martes, 27 de mayo de 2014

NACIMIENTO, VIDA Y MUERTE DEL SUBCOMANDANTE MARCOS



Debido a las declaraciones del Subcomandante Marcos el domingo 25 de mayo y aparecidas en el periódico La Jornada el lunes 26, me avoqué a buscar algunos artículos que había escrito sobre el EZLN y el papel que desempeñaba este personaje, en donde, de manera reiterada manifestaba que Marcos jugaba un papel de “puente cultural” y poder ende, de comunicación entre el gobierno y los insurgentes anahuacas mayas. 



Como afirma el llamado Subcomandante Marcos, el “personaje” murió ese fin de semana. Nosotros pensamos que nació también el mito y que por ende, será inmortal, cabalgando en la historia de México y en la memoria de los pueblos mayas. 26 de mayo de 2014.


CULTURAS INDIAS DEL FUTURO
Publicado el Martes, 08 Abril 2008
Así titulé una colaboración que aprecio el 4 de Noviembre de 1993 en un periódico de la ciudad. Desde hace más de quince años venimos trabajando sobre la presencia de la filosofía creada por los antiguos mexicanos y la influencia de los pueblos llamados indígenas en lo que hoy es nuestra nación y nuestra cultura.


Para noviembre de 1993, en pleno furor salinista, nadie pensaba en los indígenas y mucho menos en la existencia del EZLN. Todo el mundo hablaba de que estábamos a unos días de entrar al primer mundo, pues el primero de enero del 94, entraría en vigor el TLC. 



Los mexicanos hemos vivido a espaldas de nuestra Cultura Madre, de nuestra raíz indígena. Quinientos años de negar lo propio y exaltar lo ajeno, de buscar afuera lo que tenemos dentro, de despreciar lo nuestro y ser despreciados por los de afuera. Cinco siglos de transitar a traspiés, ciegos y mudos, en este laberinto de soledades.


El futuro de México es su pasado. La reserva espiritual de los pueblos indios será la base con la que construiremos una sociedad justa y equitativa en este siglo XXI que comienza. Grandes cambios están por suceder. Cambios que ni remotamente hoy pensamos. 



Qué sucederá dentro de diez o quince años, seguramente lo que hoy creemos que sería imposible de suceder, sucederá, pero lo único seguro es que en ese cambio que viene, que se está dando, los pueblos indios tendrán mucho que aportar. Por ello, amable lector, permítame transcribirle la colaboración de hace ocho años y analicémosla “a toro pasado”.


“Las estadísticas oficiales hablan de que en este país existen 34 millones de pobres que representan aproximadamente el 40% de la población total. También, en el mundo de las estadísticas se afirma que un 10% de los mexicanos viven en la pobreza extrema, por una parte, pero también se habla de que el 10% de la población es indígena. 



No se necesita ser un investigador de la realidad social para intuir que los grupos indígenas componen en gran medida ese 10 % de los mexicanos que viven en la pobreza extrema. Los estados del Sur-sureste, Oaxaca Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, además de contar con la mayoría de sus habitantes de origen indígena son los más pobres y atrasados del país en lo que respecta al desarrollo económico.


La justicia y el despojos de los que permanentemente se les hace víctimas; así como su cultura, que es eminentemente místico-espiritual, por lo que están más alejados del consumismo y de la ambición de la acumulación, hacen que sean los mexicanos más pobres... 



Sin embargo, paradójicamente poseen una riqueza inconmensurable de carácter Cultural-Espiritual, y es precisamente con ese patrimonio, con el que México definirá su rostro para el tercer milenio. 



Hoy esto pareciera imposible o demagógico... acaso mesiánico; pero acuérdese que los grandes cambios que está sufriendo el país y el planeta entero empezaron hace tan sólo 5 años. Hoy la realidad rebasa a la ficción, en esta circunstancia, pensando en el futuro, lo único cierto es que el futuro será INCREÍBLE, ¿usted qué piensa?”


Esta colaboración fue publicada en noviembre de 1993, ¿no cree usted que lo INCREÍBLE toda vía falta por venir? El movimiento político y social que ha despertado, no sólo en México, sino en el mundo, los insurgentes indios mayas de Chiapas ha marcado un parte aguas en la historia de los pueblos y culturas COLONIZADOS por Europa desde el siglo XVI.


