domingo, 24 de enero de 2016

LA HISTORIA COLONIZADA 1/2



Dese el inicio de la invasión al Anáhuac y al Tawantinsuyo, se implementó una estrategia de Estado, tanto de la corona española como del Vaticano, no solamente para destruir piedra sobre piedra, mete sobre mente, espíritu sobre espíritu, cualquier manifestación de la sabiduría ancestral de las civilizaciones invadidas, sino negar su gloriosa y milenaria existencia pasada.

La base de este perverso discurso, era la afirmación que los pueblos invadidos no tenían alma, por lo tanto, carecían de “humanidad”, por lo que no podían tener “civilización”, y en consecuencia, podían ser tratados como animales para la explotación de los cuantiosos recursos naturales del continente, y con ello, iniciar la capitalización de la paupérrima Europa, creándose la era del capitalismo. Durante los siguientes tres siglos fueron tomados como primitivos, caníbales y salvajes, que tenían que ser “cristianizados” para salvar su alma y “civilizados”, es decir, europeizados, para humanizarlos y hacerlos trabajar en el nuevo orden colonial en calidad de esclavos, y después, peones, obreros y empleados .

Debe de recordarse que fue el Vaticano quien posibilitó, primero, la usurpación de la corona castellana en favor de Isabel a quien, legalmente no le pertenecía la corona, y luego, permitió la boda de Isabel con Fernando de Aragón, que por asuntos legales no podía realizarse, -y finalmente-, financió la campaña militar para expulsar a los árabes de la península, que habían coexistido ocho siglos con los pueblos originarios y sus diversas religiones como fueron los arrios y judíos. El Vaticano pretendía recuperar los diezmos que estaban obligados a pagar, tanto los vasallos como los nobles y las mismas coronas de los reinos originarios, mismos que habían perdido cuando los musulmanes aliados con los pueblos originarios de la península expulsaron a los visigodos (católicos) que habían invadido la península a la caída del Imperio Romano.

El tratar de desaparecer de la historia de la humanidad, la sabiduría (Toltecáyotl) de una de las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del planeta, ha tenido como fin iniciar el saqueo planetario y la esclavización de los pueblos del mundo, con lo que los expertos han llamado “racismo económico”, y ha contado con el aval legal de la corona española y el aval moral de la Iglesia Católica. Y llega hasta nuestros días con el aval legal de instituciones supranacionales, “democracias desarrolladas”, y el aval moral de las iglesias, especialmente judeocristianas.


Parte de esta perversa estrategia está en “la investigación histórica” de los invadidos-conquistados-sometidos-explotados y desculturizados. El objetivo es dejarlos amnésicos y catatónicos para seguir amasando incontables riquezas. Todo y más se ha hecho para dejar a los invadidos sin memoria histórica, sin lenguajes, sin conocimientos, sin espacios y sin espiritualidad, para que actúen como zombis y queden vulnerables.

Desde el primer “investigador”, la primera persona europea que escribió sobre los invadidos y que hoy sus escritos son una “fuente histórica”. Es absurdo y estúpido aceptar que Las Cartas de Relación, escritas por Hernán Cortés sean “una fuente histórica”, verídica y confiable. Lo mismo se puede afirmar de todos los misioneros, quien, como escribe Sahagún, en el prólogo de su “magna obra”, que su trabajo tenía el fin de que los nuevos misioneros que llegaran al Virreinato, conocieran “las idolatrías” de los desalmados pueblos originarios, y con ello, hacer mejor su tarea evangelizadora.

Miguel León Portilla
Y este es el punto, los que han escrito y siguen escribiendo la historia antigua del Anáhuac, siguen siendo los mismos, desde Cortés, pasando por Clavijero, Garibay, León Portilla, hasta Krauze. Desde una perspectiva eurocéntrica, pretendiendo, por una parte desvalorar cualquier logro de la civilización invadida, describiéndola como una “cultura primitiva perdida en el pasado”, y por otra parte, justificar el crimen de lesa humanidad que “los mercaderes” han cometido y siguen cometiendo con los pueblos invadidos de América, África y Asia. Hacerlo ver como algo…doloroso, pero “justo y necesario” para alcanzar “el progreso y desarrollo de la humanidad”. Entiéndase, Europa y ahora Estados Unidos.

