5. El mal uso y el abuso que se hizo de la milenaria herencia
cultural del pueblo por el absoluto respeto y la estricta obediencia a las
autoridades civiles y religiosas.
La
civilización del Cem Anáhuac, desde Nicaragua hasta el Norte de E.U. y durante
más de tres mil quinientos años, mantuvieron su desarrollo humano a través de
los valores como el del “servicio a la comunidad, el respeto a la autoridad, el
trabajo disciplinado por la comunidad,
la solidaridad y la espiritualidad a través de las prácticas religiosas”.
Esto se
logró inculcar en sucesivas generaciones a través del sistema educativo. En
efecto, el primer sistema de educación, obligatorio, público y gratuito se
desarrolló en el Cem Anáhuac, mucho antes de que existiera la cultura griega.
El primer sistema de educación pública en Europa surgió en Italia hasta 1596
d.C.
Las
escuelas, el telpochcalli, ilpochcalli y el calmécac, entre otras, a través de
la pedagogía tolteca inculcaron en la niñez y adolescencia anahuaca los siete
valores de la educación tolteca: responsabilidad, disciplina, respeto, el
desarrollo de la atención-concentración-abstracción, trabajo en equipo,
comunicación oral-pictográfica y la conciencia comunitaria.
Gracias a
estos valores y principios no solo se formaron los individuos, las familias y
los Altépetl, sino se pudo lograr los grandes proyectos espirituales esculpidos
en la materia a través de cientos de años, como es el caso de lo que hoy
conocemos como “la zona arqueológica de Monte Albán, en Oaxaca”, en donde a lo
largo de 1350 años, de generación en generación, de manera sistemática y
continua, se construyó en una montaña a 400 metros de altura un centro de
estudios e investigación. Pero existen cientos de estos maravillosos recintos
en lo que hoy es México.
Estos
inconmensurables esfuerzos humanos, se pudieron lograr gracias a que los Viejos
Abuelos poseían sistemas muy avanzados y decantados en los renglones de:
“alimentación, salud, educación y organización”, que son conocidos como la
Pirámide de Desarrollo Humano del Anáhuac y que estaba muy interiorizada en
todas y cada una de las diversas culturas existentes en el Cem Anáhuac.
Para 1519 la
ciudad más grande del mundo era Tenochtitlán. Los conquistadores calcularon que
había entre 60 y 120 mil hogares. Suponiendo familias de siete integrantes la
ciudad debió contar entre 420 y 840 mil habitantes. Se calcula que la extensión
de la ciudad era de 10 km cuadrados. Poseía los logros y adelantos de una
ciudad moderna. Agua potable, drenajes, calles, calzadas, canales, todos
perfectamente orientados hacia los cuatro puntos cardinales. Había escuelas,
bibliotecas, museos, zoológico, templos, mercados, edificios administrativos,
casas oficiales, etc.
La vida en
el “tollan” era ordenada y muy organizada. Los anahuacas tenemos una tradición
milenaria de vivir en comunidad. La convivencia urbana está sustentada en la
responsabilidad compartida por la comunidad y el respeto al derecho del vecino. A través del Huey Calpulli, el calpulli
urbano o el calpulli rural, nuestros antepasados, por muchas generaciones,
aprendieron que la obediencia a la autoridad (la que manda obedeciendo), el
trabajo comunitario (del bien común), la participación en las actividades
comunitarias debían ser rigurosamente acatadas y desarrolladas con disciplina y
responsabilidad.
Este pueblo
educado, responsable y respetuoso, que obedecía a sus autoridades civiles y
religiosas con ejemplar pasión y devoción, propio de una sociedad civilizada,
avanzada, madura y consciente. Porque la dualidad más importante del “bien
común”, es, “el gobierno y la organización comunitaria”. Este patrimonio cultural fue en principio,
brutalmente usado por los conquistadores y posteriormente, echado a perder por
los abusos, despojos e injusticias de los colonizadores que los explotaron casi
hasta su extinción. En 1519 se calcula que en lo que hoy es México, existían 25
millones de personas y cien años después quedaban un millón de anahuacas.
