Todos sabemos que uno de los
grandes problemas de México es la corrupción, y “su mamá”, la impunidad. No es
solo un problema nacional, es mundial. Pero, por qué en México tiene tan profundas
raíces en la psique y la cultura de TODOS.
Lo que sucede, es que “este país”
se fundó en sucesivos actos violentos e ilegales, comenzando con la Conquista.
H. Cortés llegó a robar, asesinar, destruir e imponer sus intereses y los de la
corona española sobre el pueblo que habitaba por milenios estas tierras.
El Virreinato fue la corrupción
institucional por peninsulares y criollos, “acátese pero no se cumple”.
El “México imaginario” de los
criollos nacido en 1821, sigue siendo lo mismo, nada ha cambiado.
De modo que la estructura
IDEOLÓGICA del Estado mexicano es la corrupción.
Al gobierno no se llega a servir,
sino a robar, desde el más alto cargo hasta el menor. Para llegar al gobierno,
desde la Presidencia de la República hasta la más modesta Agencia Municipal.
Se requiere “tener amigos” en la mafia, tener dinero o patrocinadores para “invertir”, y valerse de todas las ilegalidades posibles para “alcanzar la codiciada meta”.
Se requiere “tener amigos” en la mafia, tener dinero o patrocinadores para “invertir”, y valerse de todas las ilegalidades posibles para “alcanzar la codiciada meta”.
Liu Han magnate chino condenado a muerte por corrupción
De estas “leyes históricas” no se
salva nadie y mucho menos todos los partidos, esa es, “la realpolitik”, en
México y en el mundo. La diferencia es que en los países que existen, mayor
educación, información y participación ciudadana, está más controlado este
cáncer.
En México la corrupción se ha
convertido en un cáncer que está matando a “la gallina de los huevos de oro”.
Los políticos, los partidos políticos, los funcionarios, las instituciones y la iniciativa privada, han llegado, juntos, a tal grado de cinismo repugnante e impunidad desmedida, que desde el exterior, el Gran Capital, es quien ha ordenado “controlar” la corrupción.
Los políticos, los partidos políticos, los funcionarios, las instituciones y la iniciativa privada, han llegado, juntos, a tal grado de cinismo repugnante e impunidad desmedida, que desde el exterior, el Gran Capital, es quien ha ordenado “controlar” la corrupción.
Es prudente aclarar que en “el
Sistema Mundo”, el Capitalismo se sustenta en la explotación de los pueblos y del
medio ambiente, para hacer esto, tiene que crear y alentar la corrupción en
todos los gobiernos.
Para que éstos, puedan, demagógicamente engañar a sus pueblos con promesas de mejoras sociales, justicia y equidad incumplidas, y satisfacer las inmensas demandas de sus voraces y corruptas empresas transaccionales.
Para que éstos, puedan, demagógicamente engañar a sus pueblos con promesas de mejoras sociales, justicia y equidad incumplidas, y satisfacer las inmensas demandas de sus voraces y corruptas empresas transaccionales.
El sistema de partidos es un instrumento
al servicio de los dueños del dinero, y tiene engañados y entretenidos, en un
mar de corrupción, al pueblo que cree ingenuamente, que con su voto “cambiarán
las cosas”.
Pero el punto de esta reflexión,
no es en sí la corrupción, de ello escribí un libro (*).
La gente no es corrupta, para ser
corrupta. En otras palabras, la corrupción es “un medio”, no un fin.
Para qué se corrompe la
gente…para tener dinero.
El “alma y el arma de Satanás” es
el dinero.
Por dinero engaña, traiciona, roba, asesina. Pero, el dinero es el fin supremo, creemos que no.
Llenar un profundo vacío en su
interior, que la ausencia de VALORES los ha dejado en la abismal angustia, la inseguridad
y la desolación más indescriptible.
La miseria humana ante la pérdida
de valores, principios, sentimientos, que nos hace SER HUMANOS y que llenan de
significados luminosos a nuestra vida.
Estas personas, que roban y roban
y siguen robando de manera patológica.
En el sector público y en el sector
privado.
Sea por medio del robo al erario o la asociación delictuosa aprovechándose de sus cargos, o sea por medio de las empresas, pagando salarios de hambre, dando malo por bueno, enfermando a sus clientes y evadiendo impuestos.
Esta pobre gente es miserable
espiritualmente.
La corrupción no se va a
erradicar con leyes que ellos mismos hacen para burlarlas, en ello son expertos.
Es una cuestión de EDUCACIÓN (no
instrucción académica), y quien educa al pueblo de México es la televisión.
Ella es la que ha envilecido las
almas y las conciencias del pueblo. “Chabelo”, las “caricaturas”, las
telenovelas, los reality show, los noticieros, el futbol, etc.
Las 14 millones de televisiones
que regala el gobierno lo dicen todo.
Además, como bien dice Laura Bozzo, que a ella, la ven más gente que a Carmen Aristegui.
La corrupción es un cáncer nacido
por la pérdida de la conciencia y la falta de valores.
Pero sobre todo, por la
miseria espiritual.
(*) La Corrupción en México, como
una estrategia de resistencia cultural, se puede descargar gratuitamente de www.toltecayotl.org sección LIBROS.