sábado, 11 de agosto de 2007

LA CONCIENCIA DE LA MUERTE

El viernes pasado tuve la oportunidad de presentar mi libro, LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA en el Restaurante Natural, que no por casualidad, esta en la calle de Netzahualcóyotl, (el gran filósofo tescocano), en la colonia Reforma. En efecto, Azael y Laura están implementando una modalidad muy interesante al combinar el alimento del cuerpo con el alimento del Espíritu, de tal suerte, que reunieron a un grupo de personas que estaban dispuestas a invertir un poco de su tiempo en disfrutar de una espléndida cena con alimentos naturales y de alimentar el Espíritu, hablando sobre la trascendencia de la existencia.

La propuesta es muy atractiva, cada viernes primero de mes, sentarse a compartir los alimentos con las ideas, en un ambiente acogedor, con personas interesadas en conocer nuevas propuestas nacidas de la creación e interpretación del mundo y la vida. Desde este foro, felicitamos a estos jóvenes emprendedores que le apuestan a la Cultura y al Humanismo. Por fortuna, no todo es “diversión”, alcohol…y demás “embrutecimientos”.

Pues bien, el punto de esta entrega es una reflexión que nos regaló nuestro buen amigo Jorge Quiroz, quien después de la exposición que hice sobre el contenido del libro, que trata sobre los valores de la Toltecáyotl, que es “el arte de vivir en equilibrio y armonía” de los Viejos Abuelos toltecas del México antiguo, Jorge dijo que a él le parecía que mi labor de investigar, promover y difundir, la sabiduría del México antiguo entre los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos…era una labor...como la del “llanero solitario”.

Partiendo de que la mayoría en este país, gracias a la educación colonizadora de la casa y la escuela, nos enseñan a ser “extranjeros incultos en nuestra propia tierra”, a valorar lo ajeno y a denostar lo propio, parecería que investigar y difundir los “valores propios-nuestros” de nuestra Cultura Madre, es una labor titánica en la inmensa llanura del “laberinto de la soledad”.
Me pareció muy interesante la visión de Jorge Quiroz, en tanto, el común de las personas solo piensan en el dinero, en el TENER y en el “SER gringos de tercera, en vez de oaxaqueños de primera”.

Partir de que “el futuro de México y de cada uno de nosotros, está en nuestro pasado”. Pensar en la MUERTE, como una maravillosa y aterradora experiencia, que cada uno de los que estamos vivos tendremos inexorablemente que enfrentar, nos permite buscar respuestas, a los problemas esenciales de la vida, en la sabiduría ancestral de una de las 6 civilizaciones más antiguas del planeta, como es la nuestra, la del Anáhuac.

No se trata de investigar, promover y difundir el pensamiento filosófico del Anáhuac, solo por una curiosidad académica. La Toltecáyotl es el fruto de la sabiduría de más de 3 mil quinientos años de muchas generaciones de ancestros, que un día se pusieron a pensar sobre la razón de la vida y la necesidad de trascender la existencia material en el plano espiritual.

La Historia y la Filosofía del México antiguo, no solo nos permiten conocer la verdadera grandeza de nuestros Viejos Abuelos, sino fundamentalmente entender la sabia respuesta que dieron al problema ontológico del Ser. Así como en su día lo hicieron los egipcios, los mesopotámicos, los chinos, los indios…también, un día lo hicieron nuestros sabios antepasados. Esa sabiduría es el mayor legado y el mejor tesoro que recibimos de nuestra herencia cultural. Y es ese mismo tesoro, con el que podremos, no solo trascender nuestras vidas, sino coadyuvar para crear una sociedad más justa y humana en pleno siglo XXI.

Millones de personas: nacen, crecen, estudian, se reproducen, trabajan, compran, pagan, ven televisión, ven televisión, ven televisión…y mueren; y jamás se enteraron de la razón trascendente de su cochina y apestosa existencia. Como pollos de granja, como ganado estabulado, como marranos en chiquero, solo sirvieron para hacer más rico a su explotador-colonizador o depredar al prójimo. Más nada.

Sin pensamientos propios, sin ideas propias, sin sentimientos propios, penando de quincena en quincena, atados a sus bajezas, debilidades y miopía existencial. Adorando sumisamente al “becerro de oro”, tratando de “ser alguien” a través del consumo, el poder y el dinero. Pero totalmente vacíos y desolados.

Gracias a la ignorancia y vacío existencial de millones de personas, el libanés “mexicanizado” de Carlos Slim Helú, pude ser el hombre más rico del planeta en un país inundado de pobres. Es gracias a la pobreza espiritual que se produce esta miseria material. Millones y millones de mexicanos movidos por televisa y tvazteca, son manipulados, enajenados y embrutecidos de manera despiadada, todas las horas de todos los días de toda su vida. No sienten, no piensan, no existen…no tienen conciencia. Actúan como en las telenovelas, piensan como en las telenovelas, sienten como en las telenovelas, hablan como en las telenovelas…son “apasionados que viven el mundo del fútbol”, morbosos asiduos que viven de los chismes de las bajezas existenciales de “los artistas”, ingenuos-ignorantes que “se informan” con los tendenciosos noticieros televisivos y radiofónicos, que distorsionan, engañan, enajenan.

El que escribe, no investiga y trata de difundir la sabiduría milenaria de nuestros antepasados, en un país de “incultos extranjeros racistas en su propia tierra” por una curiosidad académica. No, lo hago porque ENTIENDO QUE VOY A MORIR y que mi vida, como la de todos, tiene un sentido TRASCENDENTE, que no está en el mundo de la materia, sino en el reino del ESPÍRITU. Que soy continuidad de un proceso histórico, que en mis venas corre sangre de aquellos antepasados míos que un día construyeron Monte Alban, Teotihuacan y Palenque a la gloria del Espíritu Humano. Lo hago porque veo que en una sociedad enferma, caníbal y depredadora, se necesita encender una Luz de esperanza, de cordura y de solidaridad humana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente entrada y con mucha razón, nuestro pueblo necesita despertar para poder salir adelante, lo cual sólo podrá lograrse a través del "conocimiento sobre el pasado para entender el presente"