Cuando hablo con las personas sobre la sabiduría, la cultura y la historia antigua de nuestro país, en general existen dos posiciones frente a “la otra historia”, la que no es hispanista y colonizante.
O de una negación, mezclada con escepticismo y suspicacia, que pretende terminar en confrontación y negación, o la de un asombro salpicado de júbilo y orgullo.
En general a nadie le gusta que “le muevan el tapete”. Que le cambien su visión del mundo que le han enseñado a lo largo de la vida. El sistema está diseñado para producir gente dócil intelectualmente y que asuma toda la información que le dan, sin un sentido de crítica y análisis, pareciera que entre más educación académica se tiene, se es más inflexible sobre este punto.
La publicidad y las noticias en los medios, especialmente la televisión, junto con el sistema educativo son el marco referencial, ideológico y cultural en el que construimos la “realidad”, y por así estar diseñada, la realidad es una percepción acrítica del sistema colonial en el que vivimos sin daros cuenta de él.
El punto es que la gran mayoría de los ciudadanos que vivimos en este país hemos sufrido una amputación de nuestra memoria histórica y de nuestra identidad.
Lo más grave del asunto es que no lo sabemos, que no nos damos cuenta de esta ausencia y de la pérdida de este valioso patrimonio que nos ha sido negado y que si lo recuperáramos, podría cambiar positivamente nuestras vidas y nuestro país.
En efecto, somos una civilización tan antigua como la China o la India, con una riqueza y experiencia extraordinaria sobre el desarrollo humano que se trabajó, investigó y sistematizó a lo largo de siete mil quinientos años.
Sin embargo, primero el régimen colonial durante tres siglos y posteriormente el régimen neocolonial en los dos últimos siglos, han excluido brutalmente el legado cultural de la civilización del Anáhuac en la construcción de la realidad nacional, el Estado y la educación del pueblo.
China e India, que son potencias mundiales fundamentan su desarrollo en su ancestral cultura. Los chinos, por ejemplo, son una potencia mundial en el orden económico y cultural gracias a su Patrimonio Cultural.
No fueron una copia de Rusia y ahora no lo son de E.U. Los chinos tienen su propio camino en base a su ancestral forma de ver y entender el mundo y la vida, en base a su milenaria cultura.
La China moderna no podría ser lo que es hoy sin Lao Tzé, Confucio, Buda, Sun Zut y Mao Zedong, entre otros, que de alguna manera viven y conforman su cotidianidad.
Los chinos han tomado préstamos culturales de los rusos, norteamericanos, ingleses y ahora japoneses, entre otros pueblos y culturas; pero se han mantenido fieles a su memoria histórica y su identidad cultural ancestral.
No es así con el pueblo de “México”. Los colonizadores saben que un pueblo sin memoria histórica y sin identidad cultural queda indefenso, vulnerable, dócil, fácil de dominar y explotar.
Por ello, primero los colonizadores y misioneros le quitaron a los pueblos invadidos sus lenguas originarias para dejarlos mudos, su antigua memoria histórica para dejarlos amnésicos, sus milenarios conocimientos para dejarlos estúpidos e incapaces de crear y transformar su mundo y su realidad, les quitaron sus espacios físicos e intangibles para dejarlos inseguros “en el aire” y finalmente les quitaron su religión y espiritualidad para dejarlos en un estado de fanatismo y primitiva idolatría.
Al amputarles estos cinco Elementos Culturales los dejaron amnésicos, como zombis sin voluntad y consciencia, aptos para la explotación, sumisos ante la injusticia, prestos a la traición.
Cuando usted se pregunta, ¿por qué los mexicanos aguantamos todo, olvidamos todo, nos quitan todo?
¿Cuándo usted, amable lector, se cuestiona por qué el pueblo es engañado y manipulado, una y otra vez, por los mismos políticos, por el mismo partido, con el mismo discurso?
¿Cuándo usted no sabe por qué las empresas engañan y roban al pueblo con total impunidad y cinismo? La respuesta la puede encontrar en la pérdida de estos cinco Elementos Culturales: la lengua, la memoria histórica, los conocimientos, los espacios y la espiritualidad.
Por eso, cuando se le explica a algunas personas que la “historia oficial” está plagada de mentiras e imprecisiones, que tiene una tendenciosa parcialidad hacia la colonización.
La gente en general se molesta y se irrita cundo se le habla de “la otra historia”, se le está cambiando el “discurso” que desde niño escuchó en boca de sus maestros, en el libro de texto, en la televisión, en el cine, en la radio y en su propia casa.
En general, el “mexicano” moderno no se siente identificado con la civilización del Anáhuac, es más, la desconoce y rechaza. Piensa que “él”, nada tiene que ver con “ese pasado que ya pasó hace mucho tiempo”, que “todo” acabó el 13 de agosto de 1521 con la caída de Tenochtitlán, …y que en todo caso, su “abuelito” era español.
