La vida, cada día, se pone más
difícil.
Encontrar un buen trabajo, satisfacer las necesidades básicas
elementales de los seres queridos,
vivir sin estrés y sin miedo a no regresar a
la casa, y convertirse en un número más de las negras estadísticas que, día a
día, suben su grotesco número.
Por qué, se ha desplomado nuestro nivel de vida
y nuestra calidad de vida.
Es un problema que no cuestionamos y que del que solo
nos lamentamos.
Pero todo esto, tiene responsables intelectuales y materiales,
con nombres y puestos.
En efecto, la ¿gente? que nos gobierna, además de ser
ineptos y corruptos, son gente “sin alma”, es decir, desalmados.
INEPTOS, porque todo lo que
hacen, lo hacen mal.
Crean planes y programas que no sirven para nada más que
para robar.
Todo está mal planeado, pesimamente ejecutado y en medio de la
robadera.
Sea una carretera, un aeropuerto, un programa para apoyar la
industria, el comercio, el campo.
La administración federal ha implementado las
tristemente famosas “Reformas…para mover a México”.
Como un terremoto,
destruyeron lo poco que nos quedaba de soberanía, dignidad, recursos e
infraestructura.
Las “Reformas”, se han implementado incorrectamente, han sido
nocivas y dañinas a la economía, la educación, la salud, etc.
Mal planeadas,
pésimamente ejecutadas, hundidas en la corrupción y la opacidad. Movieron a
México, hasta derrumbarlo.
CORRUPTOS, la administración pública,
en los tres niveles, desde el presidente, pasando por gobernadores y
presidentes municipales, “se han servido con la cuchara grande”.
Desde Hernán
Cortés, la corrupción ha sido “la materia prima” del Estado.
Pero en este
sexenio, se desfondó, se rompieron todas las formas y de manera cínica y
devastadora, los gobernantes, “grandotes y chiquitos” y de todos los colores,
han saqueado las arcas del dinero del pueblo, a tal punto, que hay casos como
el de Veracruz, que “se llevaron todo” …y no les pasa nada.
La inmoralidad, la
falta de ética, el cinismo, los salpica a casi todos. El Estado necolonial de
ideología criolla, en los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, han
caído en la deshonra de las instituciones.
Lo que “se ve, públicamente”, es
decir: los sueldos, las prestaciones, los bonos, los aguinaldos, las ayudas,
los gastos médicos, los seguros, los viáticos, los vehículos, los choferes,
guarda espaldas, los viajes, el personal “a su servicio”, etc., es
verdaderamente insultante y totalmente esquizoide, propio de jeques o emperadores
del siglo XIX.
Lo que no se ve, y se da “en lo oscurito”, es verdaderamente vergonzoso,
es la entrega del pueblo y el país, por unas cuantas monedas de plata.
Ante un desquiciado monstro como
Tromp de vecino, lleno de resentimiento xenófobo hacia México, sus gobernantes
y su pueblo.
Los traidores ineptos que nos gobiernan, vergonzosamente, se tiran
a sus pies pidiendo compasión y piedad.
Le piden al pueblo unidad y apoyo…ellos,
que durante cinco siglos han sido peor que Trump.
Ellos, que en 2016 sacaron de
México casi la misma cantidad en dólares que los indocumentados-perseguidos-amenazados
enviaron a sus familias.
Ellos, que se cubren unos a otros, dentro del gobierno
y en la iniciativa privada para robar las arcas de la nación.
Ellos, que
organizaron una guerra interna que ahoga en sangre e injusticia al país.
Ellos,
que dieron un aumento al salario mínimo de cuatro pesos.
Ellos, que aumentaron
irresponsablemente la gasolina y el gas.
Ellos, que encubren terca y
sistemáticamente las matanzas al pueblo.
Si, ellos, piden apoyo y unidad al
pueblo.
DESALMADOS. Porque decretan que
los trabajadores que sufran un accidente laboral, sólo recibieran el 50% de su
salario.
Es decir, una familia en desgracia, será despojada de un logro social
histórico.
Ellos, esta gente, la que nos gobierna, no tiene alma. No siente, no
ve en el pueblo a seres humanos.
No escucha el clamor popular.
En una palabra,
los que nos gobiernan son: ineptos, corruptos y desalmados, que “no ven ni
escuchan al pueblo”.
Solo sirven a sus amos y se enriquecen ilegal e
inmoralmente.
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