jueves, 31 de diciembre de 2020

EDUCAYOTL AC " Educar para el futuro con la sabiduría del pasado"


Les agradecemos su apoyo a este proyecto cultural que tiene por objetivo reforzar la memoria histórica y la identidad cultural ancestral de los pueblos del Anáhuac. Estamos convencidos que nuestro futuro, como personas, familias y pueblos, está justamente en el conocimiento y revaloración de nuestro pasado ancestral.

Muchas gracias por su apoyo a nuestros proyectos como son: toltecayotl.org, Toltecápsulas en YouTube, Rostro propio corazón verdadero en Facebook, tigremarin 1 en twittear y Tolteca-Guillermo Marín en Bogspot.


Deseamos que este próximo año 2021 nos permita tener salud y lograr la plenitud armónica.


lunes, 28 de diciembre de 2020

¡Ya está, se terminó: el 2021 será el año del cambio! Roberto Pitluk

Lo que ocurrió hasta ahora fue suficiente: el 2020 nos enseñó bastante. Si no despertamos ahora será tarde.

La naturaleza nos muestra hasta qué punto estamos conectados: lo que le pasa a uno afecta a todos.

¿Cómo vamos a seguir, hasta cuánto vamos a estirar la cuerda?

En artículos anteriores reuní materiales acerca del final de un ciclo, el cumplimiento de una etapa para la humanidad. Aporté cuánto pude acerca del desarrollo unilateral del conocimiento y la tecnología, de la desacralización de la vida, del apogeo del ego y el narcisismo humanos, de la explotación del entorno, del consumo irracional y los valores falsos…[1]

Muchas otras voces se escucharon y se escuchan, antes y ahora, mucho más capaces que la mía. Por nombrar solo algunas a modo de muestra y dejando innumerables de lado, pues hay una corriente entera que reclama el cambio:

-          El Congreso Mundial de la Sabiduría (WWC), presidido por Ervin Lázló

-          El último mensaje del Papa Francisco

-          La reunión del Dalai Lama con Greta Thunberg y especialistas científicos

Hace décadas que sabemos que la situación es crítica. No podemos seguir mirando hacia otro lado. ¡Ya está! ¡Fue suficiente!

Si no despertamos ahora, ¡ya mismo!, no habrá a quién contárselo.

Innumerables signos conjugados nos lanzan a la cara su explícito mensaje. Todas las fuentes de conocimiento indican lo mismo. Desde las culturas ancestrales hasta la ciencia ultramoderna, pasando por todas las enseñanzas auténticas que se revelan para nuestro esclarecimiento ¡y con la facilidad de Internet!

¿Qué estamos esperando? ¿Qué más necesitamos? ¿Un whatsapp dirigido especialmente a mí por el Mismísimo Creador del Mundo?

Ya me lo mandó, lo tengo frente a la nariz… pero no le doy atención porque hace años que está sonando.

¡Es hora de crecer y madurar! Es hora de dejar la infancia y los jueguitos que nos atraen tanto: fama, dinero, sexo, poder… ¿Hasta cuándo?

El planeta está exhausto, miles de personas dilapidan alimentos mientras miles de millones padecen hambre, ecosistemas dañados, catástrofes, nuevos virus que mutan… ¿Y nosotros seguimos interesados en nuestra minúscula satisfacción en medio del caos? ¿En cómo salvarnos individualmente o lucrar?

¿Hasta cuándo?

En la cultura andina ancestral profesaban un principio sagrado: “todo en el universo es ayni”, es decir, reciprocidad. Todo está conectado con todo, todo da y recibe a cambio, todo es ayuda mutua e interdependencia: con la naturaleza, los animales, las plantas, con la divinidad y los semejantes.[2]

¿Qué pasa con nosotros? ¿No nos damos cuenta?

Somos parte de un sistema único, un mecanismo perfecto que tiene sus leyes. Debemos construir una relación nueva entre nosotros a partir de un principio integrador.

¿Hasta cuándo vamos a empecinarnos con nuestra incompetencia?

No tiene sentido seguir echándole la culpa a los medios de comunicación, a los malos gobiernos o a las corporaciones, al post capitalismo o a la trans modernidad.

Y cada uno de nosotros, ¿qué? Nos vemos como víctimas: inocentes, salvos. Pero nuestra percepción está errada. Porque nuestro egoísmo personal, diligentemente practicado cada día, aporta una gota de veneno al sistema general del cual formamos parte.

