viernes, 11 de julio de 2008

EL ARTE DE ENSOÑAR ( * )


Primera edición en inglés, 1993
Primera edición en español, 1993
Título original: lhe Arl of Dreaming
Published by arrangement with Harper Colins Publishers, Inc.
D.R. Cl 1993 Editorial Diana, S.A. de C.V.
280 paginas

Hasta la primavera de 1996 Carlos Castaneda ha publicado nueve libros. En el lapso transcurrido entre la publicación del octavo (El conocimiento silencioso, 1987) y el último (El ante de ensoñar, 1993) Castaneda probablemente vivió las consecuencias de ser un nagual de tres puntas y no de cuatro, como su maestro Don Juan lo supuso.

Los naguales son personas que tienen cuatro comportamientos de energía en vez de dos, que es lo común en las personas. Castaneda encuentra muchas dificultades para ”ensamblarse” en el grupo que Don Juan le preparó y al parecer inicia otro grupo que integran Florinda Donner, Taisha Abelar y Carol Tiggs.

Esos años, entre la publicación del octavo texto y el noveno, probablemente sean la activación de una nueva estrategia del poder o la creación de un nuevo linaje para estos modernos naguales y guerreras que han dado un salto mortal, saliendo de la clandestinidad y pasando de la cultura oral a la cultura escrita.

En efecto, como Don Juan lo señala, en estos diez mil años de existencia del "conocimiento", desde los antiguos brujos, pasando por el linaje al que perteneció el propio Don Juan y llegando hasta el moderno nagual Castaneda, el conocimiento ha sufrido muchos cambios.

Según lo que menciona Don Juan, señalaremos que los primeros brujos de la antigüedad fracasaron porque se obsesionaron en el mundo de la segunda atención y descuidaron el de la realidad inmediata, el del primer anillo de poder. Estos antiguos toltecas se entregaron al mundo del ensueño y no cultivaron “el camino del guerrero”, por lo cual se volvieron personas imposibles, “perdidas en mundo fantasiosos”, al llegar pueblos invasores, se apoderaron del mundo material en el que vivían los toltecas con mucha facilidad, toda ves que había sido descuidado por los primeros toltecas.

Otro periodo que menciona Don Juan, es el que iniciaron los brujos sobrevivientes a la primera etapa y que, haciendo un recuento de sus prácticas y analizando sus errores, iniciaron nuevamente el estudio del conocimiento, pero ahora a través de una férrea disciplina que llamaron "el camino del guerrero", "el arte del ensueño" y "el arte del acecho".

Cuando estaban en el inicio de este ciclo llegaron los invasores europeos y, con la conquista y la colonia, esta nueva etapa tuvo que refugiarse en la segunda atención y afinar aún más su disciplina para poder sobrevivir en el infierno de la colonia y aprovechar al máximo a sus pinches tiranos.

Fue en esa época, en los comienzos del siglo XVIII, cuando se inicia otro ciclo con la aparición ante el nagual Sebastián -quien se agazapaba como sacristán en una iglesia- de un brujo sobreviviente de la primera época y que había logrado permanecer vivo misteriosamente todos esos cientos de años, pero que en esos momentos estaba perdiendo su energía. Por lo que obligó al nagual Sebastián a hacer un trato, en el que los naguales le cederían parte de su energía para que él siguiera viviendo, a cambio de que les diera un regalo de poder. Este acuerdo ligó a los seis naguales que le sucedieron y marcó otra época en los linajes, pues la información que han recibido de aquel antiguo brujo, que ellos llamaron "el inquilino", cambió el curso del conocimiento en el linaje de Don Juan y lo hace diferente al los demás linajes que hoy existen.

Al parecer Carlos Castaneda inicia un nuevo ciclo, no sólo por ser un nagual de tres puntas, sino porque ahora el conocimiento, que por siglos se mantuvo de manera secreta por medio de la transmisión oral, hoy en día se encuentra al alcance de cualquier persona a través de los libros. Además la tarea que le debió asignar el poder al nagual Castaneda al parecer todavía no es muy clara para sus lectores.

