Eran los inicios de la década de
los años setentas, cuando por primera vez crucé la frontera, a E.U. en un
autobús de la UNAM. Íbamos a juagar un partido de futbol americano contra una
academia militarizada de Texas. Al empezar a internarnos en “territorio robado”,
empezó a crecer en mi menta ideas llenas de indignación y coraje, “esta tierra
era nuestra”, me decía en mi juvenil mente.
Hasta que, finalmente, me puse a
pensar de manera crítica y analítica, “haber Guillermo, -me dije-, de cuando acá la tierra
le ha pertenecido al pueblo. Desde 1521 los extranjeros se han apropiado de las
mejores: tierras, negocios, ciudades, casas, comercios, recursos naturales,
etc. Entre Hernán Cortés y Carlos Slim, la historia se ha ido repitiendo
eternamente una y otra vez, generación tras generación. Este razonamiento calmó
mi ánimo beligerante contra “los gringos”, y me di cuenta, que desde hace cinco
siglos sufrimos “nuestros propios gringos de casa”, con apellidos extranjerizantes.
De todas maneras “perdimos el partido contra los gringos”.
Partiendo esta reflexión, y
sabiendo que, la mayoría de los medios están al servicio del “sistema”,
especialmente los de gran impacto, como son la TV y la radio, cuando en ellos
escuchamos a los funcionarios anunciar que, “no subirá la gasolina y la energía
eléctrica, las reformas son necesarias para el progreso de México, se toma una
medida “dolorosa” pero necesaria, se detendrán los corruptos caiga quien caiga,
hemos hecho todo lo que el Estado puede hacer, perseguiremos la corrupción,
investigaremos hasta las últimas consecuencias, se investigará exhaustivamente
el fraude electoral, se hará justicia, las elecciones serán limpias, etc.,
etc., etc.”, el pueblo sabe, a través de la dolorosa realidad que NADA DE ESO
ES CIERTO, y que, seguramente, las cosas son de manera inversa.
Dentro de todas las mentiras,
especialmente en este sexenio, vemos con mucha preocupación que el gobierno
federal pasó de la mentira al cinismo rampante. Al punto de desafiar los
funcionarios a la opinión pública, “las medidas son irreversibles”, o, dicho de
otra manera, “háganle como quieran”. Y los “pericos con sus plumas y las
guacamayas con sus picos”, de los medios masivos, censurando “moralinamente” a “los
sospechosos saqueadores” de establecimientos comerciales, que atentan contra la
sagrada propiedad privada, y cientos de ciudadanos han caído bajo el riguroso
peso de la ley.
Sin embargo, -extrañamente-, los gobernadores y funcionarios
(de los tres niveles) que han venido SAQUEANDO impunemente el erario, para
ellos no hay cárcel y no existe indignación. O sea que, se “vale” robar el
dinero del pueblo, pero JAMÁS, el de las empresas trasnacionales que están
aseguradas para estas contingencias.
Pero el punto de esta entrega,
amable lector, es que nos asustan con “el petate del muerto”, del enemigo
número uno de México, el presidente de E.U. Pero, después de lo anteriormente
expuesto, tal vez, si analizamos contra quien atenta el Sr. Trump, se verá que
es, solo contra los ricos de E.U. y de México, pero a nuestro pueblo, desde
Hernán Cortés, todos los que han estado en el poder, han atentado en contra del
pueblo, si no me cree, revise la historia de manera crítica.
Sin profundizar, Trump llega a la
presidencia tomando el reclamo y las fobias de las mayorías blancas y pobres de
E.U. ¿Populista?, probablemente, pero sus medidas van en contra de la
globalización económica que solo beneficia “al uno por ciento” de los ricos del
planeta. Que revisará el TLC, que atenta contra los trabajadores de los dos
países. Que echará abajo el nuevo tratado del Pacífico…¿y?. Tal vez, el Sr. Trump,
no será tan malo para los mexicanos, como sí lo son, los que des-gobiernan el
Anáhuac desde hace 496 años.
Trump, llegó a la Casa Blanca,
por atender el reclamo de los pobres y clases medias de E.U., que ven, como en muchos
países del “mundo libre”, que unos pocos se “apoderan del pastel”, sin el menor
sentido humanista y realista, porque lo que están haciendo, está llevando a la
destrucción del planeta, en su enloquecido afán de apoderarse de TODA LA
RIQUEZA. Destruyendo el medio habiente, envenenado a la gente con química para
hacer más jugosas las ganancias, enfermando a la niñez, embruteciendo y
vulgarizando a los pueblos.
Que no se construyan más
maquiladoras en México, aprovechando el salario esclavo que nos imponen, y que,
regresarán esos puestos de trabajo, bien pagados en dólares a los obreros
norteamericanos. Eso ni afecta ni beneficia AL PUEBLO, porque sabemos que son
trabajos de salario mínimo, y no, impulsan el crecimiento de la economía del
país. Si hacen más ricos a los dueños del dinero de E.U. y de México, que administran
las neo haciendas, llamadas armadoras y maquiladoras. La riqueza que producen
esas empresas sale del país.
Que repatriarán a millones de trabajadores
mexicanos indocumentados, que tuvieron que huir del país que no les da
oportunidades, y que están haciendo el trabajo que muchos allá no quieren
hacer. Estos sufridos, maltratados y vejados trabajadores reciben la mitad del
sueldo, viven hacinados, comiendo porquerías, sin servicios de salud y en
constante zozobra de ser deportados.
La enorme riqueza que generan, es para los
empleadores gringos y los empresarios y comerciantes euromexicanos, que les cambian
los dólares de las remeseras por “pancholares” que no tienen valor. Gran
negocio del gobierno mexicano, hacer pobres a gran escala. Recibir la segunda
fuente de divisas, sin invertir un peso en salud, educación e infraestructura.
Los medios masivos mexicanos
hacen ver a Trump como el enemigo. Cuando en verdad, los enemigos históricos de
los pueblos y culturas del Anáhuac, son los que se han hecho ilegal e
inmoralmente del poder en estos 495 años. La pobreza, la injusticia, la
corrupción que esclaviza al pueblo, es producida no por Trump, sino por una
clase gobernante, -en los tres niveles de gobierno-, insensible, deshumanizada,
corrupta, mentirosa y cínica, que viven como faraones, mientras el pueblo día a
día, se empobrece sin ninguna esperanza de revertir esta tendencia.
Que no nos asusten con “el petate
del muerto”. Trump es el enemigo de los negocios globalizados para el uno por
ciento más rico, no para el pueblo de México, con Tumpo o sin Trump, México va
de mal en peor. Finalmente, Trump es un "payaso" que atenta contra el poder global...y con esa gente no se juega.
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