Los invasores llegaron en 1519 al
Anáhuac con “La Espada y la Cruz” para imponer un nuevo proyecto civilizatorio
que invalidó los aproximadamente siete milenios y medio de desarrollo humano
endógeno preexistente.
La “espada” vino de la misma
creación de la cultura occidental, es decir, de Alejandro El Magno, de origen
macedonio, quien inició sus conquistas en el año 334 a.C., primero, de lo que
quedaba de la civilización Mesopotámica, después siguió con la India y
finalmente con Egipto, cuando estaban en su época decadente.
De esta manera y a través de un
sincretismo cultural, surgió la cultura grecolatina y de ahí la llamada Cultura
Occidental. Una cultura "pirata" que robó conocimientos a Mesopotamia, India y Egipto, para hacer un sincretismo.
La “Cruz” vino de que el
emperador romano Constantino convocó al primer Concilio Ecuménico de Nicea en
el año 325 de la era, para crear la religión Católica Apostólica y Romana, con
la intensión de “re-ligar” al imperio que amenazaba con desintegrarse.
La secta cristiana durante 280
años fue prohibida y a partir del Concilio de Nicea se vuelve una “religión de
Estado”, haciendo un sincretismo de muchos cultos vigentes en el imperio,
especialmente el de Isis, la Madre Diosa egipcia llamada la “Reina Madre, La
Madre de Dios.”
Posteriormente los romanos
extendieron su “nueva religión” a todo el imperio, por lo cual se tuvieron que
realizar muchos sincretismos con las religiones “paganas” de los pueblos que
habitaban dentro del imperio.
Posteriormente los visigodos, que
fue una rama de los pueblos godos originarios de los pueblos germánicos
orientales, invadieron el imperio romano en el año de 376, saquearon Roma en el
año 410 y ocuparon Hispania” hasta el año 711, en que fueron derrotados por los
árabes.
En este largo periodo de tiempo,
en la península ibérica, se establecieron varios pueblos y religiones.
Desde
los fenicios muchos siglos a.C., hasta que en la conquista de Judea en el año
70 d.C. con el emperador Vespasiano, deportaron 80 mil judíos a la región de
Hispania.
Posteriormente llegó la conquista
musulmana que asentó poblaciones árabes al Sur de la Península.
De esta manera
en todo el territorio que hoy llamamos España y Portugal, coexistieron los
pueblos originarios con los judíos, musulmanes y los arrios.
Arrio (256-336) fue un presbítero de Alejandría de origen libio que fundó la doctrina cristiana conocida como “arrianismo”, que afirmaba que Jesús era la creación de Dios y no su hijo.
Arrio (256-336) fue un presbítero de Alejandría de origen libio que fundó la doctrina cristiana conocida como “arrianismo”, que afirmaba que Jesús era la creación de Dios y no su hijo.
Con la invasión visigoda también
se asentó la religión católica, lo que implica que los pueblos y culturas que
vivieron en ese tiempo en la península tenían varias religiones.
Fue hasta que los reyes, Isabel
de Castilla y Fernando de Aragón, se asociaron con el Vaticano a través del
Papa Inocencio VIII, quien los apoyó económica y políticamente para expulsar a
los musulmanes, judíos y arrios (1492).
Y crear el reino católico de España (1516),
imponiendo una sola religión, un solo idioma (el castellano) y sometiendo a
todos los pueblos originarios y reinos, menos al Lusitano, por eso ahora
Portugal es una país independiente y los pueblos como los gallegos, vascos y
catalanes pelean su autonomía.
De modo que “los españoles” que
llegaron con “la Cruz”, relativamente eran “nuevos cristianos” y el origen de
su religión era de un pueblo y cultura lejana (judía), religión que sufrió
muchos cambios y adaptaciones, primero en el imperio romano y después en la
Edad Media.
Por el contrario, los pueblos y
culturas de la civilización del Cem Anáhuac poseían una religión endógena,
milenaria y compartida asombrosamente por todos los pueblos desde Nicaragua
hasta el Norte de lo que hoy es E.U.
Por ejemplo: a la energía
creadora de vida representada metafóricamente con el agua, todos los pueblos la
compartían.
Todos la representaban iconográficamente de diferente forma, pero
todas las representaciones tenían una anteojera y una lengua de serpiente.
Los zapotecos le llamaron Cosijo,
los mayas Chac, los nahuas Tláloc, los totonacas Tajín, pero todos se referían
al mismo concepto creador…la unidad en la diversidad.
Una religión que duró intacta más
de tres mil años, hasta que llegó “La Espada y la Cruz”.
Una religión que tenía 29 años
impuesta en la península destruyó a una que tenía más de tres mil años en el
Cem Anáhuac.
Visite
www.toltecayotl.org
Canal ToltecáyotlTV
https://www.youtube.com/channel/UCHp821n_zUNCrOLX_8OlHtw
La verdad, nunca entendí cómo pasó algo así. Y lo peor es que se mezcló con lo que acá había y ahora tenemos cosas raras como "la levantada de cruz" o "el santo patrono". Por decencia o por vergüenza es urgente hacer algo para la reconstrucción de la religión mexicana original...xD
ResponderEliminar!!!Excelente!!! nunca me lo habría imaginado, gracias profe Marín
ResponderEliminarExcelente información Maestro Marín, acerca de las religiones. Felicitaciones!!!
ResponderEliminarSaludos de Alberto.
Sin apasionamientos; no hay duda, existe una consolidación del ser hoy en día y en el extremo opuesto una sociedad que lucha incesantemente por salir a flote. Nótese que no menciono a los opresores por que cada quien es libre de dejarse oprimir o no.
ResponderEliminarSin más que argüir ¿quien dice yo para enrolarse en un cambio propositivo y activo tomando lo mejor de ambos mundos? como sugiere la toltequidad