ANÁLISIS DESCOLONIZADO
DEL DOCUMENTAL
“La historia la
escriben y la filman los vencedores”
Lo que hoy es México, es parte de
la civilización del Cem Anáhuac, una de las seis más antiguas y con origen
autónomo de la humanidad. Con más de diez mil años, y tal vez, la que alcanzó a brindar la calidad más alta de vida para
todos los pueblos, en cuanto a niveles de: alimentación, salud, educación y
organización. El Anáhuac creó la cuenta perfecta del tiempo, con la observación
de los cinco ciclos cósmicos de la Luna, la Tierra, Venus, Las Pléyades y la
“Cuenta larga”, el ciclo en torno al centro de la Galaxia. Inventó el cero
matemático antes que cualquier civilización, así como la primera calculadora
llamada Nepohualtzinzin, inventó el maíz, el chocolate, y creó, el primer
sistema de educación, obligatorio, público y gratuito de la humanidad. A pesar
de que, en 1519, vivía una etapa de decadencia, Tenochtitlán era la ciudad más
grande del mundo y contaba con el urbanismo de una ciudad moderna. Además de
ser la civilización que construyó el mayor número de pirámides del mundo
antiguo.
Las primeras formas culturales
aparecen en el año 1500 aC. con la cultura llamada olmeca. Su mayor esplendor
se dio, entre el 200 aC. y el 850 dC. con la llamada cultura tolteca. El
periodo de decadencia es de más de seis siglos a partir del, hasta ahora
inexplicable, colapso civilizatorio que ocurrió a mediados del siglo IX. La
cultura representativa es la llamada cultura mexica. Los mexicas llegaron al
Altiplano Central en el siglo XIII, siglos después del colapso. Eran un pueblo
nómada, cazador, recolector, sin ningún bagaje cultural. Para 1325 fundan una
pequeña aldea llamada Tenochtitlán, que fue destruida por los españoles 196
años después.
Este efímero espacio de tiempo,
de los más de siete milenios y medio de la civilización, no puede ser tomado
como el “referente histórico” del México antiguo, máxime, que los mexicas
transgredieron la filosofía ancestral tolteca, conocida como Toltecáyotl. Y
solo tuvieron un relativo y limitado poder en el Anáhuac 81 años, a partir de
qué Moctezuma Ilhuicamina y Tlacaélel toman el control de la Triple Alianza.
El documental en cuestión, está
concebido desde una ideología hispanista, colonizadora y eurocéntrica, el
objetivo que pretende, es reforzar la tesis del Estado mexicano, neocolonial de
ideología criolla, de que el origen ancestral de este país, es la cultura
mexica. Que la conquista fue dolorosa, pero justa y necesaria, porque, no solo
liberó a los pueblos indígenas del yugo explotador de los mexicas, sino que,
fue gracias a ella, que se creó el México contemporáneo.
No existen, en el documental,
juicios de valor, de justicia, éticos y morales sobre una alevosa invasión, que
no puede ser justificada de ninguna manera, pues no existió causa alguna de
agresión de los invadidos, asesinados y despojados. Pareciera que esto, es “natural
e inherente al ser humano”, lo dice uno de los “expertos”. Lo cual es sumamente
grave, pues “justifica históricamente”, las invasiones, despojos y matanzas,
que se han venido dando sistemáticamente estos cinco siglos, contra los pueblos
indígenas y mestizos.
No existe, en el documental, el
respeto “al otro”. A su forma de vivir, sus creencias y valores, su religión y
organización. Se muestra como lógico y necesario la destrucción del invadido y
su mundo. No solo de sus ciudades, dioses y saberes ancestrales, sino de su
persona como ser humano. Se les representa como primitivos y salvajes,
ignorantes y asesinos.
Por el contrario, los invasores
se les presenta como intrépidos y valerosos en una misión civilizadora y
cristiana. De una manera maniquea se maneja la supuesta historia, que está
plagada de mentiras, verdades a medias y sin contexto. La academia nacional y
extranjera desde el “pulpito de la verdad occidentalizada”, validan este engaño
y pretenden darle nivel de dogma irrefutable.
Tal vez, lo más vergonzoso y
triste, es que la UNAM, sea parte de esta acción colonizadora. Porque, ella es
la que debería alentar una actitud crítica, analítica y descolonizadora de la
memoria histórica y la identidad cultural ancestral. La UNAM debería ser el
centro generador del pensamiento crítico, las teorías de la decolonialidad y el
fortalecimiento de la memoria histórica y la identidad cultural ancestral del
pueblo de este país.
Pero, iniciemos el análisis
crítico y descolonizador del documental, a través de su propio guion, para
desenmascarar sus mentiras tendenciosas, que pretenden seguir manteniendo al
pueblo en la opresión colonial.
Los españoles hablan el español
contemporáneo. Los indígenas se representan bajo el modelo colonial (salvajes,
primitivos e ignorantes, carentes de entendimiento racional) y al estilo Mel
Gibson. Los mexicas son puestos como unos sanguinarios y explotadores que
tenían el control y sojuzgamiento de todo el Anáhuac. Todas las matanzas de los
españoles fueron para prevenir una traición y en defensa propia. Los que
cometieron la mayoría de los asesinatos fueron indígenas contra indígenas. Y
fue “un africano” el que trajo la viruela, no un español.
___ o ___
En negritas y entrecomillado
ponemos los diálogos del documental y en cursivas el análisis.
ANÁLISIS
“Hernán Cortés, el conquistador de México, con un puñado de españoles,
sometió al gran imperio de Moctezuma”.
En el Anáhuac nunca existió un “imperio”.
“(Cortés) Recibió del rey de España tanto desprecio”.
La corona española tenía conocimiento de que
Cortés, un traidor consuetudinario planeaba traicionar a la corona, no era una
cuestión personal, era una estrategia política.
“Mestizó dos mundos con audacia”.
Fue una invasión injusta, con alevosía y una
colonización despiadada.
“Un hombre singular, un hombre con luces y sombras”.
Cortés fue un psicópata, asesino, traidor,
ladrón, mentiroso, mezquino y muy ambicioso, que ha sido encubierto por la
historia oficial hispanista.
“Desobedeciendo las órdenes de Diego Velázquez, inicia la expedición”.
No
desobedeció, sino que, desde antes de partir de Cuba, ya tenía planeado
traicionarlo.
“Sus órdenes son descubrir nuevos territorios y “rescatar oro”.”
Rescatar oro es robar. Después de los
rescates venía la pasificación. Eufemismos para no decir robar y reprimir.
“La aventura de Hernán Cortés inicia en la isla de Cozumel y terminaría
en la ciudad de México”.
No fue una aventura, fue una invasión para
saquear y explotar a pueblos que nada les habían hecho.
“Después de hacer reprender a Pedro de Alvarado por pillaje.”
Todas las expediciones españolas, desde las
de Colón hasta las actuales, están organizadas por la iniciativa privada, y
eran para el pillaje. De modo que aquí se miente y se tergiversa la historia.
“Los sacrificios de sangre horrorizaron a los españoles.”
Los españoles venían de mil años de la Edad
Media, de Autos de Fe, de torturas de la Santa Inquisición, y de guerras
fratricidas y contra los visigodos y musulmanes, en donde la barbarie, la
sangre y el dolor, fueron, y siguen siendo, el signo de la cultura europea.
“Los ídolos paganos deberían suplantar se por la cruz de Cristo.”
Cuál es la razón por la cual un pueblo tenga
la capacidad moral, ética y legal, de quitarle a otro pueblo su región y
declararla demoniaca.
“El dios de los españoles exigía librarse de los ídolos paganos.”
A título de qué, se justifica la
intolerancia y la presunción de una supuesta superioridad.
“Se enteró de que dos españoles náufragos españoles eran prisioneros de
los mayas.”
Primero, cómo se enteró. Los españoles
llevaban indígenas caribeños que hablaban maya y castellano. Segundo, no eran
prisioneros. Los dos eran hombres libres, tanto que Gonzalo Guerrero, el
marino, se civilizó al asimilarse a la cultura maya, aprendió a hablar la
lengua, se enamoró de una doncella llamada Zazil Há, se casó bajo la religión
maya y tuvo tres hijos, que son orgullosamente, los primeros mestizos de
México, y que, tanto la Historia Oficial, como el documental, no toman en
cuenta. Jerónimo de Aguilar, el sacerdote, se mantuvo en la cultura española y
vivó respetado entre los mayas como hombre libre, por eso pudo llegar ante
Cortés.
