Todos sabemos que en las elecciones, “gane quien gane, el pueblo siempre pierde”.
Desde 1821 en México muy pocas veces ha existido una elección que no sea fraudulenta. Esencialmente porque el sistema de la democracia representativa está diseñado por los dueños del dinero, (desde 1776 con la creación del primer “país” del mundo), ...
...para dividir y enfrentar a la sociedad y fortalecer el interés individual-privado a través de la manipulación de la sociedad por todos los medios que los dueños del dinero disponen.
En efecto, una sociedad atomizada, luchando unos contra otros y “partida” por los partidos políticos que luchan entre sí y todos contra todos, da como resultado un país débil, con instituciones frágiles y leyes transgredidas en las que se impone “el imperio del dinero”.
Lo que da como resultado que la sociedad queda imposibilitada a defender el “bien común y el interés de la Nación”, y a merced de “las iniciativas privadas” legales e ilegales de los voraces capitales nacionales y extranjeros.
Lo más vergonzoso para los mexicanos es que de las pocas elecciones que no fueron fraudulentas como la del año 2000, los mexicanos se equivocaron y votaron por Fox.
Este hecho debería servir de análisis para entender que la democracia representativa es “un peligro para el mundo entero” y que se debe buscar otras alternativas en donde el dinero no incline la balanza.
Este tipo de democracia, implantado por los dueños del dinero solo los favorece a ellos. Con las elecciones ellos imponen a quien ha de gobernar a favor de sus intereses, pero de una forma “democrática”.
La democracia de los capitales ha terminado en un show en el que el candidato que tiene más apoyo con dinero, usa mejor la mercadotecnia, dispone de los medios, hace las mejores trampas y cochupos resulta el triunfador.
Como el pueblo de México ha sido exprofeso privado de su MEMORIA HISTÓRICA para dejarlo indefenso y vulnerable, cada seis años se ilusiona creyendo que su voto contará para mejorar su miserable vida, y cada seis años se desilusiona.
Termina echando pestes y se “desintoxica” viendo las olimpiadas o el mundial, para en unos meses olvidar el doloroso desencuentro con la realidad, como en 1968.
Finalmente, el pueblo sabe, que tanto tirios como troyanos, todos los contendientes y sus equipos que participan en las elecciones tienen intereses de grupo y personales para beneficiarse si llegaran a ganar.
Algunos inviertan miles de millones de pesos, otros de dólares, algunos exponen sus empresas y negocios, la mayoría pone su tiempo esperando recibir…aunque sea una migaja a cambio.
Todos hacen trampas, unas chiquitas y otras grandotas, según su poder y su capacidad. Todos se echan excremento y exhiben las cochinadas del contrario con increíble cinismo y sin ninguna vergüenza.
La mayoría pierde y unos cuantos ganan. Las elecciones en México, como en casi todo el mundo, son desaseadas, corruptas, engañosas…siniestras.
“Haiga sido como haiga sido” los dueños del dinero siempre ganan y sus empleados cumplen servilmente la voz del amo.
Muchas promesas al pueblo por un voto con valor de una despensa, unas laminas o hasta una torta, pero que justifica “la patriótica jornada cívica”.
El hambre, la miseria y la ignorancia validan la toma del poder de los mismos que siempre lo han tenido. Más nada.
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1 comentario:
Excelente aporte, sr Marín!! Me ayudó a entender mejor la situación política económica del sistema. Saludos!!
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