Enrique Krauze
Se sigue usando el mismo “pensamiento único” del colonizador. No existe otra verdad, más la que ellos han escrito. La mayoría de los invadidos ahora se piensan como colonizadores, se sienten descendientes culturales y sanguinos de ellos, y la minoría que pretende encontrar una respuesta a la colonización mental y cultural, por la misma desinformación, la buscan equivocadamente en la “historia prehispánica” de la cultura mexica.

Asombra la miopía o el dolo de investigadores tan sapientes e informados que encabeza Miguel León Portilla, que pese a tener una profunda información siguen manteniendo un discurso colonizador igual que sus colegas del siglo XVI. Un ejemplo: pese a que en todas “las fuentes” se reconoce como nombre de estas tierras como Anáhuac, siguen usando el término de “México o Mesoamérica”, en vez de nombrar a sus habitantes como anahuacas, les llaman indios, aztecas, nativos, etc. A sus autoridades les llaman “reyes”, a las múltiples adoraciones de Tloque Nahuaque, les llaman “dioses”, etc.
Enrique Flores Cano
Sorprende la total ausencia de un PENSAMIENTO CRÍTICO, para estudiar “las fuentes históricas”. Se aceptan como “verídicas” todas las mentiras y bajezas escritas sobre pueblos y culturas que jamás han entendido, desde 1519 hasta nuestros días. Se describe la milenaria historia del Cen Anáhuac (6 mil a.C. a 1521 d.C.) en base a la historia de la cultura mexica (1325 a 1521).
José Manuel Villalpando
Asombra que ninguno de los “grandes especialistas” de la historia “prehispánica” se haya dado cuenta de que en el Anáhuac se alcanzó el más alto grado de desarrollo humano en la historia de la humanidad para todo el pueblo. Los estándares de alimentación, salud, educación y organización, son los más altos logrados en la historia de las civilizaciones antiguas y contemporáneas. Esta “inexplicable” ausencia de sentido común nos habla de la colonización mental de nuestros investigadores e intelectuales del sistema neocolonial criollo.
Laurette Séjurné
Pese a que ha sido analizada y descrita con claridad la transgresión del milenario pensamiento filosófico de la civilización del Anáhuac llamado Toltecáyotl a partir del periodo Posclásico (850 a 1521 d.C.), especialmente por los mexicas, que substituyeron a la figura filosófica-religiosa de Quetzalcóatl (equilibrio entre el espíritu y la materia, quetzal-espíritu y cóatl-materia), por autores tan importantes como la arqueóloga Laurette Séjurné y el arqueólogo Alfredo López Austin, el Estado neocolonial criollo y sus “esbirros de la academia”, se aferra en imponer a la cultura mexica como las más importante de los que “ellos” llaman el “México prehispánico”.
Alfredo López Austin
El gran esfuerzo que ha hecho el Estado mexicano por -literalmente-, desaparecer la historia antigua del Anáhuac, especialmente el periodo Clásico o del esplendor (200 a.C. a 850 d.C), dejando huérfanos a la mayoría del pueblo de la sabiduría y logros de sus Viejos Abuelos toltecas. Imponiéndoles con una visión “a la Mel Gibson” de su pasado “prehispánico”, de valientes guerreros que fueron vergonzosamente derrotados por un puñado de europeos, a sus autoridades como “reyezuelos pusilánimes, ignorantes y supersticiosos”, y a un pueblo de fanáticos, caníbales e idolatras.

Al pueblo lo han creer que los “aztecas” son la inspiración más elevada de su pasado “prehispánico”, ya superado por la imposición de la cultura europea, las religiones judeocristianas, la lengua española, la modernidad y el capitalismo, a través de la SEP, televisa, el INAH y la multimedia trasnacional, desde Hollywood hasta la televisión satelital. Los aztecas son “lo máximo del México prehispánico” y la prueba es que en el Museo Nacional de Antropología e Historia ocupan la sala principal.

Rubén Bonifaz Nuño

VISITE www.toltecayotl.org

viernes, 15 de enero de 2016

El Patrimonio Cultural y las industrias culturales


 
El Patrimonio Cultural del pueblo, está siendo entregado a la iniciativa privada, tanto local como extranjera.
 
