jueves, 27 de septiembre de 2012

LOS EUROMEXICANOS, LOS MEXICANOS Y LOS ANAHUACAS




En este país, desde 1521 los que detentan el poder político, económico, social y cultural son extranjeros. Lo que han vivido en estos cinco siglos “los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos”, sean “indios, campesinos, obreros, empleados, desempleados; en síntesis: “LA PROLE”, ha sido y sigue siendo, un verdadero infierno.



Los que empezaron a llegar al Cem Anáhuac desde 1519, destruyeron las milenarias instituciones, leyes y autoridades del Anáhuac, para imponernos sus leyes, autoridades e instituciones COLONIALES durante tres siglos. 




Y después de que los criollos echaron a los gachupines del poder y del Virreinato de la Nueva España, fundaron en 1821 “su país”, al que llamaron equivocadamente “México”, manteniendo el sistema colonial, pero disfrazado de una “república bananera”.




En los dos últimos siglos los criollos han fortalecido y refinado el poder NEOCOLONIAL, buscando siempre alianzas con países y capitales extranjeros para someter y explotar a los pueblos anahuacas y depredar sus recursos naturales. 




Los “euromexicanos neocolonizadores” que piensan que no tiene validez este lenguaje, ideología y lucha por la descolonización del Anáhuac, los invitamos a que vean en “su Madre Patria” lo que está sucediendo en pleno S XXI. 




En efecto, la invasión, conquista y colonización que sufrimos nosotros, también la sufrieron los pueblos y culturas ibéricas. Los castellanos y aragoneses a sangre y fuego “crearon” el reino de España sobre los reinos existentes en la península. 




Han pasado también, cinco siglos, y la herida sigue viva y los vascos, catalanes y gallegos, entro otros, siguen manteniendo la vital necesidad de ser “independientes y autónomos”. Los “euromexicanos”, es decir, los descendientes sanguíneos y culturales de los colonizadores afirman que “nada ha quedado de los vencidos”, que todo acabo en 1521. 




Que no existe la civilización originaria y que todos los habitantes de este país son “muudernos mexicanos” y que en este país, “su país”, todos somos iguales y que no existe racismo ni clasismo. Mitos y fantasías de la neo-colonización.




Solo que la verdad nos dice que existen tres clases de “ciudadanos de este país”. Los “euros y sus descendientes, los anahuacas y sus descendientes” y los mestizos desculturizados. En el primer extremo están esas 200 mil “familias bonitas” de “euromexicanos” que poseen el 40% de la riqueza nacional: Gente que está en lo más alto de la pirámide social en la economía, la política, la ciencia, la cultura. 




Del otro lado están diez millones de “indígenas” anahuacas que para sobrevivir al holocausto se han refugiado en los lugares más agrestes y apartados, esta clase de “ciudadanos” poseen el 1% de la riqueza nacional. 




En medio de esta tragedia está una inmensa masa de mestizos des-culturizados llamados a secas “mexicanos”, ni de aquí ni de allá, hijos de televisa, ladinos, ignorantes de sí mismos, “morenitos en vías de blanquearse”, o como los llamó Guillermo Bonfil, “indios desindianizados”.




Pues bien, los “euromexicanos” han sumido al pueblo de “su país”, desde 1821, no solo en la histórica injusticia y pobreza, sino en la corrupción, impunidad y “despropósito gubernamental” más cínico y aberrante desde la implantación del neoliberalismo y la globalización impuesta por los capitales y mega empresas trasnacionales. 




El servilismo y la docilidad frente al poder global, sumado a su histórica incapacidad para gobernar y administrar, están llevando a “su país” al fracaso más grande en sus dos siglos de mínima existencia.




La “Estela de Luz” es el símbolo de su desgobierno, corrupción, impunidad, traición, incapacidad de sus gobiernos desde 1821. Ellos mismos se “honran a sí mismos”. Su historia es la suma de traiciones a “su patria”, pleitos y guerras fratricidas, explotación deshumanizada al pueblo invadido y despreciado. 




Siempre han gobernada de rodillas al poder extranjero y de espaldas a su pueblo, entre bayonetas y un charco de sangre. Entregándolo como obra de mano barata y depredando los recursos naturales de este riquísimo y al parecer inacabable cuerno de la abundancia para empresas y gobiernos extranjeros.   




Un amigo judío alguna vez me dijo que, “el problema de México es su inmensa riqueza”. Efectivamente, van quinientos años y no se acaba, sea el oro, la plata, la grana cochinilla, las materias primas, el petróleo, pero sobre todo, la riqueza que produce un pueblo “culto y educado” en los valores de la civilización del Anáhuac, que además de ser trabajador, sacrificado, solidario, noble; cree, porque así se lo enseñó su milenaria civilización, en las instituciones y autoridades.