Los imperios de aquellos tiempos han cambiado y ahora han unido sus fuerzas, poder e intereses. Los amos del capital financiero del planeta ahora dominan el mundo a través de la economía. Sin nacionalidad, sin bandera, sin líderes, sin ejércitos o armas; sin ningún compromiso moral o legal, los amos del dinero someten a los pueblos y gobiernos de todo el mundo, 



a través de instituciones supra nacionales como el B.M., la O.M.C., el F.M.I. y la O.N.U. Aplican la globalización y el neoliberalismo sin piedad o escrúpulo alguno, el capitalismo feroz y despiadado que, no sólo está acabando con los pobres, sino con el mismo planeta a través de su depredación y contaminación.



Los pueblos originarios de México, los herederos directos de la milenaria civilización del Anáhuac han despertado de un largo letargo de cinco siglos, donde fueron masacrados, ultrajados, despojados, negados y desvalorizados.



De generación en generación, a través de la formidable resistencia cultural, han llegado al tercer milenio, ¡sobrevivieron!, a la evangelización, a la civilización, a la integración, a la modernización, al PRI y ahora a la globalización.



A principios del siglo XVII eran escasamente un millón. Los conquistadores y colonizadores exterminaron entre 20 y 25 millones de ellos en tan sólo cien años, es el genocidio más grande de la humanidad. 



Ahora el INEGI dicen que son 10 millones de indígenas (porque hablan una lengua madre), sin embargo, los “indios desindianizados”, probablemente sean más de la mitad de la población; y los mestizos?... ¿a dónde creen que apunta más su mestizaje?, se creen españoles, franceses o gringos? 



O es que no conocen en verdad a esos pueblos y menos se conocen a sí mismos, quedando como “extranjeros incultos en su propia tierra”, permanentemente despreciando lo propio y exaltando lo ajeno. Permanentemente rechazados por sus colonizadores.



El desafío de los “mexicanos todos” será reconocer la parte indígena en nuestra forma de ser y entender el mundo y la vida. Necesitamos salir del “laberinto de la soledad” en las que nos metió el colonialismo, necesitamos recuperar nuestra memoria histórica, la identidad negada de nuestra Madre Cultura, “nuestro rostro, propio y nuestro corazón verdadero”, el verdadero orgullo de ser mexicanos.



Esto no quiere decir “volvernos indígenas”, sino simple y sencillamente tomar conciencia de que siempre hemos sido indígenas, ¡Que nunca lo hemos dejado de ser!, que es lo más valioso que poseemos, que eso es lo que nos distingue y nos diferencia. Aprender a vernos en el espejo de la realidad y, dejar atrás el sueño colonial de que fuimos españoles, franceses y ahora gringos de tercera.



El futuro de México estará determinado por la capacidad que tengamos de reconocernos a nosotros mismos y valorarnos como hijos de los hijos de Los Viejos Abuelos, como lo único “propio-nuestro” que tenemos. 



Los mexicanos somos un pueblo mestizo. No somos totalmente occidentales, ni totalmente anahuacas. Denostar y desconocer cualquiera de las dos partes que nos conforman, es quedar desmembrado, incompleto, vació, desolado. Debemos de luchar por ser dignos herederos de Miguel de Cervantes y de Nezahualcóyotl. ¡Son nuestros orígenes!



Ese será el desafío de los próximos años, aunque usted ahora no lo crea. Pero dentro de ocho años, sí Dios nos presta vida, volveré a escribir esta nota.



YA LOS ENANOS VEN A LOS GIGANTES
Publicado 27 de mayo de 2014
Hace 21 años daba un seminario de capacitación en Saltillo, Coahuila, para promotores culturales. Y en aquél noviembre de 1993, les decía a los incrédulos seminaristas, que el futuro de México era su pasado, y que los pueblos indígenas tenían mucho que ver con ese futuro.



En mi larga trayectoria como promotor cultural, me inicié promoviendo “la kultura de las bellas artes europeas”, pero finalmente logré superar la visión colonial eurocéntrica, no solo de la promoción cultural, sino de la realidad social, económica, política y cultural de México. La colonización es tan absoluta y total, que “no la percibimos”, justamente porque es el medio en el que hemos vivido estos últimos cinco siglos.



Los seminaristas quedaron profundamente impactados y conmovidos por los argumentos, pero quedaron literalmente estupefactos cuando en enero de 1994, escucharon en las noticias nacionales sobre el levantamiento de los insurgentes indígenas mayas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. 



Con dos de ellos, todavía tengo contacto, y desde el principio supusieron –erróneamente- que yo tenía contacto con esta organización. No la tuve, ni la tengo; pero sí me he dedicado a investigar la historia, filosofía y cultura de la Civilización del Cem Anáhuac, por lo cual, puedo “ver y entender”, integralmente el Desarrollo Humano en esta tierra desde hace ocho mil años.



