Resulta increíble que cuando la “humanidad” ha logrado el más alto grado de desarrollo tecnológico y científico, cuando las máquinas están multiplicando la riqueza de manera inconmensurable, casi todos los países, ricos y pobres, estén cruzando por una severa crisis económica, comenzando con Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y no se diga México.
La raíz de la crisis es la corrupción moral y la pérdida “del sentido o razón de la vida”. En efecto, las personas, las familias y los gobiernos han perdido los valores esenciales de la “condición humana”.
El control de la vida de las personas, las familias, los pueblos y sus gobiernos está en manos de “las mega empresas” trasnacionales que marcan los nuevos valores y principios que rigen al planeta.
Es decir: La codicia, el consumismo, el abuso, el individualismo, la irresponsabilidad existencial, en síntesis: “el culto al becerro de oro”, entendido como “la modernidad”.
El origen de la crisis financiera del mundo es que: las personas, las familias, los pueblos y sus gobiernos, CONSUMEN MÁS DE LO QUE PRODUCEN.
Este enloquecido y desenfrenado frenesí de encontrar en “el comprar/tener” la forma para trascender la existencia, se sustenta en una enorme vacío existencial y una dramática miseria espiritual, que deviene de la destrucción (a propósito) de las tradiciones y costumbres, valores y principios, que se habían construido a lo largo de siglos por las culturas tradicionales del mundo.
La modernidad ha destruido a la tradición, o sea, “la nada ha acabado con todo”. Ser “moderno” es vivir al ritmo, valores, deseos, sentimientos, necesidades que imponen “las mega empresas” a través de los medios masivos.
Por ello, las personas y los gobiernos están adquiriendo “todo y de todo”, gastando más de lo que tienen en cosas superfluas e innecesarias y hasta dañinas. Las deudas de los gobiernos, como el de Estados Unidos, es imposible de pagar.
Pero lo mismo la de los bancos que prestaron (por codicia y ambición) más de lo que podían pagar sus clientes. Y de la misma manera, la gente común gasta mucho más de lo que gana y vive del angustioso y leonino crédito, que es una forma moderna del esclavismo.
De esta manera, la crisis financiera del planeta es antes que nada, una crisis de valores y principios producto de la deshumanización, de la desacralización del mundo y la vida, de haberle dado la espalda a un desarrollo humano sustentado en el bien común y en el desarrollo espiritual como fin supremo de la vida: irresponsabilidad del Estado, los padres y cada una de las personas.
Efectivamente amable lector, este es el punto “incómodo” de esta reflexión. Cada uno de nosotros somos parte importante de esta “crisis planetaria” por nuestra irresponsable forma de vivir.
Necesitamos ser más conscientes, exigentes y responsables en nuestra propia vida. La de todos los días.
Por una parte, debemos de dejar de estar “prendidos” al mundo material del ser a través del tener. Ser más austeros, frugales y analíticos en lo que “verdaderamente necesitamos”, y en segundo lugar, poner mayor atención, tiempo y energía al desarrollo espiritual de nosotros mismos, la familia y la comunidad.
El amor, la solidaridad, la educación, la familia, el respeto a la naturaleza y el bien común deben ser retomados como los valores esenciales de la vida, de la sociedad y del Estado.
Los “rescates financieros de los gobiernos y los bancos”, es el RESCATE DE LA IRRESPONSABILIDAD Y EL PREMIO A LA COIDICIA DE LOS MERCADERES, así como alentar la impunidad de los políticos.
No se rescata a Grecia, España o Italia, se recata a los bancos agiotistas y a los políticos corruptos que prestaron irresponsablemente o dolosamente y a políticos que se prestaron a este mega fraude.
No se rescata a los pueblos, al contrario, los pueblos tienen que pagar con sangre a los banqueros.
No se rescata a los pueblos, al contrario, los pueblos tienen que pagar con sangre a los banqueros.
En Islandia, el pueblo metió a la cárcel a los políticos y dejó que quebraran los bancos y hoy no tienen problemas económicos, su economía se ha recuperado.
Nosotros deberíamos comenzar con cancelar nuestras tarjetas de crédito y vivir de manera honesta, de acuerdo a nuestros ingresos y nuestros valores ancestrales. www.toltecayotl.org http://tolteca-guillermomarin.blogspot.com/