De esta manera, ha sido en estos cinco siglos de colonización y neocolonización, que la base de este pueblo –los anahuacas- han creado la riqueza con su trabajo esclavizado, engrosado los ejércitos que usaron los gachupines y criollos para pelar entre sí, la mano de obra que ha construido todo cuanto está edificado y los votos que llenan las urnas que validan el gobierno de los euromexicanos. 




Ciudadanos siempre excluidos, denigrados, marginados, despojados, engañados y utilizados. Estos ciudadanos que la “patria” de los criollos les ha vuelto la espalda y siempre los ha engañado y traicionado, sea en 1810, 1910, 1926, 1988 y 2006, son la base y sustento, los cimientos y la estructura de “la patria de los criollos”.




Sin embargo, el Anáhuac no está muerto y “estos ciudadanos de tercera” tienen una “MATRIA” que es su civilización ancestral. Las diferentes culturas que la conforman se han mantenido “en estado latente”, se ha refugiado allá en lo más profundo e íntimo de nuestra “esencia”…donde el euromexicano nunca se ha atrevido a penetrar. 




No se olvide que fueron nuestros Viejos Abuelos toltecas los maestros “del tiempo y del espacio”. Los olmecas fueron los forjadores del movimiento “ollin y maestros de la medida “mecatl”, de ahí viene su nombre de olmecas, los maestros de “la medida del movimiento”, es decir, del Tiempo.




El Tiempo ha sido y es, elemento fundamental de nuestra civilización. El tiempo ha estado de nuestra parte. Ayer fue “el tiempo del no tiempo”, ahora, está muy próximo el tiempo de “nuestro tiempo”. 




Está por salir la Luz del nuevo Sol y la oscuridad será vencida para la luminosa sabiduría de los Viejos Abuelos que se ha sabido guardar sabiamente en el fondo de nuestros corazones y alumbrará el inexorable futuro, propio-nuestro, que nos ha sido reservado por “Aquél por quien se vive”. 




La Toltecáyotl emergerá telúrica y vibrante del fondo de nuestros corazones adormecidos por el colonialismo.





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miércoles, 19 de septiembre de 2012

LA INDIVIDUALIDAD VS. LA COMUNALIDAD




Durante decenas de miles de años, los seres humanos para poder sobrevivir e iniciar la evolución material y espiritual, aprendieron a vivir en comunidad, lo que los hacía más fuertes y resistentes, además de multiplicar sus posibilidades de manera exponencial. Como reza el dicho, “la fuerza del lobo es la manada”. Esto lo aprendió la humanidad con sangre, sudor y lágrimas.



De esta manera, de forma natural el ser humano desarrolló especialidades y se dividieron las responsabilidades en la comunidad. La forma “piramidal” es ancestral y natural, las diferencias se han dado en el tiempo y en el espacio por los valores y principios que motivaban esta estratificación. Pero en general, la ubicación en la pirámide se debía al grado de participación, responsabilidad y compromiso por el bien común. 



Generalmente aquellas personas que tomaban las decisiones y coordinaban el esfuerzo por el bien común, así como las que se especializaban en el desarrollo espiritual eran las que ocupaban los lugares más altos en esta pirámide. Las personas que se dedicaban a la producción de alimentos, desde la siembra hasta la cocina. Los que se dedicaban a mantener la salud física y espiritual con todos sus saberes. Los que se dedicaban a la educación en todas sus formas. Y finalmente, los que se dedicaban a la organización social y la defensa de la comunidad. Todas ellas resultaban vitales para el bien común y eran piezas claves en la pirámide.




Así fue en las civilizaciones más antiguas y con un origen autónomo de la humanidad. Egipto, Mesopotamia, China, India, Tawantinsuyu y el Anáhuac. La “modernidad” (occidente S XVIII a la actualidad) ha cambiado la visión de la historia antigua de la humanidad y nos he hecho creer que “todo lo antiguo fue primitivo” y esto es totalmente equívoco. No solo el pasado antiguo, entendido en las decenas de siglos que duró el esplendor de las llamadas “civilizaciones Madre”, sino aún en lo que se conoce como Prehistoria, es decir los aproximadamente treinta mil años antes de la invención de la agricultura. Las sociedades modernas ven con desprecio o sencillamente ignoran el pasado de la Humanidad. En la visión eurocéntrica “La Historia de la Humanidad” nace en la Grecia Clásica y se desarrolla en Europa, más nada. 