¿No soy yo mismo la célula cancerosa que está llevando al organismo entero a la autodestrucción?

A ver, pensemos. Mirémonos frente al espejo de nuestra propia alma. ¿No soy yo mismo un egoísta desatado? ¿Acaso prefiero a alguien más que a mí mismo?

Sí, por supuesto, me ocupo de mis seres queridos. Pero ellos no son más que mi egoísmo ampliado. Ellos no son “los otros”, ellos siguen siendo la proyección de mí. (Y eso si dejamos de lado la violencia doméstica, los divorcios y la fragmentación de la familia.)

Los otros son los otros, los que están más allá de mi frontera perceptiva. Los que están antes que yo en la cola del banco y del supermercado, los que consiguen asiento mientras yo viajo parado, los que ganan mejor sueldo en el trabajo, o los que no tienen trabajo, ni techo, ni asistencia médica, ni comida.

Los otros son los otros, la humanidad entera que me está esperando.

Una amiga participó de una entrega gratuita de regalos navideños en barrios carenciados. Quedó muy conmovida, habló de la magia de niños felices frente a lo inesperado.

Sentí algo especial al escuchar su relato. Me di cuenta que tiene el grosor de un cabello la distancia entre la separación y la unión de los seres humanos. ¡Están muy cerca! ¡Es solo un paso!

De la hostilidad a la cordialidad, de la competencia a la colaboración, del desprecio a la aceptación. Ahora lo sé: están muy cerca, ¡pero es un salto cuántico!

Y no se trata de que lo hagan los otros, los gobernantes, los líderes mundiales, los políticos. Nada de eso. Todo este asunto se trata de mí, de revisar mi miopía, mi mezquindad, mi egocentrismo. ¡Soy yo el que está sentado en el banquillo de los acusados!

El futuro de la humanidad depende exclusivamente de mí, de la actitud que tome de ahora en más hacia mis semejantes. Si fracasamos, seré yo (cada uno de nosotros) el único responsable.

No olvidemos que estamos sobre un polvorín y que está a punto de estallar. Vamos a volar por los aires.

Es perentorio revisar las bases de nuestras relaciones mutuas, destronar al egoísmo y encaminarnos hacia la unión. La unión entre países, entre tendencias opuestas, la unión de todas las diferencias, en fin, ¿cómo lo digo? la unión entre lo negro y lo blanco…

¡El plazo se acabó, el 2021 será el año del cambio!


¿Quién me creo que soy, Creador, quién me creo que soy?

Una pieza ínfima en un mecanismo enorme de relojería.

¿Qué puedo aportar yo, a pesar de mi íntimo deseo,

más que mi plegaria y mi pedido de ayuda?

¡Qué será de nosotros, Creador, si Tú no nos socorres!

  



[1] Ver artículos aludidos en: Semillas para el Arca | Facebook

-          Semillas para el Arca: integrando relatos para la nueva humanidad

-          Ciencia y sociedad. ¿Y por encima qué?

-          Sacralidad y globalización: perspectivas para pensar el futuro

 

[2] Sobre el hombre andino ver: http://toltecayotl.org/tolteca/?id=16854

 

sábado, 26 de diciembre de 2020

LA GRANDEZA OCULTA

 

A los 25 años me fui a Europa a buscar “mi identidad”, porque desde siempre me dijeron que yo era occidental. Me pasé dos años buscándola por España, Francia, Inglaterra, Alemania e Italia, y solo encontré fragmentos valiosos, pero solo fragmentos de mi totalidad. 

Después de vivir más de 40 años en esta maravillosa tierra, porque, “Oaxaca es la reserva espiritual de México”, encontré “mi ombligo espiritual”, descubrí en el espejo enterrado, no de Fuentes, sino de Tezcatlipoca, mi verdadero “rostro propio y mi corazón verdadero”. 

En Oaxaca, su gente anahuaca me enseñó a ser “gente de verdad”. Me enseñaron que solo tengo una pequeña capa de occidentalización, pero que con tantito que me rasque por donde sea, me sale el jaguar que llevo dentro. El que doña Aurelia me presentó en lo más alto de las montañas de Huautla. Ese, mi nagual que me asecha y me enseña de vez en cuando por las noches.

