viernes, 3 de enero de 2014

El EZLN y la Toltecáyotl a 20 años de lucha descolonizadora y 30 años de organización




En 1987 Guillermo Bonfil llamó la atención del mundo académico al afirmar que existía un “México profundo” y que provenía de una civilización negada. Hasta ese momento ya no existían los “indios en México” de manera oficial, solo había “mexicanos marginados del desarrollo” y en vías de ser “integrados” a la economía y a la sociedad.




Para finales de la década de los ochentas no existía la menor percepción de la existencia de un gran número de “compatriotas” identificados con la civilización original. De hecho se pensaba que el pasado ancestral había terminado brutalmente el 13 de agosto de 1521 con la caída de Tenochtitlán y que "los mexicanos modernos", nada tenían que ver con esas antiguas y oscuras raíces.




Hace 20 años, el primero de enero de 1994 los insurgentes anahuacas mayas, fueran tzotziles, tojolabales, choles, tzeltales, mames, zoques, dieron al “México criollo”, un enérgico ¡ya basta!, expresaron de manera contundente aquí estamos y no hemos “desaparecido” a pesar de quinientos años de exterminio, explotación y despojo, en los primeros minutos de que el país estaba entrando al “primer mundo”.




Cinco siglos –como todos los pueblos anahuacas del país-, viviendo en la exclusión y en la injusticia más espeluznante y cínica, anteponiendo una obstinada lucha de resistencia, por mantenerse fieles a su milenaria cultura y al orgullo de ser descendientes de milenarios linajes de sabiduría. Y éste es justamente el punto de esta reflexión.




Muy pocas personas han podido percibir lo que existe en la base y el volumen del iceberg que representa el EZLN y su histórica lucha. Se ha quedado el análisis en la punta visible, el Sub comandante Marcos, pero en el fondo existe la presencia de una sabiduría milenaria, producto de la experiencia en desarrollo humano de una de las seis civilizaciones más antiguas del mundo y eso es lo más valioso del neozapatismo.




Los pueblos mayas forman parte de una civilización conocida como del Cem Anáhuac, que tiene diferentes pueblos y culturas en tiempo y espacio, pero que a pesar de su diversidad y largo periodo de tiempo (ocho mil años), todos los pueblos están íntimamente unidos por una “matriz-raíz  filosófica-cultural” llamada Toltecáyotl en lengua náhuatl.




El pensamiento filosófico que guió y le dio dirección y sentido a miles de años de desarrollo humano endógeno, que permitió la construcción y el diseño de Monte Albán, Teotihuacán, Palenque, Toniná y cientos de recintos de conocimiento;  que permitió descubrir el cero matemático, inventar el maíz y la milpa, la cuenta perfecta del tiempo, es el mismo que ha inspirado el movimiento zapatista.




Los insurgentes mayas no han buscado inspiración en doctrinas ideológicas exógenas para hacer sus planteamientos y organizar su lucha. No han sido “financiados” por oscuros intereses trasnacionales o políticos nacionales. La pirámide de desarrollo humano del Anáhuac está presente en el zapatismo (Sistemas de alimentación, salud, educación y organización). Los valores y principios, personales, familiares y comunitarios vienen de miles de años de sabiduría humana.

 


Que desde 1521 el invasor-conquistador y posteriormente el colonizador español y el neocolonizador criollo no hayan podido o no hayan querido ver, conocer y entender esta sabiduría; no quiere decir que no existiera o que ésta haya sido desaparecida. Ha estado ahí y ha sido la sabiduría que ha orientado la lucha de resistencia y permanencia durante estos largos y difíciles cinco siglos.



Los mestizos, urbanos y rurales, lo que requieren es leer a gente cono Carlos Lenkersdorf para “Aprender a escuchar” al otro, el que encarna la esencia de lo que somos como hijos de una civilización que no ha muerto, para aprender a valorar a “Los hombres verdaderos”. Para empezar a descolonizar nuestras aturdidas mentes. Leer a Rubén Bonifaz Nuño y conocer sus tesis descolonizadoras sobre la sabiduría ancestral o a Laurette Séjurné y su propuesta filosófica-espiritual de la Toltecáyotl. 



Se requiere conocer La Toltecáyotl, no solo para “entender” con mayor profundidad al movimiento zapatista, sino para re-conocer uno de nuestros mayores tesoros VIVOS, herencia y patrimonio cultural más importante de nuestra Matria. Sin La Toltecáyotl al tratar de “ver hacia adentro”, solo estamos condenados a ver “folklor” y “vestigios inservibles” (tangibles e intangibles) que no tienen razón de ser en un mundo “moderno”.



El zapatismo ha puesto a la sabiduría ancestral, La Toltecáyotl, en los reflectores de las mentes más lúcidas de México y el mundo. La capacidad de pensar en otro mundo posible, el mandar obedeciendo y para todos todo, para nosotros nada, son parte de un complejo, ancestral y biófila forma de conocer y significar el mundo y la vida.



Como a los neozaptsitas, los insurgentes anahuacas mayas, lo que nos puede ayudar a salir de este cinco centenario “laberinto de la desolación”, construido de injusticias, abusos, despojos e insensibilidad humana es justamente conocer lo mejor de nuestra herencia cultural ancestral, La Toltecáyotl.




Visite: www.toltecayotl.org




4 comentarios:

Anónimo dijo...

UN PUNTO DE VISTA DIFERENTE, BUEN PUNTO
CELEDONIO VALDEZ

Anónimo dijo...

profe marin la verdad es que nos dejamos influir por la tv y la radio y no vemos lo importante del ezln para cada uno de nosotros gracias por escribirlo
Andres Montes

Anónimo dijo...

la neta que son puros indios revoltosos, marin deja de tratar de engañar a la gente con tus cuentos chinos

Anónimo dijo...

Televisa ha logrado neutralizar a millones de mexicanos que no ven y no entienden lo que está pasando en el país. Profe. Marín adelante sin hacer caso de los ladridos de los PERROS