Nací en la CDMX, soy chilango
“coyoacano”. Estudie LAE en la UNAM, no soy investigador y
menos historiador, me considero Promotor Cultural del Anáhuac. Durante los
primeros 25 años de mi vida estuve totalmente colonizado, y me creía “occidental
y mexicano”.
Pero me fui a vivir a Europa durante dos años y me di cuenta que,
yo, no era Occidental, y después descubrí que tampoco mexicano. Regresé en
busca de mi identidad.
Tengo casi 40 años de vivir en “Oaxaca, la reserva
espiritual de México”. En este tiempo me he dedicado a convivir, sentir y
aprender de los pueblos de raíz anahuaca, y a estudiar la historia y filosofía ancestral,
desde una visión crítica y analítica, para descolonizarla.
Por esta razón
“descubrí” la Toltecáyotl, según el Dr. Miguel León Portilla, dice que es “las
instituciones y los conocimientos de los toltecas”, nosotros creemos que es “el
arte de vivir en equilibrio”.
Descubrí que somos hijos de los hijos de una de
las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del planeta, y la
que alcanzó, la más alta calidad de vida para todos sus pueblos en su esplendor.
Que desde que se inventó el maíz y la agricultura hace diez mil años, seguimos
siendo una civilización perfectamente definida, aunque, temporalmente, hayamos
perdido la memoria histórica y la identidad.
Aprendí que los “expertos” dividen
el tiempo histórico “propio-nuestro”, en tres periodos: El Preclásico o
formativo representado por la cultura olmeca con más de 7800 años. El Periodo
Clásico del esplendor representado por la cultura tolteca con más de mil años.
Y El Periodo Postclásico de la decadencia representado por la cultura mexica
con más de seiscientos años.
En el primer periodo se inventaron los cuatro primeros
niveles de la Pirámide de Desarrollo Humano del Anáhuac, con los sistemas de:
alimentación, salud, educación y organización.
En el segundo periodo se
inventaron los tres niveles superiores: la maestría de la conciencia del Ser
histórico, la maestría de la conciencia de la sacralidad de la existencia, y
finalmente, el máximo logro civilizatorio, la maestría de la conciencia del Ser
energético.
A partir del “colapso” de mitad del siglo IX, inicia el tercer
periodo Postclásico de la decadencia y los expertos lo representan con la
llamada “cultura mexica”.
Entendí que la “decadencia” era de tipo
filosófico-religioso, más no cultural, porque en 1519, los invasores
encontraron en la Ciudad de México-Tenochtitlán la urbe más grande del planeta
y con la mejor infraestructura urbana.
El estudio descolonizado y crítico de la
historia ancestral es lo único que nos permitirá salir de la colonización
económica, política, educativa y cultural en que hemos vivido estos cinco
siglos.
Porque, como personas, familia y pueblo…somos lo que recordamos.
La
amnesia cultural e histórica que vivimos, es el mecanismo de explotación. La
ignorancia de nosotros mismos es la razón de nuestra desgracia. Primero los
colonizadores hispanos y después los necolonizadores criollos, han fundamentado
su poder en nuestra ignorancia.
La corona española venía con la instrucción precisa
del Vaticano, de destruir el conocimiento, es decir, La Toltecáyotl.
Destruyeron todo cuanto vieron y estuvo a su alcance en tres siglos, pero
muchas otras que no estuvieron a su alcance siguen “intactas”.
Después el
Estado necolonial de ideología criolla se ha dedicado a tergiversar la
“Historia Prehispánica”, para que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos,
no conozcan la sabiduría, los valores, principios, las ciencias, el arte y la
espiritual que los llevó a alcanzar sus grandes logros civilizatorios.
Desde la
academia, la SEP, la TV, se ha desviado el conocimiento de la sabiduría
ancestral (Toltecáyotl). En las escuelas se ha enseñado “la historia de la
batalla de la noche triste”, se ha exaltado a “los aztecas” como el “gran
imperio guerrero del México Prehispánico”.
