Las múltiples
y complejas relaciones humanas, -todas-, están sustentadas en la CONFIANZA.
Cuando ésta se pierde nada queda “de lo humano”, sea en una amistad, un
matrimonio, el comercio o las relaciones diplomáticas, especialmente entre “aliados”.
La cloaca
que ha destapado Edwrd Snowden y Bradley Manning, literalmente ha sido la
apertura de “la caja de pandora”.
El Imperio
no respeta nada en este mundo y gracias a la Ley Patriota y la Agencia de
Seguridad Nacional creadas por los llamados “Atentados de las Torres Gemelas”.
E.U. en una
supuesta defensa de su seguridad nacional, ha creado un monstro tecnológico de
millones de oídos, ojos y cabezas electrónicas, que como “el gran hermano”,
todo lo escuchan y todo lo ven en el mundo entero. Nadie se salva.
Pero la
historia es mucho más antigua. En 1898 el imperio hizo explotar su acorazado
Maine en la bahía de la Habana, para tener el pretexto de declararle la guerra
a España y arrebatarle Cuba.
Hoy se sabe
que en 1940, para cambiar la opinión pública estadounidense, que se oponía a la
entrada a la II Guerra Mundial, el gobierno de Washington presionó con un embargo
petrolero a Japón y debido a que había logrado descifrar los códigos secretos
de la armada japonesa.
La Casa
Blanca sabía con precisión la dimensión, el día y la hora del ataque a Pearl
Harbor y lo único que hizo fue sacar a sus modernas naves y portaviones, y
dejar a los acorazados obsoletos para que los japoneses los destruyeran y así
justificar su entrada a la guerra.
Debido al
derrumbe del “comunismo” en 1991, E.U. se quedó sin “enemigo visible” y toda su
poderosa y multimillonaria industria militar no tenía razón de ser, por lo que
se tenía que crear un enemigo mundial.
Así nació el
concepto del “terrorismo”.
Al ciudadano
común norteamericano le han hecho creer que “todo el mundo” envidia la
democracia, la “libertad” y la riqueza de E.U.; y que por eso los odian, los
envidian y los quieren destruir.
Es sabido
que existen investigaciones independientes muy serias, que afirman que el
ataque a las Torres Gemelas fue un auto atentado, igual al del Mane o el de Pearl
Harbor.
Y que
pretende, no solo mantener a tambor batiente la economía guerrera del imperio,
sino el control planetario en los planos políticos, económicos, militares,
sociales y culturales.
Nuca antes
de la historia de la humanidad un imperio había tenido “cuantitativa y cualitativamente”
tanto poder como hoy lo tiene La Casa Blanca.
El verdadero
problema es que no es “la democracia y las instituciones norteamericanas” las
que tienen “el control pleno” de este super mega poder.
Como lo ha confesado el Presidente Barack
Obama, que “hay cosa que ni yo conozco o controlo”.
O como dijo
el Secretario de Estado, John Kerry, “El presidente y yo nos enteramos de algunas cosas, que en cierto
modo ocurrieron por piloto automático, porque existen la tecnología y la
capacidad”.
El Imperio ha ido muy lejos y tal vez ya excedió el espacio del
posible “retorno”.
Han destruido la confianza en la política internacional y la
diplomacia entre aliados y socios. Esto es lo más grave de todo.
El “mundo libre” ha perdido los soportes y las estructuras de
CONFIANZA que lo sostienen y contienen.
Hemos llegado, -de golpe-, a la edad de
las cavernas y el que sea el más violento y tenga el garrote más largo, será
que imponga el nuevo “Estado de Derecho Internacional”. Más nada.
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Guillermo:
ResponderEliminar¡Cuánta verdad!
Gracias por recordarlo.
Saludos cordiales.
Luis Wintergrest
un buen punto marin, animo
ResponderEliminarsi es cierto todo lo que dices aquí....pues que amolados estamos. Nadie
ResponderEliminarOye tío, tu si vaz al punto...muy bueno, vale por hay.
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