Los gobiernos más débiles, ante los dueños del dinero “los mercaderes”, y más impopulares en sus países, actúan como bandas de delincuentes. Estos gobernantes son sicarios de las trasnacionales y peones de campo, de sus intereses explotadores y depredadores en América latina.
Alvaro Uribe es un claro ejemplo de este tipo de funestos empleados de las trasnacionales. En efecto, pequeños y rancios grupos criollos de poder caciquil, ligados a la ultra extrema derecha. Que tratan de defender sus inmorales beneficios y canonjías, surgidas de sistemas sociales de explotación de los trabajadores y depredación de los recursos naturales, que son herencia del sistema Colonial.
Esta gente es elitista, racista, insensible al sufrimiento social. No tienen ninguna responsabilidad social (pero son muy católicos) y menos histórica, porque “la patria es de ellos”. Familias de regio abolengo, blancas, descendientes de europeos, su riqueza familiar viene de una añeja explotación colonial, en general de zonas agropecuarias. Durante siglos tuvieron los ojos puestos en París, Roma o Madrid, y recientemente en Miami y en Las Vegas. Viven en pequeños zonas residenciales tipo estadounidense, fuertemente vigiladas con grandes bardas, sistemas electrónicos de seguridad y personal armado, lejos de la chusma.
Esta clase de gente, que es una “casta maldita” en América latina, son los “hombres sucios y remplazables” de los mercaderes. Verdaderas bandas de delincuentes que se han apoderado de los gobiernos, con el apoyo del capital criollo, transnacional y por supuesto, los medios masivos de comunicación. Son gobiernos impopulares, porque únicamente favorecen los intereses económicos y políticos de los mercaderes nacionales y extranjeros. Dándole largas a las demandas más elementales de justicia social a sus pueblos, y criminalizando todos las protestas ciudadanas y gremiales de la población.
Son gobiernos represores y asesinos, que manipulan de manera facciosa la ley…”su ley”. Y cuando el descontento es mayoritario y tienen que actuar ilegalmente, como en el caso de Colombia, tienen el cinismo de crear verdaderos ejércitos que operan fuera de la ley, a favor de los intereses de los mercaderes. Acaban de detener al hermano de Álvaro Uribe, por estar relacionado con estos grupos armados que sostienen una guerra frontal, contra los grupos guerrilleros opositores al régimen.
Estos gobiernos, llegan al poder por el sistema de democracia partidista que han creado los mercaderes para explotar a los pueblos a través de sus empelados…los políticos. Mismos que ellos ponen y quitan, según su conveniencia. Para ello, les financian campañas en las que le prometen al pueblo justicia, bienestar y oportunidad, pero en cuanto llegan al poder, se ven obligados a cumplirle a aquellos que los pusieron ahí, y los que les dieron su voto con toda la esperanza, los mantienen con largas y medidas que tratan de posponer las necesarias medidas de justicia social, pero que no se pueden llevar acabo, porque atentan contra los intereses de los dueños del dinero…sus patrones.
Colombia tiene muchos años de sufrir a esta gente. La injustita es tan grande, como grande ha sido el movimiento opositor al régimen Colonial. Desde líderes civiles y sindicales asesinados, luchas sociales reprimidas, hasta un inmenso movimiento guerrillero, que tiene en su poder desde hace mucho tiempo, gran parte del territorio de Colombia.
Resulta que ahora estos cínicos sicarios son capaces de venir a México a “regañarnos” y a decirnos lo que debemos hacer. Y mansamente, nuestros dirigentes, escuchan el regaño en su propia tierra con la cabeza baja. Esto sucede porque quien detenta el gobierno mexicano, no es un Benito Juárez o un Lázaro Cárdenas. Quizás, porque son aprendices de sicarios. Gente que está al servicio del FMI, BM, OMC, CIA, Washington y Nueva York.
Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y ahora Felipe Calderón, son los dirigentes neoliberales y globalizadores de un “Mexicouu S.A.” al servicio del capital extranjero y muy lejos de los principios nacionalistas y revolucionarios con los que se construyó, a principios del siglo XX este país.
Alvaro Uribe es un claro ejemplo de este tipo de funestos empleados de las trasnacionales. En efecto, pequeños y rancios grupos criollos de poder caciquil, ligados a la ultra extrema derecha. Que tratan de defender sus inmorales beneficios y canonjías, surgidas de sistemas sociales de explotación de los trabajadores y depredación de los recursos naturales, que son herencia del sistema Colonial.
Esta gente es elitista, racista, insensible al sufrimiento social. No tienen ninguna responsabilidad social (pero son muy católicos) y menos histórica, porque “la patria es de ellos”. Familias de regio abolengo, blancas, descendientes de europeos, su riqueza familiar viene de una añeja explotación colonial, en general de zonas agropecuarias. Durante siglos tuvieron los ojos puestos en París, Roma o Madrid, y recientemente en Miami y en Las Vegas. Viven en pequeños zonas residenciales tipo estadounidense, fuertemente vigiladas con grandes bardas, sistemas electrónicos de seguridad y personal armado, lejos de la chusma.
Esta clase de gente, que es una “casta maldita” en América latina, son los “hombres sucios y remplazables” de los mercaderes. Verdaderas bandas de delincuentes que se han apoderado de los gobiernos, con el apoyo del capital criollo, transnacional y por supuesto, los medios masivos de comunicación. Son gobiernos impopulares, porque únicamente favorecen los intereses económicos y políticos de los mercaderes nacionales y extranjeros. Dándole largas a las demandas más elementales de justicia social a sus pueblos, y criminalizando todos las protestas ciudadanas y gremiales de la población.
Son gobiernos represores y asesinos, que manipulan de manera facciosa la ley…”su ley”. Y cuando el descontento es mayoritario y tienen que actuar ilegalmente, como en el caso de Colombia, tienen el cinismo de crear verdaderos ejércitos que operan fuera de la ley, a favor de los intereses de los mercaderes. Acaban de detener al hermano de Álvaro Uribe, por estar relacionado con estos grupos armados que sostienen una guerra frontal, contra los grupos guerrilleros opositores al régimen.
Estos gobiernos, llegan al poder por el sistema de democracia partidista que han creado los mercaderes para explotar a los pueblos a través de sus empelados…los políticos. Mismos que ellos ponen y quitan, según su conveniencia. Para ello, les financian campañas en las que le prometen al pueblo justicia, bienestar y oportunidad, pero en cuanto llegan al poder, se ven obligados a cumplirle a aquellos que los pusieron ahí, y los que les dieron su voto con toda la esperanza, los mantienen con largas y medidas que tratan de posponer las necesarias medidas de justicia social, pero que no se pueden llevar acabo, porque atentan contra los intereses de los dueños del dinero…sus patrones.
Colombia tiene muchos años de sufrir a esta gente. La injustita es tan grande, como grande ha sido el movimiento opositor al régimen Colonial. Desde líderes civiles y sindicales asesinados, luchas sociales reprimidas, hasta un inmenso movimiento guerrillero, que tiene en su poder desde hace mucho tiempo, gran parte del territorio de Colombia.
Resulta que ahora estos cínicos sicarios son capaces de venir a México a “regañarnos” y a decirnos lo que debemos hacer. Y mansamente, nuestros dirigentes, escuchan el regaño en su propia tierra con la cabeza baja. Esto sucede porque quien detenta el gobierno mexicano, no es un Benito Juárez o un Lázaro Cárdenas. Quizás, porque son aprendices de sicarios. Gente que está al servicio del FMI, BM, OMC, CIA, Washington y Nueva York.
Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y ahora Felipe Calderón, son los dirigentes neoliberales y globalizadores de un “Mexicouu S.A.” al servicio del capital extranjero y muy lejos de los principios nacionalistas y revolucionarios con los que se construyó, a principios del siglo XX este país.
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