sábado, 28 de febrero de 2015

LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN NO ES UN ASUNTO DE LEYES


 
Todos sabemos que uno de los grandes problemas de México es la corrupción, y “su mamá”, la impunidad. No es solo un problema nacional, es mundial. Pero, por qué en México tiene tan profundas raíces en la psique y la cultura de TODOS.


Lo que sucede, es que “este país” se fundó en sucesivos actos violentos e ilegales, comenzando con la Conquista. H. Cortés llegó a robar, asesinar, destruir e imponer sus intereses y los de la corona española sobre el pueblo que habitaba por milenios estas tierras.


El Virreinato fue la corrupción institucional por peninsulares y criollos, “acátese pero no se cumple”.


El “México imaginario” de los criollos nacido en 1821, sigue siendo lo mismo, nada ha cambiado.


De modo que la estructura IDEOLÓGICA del Estado mexicano es la corrupción.

 
Al gobierno no se llega a servir, sino a robar, desde el más alto cargo hasta el menor. Para llegar al gobierno, desde la Presidencia de la República hasta la más modesta Agencia Municipal.


Se requiere “tener amigos” en la mafia, tener dinero o patrocinadores para “invertir”, y valerse de todas las ilegalidades posibles para “alcanzar la codiciada meta”.

 Liu Han magnate chino condenado a muerte por corrupción
 

De estas “leyes históricas” no se salva nadie y mucho menos todos los partidos, esa es, “la realpolitik”, en México y en el mundo. La diferencia es que en los países que existen, mayor educación, información y participación ciudadana, está más controlado este cáncer.


En México la corrupción se ha convertido en un cáncer que está matando a “la gallina de los huevos de oro”.


Los políticos, los partidos políticos, los funcionarios, las instituciones y la iniciativa privada, han llegado, juntos, a tal grado de cinismo repugnante e impunidad desmedida, que desde el exterior, el Gran Capital, es quien ha ordenado “controlar” la corrupción.


Es prudente aclarar que en “el Sistema Mundo”, el Capitalismo se sustenta en la explotación de los pueblos y del medio ambiente, para hacer esto, tiene que crear y alentar la corrupción en todos los gobiernos.


Para que éstos, puedan, demagógicamente engañar a sus pueblos con promesas de mejoras sociales, justicia y equidad incumplidas, y satisfacer las inmensas demandas de sus voraces y corruptas empresas transaccionales.

 
El sistema de partidos es un instrumento al servicio de los dueños del dinero, y tiene engañados y entretenidos, en un mar de corrupción, al pueblo que cree ingenuamente, que con su voto “cambiarán las cosas”.

 
Pero el punto de esta reflexión, no es en sí la corrupción, de ello escribí un libro (*).
 
 
La gente no es corrupta, para ser corrupta. En otras palabras, la corrupción es “un medio”, no un fin.
 
 
Para qué se corrompe la gente…para tener dinero.
 
 
El “alma y el arma de Satanás” es el dinero.

Por dinero engaña, traiciona, roba, asesina. Pero, el dinero es el fin supremo, creemos que no.

Lo que busca la gente con el dinero es “comprar” lo que no tiene y que no se vende.


Llenar un profundo vacío en su interior, que la ausencia de VALORES los ha dejado en la abismal angustia, la inseguridad y la desolación más indescriptible.

 
La miseria humana ante la pérdida de valores, principios, sentimientos, que nos hace SER HUMANOS y que llenan de significados luminosos a nuestra vida.


Estas personas, que roban y roban y siguen robando de manera patológica.


En el sector público y en el sector privado.


Sea por medio del robo al erario o la asociación delictuosa aprovechándose de sus cargos, o sea por medio de las empresas, pagando salarios de hambre, dando malo por bueno, enfermando a sus clientes y evadiendo impuestos.
 
 
Esta pobre gente es miserable espiritualmente.

 
La corrupción no se va a erradicar con leyes que ellos mismos hacen para burlarlas, en ello son expertos.
 
 
Es una cuestión de EDUCACIÓN (no instrucción académica), y quien educa al pueblo de México es la televisión.


Ella es la que ha envilecido las almas y las conciencias del pueblo. “Chabelo”, las “caricaturas”, las telenovelas, los reality show, los noticieros, el futbol, etc.


Las 14 millones de televisiones que regala el gobierno lo dicen todo.


Además, como bien dice Laura Bozzo, que a ella, la ven más gente que a Carmen Aristegui.


La corrupción es un cáncer nacido por la pérdida de la conciencia y la falta de valores.
Pero sobre todo, por la miseria espiritual.  


(*) La Corrupción en México, como una estrategia de resistencia cultural, se puede descargar gratuitamente de www.toltecayotl.org sección LIBROS.
 
