miércoles, 12 de diciembre de 2007

LA POLÍTICA CULTURAL DE FELIPE CALDERÓN…un puñado de “ocurrencias neoliberales” sin sustento presupuestal.


Con gran bombo y platillo fue anunciada (un año después) la que “será” la política cultural de la presente administración federal. Rodeados de una pequeña e insustancial camarilla de artistas e intelectuales cebados por las prebendas presupuestales, y por ende, incondicionales al sistema (los políticos de todo el mundo no les gusta tratar con gente pensante, sensible y crítica. Razón por la cual siempre se rodean de ineptos incondicionales o de astutos oportunistas).


En materia de Cultura, primero tenemos que apuntar que somos los herederos de una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad. Esto en sí mismo, sería la base estructural de una política cultural. (Imagínese a la India o a China, sustentando su política cultural en las bellas artes europeas, como lo hace México).


Por consiguiente, las acciones deberían estar encaminadas a la investigación, promoción y difusión de este único y propio “patrimonio cultural”, que sería la fuente de nuestro orgullo y auto estima. Lo que hace la política cultural de China, es fortalecer la identidad y el orgullo de ser chinos a los chinos. En los países colonizados como México, la política cultural se sustenta en “las manifestaciones artísticas de un puñado de europeizados”. Las políticas culturales (cuando las hay) de los países tercermundistas son una copia de las de Francia (en el mejor de los casos).


Sí México no estuviera colonizado por extranjeros desde 1521 (note el amable lector que los puntos de “poder” en la sociedad mexicana están llenos de apellidos “extraños”, sea en la economía, en las finanzas, en la industria, en la política, en la academia, en el arte…ellos son los que usufructúan la riqueza y el poder en el país), los mexicanos conoceríamos nuestra milenaria cultura, estaríamos orgullosos de ella, sería fuente de inspiración para construir una sociedad mucho mejor que la que tenemos.


Pero en general, los mexicanos somos “extranjeros incultos en nuestra propia tierra”, siempre exaltando lo ajeno y despreciando lo propio, siempre conocedores de la cultura extranjera e ignorantes de “la propia-nuestra”, siempre creyendo que “la gente bonita y decente”, nada tiene que ver con la ancestral cultura indígena (el peor insulto después de una mentada de madre es decirle a un mexicano “pinche indio”).


Nos humilla nuestra esencia y nuestro mayor valor. Yo se que mucha gente decente por ignorancia y no por racismo, afirma que ella “nada tiene que ver con la cultura indígena”. Esta gente está totalmente colonizada, mental y espiritualmente, ha sido segada a la luz de la verdad. Por supuesto que todos los mexicanos, hasta los extranjeros avecindados, han sido totalmente permeados por la milenaria sabiduría y cultura indígena. En “sus países”, ya no los reconocen como paisanos, para el caso de los gachupines, en España sus parientes les dicen “indianos”. Negar la presencia y la importancia de la civilización del Anáhuac en la sociedad mexicana es un acto de colonización, racismo e ignorancia.


Así púes, la política cultural del Estado mexicano es colonizada y desde 1521 se ha negado y despreciado, todas las manifestaciones artísticas, religiosas, sociales emanadas de la Toltecáyotl. Durante tres siglos tratamos de ser españoles, el siglo XIX franceses y en el siglo XX, gringos de tercera. Esta es la verdadera política cultural en México.


Lo que acaba de anunciar Felipe Calderón, es un puñado de “ocurrencias neoliberales” sin sustento presupuestal. En efecto, para el neoliberalismo la “cultura” (entiéndase como las manifestaciones artísticas de las bellas artes europeas) no solo deben ser autofinanciables, sino que pueden ser rentables. Lucrar con la cultura, como se trata de lucrar con la educación, la salud, la seguridad, la vivienda, con el agua y pronto con el oxigeno.


Después de un año, el presidente, presenta su política cultural, eso nos revela el grado de importancia que le da a la Cultura. Pero más aún, presenta una serie de “ocurrencias” sin un sustento presupuestal, pues el presupuesto del 2008 ya está aprobado y los recursos etiquetados. De modo que es solo “escenografía política de la cultura”. Además, no hay nada nuevo, las mismas ocurrencias del foxsismo trasnochado. Usar la cultura para atraer dólares vía el turismo. Convertir la Cultura Popular en “cultura populachera”, las zonas arqueológicas en disneylandias prehispánicas. Distorsionar la Cultura de México para crear un producto comercial…”un mexicouu lindo y querido”.


Los buenos propósitos de la política cultural calderonista, podrán echarse andar hasta el 2009, vía el raquítico presupuesto que siempre se le destina.


