Venezuela es un país permanentemente
asediado desde hace 19 años. El “sistema económico occidental”, con sus mega
empresas trasnacionales, sus poderosos bancos, y su, al parecer, insaciable
necesidad de consumir hidrocarburos, está interesado en que el petróleo vuelva a
ser manejado totalmente por ellos, como lo fue siempre; pero, además, en el
país, se ha descubierto la mayor reserva de oro del mundo y de ninguna manera
van a permitir que esas riquezas no sean suyas.
Me tocó conocer la Venezuela de
los Estados Unidos, manejada por una elite económica de personas “blancas de
descendencia europea”, porque en Venezuela, al igual que toda la América
hispánica y portuguesa, los extranjeros y sus descendientes, en general, poseen
la riqueza, y los indígenas, negros y mestizos, representan la pobreza.
En efecto, a principios de la
década de los años noventa, fui seleccionado para realizar un posgrado en
Desarrollo Cultural en el CLACDEC-UNESCO, y estuve varios meses con 30
promotores culturales de Latinoamérica. Nos hospedamos en el corazón de “la
clase alta”, en el Barrio de Altamira, y trabajamos en el centro cultural “Casa
Rómulo Gallegos”, vistamos varias ciudades.
Eran los tiempos de Carlos Andrés
Pérez y los “adecos”, algo así como, Carlos Salinas y el priismo. Me tocó ver,
pequeñas elites muy, pero muy ricas, que vivían como en Mayami, y grandes masas
verdaderamente empobrecidas, hacinados en barrancas, en caseríos miserables,
sin servicios y sumamente peligrosos.
Pedevesa era una empresa
“estatal”, que extraía el petróleo, lo comercializaba y “las ganancias”,
después de “gastos y costos”, se las entregaba al gobierno. Las familias que
vivían en torno a esta empresa, directa o indirectamente, eran conocidos en
Mayami, como, “los ta´barato”.
Acostumbraban hacer de Florida en Estados
Unidos, una extensión de sus lujos fraccionamientos. Los viajes de compras y
para la despensa a Mayami, cada fin de semana, eran algo común y bastante ordinario. El gobierno de Venezuela, pesa a todos sus errores, está defendiendo su petróleo, el mexicano lo regala.
Los gobiernos no promovían el
desarrollo del país. Casi todo lo compraban, comida, medicinas, maquinas,
tecnología. “La gran empresa era la Cervecería Polar”. La economía del país
únicamente se sostenía por el petróleo y los pobres se pudrían sin esperanza
alguna.
Una pequeña clase media de
empleados del comercio, de los servicios y la amplia burocracia. Una gran
mayoría de gente pobre. Una Venezuela rural, con una increíble naturaleza,
llanos fértiles y grandes extensiones de selva, pletórica de agua y fértil
tierra, y, sin embargo, en una “extraña” pobreza. El campo totalmente abandonado.
Apenas, en 1989, se acababa de
dar un estallido social, por la gran pobreza, en el llamado “Caracazo”, los
pobres salieron a saquear las tiendas y se dio una rapiña generalizada, aún en
los barrios ricos.
El estallido social fue reprimido a sangre y fuego con el
ejército, y en donde hubo miles de muertos.
Después regresé en 2004, invitado
por la Universidad de los Andes para dar un seminario y estuve dos meses en el
país. Vi la Venezuela de Hugo Chávez.
El gobierno había hecho verdaderamente
suyo a Pedevesa, y el dinero del petróleo se destinaba para iniciar el
desarrollo social y económico del país.
Se inició una serie de acciones a
las que llamaban “misiones”. Eran proyectos generosos para llevar educación,
salud, trabajo, y a través de pequeñas inversiones se trataba de iniciar
cooperativas, para que el pueblo se integrara a una economía productiva.
Encontré una Venezuela muy
polarizada, entre una clase rica y una clase pobre que, por primera vez,
empezaba a tener “oportunidades”.
Una mujer negra, de mediana edad, me dijo,
“Con Chávez empecé a vivir como ser humano”.
Con la multimedia de parte de los
ricos, la clase media que también se había beneficiado, se sumaba a los
reclamos de los ricos.
Con un abuso de “la libertad de
prensa”, los grandes consorcios de los medios, tv, radio, prensa, enfrentaban
al gobierno convocando a una rebelión. Los insultos a Chávez eran
verdaderamente de mal gusto. Esta elite, -como todas-, es muy racista y
clasista.