Gonzalo Guerrero ya había asimilado la cultura maya y no quiso
regresar.
Gonzalo Guerrero simboliza a todos los
extranjeros que han llegado al Anáhuac y se han fundido con el pueblo y sus
culturas. Como Francisco Javier Mina o León Felipe, el poeta español refugiado
por la Guerra Civil española. Gonzalo Guerrero no se quiso sumar a la agresión.
“La nueva lengua Gerónimo de Aguilar.”
Los pueblos que vivían en las islas del
caribe eran de cultura maya y por eso, los españoles traían traductores. Es un
mito lo de Jerónimo de Aguilar, que era el único traductor, y se esconde el
genocidio que hizo Colón y sus dos hijos, que literalmente exterminaron a todos
los pueblos caribeños de estirpe maya.
“La primera vez que participa en una batalla en el continente americano
el caballo.”
El falso mito del caballo, la armadura, el
cañón, el Dios y la religión verdadera, es lo que les dio a los españoles la
victoria en toda la invasión continental. Esta falsedad ha sido manejada desde
1519 hasta nuestros días, para enseñar a los nativos, que los extranjeros son
superiores y que siempre serán derrotados por la superioridad extranjera.
“Las mujeres regaladas a Cortés, dice él, que hay que “proceder con
rectitud” y primero se bautizan y luego se reparten.”
Es muy clara la hipocresía que siempre ha
manejado el invasor-colonizador, puede matar, robar y violar, pero siempre con
la venía de su dios y su ley en la mano. La manipulación del guion es grotesca.
“La esclavitud es habitual para los españoles y para los pueblos
indígenas.”
Es una
afirmación muy dolosa y cínica, ya que no eran lo mismo las esclavitudes de
unos y otros. Los anahuacas podían auto esclavizarse y también, comprar u
obtener su libertad, como el caso de los españoles que naufragaron en las
costas de Chetumal.
“Moctezuma pensaba que Cortés era Quetzalcóatl, pero a los diez minutos
ya no pensaba igual.”
El guion del documental abusa del desconocimiento
que tiene el pueblo en general, de la historia y la cultura de la civilización
del Anáhuac, y, por supuesto, contribuye a esta ignorancia. Moctezuma no
actuaba como un rey europeo, que tomaba sus decisiones personales. En el
Anáhuac, “existe” la democracia participativa más antigua del planeta en
funciones (Usos y costumbres). Nos referimos a la democracia tolteca. Moctezuma
en consecuencia “mandaba obedeciendo” al Tlatócan, el Consejo Supremo de la
Triple Alianza. Las decisiones eran producto de una votación y Moctezuma, solo
hacia cumplir esas decisiones. En el estado de Oaxaca, de los 570 municipios,
en 418 se siguen gobernando por “los usos y costumbres ancestrales”, es decir,
la democracia participativa.
“Palacio de Moctezuma “como un rey europeo”.”
El mismo guion lo dice, como un rey europeo.
Supuestamente el guion estuvo supervisado por ilustres expertos e
historiadores. Con estas pruebas, es más que obvio, que el documental carece de
rigor histórico y que no existe un pensamiento crítico. Se repiten las mentiras
de Cortés, hasta las de la academia actual, que sigue usando “las fuentes
históricas”, como base de sus sesudos análisis históricos. Pero las fuentes
históricas son escritos hechos por personas que tenían todo tipo de intereses: personales
como Cortés, religiosos como Sahagún, o de reconocimiento de supuesta nobleza
indígena, como Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, pero jamás por la verdad
histórica. Además, que las fuentes tuvieron que pasar por la censura del
Consejo de Indias y la Santa Inquisición.
“El mito de los caballos y el metal y la actitud de sumisión.”
Nunca fue el encuentro de dos mundos. Por el
contrario, fue una violenta y deshumanizada invasión para robar y esclavizar.
Se confunde a propósito la “actitud de sumisión”, con una cultura de heroica
resistencia de los pueblos invadidos, de ayer y de hoy.
“El totonaco de Cempoala era uno de los muchos sometidos por el imperio
azteca y estaba gobernado por el cacique gordo.”
Los mexicas no tenían a “muchos pueblos
sometidos”. Dominaban algunas partes del Altiplano Central y la parte totonaca
de la costa del Golfo de México. Pero aún, en el Altiplano, existían muchos
Altépetl que no fueron conquistados con la ideología de Huitzilopochtli.
Cholula por citar uno muy importante, pero los pueblos mayas, oaxaqueños, de la
Montaña de Guerrero, los purépechas, que mantuvieron la Toltecáyotl y el
símbolo filosófico-religioso de Quetzalcóatl, nunca fueron sometidos.
Casualmente, los pueblos que no trasgredieron la enseñanza de Quetzalcóatl y la
Toltecáyotl, en la actualidad son los que tienen mayor raíz ancestral e
identidad cultural indígena. Finalmente, hay que subrayar el carácter
hispanista y colonizador del documental, que llama al cacique totonaco, “el
cacique gordo”, y no lo nombra por su nombre. Xicomecóatl fue muy valioso e
importante, pues les asignó a los invasores un ejército de cocineras, leñadores
y cazadores, para darles de comer a los españoles. Eso no lo dice la historia
oficial y menos el documental.
“Los totonacas pagan altos impuestos a los mexicas, incluyendo personas
destinadas para morir sacrificadas a los dioses aztecas.”
Esta mentira, es la que pretende justificar
la invasión, el genocidio y el epistemicidio cometido por los invasores
españoles. Hasta ahora, no se tiene ninguna certeza de que hayan existido los
sacrificios humanos entre los mexicas. La academia y la arqueología buscan
siempre, de manera incasable sacrificios humanos, como los gringos armas
químicas en Irak, para justificar la invasión.
“Si unimos nuestras armas atronadoras y nuestros caballos”
Los historiadores hispanistas, comenzando
con el primero, “Hernán Cortés y sus Cartas de Relación”, pretenden hacer creer
que la derrota de los mexicas primero, y la invasión a otros pueblos del
Anáhuac después, fue una operación militar española, en la que los aliados
indígenas ocupaban un papel secundario. Justamente fue al revés. Cortés, lo que
logró con sus intrigas, gracias a la información y asesoría que le dio
Malinche, fue una guerra civil entre los propios pueblos indígenas. Además, que
las acciones militares siempre fueron planeadas y dirigidas por anahuacas. Solo
hay que usar el pensamiento crítico. Cortés no hablaba náhuatl, no conocía los
usos y costumbres militares de los pueblos nahuas, y el número de los europeos
y sus rudimentarias armas, no definían el resultado de las batallas, como es el
caso de la de Tenochtitlán, en donde se habla de cientos de miles de
combatientes. De modo que el comandante de los ejércitos que pelearon de parte
de Cortés, fue Ixtlilxóchitl, el texcocano que fue desposeído por Moctezuma del
gobierno de Texcoco, por lo cual era su enemigo acérrimo. Ixtlilxóchitl el
guerrero, ha sido desaparecido de la historia por los historiadores
hispanistas, comenzando por el propio Cortés.
“Los mexicas un pueblo guerrero que sometía a muchos otros pueblos en
su territorio.”
Los mexicas eran el pueblo más débil del
Anáhuac en 1519, y los españoles actuaron como un virus que ataca al órgano más
débil. La debilidad de los mexicas, justamente era haber trasgredido la
enseñanza de Quetzalcóatl. Existía al interior de la dirigencia y de la alta
nobleza de la Triple Alianza, una fractura religiosa-filosófica, entre los
defensores de la milenaria tradición de Quetzalcóatl y los defensores de la nueva
tradición del culto a Huitzilopochtli. El mismo creador de la trasgresión, el
longevo cihuacóatl Tlacaélel, fue asesinado por no estar de acuerdo con su
propuesta por los propios mexicas.
“Los pueblos sometidos a los mexicas, verán una especie de esperanza
con las huestes españolas.”
