miércoles, 14 de mayo de 2014

SEGUNDO MANIFIESTO DE LA TOLTECÁYOTL PARA EL CEM ANÁHUAC 3/3




Una forma de resumir el concepto de Toltecáyotl, es “el arte de vivir en equilibrio-armonía”. La búsqueda del equilibrio a través de la medida del mundo material e inmaterial, del microcosmos y el macrocosmos. El equilibrio interior o emocional, el equilibrio con los semejantes, los seres vivos y el equilibrio con el universo. La casa de altos estudios tolteca del Cem Anáhuac se llamó Calmécac” que en lengua náhuatl significa “la casa de la medida”. La armonía, “Yocoxcayotl” en lengua náhuatl es “la piedra roseta” de la sabiduría ancestral, llevada a su esencia a partir del concepto de la vibración como fuente de la energía. Es decir, para la Toltecáyotl la esencia de todo lo que conforma el universo es una vibración, armonizarse con esa energía es su esencia, principio y fin. 


Encontrar “la mediad de las cosas, de las ideas y los sentimientos” es un “arte” que nos conduce al equilibrio. Lo que está equilibrado es bello, armonioso y estable. El desafío de los Guerreros y Guerreras de la Muerte Florecida justamente era “equilibrar” el Quetzal con el Cóatl, el nahual con el tonal, equilibrar “el terror de ser humano con el prodigio de ser, ser humano”.


La Toltecáyotl por siglos tuvo tres niveles de conocimiento: El filosófico (toltecas), el religioso (sacerdotes) y el popular de la vida cotidiana (masehuales). En el primero se relacionan íntimamente los conocimientos científicos y espirituales con “Flor y canto”, entendida como la sabiduría para encontrar el equilibrio, en tanto la flor es el símbolo de la belleza, la belleza es producto de la armonía y la armonía se produce por el equilibrio. 



El canto, como la sabiduría-filosofía versificada. Conocimientos y prácticas de carácter esotérico sustentadas en la percepción del ser humano y el universo como energía vibracional, reservado para una élite de seres humanos que estaban dispuestos a realizar los más increíbles esfuerzos de disciplina, responsabilidad, valor y sacrificio. Intrépidos, que exploraban espacios de la percepción energética, casi inaccesibles a las capacidades humanas sin perder la razón.


El nivel religioso en la Toltecáyotl, se refería a la interpretación y humanización de lo inconmensurable, como una enseñanza para darle sentido trascendente a la vida personal, familiar y comunitaria. Basada en conocimientos del primer nivel pero traducidos y simplificados para el acceso del ser humano común y corriente. Que le den sentido, dirección y armonía a su existencia individual y colectiva en un proyecto innegable y compartido por casi todos los pueblos a través de ritos y ceremonias para sensibilizar y concientizar de la sacralidad de la vida y la divinidad del mundo.  Tloque Nahuaque, Ometéotl y la dualidad Tláloc-Quetzalcóatl, pilares de la religión anahuaca, nacen como inspiración del primer nivel, y después, variadas representaciones de las diversas advocaciones de una misma realidad invisible, impalpable e innombrable, presentes en el mundo en el que vive el ser humano.


El nivel popular de la Toltecáyotl en la vida cotidiana, estaba enfocado a los conocimientos prácticos del mundo material que les rodeaba. Las ciencias y los “saberes comunitarios” que eran fruto de cientos de años de observación y práctica en su relación con el medio habiente. Tanto local, como regional y continental. Desde la observación de la mecánica celeste, pasando por las matemáticas, la botánica, zoología, medicina, etc., pasando por la educación y el sistema de organización comunitaria y régimen jurídico, hasta la misma vida familiar. Los masehuales vivían inmersos en el universo del Calpulli y los Huehuetlatolli, en el respeto, los valores y principios que dieron armonía, orden y bienestar a las comunidades que vivían en paz en el Cem Anáhuac.


Esta sólida y estable vida, con profundos cimientos humanistas, elevadas aspiraciones espirituales y conocimientos asombrosos sobre la energía, se ve materializado en que, en el Anáhuac, se construyeron el mayor número de “zonas arqueológicas del mundo” y en cada zona arqueológica hay más de una pirámide. Este “espíritu constructor”, duró en el periodo Clásico más de diez siglos y estas construcciones no fueron ciudades, como Ur, Babilonia, Bagdad, Roma, etc., lugares de concentración de poder y riqueza material. Tampoco fueron fortalezas militares, porque en este periodo no hubo guerras y sobre todo, porque la misma arquitectura, así nos lo indica. Menos aún fueron construidas como palacios reservados a una élite de poder material. Fueron construidos como centros de estudio y de investigación de la Toltecáyotl en su nivel más elevado.

Esta es una de las revelaciones más importantes del potencial y grandeza de nuestra Cultura Madre. Justamente está, en lo más evidente, que son las impresionantes construcciones que nos legaron por todo el territorio nuestros sabios antepasados. Tantas construcciones, diferentes todas y cada una de ellas, pero todas unidas por una misma matriz filosófica-arquitectónica-filosófica-astronómica, que nos revelan la más elevada preocupación y ocupación existencial, que requirió un inconmensurable esfuerzo humano en energía, recursos, voluntad y continuidad. Nuestro Patrimonio Edificado anahuaca no fue una Gran Muralla, grandiosas tumbas monumentales, un canal de miles de kilómetros para el comercio, grandes puertos o inexpugnables fortalezas militares. Son en cambio, construcciones armoniosamente edificadas con la mecánica celeste y el movimiento del Sol, pero sobre todo, con un fin tan elevado, que hoy en día, nuestra miope y primitiva percepción de la vida, el universo y la energía, no nos lo pude permitir comprender.       


