LOS PROBLEMAS DE LA SOCIEDAD OAXAQUEÑA

Los problemas de la sociedad oaxaqueña, son los problemas del tercer mundo, es decir, “una sociedad planeada en la injusticia”. Unos cuantos tienen todo y las mayorías nada. En un sistema injusto, tramposo, hipócrita y abusivo, donde los que están en el poder económico y político aprietan inmisericordemente a todo aquél que esta a su alcance. Un sistema en el que impera “la ley del embudo”, una sociedad caníbal, sea en los espacios económicos, sea en los espacios políticos.

Oaxaca vive un atraso histórico, no por carecer de recursos humanos. El estado es uno de los 3 sitios en el mundo donde existe mayor pluralidad étnica, lingüística y cultural. “La CULTURA OAXAQUEÑA significa la reserva espiritual de la nación”. La creatividad y sensibilidad de los pueblos de Oaxaca ha dado a México talentos individuales como Benito Juárez, Porfirio Díaz, Rufino Tamayo, Álvaro Carillo y una Pléyade de talentosos hombres que han conmovido a la nación y al mundo. Pero también Oaxaca se significa por la riqueza del talento de sus pueblos, sea en el arte popular, en el arte culinario, en la música, en la danza y en el mantenimiento de las milenarias tradiciones y costumbres. Oaxaca es vida, color, sabor, sonido, olor…Oaxaca es creación, pasión, fuerza espiritual, como pocos pueblos en México y en el mundo. ¡El pueblo de Oaxaca en verdad que es único!

Me consta, que los trabajadores oaxaqueños en California son los más apreciados por su calidad, seriedad y responsabilidad en el trabajo. Oaxaca tiene una excelente mano de obra.
Oaxaca vive un atraso histórico, no por carecer de recursos naturales. El estado tiene bosques, selvas, litorales, valles, zonas húmedas, ríos, minerales. La biodiversidad en Oaxaca es, a pesar de su irresponsable depredación, extraordinaria.

Desde el Siglo XIX, Oaxaca era uno de los tres estados más pobres del país, después de más de dos siglos…lo seguimos siendo, mientras otros estados han crecido y distribuido la riqueza, Oaxaca sigue manteniendo formas arcaicas en LA EXPLOTACIÓN DE LAS PERSONAS Y LOS RECURSOS NATURALES.
Oaxaca vive un atraso histórico, porque los detentadores del poder económico y político viven en el atraso mental y en la miseria espiritual. Las familias que se han visto favorecidas por este injusto sistema, que vienen desde la hacienda, la finca, el rancho y la tienda de raya, no han evolucionado significativamente. Son mentalidades cortas, limitadas, usureras, abusivas, cómodas, conservadoras, timoratas. No arriesgan, no emprenden, no crean, no innovan, no se atreven, no corren riesgos. Siguen en lo mismo, con los mimos métodos y los mismos negocios. Explotan al trabajador hasta más no poder. En general. no tienen compasión ni solidaridad humana con sus empleados. No pagan buenos sueldos, no dan prestaciones, no capacitan, no se modernizan, no arriesgan sus capitales. No entienden lo que significa el CAPITAL HUMANO, ni las nuevas tecnologías. Por todo esto, al no generarse riqueza y expandir el mercado, Oaxaca se va empobreciendo día a día. Ellos ven con temor y frustración que ya los está desplazando el capital foráneo, sea de Puebla, D.F. o del extranjero.

Oaxaca vive un atraso histórico, porque sus políticos viven en el atraso político. El último gobernador que Oaxaca tuvo fue Heladio Ramírez. Oaxaca, un estado con ocho regiones diferentes, con una cuarta parte de todos los municipios del país, con 16 diferentes culturas milenarias, en donde el sistema de organización a través de la asamblea, el sistema de cargos y el tequio, han reflejado UNA ANCESTRAL CULTURA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA, que se ha enfrentado a la mezquindad y cerrazón de grupúsculos herméticos, que han tomado por asalto el gobierno y que han cerrado las puertas al dialogo y a la negociación, para imponer “la ley de Herodes”. Todo para ellos.

