La cultura ancestral tolteca,
conocida como Toltecáyotl, nos puede ayudar para salir de la esclavitud, la
injusticia y la ignorancia. Del pavoroso infierno en el que vivimos desde hace
cinco siglos, en esta “modernidad” importada.
Cuando se afirma que “el futuro
está en el conocimiento del pasado”, implica que, al conocer cómo, nuestros
Viejos Abuelos, construyeron la civilización que alcanzó la más alta calidad de
vida para todos sus hijos, tenemos la sabiduría para volverlo a hacer.
Como se afirma, lo difícil no es
hacerlo, sino imaginarlo. Aquí se trata de “recordar”, es decir, analizar el
pasado CON EL CORAZÓN, para recuperar la sabiduría milenaria que está
depositada en el “banco genético de información cultural” de cada uno de los
hijos de los Viejos Abuelos.
Conocer el pasado implica:
descolonizar la historia hispanista sobre los Viejos Abuelos. Verla y sentirla
como algo “propio-nuestro”, como algo vivo, vibrante y vigente. Conocernos
verdaderamente.
Como un potencial. Investigada, descubierta y contada por
nuestros mismos, sin “intermediarios y mercenarios de la academia”. Con un
pensamiento crítico y decolonial.
Para ello, la Pirámide de
Desarrollo Humano Tolteca, que es uno de los más grandes inventos de nuestra
civilización Madre, y que, fue, la que posibilitó los grandes logros en la
ciencia, en la sabiduría y en la espiritualidad, para alcanzar la plenitud
existencial.
Recuperar esta sabiduría es la “puerta de entrada al
futuro-propio-nuestro”.
Lo primero que necesitamos es
recuperar, no solo, la autosuficiencia alimentaria, sino también la sabiduría
nutricional.
Entender que la “comida es energía”, y que de la calidad de la
energía que ingiramos radica nuestro potencial para accionar en el mundo.
Lo segundo a recuperar es la
sabiduría del mantenimiento de la salud. Entender que la salud implica la
conservación de los niveles óptimos de energía. No solo en el campo físico,
sino emocional y espiritual. Recuperar los hábitos higiénicos, tanto personales,
como familiares y comunitarios.
Lo tercero es volver a la
esencia, valores y principios de nuestra educación ancestral. Entender que
educar es preparar para tener una vida en equilibrio, consigo mismo, con los
demás seres vivos y con la comunidad.
Educar para servir a través de formar
“rostros propios y corazones verdaderos”. Humanizar nuestro querer, para
equilibrar nuestra energía .
En cuarto lugar re-encontrar
nuestras milenarias formas de organización, sustentadas en el respeto, la
solidaridad, la compasión y la humildad.
“Re-cordar” (recuperar con el corazón)
que la organización comunitaria a través de vivir cotidianamente en comunalidad
es el mayor potencial que tenemos como seres humanos y como familia.
Vivir para
servir y mandar obedeciendo y unir, para “afinar” y potencializar la energía
comunitaria en un solo pulso.
Es solo, la organización
comunitaria, la respuesta a los problemas que vivimos en la actualidad. La
pirámide de desarrollo tolteca, nos enseña, que debemos de enfocarnos en
trabajar coordinadamente en los cuatro sistemas para lograr la
autodeterminación y el principio de libertad y soberanía. La alimentación, la
salud, la educación y la organización, son las bases de la plenitud.
No solo es danzando, tatuándose,
emplumándose, metiéndose al temazcal y presumiendo que es “un guerrero azteca”.
Es algo mucho más complejo, profundo y difícil; es vivir “en Toltecáyotl”. El
Guerrero y la Guerrera tolteca, no luchan contra nadie, como se ve
históricamente, sus “armas físicas eran simbólicas”.
La lucha es interior, su macuahuitl es la conciencia y la responsabilidad, su chimalli “flor y canto”, entendidos metafóricamente como “equilibrio y sabiduría”.
La lucha es interior, su macuahuitl es la conciencia y la responsabilidad, su chimalli “flor y canto”, entendidos metafóricamente como “equilibrio y sabiduría”.
Los únicos “mexicas” (mexicanos)
que existen hoy en el Anáhuac, son los tepiteños.
Tepito era un barrio de México-Tenochtitlán, mucho antes de la llegada de los invasores europeos.
Han resistido quinientos años y son, guerreros de la vida, han desarrollado una cultura de resistencia cultural heroica, digna y ejemplar.
Tepito era un barrio de México-Tenochtitlán, mucho antes de la llegada de los invasores europeos.
Han resistido quinientos años y son, guerreros de la vida, han desarrollado una cultura de resistencia cultural heroica, digna y ejemplar.
Descolonizar es
dignificar.
www.toltecayotl.org
"Sabiduría alimentaria"... Sabias palabras, y no sólo desde el punto de vista filosófico. También desde el punto de vista médico: México adquirió el primer lugar en obesidad y diabetes, y más que vergonzoso, revela el grado de inconsciencia en el que ha caído la gran mayoría de la sociedad. Es algo muy triste, en verdad. :(
ResponderEliminar"Mercenarios académicos"... De eso no me queda ninguna duda. :(
Excelente artículo... Lástima que a mí, como a muchos otros mexicanos no-chilangos, nos dé mucho miedo entrar a Tepito debido a la inseguridad y a su mala fama (la cual comparte con las zonas norte y oriente de la CDMX)... Aunque mi madre, según me contaba, era capaz de pasar caminando por sus calles y puestos ambulantes, y meterse a sus vecindades, y salir entera... A veces me entran ganar de ir allá sólo para ver si esos rumores son ciertos o no. xD
Teoría: El acento chilango podría ser heredado del nahuatl clásico, del mismo modo que el acento yucateco es heredado del maya y el acento michoacano lo es del tarasco (purépecha o michoaque). xD
Es extraño, pero los de Oaxaca Centro (la ciudad) no tenemos acento característico. xD
Hola me encantaría leer más al respecto
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