Ahora que estoy en el otoño de mi vida. En el que puedo darme cuenta cuanta y cuanta energía derroché, en fuegos fatuos del amor y fuegos de artificio del sistema neocolonial. Hoy, que cada día es un milagro y una nueva oportunidad. Hoy, que hay tanto trabajo que hacer, me llena de alegría trabajar para investigar y promover la Toltecáyotl, entre los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos.

Gracias a la sabiduría ancestral, he aprendido que la vida solo tiene valor y sentido, si se usa para servir al bien común, que todo lo demás es solo un vano desperdicio de energía y tiempo. Que debe uno escoger su camino y llenarlo de flores, canto de aves y retazos de luz dorada al atardecer.

Que debe uno saber que nada es más importante que nada, a la luz de la muerte, todo pierde importancia y significado. Y que lo único que tiene valor en la vida, es la conciencia del Aquí y del Ahora, del Ser y del estar, del hacer y trascender.

Escoger un camino con corazón, y luchar cada día, sin miedo y sin ambición. Sin miedo a perder y sin ambición de ganar. Solo con la firme convicción que uno es congruente y responsable con lo que ha decidido hacer, aunque no tenga ninguna trascendencia o importancia lo que uno hace. Insisto, ante la Muerte bienhechora nada es importante, porque ella es inconmensurable, absoluta y liberadora.


https://studio.youtube.com/channel/UC5ddU8-nulOnEXFaO6SN0nQ 

De esta forma y con este ánimo, enfrentar cada día, como si fuera el último. Trabajar disciplinada, responsable e impecablemente. Entendiendo que nada se hace, “de la noche a la mañana”, que las tareas de la vida son de largo plazo y que, en ellas, se lleva el corazón por delante, sin esperar nada a cambio o reconocimiento alguno. Solo hacerlo por la lujuria callada de estar vivo y hacer lo que hemos decidido hacer y nos da placer. Más nada.

Así es como la investigación y difusión de la historia, cultura y filosofía ancestral, que nos han negado aquellos vampiros y garrapatas que viven de la ignorancia y de la amnesia del pueblo, se ha vuelto un camino con corazón. 

Sabemos que mucha gente vive cómodamente en la ignorancia de sí mismo, tratando de ser algo que jamás serán. Frustrados y despreciados por aquellos que ellos quieren imitar irracionalmente. Excluidos permanente y sistemáticamente por aquellos con los que se quieren “igualar” y despreciando a sus hermanos.

Pero también, hemos recibido “flores y cantos”, de aquellos que han despertado, que han logrado salir del calabozo de la colonización mental, cultural y emocional. Porque también, hemos compartido con los compañeros del camino, la miel de las bellas flores llenas de sabiduría. Hemos disfrutado de nuestros hermanos guerreros de la Batalla Florida, de la sabrosura de la misión cumplida.

Así pues, en cada conferencia, en cada ensayo, artículo y curso terminado, en cada nuevo libro presentado, en cada video o toltecápsula acabada, me llena de alegría y emoción compartir estos destellos de luz en el atardecer de mi vida, con la Lucecita que me acompaña y que es ya la voz de mi palabra, compañera de mi destino y fiel protectora.

Toda la grandeza que nos ha sido ocultada por aquellas entidades de la noche, por aquellas instituciones coloniales y neocoloniales, ahora me llena de alegría de tratar de vivir en familia la Toltecáyotl, con todas nuestras limitaciones e incapacidades, pero con toda la pasión por compartir, con aquellos que quieran escuchar la voz milenaria de nuestros sabios y Viejos Abuelos toltecas.

Agradezco infinitamente a la Toltecáyotl, la conciencia de otra forma de entender la vida, de otra percepción antigua de interpretar el mundo, de la oportunidad de soñar con otro mundo posible, de algo valioso y que es futuro, pero que, además, que es “propio-nuestro” y que es, pasado y raíz de nuestro presente, la esperanza de un futuro mejor para todos. 

Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecayotl.org  








viernes, 11 de diciembre de 2020

PEDAGOGÍA TOLTECA filosofía de la educación en el México antiguo (libro)

 


Una de las características más importantes y sobresalientes de la civilización del Anáhuac, fue la de poseer un sistema educativo, obligatorio, público y gratuito. A diferencia de las demás civilizaciones Madre, la anahuaca puso un especial énfasis en la educación.