Somos una de las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del planeta. Y pese a lo que afirmó Hernán Cortés y Mel Gipson, somos una cultura muy evolucionada, con grandes logros científicos y humanos que le hemos heredado a la humanidad. 



Y pese a lo que afirma la intelectualidad orgánica, SEP y Televisa; la raíz y la esencia de nuestra civilización sigue viva y vibrante, tanto en indígenas, mestizos y hasta en los “euromexicanos”. 



Creer que la Civilización del Anáhuac está muerta y que los mal llamados mexicanos (porque no todos somos mexicas), nada tenemos que ver con el pensamiento filosófico llamado Toltecáyotl, que por milenios oriento del Desarrollo Humano, 



es como creer, que los actuales chinos nada tienen que ver con Confucio o Lao Set, o que los indios de la India presupongan la base de su mestizaje cultural en Inglaterra. Solo un país colonizado como el nuestro, con una dirigencia racista, clasista e ignorante, puede suponer tal barbaridad.



Desde 1994, siempre afirmé y sigo afirmando que el Subcomandante Marcos era solo un interlocutor entre la cultura dominante y la inteligencia indígena, que era la sabiduría ancestral la que daba las bases de la justa insurgencia. 



Como afirmó recientemente Marcos, el “Sub” era un “botarga”, porque en enero de 1994, los enanos de la cultura dominante no podían ver a los gigantes anahuacas mayas. En efecto, con el mito de que “los indios no piensan”, la cultura dominante inmediatamente supuso que eran blancos y mestizos los que “movían” a los insurgentes neo zapatistas.



Primero se fueron sobre Marcos y después del pavoroso susto, se fueron sobre el Obispo Samuel Ruiz. Los “servicios de inteligencia” del Estado tocaron fondo, y “hasta descubrieron” a Rafael Guillén Vicente, y los “oscuros e inconfesables” intereses de Don Samuel Ruiz. Los criollos siempre se han caracterizado históricamente por ser ineptos, incapaces y muy prejuiciosos.



Durante estos 21 años, lo que no han hecho los enanos, es pensar en las razones históricas de los pueblos indígenas y mestizos que los llevaron a decir un rotundo ¡ya basta!, para todos todo, para nosotros nada, se debe mandar obedeciendo al pueblo, otro mundo es posible, etc. 



El problema histórico, como la apuntó el Dr. Bonfil Batalla, es que el “México imaginario”, -el de los enanos-, nunca ha tomado en cuenta al “México profundo” de los gigantes. 



Tercamente ha tratado de civilizar, cristianizar, modernizar, desarrollar, globalizar y neo liberalizar a “su país”, pero nunca ha tomado en cuenta a su pueblo. Por el contrario, lo ha excluido y ha tratado de destruir su milenaria cultura.


Parece que ante la cantidad creciente de pobres, la inconformidad del pueblo, la vulnerabilidad del Estado de Derecho, la debilidad del gobierno ante “el crimen organizado” de poderosos carteles “económicos, criminales y políticos”, han tenido que "ver" a los insurgentes anahuacas mayas del EZLN y ya no es necesario “la botarga” del Subcomandante Marcos. 



Esperamos que sea el inicio de un verdadero dialogo de iguales, por una paz y justicia, que todos los mexicanos deseamos profunda y sinceramente. 




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viernes, 23 de mayo de 2014

COLOFÓN: SEGUNDO MANIFIESTO DE LA TOLTECÁYOTL PARA EL CEM ANAHUAC






El replanteamiento de “la razón de la vida” en los planos: personal, familiar y comunitario. Recordar con el corazón abierto como una flor, el sentido y el valor de la sacralidad de la vida en su nivel más amplio y la divinidad de “nuestro mundo”, totalmente integrado e interconectado al Universo. 




Tenemos que “descolonizar la mente y el corazón”, para conocer y saber que han existido otras formas de interpretar el mundo y la vida mucho más elevadas y longevas, que las que la cultura judeo/anglosajona ha implantado a base de “sangre-comercio-guerra-explotación” en los últimos cinco siglos.




Tenemos que recuperar la vocación cultural por la educación comunitaria, familiar e individual. El arte de formar rostros propios y corazones verdaderos. Una educación para la vida y para servir a la comunidad. Debemos volver al control del equilibrio social a través del autoconsumo familiar, la austeridad como estilo de vida y la frugalidad como expresión cultural, y el rechazo al individualismo, el consumismo, el atesoramiento, el racismo, y la re-valoración de la prioridad del “bien común sobre la propiedad privada.