Sin embargo, al mismo tiempo se siente y se sabe rechazado y menospreciado por las culturas dominantes, sean en su tiempo las de España, Francia y ahora E.U.
Se sabe desolado y perdido en el fondo del “laberinto de la soledad”. Recuperar la memoria histórica y la identidad resulta una necesidad imperiosa y fundamental, el primer paso para cambiar nuestra dolorosa realidad.
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Lic. Marín.... Por algúna razón no puedo escribir en el block, pero me resulta muy reflexivo y toca mis sentimientos más profundos cuando leo sus artículos. Es una desgracia todo lo que pasa. Tenemos que hacer una gran labor para lograr una metamorfosis. Efectivamente yo creo que el cambio somos cada uno de nosotros, cada acción, cada alto que hacemos en nuestra vida, debiera de causarnos un efecto multiplicador.
ResponderEliminarMuchas gracias por aportar su valioso puño de arena.
Elizabeth.
la historia la escriben los vencedores
ResponderEliminarmi nombre es Leandro, soy argentino, y estudio de hobbie la cultura tolteca, y precolombina, y estoy enamorado de ella. lo que pusiste en palabras en este post es un excelente aporte de ideas ordenadas de una situacion real, que no se da solo en tu pais, sino en muchisimo pueblos de latinoamerica. es indignante ver como se olvidan las raices y se tapan con consumismo, ego atraves de un conductismo de los medios. no hay nada que yo pueda agregar a tu post, mas que agradecerte por compartir tu vision clarisima.
el espiritu de las civilizaciones antiguas latinoamericanas sigue viva en nosotros. que perdure
saludos
indiscutiblemente han demostrado su capacidad de manipular, pero es mas la nuestra de crear... la jalea real nunca la producirá la abeja reina..... decidir a que punto ese fuego alimentar¡¡¡¡
ResponderEliminarricardo aguila.
Lic. Marín:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en los elementos que forman (deforman) nuestra identidad actual y como integran un sistema que cotidianamente nos alejan más de lo que somos y de dónde venimos.
Sin duda, la ausencia de la memoria histórica es la raíz de nuestra actual condición de consumidores (cuando hay para consumir) y de prácticamente una sociedad a la deriva, sin rumbo, tratando de sobrevivir el día a día.
En lo que no estoy tan de acuerdo es en los ejemplos de pone como deseables o inspiradores.
En el caso del pueblo chino, no sé, tengo mis dudas :
Si bien es un fenómeno de crecimiento económico, el pueblo en general no tiene así como que un super ingreso ( $ 4,428.00 US Dls per capita) aunque ya sabemos cómo funcionan esas cifras, habrá quien gana mucho menos que eso y desde luego, los que ganan muchísimo más ( según Forbes hay 116 billonarios chinos ¿ Por cuantos millones que no lo son?). Es decir, para el caso, sufren una explotación más eficiente que la que tenemos aquí, quiero imaginar que allá todos tienen trabajo, mal pagado, con más horas en su jornada laboral pero tienen..
Siendo un estado totalitario, la elite china constituye el único polo que dirige, en la dirección que considera conveniente, el destino de toda la sociedad. El sistema político y la aplicación de la ley no admite opiniones contrarias al “bien más grande para la sociedad”.
La espiritualidad en China tengo entendido ha sido plural, taoísmo, confucionismo, islamismo, cristianismo, veneración de los ancestros, budismo chino y más recientemente Falun Gong, Way of Former Heaven y Lord of Universe Church. Desde luego la revolución cultural china impuso una grave pausa a la expresión religiosa por un periodo permitiendo la libre expresión de las creencias a finales de los 1960´s. Bueno, mi punto es que el pueblo chino no se ha mantenido impoluto de todas estas intervenciones (económicas, políticas, culturales religiosas) , que han sufrido tanto como nosotros de constantes intervenciones (propias y ajenas) y por lo tanto no sé porque usted considera que “Los chinos tienen su propio camino en base a su ancestral forma de ver y entender el mundo y la vida, en base a su milenaria cultura.”
Ahora con lo que toca a nuestro pasado ancestral. Cada vez que escucho o leo sobre nuestra herencia cultural y espiritual, legado de nuestros antepasados, las sociedades nativas, prehispánicas, tengo la sensación de que se habla casi-casi de una comuna hippie : tenían profundo respeto por la naturaleza, reconocían a la tierra como su madre, se sentían en contacto con las fuerzas esenciales etc. Si, y también eran sociedades bélicas, también hacían la guerra a otros pueblos para someterlos, también condonaban la esclavitud y ah, si, también hacían sacrificios humanos, claro, no todas esas sociedades hacían lo mismo, pero entonces ¿A cuál de ellas hay que rescatar? ¿Habrá que removerles los elementos políticamente incorrectos, espiritualmente controversiales y culturalmente anacrónicos para integrarlos a nuestra cotidianidad? ¿Habrá que filtrarlos para que nutran nuestra evidente orfandad cultural y espiritual?
