(Al pueblo lo han creer que los
“aztecas” son la inspiración más elevada de su pasado “prehispánico”, ya
superado por la imposición de la cultura europea, las religiones
judeocristianas, la lengua española, la modernidad y el capitalismo, a través
de la SEP, televisa, el INAH y la multimedia trasnacional, desde Hollywood
hasta la televisión satelital. Los aztecas son “lo máximo del México
prehispánico” y la prueba es que en el Museo Nacional de Antropología e
Historia ocupan la sala principal.) parte PRIMERA.
¿Cuál es el objetivo de este
perverso epistemicidio?
Impedir que el pueblo conozca la
verdad de su civilización Madre. Quitarle al pueblo la capacidad de volver a
pensar, sentir y actuar como lo hicieron sus venerables ancestros en el periodo
más luminoso de LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. En efecto, la Toltecáyotl logró
alcanzar el más alto nivel en desarrollo humano para todo un pueblo en la
historia del planeta. Impedir que la gente sepa que han existido otras formas
de vida, otros valores, principios y sentimientos que pueden ser una “razón de
Estado” y que pueden volver a ser una realidad. Que no únicamente el Estado se
ha conformado para explotar a la naturaleza y a los seres humanos a través del
“trabajo-consumo, y la guerra y el comercio”.
Los niveles alcanzados en materia
de alimentación, salud, educación y organización comunitaria, en un amplio y
sólido espacio de la democracia participativa, son la grandeza de nuestra
Cultura Madre. Estos logros comenzaron con la invención de la agricultura y el
maíz al rededor del sexto milenio a.C., y para el año 1500 a.C. tenemos
testimonios decantados de lo que será nuestra civilización con la aparición de
los olmecas, llamados “la Cultura Madre. Cuatro mil quinientos años de INVENTAR
E INVESTIGAR, por nosotros mismos a través de la ciencia biófila todo cuanto
nos rodeaba, desde las plantas y animales, hasta la mecánica celeste, pasando
por explorar los insondables misterios de la conciencia de “Ser energético” y
las potencialidades espirituales.
Pero los logros más
sobresalientes de nuestra civilización Madre se dieron entre el año 200 a.C. y
el 850 d.C. Mil años de esplendor en el que se lograron construir el mayor
número de centros de conocimiento e investigación de la historia antigua de la
humanidad. Los Tollanes, llamados por los colonizadores “zonas arqueológicas”,
es la expresión más prodigiosa de una ciencia decantada para investigar,
estudiar y sistematizar, las posibilidades “energéticas” del ser humano. Campos
del conocimiento humano que por la persecución que hizo la Iglesia Católica en
Europa durante mil años, conocidos como “Edad Media o época oscurantista”,
Occidente se ha visto imposibilitada a entender.
En el Cen Anáhuac se vivieron mil
años de armonía y equilibrio. No existió la moneda, la propiedad privada, la
guerra y las armas como instrumento de dominio y expansión. El pueblo,
independientemente su estatus, era obligado a enviar a sus hijos a la escuela
que era pública y gratuita. El Estado integrado en una red de calpulli operaba
a partir de la democracia participativa, el bien común estaba por encisma del
interés privado, El Estado, las familias y los individuos, tenían como
responsabilidad mantener el equilibrio entre el mundo espiritual y el material,
entre el mundo de las cosas concretas y el mundo de las cosas abstractas a
través de la sabiduría de la Toltecáyotl.
Estos grandes logros tuvieron un
fin (nada es eterno) y metafóricamente este final de ciclo se conoce como el
Colapso del periodo Clásico (850 d.C.). En la mítica del Anáhuac se representa
con la partida de Quetzalcóatl y la profecía que regresaría a restaurar la
sabiduría y el equilibrio en el año “uno caña” que se repetía cada 52 años. A
partir de la ausencia de la dirección de las personas de conocimiento, comienza
una historia de decadencia filosófica-religiosa en el Anáhuac, más no de
carácter cultural. Pues en 1519 la ciudad de Tenochtitlán era la más grande del
mundo y la calidad de vida de un tenochca era muy superior a un madrileño.
La decadencia fue de carácter
filosófico-religioso. Ante la partida de los venerables maestros toltecas, la
destrucción y abandono de los centros de conocimiento (Tollanes), una nueva
clase de dirigentes se apodera del control de los pueblos. Se crean los
“Señoríos”, que implicaban posesión de territorios, linajes familiares de
gobierno, guerras de expansión territorial y tributación.
La llegada de los mexicas al
Valle del Anáhuac en 1215, marcará el inicio del último trayecto del periodo
Postclásico o decadente. Los mexicas son un pueblo sin el legado de la
sabiduría tolteca, nómada, guerrero y guiados por su numen tutelar llamado
Huitzilopochtli, “no saben hablar la lengua náhuatl, no saben sembrar maíz y
tejer algodón”. Son rechazados en todo el Altiplano y andan errantes hasta que
en 1325 fundan una pequeña aldea sobre un islote del lago a la que llamaron
Tenochtitlán.