Como ve el amable lector, pareciera que en la “cultura oficial”, siempre pasa lo mismo, sea en la federación o en los estados. Para el caso de Oaxaca en particular, resulta patético. La política cultural NO EXISTE y esta en manos de gente inexperta que llegó al puesto por casualidad o que llevan años y años, haciendo más de lo mismo. Así es, los burócratas anquilosados no superan “la eventitis y la festivalitis”. Se sigue promoviendo los “eventos culturales”, es decir, las actividades artísticas de sus amigos. Confunden a LA CULTURA, con las manifestaciones artísticas de las bellas artes europeas.


La Cultura de México y Oaxaca está en las tradiciones, fiestas, usos y costumbres. No esta en las orquestas sinfónicas, ni en las compañías de opera y ballet, ni en las galerías. LA CULTURA esta en el corazón del pueblo, en la forma de entender el mundo y la vida. LA CULTURA de México esta en el Tepeyac el 12 de diciembre, en los panteones el 2 de noviembre, en las fiestas patronales, en las casas donde se celebran los usos y costumbres, en las cocinas donde se guisa la comida tradicional, en la bandas de música que tocan la música nuestra.


LA CULTURA es la forma en la que se expresa EL ESPÍRITU de un pueblo. De esta manera, el arte es solo una pequeña parte de LA CULTURA. El arte es solo uno de los tantos LENGUAJES del espíritu, pero no es el único ni el más importante. Pero el asunto se complica sí se toma como Cultura el arte del extranjero colonizador. Y esto es lo que hacen las instituciones de gobierno en los tres niveles.


Oaxaca podría llegar a ser punta de lanza en desarrollo Cultural, no solo en el país, sino en Latinoamérica.”OAXACA ES LA RESERVA ESPIRITUAL DE MÉXICO”, por ende, es caja de resonancia en materia cultural a nivel nacional. Oaxaca requiere una política cultural que se enfoque a alentar la investigación del pasado antiguo y su vinculación con el mundo contemporáneo. Valorar y difundir los Elementos Culturales que siguen vivos y vigentes en las comunidades indígenas, como el valor de la familia, el trabajo comunitario y el trabajo familiar, el tequio y al mística de servicio, el empeño de la palabra, la honradez, el compadrazgo, el sentido místico y sagrado por el mundo y la vida.


Se requiere una política que promueva y difunda el patrimonio cultural indígena, tanto el ancestral como el actual. Así es, Oaxaca debería empezar a usar a las zonas arqueológicas como Monte Alban, Mitla o Yagul, como paradigmas de un esfuerzo comunitario a largo plazo en bien del desarrollo espiritual. Monte Alban no debe ser solo para los turistas, debe ser en principio para los oaxaqueños. La niñez oaxaqueña debe entender el milagro y encarnar el Espíritu de Monte Alban en la construcción de su vida y de su comunidad. Debemos revalorar lo que significó 1350 años de permanente construcción.


Lo más importante de nuestro patrimonio cultural son los valores espirituales que están entretejidos en nuestras fiestas, usos y costumbres. En la revaloración el pasado antiguo radica el futuro. Casi todas las acciones de los Viejos Abuelos estaban sustentadas y dirigidas al desarrollo espiritual del individuo y la comunidad. Esta antigua forma de entender el mundo y la vida, es el antídoto para detener la destrucción de los seres humanos, las sociedades y el planeta. El culto a la materia, al consumismo, al individualismo, a la violencia, es producto del vació existencial y la carencia de valores espirituales que rijan y dirijan nuestras vidas.


Una POLÍTICA CULTURAL que se sustente en estos preceptos, en nuestra milenaria civilización (sin negar las valiosas aportaciones de Europa, África y Asia) cambiaría el destino de nuestro país. Una sociedad unida por los valores ancestrales del Espíritu. Solidaria con los que menos tienen y respetuosa de sus instituciones…por supuesto que no le conviene a los criollos, ni a Carlos Slim y sus secuaces explotadores del pueblo ignorante de sí mismo y perdido en el laberinto del “canal de las barras y las estrellas”.

1 comentario:

  1. Soy uruguayo y vivo en barcelona cuando lei tu articulo no hice mas que pensar en mi cultura y despues de 4 años comprendi que la cultura en la que estoy dista mucho de los valores de la cultura uruguaya.
    Creia que no habia tal diferencia entre las culturas pero los valores son diferentes.
    Aqui como en todo pais del primer mundo son individualistas y algunos valores de convivencia distan mucho de los uruguayos asi es que llegue a la conclusion que me encuentro en una cultura diferente.
    Fuimos un pais colonizado ademas de que nuestros indigenas fueron exterminados pero tenemos una amplia cultura politica de lucha de solidaridad por los hechos historicos como la dictadura.
    Mi novia es mexicana y por ella comence a saber de mexico aunque me descepciono la diferencia entre indios y rubios que los llaman los gueritos veo una cultura que mira hacia el norte en vez de ver al interior de su corazon y sus antepasados los verdaderos dueños de la tierra.
    Me senti muy identificado tambien en pensamiento con lo que tu dices ,y espero que america latina mire mas hacia sus adentros en vez de glorificar a los colonizadores.
    hasta otra.

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