domingo, 26 de julio de 2009

¿Por qué en E.U. nunca puede haber un golpe de Estado?


Sencillamente porque en el territorio norteamericano no hay una embajada de E.U. Todos los golpes de Estado que se han dado en el continente han sido planeados y dirigidos desde las embajadas de E.U.

Cuando un gobierno democrático no le conviene a los intereses económicos, comerciales y políticos de “los mercaderes” de Wall Street, inmediatamente se echa a andar la maquinaria golpista más efectiva del mundo, La CIA.

En Honduras el golpe de Estado fue planeado y ejecutado por la embajada de las barras y las estrellas, por supuesto con la aprobación de Hilary Clinton. La razón, el presidente Zelaya estaba estrechando lazos con el presidente Chávez y la pandemia nacionalista y antiimperialista esta creciendo, y eso el garrote del Tío Sam no lo va a permitir.

El punto es que como se ve, “La democracia de los mercaderes” funciona solo cuando conviene a los intereses del Mercado, pero cuando el pueblo y su gobierno pretende hacer algo que atenta contra los sacrosantos intereses del Becerro de Oro… los soldados se encargan de poner las cosas como deben de estar. Más nada.

Honduras no es muy diferente de Guatemala o México, países donde gobiernan desde principios del siglo XIX, cúpulas de poder de criollos con una mente pequeña, subdesarrollada e incapaz. Han sido los capataces del capital foráneo estos dos siglos y solo han creado más injusticia, pobreza y violencia.

Somos países bananeros, no por sus trabajadores y sufridos pueblos, no por ser pobres en recursos naturales, no porque no existe inteligencia y capacidad en los pueblos.

Somos países bananeros por los criollos corruptos, ineptos y acomplejados que nos gobiernan. Los mestizos y menos los indígenas no han podido llegar al centro de las cúpulas criollas que detentan el poder y que, como vemos en Honduras, se pelean el poder entre unos y otros.

Lo mismo pasa en México en donde conservadores y liberales, centralistas y federalistas, monárquicos y republicanos, panistas y prisitas-perderistas se la han pasado luchando por el poder, en medio de la corrupción, la entrega de la patria y la incapacidad para gobernar-administrar.

La ideología criolla es el cáncer de nuestras democracias patito de los seudo-mercaderes-bananeros de América Latina.

sábado, 25 de julio de 2009

DESPERTAR HUMANO


La historia de la civilización humana apenas tiene 10 mil años de antigüedad. De este periodo de tiempo los seres humanos vivimos libres del yugo de “Los Mercaderes” y su obsesión por el dinero aproximadamente 9800 años. En efecto, Egipto, Mesopotamia, China, India, México y la Zona Andina tenían milenios de desarrollo humano sin el dominio de “los mercaderes”. Los proyectos sociales estaban dirigidos, por diferentes caminos a la trascendencia espiritual de la existencia. Dios, lo divino y lo sagrado ocupaba todo del tiempo y la energía de los individuos, las familias y los pueblos. Entre la luz y la oscuridad, entre guerras y ambiciones por el poder y dominio, en general los pueblos tenían sus grandes metas existenciales en armonizar con “la divinidad suprema”.

Sin embargo, a partir de 1776 que nace la nación de “los mercaderes”, las cosas en este planeta comenzaron lentamente a deteriorarse. Fundamentalmente porque el fin supremo de la sociedad de “los mercaderes” es la apropiación de la riqueza del planeta a partir de la explotación de los seres humanos y la depredación de los recursos naturales.

Lentamente se impuso una nueva religión totalitaria, fundamentalista y excluyente, que ha venido minando la espiritualidad y sacralizad de la vida de los pueblos del mundo. “El culto al Becerro de Oro” ha venido erosionado los valores perennes de las personas, las familias y los pueblos y todo se ha reducido a la ambición de poseer dinero a cualquier precio. La conciencia de la dimensión espiritual del mundo y la vida se ha ido agotando y como en un páramo de desolación, hoy vive mucha gente en el espejismo de la felicidad conseguida con el dinero, el consumo, la modernidad y la tecnología.

La exterminación de la espiritualidad de los pueblos se ha convertido en una acción permanente y sistemática a través de los múltiples y poderosos medios que poseen “los mercaderes”. Los medios masivos, el poder político y económico están al servicio de los intereses más oscuros de la humanidad. El objetivo es enajenar, embrutecer e insensibilizar a la humanidad para poderla dominar y manjar como “zombis individuales e individualistas”. Esclavos de “los mercaderes”, viviendo para trabajar, comprar, pagar y ver televisión. Más nada, como artículos desechables son reemplazables, intercambiables y desechables.

Los mercaderes primero establecieron su poder en Venecia, después en Londres y ahora Estados Unidos. En 1776 nace el proyecto abierto de dominación global y embrutecimiento general de la humanidad. Se crean los “países” como zonas comerciales diferenciadas, se inventa la democracia como instrumento con el que gobiernan “los mercaderes” con el aval de los pueblos engañados con el “supuesto” de que, ellos pueden elegir su destino y a sus gobernantes por medio del voto. La historia nos demuestra lo contrario, desde la sangrienta Revolución Francesa alentada y financiada por “los mercaderes”, los pueblos en la democracia permanentemente están en una lucha fraticida por el Poder, entre fraudes, corrupción, demagogia, simulaciones, crímenes, represión y golpes de Estado, “los mercaderes” mantienen entretenidos y enfrentados a los ciudadanos, haciéndoles creer que: “LA DEMOCRACIA ES PERFECTA, quienes fallan son los hombres”. Pero la verdad es que la democracia esta planeada para que los pueblos jamás lleguen a consensos, porque entre más fragmentada y dividida esté, más débil y vulnerable es.

En efecto, ese ha sido el Caballo de Troya con el cual los mercaderes han podido entrar y destruir las milenarias formas de gobierno y organización social de los pueblos del mundo, así como sus más nobles ideales. Se ha hecho pensar que el desarrollo humano es lineal y que “La Democracia” es el punto más elevado de gobierno de los seres humanos.

Totalmente falso. Jamás los pueblos del mundo habíamos vivido un imperio tan totalizador, déspota, asesino e inhumano como el de “los mercaderes”. Entre otras cosas porque jamás había sido un imperio de dimensiones y alcances globales, no se había contado con la tecnología, las comunicaciones, así como con la producción de riqueza como existe hoy en día.

Los individuos que buscan honestamente cambiar el rumbo catastrófico a través de la democracia y la política, sea creando nuevos partidos o nuevas ideologías, lo único que están haciendo es alimentando y recargando el sistema. Los que pretenden cambiar el mundo por medio de las armas a través de insurrecciones armadas o guerra de guerrillas, también están contribuyendo a darle vida y fuerza a la dictadura del Mercado. La historia nos dice que han existido muchas contiendas políticas y muchas guerras fraticidas y todo cambia para seguir igual. El sistema solo se fortalece y se mejora.

Solo se requiere despertar y abrir los ojos del alma y la conciencia del Espíritu para darnos cuenta de que estamos totalmente engañados y ciegos. Que el culto al Becerro de Oro, la modernidad, la tecnología, el consumo, el individualismo, han sido un gran engaño, una nefasta mentira, que nos ha dejado desolados, indefensos, frustrados, insensibles y vacíos.