Poco a poco hacen suya la
Toltecáyotl, que estaba en etapa de decaimiento, ya que han pasado casi cinco
siglos de la partida de los maestros. Especialmente los linajes dirigentes mexicas
mandan a estudiar a sus hijos al calmécac de Cholula en donde se mantenía el
legado tolteca con mayor intensidad, con el fin de que se apropiaran “de la
tinta negra, la tinta roja” (la sabiduría tolteca). Fue hasta el año de 1440,
cuando Moctezuma Ilhuicamina toma el poder y con su Cihuacóatl Tlacaélel,
inician el proyecto de expansión mexica. Tlacaélel con sus reformas depone a
Quetzalcóatl e impone a Huichilopoztli, es decir, se trasgrede a la
Toltecáyotl, disminuyendo el aspecto espiritual y haciendo del culto al mundo
material el imperativo de expansión mexica.
Los mexicas no formaron “un
imperio”, ni tenían el control y el poder del Cen Anáhuac que la ideología
criolla neocolonial hace creer a los ingenuos. Menos aún, eran criminales y
caníbales, como los describieron los conquistadores y misioneros del siglo XVI,
para ocultar sus crímenes de lesa humanidad. Tenían el control de gran parte
del Valle del Anáhuac y una mínima parte de la costa del Golfo, pero no era
total y menos absoluto. Como prueba de esto está la existencia del Señorío de
Tlaxcala, los constantes conflictos con los matlazincas y otros pueblos más,
que nunca se dejaron conquistar, como el caso de los yopes de las montañas de
Guerrero o los triques de las montañas de Oaxaca. Jamás pudieron dominar el
mundo maya y la gran chichimeca. Los mismos purépechas los derrotaron
vergonzosamente en 1479 y jamás los pudieron dominar.
Lo cierto es que los mexicas
lograron grandes avances culturales y de manera vertiginosa. La visón
materialista, místico, guerrera, no tuvo tiempo de consolidarse. La historia de
los mexicas es realmente muy corta, en comparación con otros pueblos como los,
mayas, zapotecos y purépechas, por citar solo tres. Al pueblo mexica hay que
valorarlo por lo que fue y sigue siendo. Los descendientes culturales,
actualmente son los habitantes del Barrio de Tepito, en la Ciudad de México,
que “no niegan la cruz de su parroquia” y son barrio emblemático de la capital
del país.
Para poder descolonizar a nuestro
pueblo, primero se debe descolonizar la historia que escribieron los
conquistadores, misioneros y los anahuacas convexos. Debemos de investigarnos y
repensar nuestro pasado desde nuestra propia perspectiva y dejar las ideas y
prejuicios del silgo XVI. Para con ello analizar críticamente los trabajos que
se han hecho en el siglo XIX y XX de la “academia”, que ha carecido de
dignidad, nacionalismo y conciencia crítica. Debemos de estudiar con mayor
rigor la obra de los pocos investigadores críticos contemporáneos como Laurette
Séjurné, Guillermo Bonfil, Alfredo López Austin, Leonel Durán, Jacques Lafaye,
Tzvetan Todorov, y por supuesto a Rubén Bonifaz Nuño. Además de los investigadores regionales
críticos, que “no aparecen” en el escenario nacional.
Porque, “como personas, familia y
pueblo, somos lo que recordamos”. Nuestra memoria histórica nos hace ser lo que
somos. Y si no recordamos…no somos nada. Y como no somos nada, hacen de notros
lo que quieren el Mercado y los Mercaderes. El futuro está en el conocimiento
descolonizado de la historia verdadera del Anáhuac. Requerimos reconocernos en
nuestro “rostro propio y nuestro corazón
verdadero”. El camino es la descolonización, porque eso nos dignifica y
nos hace verdaderos y nos permite aspirar a un futuro “propio-nuestro”.