El Estado necolonial, despreciador
de la civilización Madre, -“extrañamente-, exalta a los mexicas” como la gloria
máxima del México Prehispánico.
Opaca y menosprecia el Periodo formativo
olmeca, reduce a una cuestión turística a Teotihuacan y la llamada cultura
tolteca. La sala principal del Museo nacional de Antropología e Historia es la
mexica.
Los mayas, zapotecas, purépechas, mixtecos y la cultura tolteca ocupan
espacios menores.
El corazón del Imperio mexica-criollo es las ruinas del Templo
Mayor, donde los criollos ponen a los mexicas como Europa a los romanos.
¿Cuál
es el interés del Estado Neocolonial de ideología criolla?, que el pueblo no
conozca los casi 9800 años de historia ancestral y solo se exalte los últimos
196 años (1325 a 1521).
Por qué no se aclara que después del colapso del 850,
pasaron siglos en los que se despobló el Altiplano Central y solo quedaron
algunos pequeños grupos con la sabiduría de la Toltecáyotl.
Fue hasta el siglo
XII que empezaron a bajar del Norte, pueblos llamados chichimecas con una
paupérrima cultura. Eran cazadores recolectores, nómadas. Vivían en cuevas y se
vestían con pieles.
No sembraban maíz, no hacían milpa, no hablaban náhuatl.
Poco a poco, estos pueblos nómadas se hicieron sedentarios y los hombres se
casaron con mujeres de linaje o cultura tolteca, en generaciones se civilizaron
e iniciaron en el Altiplano Central, una nueva era, pero nunca dejaron de ser
guerreros.
Los últimos en llegar fueron los mextin, que poblaron desde 1215 el
islote que más tarde bautizarán con el nombre de Tenochtitlán.
Para 1440 los
mextin cuando Moctezuma Ilhuicamina y Tlacaélel son respectivamente, Tlatoani y
Cihuacóatl de Tenochtitlán, empezarán una “reforma filosófica y religiosa”, en
la cual se trasgrede las bases de la Toltecáyotl y se crea la Mexicayotl. Tlacaélel fue el Cihuacóatl de tres tlatoanis.
Eclipsando a Quetzalcóatl y elevando Huitzilopochtli. El primero,
representación tolteca de la sabiduría, el equilibrio y la educación. El
segundo, de origen chichimeca, representante de la voluntad de poder y la
guerra material. La cultura sufrió un giro de 180 grados.
De la visión
espiritual se pasó a una visión materia de la sociedad, la educación y la
relación con los vecinos. Las escuelas se militarizaron y se hizo, “razón de
Estado” la guerra de dominación con altas exigencias tributarias.
Las reformas
de Tlacaélel son muy importantes para entender la crisis en que se encontraban
al interior de la clase dirigente mexica y el estado, con sus vecinos sojuzgados
por las armas.
Tlacaélel crea su mítica historia, de ser el último pueblo
salvaje en llegar del Norte, se apropia de la historia ancestral de Chicomoztoc
y le cambia el nombre a su pueblo, quitándole el mextin con que llegaron como
salvajes y le pone mexica “de un pueblo elegido”.
Refunda el islote en 1325 y
le da una cronología astronómica tolteca. Los hijos de la élite dirigente del Altiplano
Central, se educaban en el Calmécac de Cholula bajo la sabiduría tolteca
ancestral, conocían la verdadera historia y que la sabiduría tolteca estaba siendo manipulada y cambiada.
Esta discrepancia con la ideología de poder de Tlacaélel creó
profundas fracturas antes de la invasión, no solo entre la clase dirigente
mexica, sino con sus propios aliados, especialmente Texcoco, que gracias a Netzahualcóyotl, mantenía viva la Toltecáyotl.
Sin conocer a profundidad esta
problemática filosófica-religiosa, no se puede comprender la derrota de los
mexicas y la caída de Tenochtitlán, y después, la conquista del Anáhuac con
tropas nahuas, que no españolas.
