miércoles, 9 de septiembre de 2009

GIRAN SUS VIDAS EN SUS VELOCES CARROS BLINDADOS


La crisis que se esta viviendo en México es el resultado extremo de la irresponsabilidad, la incapacidad y la corrupción de los que, por doscientos años, han des-gobernado.

Los criollos han logrado acabar con “la gallina de los huevos de oro”. Siempre incapaces, inseguros, flojos, cobardes y abusivos; han llevado al pueblo y a las instituciones a la quiebra. Su ineptitud bicentenaria los alcanzó. El país de los criollos llamado “México” es ahora un ESTADO FALLIDO.

Han fallado con la justicia, la economía, la cultura y el gobierno. En efecto, la “iniciativa privada criolla” es ineficiente, pesetera, explotadora, improductiva. El gobierno criollo es ineficiente, corrupto, faccioso y mentiroso. Pese a contar con un pueblo trabajador y milenariamente educado a obedecer y respetar a sus autoriades; así como con cuantiosos recursos naturales y una geografía envidiable a nivel planetario. Los descendientes culturales de los pueblos invadidos no han tenido las oportunidades necesarias para salir de la pobreza. Los pueblos originarios poseen el 1% de la riqueza nacional. La colonización es realidad en la que se dan las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales de este país.

El sueño de los criollos, desde 1821 fue que llegaran los capitales, los emprendedores, las tecnologías y las patentes: primero de Europa y ahora de E.U. a “salvar la economía nacional”. Ellos, los criollos, solo ponen al pueblo del Anáhuac en calidad de esclavos a través de “los miserables salarios mínimos” y sus al parecer, inagotables recursos naturales. Todo en bandeja de plata para que los inversionistas extranjeros depreden y contaminen impunemente a cambio de unas pocas migajas para sus “socios criollos”. Esa es la “verdadera verdad” de este país en los últimos dos siglos.

Como ratas asustadas, los dueños del dinero y del gobierno, dictan “medidas dolorosas de emergencia” para tapar su histórica incapacidad y corrupción. La solución…el pueblo paga y aguanta resignado. Así ha sido desde 1821 y así será.

La solución, para los criollos, no esta en acabar total y definitivamente con las inmorales e ilegales ventajas, canonjías y beneficios que la clase política del país de los criollos ha ido estructurando sólidamente para su beneficio personal en estos dos siglos. Suelos, bonos, prestaciones, apoyos, pensiones, etc.

La solución no la encuentran en el sometimiento a la ley de los grandes empresarios, comerciantes y agricultores, así como de las empresas trasnacionales que depredan el país. No se les ocurre, ni de broma, acabar con las inconmensurables exenciones de impuestos. Miles de millones de pesos que se les devuelven a las grandes empresas. Ni los bochornosos “apoyos, estímulos y subsidios” en especie que reciben estos vampiros de la Nación.

Nadie pretende acabar con el dispendio de los partidos políticos y la burocracia electorera. Barril sin fondo en el que se le regala el dinero a las empresas que “comercializan la democracia electorera”.

Nadie piensa en acabar la corrupción, pues de ella viven, tanto los del gobierno como los de la iniciativa privada y ahora la clase política. El costo de la corrupción sería suficiente para obtener los recursos que el gobierno no tiene para cumplir con sus insuficientes y deficientes planes y programas.

Nada de eso. Los criollos históricamente siempre han hecho que los mestizos y los indígenas carguen totalmente con el costo de su incapacidad, ineficiencia y corrupción.

El problema es que los criollos en el poder económico y político: no ven, no sienten, no entiende, no les interesa el pueblo. Viven en sus capsulas herméticamente cerradas y esterilizadas. En Foxilandia y Calderolandia no pasa nada y todo es felicidad. Solo catarritos y pequeñas manifestaciones de violencia de minúsculos y desesperados grupos de delincuentes atentan contra la felicidad. Rodeados de solados, policías y guardaespaldas giran sus vidas en sus veloces carros blindados dirigidos a toda velocidad hacia el precipicio…del estallido social.

