Una forma de resumir el concepto de
Toltecáyotl, es “el arte de vivir en equilibrio-armonía”. La búsqueda del
equilibrio a través de la medida del mundo material e inmaterial, del
microcosmos y el macrocosmos. El equilibrio interior o emocional, el equilibrio
con los semejantes, los seres vivos y el equilibrio con el universo. La casa de
altos estudios tolteca del Cem Anáhuac se llamó Calmécac” que en lengua náhuatl
significa “la casa de la medida”. La armonía, “Yocoxcayotl” en lengua náhuatl
es “la piedra roseta” de la sabiduría ancestral, llevada a su esencia a partir
del concepto de la vibración como fuente de la energía. Es decir, para la
Toltecáyotl la esencia de todo lo que conforma el universo es una vibración, armonizarse
con esa energía es su esencia, principio y fin.
Encontrar “la mediad de las cosas, de las ideas
y los sentimientos” es un “arte” que nos conduce al equilibrio. Lo que está
equilibrado es bello, armonioso y estable. El desafío de los Guerreros y
Guerreras de la Muerte Florecida justamente era “equilibrar” el Quetzal con el
Cóatl, el nahual con el tonal, equilibrar “el terror de ser humano con el
prodigio de ser, ser humano”.
La Toltecáyotl por siglos tuvo tres niveles de
conocimiento: El filosófico (toltecas), el religioso (sacerdotes) y el popular
de la vida cotidiana (masehuales). En el primero se relacionan íntimamente los
conocimientos científicos y espirituales con “Flor y canto”, entendida como la
sabiduría para encontrar el equilibrio, en tanto la flor es el símbolo de la
belleza, la belleza es producto de la armonía y la armonía se produce por el
equilibrio.
El canto, como la sabiduría-filosofía versificada. Conocimientos y
prácticas de carácter esotérico sustentadas en la percepción del ser humano y
el universo como energía vibracional, reservado para una élite de seres humanos
que estaban dispuestos a realizar los más increíbles esfuerzos de disciplina, responsabilidad,
valor y sacrificio. Intrépidos, que exploraban espacios de la percepción
energética, casi inaccesibles a las capacidades humanas sin perder la razón.
El nivel religioso en la Toltecáyotl, se
refería a la interpretación y humanización de lo inconmensurable, como una
enseñanza para darle sentido trascendente a la vida personal, familiar y
comunitaria. Basada en conocimientos del primer nivel pero traducidos y
simplificados para el acceso del ser humano común y corriente. Que le den sentido,
dirección y armonía a su existencia individual y colectiva en un proyecto
innegable y compartido por casi todos los pueblos a través de ritos y
ceremonias para sensibilizar y concientizar de la sacralidad de la vida y la
divinidad del mundo. Tloque Nahuaque,
Ometéotl y la dualidad Tláloc-Quetzalcóatl, pilares de la religión anahuaca,
nacen como inspiración del primer nivel, y después, variadas representaciones
de las diversas advocaciones de una misma realidad invisible, impalpable e
innombrable, presentes en el mundo en el que vive el ser humano.
El nivel popular de la Toltecáyotl en la vida
cotidiana, estaba enfocado a los conocimientos prácticos del mundo material que
les rodeaba. Las ciencias y los “saberes comunitarios” que eran fruto de
cientos de años de observación y práctica en su relación con el medio habiente.
Tanto local, como regional y continental. Desde la observación de la mecánica
celeste, pasando por las matemáticas, la botánica, zoología, medicina, etc.,
pasando por la educación y el sistema de organización comunitaria y régimen
jurídico, hasta la misma vida familiar. Los masehuales vivían inmersos en el
universo del Calpulli y los Huehuetlatolli, en el respeto, los valores y
principios que dieron armonía, orden y bienestar a las comunidades que vivían
en paz en el Cem Anáhuac.
Esta sólida y estable vida, con profundos
cimientos humanistas, elevadas aspiraciones espirituales y conocimientos
asombrosos sobre la energía, se ve materializado en que, en el Anáhuac, se
construyeron el mayor número de “zonas arqueológicas del mundo” y en cada zona
arqueológica hay más de una pirámide. Este “espíritu constructor”, duró en el
periodo Clásico más de diez siglos y estas construcciones no fueron ciudades,
como Ur, Babilonia, Bagdad, Roma, etc., lugares de concentración de poder y
riqueza material. Tampoco fueron fortalezas militares, porque en este periodo
no hubo guerras y sobre todo, porque la misma arquitectura, así nos lo indica.
Menos aún fueron construidas como palacios reservados a una élite de poder
material. Fueron construidos como centros de estudio y de investigación de la
Toltecáyotl en su nivel más elevado.