El año de 1519 era justamente el año
esperado del “regreso de Quetzalcóatl”, que se había ido del Anáhuac en el
colapso civilizatorio, y dejó profetizado que regresaría en el año “uno caña”,
el cual se repetía cada 52 años. Aconsejado por Malinche, Cortés metió y se
adjudicó el título de embajador de Quetzalcóatl. Malinche fue paso a paso,
dándole la información con la cual Cortés y su mente psicópata, aceleraron los
problemas religiosos-filosóficos que se daban en el seno de la dirigencia y
nobleza de la Triple Alianza. Cortés, jamás fue percibido como un invasor hasta
la Matanza del Templo Mayor. Los pueblos nahuas vieron en el embajador de
Quetzalcóatl, a un restaurador de la milenaria religión de Quetzalcóatl. Esto es
lo que verdaderamente explica las alianzas a los que representaban la milenaria
tradición, y no, como lo afirman las hispanistas mentalidades, de un odio y
venganza en contra de los mexicas.
“Los aztecas o mexicas, eran el pueblo más fuerte, los pueblos
sometidos vieron en los españoles un arma formidable contra sus enemigos.”
Los mexicas,
que su nombre original, al bajar de los desiertos del Norte era mexitin.
Tlacaélel, en el momento de la expansión se lo cambia por mexicas, para que no
se reconociera su humilde origen, y es, cuando manda destruir todos los códices
ancestrales, para rehacer la historia, donde pone a los mexicas, como el centro
de la creación de la civilización del Anáhuac. Pero el pueblo más poderoso, en
esos tiempos en el Anáhuac, eran los purépechas, que, precisamente, acababan de
derrotar militarmente a los mexicas.
La argucia leguleya, de crear el municipio de Veracruz, y con ello,
desprenderse de la autoridad de Cuba, de donde era prófugo de la ley.
La actitud de Cortés fue la de burlar la
ley, tanto la hispánica como la anahuaca, siempre en su personal beneficio. El
documental no dice que a Cortés lo corrieron de la Universidad de Salamanca por
burro, pero que, con lo aprendido ahí, uso la ley española de manera ilegal,
para lograr salirse con la suya.
“Los tlaxcaltecas un pueblo libre pero extorsionado por los mexicas.”
Es de observar, el lenguaje tendencioso del
guion del documental. Los mexicas no “extorsionaron” a los tlaxcaltecas. Los
mexicas necesitaban ejercitar a sus ejércitos en un cercano campo de batalla.
Una de las reglas militares de los nahuas, era que las expediciones, por más
lejanas que fueran, no podían tomar los bastimentos de los pueblos por donde crusaban.
Como en el caso de las batallas en el Istmo de Tehuantepec, los guerreros
mexicas y sus aliados, se iban caminado y llevaban consigo sus bastimentos para
el viaje, la batalla y el regreso. Los tlaxcaltecas eran adversarios de los
mexicas, y pactaban sus batallas muy puntualmente, con el día, la hora, el
lugar y el número de guerreros. La guerra para los nahuas en 1519, era
totalmente diferente que, para los castellanos, comenzando con que estaba
prohibido matar al adversario, a quien tenían que hacer cautivo, sin matarlo.
El caso del guerrero Tlahuicole, es un excelente ejemplo.
Las primeras escaramuzas con los tlaxcaltecas fueron victorias para
Xicoténcatl, pero en el documental sostienen que los españoles los derrotaron.
En el propio texto de Bernal Díaz del
Castillo, se narra cómo los españoles fueron muertos con todo y caballo.
Xicoténcatl siempre vio, desde un principio a los españoles como invasores, y
solo porque Malinche cabildeó con el Tlatócan tlaxcalteca, para que dejaran
pasar a Cortés y sus hombres, ordenando a Xicoténcatl dejar de atacarlo. Aunque
Xicoténcatl ayudó a Cortés en la Batalla de Tenochtitlán a los órdenes de
Ixtlilxóchitl, Cortés lo mando asesinar posteriormente. Nunca le perdonó que lo
derrotara.
Les corta las manos a 50 enviados de Tlaxcala y según el documental,
“viendo la determinación de Cortés y el poder de las armas de los españoles,
los tlaxcaltecas se alearon con ellos, ahora podían liberarse de los mexicas.
Es falso que, por esa atrocidad de Cortés,
los tlaxcaltecas se hayan aliado a los invasores. Es ridiculizar y poner como
estúpidos pusilánimes a los indígenas, haciéndoles perder su dignidad y su
calidad de pueblos ancestrales sabios y autodeterminados. Lo que en verdad
sucedió es que Malinche cabildeó en favor de Cortés con el Tlatócan de Tlaxcala
y logró la alianza. Toda la narrativa hispánica, desde el propio Cortés hasta
León Portilla, presentan la invasión como un acto de superioridad hispánica e
inferioridad anahuaca.
Los tlaxcaltecas se hispanizaron y se pusieron a las órdenes de
Cortés.
Lo cierto es que desde 1519, en las tierras
del Anáhuac existen dos bandos que están en permanente lucha. Los
modernizadores y los tradicionalistas. A los modernizadores los encabeza
Malinche, Ixtlilxóchitl, Xicomecóatl y Hernán Cortés. A los tradicionalistas los
representan, Xicoténcatl, Cuitláhuac, Cuauhtémoc y Gonzalo Guerrero. La
modernidad viene de fuera, la tradición es “propia-nuestra”. Ser moderno es ser
como el invasor-conquistador, ser tradicional es resistir y mantener el legado
ancestral. El México profundo y el México imaginario del Dr. Guillermo Bonfil
Batalla.
Cholula no era aliado de los mexicas. Cholula era un centro religioso y
de estudios dedicado a Quetzalcóatl, en dónde estaba el calmécac en el que se
enseñaba la Toltecáyotl a los jóvenes hijos de la nobleza que gobernarían en
los Señoríos.
Desde el periodo Clásico, Cholula fue un
centro de conocimiento muy importante del Anáhuac. Razón por la cual se
construyó la pirámide más voluminosa del mundo. No eran aliados de
Tenochtitlán. Cholula recibía a todos los hijos de la nobleza del Altiplano
para educarlos en la Toltecáyotl. En el periodo Postclásico la ciudad tomó un
fuerte sentido religioso, porque era el referente de Quetzalcóatl.
El documental dice que Bernal Días señala, que las autoridades de
Cholula les preparaban una trampa a los españoles.
Es falso. Estando en Tlaxcala como
“embajador de Quetzalcóatl”. Los Venerables Maestros de Cholula lo invitaron
para dialogar, ya que ellos, mantenían la enseñanza de Quetzalcóatl, en el
Altiplano. Los dos primero días los hospedaron y trataron como embajadores,
pero al tercer día, al descubrír que Cortés era un impostor, ya no se
presentaron a conversar con él y su gente, suspendiéndoles los alimentos.
“Dispuesta a dar un ejemplo que demostrara su fuerza y que, evitara
nuevas emboscadas, cortes convocó a los guerreros y a los principales
cholultecas, en unos patios, en donde a una señal, los españoles entraron a
caballo arrasando a los convocados. Miles de cholultecas, dispuestos a vengarse
de años de opresión de los mexicas y sus aliados, se unieron contra los
españoles.”
Falso. Los cholultecas no eran guerreros,
era una ciudad totalmente consagrada a Quetzalcóatl, símbolo de la educación,
la sabiduría y el equilibrio. Lo que sucedió es que Malinche se enteró de que
los Venerables Maestros se dieron cuenta que Cortés era un impostor, y si esta
verdad se esparcía, los españoles y sus acompañantes serían exterminados.
Malinche y Cortés tomaron la decisión de realizar la matanza.
“La matanza fue brutal entre las gentes de Cholula.”
La Matanza de Cholula, es la primera de
miles que se han dado en estos cinco siglos. Gente desarmada e inocente es
masacrada por las fuerzas del Estado y del poder económico. Es necesario, para
acabar con las matanzas, saber la verdad de cada una de ellas, comenzando con
la de Cholula, hasta llegar a la de Nochixtlán.
“A pesar de los sacrificios humanos ofrecidos en sus templos, sus leyes
permitían una convivencia justa y en paz.”