No puede ser que 500 delincuentes pudieran vencer “el imperio
azteca”.
Justamente, el Estado necolonial criollo ha alentado la tergiversación
de la historia de los mextin, convertidos en “mexicas” por Tlacaélel y después en
aztecas por Humboldt.
El crear este “super imperio” inexistente, tiene como
finalidad exaltar su conquista por un puñado de “valientes y heroicos españoles”.
De esta manera, en la historia oficial, es la supuesta superioridad
tecnológica, cultural, lingüística, religiosa, etc., de los invasores europeos,
que permite someter y derrotar a cientos de miles de poderosos guerreros
aztecas y su imperio.
Subliminalmente, el Estado mexicano, conformado por
privilegiados criollos, toca el subconsciente de los descendientes del Anáhuac,
que la “superioridad histórica” justifica la superioridad económica, política,
educativa, social y cultural de la clase poderosa que controla el país.
Mantener
la falsa historia “Prehispánica de México”, con un poderoso imperio azteca,
permite que la colonización se siga dando hasta nuestros días.
Esta supuesta
superioridad de los extranjeros hasta nuestros días, hace que un puñado tenga
la riqueza de la nación y que el pueblo lo vea como algo “natural y justo”,
porque desde la conquista, así siempre ha sido”.
La historia la debemos de
re-escribir nosotros, los vencidos, los humillados, los explotados. Tenemos que
crear una historia para los pobres, los morenos, los nacos, la plebe.
Dejando
atrás los “mitos y fantasías” de los aztecas y su inexistente imperio.
La
Historia nos debe servir para re-conocernos a nosotros mismos.
Recuperarnos,
resignificarnos y descolonizarnos.
La Historia nos debe hacer consientes,
libres, dueños de nuestro patrimonio ancestral civilizatorio.
Debemos de
dirigir el análisis de los mil años de esplendor (200 aC a 850 dC). Conocer los
valores ontológicos de la Toltecáyotl.
Los principios esenciales de la persona,
la familia, la comunidad, el bien común, la solidaridad, la democracia
participativa, la relación con los seres vivos y el cosmos.
No basta emplumarnos,
danzar, meternos al temazcal y convertirnos en “guerreros aztecas” de fin de
semana.
Si no conocemos la esencia filosófica de la Civilización Madre, tan
importante como las de China o India, quedaremos en el folklor y en el follaje,
no llegaremos a la profunda raíz conocida como Toltecáyotl.
Si no revisamos la
historia de manera crítica, analítica y responsable, si nos quedamos en el
fanatismo y “la defensa pírrica” de lo mexica-azteca,
seguirán las matanzas repitiéndose
una y otra vez, seguiremos inexorablemente vencidos, el extranjero seguirá
viniendo al Anáhuac a enriquecerse a costa de nosotros y nuestros recursos
naturales.
Debemos de saber en verdad qué pasó en la derrota de los mexicas y
la caída de Tenochtitlán. Cuáles fueron las razones y causas verdaderas.
Necesitamos descubrir nuestros propios errores, por más dolorosos que sean.
Debemos de entender que fuimos nosotros mismos los que nos conquistamos, los
que nos traicionamos. Que la Conquista ha sido una guerra fratricida, lucha
entre hermanos, hasta nuestros días.
Que los Malinches, los Chicomecóatl y los
Ixtlilxóchitl siguen entre nosotros entregando al pueblo y al país, nada más
que ahora se llaman Salinas, Fox, Peña, pero hacen lo mismo.
Si la historia no
nos libera, la historia no sirve para nada.
Muy pronto este país recuperará su
verdadero nombre, que es ANÁHUAC, y sus hijos dejarán de ser “mexicanos”.
Recuperaremos completamente nuestra memoria histórica, nuestra identidad y
activaremos nuestro “banco genético de información cultural”.
Recuperaremos
nuestra dignidad ancestral.