Para la gente que tiene el poder económico y al gobierno a sus “servicios”, la nueva Secretaría de Cultura será el instrumento para detonar las “industrias culturales”.
 
El punto es que el gobierno en sus tres niveles está para “hacer dinero”, y los políticos han pasado a ser “gerentes”. Ya no hay gobierno y política, solo “business & company”.
 
En días pasados estuve en Chichen Itza, “La joya de la corona”, lo más avanzado en comercialización y marketing.
 
El Tollan lo han logrado posicionar entre las siete joyas del turismo internacional.

 
Espacio para hacer shows, fiestas, vender espacios para todo tipo de negocios, en una palabra, Chichen Itza es ya “una marca mundial”.
 
Miles de visitantes de todo el mundo y México entran a “consumir” el preciado producto turístico todos los días. Todo tipo de artefactos electrónicos para tomar sus “selfies” e inmediatamente informar a la red que están “en el lugar por todos deseado”.
 
Un verdadero mar de gente en medio de un tianguis de “mercancía prehispánica pirata”.
 
Un ejército de “guías turísticos”, con una paupérrima capacitación y eso sí, mucha imaginación inspirada en Mel Gipson.
 
Aquí de lo que se trata de “entretener a los consumidores”. No es exagerado encontrar parecido, sino una burda copia, de Disneylandia o Los Estudios Universal.
La gente camina entre gritos y bromas, curioseando entre los puestos de “suvenires prehispánicos”, escuchando los doctorales discursos de los improvisados guías y los silbatazos de los vigilantes que impiden que la gente pase a lugares no permitidos o se baje de piedras sagradas.
 
Y este es el punto amable lector.
 
El Estado neocolonial criollo a través de INAH, no está cumpliendo con su responsabilidad constitucional de educar, formar en valores y contribuir al fortalecimiento de la memoria histórica y la identidad del pueblo de México, además de preservar el Patrimonio Cultural.
 
Nunca el pasado histórico de la civilización Madre, -una de las seis más antiguas de la humanidad-, ha sido inspiración para acrecentar la autoestima, la memoria histórica y la identidad cultural de los mexicanos.
 
A diferencia de China e India, tan antiguas civilizaciones como la nuestra, el gobierno neocolonial criollo pretende infructuosa y torpemente fundamentar la identidad del “mexicano” en un mestizaje racista, clasista y excluyente.
 
Desde el siglo XIX el modelo ha sido extranjero, español, francés o norteamericano.
 
La filosofía, la cultura y la historia del Anáhuac han sido ignoradas, despreciadas y ocultadas al pueblo.
 
El modelo cultural de la “modernidad mexicana”, es un país sin mexicanos, solo “gringos de tercera”, ignorantes y consumistas.
 
El destino de las “disneylandias prehispánicas”, por su mal uso, exagerado abuso y falta de respeto, ES LA IRREMEDIABLE DESTRUCCIÓN.
 
La cantidad de personas que las visitan las está destruyendo literalmente, no solo por el desgaste físico, sino porque la gente que las vista no tiene la educación e información para valorarlas en su verdadera dimensión.
 
Como todo “centro de diversión” terminarán siendo para una elite de turistas de clase mundial, porque de la manera que están “vendiendo” Chichen Itza, no podrá aguantar cincuenta años.
 
Con “el modelo comercial” del INAH, pronto Teotihuacán, Palenque, Monte Albán, Xochicalco, correrán la misma suerte.
 
Los Tollanes (zonas arqueológicas) de quién son: de la iniciativa privada, de los funcionarios o de las empresas trasnacionales. Usted, qué opina.
 
Viste www.aquioaxaca.com       
 
 

lunes, 11 de enero de 2016

EL ESTADO ENCHUECADO


 
Desde 1821 la política de los criollos ha sido exponer al pueblo a la explotación laboral y a la depredación de los recursos naturales a través del capital extranjero y las empresas trasnacionales. (Coronación de Agustín de Iturbide).


Nada ha cambiado en dos siglos. Las reformas del siglo XIX, en esencia, son las mismas que las del XXI, solo que más voraces. Esto también, porque la voracidad y depredación del siglo XIX era mucho menor que la actual.