Viste:
Canal ToltecayotlTV
No sabía que los yopes fueran una cultura... :P
ResponderEliminarEn mi ciudad (Oaxaca) y entre los miembros de mi familia, "yope" es aquel que "no está civilizado", es decir, que es alguien vulgar, majadero, ignorante, inculto, vicioso y lleno de prejuicios, y que por sí mismo nunca será capaz de hacer algo trascendente con su vida en cualquier sentido además de no estar interesado en cambiar de modo de pensar ni de vivir. Es semejante al significado de "naco", sólo que "yope" es aquel que "viene de pueblo" (no importa quién lo habite) en vez de "vivir en lo feo de la ciudad" (arrabales, colonias, barrios, fraccionamientos, etc.)....xD
Me gusta la opinión de esos investigadores. Desafortunadamente, como a los demás de su clase, les falta ser conocidos; yo los conozco porque he leído, pero no son gente que uno vea seguido en la tele (sin contar el hecho de que los más importantes ya están muertos o están demasiado viejos). En cuanto a esos investigadores "regionales", yo ni siquiera puedo dar nombres porque, para mi desgracia, no es el medio en el cual me desenvuelvo. Sin embargo, estoy muy interesado en conocerlos y saber qué dicen con respecto a estos temas...xD
Sí, los triquis, al igual que los mixes y todas las demás culturas "chiquitas" del estado de Oaxaca se caracterizan por ser "los jamás conquistados". Ni mixtecos, ni zapotecos, ni mexicas, ni españoles, ni la gente normal de hoy en día (de acuerdo a lo que se entiende por "cultura común actual) pudieron ni pueden con ellos, tanto en sentidos positivos como en negativos. Hoy en día es gente que usa "los usos y costumbres" a su beneficio a la vez que ya ni siquiera hace el intento de "salir adelante", dando la impresión de que sólo saben darle lástima al gobierno y al resto de la sociedad. Si por lo menos recordaran vagamente lo grandes que fueron sus culturas en el pasado, tal vez dejarían de comportarse así. :(
Estoy muy seguro que como "tolteca", el "olmeca" también es una especie de grado, de rango jerárquico. Recordemos que esa zona donde "se asentaron los olmecas" hoy en día contiene hablantes de idiomas pertenecientes a la familia mixe y zoque. Recordemos que los mixes vienen de Oaxaca y que ciertas investigaciones (poco difundidas) prueban que en realidad fueron mucho más importantes de lo que creemos. Del mismo modo, donde hoy en día está Teotihuacan también se encuentran vestigios de la cultura zapoteca (mucho más importantes en muchos sentidos de lo que creemos), y que es altamente probable que en realidad la "cultura teotihuacana" haya sido "una versión diferente" de la cultura zapoteca. Siempre he creído firmemente que el origen del Anahuac no está en el Valle de México, sino en los Valles Centrales de Oaxaca, porque es en este lugar donde han encontrado los restos más antiguos de maíz como el que usamos y los sistemas de escritura y numeración más antiguos. Tal vez exagere, pero no puedo descartar esta posibilidad (y menos considerando que los oaxaqueños somos odiados, despreciados y discriminados en los demás estados de la república)...xD
Muy claro y revelador. Gracias profe.
ResponderEliminarBuen texto . Clarificas bastante cuando haces notar que la cultura azteca no es , según tu la consecución de milenios de historia y avances en todo el territorio llamado Mexico. Y puede que tu hipótesis sea valedera y verdadera en alto grado. Yo he leído, con enorme , al principio gusto , las palabras de comunidades en Facebook acerca de descolonizarse. He dicho que al principio por la sencilla razón de que dichos sitios virtuales están llenos de adoradores de los mexicas. Supongo, serán prosélitos de esa cultura, que te aborrecen según sus mismas palabras, diciendo que el termino Toltecayotl es algo moderno, inventado por alguien para lucrar con los conocimientos y la filosofía de los pueblos originarios. Bueno, la intención de dichos hombres es buena, pero creo yo , tiene fallos estructurales graves. No faltan en su comunidad los trolls que se la pasan desvalorizando , ofendiendo, menospreciando a los que de buena fe convergen en dicho lugar. Dentro de esos esperanzados lectores me inclui , pero al hurgar en su pagina me di cuenta de que fantaseaban inclusive con los objetos de su veneración, queriendo elevar al rango de religión sus practicas, supuestamente derivadas en la teogonía mexica. Entonces, rehuse seguir leyéndolos . En fin , creo que tu blog y tus hipótesis tienen mas validez que sus ideas , a pesar de que no comparto muchas de tus suposiciones. Tienes razón cuando dices que los mexicanos no tenemos idea de quienes somos y que clase de destino pudiesemos forjarnos. Pero , bueno esa es la gran derrota de todo nuestro pueblo, una derrota que esta vigente y no se ve la hora de que vaya a transformarse en algo positivo. Somos flojos y sin memoria, Marin, asi como conquistados hasta la medula de nuestros huesos, asi que el solo hecho de pensar en algo que no sea lo que conocemos da pavor, imaginando otro país, otros gobiernos, otro mundo en síntesis. Hay muchos otros que no creen en nada , ni siquiera en si mismos y creen saber algo .Pero que le vamos a hacer , asi somos. Probablemente es solo naturaleza humana.
ResponderEliminarestoy de acuerdo contigo en gran parte de lo que dices pero pienso que exageras cuando hablas de los mexicas no creo que haya sido un pueblo canival como tu lo dices y que sus descendientes culturales sean del barrio de tepito perdóname pero pienso que hablas así por coraje y no se vale porque también descendemos como mexicanos de los mexicas y si queremos sentirnos orgullosos de nuestras raizes no debemos menospreciar a ninguno de los pueblos que habitaban el anahuac en cuanto a descolonisarnos estoy de acuerdo contigo.
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