasgredir la ley, denigrar al prójimo, quitarle la calidad de ser humano, reducirlo a la nada y golpearlo.



Con dinero e impunidad en México, cualquiera puede hacer lo que se le da la gana, desde un Presidente de la República que puede declarar una guerra con 50 mil muertos, porque “se la pelamos” desde la silla presidencial;



O un gobernador que puede mandar asesinar descaradamente y robar como Ulises Ruiz; o robar y defraudar al propio Gobierno Federal como Humberto Moreira; o una lideresa gansteril como Elba Ester Gordillo que pude apropiarse del mayor sindicato de América Latina y poseer una parte del poder de la nación;



O una familia que puede tener como negocio familiar y privado todo un partido político como el caso González Torres, o un duopolio que puede tener el control de la televisión comercial. En fin, desde todo lo anterior, hasta asesinar, secuestrar, robar, defraudar, porque en este país el 95% de los delitos quedan impunes.



El punto es que el que tiene el poder, el dinero o un arma en la mano, como sentencia el Sr. Sacal Smeke, puede ejercer el “Tú a mí me la pelas. Te quieres meter conmigo, vas a perder. No sabes con quien te metes pinche gato.”



Y esta es la realidad en nuestro país. Un puñado de familias que tienen casi todo el poder en México y el 90% de la población que “se las pelamos” a estos encomenderos y virreyes del dinero y la política. México es un país de monopolios y encomiendas.



El desprecio que tienen los poderosos en México por los pobres, los “indios”, los “gatos” y “la prole” es descomunal: 52 millones de pobres, 11 millones de expulsados a E.U., 25 millones con carencias de alimentación, 7% de analfabetas, 73% de analfabetas funcionales, 6% de la población desempleada, 28% trabajando en la informalidad sin prestaciones ni servicios de salud, 4.1 % de aumento al salario mínimo para 2012, que representa $2.31 de aumento, aumentos permanentes de gasolina, energía eléctrica y gas.



Sin embargo, la otra cara de la moneda nos dice que los poderosos cada día tienen más dinero, compran más, viajan más, sacan cantidades increíbles de dólares al extranjero. Es inconcebible que unos pocos tengan casi todo y la mayoría casi no tenga nada.




Sacal Smeke expresa la realidad nacional: “Yo te escupo y te mando a chingar a tu madre. Pinches indios.”




Foto cortesía de MastaPhoto.mx