A Chávez no lo bajaban de “negro
e indio”, no le perdonaban sus humildes orígenes.
La clase tradicionalmente
poderosa y rica, estaba en una guerra abierta contra el gobierno de Chávez, que
les había quitado la renta petrolera y todos sus privilegios y transas.
Es oportuno e interesante
analizar, cómo la multimedia trasnacional, manipula “la percepción mundial”,
sobre acontecimientos locales.
Acaba de haber dos muertos en los recientes
disturbios provocados por la oposición respaldada por el poder económico
trasnacional…y ya tienen a “dos mártires”.
Por qué la multimedia trasnacional
ha callado ante el asesinato, desaparición y secuestro, de decenas de miles de ciudadanos
mexicanos de Calderón a la fecha.
Manipulación diaria y sistemática.
La clase alta ha contado con el
apoyo, no solo de E.U. y sus agencias como la CIA y su ejército de ONGs, al
servicio de las “causas justas de la democracia pro E.U.”, las empresas
trasnacionales, las elites regionales, el gobierno reaccionario de Colombia y sus
paramilitares, así como, la narco guerrilla.
Por su parte, la Revolución
Bolivariana trataba de hacer “una nueva República (la Qunita), con los mismos hombres
de la cuarta”. Es decir, que los chavistas en el poder, comenzaron a tener los
mismos comportamientos erráticos, corruptos y de abuso del poder que los
“adecos”.
La “revolución” se entrampó en la ineptitud, corrupción y amiguismo. Como
siempre, la peor gente, los “trepadores y arribistas” se incrustaron en el
nuevo gobierno. Nada nuevo en este mundo.
Estados Unidos y sus empresas
trasnacionales han estado haciendo TODO lo que saben hacer y le están
invirtiendo cientos de millones de dólares, para derrocar a un gobierno que no
es dócil y sumiso a sus intereses, como el del México-criollo.
No solo han
bombardeado a los venezolanos con publicidad falsa y tendenciosa, sino que, a
todo el mundo a través de su multimedia.
CNN es un ejemplo del descarado
intervencionismo, hasta que expulsaron de Venezuela a tan tóxica cadena de
televisión.
Han puesto a Chávez y a Maduro,
como dictadores, lo cual es falso, porque han ganado democráticamente casi
todas las elecciones. E.U. ha invertido muchos millones de dólares, comprando
traidores, asesinos y parásitos, para crear una contrarrevolución.
Ha tenido
que “usar” a la OEA para tratar de “linchar a Maduro” y su gobierno.
El problema de la elite
contra-revolucionaria, es que sufre del mismo mal, que los revolucionarios
bolivarianos, las acciones de unos y otros, están plagadas de errores, pleitos
internos y divisionismo.
Las dirigencias de los dos bandos no tienen los
tamaños para enfrentar sus desafíos y su propia crisis.
La Revolución Bolivariana no está
bien. Eso es cierto. En parte, por los propios errores de sus dirigentes.
Leamsy Salazar el asesino que envenenó a Chávez, vive protegido en E.U.
Pero
también, por la poderosa presión desestabilizadora de E.U., que ha saboteado
todas sus acciones, hasta asesinar a su líder.
Pocos países han sufrido la
agresión tan descarada y poderosa de E.U., tal vez, Cuba. Y por eso justamente,
Chávez hizo alianza con Fidel Castro, maestro en el arte de resistir los
embates del Tío Sam.
Se sabe que al final, Chávez se
dio cuenta de los errores cometidos por sus cuadros dirigentes y, se dice, -a
sugerencia de Castro-, armó, “al pueblo pobre”, y esa es la razón, por la cual
no se atreven a invadirlos militarmente.
Venezuela es una dolorosa enseñanza:
la revolución no la hace un puñado de hombres, sino un pueblo entero. Que los verdaderos enemigos de toda revolución, siempre son internos. Que antes
de tratar de cambiar las estructuras económicas y políticas, se tiene que
EDUCAR al pueblo, hacerlo consiente y responsable. Y que, todos los poderes
económicos, se unen en uno solo, contra la aspiración de justicia, libertad y
autodeterminación de un pueblo.
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Equilibrado, realista y profundo. Bien Marín.
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