Sí
no conocemos el pasado, no podremos entender el presente y mucho menos diseñar
nuestro futuro. Los pueblos amnésicos están condenados a repetir
permanentemente sus errores y vivir permanentemente "en el laberinto de la
soledad".
Los
Estados Unidos Mexicanos nacieron en 1821, cuando se consuma la larga Guerra de
Independencia, de este modo estaremos cumpliendo este año apenas 194 años que
vivimos en un Estado-Nación.
Antes,
¿cómo vivimos? De 1521 a 1821, el territorio que hoy ocupa la mitad de Estados
Unidos, gran parte de Centro América y México, conformó el Virreinato de la
Nueva España, perteneciente a la corona española. Es decir, fuimos una
"colonia" de España. La colonización implica explotación.
¿Qué
fuimos antes? Bueno, lo que hoy es México fue la cuna de una de las seis
civilizaciones más antiguas de origen autónomo del mundo. Se supone que
aproximadamente en el año seis mil a.C. nuestros Viejos Abuelos inventaron la
agricultura, el maíz y la milpa, con este fabuloso tesoro de conocimientos se
inició el largo asenso de la especie humana en esta parte del mundo.
Comenzamos
desde ser bárbaros, nómadas, cazadores, recolectores; pasamos por el largo
período de la sedentarización, aproximadamente cuatro mil quinientos años,
hasta llegar al inició de la primera cultura del Anáhuac llamada Olmeca,
situada entre Veracruz y Tabasco.
En efecto, los Olmecas inician su cultura en
el año mil quinientos a.C. en La Venta y Comalcalco, se hacen las primeras
construcciones monumentales y se esculpen las famosas "cabezas
olmecas". Este primer período termina en el año 200 a.C. y se le llama
Preclásico o formativo.
Casi seis mil años de inventar absolutamente todos los
conocimientos en las áreas de las matemáticas, geometría, astronomía,
filosofía, ingeniería, arquitectura, medicina, botánica, zoología, lingüística,
y construir un complejo y justo sistema social, un lenguaje artístico y una
estructura místico-religiosa; que serán los cimientos para desplantar la
soberbia construcción espiritual que fue el período luminoso llamado clásico o
del esplendor, que va del 200 a.C., al 850 d.C. aproximadamente.
En estos mil
años, los Viejos Abuelos estructuraron, implementaron y decantaron un maravilloso
y extraordinario proyecto social, que indudablemente estaba dirigido a
desarrollar el potencial espiritual de los individuos a través de la búsqueda
de la trascendencia espiritual de la vida material.
Este
ha sido el mayor objetivo de los pueblos sabios y milenarios en la historia de
la humanidad, con excepción de los europeos, que siempre han estado en la
búsqueda del desarrollo de la materia. En efecto, Mesopotamia y Egipto primero
y después, China, India, la Zona Andina y México, que son las civilizaciones
más antiguas de la humanidad, han ubicado en la punta más alta de su
aspiración, la trascendencia espiritual de la vida material.
Los
llamados Toltecas en el período clásico o del esplendor, lograron la cúspide de
su proyecto social e inexplicablemente, alrededor del año 850 d.C. destruyeron
sus centros de conocimientos, hoy llamados zonas arqueológicas, las cubrieron
de tierra y literalmente desparecieron de la faz de la tierra. Este es uno de
los grandes misterios de la Historia Universal.
Del
año 850 d.C. a la llegada de los españoles en 1519 transcurrieron 669 años que
se conocen como el tercer período llamado Postclásico o decadente. En el
abandono de sus grandes maestros, los pueblos del Anáhuac transgredieron las
normas morales, éticas y sociales que había implantado el Venerable Maestro
Quetzalcóatl. A final de este período llegaron los aztecas del Norte. Pueblo
nómada y bárbaro que ni siquiera hablaba náhuatl.
De la nada y en poco tiempo
los aztecas se culturizaron con los pocos remanentes de sabiduría que quedaban
de los Toltecas y en 1325, fundan la ciudad de Tenochtitlán, apenas 194 años
antes de la llegada de los españoles. Los Aztecas harán la primera
"reforma educativa" y mandan quemar los códices antiguos donde se
recogía la sabiduría Tolteca y cambian la historia, quedando ellos como el
pueblo elegido y desconociendo las enseñanzas de Quetzalcóatl y suplantándolo
por su Dios tribal llamado Huitzilopochtli. Esta trasgresión la pagarán muy
caro con la llegada de Cortés quien usurpo la imagen de Quetzalcóatl y la usó
para realizar la conquista.
Sí
los historiadores no mienten, resulta que lo que hoy es el territorio nacional
tiene una antigüedad cultural de aproximadamente 8000 años de los cuales, 7500
son de origen anahuaca o indígena, pues los Viejos Abuelos le llamaban a su
tierra el Anáhuac y ellos en consecuencia eran anahuacas. Después siguieron 3
siglos de quedar sujeta a la corona española como una colonia llamada
Virreinato de la Nueva España. Después han seguido casi 2 siglos de vivir en lo
que hoy conocemos como la República Mexicana.