No se preocupen. No pasada nada. Solo un pequeño esfuerzo extraordinario y salimos de esta crisis pasajera. Solo apretarse un poquito el cinturón. Atentos al Mundial de Sudáfrica, donde México…puede ser campeón.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente sintesis de lo que es este pais de ladrones
estoy de acuerdo

Anónimo dijo...

¿Y qué haría usted para evitarlo? ¿Volver al Anahuác?

"Estoy convencido que el futuro de México es nuestro pasado", con estas palabras inició su plática el profesor Guillermo Marín Ruiz.

"La pobreza de nuestro país viene de nuestra ignorancia, somos un pueblo amnésico que no conoce su pasado", añadió Marín Ruiz.

Por favor, ¿a qué pasado se refiere? ¿Al canibalismo, al neolítico, a los sacrificios humanos, al odiado imperio azteca? Cualquiera con una titulación se cree con derecho a dar lecciones de moral a los demás y a tratar de ignorantes a los que no comulgan con sus ruedas de molino. El México prehispánico murió. Las civilizaciones precolombinas murieron. La cultura estencada de los mexicas desapareció en el fondo del lago de México y nada la hará resucitar. Los discursos indigenistas, amén de vacíos solo conseguirán promover el odio racial. Al igual que un carrusel, ustedes darán vueltas y vueltas sin llegar a ninguna parte.

Anónimo dijo...

Otra cosa: no serán tan malvados los criollos cuando toleran sus nauseabundos insultos. En cualquier otro país hace ya mucho tiempo que, como mínimo, le hubieran partido la cara. El hecho de que le dejen lanzar semejantes esputos demuestra dos cosas: una, que México es más tolerante y democrático que lo usted da a entender; otra, que los criollos son mucho mejores que lo que pretende hacernos creer, ya que ignoran y dan la espalda a tales zafiedades.

Anónimo dijo...

seguramente el que escribió que "El México prehispánico murió. Las civilizaciones precolombinas murieron. La cultura estencada de los mexicas desapareció en el fondo del lago de México y nada la hará resucitar"
seguramente es gachupín trasnochado que como garrapata, no sabe de donde chupa sangre.
México Tenochtitlán sigue vivo en nuestros corazones y en nuestra tradiciones. Pronto van a temblar gachupines exlotadores...

Anónimo dijo...

después de leer al tal amarcelo999 me sorprende que esa clase de bichos sigan infectando estas tierras.
Cuando leía eso de "criollos" pensaba que era una metáfora, pero veo que si existen de carne y hueso y siguen siendo tan bestias como sus antepasados.

Anónimo dijo...

!Viva España! hijos del maíz
!Viva los héroes! El Almirante Cristobal Colón, Don Hernado Cortés, Don Francisco Pizarro y todos los que sacrificaron su vida por civilizar estas podridas tierras llenas de nacos.
!Viva Dios Padre!

Anónimo dijo...

El indigenismo es a América hispana lo que el integrismo islámico es a la cultura occidental europea. UN INTEGRISMO SIN SALIDA, un revanchismo histórico totalmente superado por la historia. La HISTORIA colocará estos delirios en el lugar que les corresponde, o sea, en el vertedero común.

Anónimo dijo...

Las personas que se sienten no indígenas o descendientes culturales de las llamadas “culturas indígenas” y por ende extranjeros en este país, deberían por un poco de respeto y vergüenza, no expresar sandeces como el tal amarcelo999 en un sitio público, como un blog, que además de su ignorancia demuestran su poca educación.

Se puede respetar su precario y anacrónico “pensamiento”. Se puede entender sus limitaciones, racismo y clasismo. Finalmente, “es válido” que la gente piense como quiera. Lo que no se puede admitir es su beligerancia y prepotencia. Pareciera que no han aprendido nada en estos cinco siglos.

Las preguntas obligadas: por qué viven fuera de “su país” y por qué no se regresan a él.

Opino que el responsable del blog, debería borrar las sandeces de los “gallegos y baturros”.

Anónimo dijo...

Sois lo que sois os guste o no, un país hispánico y mientras no lo asumáis será peor para vosotros. Nunca podréis dar marcha atrás a la rueda de la historia.