Esta es una de las revelaciones más importantes
del potencial y grandeza de nuestra Cultura Madre. Justamente está, en lo más
evidente, que son las impresionantes construcciones que nos legaron por todo el
territorio nuestros sabios antepasados. Tantas construcciones, diferentes todas
y cada una de ellas, pero todas unidas por una misma matriz
filosófica-arquitectónica-filosófica-astronómica, que nos revelan la más
elevada preocupación y ocupación existencial, que requirió un inconmensurable
esfuerzo humano en energía, recursos, voluntad y continuidad. Nuestro
Patrimonio Edificado anahuaca no fue una Gran Muralla, grandiosas tumbas
monumentales, un canal de miles de kilómetros para el comercio, grandes puertos
o inexpugnables fortalezas militares. Son en cambio, construcciones
armoniosamente edificadas con la mecánica celeste y el movimiento del Sol, pero
sobre todo, con un fin tan elevado, que hoy en día, nuestra miope y primitiva
percepción de la vida, el universo y la energía, no nos lo pude permitir
comprender.
La Toltecáyotl es un todo que envolvía
armónicamente el desarrollo de la vida en el Cem Anáhuac a los largo de decenas
de siglos, y que a pesar de la brutal invasión y el feroz epistemicidio, se
mantiene en el banco genético de información cultural de los hijos de los hijos
de los Viejos Abuelos y en la prácticas, costumbres y tradiciones de muchos
pueblos originarios del continente. Ahí sigue depositada parte de nuestra más
importante riqueza cultural, a la que le hemos dado la espalada y nuestro
desprecio durante cinco siglos.
La Toltecáyotl es lo que une e identifica, -en
lo esencial-, a todos los pueblos y culturas del continente Ixcachillan, desde
Alaska hasta La Tierra del Fuego. Lo latinoamericano e hispano, es lo que une e
identifica a las “personas euroamericanas”, es decir, pertenecientes
culturalmente a Occidente, el eurocentrismo, la modernidad y el capitalismo.
Gonzalo Guerrero (español), Zazil su esposa (maya) y sus tres hijos, los primeros mestizos de México
El mestizaje cultural en el Cem Anáhuac en los
últimos cinco siglos, además de ser enriquecido por la cultura Occidental,
posee los ricos y variados aportes de las culturas de África y Asía. De modo
que la Toltecáyotl del siglo XXI, -como toda la sabiduría ancestral del mundo-,
ha recibido aportaciones culturales y de conocimiento, lo que la hace más rica
y sólida. Pero mantiene en lo profundo
su esencia primigenia. Iniciar el camino “hacia adentro”, en la búsqueda de
nuestro más antiguo y perene “rostro y corazón verdadero”, sin negar y rechazar
las apropiaciones culturales de otras civilizaciones que ya forman parte de
nuestro ser, es la tarea que resulta emergente e impostergable para poner fin a
la colonización mental, cultural y espiritual que sufrimos.
Hoy más que nunca, para enfrentar los desafíos
de un mundo neoliberal globalizado que se está derrumbando, requerimos recurrir
a las sabidurías ancestrales de la humanidad, en nuestro caso, a La
Toltecáyotl. Tenemos que re-pensar y
re-utilizar esta vasta experiencia de vida humana. El desarrollo de la
conciencia comunitaria a través de la comunalidad y la fraternidad solidaria
por medio del servicio a la comunidad a través del tequio, la gozona, la
guelaguetza, la mano vuelta, etc., el bien común y el “corazón del pueblo”. La
organización social a través de “los usos y costumbres, la asamblea y el
“mandar obedeciendo”.
Continua.....
Continua.....
Visite www.toltecayotl.org
no manches marin de cual fumas estas operado del cerebro jajajaja
ResponderEliminarya nadie te lee naco guarachudo prieto y apestoso, dejate de chorreadas y ponte hacer tus tamales
ResponderEliminarQue pena que se escriban comentarios como los anteriores donde esas personas se desaprueban a si mismas. Utilizando palabras humillantes como "naco", "apestoso", etc., estas personas pretenden borrar e ignorar lo imborrable e imposible de ignorar. Nuestras raices anahuacas son tan fuertes y poderosas, que cuesta trabajo entenderlas y asumirlas. Dediquemonos a saber más acerca de nuestra cultura anahuaca. Es lo mejor que podemos hacer por nuestro pais.
ResponderEliminarSeñor Marín lo felicito por su esfuerzo, me gustó que mencionaras en parte que lo Occidental ha aportado (porque no todo lo que trajeron es malo). Yo pienso que estas personas que te están insultando son las mismas de otros posts, se nota la forma que se expresan parecida, seguro son de grupos criollos e hispanistas que tienen fines obscuros, pero no lograrán nada. saludos: Giovanni
ResponderEliminarCoincido con tu comentario José Juan: Es desafortunada la forma de pensar de esta persona que usa términos "naco", "guarachudo" y otros términos tan vulgares. El hecho de que una persona se vista de atuendos propios de su cultura o de su pueblo, el que use huarache no significa ser naco, ignorante o que esté fumando alguna droga. Sin embargo, los comentarios tan desagradables que hacen estas personas hacia el maestro Marín, indica la formación que tienen, la educación en valores que recibieron de sus abuelos y de sus padres lleno de egocentrismo y complejo de superioridad,lleno de negación hacia las civilizaciones originarias de estas tierras hoy explotadas, saquedas y destruidas por los admiradores del imperialismo y del eurocentrismo.