De
esta manera podemos apreciar que los primeros siete milenios y medio vivimos en
un proyecto social construido por una civilización que ponderaba los valores
colectivos y espirituales, con sus altos y sus bajos, pero donde se encuentra
los más sólidos y profundos cimientos de todo cuanto en verdad somos. No existía la propiedad privada, el dinero, se vivía en comunalidad y no era una civilización guerrera y belicosa.
Después
vienen 3 siglos donde el proyecto es de explotación de los pueblos vencidos y
la depredación de sus recursos naturales con el único fin de hacer riqueza,
tanto para los españoles, como para la corona. En esos 300 años España nuca
implementó un proyecto de desarrollo para mejorar la vida de los pueblos
invadidos y vencidos. Las leyes, las instituciones y las autoridades
implantadas por la corona buscaron solo "regular" las relaciones de explotación
entre españoles, pues en el estricto Sistema de Castas, los indios y los negros
casi no tenían derechos y sí los hubo, poco caso se les hacía. Las leyes que
venían de España y que procuraban defender a los indios de la feroz explotación
y de la injusticia, acababan en el clásico "acátese, pero no se
cumple" de las autoridades virreinales.
Después
de la traición de los criollos a sus parientes los españoles en 1810, donde los
conspiradores desesperados por haber sido descubiertos, involucraron a los
indígenas a través del cura Hidalgo a que se levantaran y mataran gachupines.
Después de 3 siglos de injusticias, bastó para que un cura llamase a la
insurrección a los resentidos y agredidos pueblos indios en contra de sus
opresores, los gachupines.
Los
criollos utilizaron a los indígenas para destituir del poder a los españoles
peninsulares. La guerra de Independencia no fue contra España, sino contra los
gachupines que tenían el control total del Virreinato, toda vez que el Rey de
España estaba preso en Francia, ya que Napoleón Bonaparte había invadido España
y la gobernaba su hermano "pepe botella".
Los
criollos lograron la independencia política de España, pero mantuvieron el
sistema colonial de explotación de los pueblos invadidos y despojados. Durante
el siglo XIX los criollos se dividen en dos bandos, conservadores y liberales,
masones escoceses y masones yorkinos, en centralistas y federalistas o como
dice el historiador Harlod D. Sims, en "criollos cosmopolitas"
simpatizantes de los españoles y los "criollos nativistas" enemigos
de los españoles.
Los dos bandos crearon una nación "para ellos",
donde los mestizos "se metían a fuerzas", pero no eran bien vistos y
definitivamente los pueblos indígenas no tenían ningún espacio en esta "nueva
nación" como las que estaban surgiendo en Europa. Paradójicamente fue un
indio y un mestizo quienes lograron consolidar el proyecto criollo a finales
del siglo.
En
el siglo XX, los "criollos cosmopolitas" fundamentalmente se
dedicaron a los negocios y los "criollos nativistas" a la política,
sin embargo, a finales del siglo y por factores internos (la corrupción, la
pérdida de la credibilidad y los excesos) y externos (el neoliberalismo y la
globalización), hacen que los "criollos cosmopolitas" tomen el gobierno
y la política.
El
tercer milenio se inicia con un gobierno de criollos cosmopolitas, donde los
mestizos han perdido casi toda su identidad cultural y han quedado como
"extranjeros incultos en su propia tierra", ajenos a sí mismos,
exaltando lo ajeno y despreciando lo propio, creyéndose auténticos "hijos
del canal de las barras y las estrellas", aspirando a convertirse de
faxtrac en gringos de tercera.
Iniciamos
el siglo XXI en guerra contra los pueblos indios, contra los hijos de los hijos
de los Viejos Abuelos, contra los auténticos herederos del Anáhuac a quienes
los criollos, ahora unidos, no les permiten ninguna oportunidad de desarrollo y
bienestar, donde les escamotean legaloidemente sus más esenciales derechos a
existir como pueblos y culturas.
Unidos
los criollos y en misión divina defenderán hasta el último hombre esta "su
patria". Conservadores y liberales, centralistas y federalistas, panistas
y priistas, defendiendo juntos sus intereses y el derecho, su derecho, al
despojo, al engaño, a la explotación, defendiendo juntos la usurpación
histórica de su ideología y su poder.
Carlos Slim, Alberto Baillares, María Aramburuzabala, y sus empleados, Carlos Salinas, Enrique Peña, Felipe Calderón, son un claro ejemplo de la
ideología criolla, en su lucha histórica en contra de los pueblos anahuacas de
México.
Nada ha cambiado en 500 años.
Viste www.toltecayotl.org
REALIDADES QUE ASUSTAN..
ResponderEliminarMAESTRO ME PODRIA AMPLIAR MAS EL CONCEPTO DE HUITZILOPOCHTLI, ESTO LO HE ESCUCHADO DE VARIOS INVESTIGADORES... PERO QUISIERA QUE USTE AMPLIARA ESTE SUPUESTO... GRACIAS...
MI CORREO jomapi2@hotmail.com
Nunca en la escuela me enseñaron a ver la historia de esta manera y sobre todo relacionarla con el presente. Muy bien profe marin, no pare. anónimo animado.
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