domingo, 3 de marzo de 2019

LA GENTE DEL FUTURO ES LA QUE POSEE SABIDURÍA DEL PASADO.

La “historia oficial de la humanidad”, según la cultura occidental, es de apenas 10 mil años. El pensamiento crítico y las mitologías de las civilizaciones ancestrales niegan tal afirmación. 
Para el caso de la nuestra, la Civilización del Anáhuac, los Viejos Abuelos nos dicen que el ser humano que hoy somos, está en los estertores del Quinto Sol, que terminó en el año 2012. 
Que estamos ya, en el inicio del Primer Sol del nuevo ciclo de cinco Soles. Cada ciclo es de 25´625 años, también llamado “la Cuenta Larga”, que se divide en cinco periodos de 5125 años, es decir, cinco soles que juntos nos dan una cuenta larga, es decir, el tiempo exacto en el que el Sol, da un giro completo al centro de la galaxia.
El inicio del Quinto Sol según una estela maya fue en el año 3114 aC. En la mecánica celeste tolteca, todo el inconmensurable engranaje es perfecto, desde el lunar de 260 días conocido como Tonalpohualli, pasando por el solar de 365.2520 días, el venusino de 584 días, el de las estrellas llamadas Pléyades de 52 años, y finalmente, la Cuenta Larga de 25´625 años, que nos hablan de la observación razonada, registrada y trasmitida durante decenas de siglos, para llegar a estas asombrosas medidas del tiempo. 
Ninguna otra civilización llegó a este riguroso y exhaustivo conteo del tiempo. De esta forma, al igual que no hay mes 13, ni octavo día de la semana, todo ciclo se repite de manera sin fin. Así que, estamos en el Primer Sol, del nuevo ciclo de la Cuenta Larga. Y aunque tenemos siete años en el “nuevo Sol”, estamos viviendo el final del quinto. 
Los ciclos de la mecánica celeste son perfectamente exactos, más los de la naturaleza y el de los humanos, no. Por ejemplo. En este año de 2019, aunque estamos en invierno, la primavera se nos adelantó. Está haciendo mucho calor. 
Pero hay años en los que, a principios de abril, todavía hace frío. Los científicos afirman que al ritmo que estamos destruyendo el planeta, no nos quedan 50 años más de vida. 
En la Cuenta Larga de 25´625 años, qué, representan 50 años, ¡nada! Solo un pequeño atraso. Pues bien, los Viejos Abuelos dejaron dicho que cada Sol termina con una destrucción violenta y que, lo mejor de ese Sol, tanto en seres humanos como en conocimiento, pasan al siguiente ciclo o Sol, entendido como una purga y un mejoramiento. Como lo hace el planeta con las estaciones y en muchos sistemas y subsistemas. Es algo natural.
Así como están las cosas en el mundo, es muy difícil ser optimista y creer que las cosas se compondrán. No solo porque cada día nos acercamos al borde de una guerra nuclear, por las luchas de poder económicas y políticas del mundo.
 Pero, aun sin guerra, la degradación que esta viviendo el ser humano, y su propia economía, a costa de la Naturaleza y la consiguiente contaminación, nos imposibilita a tener esperanzas.
¿Qué fue lo que nos sucedió? La civilización occidental, que inicia su periodo de expansión en el siglo XVI, ha sido una civilización de muerte. Ninguna otra civilización, como Egipto, Mesopotamia, China India, Tawantinsuyu y Anáhuac, han llevado a la humanidad y al planeta al borde de la catástrofe. Qué es lo que mueve a esta visión del mundo y la vida. El dinero, la riqueza, la acumulación, desmedida e irracional. 
La codicia, la propiedad privada, la comodidad, el lujo aberrante y absurdo, la insensibilidad, la deshumanización, la pérdida de valores perennes, el individualismo, la perdida de la compasión, la fraternidad, la solidaridad, en síntesis, la perdida del amor a la vida y a todos los seres vivos, comenzando con el propio ser humano.

La civilización occidental ha contaminado los valores y principios de vida de otras civilizaciones. Esta contaminación se llama “modernidad”. Lo que implica, ser, pensar y actuar como gringo. La modernidad tiene a la democracia representativa, es decir, la de políticos y sus partidos, para gobernar “legalmente” a los pueblos a través de los corruptos políticos que están al servicio de las empresas trasnacionales y el dinero, en contra de las personas, la vida y la Naturaleza. Cuentan, además, con los medios masivos, para que la gente piense, crea y sienta, como a ellos les conviene.
El ser humano moderno, no tiene valores y principios ancestrales, no tiene memoria histórica e identidad cultural, no tiene espiritualidad, no tiene sentimientos de compasión y de amor, más que para el dinero y el poder. Es un ganador, un emprendedor, un ser exitoso, un triunfador.
Muchos seres humanos en el planeta, piensan así, aunque se estén muriendo de hambre. Aunque sean pobres. No tienen conciencia, no tienen dignidad, han perdido su inteligencia. 
Y los que tienen un poco, ¡quieren más!, y los que tienen más, ¡quieren mucho más! Y los que lo tienen todo, quieren más y más, sin medida. Vivimos en un manicomio planetario, y aunque no todo mundo piensa y actúa así, lo cierto es que los que tienen el poder político y económico, los que tienen el PODER, SI PIENSAN Y ACTÚAN ASÍ.
Esta es la razón por la cual, “el futuro de la humanidad está en su pasado”. 
Los que posean la sabiduría ancestral de las civilizaciones antiguas, podrán enfrentar, con mayores posibilidades este cataclismo que se nos avecina. 
La gente del futuro es la que posee la sabiduría del pasado. Descolonizar es dignificar.



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