El problema de la falta de identidad
cultural de gran parte del pueblo de este país, equivocadamente llamado “México”;
es mucho más grave de lo que se piensa, y tiene repercusiones en muchos ámbitos
de la vida cotidiana en el amplio tejido social. Problemas de justicia,
equidad, racismo, exclusión, educativos, económicos y políticos, entre otros.
La identidad es la consciencia del
“ser en su totalidad”. Cada uno no es solo “en sí mismo”. Tiene mucha gente,
conocida, desconocida y familiares que determinan la forma de entender el mundo
y la vida. Además, por supuesto, del medio social, cultural, religioso y
natural en el que vive.
En este país, generalizando, el 20%
de sus habitantes NO tienen problemas de Identidad Cultural. El 10% más
poderoso económicamente, porque en general, son extranjeros avecindados por
generaciones en estas tierras. En su larga estancia siempre han mantenido como
un plus su estatus de “ser extranjero”.
El otro 10% son los pueblos originarios
anahuacas, que son los más pobres entre los pobres. Ellos han mantenido heroicamente
una cultura de resistencia cultural.
Ellos no se sienten mexicanos porque no
son “mexicas”, ellos son mayas, zapotecos, mixtecos, purépechas, totonacos y un
largo etcétera. Cabe mencionar que por esa raíz anahuaca, la forma de “percibir
y actuar en el mundo”, no está dada por medio de la razón únicamente.
El 80% restante son “mestizos”.
Pero en un país racista y clasista, que esconde hipócritamente su herencia
colonial y su base social que fue y sigue siendo el “sistema de castas”. Todos
somos iguales…pero unos son más iguales que otros.
En este mestizaje, que es racial,
MÁS NO CULTURAL, porque no conocemos la raíz y la esencia de la percepción del
mundo y de la vida de la civilización Madre (una de las seis más antiguas con
origen autónomo de la humanidad).
El sistema educativo y los medios masivos les
han metido que el “origen de la cultura humana” está en “la Grecia Clásica y en
el Imperio Romano”. Para ellos “lo universal” es lo europeo.
El mestizo entonces, desde 1821
empieza su viacrucis en busca de un lugar negado en el país de los criollos
para los criollos. Busca un “rostro y un corazón” en lo español, lo francés y
ahora en lo norteamericano. A tropezones busca su identidad en “el laberinto de la
desolación” de ser un extranjero inculto en su propia tierra, y ahora, por
medio de la toxica televisión.
En estos 196 años a muy poca gente mestiza le ha
interesado conocer su raíz más antigua, por el contrario, la gente asume su
mestizaje con “su mítico abuelito español”, por lo cual se auto neutraliza e inhibe
todo su potencial. La totalidad de nuestro ser no puede tener exclusiones y
negaciones.
Esto es lo que hemos hecho en estos casi dos siglos, muy bien “encausados”
por la ideología criolla neocolonizadora de la cultura dominante, porque es
claro que la injusticia, la pobreza y la explotación están sustentado
básicamente en LA IGNORANCIA.
Y la peor ignorancia es no saber quién en verdad
somos, cuáles son nuestros potenciales, cuáles los valores y principios que nos
llevaron a ser una de las civilizaciones más avanzadas del planeta, cuál
nuestro linaje y legado ancestral.
En la orfandad producida por la ignorancia hemos
perdido el camino y ruta luminosa de nuestra civilización. Tan válida y tan
cierta como en estos momentos es la de China o la India para sus respectivos
pueblos y gobiernos.
Peo en el México neocolonial de
los Azacarraga, los Slim, los Saba, a quién
le interesa conocer su raíz milenaria, sus sabios y ancestrales Abuelos
Toltecas. En este México disimulado e hipócrita de la dominación hegemónica enmascarada
en la “modernidad, el progreso, la democracia”, a quién le interesa ser auténtico,
verdadero, espiritual.
Lo indígena en México, en general, está asociado a ignorancia, incapacidad, pobreza, flojera, fealdad. En México es el lugar en el mundo donde se compran más tientes rubios para el cabello y cremas "blanqueadoras".
Todo mundo aspira a ser “hijo del canal de las barras y las estrellas”, tener dinero aunque sea un miserable, tener poder aunque sea un ignorante, ser rubio y alto, aunque sea moreno y chaparro.
Llenos de complejos y espejismos mediáticos, la gente vive en la desolación y el vacío por no tener lo esencial. La fuerza espiritual de su identidad ancestral.
Visita www.toltecayotl.org
Que terrible historia. Aun asi, 204 anhos nada tienen que ver con los milenios de sabiduria que desarrollaron nuestros abuelitos, urge regresar al origen! Todo nuestro apoyo para usted su equipo!
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