Algunas personas por ignorancia
o malicia, etiquetan mi trabajo como “anti mexica” o “anti azteca”. En un nivel
muy elemental, para ellos todo es blanco o negro, buenos o malos.
Defienden,
según ellos, “la mexicanidad” con los mismos elementos que les dan sus opresores,
los neoconquistadores, neocolonizadores y neomisioneros de la academia.
Mientras
se queden ahí, en los 196 años de la historia de los mextin-mexicas-aztecas,
creyendo que “esa gloriosa historia” que inventaron: Tlacaélel, Sahagún, Alva Ixtlilxóchitl,
la SEP, y el INHA, seguirán sumidos en el pavoroso “Laberinto de la soledad”.
Tratando de “ser” lo que su conquistador les dice que deben ser.
De espaldas a
la sabiduría ancestral, privados de la sabiduría de los mil años del esplendor
del Cem Anáhuac. Huérfanos de la Toltecáyotl.
Nosotros seguiremos con nuestro
trabajo. Sabiendo que “la verdad” es múltiple, diversa y en ocasiones opuesta. Que nadie tiene "la verdad en la mano".
Tratando de servir a la comunidad honrando a nuestros antepasados.
Sin miedo y
sin ambición.
Viste:
www.toltecayotl.org
www.aquioaxaca.com
www.facebook.com/guillermo.marinruiz
http://tolteca-guillermomarin.blogspot.mx/
https://twitter.com/tigremarin
Gracias por tu trabajo, referencia ineludible para todos, mexicanos, americanos y planetarios. Abrazo, Maestro.
ResponderEliminarFrancisco Lázaro Chauak Saludos muy estimado Maestro Guillermo Marín Ruiz !!! In Lak´ech! Tlazocamati! Aqui va mi testimónio desde Brasil! NO CONOZCO a nadie que tenga hecho tanto y de manera tan hermosa por la difusión de la Toltecayotl como Ud! Tu trabajo es simplemente excepcional! No te toquen las más lenguas! Tus enseñanzas tienen la autenticidad de Un Hombre de Conocimiento y es por ello que es el único que ha llegado lejos de Mexico, alcanzando muchos países afuera! Gracias a tus enseñanzas acerca de la Verdadera Historia y Identidad de Anáhuac y de la Toltequidad es que pude aprofundizar mis propios conocimientos, cimientando mis convicciones espirituales y enriqueciendo mi camino chamánico! Las verdades humanas son todas relativas, solo las verdades espirituales son absolutas! Para mí, no eres capitalino, ni mexica, ni perfecto, como nadie lo es, pero eres un Hombre de Rostro Propio y Corazón Verdadero y lo considero mi hermano Tolteca, así como me siento en espíritu! Gracias Maestro Guillermo Marín Ruiz por todos tus aportes de inspiración y por tu trabajo de coraje en estes dias de turbulencias socio-espirituales, no solo en Anáhuac pero en todo el planeta! Gracias por tu preciosa presencia y sabiduría! "Y que jamás te caigas sobre la Tierra" . Viva la Toltecayotl!!!!!!! Lo firmo Francisco Lázaro Chauak o también Nawi Kiawitl o también Kan Kawak! Yo Soy! Gracias!
ResponderEliminarQuietzal Itz Cuahutlatoa Naciste en Ciudad de Mexico.ERES CAPITALINO......los chilangos son los que llegan a vivir...........no sabes esta diferencia y quieres EDUCAR.CON RAZON MEXICO ESTA COMO ESTA.........
ResponderEliminarCuco Murillo Maestro Guillermo Marín Ruiz, a mi en lo personal no me interesa dónde usted nació. Lo que me interesa y agradezco profundamente que con su programa TOLTECAYOTL, me a brindado la oportunidad de ir más allá en mi conocimiento en relación a mi vida ancestral y con el estilo de vida de mis antepasados, hoy entiendo mejor esos tiempos y gracias a su ayuda, a sus TOLTECAPSULAS y seguiré aprendiendo siempre y cuando usted siga compartiendo sus investigaciones. Somos mas los que valoramos su trabajo que sus detractores, esos ni en cuenta los tome, déjelos que digan lo que quieran, su derecho les asiste. Más no la razón! !!!!