México no volvió a tener 25 millones de habitantes hasta la década de los años
cuarenta del siglo XX.
En el “banco
genético de información cultural”, los pueblos anahuacas tienen como principio
el irrestricto respeto a las autoridades civiles y religiosas, además de su
organización comunitaria. De esta herencia cultural producto de 3500 años de civilización,
los conquistadores y colonizadores primero, y neo colonizadores después, abusaron
y abusan hasta la saciedad.
Este abuso
ha producido, a través del tiempo, un rechazo a la autoridad, la legalidad y
las instituciones del “Estado que les es ajeno” y generalmente está en contra
de sus intereses. Ha aprendido, dolorosamente, en estos cinco siglos que el gobierno, la ley y el policía de la
esquina, están para explotarlo. El “México de los criollos y solamente para los
criollos”, lo ha excluido históricamente de la toma de decisiones y de los
beneficios y oportunidades. Solo lo ha usado para sus luchas -armadas y
políticas-, y para enriquecerse a partir de su ignorancia provocada.
Sabe, por
dolorosa experiencia, que “este país” no le pertenece. De modo que no lo cuida,
no lo preserva, porque sabe que todo es rapiña. Por lo mismo, los extranjeros y
los criollos, tampoco lo procuran. México es para hacerse rico, -como Cortés y
Malinche- lo más rápido posible, sin la menor inversión y a cualquier costo
humano y ambiental. Esta es la razón como en estos cinco siglos se ha ido
convirtiendo en un páramo desolado, físico y humano. De poseer el 75% de la
biodiversidad del planeta en 1519 y tener un pueblo educado, hoy en día está
ante una catástrofe social y ambiental.
En el marco
de la Teoría del Control Cultural de “lo propio y lo ajeno”, del Dr. Guillermo
Bonfil, podríamos suponer que en “el espacio cultural, comunitario y familiar”,
las culturas anahuacas respetan estrictamente a las autoridades y las leyes “no
escritas propias”. Y en el espacio de lo ajeno, el anahuaca rechaza y corrompe
a las leyes e instituciones coloniales y neo coloniales. Lo que produce una
sociedad esquizofrénica y bipolar, en permanente estado de tensión y sumamente
explosiva.
Una sociedad
indisciplinada, corrupta, violenta, indolente e inconsciente es lo que se ha
producido en estos cinco siglos de colonización, modernidad, eurocentrismo y
epistemicidio. El anahuaca sabe que no le pertenece este país. Lo intuye o
dolorosamente lo ha aprendido en el desolado paramo de la injusticia, en la
represión, el abuso y el despojo.
6. Gran parte de los pueblos asumieron la modernidad como
proyecto propio y aceptaron su rol de “colonizador-colonizado”.
A partir de
1521 las leyes, las autoridades y las instituciones impuestas por la corona
española fueron de carácter “colonial”. Es decir, estaban diseñadas para la
explotación de la mano de obra anahuaca y la depredación de sus recursos
naturales en favor de los extranjeros y el reino de España. La Colonia no cayó
como un telón después de la toma de Tenochtitlán.
La implantación del sistema
colonial ha sido un proceso de cinco siglos, muy complejo, lento y profundo
hasta nuestros días. No solo por la ocupación extranjera, en los tres primeros
siglos por parte de los españoles y de 1821 a la fecha, en el periodo
neocolonial, por europeos y emigrantes del Medio Oriente.
Sino
fundamentalmente, por la “interiorización” de la cultura colonial en la mente y
el corazón de los propios anahuacas. Ha sido un fenómeno de largo plazo, debido
entre otras cosas a la lucha de resistencia cultural de los pueblos y culturas
del Anáhuac, como también por la orografía e incomunicación que existió durante
muchos siglos en diversas regiones del territorio.