Debemos de devolverle al pueblo, “el bien común” más preciado que posee;  su gobierno. La prioridad del Estado, debe ser la búsqueda de la conciencia y el desarrollo de la espiritualidad  para coadyuvar en la armonía del cosmos, la Tierra y los seres humanos a partir de la “democracia participativa” por medio de la justicia, la igualdad, el trabajo y la responsabilidad por el bienestar general. 



Los que “manden obedeciendo”, deben ser los más capaces y honrados, inteligentes y éticos, honorables y humanos. La virtud y el ejemplo como práctica y acción permanente.


Colofón.





La pobre y limitada visión que tenemos de nosotros mismos, de nuestra civilización Madre y de su potencial para mejorar nuestras vidas como personas, familias y pueblos, deviene de los preceptos y dogmas coloniales que se impusieron desde 1521 a través de la “Historia Oficial” y la pérdida de la memoria histórica y la identidad cultural.




La “historia de la Batalla de la Noche Triste”, el “Gran Imperio  Azteca”, los “sacrificios humanos” y los guerreros caníbales, es el referente de la cultura dominante, del neocolonialismo de ideología criolla para referirse al pasado “prehispánico” del Anáhuac. La ideología nos hace creer que lo “propio-nuestro”, no tiene valor y que nada podemos sacar de él, que es vergonzante. 




El que se haya perdido la memoria histórica y que nadie se sienta orgulloso de “la otra parte” de nosotros mismos, es la mayor victoria de la colonización. Esto desgraciadamente sucede entre los mismos indígenas, campesinos y urbanos. 




La riqueza y sabiduría de La Toltecáyotl no tiene que ver con fenotipos, culturas, niveles académicos, sexos o nacionalidades. La Toltecáyotl es Patrimonio Cultural de la Humanidad.



En efecto, la invasión europea permitió la colonización, con ella el nacimiento del capitalismo, que inició en 1492 con la explotación de los seres humanos y la depredación de los recursos naturales, y que se justificó con la creación de la ideología conocida como “eurocentrismo” y su proyecto de la “modernidad”. 




El racismo eurocéntrico es la base del pensamiento capitalista que deshumaniza “al otro”, al descubierto, al conquistado, al indígena, al moreno, al indio, al naco, y lo sitúa en niveles de animal, para así, poderlo explotar sin ningún remordimiento. Lo sujeta inmisericordemente a su servicio y provecho, como esclavo, encomendado o asalariado. 




La imperiosa necesidad de iniciar la “descolonización” a partir de un pensamiento crítico que nos libere de nuestros carceleros pero con ideas y las experiencias “ancestrales-propias-nuestras”, no con las ideas de los carceleros. La mayoría, de los hoy llamados mexicanos, estamos colonizados, en ello llevamos cinco siglos. La colonización es tan vasta y “universal” que no la percibimos, es “nuestro medio”. No nos damos cuenta de cuan colonizada está nuestra forma de vernos a nosotros mismos, el mundo en el que vivimos y las relaciones que sostenemos.  



Requerimos descolonizar la historia, la cultura y la educación. Necesitamos investigar, promover y difundir “la otra historia”, reconocer la esencia de nuestro verdadero rostro y corazón ancestral, para sumarlo en armonía con “la parte occidental/universal” que hoy nos conforma. No se trata de excluir, negar o restar, sino de sumar, de recuperar, de reconocer y valorar. 




Tenemos que dejar de pensar en la descolonización con las ideas de los colonizadores. Tenemos que crear un pensamiento crítico endógeno. Buscar nuestras propias verdades, valores y principios. Porque otro mundo, si es posible. 




Todo comienza en un cambio interior, de adentro hacia afuera. Sin miedo a perder y sin ambición de ganar. Con un intento inflexible, sistemático y permanente, con una voluntad a prueba de debilidades, con disciplina y responsabilidad, con un compromiso profundo por la vida, por el futuro de todos, por la vida en la Tierra.




Requerimos Guerras y Guerreros de la Muerte Florecida que estén dispuestos a entablar la Batalla Florida, con sus armas ancestrales de “flor y canto”, para florecer sus corazones y darse como alimento a la comunidad. Lo difícil no es hacerlo, sino imaginarlo y todo comienza con un primer paso. Oaxaca, abril de 2014.



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