 
El “proyecto de país” nunca ha sido incluyente, democrático y nacionalista. Por el contrario, ha sido excluyente, colonial y racista. Se favorecen ciertas regiones de los estados, a determinadas ramas industriales, comerciales, de servicios y agropecuarias, a determinados grupos de poder económico y político, se excluyen a la gente con cultura y fenotipos anahuaca. Además del intento permanente y sistemático de desaparecer la milenaria civilización Madre.
 
 

El “país de los criollos y para los criollos” es únicamente para hacer dinero sin ninguna responsabilidad, humana, social, cultural e histórica. Si se tienen las “palancas” necesarias, las leyes, las instituciones y las autoridades pueden estar a disposición de sus intereses, por más oscuros que sean.


México es “un territorio de nadie” donde no hay compasión, donde todo se vende y se compra al mejor postor.
 
Sin embargo, tanto por el entorno global, donde nunca antes en la historia de la humanidad un puñado de personas y empresas ha tenido tanto poder, que han logrado privatizar en un mega “holding” a los gobiernos, las instituciones supranacionales, la banca mundial, el dinero, los medios masivos, las iglesias, el alimento, la salud, la educación y los partidos políticos. 
 

Y por otro lado, ha sido tanta la torpeza, la corrupción y el desamor al pueblo y a la nación por los grupos de poder, que han secuestrado el bien común más importante del pueblo: “su gobierno”. El gobierno se ha privatizado y se ha convertido en un instrumento para hacer dinero, no solo robando, sino vendiendo y comprando…negociando.
 
Estos dos funestos factores han consolidado el resquebrajamiento del Estado mexicano, hasta llevarlo a ser “un Estado fallido”. Por lo que en este país ya no existe “el Estado de derecho”, sino se sobrevive, primero con suerte y segundo, dependiendo del “poder” que se tenga. Es decir, vivimos en “la ley de la selva”, donde el más fuerte impone su ley y sus intereses en medio del caos.

 
Podríamos llegar a suponer que existen dos espacios de poder en “el país de los criollos para los criollos”. El del crimen organizado y el crimen “desorganizado”. El primero se subdivide a su vez en tres subgrupos: el grupo que temporalmente se ha apropiado de las instituciones (los políticos), y el grupo que tiene el poder económico (iniciativa privada) y el grupo que se dedica a los “negocios ilícitos”, pero con algún orden y una mínima “ética” o tradición.


El segundo grupo, el del “crimen desorganizado”, es el que se ha proliferado en los últimos años y como una “metástasis”, se ha infiltrado de manera exponencial en el tejido social.

Esta “economía informal del crimen” actúa desorganizadamente y ha surgido producto de la crisis en los grupos “organizados”. Es decir, un país en una crisis económica endémica producto de empresarios y políticos corruptos e irresponsables.

 
Con un sistema alimentario dependiente a las empresas trasnacionales que han ordenado la destrucción de la producción de alimento por parte de los campesinos.


Con un sistema de salud destruido apropósito por las industrias farmacéuticas.


Con un sistema educativo diseñado para formar ciudadanos ignorantes e inconscientes que alimenten al sistema.


Con la corrupción total del sistema político.
 

La “cadena de transmisión social”, que fue la educación académica, hoy no solo está parada, sino que va en reversa. Hay decenas de miles de jóvenes con licenciaturas, maestrías y doctorados sin empleo.
 
 
El comercio informal está sobre saturado y el “pago de piso” es muy alto, ya no hay espacios ni clientes y las personas no tienen dinero.


Todo esto produce gente desesperada y desquiciada, sin esperanzas y sin oportunidades, que toman por desesperación por su propia mano la delincuencia y el crimen, como una forma de sobrevivir, en un sistema que los excluye sin piedad.

 
Son tantos y tan pequeños, que no se pueden “controlar” y además, no hay voluntad política, ni mucho menos el interés para hacerlo.
 

Sin valores, sin educación académica o con ella, con mucha frustración personal y resentimiento social, esta gente roba y secuestra con saña desalmada y sin compasión.

 
Este “negocio informal” del crimen, es lo que ha creado la irresponsabilidad de los grandes y corruptos empresarios, y sus achichincles, la clase política.
 

El desamor a “sus compatriotas”, el desprecio a la vida y a la cultura, la irresponsabilidad social e histórica es lo que ha producido esta enorme desgracia en la que hoy vivimos TODOS.