El debate
entre “lo propio y lo ajeno” (Guillermo Bonfil Batalla. 1991.), entre “la
tradición (Toltecáyotl) y la modernidad (europeización)”, se ha ido dando desde
el 13 de agosto de 1521 hasta nuestros días. La conquista prosigue y la colonia
sigue lacerando. El “espíritu de Cortés-Malinche” sigue vivo en muchos
mexicanos modernos que, independientemente de que sean “indígenas”, mestizos o
criollos, a la menor oportunidad en el ejercicio del poder despiertan estos
pavorosos espíritus malignos en pleno siglo XXI.
Desgraciadamente,
en los últimos cuarenta años hemos perdido gran parte de la identidad anahuaca
que mantuvieron los “jóvenes abuelos” a lo largo de 450 años de vigorosa lucha
y heroica resistencia cultural.
El Anáhuac
ha perdido, en las últimas cuatro décadas, mucho de su sabiduría ancestral en
el campo del conocimiento culinario, de la salud, de las lenguas, de la
agricultura, la arquitectura e ingeniería tradicional, “la tradición y el
costumbre”; pero sobre todo, de los valores y principios de la Toltecáyotl al
interior de las personas, las familias y las comunidades. Hemos perdido un
universo de conocimientos, actitudes y sentimientos, que nos daban “un rostro
propio y un corazón verdadero” a cada comunidad de este país desde hace miles
de años.
La
“modernidad” ha tomado mucha fuerza a partir de la migración a E.U., a los
medios masivos de comunicación, al sistema educativo TELEVISA/SEP, a la
ampliación de mercados de las empresas transnacionales que han llegado a todos
los rincones del país, despertando la voracidad consumidora, la esquizofrenia
cultural y la desolación social. La modernidad nos ha condenado a la auto
ignorancia, la comodidad y el abandono.
Pero este
cambio de tradición por modernidad comenzó desde 1519. Malinche e Ixtlilxóchitl
son “los insignes modernizadores reformadores”. Los tlatoanis y los Altépetl
que se pasaron al bando de Cortés, fueron los primeros “modernizadores del
Anáhuac”. En el periodo colonial “lo
moderno” (como ahora lo entendemos), era lo cristiano, la lengua del conquistador,
los productos que se conocían como “de castilla”.
Lo “tradicional” (como ahora lo entendemos) era la permanencia a la cultura Madre basada en los principios y valores de la Toltecáyotl. Los anahuacas que vivían más cerca del círculo social de los peninsulares, criollos y mestizos, eran los que trataban de “modernizarse” para tomar mejores posiciones en la sociedad novohispana colonial. Hasta nuestros días muchos anahuacas no quieren que sus hijos aprendan su lengua Madre.
Lo “tradicional” (como ahora lo entendemos) era la permanencia a la cultura Madre basada en los principios y valores de la Toltecáyotl. Los anahuacas que vivían más cerca del círculo social de los peninsulares, criollos y mestizos, eran los que trataban de “modernizarse” para tomar mejores posiciones en la sociedad novohispana colonial. Hasta nuestros días muchos anahuacas no quieren que sus hijos aprendan su lengua Madre.
El rol de
“colonizador-colonizado”, ha sido aceptado por una parte de los anahuacas,
especialmente los que se asumen como “mestizos”, tanto individualmente como de
manera comunitaria. En efecto, existen muchas poblaciones que “no se asumen
como indígenas”. Su mestizaje está sustentado en el individualismo, el
consumismo y el pragmatismo. En contra parte, las personas que se asumen como
“indígenas” son “comunitarias, solidarias y tradicionales”.
El
“colonizado-colonizador” desde el principio ha sido “emprendedor con
aspiraciones”. Progresa y asciende en la escala social. Acepta sumisamente la
explotación, la exclusión y el abuso de aquellos que él cree superiores. Pero
de la misma forma, explota, oprime y abusa despiadadamente de aquellos que él
piensa que son inferiores. Rechaza su fenotipo y pretende parecerse a los
colonizadores, se tiñe el cabello de rubio, le pone nombres anglosajones a sus
hijos, viste “a la moda” y consume mercancía pirata para simular marcas que no
están a su alcance económico. La esquizofrenia cultural, “los
empresarios-emprendedores vs. los solidarios-cooperadores, la modernidad vs. la
tradición, el México imaginario vs. el México profundo.