Por otra parte, el 17 de octubre de 1993, en el numero 3271 del periódico “La Jornada” de la ciudad de México, aparece una inserción pagada con el siguiente
texto:


A LOS LECTORES DE CARLOS CASTANEDA, AL PÚBLICO EN GENERAL:

Carlos Castaneda aclara que, sin distinción alguna, NO es Responsable de los actos, eventos y publicaciones de personas o grupos que con fines lucrativos o altruistas se autonombran sus discípulos.
Asimismo, Carlos Castaneda NO autoriza que utilicen su nombre o los términos y conceptos contenidos en sus libros.


De esta inserción pagada se desprenden tres cosas: la primera es que no ha sido Carlos Castaneda quien la mandó publicar.
La segunda, que algunas personas se han dedicado a embaucar a personas más que "inocentes" que piensan que en esta sociedad de consumo pueden “comprar” el conocimiento a través de "gurús de plástico" que, por costosas mensualidades, los llevarán a ser guerreros.
La tercera es que, si Castaneda la publicó (cosa que personalmente no creo, dado que un nagual no está enganchado y preocupado con “los hechos y malhechos de sus semejantes”), se desprenden a su vez dos consideraciones: una, en el sentido de que el nagual Castaneda no se puede "apropiar" de estos milenarios conocimientos, que Don Juan generosamente le transmitió y que el reconoce que no los inventó, sino que han sido y es un valioso legado, patrimonio cultural de México y el mundo, que viene de miles de años atrás transmitido de una generación a otra.

La otra consideración sería: ¿Cómo explicamos las publicaciones que han hecho tanto Florinda Donner como Taisha Abelar y que han sido prologadas y comentadas por el nagual Castaneda y -aún lo más insólito- los "cursos" y conferencias que se han realizado sobre la "Tensegridad", a un alto costo de admisión y anunciados en los medios como impartidos por las "guerreras guardianas rastreadoras de Carlos Castaneda”?

Al respecto, en el periódico Excélsior de la ciudad de México, el 17 de enero de 1996, en la sección "B", aparece una nota con el siguiente encabezado: "SEMINARIO DEL ANTROPÓLOGO CASTANEDA A BÉNEFICIO DE LOS NIÑOS DE LA CALLE" y que comienza de esta manera: "A beneficio de los niños de la calle, encausado a través de las fundaciones Dr. José Álvarez, IAP, Ciudad de los Niños; Carlos Moreno Miramón, IAP y Hogares Providencia del Padre Chinchachoma, vendrá a México por primera vez el mítico antropólogo Carlos Castaneda, nos dice Lucero Arce, coordinadora de un seminario acerca de sus teorías..."

Y en el periódico “La Jornada” de la ciudad de México, el lunes 29 de enero de 1996 aparece una entrevista que realiza Arturo García Hernández, de la cual reproducimos las siguientes líneas:

“-Usted ha escrito que el camino del guerrero es un camino solitario. ¿No hay una contradicción al hacer cursos masivos como el de la Tensegridad?
"-No. Yo aquí estoy hablando de cosas duras. A lo mejor la Tensegridad les da la energía para hablar de cosas de verdad pesadas. Por algo se empieza.
“¿Qué espera de la apertura que ahora están iniciando?
“-No sé qué es lo que va a pasar. Don Juan nunca me dijo qué es lo que va a pasarme enfrente de las masas. { ... } Antes estábamos atentos a proseguir de acuerdo a los mandatos de Don Juan. Ahora quiero enseñar así porque es una deuda tremenda que ya no puedo pagarle a él.
“-¿No tiene miedo de convertirse en gurú?”.
“-No porque no tengo ego. No hay cómo”. Carlos Castaneda.


( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA

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