Necesitamos salvar a la Tierra de esta catástrofe ESPIRITUAL, que materialmente se expresa en la contaminación ambiental, en la destrucción de la naturaleza, en la desolación y embrutecimiento social, en la creciente miseria humana. Para salvar a la Tierra, como hijos de ella, primero necesitamos salvarnos a nosotros mismos.

Pero esa lucha es interior e individual, intransferible. Consiste en “un darse cuenta” encajado en lo más profundo de nuestro corazón. Darnos cuenta a partir de despertar nuestra conciencia de que lo verdadero, real y cierto en este mundo, ni se ve ni se toca. Que el mundo material es solo un espejismo en el que se manifiesta la omnipresencia del Espíritu.

Darnos cuenta de que somos finitos, que nos vamos a ir de este espejismo llamado realidad y que lo único que cuenta es la oportunidad de haber estado aquí, en este tiempo y en este espacio, con este cuerpo y con estas condiciones y frente a la maravillosa oportunidad de trascender espiritualmente.

Esta es la verdadera sabiduría, el gran tesoro y la maravillosa oportunidad. Por eso los pueblos originales y milenarios llegaron a este sencillo y portentoso conocimiento. Somos seres espirituales trabajando (aquí y ahora) el plano material. Eso es todo. Esa es la parte luminosa del mundo y la vida…la verdad. Esa lucha es contra la oscuridad, contra “la fuerza de gravedad que arrastra a nuestra materia a los abismos de la estupidez y la irresponsabilidad existencial.

El mundo oscuro y falso es el de “los mercaderes”. La democracia, la modernidad, el consumo, el dinero y el Culto al Becerro de Oro es la mentira, la corrupción, la falsedad.

No se trata de negar “la realidad del mundo de la materia”, ni de sobrevalorar el mundo del espíritu. Ambos son opuestos complementarios que se apuntalan a sí mismos y se deben mutuo equilibrio. La anulación de cualquiera de los dos es la anulación total. El desafío es la búsqueda del equilibrio entre el mundo del Espíritu y el mundo de la materia.

El futuro de los humanos esta en nuestro pasado. Se requiere “descubrir” el pasado luminoso de lo humano en los diez mil años de vivir en sociedad. Se requiere hacer una nueva lectura del pasado antiguo y encontrar en él los valores, principios y sentimientos inalterables en el tiempo y en el espacio.

Abrir los ojos a lo verdadero y trascendente, como seres mortales y concientes. Darnos cuenta del engaño y verdadero poder de “los mercaderes”, y del daño que han hecho a la humanidad y a la Tierra. Entender que estamos viviendo los más oscuros momentos de la historia humana y que solo con la luz de la conciencia del Espíritu podremos vencer a la fuerza de “los mercaderes” sustentada en la enajenación y el embrutecimiento.


La Luz es más poderosa que la oscuridad. Es hora de despertar.

miércoles, 22 de julio de 2009

MITOS Y FANTASÍAS DE LOS AZTECAS, LOS ESPAÑOLES Y LA CONQUISTA DE MÉXICO 2


II.- ESPAÑA LA FUERZA DE LA ESPADA Y LA CRUZ.

En los mitos colonizadores siempre se habla de “La España” que llegó a “civilizar” a los pueblos originarios del continente. Se reitera el carácter de una “raza pura y superior”, de “un viejo continente”, de una “cultura mucho más antigua”. Totalmente falso, otra fantasía colonizadora.

El gran educador y fundador de la Secretaría de Ecuación Pública en el México de 1921, base de el sistema educativo actual, escribía en el prologo de su “La Raza Cósmica”[1], que el cristianismo en pocas centurias civilizó a los pueblos indígenas de México y que pasaron de ser caníbales a relativamente cristianos civilizados.

“En el prólogo escribió el propio Vasconcelos en su libro la Raza Cósmica, señala: “en todo caso, la conclusión más optimista que se puede derivar de los hechos observados es que aún los mestizajes más contradictorios puedan resolverse benéficamente siempre que el factor espiritual contribuye a levantarlos. En efecto, la decadencia de los pueblos asiáticos es atribuible a su aislamiento, el hecho de que no han sido cristianizados. Una religión como la cristiana y hizo avanzar a los indios americanos, en pocas centurias, desde el canibalismo hasta la relativa civilización”. (Guillermo Marín. 1987)

Existe una serie de mitos y fantasías sobre España, los españoles y la conquista, con los que se cimienta la ideología colonizadora. Veremos la falsedad de algunos de estos mitos y fantasías.

Primero tenemos que decir que Europa no es un “continente”. Es con propiedad, una península del Continente Euroasiáticoafricano. En geografía se define a un continente como “una inmensa masa de tierra rodeada de agua”. Europa en consecuencia no es un continente.

En segundo lugar, las culturas que emanaron de Europa no son de origen autónomo. En efecto, la cultura llamada Occidental tiene sus orígenes en la cultura grecolatina. Sin embargo, estas no son de carácter endógeno, se fueron constituyendo de apropiaciones e imposiciones culturales a través: de las civilizaciones Madre como las de Mesopotamia, Egipto e India, que para el nacimiento de la cultura griega, tenían siglos de haber pasado su momento de esplendor. Y de las múltiples invasiones que hicieron, especialmente las de Alejandro el Magno[2]. En síntesis, Europa no es “el viejo continente”.

También tenemos que aclarar que la Península Ibérica, no fue el origen o la cuna de una civilización o cultura originaria y menos “pura”. Lo que hoy es España ha sido un lugar de encuentro, peregrinación e invasión de muchos pueblos y culturas a través de su historia.

Se habla de que en la antigüedad existieron los iberos, pero también se sabe que llegaron los godos, celtas, vándalos, vikingos, berber, cartagineses, romanos y árabes. El pueblo español se ha visto enriquecido por muchos pueblos y culturas diferentes. Indiscutiblemente que la presencia del pueblo y cultura árabe definieron en mucho lo que hoy es España, tanto en la cultura, lengua, cocina, ciencia, economía (se habla que el Renacimiento entró a Europa a través de la Península Ibérica por medio de la sabiduría árabe que no había sufrido el retroceso de La Edad Media).

De esta manera es un mito lo de una España “pura” racial y culturalmente. Lo cual ni es bueno ni malo. En general, salvo las civilizaciones con un origen autónomo, todos los pueblos del mundo son una mixtura racial y cultural, especialmente desde que se desarrolló por los europeos las invasiones a África, Asia y América.

De esta manera se puede entender que el pueblo y cultura, que hoy llamamos española, es producto del encuentro y mezcla de muchos pueblos y culturas. Pero sin lugar a dudas, la presencia de la cultura árabe ha sido determinante para la construcción del reino de España y la cultura española.

En efecto, la Península Ibérica sufrió una invasión y ocupación por un periodo muy largo. De 771 a 1492 lo que hoy es España fue invadida por el poderío árabe, no solo en lo militar, sino en lo cultural, religioso y científico. El Califato de Córdoba fue uno de los polos civilizatarios del Islam en este periodo, junto con el de Bagdad.