La
modernidad y su calidad de colonizadores-colonizados los ha dejado indefensos,
vulnerables, frágiles. Sin memoria histórica, sin identidad cultural, sin
tradiciones y costumbres, sin lengua Madre. Exaltando lo ajeno y despreciando
lo propio. Permanentemente despreciados por su colonizadores y despreciando al
mismo tiempo sus hermanos colonizados. Perdidos en “el laberinto de la
soledad”.
7. En la Colonia empezó una lucha fratricida para lograr
posicionarse a cualquier precio en la nueva sociedad colonial y posteriormente
neocolonial perdiéndose el valor sagrado de la Vida, los valores ancestrales y
la cultura comunitaria.
Es
interesante como desde los primeros años de la Colonia existieron grupos que
trataron de transformarse en “conquistados-conquistadores”. Un ejemplo muy
claro es que los guerreros anahuacas que formaron los contingentes militares
que apoyaron a los españoles durante la batalla por Tenochtitlán,
posteriormente siguieron sobre los demás Altépetl, pero con los “usos y
costumbres” de las guerras europeas, es decir, el asesinato del adversario, el
saqueo de sus bienes y la destrucción de las comunidades. Cosa que generalmente
no se hacía antes de la invasión europea, donde la guerra tenía un sentido mistico-sagrado,
aunque transgredido.
Existen muy
bien documentados, cantidades inmensas de “juicios” entre propios indígenas, que
al asumir la “cultura española-moderna-individualista-pragmática”, entraron en
conflictos económicos y mercantiles entre ellos mismos. Otro tipo de juicios
eran los de comunidades en defensa de sus tierras en contra de españoles,
criollos, mestizos e “indígenas colonizadores” (“para que la cuña apriete”).
El
individualismo, la modernidad, la colonización, ha producido una sociedad
“caníbal”, corrupta y cínica, desde las bases mismas del pueblo que ha perdido
la cultura Madre. En general se perdió en las ciudades y grandes poblaciones
los valores ancestrales de la Toltecáyotl, sin embargo, es lo común encontrar
en lugares apartados a indígenas y mestizos, como caciques de “orca y cuchillo”.
El “criollismo” es una ideología, no es cuestión de fenotipos.
La
modernidad ha ido venciendo a la tradición. Sumado a esto, desde Cortés hasta el último
grupo que se ha apoderado de la presidencia, el poder es producto de un acto
ilícito, y si, “extraordinariamente” llega a ser legal, el ejercicio de la
autoridad y el poder es inmoral por la estructura del mismo sistema colonial,
como el caso de Fox.
En efecto,
existe un vacío abismal entre “las autoridades” y el pueblo, porque los que
mandan, -no obedecen al pueblo-, sino a los intereses económicos y políticos de
quienes les ayudaron a “apropiarse” del poder. Los intereses de la mayoría del
pueblo no son los mismos de las minorías que tienen el poder económico y
político, además de que, en general son extranjeros o criollos, por lo que sus
“intereses” están fuera de las fronteras.
Colofón. Entonces…cómo es que nos ha sucedido esto.
Como hijos
de los hijos de los Viejos Abuelos toltecas. Como dignos herederos de la
Toltecáyotl, es de imprescindible necesidad, buscar las razones que nos han
hecho cambiar en forma negativa y prescindir de la sabiduría ancestral para
construir nuestra realidad y el futuro de nuestros hijos.
Necesitamos
dejar atrás la “historia oficial” hispanista, plagada de falsedades y sitios comunes
que nos alejan de la inconmensurable sabiduría ancestral. Por medio de la
verdad histórica, descolonizada y descarnada, debemos de conocer la verdad y
nuestros propios errores, porque el problema que hoy vivimos, no solo lo han
producido, “los españoles”. Este es otro sitio común que nos impide utilizar la
sabiduría tolteca sobre “El Espejo Humeante de Tezcatlipoca”, para re-conocer
nuestro verdadero rostro. Nos impide ser analíticos y ser auto críticos.