ResponderEliminarni maíz palomas soy mexicano y de los meros meros, nada mas que los mexicas y los indios ya se acabaron, ahora solo hay jodidos y marginados que son flojos y que quieren que papa gobierno les de todo. Los indios ya pelaron gallo. Super mexicano
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS SR. MARIN POR COMPARTIR SU MATERIAL CON TODOS LOSQUE SOMOS SUS SEGUIDORES, Y NO SEGUIDORES, NO TENDREMOS CON QUE PAGARLE, PERO LOS MAS IMPORTANTE LA REPERCUSIÓN DE ESTE CONOMIENTOS, ENTENDER LA FILOSOFIA DE NUESTROS ANCESTROS, LOS VALORES QUE ESTE MENSAJE TRANSMITE NO TIENE VALOR ECONOMICO Y ESPERO QUE ESTO LO ENTIENDA LOS QUE NO TIENE CAPACIDAD E INTELIGENCIA DE INTERPRETAR LOS CONOCIMIENTOS ANCESTRALES Y QUE ESTA TAN VIGENTE. QUE SI HICIERAMOS PRACTICO ESTAS VALORES VIVIRIAMOS EN PAS Y ARMONIA CON LA NATURALEZA
ResponderEliminarLa reflexión compartida por el maestro Marín reafirma lo que vislumbra en la mentalidad del mexicano común: una evidente colonización mental-cultural-espiritual que se revela como una profunda crisis de identidad, tal vez incurable para unos cuantos, pues pareciera que hay mexicanos encariñados con las ideas de sus carceleros ya que, a pesar de presentarles los valores, principios y fundamentos empíricos sobre el potencial de las culturas ancestrales y el legado que ha sobrevivido en estos cinco siglos de invasión-ocupación, siguen empeñados en seguir por el mismo camino que el modelo occidental les ha implantado y el cual nos está llevando al borde de la autodestrucción por su falta de respeto, sensibilidad y conciencia hacia la Madre Naturaleza y hacia el propio humano. En fin, se comprueba que no hay peor ciego que el que no quiere ver y -como dijo un sabio-, en la actualidad, es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio, pero con todo y eso la Toltecayotl seguirá su continuidad porque así fue y tiene que ser…¡el destino de Nuestra Cultura tiene un porqué y un para qué; todo lo que se ha vivido y sufrido debe tener un porqué; la Toltequidad tiene un destino para nuestra Nación y también para el mundo entero!
ResponderEliminarDefensores chafas de marin, lo mismo para todos ustedes indios flojos guarchudos apestosos, mejor pónganse a hacer tamales de sesos….jajajajajaja
ResponderEliminarNo se que te pasa anónimo, yo pienso que tienes retraso mental, ni los conoces y les dices indios apestosos, dices que hagan tamales de sesos y piensas que tu comentario es poderoso al poner jajajas, pero bueno como eres de esa gente con cerebro podrido seguirás diciendo lo mismo aunque te muestren que no eres valioso para el planeta y que dices estupideces, porque lo único que harás en tu vida es poner comentarios como éste y te seguirás riendo, bueno ojalá vayas a un buen manicomio para solucionar tu problema mental pero no lo harás y seguirás feliz siendo estúpido.
ResponderEliminarSeñor Marín, agradezco mucho su labor. Me gustaría compartir con usted y su auditorio este breve poema que escribí hace un tiempo
ResponderEliminarANAHUAC
Sangre de la pirámide ahora corre por mis venas
el calendario espacial rigió mi nombre pasado
ciudades calladas que no tuvieron par,
crecieron al infinito,
enterradas las montañas
Nuestras antiguas manos tallaron todo eso,
los antiguos padres que el tiempo ya ha olvidado
en un ocaso permanente
Pero antiguos fuimos y orgulloso el corazón
hermano y sangre,
quien fuera de esta tierra,
porque en el centro de la luna se destruyó
y se volvió a fundar nuestra ciudad
Viajero al pasar
ve y dí que somos descendientes
de un volcán dormido,
que un día en el mundo todo se escuche:
Somos la tierra entre dos aguas!
nuestro nombre es y somos México
El alma es Cem Anáhuac
FELICIDADES DON GUILLERMO MARÍN, APRECIAMOS EN GRAN ESTIMA SUS ACUCIOSAS INVESTIGACIONES SOBRE NUESTRAS ANCESTRALES CULTURAS Y SUS BIEN DOCUMENTADAS OBRAS.
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