Para la Toltequidad el mundo está compuesto por las emanaciones del Águila y el hombre es un capullo que contiene las mismas emanaciones, tanto de afuera como de adentro. La luminosidad exterior atrae a 'la luminosidad interior; esto se produce en un punto del capullo y ahí se fija el estar "consciente de ser"; es esa la fijación del punto de encaje.
El grado de conciencia de ser de cada individuo, está determinado por la presión que ejercen las emanaciones de afuera sobre las de adentro, y esta presión está determinada por la pequeña porción de las emanaciones de afuera, que es igual a una pequeña porción de las de adentro; esta presión produce una luminosidad más intensa en todo el capullo.
En consecuencia, "ver" es el resultado de un alineamiento diferente al normal y no es otra cosa que el movimiento del punto de encaje; por tanto, el acto de "ver" no se hace con los ojos e implica la maravilla de conocer la esencia de las cosas. Es decir, percibir el mundo que nos rodea como cargas de energía.
La conciencia de ser del ser humano, la desarrolla poco a poco; cuando nace, la luminosidad interior no está fijada con la exterior, se va desarrollando a través de la vida cotidiana. A esta práctica es a lo que Don Juan llama "El primer anillo de poder". El comando del Águila hace que se fije la luminosidad de afuera con la de adentro y se hace de manera "natural" a través de la voluntad, cuando el guerrero, de manera personal, mueve su punto de encaje; a esta voluntad "'dirigida" se le llama "intento".
En esta parte del libro Castaneda habla sobre el sexo como un proceso energético y dice que el nagual Julián decía que el sexo, era un asunto de energía, toda vez que el comando del Águila es el fulgor de la conciencia de ser que se transmite a través del acto sexual. En el proceso del acto sexual las emanaciones del Águila, que están contenidas en los dos capullos conscientes (hombre y mujer), sufren una profunda agitación y ambos capullos hacen lo mejor que pueden para donarle conciencia al nuevo ser que van a crear; cada acto sexual conlleva una donación de nuestra conciencia y de nuestra energía, aunque ello no cree forzosamente a otro ser.
Don Juan le recomienda a Castaneda que sea avaro con su sexualidad, no por moralista sino por el ahorro de energía, que es una de las tareas primordiales del guerrero. Este conocimiento obliga al aprendiz a ser responsable de su energía.
El grado de conciencia de ser de cada individuo, está determinado por la presión que ejercen las emanaciones de afuera sobre las de adentro, y esta presión está determinada por la pequeña porción de las emanaciones de afuera, que es igual a una pequeña porción de las de adentro; esta presión produce una luminosidad más intensa en todo el capullo.
En consecuencia, "ver" es el resultado de un alineamiento diferente al normal y no es otra cosa que el movimiento del punto de encaje; por tanto, el acto de "ver" no se hace con los ojos e implica la maravilla de conocer la esencia de las cosas. Es decir, percibir el mundo que nos rodea como cargas de energía.
La conciencia de ser del ser humano, la desarrolla poco a poco; cuando nace, la luminosidad interior no está fijada con la exterior, se va desarrollando a través de la vida cotidiana. A esta práctica es a lo que Don Juan llama "El primer anillo de poder". El comando del Águila hace que se fije la luminosidad de afuera con la de adentro y se hace de manera "natural" a través de la voluntad, cuando el guerrero, de manera personal, mueve su punto de encaje; a esta voluntad "'dirigida" se le llama "intento".
En esta parte del libro Castaneda habla sobre el sexo como un proceso energético y dice que el nagual Julián decía que el sexo, era un asunto de energía, toda vez que el comando del Águila es el fulgor de la conciencia de ser que se transmite a través del acto sexual. En el proceso del acto sexual las emanaciones del Águila, que están contenidas en los dos capullos conscientes (hombre y mujer), sufren una profunda agitación y ambos capullos hacen lo mejor que pueden para donarle conciencia al nuevo ser que van a crear; cada acto sexual conlleva una donación de nuestra conciencia y de nuestra energía, aunque ello no cree forzosamente a otro ser.
Don Juan le recomienda a Castaneda que sea avaro con su sexualidad, no por moralista sino por el ahorro de energía, que es una de las tareas primordiales del guerrero. Este conocimiento obliga al aprendiz a ser responsable de su energía.
( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA
ES MUY INTERESANTE,PUES CONOSCO AL RESPECTO DESPUES DE UNA GRAN DUDA QUE ES EL NAGUAL YA QUE DE DONDE YO SOY SE DISE QUE ALOS NIÑOS RESIEN NACIDOS SE LOS CHOPAVA EL NAGUAL Y TODO ME GUIO ALOS TEXTOS U OBRAS DE CARLOS CASTANEDA Y EN VERDAD SI CONBOSES ALGOMAS AL RESPECTO AGRADECERIA TU INFORMASION.
ResponderEliminarLa forma en que don Juan le habla a Castaneda sobre el nahual no es el mismo significado con el que se refieren de manera popular a la persona que se puede transformar en cualquier animal por haber echo un pacto con el demonio. En este caso don Juan habla del nahual como todo aquello que veomos oimos y sentimos de manera común. Todo lo que nos rodea es el nahual y el tonan es todo lo que no es nahual. Es algo muy dificil de explicar y solo se puede conprender de manera interna y personal, pues el tonan es algo mucho mas allá de lo que podemos imaginar. Espero que haya podido aclarar un poco tu duda
EliminarES MUY INTERESANTE,PUES CONOSCO AL RESPECTO DESPUES DE UNA GRAN DUDA QUE ES EL NAGUAL YA QUE DE DONDE YO SOY SE DISE QUE ALOS NIÑOS RESIEN NACIDOS SE LOS CHOPAVA EL NAGUAL Y TODO ME GUIO ALOS TEXTOS U OBRAS DE CARLOS CASTANEDA Y EN VERDAD SI CONBOSES ALGOMAS AL RESPECTO AGRADECERIA TU INFORMASION.
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