miércoles, 8 de octubre de 2014

PROBLEMAS IDENTITARIOS



El problema de la falta de identidad cultural de gran parte del pueblo de este país, equivocadamente llamado “México”; es mucho más grave de lo que se piensa, y tiene repercusiones en muchos ámbitos de la vida cotidiana en el amplio tejido social. Problemas de justicia, equidad, racismo, exclusión, educativos, económicos y políticos, entre otros.


La identidad es la consciencia del “ser en su totalidad”. Cada uno no es solo “en sí mismo”. Tiene mucha gente, conocida, desconocida y familiares que determinan la forma de entender el mundo y la vida. Además, por supuesto, del medio social, cultural, religioso y natural en el que vive.



En este país, generalizando, el 20% de sus habitantes NO tienen problemas de Identidad Cultural. El 10% más poderoso económicamente, porque en general, son extranjeros avecindados por generaciones en estas tierras. En su larga estancia siempre han mantenido como un plus su estatus de “ser extranjero”.
 
El otro 10% son los pueblos originarios anahuacas, que son los más pobres entre los pobres. Ellos han mantenido heroicamente una cultura de resistencia cultural.

 
Ellos no se sienten mexicanos porque no son “mexicas”, ellos son mayas, zapotecos, mixtecos, purépechas, totonacos y un largo etcétera. Cabe mencionar que por esa raíz anahuaca, la forma de “percibir y actuar en el mundo”, no está dada por medio de la razón únicamente.



El 80% restante son “mestizos”. Pero en un país racista y clasista, que esconde hipócritamente su herencia colonial y su base social que fue y sigue siendo el “sistema de castas”. Todos somos iguales…pero unos son más iguales que otros.


En este mestizaje, que es racial, MÁS NO CULTURAL, porque no conocemos la raíz y la esencia de la percepción del mundo y de la vida de la civilización Madre (una de las seis más antiguas con origen autónomo de la humanidad).
 
El sistema educativo y los medios masivos les han metido que el “origen de la cultura humana” está en “la Grecia Clásica y en el Imperio Romano”. Para ellos “lo universal” es lo europeo.

 

El mestizo entonces, desde 1821 empieza su viacrucis en busca de un lugar negado en el país de los criollos para los criollos. Busca un “rostro y un corazón” en lo español, lo francés y ahora en lo norteamericano. A tropezones  busca su identidad en “el laberinto de la desolación” de ser un extranjero inculto en su propia tierra, y ahora, por medio de la toxica televisión.
 
En estos 196 años a muy poca gente mestiza le ha interesado conocer su raíz más antigua, por el contrario, la gente asume su mestizaje con “su mítico abuelito español”, por lo cual se auto neutraliza e inhibe todo su potencial. La totalidad de nuestro ser no puede tener exclusiones y negaciones.
 
Esto es lo que hemos hecho en estos casi dos siglos, muy bien “encausados” por la ideología criolla neocolonizadora de la cultura dominante, porque es claro que la injusticia, la pobreza y la explotación están sustentado básicamente en LA IGNORANCIA.
 
Y la peor ignorancia es no saber quién en verdad somos, cuáles son nuestros potenciales, cuáles los valores y principios que nos llevaron a ser una de las civilizaciones más avanzadas del planeta, cuál nuestro linaje y legado ancestral.
 
En la orfandad producida por la ignorancia hemos perdido el camino y ruta luminosa de nuestra civilización. Tan válida y tan cierta como en estos momentos es la de China o la India para sus respectivos pueblos y gobiernos.


 
Peo en el México neocolonial de los Azacarraga, los Slim, los Saba,  a quién le interesa conocer su raíz milenaria, sus sabios y ancestrales Abuelos Toltecas. En este México disimulado e hipócrita de la dominación hegemónica enmascarada en la “modernidad, el progreso, la democracia”, a quién le interesa ser auténtico, verdadero, espiritual.


Lo indígena en México, en general, está asociado a ignorancia, incapacidad, pobreza, flojera, fealdad. En México es el lugar en el mundo donde se compran más tientes rubios para el cabello y cremas "blanqueadoras".  


Todo mundo aspira a ser “hijo del canal de las barras y las estrellas”, tener dinero aunque sea un miserable, tener poder aunque sea un ignorante, ser rubio y alto, aunque sea moreno y chaparro.


Llenos de complejos y espejismos mediáticos, la gente vive en la desolación y el vacío por no tener lo esencial. La fuerza espiritual de su identidad ancestral.

 
 
 
 
 

1 comentario:

Mercedes Escobar dijo...

Que terrible historia. Aun asi, 204 anhos nada tienen que ver con los milenios de sabiduria que desarrollaron nuestros abuelitos, urge regresar al origen! Todo nuestro apoyo para usted su equipo!