Se insiste en calumniar a los invadidos,
tachándolos de salvajes por sus supuestos sacrificios humanos, lo cual, entre
otras cosas, pretende justificar las matanzas e injusticias que cometieron los
extranjeros. Hasta ahora, científicamente no se ha comprobado que se hicieran
sacrificios humanos en el Anáhuac.
“Por sus cuatro calzadas principales llegaban mercancías de todos los
rincones del reino.”
Insistimos, el discurso hispanista es tan
torpe y descuidado que, trata a los mexicas como un reino europeo, y al
tlatoani como a un rey. Este “descuido histórico”, es más bien un desprecio y
una forma de mantener en la ignorancia al pueblo.
“Son dos mundos que se desconocen por completo y que entran en contacto
de una manera muy particular.”
Es común el eufemismo de los hispanistas y
españoles para referirse a la invasión del continente, al que llaman, “el
encuentro de dos mundos”. Se llega a decir estupideces como las que dijo el
presidente de Radio y Televisión Española, José Antonio Sánchez Domínguez, “La
Conquista de América es una bendición de Dios que se hizo de una manera amable
y gentil, también compara al Imperio Azteca con los nazis y argumenta que los
americanos deberían estar agradecidos con España.” El documental en análisis va
por ese camino, tan transitado, por las mentes más reaccionarias y
colonizadoras de ambos lados del océano.
“Aquel encuentro entre dos mundos iba a marcar el inicio de uno de los
episodios más trágicos de la historia de México y el final de una cultura y una
ciudad extraordinaria.”
Como ya dijimos, no fue “un encuentro”, fue
una violenta e injustificada invasión para robar y cometer un holocausto y un
epistemicidio de dimensiones mundiales. Pero, fíjese bien en eso que dice la
narración del documental “el final de una cultura”. Ese es el punto, la idea de
los necolonizadores es hacer creer al pueblo que su Cultura Madre, ya no
existe, que murió en la conquista. Que el único camino que queda es
occidentalizarse y olvidarse del pasado. Que el pasado ya pasó y que “solo nos
queda ver para adelante”.
“Los españoles saquean la tumba de Axayácatl y funden en tejos las
maravillosas piezas hechas en oro y plata.”
Con un cinismo sobrado, el documental narra,
como algo lógico y natural, que los invasores profanen la tumba de un tlatoani
y la saqueen. De esta manera, se puede y se debe saquear todo lo que no es
propio, sean tierras, minerales, aguas, hasta nuestros días. La pregunta sería,
cómo tratarían los documentalistas, un supuesto saqueo de los mexicas a las
tumbas de los reyes de España en La Escorial.
“Los indígenas se han sublevado en Nautla”.
Los indígenas no se “sublevan”, en ese
momento, se estaban defendiendo de una violenta invasión. El concepto de
“sublevación”, implica un sometimiento previo, y en ese momento no lo existía.
Aquí podemos ver la falta de rigor histórico y la desbordada tendencia a
justificar la invasión hispanista. Más pareciera un documental hecho por Radio
Televisión Española.
“Cortés mando tomar preso a Moctezuma”.
Cómo es posible que una atrocidad e
injusticia como esta, el documental la narra sin ningún juicio crítico. Bajo el
más elemental sentido de justicia, no se puede narrar un hecho histórico, sin
un mínimo de sentido común y de equidad. El hecho de que se reciba a una visita
y ésta, de manera injustificada, secuestra y encadena al anfitrión, debe tener
un comentario imparcial, si es que, de verdad, se busca dar a conocer la
historia.
“Cortés dispuso quemar vivos a tres hombres en el centro de
Tenochtitlán”.
De la misma forma, este horroroso y
desalmado acto, de quemar vivos a tres seres humanos, el documental lo narra
con asombrosa superficialidad, a diferencia de los supuestos y nunca
comprobados sacrificios humanos de los mexicas, que justifican el holocausto,
los cuales, el documental los da por ciertos.
“Cortés, con la audacia que le era propia”.
Es más que obvio, lo tendencioso y pro
hispanista del guion del documental. A Cortés, al traicionar a Diego Velázquez,
a su comandante supremo de los ejércitos aliados Ixtlilxóchitl, que le dio la
victoria, al traicionar a sus capitanes en el reparto del oro robado, al mandar
asesinar a guerreros indígenas que estaban de su lado, al violar a las mujeres
nobles de los mexicas, comenzando con la propia hija de Moctezuma, al asesinar
a su propia esposa y al tratar de traicionar al rey de España. Bajo ninguna
manera, se puede decir de él, que era “un hombre audaz”, sino un psicópata
criminal.
Un africano venido de Cuba estaba enfermo de viruela.
No lo dice el documental, pero es muy directo
en filmar a un hombre de color que se ve enfermo, mientras se habla del tema.
En efecto, el discurso hispanista siempre ha pretendido lavarle las manos a
Cortés de tanta sangre que derramó, de sus bajezas y abusos con mujeres, de sus
traiciones sistemáticas, de las grandes matanzas, siempre fueron los indígenas
contra los indígenas, nunca los españoles. Y por supuesto, la viruela y el
sarampión lo trajeron los africanos, no los españoles en el discurso
hispanista.
“Mientras Cortés estaba en Veracruz sucedió una terrible tragedia”.
Primero se debe de decir, que Cortés fue el
que ordenó la Matanza del Templo Mayor y no Alvarado. Nuevamente la historia
hispanista trata de limpiar la sangre que derramó Cortés. No fue una “terrible
tragedia”, fue en cambio, la segunda matanza de los invasores a personas
indefensas e inocentes.
“Temiendo que fuera el inicio de una sublevación, los españoles y sus
aliados tlaxcaltecas, cargaron sobre ellos.”
Nuevamente, el lenguaje del guion es
tendencioso e hispanista. No dice, que la matanza se originó por la ambición
desmedida de los invasores por el oro, que, al ver entrar a la plaza a cinco
mil personas desarmadas y adornadas con joyas, a cuchillo, las asesinaron
impunemente. La justificación, sin ningún análisis crítico del guion es que
temían una “sublevación”. Acaso, los españoles eran la autoridad o los
huéspedes del Tlatócan. Con que derecho se atreven a realizar esa matanza si
esta gente no los amenazaba. No existe un sentido crítico y analítico en el
documental, por el contrario, una grotesca y parcial versión hispanista de los
hechos.
“Alrededor de 600 nobles fueron masacrados.”
Con increíble cinismo, el guion afirma que
fueron 600 personas las acuchilladas para quitarles sus joyas. La “otra
historia”, habla de cinco mil, que se entiende como algo más real, si se
supone, que la ciudad tenía más de 200 mil personas, y cálculos serios, por las
dimensiones de la plaza del Templo Mayor, concuerdan con esa cantidad.
“Cuando Cortés llegó a Tenochtitlán los mexicas incendiaban, mataban y
atacaban donde había un español”.
Nuevamente, el documental miente y no usa el
pensamiento crítico. Diego Velázquez mando 1500 hombres a detener al prófugo de
la ley de Cuba. Los historiadores dicen que casi despobló Cuba. Pánfilo de Narváez
cometió el error de mandar mensajeros a Tenochtitlán para que Cortés se
rindiera, pero cuando los mensajeros vieron la grandeza de Tenochtitlán, el oro
que Cortés había robado de la tumba de Axayácatl y de que, les dijo que él,
tenía el control de los mexicas, y que, los invitaba a sumarse a su expedición.
Recuérdese que todos no eran “soldados”, sino aventureros. El acuerdo fue que
regresarían a Veracruz a convencer a los demás expedicionarios que se pasaran
del bando de Cortés y que traicionaran a Narváez y a Velázquez. Esta es la
razón por la cual Cortés, tomó, confiadamente a la mitad de los 550 hombres y
se fue a tomar preso a Narváez. Cuando regresó de Veracruz con los hombres de
Narváez y los suyos, dice la “historia oficial” y el documental, que encontró a
Alvarado sitiado en el Templo Mayor por los mexicas. Con el más elemental
sentido analítico, es imposible que Cortés haya podido burlar el cerco y
meterse en él. Es más, hubiera sido imposible cruzar la ciudad sin que fuera
aniquilado. La verdad que no dice el documental y la historia oficial, es que,
Cortés, regresó de Veracruz y él ordenó la matanza del Templo Mayor. No pudo
ser de otra forma. Estas son las cosas, que documentales, en pleno siglo XXI,
deberían tratar, si verdaderamente tuvieran rigor histórico, fueran honestos y
trataran de descolonizar a la historia.