La modernidad ha impuesto una cortina de ignorancia para conocer, no solo la historia antigua, sino tal vez lo más importante, el conocer los motivos, razones, valores y principios que movieron el que-hacer humano en diferentes lugares y tiempos en el mundo. Por medio de la multimedia sionista-anglosajona, se nos hace creer que “los romanos hablaban inglés y que los griegos eran arrastrados por las mismas pasiones de Wall Street”. 



 
El “ser humano moderno” está educado en la ignorancia de la Historia de la Humanidad y de sus propios pueblos. El mito se basa en que existe una evolución lineal permanente y ascendente que comenzó con el comunismo primitivo, el esclavismo, el feudalismo, la monarquía y llega al punto más “evolucionado” con el capitalismo y la democracia representativa. 




Esto conlleva la visión materialista del mundo y la vida, lo que implica el individualismo, el consumismo, el pragmatismo y la ausencia de la espiritualidad. La vida se reduce y se simplifica “al aquí y al ahora”, tener para ser, en libertinaje individual (que no libertad) y el triunfo personal (entendido con la obtención del dinero).




Pero lo cierto es que en la historia de la humanidad, las civilizaciones originarias tenían valores y principios totalmente diferentes a los que hoy tenemos en las sociedades modernas. Es revelador que aunque estas seis civilizaciones ancestrales no tuvieron contacto entre sí, sus conocimientos y valores fueron extraordinariamente parecidos y buscaban el mismo fin.


 

En efecto, el desarrollo sustentado en el humanismo y la búsqueda de la trascendencia espiritual de la existencia, fue común y extraordinariamente parecida. Sus grandes avatares, maestros y guías, coincidían en lo esencial con sus “enseñanzas”. Zoroastro, Akenatón, Krisna, Quetzalcóatl, entre otros, le dieron a la humanidad un mensaje, que en esencia es el mismo, donde la búsqueda del despertar de la conciencia de Ser, era el camino de la virtud para desprender la parte material de nuestro ser y evolucionar la parte espiritual.




En síntesis, los seres humanos durante la mayor parte de la historia de la humanidad han percibido el fenómeno de la vida como una oportunidad de desarrollar el potencial espiritual. Por lo cual, de diferentes formas buscaban el mismo fin. Sin embargo, esto ha cambiado totalmente y en nuestros días las sociedades modernas están viviendo una esquizofrenia cultural, que los está llevando a la autodestrucción, como individuos, familia y sociedad.



 Los “anti valores” han sido alentados de manera perversa y premeditada por los mercaderes a través de todos sus múltiples y poderosos medios, especialmente la multimedia. En una acción concertada se han destruido o desvalorizado las instituciones públicas y privadas que sostenían y alentaban los valores éticos, morales, religiosos, cívicos y culturales. La familia, la escuela, la sociedad, el templo, han sido “tocados” intencionalmente para deformarlos, minimizarlos o destruirlos. El objetivo es crear a un ciudadano mediocre, vulgar, inconsciente, individualizado y por lo tanto vulnerable.




La “gente moderna” o envías de serlo, vive solo para tener dinero y tratar de satisfacer su insaciable necesidad de “tener para ser”: feliz, importante, completa, diferente, triunfadora, exitosa, etc. Ésta gente ha perdido los valores ancestrales de su cultura, ha roto con las tradiciones y costumbres familiares y comunitarias. Vive individualizada y atomizada en “la nada”. Ha perdido el sentimiento de fortaleza y confianza que da el ser “el nosotros” y queda condenada a vivir patéticamente en el “laberinto de la soledad”, o la desolación de ser una indefensa criatura usada y explotada despiadadamente por sistema inhumano que busca inexplicablemente la extinción de la especie y la destrucción ecológica del planeta.





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lunes, 10 de septiembre de 2012

EN EL MES DE LA PATRIA es necesario pensar en la MATRIA.


 
El “Estado criollo mexicano” está por entrar a una nueva etapa de su ruta suicida. Los “criollos conservadores-centralistas-monárquicos-masones escoceses-panistas”, una vez más demuestran en estos doce años su histórica ineptitud y rotundo fracaso para dirigir y administrar “su país”, y le entregan el poder a sus primos hermanos, los “criollos-liberales-federalistas-republicanos-masones yorkinos-priístas”. El país de los criollos y para los criollos nuevamente será gobernado por la mafia con “experiencia”.
 
 
 

Sin embargo, las “condiciones” nacionales y globales en que gobernó aquél “ogro filantrópico” por más de setenta años han cambiado totalmente. El “gobierno global” hoy tiene el poder por el cual trabajó en “lo oscuro” durante casi dos siglos. Un puñado de bancos y empresas supranacionales, actuando en una encubierta acción concertada tienen el control literal de muchos gobiernos, empresas y pueblos a través del sistema financiero global, la multimedia y las instituciones supranacionales como el BM, OMC, ONU, etc.
 