La presencia de la cultura árabe y el Islam se manifestó a lo largo de ochocientos años, transformando y enriqueciendo los diversos pueblos y culturas de la Península Ibérica. Es importante señalar que durante estos ochocientos años de ocupación árabe, los habitantes no árabes de la península no tenían una conciencia de unidad nacional o estaban unidas por un solo reino.

En efecto, durante muchos siglos lo que hoy es España, fueron un grupo de reinos independientes, con idiomas, culturas e identidades diferentes, todos ellos sufrieron la ocupación musulmana y mantuvieron una cultura de resistencia, no solo cultural sino militar a lo largo de estos ocho siglos de ocupación.

Sin embargo, la huella cultural es irrefutable en el fenotipo de los habitantes del Sur, en el idioma español, la arquitectura, la cocina, la música, las tradiciones y costumbres de España.
De modo que podemos afirmar que España es un país multinacional, creado a partir, primero de la Guerra de Reconquista en contra de los árabes y después a una lucha interior entre los reinos de Castilla y Aragón, contra los demás reinos cristianos de la península para someterlos y crear un solo reino llamado España.

Los reinos de Castilla y Aragón expulsaron a los árabes de la península en 1492. Año en que sale la expedición de Cristóbal Colón, pero la expedición llegó a América con los pendones de los reinos de Castilla y Aragón. El reino de España se funda hasta 1516. Por lo cual es un mito el afirmar que Colón llegó a América bajo los auspicios de la corona española.


[1] Ensayo filosófico publicado en 1921 en México.
[2] Alejandro III de Macedonia, mejor conocido como Alejandro Magno (el grande); transliterado del griego Μέγας Αλέξανδρος, Megas Alexandros;[1] (n. Pella, 20 de julio de 356 a. C.[2] [3]Babilonia, 13 de junio de 323 a. C.),[4] fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte y está considerado como uno de los líderes militares más importantes de la Historia, por su conquista del Imperio Aqueménida. (Wikipedia)

lunes, 20 de julio de 2009

ARQUEOLOGÍA AMARILLISTA.


Periódicamente parecen “declaraciones amarillistas” sobre Teotihuacan y el periodo Clásico de la civilización del Anáhuac, hechas por arqueólogos que reclaman sus “tres minutos de fama”.

El sensacionalismo “es noticia” y como los trabajos arqueológicos, para ser verdadera “noticia”, requieren hechos como el descubrimiento de una tumba, como la de Palenque o una obra maestra como la Coyolxauhqui, es lo más fácil y lo más común hacer declaraciones sensacionalistas a la prensa, para decir “aquí estoy yo y estoy trabajando en Teotihuacan”.

Es más fácil destruir que construir. En efecto, se ha venido trabajando Teotihuacan desde los mismos mexicas que hicieron sus propias exploraciones, pasando por Sigüenza y Góngora en el siglo XVII y posteriormente los “viajeros ilustres” como Francisco Gemelli, Francisco Clavijero, Alejandro Humboltd, la Marquesa de Calderón o en 1864 la Comisión Científica de Pachuca, y finalmente del siglo XIX y principios del XX Leopoldo Batres.

A lo largo de muchos años se ha venido construyendo una serie de teorías, con muy escasas bases científicas, pues debemos de pensar que la destrucción y abandono de Teotihuacan se dio alrededor del siglo noveno de la era cristiana, que el lugar fue cubierto y abandonado. Que Tlacaélel, el cihuacóatl de los mexicas, ordenó la destrucción de los códices antiguos para crear una nueva historia del Anáhuac, donde los mexicas ocuparan el punto central.

Ha transcurrido más de un milenio y no se cuenta con códices que nos “hablen” fehacientemente del objetivo por el cual fue construido Teotihuacan. Sin embargo, basados en la centenaria memoria oral, que en el siglo XVI se convirtió en manuscritos hechos en lengua náhuatl, latín o español, por los propios invasores o indígenas convexos, se tienen algunas referencias de los toltecas, la Toltecáyotl y Teotihuacan.

Pero a lo largo del tiempo, se ha podido precisar un periodo de esplendor y paz augusta en el Anáhuac que el propio Ignacio Bernal, que lo investigó profundamente, no llegó a concluir cual fue la razón que motivó esta paz, que no fue impuesta por las armas a diferencia de otras antiguas civilizaciones que por medio de las armas tuvieron periodos largos de paz.

¿Qué fue lo que sucedió “exacta y precisamente” en Teotihuacan y en el periodo Clásico?, por el momento será muy difícil saberlo. Sin embargo, lo importante para el pueblo y el Estado mexicano es contar con “una historia” que fortalezca la identidad, la auto estima y la fuerza interna de la nación. Como todos los países del primer mundo la tienen y para el caso de Europa, lo que esta sucediendo con la cultura celta, que hoy es fuente de identidad y exaltación. Es un derecho inalienable de todo pueblo.

Uno de los problemas que enfrenta la “historia antigua del Anáhuac” es la COLONIZACIÓN CULTURAL E INTELECTUAL. Desde los primeros días de la invasión y durante estos casi cinco siglos, todo lo que tiene que ver con la “historia propia nuestra” es negada, transgiversada y vilipendiada. La “Historia Oficial Colonial” sustenta que la invasión y colonización fue benéfica para las primitivas y sanguinarias culturas, que se la pasaban en permanentes guerras y patéticos sacrificios humanos. Esta tesis se sigue alimentando reiteradamente para hacer creer que “los costos colaterales de implantar la civilización europea” (25 millones de muertos), realmente fueron mínimos a los beneficios obtenidos por los aborígenes. Además que la colonización se sustenta en hacer que los colonizados desconozcan su historia y lo poco que sepan de ella, la rechacen por despreciable y vergonzosa.

“Injuriosamente, los estudiosos hablan todavía de culturas primitivas, de totemismo, de adoración de la lluvia, de ritos sangrientos, y centran su atención en la guerra florida y los llamados sacrificios humanos de los aztecas, a fin de intentar legitimar el desprecio que les justifica nuestra explotación.” ( Rubén Bonifaz Nuño. 1992)

El problema también se centra en que la investigación e interpretación histórica y arqueológica ha estado en manos, criterios y financiamientos extranjeros, desde 1521. En efecto, desde el primer “historiador, arqueólogo y etnólogo”, Hernán Cortés, pues sus Cartas de Relación” son ahora tomadas como “fuentes históricas”, a pesar de ser tendenciosas y donde se oculta la verdad. Cortés fue el primer “arqueólogo” al “explorar” el Palacio de Axáyacatl en busca de un tesoro. Y fue, además, el primer etnólogo al “describir a los invadidos” con lujo de imprecisiones, falta de conocimientos y enormidad de prejuicios.

Pero en el campo de la arqueología la colonización es abrumadora. La arqueología es una ciencia colonizadora con una pesada base euro céntrica. Nace con aventureros o militares invasores y a finales del siglo XIX se comienza a estructurar de manera “científica”. El materialismo y el cientismo han reducido la visión de la arqueología de que, por ella sola, pueda explicar profundos procesos sociales-religiosos- espirituales de antiguos pueblos “extintos”.