“Moctezuma había muerto, por una pedrada que los mexicas le habían
dado.”
Como en toda la historia hispanista, los
malos, los asesinos, los ladrones, siempre fueron los pueblos invadidos.
“Los mexicas estaban hartos de un rey, al que consideraban pusilánime y
un sometido”.
Mire usted, la grotesca parcialidad del
guion hispanista. Los mexicas no podían estar hartos de un rey, porque aquí no
existieron los reyes y todo lo que esto implica. Aquí había tlatoanis que
podían ser destituidos a través de un procedimiento democrático que Europa no
tenía. Aquí, la autoridad no era designo de Dios en la Tierra, aquí lo desidia
un Consejo Supremo. Tampoco era Moctezuma, como lo retratan las crónicas
hispanistas, un hombre pusilánime. Era en cambio, un valiente guerrero,
demostrado en los campos de batalla, un hombre muy devoto de la enseñanza de
Quetzalcóatl. Para ser tlatoani entre los mexicas, se requería tener una
preparación muy estricta desde la infancia y poseer las cualidades para
gobernar. Lo que no dice el documental, ni la historia hispanista, es que
Moctezuma “mandaba obedeciendo” al Consejo Supremo. Las malas decisiones
tomadas no fueron de Moctezuma, fueron del Consejo. Y es aquí, donde se debe
investigar las causas verdaderas de esos errores que, fundamentalmente, estaban
en que los mexicas, desde las reformas a la Toltecáyotl, del cihuacóatl
Tlacaélel, suplieron la figura filosófica-religiosa de Quetzalcóatl, mítico
símbolo milenario del Anáhuac, por el numen tutelar de Huitzilopochtli, que
bajó de los desiertos del Norte, con los nómadas apenas dos siglos y medio antes
de la invasión. El Consejo Supremo tomó a Cortés, como el embajador de
Quetzalcóatl, hasta la Matanza del Templo Mayor, pero ya era muy tarde.
“Cortés decide huir de Tenochtitlán por la ruta más corta hacia
tierra.”
Totalmente falso. Cortés siempre estuvo
supeditado militarmente a Ixtlilxóchitl, él era el que tomaba las decisiones
militares, y Malinche y Cortés las políticas. Al quedar sitiado en el Templo
Mayor, es Ixtlilxóchitl el que planifica y lleva a cabo la operación de
salvamento. En la madrugada ataca a los mexicas por el lago, lo que hace que
las tropas mexicas repelen el ataque y distraigan hombres del sitio. Esto lo
usa Cortés para salir en sentido contrario hacia tierra por la calzada de los
toltecas. La versión oficial dice que, en medio de un torrencial aguacero, dos
mujeres salen “en busca de agua”, y al ver a los españoles huyendo, dan la
alarma. Es ilógico, los mexicas eran guerreros consumados y estaban aplicando
un sitio militar. No estaban durmiendo en sus casas. Como siempre, la historia
hispanista presenta una historia fantástica en donde Cortés realiza las proezas
insuperables. El punto es que estas fantasías no reciben la crítica y el
análisis de los historiadores profesionales del Estado.
El máximo historiador de la “historia
prehispánica” del Estado mexicano, el Dr. Miguel León Portilla, con toda la
información que se supone posee, afirma que fue lo que él llama “Noche Triste”.
Resulta verdaderamente lastimoso y
desalentador, que, en este país, no existan historiadores institucionales que
pongan en duda la versión hispanista de la historia de la conquista. Por el
contrario, ellos ayudan a fortalecer estas mentiras y bajezas, que denigran a
nuestro pueblo frente a los extranjeros. Cómo es posible que el Estado Mexicano
a través de la SEP y su libro de texto, sigan enseñándole a la infancia
mexicana que, cuando los Jóvenes Abuelos, nuestros antepasados, defendiéndose
de la injusta invasión, logran vencer en una batalla a los invasores, el libro
le llame a este glorioso hecho histórico, “La Batalla de la Noche Triste”, como
lo menciona el Dr. Miguel León Portilla en el documental.
“En mitad de una terrible tempestad, ocho mil hombres, mil trescientos
de los cuales eran españoles, comenzaron furtivamente la huida, pero una mujer
dio la alarma y los mexicas cargaron contra ellos, sedientos de venganza.”
Resulta tan ridícula la versión de que fue
“una mujer”, y no un vigía militar, el que da la alarma. Esto es denigrar y
menospreciar la capacidad militar de los mexicas. Cómo es posible que el pueblo
de México haya soportado tan burdas mentiras y groseras bajezas. Los mexicanos
merecen una “Historia Verdadera”. Descolonizada, crítica y analítica, que nos
libere y dignifique.
“(Cortés) después, él se va hacia Otumba, y como estratega, ahí sí,
logra rehacer sus fuerzas, porque los mexicas lo venían persiguiendo. Y como
estratega envía emisarios a Tlaxcala para que sus aliados le ayuden a resistir
el ataque de los mexicas. Dr. León portilla.”
Es falsa esta afirmación. Cortés estaba
totalmente agotado, mojado y él y sus hombres, totalmente desmoralizados. La
“famosa Batalla de Otumba”, no fue tal, otra mentira más. Fue, nuevamente la
estrategia militar de Ixtlilxóchitl, que, si bien atacó a los mexicas por el
lago, por tierra mando a su hermano con cien mil guerreros texcocanos a
proteger la retirada de Cortés y lo que quedaba de sus hombres. Cuando Cortés
vio al ejército que lo venía a rescatar, cargó sobre ellos, pero los texcocanos
retrocedieron y le hicieron entender que eran sus protectores, no enemigos. En
la historia oficial militar de Europa, “La Batalla de Otumba”, ocupa un lugar
muy importante, porque según ellos, mil europeos vencieron a cien mil
indígenas.
“Cortés decide fabricar los bergantines.”
Nuevamente falso. La mítica hispánica hace
suponer que, gracias al valor, capacidad militar, armas de fuego, caballos y
tener al Dios verdadero, los españoles hicieron la conquista de América. Una
supuesta superioridad en tecnología militar que no existió. La Batalla de
Tenochtitlán, se supone se libró, entre dos ejércitos que poseían alrededor de
cuatrocientos mil hombres por bando. Ante este número, verdaderamente resulta
ridículo pensar que 16 caballos, siete cañones, y 13 arcabuces anacrónicos,
pudieron definir el resultado. La historia de la fabricación de 13 bergantines,
por carpinteros tlaxcaltecas, fue un fracaso, por la sencilla razón, de que el
sistema de lagos de aquel entonces, no tenían gran profundidad, y el calado de
los bergantines los hacia imprácticos e inútiles en las batallas en las lagunas.
Lo que se usó, por los dos lados, fue la canoa. Los pueblos lacustres del
Altiplano eran expertos en batallas sobre las canoas, como lo demostró
Ixtlilxóchitl, al atacar a Tenochtitlán por agua.
“Y así comienza el asedio, y como capitán hábil, en las tres calzadas
principales pone a uno de sus capitanes, para que asedie la ciudad por tierra,
por cada una de las calzadas y a la vez, asedia por agua, ¡fue muy inteligente
ese ataque!” Dr. Miguel León Portilla.
La expresión del “historiador” es más que obvia
y contundente de su hispanismo. Hay tres calzadas y Cortés “es hábil”, porque
en cada una de las calzadas pone a un capitán. Como se puede apreciar, la
necesidad de enaltecer a Cortés es más que manifiesta. Termina juzgando con una
reflexión muy sesuda “Fue muy inteligente ese ataque”. Se requiere más
inteligencia y una actitud honesta y descolonizada, como la del historiador,
Monseñor José Luis Guerrero Rosado, que escribió uno de los libros más cercanos
a la verdad sobre La Batalla de Tenochtitlán, “Flor y Canto en el nacimiento de
México”, texto que debieron consultar los guionistas.
“Tenochtitlán cayó después de una defensa heroica, vencida por los
hombres, el hambre y la enfermedad. Era el inicio de una nueva era.”