Anónimo dijo...

Es cierto que América no era un territorio enteramente primitivo y que existieron las culturas precolombinas, pero estas culturas casi no habían despegado del neolítico, desconocían la rueda, el hierro, el bronce y las bestias de carga. Su posibilidad de evolucionar se veía pues muy limitada. Era lógico que tarde o temprano América saliera de su aislamiento cuando en Eurasia se descubriera la navegación transoceánica. Era lógico pensar que esas culturas sucumbieran ante la cultura europea, mucho más evolucionada. Nosotros los ibéricos vivíamos a principios de la Edad del Hierro, divididos en tribus, cuando fuimos colonizados por los romanos. La cultura griega, muy superior, no sucumbió ante la romana, pero sí la de nuestros antepasados celtas e iberos. Esto sin duda fue un trauma para los pueblos conquistados, pero dos mil años después, todos los pueblos que fuimos colonizados por Roma nos sentimos orgullosos de nuestra común herencia latina y no tenemos las dudas existenciales que parecen tener ustedes los mexicanos. Ni los romanos de hace dos mil años ni los españoles del siglo XVI eran hermanitas de la caridad, y no voy a negar en modo alguno los crímenes y los atropellos que cometieron.

México es un país culturalmente hispano, que no español y no veo nada malo en ello. No obstante los aztecas, los mexicas, no murieron, siguen vivos en su sangre, en sus genes, en su herencia biológica, ya sean ustedes mestizos y en algunos casos indígenas. Nadie les va a privar de esa herencia. No obstante, si al México actual le quitáramos su herencia europea, quedaría en nada. Con España, o con cualquier otro colonizador, la civilización y cultura europeas hubieran prevalecido. Ya va siendo hora de que ustedes se reconcilien con su propio pasado, bueno o malo. Nadie puede ser feliz si se avergüenza de sus padres. Si bien los criollos de facto siguen siendo quienes de un modo u otro dirigen el país, piense usted lo que hubiera sucedido si en 1820 México se hubiera encontrado en la misma situación que Guinea Ecuatorial, si la descolonización de América se hubiera parecido a la de Africa. El caso de Haití, más próximo geográficamente debería ser lo suficientemente esclarecedor. Por otra parte, los criollos mexicanos se quejan de que la propaganda oficial les haya ninguneado como raza o como grupo social, que se haya ignorado la importantísima herencia europea de los mexicanos. De ahí que quieran reivindicar su identidad. Una nueva Sudáfrica, en un país mayoritariamente mestizo sería inimaginable y el supremacismo blanco, al que alguno de ustedes parece temer, no tiene nigún futuro en su país.

Un consejo de amigo, es que piensen como una nación unida, que no se avergüencen de su pasado, bueno o malo y que procuren que las cosas negativas -que las hubo- no se vuelvan a repetir.

Anónimo dijo...

«Las personas que se sienten no indígenas o descendientes culturales de las llamadas “culturas indígenas” y por ende extranjeros en este país, deberían por un poco de respeto y vergüenza, no expresar sandeces como el tal amarcelo999 en un sitio público, como un blog, que además de su ignorancia demuestran su poca educación.»

¿Son por acaso de buena educación las descalificaciones que se lanzan contra los blancos?

El racismo no es patrimonio de los europeos y estos libelos cibenéticos no hacen más que rezumar bilis y odio contra una parte de la población mexicana. Hablar de gachupines 190 años después de la independencia resulta totalmente anacrónico. Desde esa fecha España no tiene nada que ver con México, no ha influido para nada en su historia y los españoles de hoy en día, por suerte o por desgracia no nos parecemos ni de lejos a los del siglo XVI y ni siquiera a los de 1820.

Lo que se respira aquí es un nazismo a la inversa. Si lo lleváis demasiado lejos lo único que conseguiréis a la larga es la partición del país en dos Estados, uno criollo al norte y otro indo-mestizo al sur. El del norte sería asimilado por los Estados Unicos y el Estado del sur terminaría convirtiéndose, no en la reencarnación del reino tolteca, sino en una dictadura bolivariana, en una especie de narco-estado o algo peor, aún más pobre.