Necesitamos
recurrir a Xipe Totec, el “Señor del Descarnado”, para que como en la parábola
tolteca, “desprendamos la materia carnal que conduce al cuerpo a su corrupción
y liberar el alma, que al quedar descarnada, libre y purificada, -como la
mariposa de obsidiana-, inicia su vuelo a las alturas celestiales del
Espíritu”.
De la misma
forma, tenemos que recurrir al rito de Xipe Totec y desprender de nuestra
conciencia anahuaca, todas las mentiras y tergiversaciones hechas por los
colonizadores de ayer y de hoy. Desechar también los sitos comunes, de que
todos nuestros males son producto de “los españoles”.
Necesitamos
saber, qué fue lo que nos ha sucedido en estos cinco siglos.
Cómo fue
posible que siendo los hijos de los hijos de una de las civilizaciones más
antiguas y con origen autónomo, y la que llegó a alcanzar el más alto grado de
desarrollo humano para todo su pueblo, ahora estemos viviendo en la total
orfandad e ignorancia.
Cómo es qué
perdimos el sentido sagrado y divino de la vida. Cómo es que abandonamos
nuestros ancestrales valores de comunitariedad, solidaridad, espiritualidad,
amor y respeto por la vida.
Cómo es que
desapareció la conciencia espiritual del mundo y la vida. Por qué hemos
aceptado, en estos cinco siglos, valores y modelos culturales negativos,
depredadores y criminales totalmente opuestos a nuestra concepción filosófica y
cultural milenaria.
Será posible
recuperarlos. Seguirán vivos en nuestro “banco genético de información
cultural”. Podremos re-utilizarlos y adaptarlos para constituirlos en poderosas
palancas que nos permitan remover cinco siglos de enajenación, barbarie y
deshumanización.
Las
respuestas están en lo más profundo de nuestra conciencia y nuestro corazón.
Por más difícil que parezca, no es imposible. Lo difícil no es hacerlo, lo difícil es imaginarlo.
4 de marzo
2014
Oaxaca.
Visite www.toltecayotl.org
Oye marín, que no tienes otra cosa que hacer, deja de escribir sandeces y estupideces. Ponte a vender pepitas en las esquinas, pobres mexicanos jodidos que ni son indios y nuca llegarán a ser ESPAÑOLES.
ResponderEliminarA fe mía. Tu conquistador.
Veamos, el señor Anónimo valientemente se pone a insultar detrás de una máquina sin decir quien es, o es español porque pone esa palabra en mayúsculas o es criollo y se siente español, dice tu conquistador cuando ni ha de controlar a su propia vecina, seguro es una persona sometida en el trabajo y no hace grandes cosas, su frustración la saca insultando y típico porque así son varios saca lo de las razas y la nacionalidad, eres un troll que lo único que puede hacer en la vida es insultar detrás de una máquina porque en lo demás eres un fracaso, pero no alimentaré más al troll, yo disfruto mi vida, el señor Marín también y usted no. Lo dejo que como típico troll diga sus últimas palabras para que se sienta "bien".
ResponderEliminarAtte: Giovanni
Maestro Marín como siempre mis respetos el que no conoce su historia esta perdido en su laberinto, necesitamos gente como usted que de consciencia para que nuestra gente despierte.
ResponderEliminarSaludos Vicente
muy pocas gentes escriben como usted, mis respetos don, no soy hombre letrado ni lo pretendo pero cuando leo cosas como estas el pellejo se me pone chinito y es que es la pura neta del planeta, cala pues y eso es lo importante. echele pues de su ronco pecho don
ResponderEliminarmuy pocas gentes escriben como usted, mis respetos don, no soy hombre letrado ni lo pretendo pero cuando leo cosas como estas el pellejo se me pone chinito y es que es la pura neta del planeta, cala pues y eso es lo importante. echele pues de su ronco pecho don
ResponderEliminarmuy pocas gentes escriben como usted, mis respetos don, no soy hombre letrado ni lo pretendo pero cuando leo cosas como estas el pellejo se me pone chinito y es que es la pura neta del planeta, cala pues y eso es lo importante. echele pues de su ronco pecho don
ResponderEliminar