El sitio de Tenochtitlán estuvo a cargo de
Ixtlilxóchitl, no dé Cortés, los cientos de miles de guerreros no los podía
comandar Cortés, por no conocer la lengua y las prácticas militares nahuas.
Además, la estrategia ya había sido puesta en práctica con el recate de Cortés
del sitio del Templo Mayor. Una de las medidas más importantes fue quitar el
agua potable al bloquear el acueducto de Chapultepec. La historia hispanista ha
borrado a Ixtlilxóchitl, para darle la gloria al díscolo de Cortés, quien, en
sus escritos, tanto Las Cartas de Relación, como el texto adjudicado a Bernal
Díaz del Castillo, pero que ahora se sabe, fue escrito por el propio Cortés,
nunca le da el crédito a nadie y menos a Ixtlilxóchitl.
Otro punto medular del discurso hispanista,
es hacer suponer, que la Conquista de México, se reduce a La Batalla de
Tenochtitlán. Que el 13 de agosto de 1521, cae mágicamente un telón y que
comienza la Colonia. Nada más falso que esto. La verdadera conquista, de lo que
hoy es México, inicia justamente con la caída de Tenochtitlán, y sigue hasta
nuestros días con matanzas y despojos de los pueblos mestizos e indígenas. La
“verdadera historia”, nos habla que la guerra, nuevamente la hicieron los
ejércitos nahuas, ahora unidos, los aliados y los enemigos de Cortés, como eran
“los usos y costumbres” de las guerras nahuas del periodo Postclásico. En
efecto, los contingentes que envió Cortés a conquistar el Anáhuac, eran
integrados por unos cuantos españoles y miles de guerreros nahuas.
“Carlos Fuentes tiene razón, las civilizaciones no chocan, se funden,
se contagian, no chocan, se enriquecen mutuamente.”
No creo que fuera el mismo discurso, si los
mexicas hubieran ido a invadir a Europa. Que hubieran destruido todas sus
iglesias y declarado demoniaco el cristianismo, asesinando a sus sacerdotes,
maestros y artistas. Que hubieran quemado sus libros, asesinado a toda su
nobleza y violado a sus mujeres. Pero, sobre todo, que durante tres siglos
hubieran esclavizado a los europeos extrayendo sus minerales y riquezas para
iniciar el capitalismo en el Anáhuac. Al europeizado de Carlos Fuentes, no se
le hubiera ocurrido decir semejante tontería. Pero ciertamente, nadie de los
ilustres, ha dicho cosa semejante cuando las hordas de los hunos guiadas por
Atila, invadieron y arrasaron Europa.
“(Cortés) comete el error fatal de hacer esa expedición fatal a las
Hibueras, rumbo a Honduras, para castigar a un capitán, Cristóbal de Olid”.
Nuevamente, con eso de “comete el error
fatal”, se ve claramente de qué parte está el guionista. Porque si el guion
fuera pro mexica, sería, por lo menos, “el inicio del fin”. Es curioso como es
la condición humana. “Que nadie le robe a un ladrón y que nadie traicione a un
traidor”. Cortés, el traidor de traidores, no pudo soportar que lo traicionaran
y perdió la vertical. Y la razón no dicha por los apologistas hispánicos, es
que Cortés inicia la pérdida de la confianza de la corona española, al haber
asesinado a Fray Juan de Tecto, el confesor del rey, que lo había enviado de
manera anónima a espiar a Cortés, pues le llegaban muchos informes de sus
crímenes, abusos e injusticias. Quien más que el propio confesor del rey, quien
le diría la verdad.
“Al partir rumbo a Honduras, temía una rebelión en Tenochtitlán, por
parte de los mexicas, por lo que decidió llevarse al tlatoani Cuauhtémoc y a
sus nobles más importantes.”
Como se aprecia en el guion, pero es así en
toda la historia hispanista, Cortés siempre se ve obligado a cometer sus
masacres y asesinatos, aduciendo una posible rebelión o una traición. Dicho de
otro modo, Cortés nos lo presentan como un asesino que mataba en defensa
propia.
“Cortés temió una rebelión indígena que hubiera acabado con los
poquitos españoles que iban en el sequito, y este asesinato de Cuauhtémoc, fue
uno de los grandes temas para considerar a Cortés como un villano.”
Cortés no fue un “villano”. Cortés fue un
psicópata, jamás sintió arrepentimiento, vergüenza o miedo a su Dios, por todos
los asesinatos, matanzas, traiciones, robos, mentiras, violaciones, que hizo
durante toda su vida. Por el contrario, siempre quería más de lo que podía
tomar, tanto, que pretendió fallidamente robar y traicionar al rey de España. El
problema real para México, es su legado. El espíritu de Cortés sigue vivo en
mucha gente, especialmente la que está en el ámbito del poder, que sigue
actuando de la misma manera con el pueblo y las instituciones del Estado.
“Bajo la sospecha de que pudiera estar tramando una sublevación y con
la intención de sofocar una posible revuelta indígena, Cortés mando ahorcarlo (a
Cuauhtémoc).”
Este fue el verdadero “punto de quiebre” de
las tropelías de Cortés. Fray Juan de Tecto, iba en la expedición encubierto en
el anonimato, y cuando Cortés de la orden de ahorcar a Cuauhtémoc, sale en su
defensa, y le dice a Cortés que él no puede matar a un rey. En esos tiempos,
era imposible pensar que se asesinara al designado por Dios para gobernar, y,
para los españoles en ese momento, Cuauhtémoc era un rey, y por eso Cortés lo
llevaba preso, como rehén. Fray Juan de Tecto le dice a Cortés que, si se
atreve, él se lo dirá al rey de España y le rebela su posición como confesor
real. Cortés en su locura, manda asesinar también a Fray Juan de Tecto. La
historia oficial, dice que “el fraile se perdió en las selvas”.
“A partir de entonces, la suerte pareció abandonar a Cortés. Tras su
regreso, el rey lo suspende en sus funciones, se le somete a un juicio de
residencia y el nuevo gobernador lo destierra de la ciudad de México.”
El documental no explica lo que
verdaderamente le sucedió a Cortés, lo que deja ver su tendencioso propósito
colonizador. Esta es la razón por la que, de súbito, Cortés pierde la confianza
del rey, asesinó a su enviado para certificar su desempeño como autoridad.
“En 1528 Cortés regresa a España, tiene que defender sus intereses ante
el rey. (por qué) busca, sobre todo, ser Virrey de la Nueva España.”
Las personas que sufren de este tipo de
trastornos mentales, crean sus propios códigos de comportamiento. Para los
psicópatas no existen barreras o contenciones. Cortés buscaba la riqueza y la
gloria, y si tenía que pasar sobre el rey y la corona española, lo intentaría
sin duda o remordimiento alguno. En un momento, Cortés tenía más hombres, mas
territorio y oro, que el rey de España, pues él era la autoridad suprema en el
Anáhuac. Lo único que necesitaba era el reconocimiento del rey para ejercer
abiertamente ese poder, y el puesto de Virrey se lo permitía.
“(Cortés) pertenecía a una familia de hidalgos, es decir, al estrato
más bajo de la nobleza, eran, además, cristianos viejos”
Este punto es interesante comentar. Decir
que era “un viejo cristiano”, quiere decir, que, en la Península Ibérica,
existían de mucho tiempo atrás otras religiones, comenzando con las religiones
ancestrales de los pueblos originarios, pero de siglos atrás estaban los
judíos, los musulmanes y los arrios. Dicho de otra forma, los reyes Isabel y
Fernando, se auto nombraron “reyes católicos”, porque a partir de 1492, quien
no fuera católico tenía que salir del territorio. Si los españoles que llegaron
a la conquista hubieran sido “verdaderos católicos”, no hubieran cometido todos
los pecados que cometieron.
“Tuvo un insaciable deseo de mujeres”
Cortés, como no tenía límites por ser un
psicópata, tomaba a cualquier mujer que deseara. Ya desde joven en España tenía
esos problemas y no pudo irse a una expedición a Italia, porque un marido lo
encontró con su mujer y le dio una paliza, “que lo dejó por muerto”, motivo por
el cual tuvo que estar en cama tres meses y no se fue a Italia. Cortés tuvo
hijos con las hijas de los nobles mexicas a quienes violó como trofeo de guerra,
comenzando con la propia hija de Moctezuma. Este es otro punto escondido de los
historiadores hispanistas que, no dan cuenta de la pavorosa violación que
sufrieron las mujeres de la nobleza mexica: esposas, hijas, hermanas, tías,
todas fueron tratadas como trofeo de guerra y entregadas “legalmente” por
Cortés a su gente.