En efecto, con “cuatro tepalcates” es muy difícil poder conocer y entender una civilización milenaria que sustentó su desarrollo humano en la trascendencia espiritual de la existencia, como la del Anáhuac. Todavía resulta más difícil sí la ideología de los arqueólogos es colonizadora y/o colonizada y viene de otra cultura como la europea, especialmente anglosajona y francesa.

La triste realidad en México, es que en general, los criterios en la arqueología están fundamentados y dirigidos por arqueólogos norteamericanos, quienes tienen todo el apoyo económico de sus universidades para “hacer trabajo de campo e investigación de gabinete”, que los mexicanos no tienen. Razón por la cual, la arqueología en México esta en manos extranjeras, como muchas actividades, nada nuevo en este país.

“De esta suerte, valiéndose de análogas complicidades, los eruditos estadounidenses han formado, respecto de la cultura olmeca, un sistema de mentidas conjeturas cuyo cuyas principales características son el desdén y la ignorancia.
Condenable es eso, pero no es, en mi opinión, lo peor; lo peor consiste en que los estudiosos mexicanos, voluntariamente sometidos a una perversa forma de colonización extranjera, se sujetan, por lo común, a las sistemáticas equivocaciones de los eruditos estadounidenses, y las repitan y las confirman como verdades, acaso con el deseo y la esperanza de que éstos los tengan por iguales suyos.
De estos casos, por obvio principio de dignidad, no quiero ofrecer ningún ejemplo.” (Rubén Bonifaz Nuño. 1995)

Para el caso de las periódicas notas amarillistas sobre Teotihuacan, debemos de darles la importancia que merecen. Porque para sustentar una tesis de manera seria sobre “los sacrificios humanos y el poder económico” de Teotihuacan, se necesitará muchos años de trabajos y con una sólida base científica que, ni para el caso de Tenochtitlán, ha sido posible establecer a pesar de que esta ciudad se fundó apenas en el año 1325 d.C. y tuvo un poder relativo solo en el altiplano Central y una pequeña parte de la Costa del Golfo de México a partir de 1428 con la derrota de Atzcapozalco por Tenochtitlán, Tlacopa y Texcoco, encabezados por Tlacaélel, quien mas tardé fue por más de 50 años el Cihuacóatl (el que administra), de quien se dice “fue el verdadero poder atrás del trono de los mexicas”.

La ideología imperialista-materialista-guerrera fue creada por Tlacaélel a partir de transgredir el pensamiento tolteca-espiritual por una visión distorsionada de la “Guerra Florida” y la necesidad de alimentar al Quinto Sol, no con sacrificios espirituales como lo enseñó milenariamente Quetzalcóatl, sino a través de sacrificios humanos. Todavía no ha quedado satisfactoriamente claro esta parte oscura de la historia mexica y del Anáhuac, en parte porque hasta la fecha no se tiene claro el contenido y alcances sociales y culturales de la Toltecáyotl, esencia filosófica de los toltecas y de los pueblos y culturas del Anáhuac. Por lo consiguiente, menos aún la tolteca en Teotihuacan. Hacer interpretaciones frívolas sobre los “sacrificios humanos” en Teotihuacan resulta muy aventurado y amarillista.

El euorocentrismo implica juzgar a “los otros”, con los valores de los colonizadores europeos. La vida, la muerte, lo divino y lo sagrado, son muy diferentes en tiempo y espacio. El concepto de muerte ritual y sacrificio es muy complejo y muy profundo en todas las culturas del mundo. Aún en la cultura europea, recuérdese el fervor de morir martirizado en la invasión de América para ir al cielo por los misioneros españoles.

Por desgracia el ser humano ha sucumbido a la tentación de hacer sacrificios humanos durante todo la historia de la humanidad, en todas las culturas y en todas partes. Los hicieron los fenicios, los egipcios, los chinos, etc. Los han hecho recientemente Europa en la Edad Media, los “autos de fe” y las grandes matanzas como la de la Noche de San Bartolomé, las matanzas en los barcos y plantaciones con los pueblos africanos, las matanzas de indígenas en América que se calculan en 50 millones en el periodo colonial.

Y recientemente las matanzas que se dieron en las dos Guerras Mundiales, las bombas atómicas en Japón, las matanzas de civiles en Corea, Vietnam, Panamá, Granda, las guerras por los diamantes y el petróleo en África, la ex Yugoslavia, Palestina, Afganistán e Irak, por mencionar unas cuantas del pletórico registro mundial. Pero fundamentalmente, la mortandad global producida por la pobreza y el hambre que ha producido el neoliberalismo y la globalización en el planeta.

Para el caso de México, la UNICEF informa que mueren 50 niños por cada 1000 que nacen y que la mortalidad infantil hasta los cinco años es una de las más altas de los países de mediana economía. Dicho de otra forma, en el México del siglo XXI se siguen haciendo “sacrificios humanos”, dado que esos niños mueren por la pobreza en la que viven sus familias. Millones de barriles de petróleo se sacan del subsuelo diariamente, supuestamente patrimonio de la nación, pero sus niños mueren por carecer de recursos. Este es un sacrificio humano de carácter económico.

Pese a esta bochornosa situación, los arqueólogos del Cuarto Milenio, no podrían decir que los gobiernos del PRI y el PAN en México, durante casi un siglo sustentaban el ejercicio del poder en hacer “sacrificios humanos con niños”, aunque esto es una realidad.

http://www.elfinanciero.com.mx/ElFinanciero/Portal/cfpages/contentmgr.cfm?docId=203255&docTipo=1&orderby=docid&sortby=ASC

sábado, 18 de julio de 2009

ANTE LA QUIEBRA DE LA IDEOLOGÍA CRIOLLA


Los criollos desde 1821 nunca han trabajado y luchado por la grandeza y desarrollo de “su país”, al que equivocadamente le pusieron “México”, ya que los mexicas vivían solo en lo que hoy es el centro de la ciudad de México, ignorando por completo a las demás culturas como son los mayas, zapotecos, nahuas, mixtecos, totonacos, purépechas, etc. El nombre de nuestra civilización ancestral es ANÁHUAC.

Pues bien, los criollos (extranjeros nacidos en el Anáhuac) han desarrollado a lo largo de estos doscientos años una “IDEOLOGÍA CRIOLLA”, en la que pretenden vivir bien y hacerse ricos, sin trabajar e invertir mucho.

La ideología criolla siempre ha pretendido poner a disposición de los Mercados y capitales extranjeros, la mano de obra esclava de los pueblos del Anáhuac y sus recursos naturales, a cambio de unas cuantas migajas. El criollo siempre ha buscado la inversión y tecnología extranjera para hacerse rico. Nunca se ha planteado crear el capital e invertirlo. Ni ha pensado en invertir en ciencia y tecnología y crearla para mejorar la productividad. Pedir prestado y comprar tecnología ha sido su historia.

El criollo no tiene patria, no tiene pueblo, no siente amor de la tierra que le dio asilo y orgullo del pueblo y de su ancestral cultura que le abrió los brazos y el corazón. El criollo siempre desprecia y niega cualquier valor de la cultura Madre de esta tierra, es un oportunista. Exalta permanente y constantemente sus “orígenes ultramarinos”. Se cree superior y siempre recalca su fenotipito y su “abuelito” extranjero. Por ello se caracteriza por ser racista y clasista.