 

martes, 24 de febrero de 2015

LA PÉRDIDA DE LA LEGITIMIDAD EN OAXACA


 
El mundo está de cabeza. Los valores más negativos, "patinados" con mucha publicidad y sazonados con demagogia y cinismo, son los que “están moviendo”, no solo a México, sino a todo el mundo. Oaxaca entonces, no es la excepción.  Cada día la vida en la Ciudad de Oaxaca es más difícil, la otrora, “alta calidad de vida” que tuvimos, hoy está totalmente perdida. El área metropolitana es un infierno en todos los sentidos.
 

 
Más allá de los bloqueos, plantones, marchas, tomas, está la inseguridad, el desempleo y la pobreza. La zona metropolitana ha perdido el Estado de Derecho, aquí cada quien hace lo que le conviene y le da la gana, pasando por encima de la gente, las instituciones y las leyes. La zona metropolitana de Oaxaca se ha convertido en “tierra de nadie” y nadie hace nada por solucionar el problema.


Los funcionarios de los tres niveles están “muy ocupados” en sus asuntos políticos o en sus “negocios privados”, y los más avezados, con los dos al mismo tiempo, no estorban para que no los molesten. “Dejar hacer dejar pasar” y cada chango en su mecate, que la ciudad se hunda, “ese no es su problema”, como dijo Fox… “y yo por qué”.


La corrupción y la impunidad corren de la mano por todos lados. Nadie en verdad está haciendo algo cierto y verdadero, todos simulan que hacen, en la radio, con los espectaculares que inundan la ciudad, en la prensa, cantidades industriales de dinero mal habido se destinan a engañar al pueblo y “simular” que se trabaja. Cinismo delirante que solo “ellos” lo creen. No tienen ningún sentido crítico.


Sin embargo, tal vez la corrupción y la impunidad más peligrosa es la que “se ve en la calle”. En efecto, brutal y cínicamente, el ciudadano común está siendo lastimado y ofendido todos los días y a plena luz del día, de actitudes de grupos de poder, que han tomado la calle como botín de su propiedad, producto de su fuerza e impunidad.


No quiero sumarme al “coro de loros y chacales”, que en los medios locales permanentemente satanizan la lucha del magisterio. En vez de ser “informadores”, son “jueces sumarios” y por unos cuantos pesos venden su supuesta profesionalidad.


Lo cierto es que las cosas están tan mal en Oaxaca, que hasta la propia policía protesta por los niveles de injusticia social que padecemos todos y que favorece a unos cuantos.


Y ese es el punto, amable lector, la injusticia social se ha desbordado, justamente porque se ha perdido el Estado de Derecho. Esto es, “todos contra todos y todos juntos contra el pueblo”.


Cada quien y cada grupo luchando por su espacio de poder, legal e ilegal, exprimiendo al ciudadano desvalido, desinformado y tendenciosamente manipulado. Imponiendo la “Ley de Herodes” con su clásica justificación “el que no transa no avanza”.



“Así nos quieren, así nos necesitan” los partidos políticos, las empresas transaccionales, los funcionarios, los dueños del dinero.


Dos cosas, -como ejemplo-, llaman la atención de esta pérdida del respeto a las leyes, instituciones y autoridades, que representan a ojos de cualquier ciudadano, que aquí, existe solo LA LEY DEL MÁS FUERTE, alimentada por la corrupción y la impunidad.


Todos los puestos fijos (que no ambulantes) que trienio tras trienio están en las principales calles del centro histórico. Cada puesto es el resultado de la corrupción y la impunidad histórica municipal.
 
 
Qué valor moral puede tener una autoridad municipal para imponer una multa o una sanción, si a ojos vistas, entendemos que no pueden luchar contra la corrupción y la impunidad. Será que los trasgresores son más poderosos que el Honorable Ayuntamiento o será que los compran cada tres años?


El otro problema son “los trasgresores de la vialidad”, me refiero a los choferes de autobuses, taxis y sobre todo, colectivos foráneos, que hacen impunemente lo que ellos quieren de la vialidad. Se pasan los altos, rebasan por la derecha, juegan carreras, se paran en dónde quiera, etc., etc., etc.
 
 
Delante de las autoridades viales hacen lo que quieren y le demuestran a todo el pueblo que la ley, las instituciones y las autoridades “están pintadas”, que se pueden transgredir el Estado de Derecho sin que pase absolutamente nada.
 
 
El punto más dramático es que estos señores, diariamente ponen en riesgo, la vida y el patrimonio de los ciudadanos, y las autoridades no hacen nada por que respeten el reglamento vial.
 
 
Cuando un Estado no le interesa proteger la vida y el patrimonio de los ciudadanos PIERDE SU LEGITIMIDAD.