“Catalina Pizarro de quien se dijo, que podría haber sido asesinada por
Cortés”.
Es verdaderamente grotesco y burdo, que el
guion del documental trate de defender a Cortés, sin el menor respeto al
público. En el juicio de residencia, la servidumbre de la casa de Cortés,
dijeron haber escuchado por la noche, una fuerte discusión en el aposento de
Catalina, después golpes y vieron salir a Cortés de la habitación. Al otro día
Catalina, amaneció estrangulada sobre la cama, con un collar de perlas roto y
con signos de lucha. Con la muerte de Cortés se detuvieron las indagaciones y
el veredicto, que ostensiblemente señalaba a Cortés como el autor del crimen.
“Despreciado por el monarca, recibe entonces una noticia desalentadora,
hasta que no se resuelva su juicio de residencia, no le dejarán volver a
México.”
Cortés no era de la confianza del rey y de
la corona, no era “un desprecio o envidia”, como afirman los hispanistas. Se
sabía que Cortés tenía dentro de sus planes, que, si no obtenía el Virreinato,
traicionaría al rey y a la corona, y se convertiría en rey de México. Esta
traición era ya conocida en México, porque los conquistadores estaban siendo
desplazados por la burocracia real que llegaba de España y existía mucho
malestar entre la antigua tropa. Era un complot que se conocía en la ciudad de
México. Es aquí, donde inicia la pugna entre gachupines, llegados de la
península, y primero, los hombres que acompañaron a Cortés en la Batalla de
Tenochtitlán, y después, sus descendientes, que se asumieron como criollos. Los
criollos durante el Virreinato siempre se les vio con desconfianza, porque su
sino era la traición, ya que los hijos de Cortés planeaban tomar el poder y fueron
descubiertos, todos los conspiradores fueron ejecutados y los hijos de Cortés, enviados
a España. La pugna entre gachupines y criollos culminará tres siglos después de
manera sangrienta.
“Hernán Cortés, quien mostró una gran habilidad con los indígenas para
lograr la conquista de México”
La “habilidad” se debió a su ambición y a la
información que le fue proporcionando Malinche, paso a paso, en la expedición.
La “habilidad” fue mentir diciendo que era enviado por Quetzalcóatl como su
embajador, enfrentar con mentiras y engaños a los Señoríos y usar la
transgresión de la Toltecáyotl, y el símbolo filosófico-religioso de
Quetzalcóatl, para provocar una guerra civil de carácter religioso, entre los
nahuas que seguían el culto a Quetzalcóatl y los que lo cambiaron por el culto
a Huitzilopochtli. Malinche a quien los cronistas e historiadores le restan
mucho mérito en la conquista, fue, junto con Ixtlilxóchitl los dos elementos
que decidieron la historia. Sin la información política, religiosa, filosófica
y cultural, que recibió de Malinche y sin el mando y estrategia militar de
Ixtlilxóchitl, Cortés no hubiera podido hacer absolutamente nada. Su expedición
hubiera terminado igual que la de sus antecesores, Hernández y Grijalva.
“Octavio Paz, tenía razón al afirmar que debemos ver a Hernán Cortés,
no como un personaje ahistórico, sino ubicarlo en el contexto de su época y en
su papel como conquistador. Con todos sus aspectos negativos, pero también,
reconociéndole el hecho de que, con él, se inicia la nueva nacionalidad
mexicana, mezcla de la raza mesoamericana y de los peninsulares españoles que
llegaron a Veracruz en 1519.”
Octavio Paz, como muchos de nuestros
ilustres intelectuales estaba totalmente colonizado, y por vocación propia, era
eurocéntrico. La colonización mental e intelectual, de muchos de los artistas e
intelectuales de México es verdaderamente vergonzosa. Ya lo dijo el poeta y
descolonizador, Rubén Bonifaz Nuño, es vergonzoso el servilismo intelectual y
académico que existe en México. Quien fundó el Seminario de Estudios para la
Descolonización de México, tuvo que pagar muy caro su lucidez y dignidad
intelectual. Fue en vida, totalmente desaparecido de la marquesina cultural,
intelectual y académica de México. Y después de su muerte, en el año de 2013,
su nombre y su obra descolonizadora, ha tratado de ser desaparecida.
El guion usa el término de “raza” para
hablar de los anahuacas y de españoles para hablar de los invasores. Es común
en las élites del poder económico, político y cultural, la visión racista y
clasista que tienen de los invadidos.
“La herencia de este hombre singular, se mestizó con la de los
indígenas dando lugar a un nuevo país”
Esta es la idea central de colonialismo
cultural y por supuesto del documental, como instrumento para lograr este fin.
Desde el libro de texto, las películas, las novelas, los libros hispanistas de
historia, los académicos, artistas e intelectuales, del sistema necolonial de
ideología criolla. La propuesta es que somos los mexicanos, productos de Hernán
Cortés y Malinche, somos el hijo bastardo, “el hijo de la chingada”, de “la
Madre Cultura” que fue violada y compartida entre los filibusteros. Somos los
bastardos que perdimos la guerra, y que, lo mejor que nos ha pasado, es que,
con esa derrota, nos civilizamos, castellanizamos, cristianizamos,
occidentalizamos, modernizamos y ahora, hasta nos globalizamos.
Para la historia oficial, el “México
Prehispánico”, se reduce a los mexicas y su “grandioso imperio”. Desaparece de
la memoria histórica del pueblo más de siete mil años de historia de una de las
seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del planeta, y la que
llegó a alcanzar, la más alta calidad de vida para todo su pueblo. Desaparecen
los 5800 años de desarrollo humano, desde la invención de la agricultura hasta
el año 200 aC. y con estos milenios, desaparece también la llamada cultura
olmeca. Desaparecen los mil años del periodo Clásico, del año 200 aC. al año 850
dC., en donde nuestra civilización alcanzó los más altos logros científicos,
humanistas, culturales y espirituales, con la llamada cultura tolteca, los
legendarios maestros toltecas y la Toltecáyotl, tan antigua, trascendente e
importante esta sabiduría, como la sabiduría de India o de China. También
desaparece el colapso civilizatorio del año 850, la decadencia del periodo
Postclásico del año 850 al año 1521. Desparecen también las culturas: maya,
zapoteca. mixteca, purépecha, totonaca, huasteca y hasta la misma cultura
nahua, decenas de culturas desaparecen oficialmente y solo brilla, como “un
sexto sol, el imperio azteca”, ocupando el lugar central del Museo Nacional de
Antropología e Historia. Pero sobre todo esto, brilla aún más, la conquista y
la colonización que “nos ha dado una nueva raza” y un nuevo país. De esta
manera, para los hispanistas necolonizadores, Hernán Cortés es el padre de la
nación mexicana. Inadmisible.
“José Luis Martínez, que escribió la mejor biografía que hasta ahora
hay de Hernán Cortés, dice que Cortés, no fue héroe, porque un conquistador que
agre,de no puede ser héroe, pero tampoco fue rufián, dice, no fue rufián, no
fue un pelado agresivo, no, fue un hombre fuera de lo común.” Dr. Miguel León
Portilla.
Si claro, fue un hombre fue un hombre fuera
de lo común, fue: un psicópata, que jamás sintió arrepentimiento, vergüenza o
miedo a su Dios, por todos los asesinatos, matanzas, traiciones, robos,
mentiras, violaciones, que hizo durante toda su vida.
“Quizá para entender al personaje, esa sea la clave, entender que
Cortés, por encima de su leyenda, fue un hombre. Un hombre con virtudes y
defectos. Un aventurero en busca de gloria. Un empresario en busca de riquezas.
Un militar en busca de victorias. Un hidalgo en busca de nobleza.”