La ideología criolla, que se basa en el abuso y la explotación, lo mismo está presente en mestizos que en “indios desindianizados”. Por que hay que señalarlo, que muchos extranjeros, también han venido a dar lo mejor de sí mismos a esta nación, desde Gonzalo Guerrero, pasando por Francisco Javier Mina o León Felipe, por citar solo a tres nobles ejemplos.

El punto es que la ideología criolla desde 1821, al despojar a los gachupines del Virreinato de la Nueva España, ha venido entregando el país que creó a los inversionistas y capitales extranjeros. Nunca ha existido la idea de trabajar denodadamente en la construcción a largo plazo de un país. Siempre han sido oportunistas raposos que quieren hacerse ricos de la noche a la mañana y salir huyendo con sus capitales mal habidos.

No han desarrollado una cultura de trabajo, esfuerzo y sacrificio. No han tenido planes a largo plazo, planes a dos, tres o cuatro generaciones. Desde Iturbide hasta Calderón, la esperanza es de que “vengan capitales” a salvar a “su patria”. En vez de trabajar y repartir con justicia la riqueza para que la patria sea mejor.

Nunca han invertido en educar e instruir al pueblo. Por el contrario. La intención es mantenerlo ignorante y embrutecido, ajeno a sí mismo. La mediocre instrucción que le dan al pueblo es para prepararlo para ser obrero o empleado. Por lo mismo, no han invertido en ciencia, tecnología e investigación. En su país, todo es rápido y para ayer, de desecho y mal hecho, a corto plazo y solo para “ellos”.

Alemania, Japón e Italia en dos décadas se recuperaron de una destrucción total. China en menos de 40 años, pasó de ser un país pobre, ignorante y corrupto a ser uno de los países más poderosos del siglo XXI. En México llevamos doscientos años en manos de los traidores e ineptos criollos, y día a día el país se les deshace en pedazos en las manos.

En este país se necesita un cambio. No de partido en el poder, no de modelo económico, no de “modelo exterior”; SINO DE PROYECTO DE NACIÓN.

Lo que hoy es México nace hace ocho mil años de una de las civilizaciones más antiguas de la humanidad. Desde la invasión de 1519, se ha tratado de destruir y negar este patrimonio cultural, social y pletórico de sabiduría humana. Tres siglos de salvaje y despiadada colonización española. Y dos siglos de una impotente e incapaz neocolonización a manos de los mediocres criollos, que ni siquiera han podido generar la riqueza que crearon sus parientes los gachupines en el Virreinato, nos enfrenta a la peor crisis de su corta historia.

Los criollos desde 1821 han generado más injustita y pobreza. Han perdido más de la mitad del territorio. Han perdido la soberanía política, económica, alimentaria y cultural.

Estamos al final de un corto, pero doloroso trayecto de nuestra larga historia milenaria. El fin de la neocolinzación criolla está muy próximo (por sus propios errores e incapacidades). El planteamiento que deben hacerse las conciencias e inteligencias más lúcidas, no es “cómo se debe hacer el cambio”. Sino, cómo debe ser el nuevo país que queremos construir para los hijos de nuestros nietos.

El cambio vendrá en la forma menos pensada e increíble. El cambio vendrá por sí mismo. El verdadero desafío es –saber qué debemos hacer en ese cambio-. Sería un error histórico tratar de “reparchar” el modelo criollo neocolonial.

Cuál es el tipo de sociedad y país que deseamos construir. Cuál será el supremo objetivo en el que se dirigirán los esfuerzos, recursos, de todos los ciudadanos. Cuáles serán sus valores, sus más preciados sentimientos. Cuáles sus anhelos. Cuál el proyecto abstracto compartido por todo el pueblo.

Estamos en los estertores dolorosos de un nuevo mundo, de una nueva sociedad, de un nuevo país, de una nueva forma de pensar, sentir y de vivir.

viernes, 17 de julio de 2009

EL ANÁUAC, LA TIERRA RODEADA DE LAS GRANDES AGUAS.


Lo que hoy conocemos como “México” fue parte de una extensa región cultural que se conoce como Cem Anáhuac . A diferencia de otras Civilizaciones Madre , el territorio del Anáhuac estaba delimitado por una relación astronómica. En efecto, el movimiento del Sol en su recorrido entre dos latitudes marcaba su extensión en el Norte y hasta el Sur; y el Este y Oeste, por los dos mares. Por lo cual su expansión y desarrollo no tuvo un origen militar, comercial o imperial en el periodo Clásico.

Su expansión no se mantuvo por medio de las armas. Lo prueba, el hecho de que las mismas armas que se desarrollaron en el periodo prehistórico: la lanza, el arco y la flecha, el hacha, el escudo, la honda y el mazo, fundamentalmente, serán las mismas durante los más de siete milenios de desarrollo endógeno, y estas mismas armas serán con las que enfrentarán a los españoles, en una lucha, desde la parte anahuaca, en la que estaba prohibido matar al enemigo.

Su expansión no se provocó por un desarrollo y expansión comercial. Lo prueba el hecho de que en todo su desarrollo, jamás las culturas del Anáhuac desarrollaron la moneda. A pesar de tener en el tianguis semanal, una institución que sobrevive hasta nuestros días. Al final del periodo Postclásico, apenas ocho décadas antes de la invasión europea, los mexicas empezaron a probar al cacao y ciertas hachas de cobre como instrumentos de cambio, pero no llegaron a crear y acuñar “una moneda”.
Su expansión no pudo ser de carácter imperial, toda vez que en el periodo Clásico no existieron las guerras. Se supone y así lo firma Ignacio Bernal.

“Ahora bien, la tesis que piensa en la posibilidad de un imperio teotihuacano está, cuando menos en parte, en contradicción con el punto de vista, hoy muy difundido, de que Teotihuacan – y en general toda la época clásica- representa las teocracias pacíficas en contraste al militarismo de épocas posteriores. En efecto, en Teotihuacan hay pocas indicaciones que permiten afirmar que se trata de un estado con tendencias militares. No tenemos esculturas o pinturas representando guerreros, no hay escenas de batallas ni hay fortificaciones; se ha encontrado muchas puntas de proyectil, pero no es seguro que se usaran para la guerra.
En cambio, tenemos una abundancia manifiesta de templos y de representaciones de sacerdotes e escenas religiosas, dioses y objetos de culto.”

La influencia tolteca en todo el Anáhuac en el periodo Clásico, apreciada en la arquitectura y en el arte, en las demás culturas, nos hablan de una poderosa presencia ideológica y religiosa que surgió de Teotihuacan y se expandió por todo el Anáhuac. Se entiende como La Toltecáyotl se difundió por el convencimiento de la razón y fue adoptada y trasformada por cada cultura para darle su propio sello y personalidad.

Es importante subrayar que las culturas del Anáhuac mantuvieron un proceso endógeno durante siete mil quinientos años de desarrollo humano, sin la intervención de ninguna otra civilización. Llegando a ser una de las seis más antiguas del planeta. Otro elemento importante es que por múltiples y diferentes culturas que han existido en el Anáhuac, todas se mantienen unidas por una matriz filosófica cultural llamada Toltecáyotl.