ResponderEliminarSiga adelante con su encomienda que somos muchos miles de seguidores suyos que lo valoramos, lo estudiamos y evolucionamos junto con usted !!!! Gracias !!!!!
ZENKA NEMI GUILLERMO MARIN RUIZ !!!!!
GUILLERMO:
ResponderEliminarEXCELENTE SINTESIS DE LO QUE HA OCURRIDO EN ESTAS TIERRAS, SALUDOS. Waldo Urrutia.
Profesor, "sí los perros ladran" Dijo don Quijote, "es señal de que avanzamos". No le haga caso a la envidia y a la ignorancia de algunas "cucarachas" que andan por el facebook. Su trabajo es bueno y por supuesto que nos es "perfecto". Yo, personalmente, no estoy de acuerdo de algunos puntos que usted maneja, pero reconozco sus aportaciones y su voluntad de servir a los que queremos aprender. Y eso es lo importante. Es buena la aclaración y poner en su lugar a esta gente ignorante y fanática, que como los aztecas, ante todo son, no guerreros, sino "peleoneros y muy envidiosos". Siga trabajando y haga oídos sordos a los ladridos disonantes y a las repulsivas cucarachas. Profesor y Licenciado Matías Arredondo.
ResponderEliminarMaria Rosario Landín Moya
ResponderEliminarMaria Rosario Landín Moya Tiene toda la razon maestro en mi trabajo maestro mes y medio que no me pagan y sabe por que continuo por que tengo 22 niños y 10 personas adulta que aman lo que les enseño a bordar y promuebo la muñeca otomi de guanajuato
ResponderEliminarOliver Pliego Rangel La identidad Anahuaca y toltecayotl se siente, se ensueña y se camina AHORA, basada en que? En lo que se siente se ensueña y se camina...
Pero sobre todo tener la capacidad de saber que sentir, ensoñar y caminar se hace vigente a cada segundo...
Tlazocamati por todo querido don Guillermo Marín Ruiz
Lo más fácil es negar, ningunear y atacar, ya sea por que desconocemos del tema, o no lo alcanzamos a comprender, o por que nuestra autoestima es baja y buscamos por cualquier medio llamar la atención. Con esto quiero plantear, con todo respeto, que tal vez y lamentablemente, no todos tengamos la energía suficiente, para entender la trascendencia de su trabajo, por que implica tener un pensamiento crítico, requiere de un esfuerzo mental para buscar información en todas las fuentes existentes, incluso debajo de las piedras, cuando algo no nos cuadra, implica no quedarnos con lo primero que nos digan o leamos, vaya, requiere que nos descolonicemos. En este sentido, considero que su trabajo cumple perfectamente su objetivo, al provocarnos una profunda reflexión y revisión de todo lo que damos por cierto, en relación a nuestra historia y filosofía ancestral. Gracias maestro Guillermo Marín Ruiz por todo lo que nos comparte. Efren Olivares
ResponderEliminarMaestro sigamos caminando, los perros ladran, es señal que vamos bien. Roberto Makuilmazatl
ResponderEliminarA seguir cabalgando maestro. Raul Garcia Garcia
ResponderEliminarInfinitas gracias por ser estar y sostener y compartir su sabiduria herecia de los abuelitos muchas gracias. Carmen Teresa Vazquez
ResponderEliminarRaul Garcia Garcia A seguir cabalgando estimado maestro, déjelos atrás que sigan ladrando.
ResponderEliminarAlgunas personas no saben más que criticar a las personas que trabajan. Es muy clásico de este tipo de gente. Me gusta su trabajo y he aprendido muchas cosas que desconocía, pero lo que más me impresiona es su capacidad de trabajo y su productividad. Siga así, que muchos estamos al pendiente de lo que publica independientemente de que estemos de acuerdo o no. Anónimo animado
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