Justamente ese es el punto. Cortés es un
arquetipo vivo hasta nuestros días. Un modelo a seguir por el político, el
empresario, el emprendedor que no se tienta el corazón por nada, el triunfador
en una sociedad moderna de un capitalismo salvaje tropicalizado, un paramilitar
represor o un narcotraficante, o un arribista en busca de poder y estatus en un
partido político o en una agrupación de empresarios.
“A los mexicanos nos duele esto de la conquista. Pero debemos pensar
que la historia de la humanidad está hecha de conquistas.” Dr. León Portilla.
No puede existir tanta impunidad intelectual
e histórica. No se puede, ni se debe, faltarle el respeto al pueblo,
produciendo este tipo de documentales, que, en vez de concientizar y liberar,
nos envilecen y esclavizan al rol de conquistado-conquistador y
colonizado-colonizador.
“La historia de los pueblos, hay que verla, hay que estudiarla, hay que
analizarla y hay que aceptar, cómo se dio esa historia.” Dr. Matos Moctezuma.
La historia oficial la escriben los
vencedores. Por esta razón, se debe estudiarla con un sentido crítico y
analítico, para desenmascararla y denunciarla. La verdadera historia
concientiza, libera y hace responsables a los descendientes. Los dota de
dignidad, fuerza, honorabilidad.
“En una época violenta entre dos mundos, cuyas religiones se imponían
con sangre y muerte, Cortés sería el hombre que sembraría la semilla de lo que
hoy es México.”
Este es el mensaje burdo, ni siquiera
subliminal del documental. En todos los tiempos existen luchas violentas,
militares, económicas, políticas y religiosas, no solamente en el siglo XVI en
el Anáhuac. En nuestros días, estamos viviendo uno de los peores momentos de la
historia contemporánea de este país. La violencia, la impunidad, la injusticia,
pareciera que la semilla de Cortés está más viva que la de Netzahualcóyotl.
Entre el hombre más rico de México y Hernán Cortés, no existe diferencia, es
acaso la semilla de la que habla el documental.
“Hoy, entrando el siglo XXI, México debe asumir la figura de Cortés como
parte inseparable de su herencia, su identidad y su historia.”
Por supuesto, en eso si podemos estar de
acuerdo. Por ello, México tiene que superar la figura del conquistador en cada
uno de sus hijos. Debemos dejar de ser un país de vencedores y vencidos, de
victoriosos y derrotados. Debemos conjuntar, lo mejor de las dos partes que nos
constituyen, porque por fortuna, somos un país mestizo, con dos grandes
matrices culturales a las cuales recurrir y las cuales nos enriquecen. Pero
indiscutiblemente que no será la figura de Hernán Cortés, en su caso, es la de
Gonzalo Guerrero, Zazil Há y sus tres hijos, como la primera familia de
“mexicanos”.
“Hernán Cortés, simboliza el origen del mestizaje mexicano.” José N.
Iturriaga.
Indiscutiblemente que no puede ser aceptada
esta torpe idea, por una persona informada, descolonizada y con un poco de
sentido común. El mestizaje, como un proceso dialéctico en el que, un par de
opuestos complementarios forman un tercero diferente a los dos que lo crearon.
El mestizaje cultural lo hacen los pueblos a lo largo de los siglos, no un
criminal psicópata. Nuestro mestizaje es creativo, biófilo, humanista y muy
espiritual. Está en nuestra percepción del mundo y la vida, en la familia, en
el concepto de la vida, la muerte, el trabajo, la naturaleza, la fiesta, la
comida, el arte. Y para muestra, un botón. Los mexicanos somos el país con el
mayor numero de hablantes de español, que, por cierto, es aceptado para el
doblaje de las series y películas por todos los países hispanohablantes del
continente.
Tal vez, Hernán Cortés, simboliza lo peor
del ser humano.
EXPERTOS E HISTORIADORES DEL DOCUMENTAL
Miguel León Portilla, Eduardo
Matos Moctezuma. Antonio Rubial García, Bernardo Grunberg, Concepción García
Saiz, Louis Benat-Tachot, Miguel Alemán Velazco y José N. Iturriaga.
PRODUCIDO POR
Sistema Público de Radiodifusión
del Estado Mexicano
Universidad Nacional Autónoma de
México.
Fundación Miguel Alemán
Fundación UNAM
Canal 44
2016.
https://www.youtube.com/watch?v=zgJ06tIa7Ug
Magnífico informe que, igualmente merece ser viral al máximo.
ResponderEliminarCon permiso, lo descargo... (por si se volatiliza antes de tiempo).
Gracias por la labor Guillermo.
-Genaro Flores-
Efectivamente, Cortés fue un hombre vil, traicionero, mentiroso, cruel, asesino y con una ambición sin límites; representa al grupo de hombres sin escrúpulos que impunemente, a nombre de una nación y de una religión alienante y enajenante, vinieron a matar, sojuzgar, esclavizar, someter, despojar, explotar y subyugar a nuestros pueblos originarios, hasta dejarlos en la pobreza extrema.
ResponderEliminarque lástima que la Universidad no responda a su alta responsabilidad como conciencia crítica de la nación y mucho menos reconozca a la extraordinaria civilización mesoamericana que superó
en muchos rubros al resto del mundo. Un abrazo solidario.
Felicitaciones por el libre pensamiento, sin mentiras de parte de los sistemas de poder que estan acabando con el Mundo, un abrazo solidario desde Perú
ResponderEliminarme da asco darme cuenta como nos han engañado con estas ideas hispanistas colonizadoras desde la primaria hasta con estos bodrios
ResponderEliminar'Documental' sin valor alguno , legitimador de injusticias permanentes. Es repulsivo en su contenido a un grado demencial. Así se reafirma la historia, pensaran sus impíos creadores, pero lo único que se sostiene es el fallo de México como como estado. Como es posible que se afirme que un ser deleznable sea el creador del México actual? De allí viene la idea de que el mexicano debe ser 'chingon', imponiéndose a sus hermanos para 'trascender' . Yo les digo a los que discrepen , mirense , miren a su alrededor idiotas. Que es México? Una vergüenza. Ustedes sometidos ,colonizados y el país a los pies de extranjeros, eso acaso es 'progreso' 'desarrollo'? Solo lo es para una minoría de parásitos. Se satisfacen pensando que un día serán parte de esos infelices. Despierten imbéciles que nunca lo serán. Este país debe ser tomado por otros, otros que si tengan una idea de un genuino destino, otros que no agachen la cabeza frente a los Yankees y los peninsulares. Obrador, Zedillo, Cárdenas hijo, Calderón, Fox, Ordaz, Echeverría, y otros más, son lo mismo, que derecha que izquierda, manifestaciones del fracaso. Que Juárez, que Porfirio Díaz, que liberales, que conservadores, todos ellos , en el antes y en el ahora, son lo mismo, ideologías externas mexicanizadas, pura basura inútil que solo ha perpetuado la sumisión en la que hoy vivimos. Vean la nación, desde el desorden con el que están construidos los pueblos, la anarquía de las ciudades, la absurda forma en que marcha México, coronado por la inicua forma de actuar y pensar de muchos mexicanos. A dónde va esto? A ninguna parte, caos alimentado por el caos. Menos mal que aún hay quien resiste. Si no esto estaria completamente perdido. Alegremonos de que los pueblos originarios se mantengan de pie. Con ellos el atacado tallo de nuestra civilización aún crece, aún vive. El que 'piensa' , el que cree en la 'democracia', dirá, en que nos pueden ayudar , que nos pueden enseñar esos pueblos de salvajes atrasados enemigos de la modernidad. Y yo le respondo lo siguiente, estos 'salvajes' no necesitan las 'sacrosantas' ideas de marx, ni las 'emprendedoras' ideas de la libre empresa para vivir. Ellos resisten el embate, persisten heroicamente, viven inmersos en sus propios códigos de conducta, entre sus leyes y no usos y costumbres como burlonamente los ladinos ignaros denominan. Dan continuidad al viejo mundo que los europeos sostienen aniquilaron en 1521, afirmando así que el Anáhuac vive. Aunque les duela , allí esta. Aguardando el momento.
ResponderEliminarExcelente forma de aclarar la historia maestro Guillermo Marín...y da tristeza ver como la unam solapa tanta mentira...
ResponderEliminarExcelente forma de aclarar la historia maestro Guillermo Marín...y da tristeza ver como la unam solapa tanta mentira...
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