lunes, 31 de agosto de 2020

UN PELIGRO PARA MÉXICO



 La democracia creada por los siete bancos que controlan “el mundo libre” desde 1492, ha utilizado a los políticos y sus partidos políticos para fragmentar y dividir a los pueblos, para imponer sus condiciones. No es solo el sistema político a nivel del mundo libre que está desmoronándose, ni tampoco es solamente el sistema económico sostenido con el poder bélico de E.U. y su dólar sin valor alguno, es algo más grande y profundo lo que está en sus peligrosos estertores de muerte; me refiero al proyecto de civilización occidental que se empezó a formar en el siglo XVI, con la expansión de Europa a través de las invasiones, la colonización, el inicio del capitalismo, el pensamiento único y la occidentalización de gran parte del planeta.

Para el caso de México, la crisis es doble, país creado sin pueblo por un puñado de ilustrados gachupines y especialmente criollos ambiciosos de poder político y económico, de los cuales, habían sido privados en los tres siglos de Colonia.

Después de once años de guerra fratricida entre criollos contra gachupines, iniciada cuando Hidalgo, el cura criollo llama a los anahuacas a luchar “por la independencia” en contra de los opresores. En el Grito de Dolores clama “es hora de matar gachupines, vivan los reyes de España”, los dos bandos exhaustos, ante la inminente creación de la república en España de acuerdo a la Constitución de Cádiz, deciden hacer las paces y crear “su propio país”, como estaba sucediendo en Europa. Mientras deciden qué tipo de país se inventa, el criollo traidor de Iturbide de un “golpe de timón”, se auto proclama emperador, nueve meses duró el Primer Imperio Mexicano del Anáhuac.

Es hasta 1824 cuando este puñado de ilustres, de espaldas a un pueblo anahuaca en su mayoría, monolingüe, analfabeto, que vivía en el universo ancestral del Anáhuac, fue subsumido en el proyecto modernizador de este puñado de europeizantes. Esta es la razón por la cual, se crea un país sin pueblo, porque en estos 196 años, nunca, para los que dirigen les ha importado el pueblo y menos lo han tomado en cuenta para definir el modelo civilizatorio. El dilema del México profundo vs. el imaginario.

El siglo XIX fue una opereta en la creación de la quimera llamada “México”. Los criollos expulsaron a los españoles de “su país” en 1828, pero se dividieron en dos grupos que han venido pelando sistemáticamente, haciendo alianzas con los enemigos externos para vencerse mutuamente. Unos a favor de los intereses de Europa y los otros en favor de los intereses de E.U. Unos masones escoces, conservadores, centralistas y monárquicos, los otros, masones yorkinos, liberales, federalistas y republicanos. Pero ambos, siempre serviles al poder económico y político extranjero, con un absoluto desprecio por los pueblos y culturas ancestrales, que son y han sido las mayorías de “su país”.

Fue entonces que se juntaron las dos “crisis”. La del modelo externo y la del modelo interno. A partir de Salinas, la entrega y destrucción del país se inició. Se destruyó la pequeña estructura democrática postrevolucionaria, comenzando con el propio PRI, se abandonó el modelo mixto de economía, se entregó corruptamente la infraestructura del Estado a manos privadas, y a partir de Fox, Calderón y Peña, empezó la destrucción del Estado mexicano para favorecer los intereses geopolíticos y económicos del capital financiero supranacional.  

Los políticos mexicanos, de todos los colores, claramente representados en el “Pacto por México”, literalmente se desfondaron y se quedaron sin principios, ideales, valores y ética. La clase política se fundió en la corrupción, con sus muy pocas y honrosas excepciones. Personas como los exgobernadores prófugos, o los políticos en vías de ser encausados en procesos judiciales y desde luego, personajes como García Luna y Lozoya Austin, son el ejemplo de la realidad política del país. Funcionarios del poder judicial están en crisis por su desempeño corrupto. 

No se diga de gente como Lorenzo Córdova, un clásico exponente del criollismo, al frente del INE, una institución corrupta y totalmente inservible y cómplice de los quebrantos políticos de los últimos años. Ahora resulta que está pidiendo más de 26 mil millones de pesos para las elecciones del año que viene. Cuando la vacunación para todo el pueblo por el Covid costará 25 mil millones. Los políticos y los partidos políticos han demostrado ser ¡un peligro para México! 

Se requiere hacer del servicio público un ejercicio de pulcritud, patriotismo y sacrificio. Para acabar con la corrupción en la política se debería obligar a los servidores públicos electos por votación, que no recibieran ningún pago por sus servicios. 




Que fuera un tequio, como ha sido por siglos en las comunidades anahuacas. Tendrían que empobrecerse materialmente y enriquecerse humanamente. Serían dignos ejemplos del servicio al pueblo. Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. www.toltecay

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