 

Éste supra poder ha pulverizado la política, los gobiernos y sus instituciones de muchos países, comenzando con los más poderosos del “mundo libre”. Los presidentes y más altas autoridades  son ahora, solo sus zalameros empleados. Los pocos países que han mantenido “una relativa independencia” en este mundo globalizado, son aquellos que han iniciado un capitalismo de Estado. El mito de “la democracia”, el gobierno del pueblo y para el pueblo es una falacia, de hecho, se está viviendo una de las perores dictaduras que ha existido en el planeta, “La feroz y despiadada dictadura del capital”, que no tiene ninguna “bandera” más que el abuso y el despojo.
 
 

Pues bien, en este entorno inestable y de abuso global, México cruza un difícil momento. La clase “nativa” que posee el poder económico y político, independientemente del color de su camuflaje, se ha precipitado en el abuso desmedido, en el uso faccioso de las instituciones públicas y privadas para favorecer sus intereses de grupo y privados, así como favorecer descaradamente a “sus matrices” foráneas. Pareciera que no tiene límite su voracidad, su rapacidad y su irresponsabilidad histórica. Están matando a la “gallina de los huevos de oro”, es decir: “la explotación y expoliación de los recursos naturales y al pueblo de México”.
 
 

En efecto, el uso faccioso de las instituciones públicas y privadas, así como del sistema político-electoral, de unos y otros, ha desfondado a “la patria de los criollos”. El clima de violencia y corrupción, representa “la punta del iceberg”. El Estado criollo se está desquebrajándose y la clase beneficiada no se quiere dar cuenta, le apuesta a que el pueblo y “su país”, puede “aguantar otro poquito más”.
 
 

Un especie de Titánic, en donde el capitán, la tripulación y la aristocrática primera clase, siguen en una gran fiesta sin entender que el agua ya inundó a “la prole” que viaja en las mamparas de la tercera clase. Esa “gente” ya no tiene escape. El sistema ya cerró las compuertas de la movilidad social y al cambio a través de la lucha política.
 
 

Cada día “los proles” se quedan sin trabajo, vale menos su dinero y su fuerza de trabajo. Cada día los productos de primera necesidad suben de precio. Cada día la corrupción y el abuso cínico, tanto en el gobierno como en la iniciativa privada hunden en la desesperanza a la inmensa mayoría de la población. Para “ellos” no hay salida, las compuertas están herméticamente cerradas. Solo tienen dos “salidas falsas” de emergencia: la migración a Estados Unidos o el crimen organizado.
 
 

Por estas razones, el futuro inmediato al que por la irresponsabilidad histórica y la falta de compromiso con “la prole” (nacos, “indios”, campesinos, obreros, empleados, pobres, desempleados, etc.), los que tienen el poder económico y los que des-gobiernan, han condenado a “su país” a una etapa de violencia social.
 
          Venezuela 1989
Oaxaca 2006

En efecto, no se necesita tener una bola de cristal para ver que estamos próximos a sufrir una etapa de “violentos estallidos sociales” en las grandes ciudades del país. Serán, “aparentemente inexplicables”… superficialmente, pero tienen un origen histórico, como los estallidos sociales de 1810 y 1910. La diferencia es que ahora serán sumamente violentos y extremadamente cortos. Estallarán por “cualquier cosa”, sin liderazgo o ideología. Simplemente “la gente estallará”, como sucedió en el llamado “Caracazo” en Venezuela en 1989 o el estallido social en Oaxaca en el 2006.
 
 

En “el mes de la PATRIA”. Por supuesto, la patria de los criollos que iniciaron “su lucha” en contra de los gachupines, para quitarles el poder, expulsarlos y crear “su país” hace 202 años, es bueno analizar que si bien, “la prole” fue utilizada eficientemente como carne de cañón, fue excluida en el diseño y construcción de la patria. Por esta razón “la prole vive como vive” en las “mamparas oscuras y miserables de tercera clase del Titánic”, (más del 50% de la población).
 
 

Sin embargo, debe recordarse que un pueblo tiene Patria, que es el lugar de nuestros padres… pero que también tiene una MATRIA, es decir, el lugar de nuestra “Madre Cultura”. La Patria a la que los criollos indebidamente llamaron “México”, que viene de mexica, quien ha excluido y maltratado a sus hijos en estos dos siglos, no así la generosa Matria, que se llama Anáhuac y que tiene miles de años de existir y que a través de la Toltecáyotl nos ha legado los más firmes cimientos espirituales y materiales de lo que somos y tenemos. Ante el futuro y este mes de la Patria es pertinente y necesario pensar en la Matria. Porque no existe otra alternativa.