Cuando leo sus artículos me da la impresión de sumergirme en un gran lago de claridad donde se refleja la enorme riqueza que tenemos como mexicanos. Estoy seguro de que sus interpretaciones visionarias formarán parte de los "antecedentes históricos" que podremos relatar a nuestros nietos y bisnietos, una vez que nos hayamos recuperado como púeblo. Saludos fraternales.
ResponderEliminarInteresante lo que publica, sin embargo tal vez debería considerar retirar a la actual China como un ejemplo a seguir, esto porque están aplastando y acabando con Tibet y su cultura también ancestral, China invadió Tibet en 1950, desde entonces han muerto cerca de 2.2 millones de tibetanos, han destruido 6 mil monasterios budistas, has prohibido que en las escuelas se enseñe el idioma tibetano sustituyéndolo por el mandarin estándar ó hànyǔ, etc. ¿se puede usar como ejemplo de cultura cuando están destruyendo otra cultura? Saludos
ResponderEliminarDr. Marín, gracias por darme el contexto para que construya mi texto... mi identidad
ResponderEliminarSobre China en el artículo:
ResponderEliminarEl punto de este articulo no es “juzgar” el modelo chino o sus errores o atrocidades. Menos se trata de “ponerlo de ejemplo”. El punto es que hace tan solo 70 años China era una de las naciones más pobres, corruptas, desorganizadas, explotadas, con cientos de miles de enfermo y hambrientos. La capacidad de transformación de China es lo importante que subrayar. Lo mismo pero de otra manera sucede con la India. No se están poniendo como “ejemplos” a seguir, se está subrayando su capacidad de transformarse y desarrollarse a través de su propia cultura. Los criollos en el poder en México siempre han buscando en culturas y naciones extranjeras modelos para desarrollar “su país”, pero nunca han tomado en cuenta a la civilización Madre. Ese es el punto, la exclusión.
Y en segundo lugar, lo que menciona de que los anahucas (que no prehispánicos) “eran guerreros, hacían esclavos, etc”. Son producto de la desinformación que en general tenemos los mexicanos que hemos sido educados en una sociedad hispánica y malinchista, quedando como extranjeros incultos en nuestra propia tierra. Le recomiendo que lea el libro HISTORIA VERDADERA DEL MEXICO PROFUNDO, lo puede bajar gratuitamente de www.toltecayotl.org sección libros y conocerá la otra cara de la moneda que la historia oficial esconde.
Muchas gracias por participar en el blog.
Guillermo Marín
Disculpe Sr. Marín, pero creo que usted gasta la pólvora en infiernitos. La gente colonizada no ve lo que no quiere ver y lo que no le conviene ver. La gente con ideología criolla como usted dice, siempre discutirán lo que es indiscutible y en vez de ver la montaña ven el pino y sobre él rajan tabla. No les conteste, no pierda su tiempo. Gracias.
ResponderEliminarMuy bien "dicho", no se puede y no se debe estar haciéndoles caso a los colonizados. No existe peor colonizado que el que le gusta serlo. Que se pongan a leer...pero ya!!!!
ResponderEliminaradmirable Guillermo, a mi no me resta más que agradecer lo que estás haciendo con tus bloggs. Nadie puede cambiar si no quiere cambiar... y otros muchos sólo estamos buscando hacia donde... hacia qué...tal vez nos habían amputado ,pero como un gran árbol no sólo retoñamos; estamos floreciendo
ResponderEliminarSí, yo creo que como una gran ceiba milenaria estamos brotando de los cortes que en estos cinco siglos han hecho los colonizadores. Ese tronco podado y repodado…está floreciendo, estamos floreciendo y nadie nos parara. Tlacatzin Tonatiu
ResponderEliminarMaestro Marín, somos un pequeño grupo de análisis y lecturas en la ciudad de México. Aunque nos enfocamos especialmente en los procesos políticos y económicos de México, me complace decirle que a usted siempre lo comentamos con los trabajos del blog. Muchas gracias por su análisis visionario que nos ayuda a no perder en política y economía, la cultura y más, la que mesoamericana o anahuaca como dice usted. Compartimos en gran parte su llamado a la cultura madre, a la identidad y la memoria histórica y su preocupación por rescatar nuestros ancestrales valores. No desanime y siga trabajando que aquí lo leemos y discutimos. Échele ganas.
ResponderEliminarProfesor Delmiro Cansino López. Nueva Santa María.
Hola Sr. Marín
ResponderEliminarRecientemente descargue su material gratuito y a manera de aviso le informo que voy a compartirlo Para realizar un ePub y se difunda mas abiertamente el libro. Espero tener algún comentario o estar en contacto con el
Correo electrónico csarxenri@gmail.com para cualquier duda o mas información
Saludos