Oaxaca tiene al priísmo más atrasado y cavernícola del país. Pero lo mismo se ve en el PRD y en los demás partidos. No tenemos una verdadera apertura democrática, ni siquiera en el interior de los mismos partidos, quienes se destazan permanentemente en sangrientas luchas fraticidas. “O estas conmigo o estas contra mi”. La política en Oaxaca es materia de SUBORDINACIÓN SERVIL Y RASTRERA… en el gobierno y en todos los partidos. Más nada.

El problema social que vive Oaxaca arranca desde 1521, pero se agudiza con la llegada de esta nueva forma de gobernar, que desecha las normas no escritas de “la tradicional política oaxaqueña”, que mantenían un débil equilibrio socioeconómico. El arribo al gobierno de Diódoro Carrasco y Murat Casab y de los filibusteros que llegaron a atracar económicamente y someter políticamente, crearon un malestar entre las clases económicas y políticas que fueron excluidas del poder y por ello se dio una sensible desaceleración económica, de la ya de por sí, pobre economía oaxaqueña. La gota que derramó “el vaso político” fue la imposición de Ulises Ruiz en la maquinaria priísta, lo que hizo que todos se unieran en contra de esa candidatura. Para sumar males, se debe señalar la inexperiencia política y el descuido de URO por estar en la campaña de Roberto Madrazo al inicio de su administración.

Todo esto, más la pobreza que se multiplica geométricamente en Oaxaca, hace que en los niveles de más alta marginación y pobreza, empiece a crearse un peligroso malestar y un rechazo al gobierno y al sistema. Pues hagan lo que hagan, los pobres no dejaran de ser pobres. Su única salida es huir a Estados Unidos en calidad de refugiados, donde a pesar de ser “ilegales” tienen más oportunidades. “La otra salida” es el narcotráfico o la delincuencia.

Los problemas de la sociedad oaxaqueña hacen crisis con la incapacidad, mezquindad y la falta de visón de los detentadores del poder económico y político. Es por ellos que el estado y los oaxaqueños no avanzan. Es por ellos, la injusticia y la pobreza. Es por ellos que no se crean fuentes de trabajo, que no se exploran nuevas posibilidades, que no se arriesgan en grandes proyectos, que no se reparte la riqueza, que no se crea infraestructura en la producción, en la comercialización, en la exportación. Todo es el turismo y la Guelaguetza, “como el único potencial económico de Oaxaca”. Esta gente no conoce a Oaxaca y a los oaxaqueños, no conoce su historia y su cultura milenaria. “Son extranjeros incultos en su propia tierra”. No perciben el potencial creador y espiritual de uno de los centros culturales más importantes de México y el mundo. Esa gente que se llena la boca auto nombrándose “los verdaderos oaxaqueños”. Ellos, si ellos, son los responsables.

Esos políticos que ven en el “sistema” una forma de abusar, robar, depredar, humillar. Aquellos que suplantan la inteligencia y la capacidad con el servilismo y la hipocresía. Esos caciques de horca y cuchillo. Políticos mafiosos, ignorantes, cínicos, oportunistas, que ven en la pobreza y la ignorancia de las mayorías, una escalera para encumbrarse a base de doblegar y avasallar. Esos “políticos y dirigentes” que están como garrapatas chupando al pueblo y fortaleciendo “el sistema”. Desde las comunidades más apartadas, en las colonias proletarias, en los cinturones de miseria, en los mercados, en las uniones, en las asociaciones, en los sindicatos, en los partidos políticos. Todos amafiados y apoyando el sistema que les da de vivir a costa de la sangre y el sudor del que trabaja, del pobre, del ignorante.

Estos hombres y mujeres que hacen, sostienen y viven del sistema, son los generadores de los problemas sociales de Oaxaca. Estamos tan atrasados, que antes de pensar en una “reforma del Estado”, debemos plantearnos LA REFORMA DE LA SOCIEDAD… con calidad de urgencia, pues cada día hay más pobres y más gente desesperada.