“Ninguna cosa me ha admirado más y me ha parecido más digno de alabanza y memoria que el cuidado y orden que en criar a sus hijos, tenían los mexicanos” Padre José de Acosta (1540-1600). Historia Nat. y Moral. Libro Sexto, Capítulo 27.

Podríamos afirmar que, la misma civilización se sustentó en la educación. Ningún pueblo antiguo de la humanidad lo hizo de esta manera. Con una cobertura total, con un carácter obligatorio para los padres y las autoridades, y con un sentido de gratuidad total. Esta “conciencia y preocupación” por la educación en la que vivieron a lo largo de tres mil años los habitantes del Anáhuac, en la actualidad poco se ve, son muy pocos países los que la tienen. Porque no sólo es la riqueza y poderío nacional, sino que va más allá, gravita en un horizonte humanista muy elevado. De modo que hoy encontramos países muy ricos y poderosos, en donde la educación pública, privada y familiar, ocupa un lugar secundario en las prioridades de la sociedad y del Estado.

La educación en el México antiguo era parte indispensable de la humanización. El Tollan o la ciudad, se concebía a partir de personas educadas que vivían en comunidad, con un objetivo o propósito social muy elevado y compartido por todos los integrantes, a partir de un milenario proceso educativo, en el que el “servicio” a la comunidad era fundamental. De esta manera se puede entender los largos periodos, de esfuerzo constructivo del Anáhuac. Como por ejemplo Monte Albán, en lo que hoy conforma el estado de Oaxaca. 

En efecto, Monte Albán inició su primera etapa constructiva en el año quinientos a.C. y fue destruido y abandonado en el año ochocientos cincuenta d.C. Lo que implicó un esfuerzo constructivo sostenido de mil trescientos cincuenta años, en los que el propósito arquitectónico-constructivo se mantuvo inalterable, lo que implica que “las ideas, objetivos y aspiraciones” por las cuales se movieron millones de toneladas de tierra y piedra, mantuvieron inalterada su vigencia. Esto solo se pudo lograr a través de la educación. Los telpochcallis, los cuicacallis y los calmécas, mantuvieron en los niños y jóvenes el propósito social, desde el año 500 a.C. hasta el 850 d.C. 

La educación en su sentido más amplio, estaba totalmente inmersa en el tejido social. Lo mismo en la casa, que en los espacios públicos. En los objetivos de la familia y del Estado. La educación se encuentra presente en la obtención del alimento, como en su preparación y consumo. El individuo tiene que aprender los secretos y saberes del milagro alimenticio. De igual forma se aplica a la salud.

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El libro tiene un costo de 250 pesos, incluyendo el envío por correo certificado en todo el país. Mayores informes en tigremarin@gmail.com

 

 

 

 

lunes, 7 de diciembre de 2020

QUÉ ES LA FILOSFÍA DE LA TRANSMODERNIDAD

 

Así el concepto estricto de “trans-moderno”56 quiere indicar esa radical novedad que significa la irrupción, como desde la Nada, desde Exterioridad alterativa de lo siempre Distinto, de culturas universales en proceso de desarrollo, que asumen los desafíos de la Modernidad, y aún de la Post-modernidad europeo-norteamericana, pero que responden desde otro lugar, other Location

 Desde el lugar de sus propias experiencias culturales, distinta a la europeo-norteamericana, y por ello con capacidad de responder con soluciones absolutamente imposibles para sola cultura moderna. Una futura cultura trans-moderna, que asume los momentos positivos de la Modernidad (pero evaluados con criterios distintos desde otras culturas milenarias), tendrá una pluriversidad rica y será fruto de un auténtico diálogo intercultural, que debe tomar claramente en cuenta las asimetrías existentes (no es lo mismo ser un “centro-imperial” a ser parte del “coro-central” semiperiférico –como Europa hoy, y más desde la Guerra de Irak en 2003-, que mundo post-colonial y periférico).

Pero, un mundo post-colonial y periférico como la India, en una asimetría abismal con respecto al centro-metropolitano de la época colonial, no por ello deja de ser un núcleo creativo de renovación de una cultura milenaria y decisivamente distinta a todas las otras, con capacidad de proponer respuestas novedosas y necesarias a los angustiosos desafíos que nos lanza el Planeta en el inicio del siglo XXI. Enrique Dussel. (UAM-Iz., México City, 2005)