TIEMPO HISTÓRICO DEL ANÁHUAC 8 MIL AÑOS

a) Preclásico 6000 a.C a 200 a.C. 5800 años.
b) Clásico 200 a.C. a 850 d.C. 1050 años.
c) Postclásico 850 d.C. a 1521 d.C. 671 años.
d) Colonia 1521 d.C. a 2009 d.C. 488 años.


Es necesario precisar que la civilización del Anáhuac es una sola, por múltiples y diversas culturas que hayan existido en sus primeros siete mil quinientos años de desarrollo endógeno. Que todas las culturas compartieron una misma “matriz filosófica-cultural” , y que la llamada cultura mexica o azteca, fue la última en llegar al Valle del Anáhuac de las llanuras del Norte en el año 1276 d.C., en el último periodo conocido como Postclásico o decadente.

Sin embargo, los mexicas eran un pueblo “sin rostro”, pobre y sin tierra, que estuvo peregrinando hasta llegar a fundar Tenochtitlán en el año 1325 en un pequeño islote en el lago. No eran agricultores, no hablaban la lengua náhuatl, que era la lengua franca en la que se comunicaban todos los pueblos del Anáhuac. Tenían a una divinidad tutelar al que posteriormente “insertaron” en el panteón ancestral del Anáhuac. En efecto, Huitzchilopoztli fue una figura advenediza a la milenaria cosmogonía tolteca . Los mexicas substituyeron a uno de los cuatro Tezcatlipoca e “injertaron” a su divinidad tribal llamado Huitzchilopoztli, dándole un “sentido mexica” a la filosofía ancestral-.

Los mexicas fundaron Tenochtitlán en 1325, es decir 49 años después de que arribaron al Altiplano Central y 196 años duró la ciudad que fue destruida por les españoles en 1521. El pueblo sin rostro, que venía del Norte, en calidad de bárbaro (chichimeca), inmediatamente se asimiló a los remantes de la cultura tolteca que había sobrevivido al colapso del periodo Clásico en el año 850 aproximadamente. Es decir que existieron 475 años entre el colapso civilizatorio tolteca y la fundación de Tenochtitlán. Casi cinco siglos de decadencia cultural degradaron los conocimientos y prácticas toltecas. Sin embargo los mexicas rápidamente tomaron las bases de la Toltecáyotl y se incorporaron al mundo cultural del Anáhuac.

Los mexicas se mantuvieron en un perfil bajo durante 115 años, siendo tributarios de otros señoríos, en especial de Azcapotzalco. Sin embargo, en el año de 1440, cuando nombran tlatuani a Moctezuma Ilhuicamina y éste a su vez tiene a Tlacaélel como Cihuacóatl, los mexicas emprenderán la carrera al poder a través de la lucha que iniciaron contra el señorío de Azcapotzalco, aliándose a los señoríos de Texcoco y Tlacopan. Después de vencer, formarán la Triple Alianza y empezará su periodo de expansión imperial.

Sin embargo, el problema filosófico que enfrentaron los mexicas al inicio de su expansión, fue que en la cosmogonía náhuatl se vivía el final de Quinto Sol , la destrucción era inminente y cada 52 años los habitantes del Anáhuac veían con terror el fin de su mundo. Quetzalcóatl tenía siglos de haber dejado en la orfandad a los pueblos del Anáhuac y vivían con la esperanza de su prometido regreso.

Tlacaélel, quien fue el ideólogo del imperio mexica, resolvió el problema mandando destruir todos los códices antiguos, reformando la historia y dándole la misión divina de “sostener el Quinto Sol” a los aztecas. De este modo, la razón de Estado del imperio azteca fue la de “sostener la vida del Quinto Sol”, no a través del sacrificio espiritual, como lo marcaba la Toltecáyotl de origen milenario. Tlacaélel sustituyó a Huichilopoztli por Quetzalcóatl, y el sacrifico espiritual por el sacrifico humano. La materia por el espíritu e inició la expansión del imperio azteca con “una poderosa razón de Estado”.

De este modo la ancestral Guerra Florida, institución tolteca que permitía que el individuo luchara contra las fuerzas de la materia, que arrastran al individuo a la estupidez humana, fue cambiada por una “Guerra Florida mexica”, en contra de sus vecinos, quienes además de ser sacrificados como alimento para el Sol, sus pueblos fueron condenados a pagar altos tributos, como no había existido recuerdo en el Anáhuac.

En síntesis, los mexicas a través de las reformas de Tlacaélel, al cambiar el sentido místico y espiritual por el mundo y la vida, por un sentido materialista guerrero, trastocarán severamente la filosofía y la religión del Anáhuac. La trasgresión al pensamiento espiritual tolteca de Quetzalcóatl, será por una parte la ideología que les dará una razón de Estado para su expansión, pero 81 años después, con la llegada de los invasores europeos, será la causa de su derrota.

La figura filosófica religiosa de Quetzalcóatl aparece gráficamente desde el año 1500 a.C. con los olmecas, pero seguramente es más antiguo su origen. Lo que implica más de tres mil años de hegemonía cultural, como símbolo de la sabiduría, la virtud y el sacrificio espiritual. Los mexicas a partir de las reformas de Tlacaélel a partir de 1440, disminuirán su presencia, la cual será suplida por Huitzilopochtli la deidad tutelar de los mexicas.

La figura filosófica religiosa de Huitzilopochtli llegó al Anáhuac en 1276 con la peregrinación de los mexicas desde las tierras áridas del Norte hacia el Sur. Huitzilopochtli representa la voluntad de poder, la guerra, la materia y el sacrificio humano. Se impondrá en parte del Altiplano Central y parte de la Costa del Golfo a lo largo de 81 años, de 1440 a 1521.

El cisma filosófico-religioso será la ruptura medular entre los pueblos del Anáhuac que se mantendrán fieles al simbolismo de Quetzalcóatl, y los pueblos comenzando por el mexica, que cambiarán a Quetzalcóatl por Huitzilopochtli. Éstos últimos en principio aceptarán la mentira de Hernán Cortés, quien se dijo enviado como capitán de Quetzalcóatl; y se convertirán más tarde en aliados de los españoles, como les sucedió a los tlaxcaltecas.

Una de las poderosas razones por las cuales un puñado de filibusteros logró apoderarse del imperio azteca, fue esta trasgresión filosófica-religiosa, la cual se puede observar nítidamente en la arquitectura del Templo Mayor de Tenochtitlán, en el cual los mexicas “igualaron” la jerarquía de Tláloc con la de Huitzilopochtli, reduciendo el nivel a Quetzalcóatl al poner su santuario enfrente del Templo Mayor, pero de menor proporción y dimensión.

En el sistema religioso tolteca, solo existía una divinidad suprema que era invisible, impalpable e innombrable. Era una abstracción filosófica total, muy alejada de la humano por su dimensión inconmensurable. De modo que solo se le refería con metáforas poéticas. Así entonces se le llamaba: Tloque Nahuaque, Ipalnemohuani o Yahuali Ecatl, que respectivamente significan: El que esta aquí y en todas partes al mismo tiempo, Aquél por quien se vive y Noche Viento.

En un segundo nivel, esta misma suprema divinidad inconmensurable, en un estadio menos elevado y de carácter religioso se le llamaba Ometéotl o La Dualidad Divina, entendiendo que “el todo” estaba compuesto de un par de opuestos complementarios: masculino/femenino, caliente/frío, seco/húmedo, etc. Esta dualidad era conocida religiosamente como “de los dos el Señor” (Ometecutli), “de los dos la Señora” (Ometecihuatl).

Pero en un tercer nivel, esa misma Divinidad Suprema, en el alcance vivencial de los masehuales o pueblo en general. Esta Divinidad Suprema el pueblo la veneraba como Tláloc y Quetzalcóatl. Entendidas respectivamente como la “representación de la energía luminosa ”, simbolizada con el agua. Y la segunda, como la “representación de la energía espiritual ” representada con el soplo divino que le da conciencia a la materia, es decir, con el viento (simbólicamente).

Esta dualidad divina ancestral fue transgredida brutalmente por la reforma ideológica y religiosa de Tlacaélel. Para los mexicas, Quetzalcóatl pasó a ocupar un sitio de menor importancia en la ideología y religión, exaltando a su divinidad tutelar Huichilopoztli en su lugar. Sin embargo, todos los pueblos del Anáhuac, especialmente en el periodo Postclásico, vivían en la expectativa del profetizado regreso del Venerable Maestro y Guía, esperanzados en el resurgimiento de un estado de bienestar, armonía y concordia que se había roto con la expansión mística/guerrera de los mexicas y su razón de Estado, de sacrificar prisioneros de las “Guerras Floridas mexicas”.

El símbolo filosófico/religioso de Quetzalcóatl aparece, como ya se dijo, con la cultura olmeca en el periodo Preclásico. La Venta (1700 a.C.) y Chalcatzingo (1500 a.C.), entre muchos lugares nos presentan la iconografía de “la serpiente emplumada”. En el periodo Clásico en Teotihuacan la encontramos como el personaje central, y aún los mexicas le construyen una pirámide menor enfrente del Templo Mayor.

Quetzalcóatl es más que un símbolo estructural de la Toltecáyotl, podríamos afirmar que “es la estructura central del pensamiento tolteca”. Todas las culturas del Anáhuac tendrán presente a la serpiente emplumada. Unos le llamarán Quetzalcóatl, otros Cuculcán, otros más Belguetza, pero para todos, será una serpiente emplumada iconográficamente, asociada a la sabiduría, guía de seres humanos, benefactor de las artes y la ciencia. Pero fundamentalmente en el periodo Postclásico, de esperanza y resurrección.

domingo, 12 de julio de 2009

MITOS Y FANTASÍAS DE LOS AZTECAS, LOS ESPAÑOLES Y LA CONQUISTA DE MÉXICO 1


PROLOGO.


Los pueblos del Anáhuac están viviendo una constante invasión y una permanente ocupación desde hace casi cinco siglos. Las fuerzas de ocupación, sean estas: económicas, políticas, culturales o religiosas, han desarrollado una “ideología criolla”, la cual propicia la colonización mental y espiritual de los hijos de los hijos de aquellos que un día inventaron el maíz, el cero matemático o la cuenta perfecta del tiempo, entre muchos otros beneficios que han dado a la humanidad, siendo una de las seis civilizaciones más antiguas del mundo.


Pese a estos casi cinco siglos de negación, denigración y desvalorización, los principios y valores esenciales de la Cultura Madre se han mantenido en el limitado perímetro de “lo propio nuestro”. Las poderosas fuerzas de ocupación han tratado de hacer creer, por los múltiples medios a su disposición, que nada queda de la milenaria civilización invadida y que no ha podido sobrevivir. Que a partir del 13 de agosto de 1521, todo lo que fue “nuestro” a lo largo de siete mil quinientos años despareció por la fuerza del arcabuz y la espada, que todo se perdió en las ruinas de Tenochtitán. Acaso solo quedan los aspectos negativos de los invadidos y explotados en estos quinientos años, como el alcoholismo, la flojera y la frustración.


Los invisibles dirigentes de la ocupación, han diseñado “su país” y una nueva sociedad “falazmente mestiza”, sin memoria histórica, excluyente, hipócritamente racista y clasista. En la que todos son iguales, pero hay decenas de millones “más iguales que otros” y todos “con un abuelito español”. Los mestizos desculturizados y los “indios desindianizados” solo han sido la carne de cañón de los opresores y sus luchas por el poder y sus vergonzosas derrotas ante los invasores externos.


Esta ocupación se mantiene a través de un eficaz sistema de exclusión muy bien disfrazado y fortalecido por la corrupción, la impunidad y la violencia selectiva. Todo esto abonado con una ignorancia general producida por los medios masivos, especialmente por la televisión, las industrias de los espectáculos y el entretenimiento, así como un sistema educativo “científicamente diseñado” para mantener la ignorancia, la vacuidad y la pérdida de valores.


Una de las bases de ideológicas de la ocupación y exclusión, son “los mitos y fantasías que han creado sobre los aztecas, los españoles y la conquista de México”. Con estos mitos y fantasías el mexicano común, desde pequeño y desde la casa y la escuela se le educa en la esclavitud y en la impotencia.


Ha aprendido a ser derrotado por padres, familiares, maestros, amigos y ahora por la cotidiana y absoluta televisión. Su baja autoestima ha sido diseñada para que sean “mínimos” sus salarios, sus prestaciones, sus oportunidades y sus derechos. Ha sido educado en el auto desprecio, en la ignorancia de sí mismo, en la distorsión y pérdida de la memoria histórica. Por lo cual lo han convertido en un “zombi-colonizador-colonizado”. En un “extranjero inculto en su propia tierra”. En un “gringo de tercera, en vez de un anahuaca de primera”.


Este ensayo pretende destruir estos “mitos y fantasías” que son uno de los eslabones, de la cadena que nos esclaviza y nos impide ser libres y dueños de nosotros mismos y de nuestro futuro soberano, humanista y colectivo.

viernes, 10 de julio de 2009

MÉXICO… ! DE LA PATADA ¡


El acto más vergonzoso que he visto en el deporte nacional. El entrenador de la selección nacional en un partido internacional le da una patada a un jugador del equipo contrario frente a cincuenta mil espectadores y millones de televidentes.

El futbol es un fiel reflejo de la vida nacional. México esta de la patada. Los que dirigen los esfuerzos y trabajos de más de cien millones de mexicanos, los políticos, están igual que el entrenador nacional.

El país y el futbol es solo un negocio. Un gran negocio que deja miles de millones de dólares a un puñado de vivales a costa del trabajo y recursos naturales del país, y en el caso del futbol, a costa de la ilusión y esperanza de un pueblo que ve en el futbol, la manera de evadir su realidad plagada de frustración, pobreza e injusticia.

Se supone que el “entrenador nacional” es un profesional de alto nivel. El mejor de todos. La “decepción nacional” va de tumbo en tubo y fracaso en fracaso. Es la selección del “apenitas”. En la cancha se ve un grupo de jugadores con técnica, experiencia y deseos de ganar. Pero también se ven desconcentrados, desorganizados, insuficientes, temerosos de enfrentar “personalmente” el desafío. En síntesis, mal dirigidos.

Se vieron así frente a equipos como Trinidad y Tobago o en este caso a Panamá. Es más que obvio que jugador por jugador, técnica por técnica, infraestructura deportiva por infraestructura deportiva, y dinero invertido en estos “negocios”, México es con mucho: más capaz, más eficiente, con mucho más recursos y con más dinero, pero esto no se refleja en el juego y menos en los resultados.

¿Por qué sucede esto? Por la incapacidad e impotencia de los dueños de los equipos y los dirigentes del negocio de las patadas. A diferencia de otros países en los que toda la nación y el Estado se sienten “representados” por su nivel de futbol y por supuesto, por sus selecciones nacionales. Los “dirigentes” mexicanos solo lo ven, con miopía, como un negocio (tanto al país como al futbol). Por desgracia, hasta en eso son malos negociantes.

México carece de dirigentes que respondan a las necesidades y aspiraciones del pueblo de México. Los políticos, además de ser una clase parásita, son gente incapaz, frívola y corrupta. El gran pueblo de México desde 1521 ha quedado huérfano. No ha tenido dirigentes que respondan a los retos históricos. La mayoría ha sucumbido a sus míseros intereses personales y de grupo, jamás la patria ha estado por encima de todo. Y no confundir a “dirigentes” con luchadores. Morelos, Guerrero, zapata y Villa (entre muchos otros), jamás gobernaron, solo lucharon por ideales y por ellos murieron.

En los últimos tiempos hemos tenido dirigentes como Luis Echeverría, Vicente Fox y López Obrador, que tuvieron en sus manos la esperanza de una gran parte del pueblo. Y todos fracasaron. Los tres, por citar a tres de las tres fuerzas políticas, pero el sistema esta plagado de esta especie nefasta en todos los partidos y en todos los niveles de gobierno.

Al igual que “el vasco” Javier Aguirre, no han tenido la inteligencia, capacidad y honestidad para enfrentar su desafío histórico. Todos le han fallado al pueblo de México.

La ideología criolla, que ve en el pueblo y los recursos naturales un modo de hacerse rico de la noche a la mañana, y no la oportunidad de llevar justicia y bienestar a los mexicanos. México es gobernado, dominado y explotado por españoles, libaneses, judíos y un largo etcétera. Estos criollos no les importan el país ni el pueblo. Todo es negocio y ellos tienen su “doble nacionalidad”, de modo que cuando las cosas se ponen mal… inmediatamente piden ayuda y buscan refugio en su país verdadero.

Entre Calderón, Gordillo, Beltrones, Ortega, Peña Nieto, López Obrador y el vasco Javier Aguirre, no existe la más mínima diferencia. Su incapacidad, su pequeñez humana y espiritual, así como su mezquindad y bajeza (haiga sido como haiga sido). Unos le dan de patadas al pueblo y el otro le da de patadas a un jugador del equipo contrario. No cabe duda que en México todo está de la patada...

sábado, 4 de julio de 2009

EL VOTO NULO


Los votos son el aval del pueblo, que la clase política y el sistema colonial necesitan, para que se gobierne a favor de los intereses de los dueños del dinero.

La “democracia electorera” es una farsa que los adoradores del Becerro de Oro inventaron para dominar y dirigir a los pueblos a partir de una clase parásita llamada “políticos”.

En efecto, en 1776 nació en Estados Unidos este perverso engaño, montado en la ficción que “el pueblo se puede y de debe gobernar a sí mismo”. Pero la realidad histórica nos dice lo contrario. Cuando los pueblos han votado por un candidato que no representa los intereses del poder económico, aunque gane en las urnas, el sistema con toda su poderosa maquinaria, que va desde los medios hasta el golpe de Estado, cambian la decisión popular.

En México, lo hemos visto desde José Vasconcelos, pasando por Cuauhtémoc Cárdenas y recientemente con López Obrador. El sistema colonial de explotación requiere del voto para validar su operación corrupta de explotación, sometimiento y enajenación del pueblo. La democracia funciona “a medias”, como en Estados Unidos, cuando pueblo y gobierno tienen el mismo interés… “adorar al becerro de Oro”.

Por esta razón el gobierno, los partidos políticos, la clase política, la iniciativa privada, los medios masivos de comunicación, las iglesias, las corporaciones sindicales, la farándula, los deportistas profesionales, los intelectuales y artistas orgánicos, todos claman en contra del VOTO NULO. Por que representa el tácito rechazo, dentro del juego perverso democrático, a la farsa de los partidos, los candidatos y el poder establecido.

Sorprende esta campaña en la que “extrañamente”, los supuestos enemigos se ponen de acuerdo, para que la gente no anule su voto. Nadie dice nada de que más del 60% de la población, que debe sufragar, generalmente no lo hace.

En efecto, la democracia es ilegal e inmoral, pues “sí es el gobierno de las mayorías”, LA MAYORÍA DEL PUEBLO NO VOTA. La mayoría se abstiene, sea porque no cree, por desengaño, por hastío, porque ha aprendido que “ellos” no eligen a los candidatos, “ellos” y sus necesidades y aspiraciones no son tomados en cuenta por los elegidos en el ejercicio del poder, porque sabe que todos los partidos en el poder hacen trampa y actúan fuera de la ley en sus campañas, porque han aprendido que cuando los elegidos llegan al poder, solo luchan por las canonjías de grupo y de partido, y que el pueblo es olvidado. Sea como fuere, el pueblo bien sabe amargamente que voto por quien vote, gane quien gane, EL PUEBLO SIEMPRE PIERDE.

¿Quién entonces vota? En general, la gente que para vivir o medio vivir, está comprometida con el corrupto sistema en cualquiera de los partidos. Desde el que lo dejan entrar a la dependencia a bolear zapatos o lo dejan vender en la calle, pasando por los burócratas y sindicalistas borregos, hasta ese 15% de “mexicanos” dueños de este país que hacen excelentes negocios con el presupuesto. Y por supuesto, la gente ignorante o ingenua que cree en todo este complejo andamiaje de mentiras y verdades a medias.

Pero el punto es, ¿por qué tanta preocupación por el voto nulo? Por qué les preocupa tanto que la gente vaya a las casillas y deposite su descontento en una boleta, sí de todas formas voten por quien voten, estarán en el poder la misma gente corrupta de cualquiera de los partidos.

Por qué TODOS se ponen de acuerdo en censurar que el ciudadano arto de tanto gasto inútil, de tanta verborrea demagógica, de tanta bajeza y enfrentamiento estéril, vaya a la urna y demuestre su descontento de una manera ciudadana. ¿Por qué?

Lo que es bueno para el pueblo, es malo para sus explotadores y vividores. Lo que es malo para los explotadores y vividores es bueno para el pueblo.

Los mercaderes del mundo nos han engañado en los últimos 233 años, haciendo creer a los humanos que la “democracia” es la mejor forma de gobernar a los pueblos. Sin embargo, la democracia, la modernidad y el fundamentalista culto al Becerro de Oro, nos han llevado a la peor crisis planetaria de nuestra historia.