La Toltecáyotl es un todo que envolvía armónicamente el desarrollo de la vida en el Cem Anáhuac a los largo de decenas de siglos, y que a pesar de la brutal invasión y el feroz epistemicidio, se mantiene en el banco genético de información cultural de los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos y en la prácticas, costumbres y tradiciones de muchos pueblos originarios del continente. Ahí sigue depositada parte de nuestra más importante riqueza cultural, a la que le hemos dado la espalada y nuestro desprecio durante cinco siglos.


La Toltecáyotl es lo que une e identifica, -en lo esencial-, a todos los pueblos y culturas del continente Ixcachillan, desde Alaska hasta La Tierra del Fuego. Lo latinoamericano e hispano, es lo que une e identifica a las “personas euroamericanas”, es decir, pertenecientes culturalmente a Occidente, el eurocentrismo, la modernidad y el capitalismo. 

Gonzalo Guerrero (español), Zazil su esposa (maya) y sus tres hijos, los primeros mestizos de México

El mestizaje cultural en el Cem Anáhuac en los últimos cinco siglos, además de ser enriquecido por la cultura Occidental, posee los ricos y variados aportes de las culturas de África y Asía. De modo que la Toltecáyotl del siglo XXI, -como toda la sabiduría ancestral del mundo-, ha recibido aportaciones culturales y de conocimiento, lo que la hace más rica y sólida.  Pero mantiene en lo profundo su esencia primigenia. Iniciar el camino “hacia adentro”, en la búsqueda de nuestro más antiguo y perene “rostro y corazón verdadero”, sin negar y rechazar las apropiaciones culturales de otras civilizaciones que ya forman parte de nuestro ser, es la tarea que resulta emergente e impostergable para poner fin a la colonización mental, cultural y espiritual que sufrimos.      


Hoy más que nunca, para enfrentar los desafíos de un mundo neoliberal globalizado que se está derrumbando, requerimos recurrir a las sabidurías ancestrales de la humanidad, en nuestro caso, a La Toltecáyotl.  Tenemos que re-pensar y re-utilizar esta vasta experiencia de vida humana. El desarrollo de la conciencia comunitaria a través de la comunalidad y la fraternidad solidaria por medio del servicio a la comunidad a través del tequio, la gozona, la guelaguetza, la mano vuelta, etc., el bien común y el “corazón del pueblo”. La organización social a través de “los usos y costumbres, la asamblea y el “mandar obedeciendo”.



 Continua.....

Visite www.toltecayotl.org



12 comentarios:

Anónimo dijo...

no manches marin de cual fumas estas operado del cerebro jajajaja

Anónimo dijo...

ya nadie te lee naco guarachudo prieto y apestoso, dejate de chorreadas y ponte hacer tus tamales

José Juan dijo...

Que pena que se escriban comentarios como los anteriores donde esas personas se desaprueban a si mismas. Utilizando palabras humillantes como "naco", "apestoso", etc., estas personas pretenden borrar e ignorar lo imborrable e imposible de ignorar. Nuestras raices anahuacas son tan fuertes y poderosas, que cuesta trabajo entenderlas y asumirlas. Dediquemonos a saber más acerca de nuestra cultura anahuaca. Es lo mejor que podemos hacer por nuestro pais.

Anónimo dijo...

Señor Marín lo felicito por su esfuerzo, me gustó que mencionaras en parte que lo Occidental ha aportado (porque no todo lo que trajeron es malo). Yo pienso que estas personas que te están insultando son las mismas de otros posts, se nota la forma que se expresan parecida, seguro son de grupos criollos e hispanistas que tienen fines obscuros, pero no lograrán nada. saludos: Giovanni

Marcos López dijo...

Coincido con tu comentario José Juan: Es desafortunada la forma de pensar de esta persona que usa términos "naco", "guarachudo" y otros términos tan vulgares. El hecho de que una persona se vista de atuendos propios de su cultura o de su pueblo, el que use huarache no significa ser naco, ignorante o que esté fumando alguna droga. Sin embargo, los comentarios tan desagradables que hacen estas personas hacia el maestro Marín, indica la formación que tienen, la educación en valores que recibieron de sus abuelos y de sus padres lleno de egocentrismo y complejo de superioridad,lleno de negación hacia las civilizaciones originarias de estas tierras hoy explotadas, saquedas y destruidas por los admiradores del imperialismo y del eurocentrismo.

Anónimo dijo...

ni maíz palomas soy mexicano y de los meros meros, nada mas que los mexicas y los indios ya se acabaron, ahora solo hay jodidos y marginados que son flojos y que quieren que papa gobierno les de todo. Los indios ya pelaron gallo. Super mexicano

VICENTE SANCHEZ VEGA dijo...

MUCHAS GRACIAS SR. MARIN POR COMPARTIR SU MATERIAL CON TODOS LOSQUE SOMOS SUS SEGUIDORES, Y NO SEGUIDORES, NO TENDREMOS CON QUE PAGARLE, PERO LOS MAS IMPORTANTE LA REPERCUSIÓN DE ESTE CONOMIENTOS, ENTENDER LA FILOSOFIA DE NUESTROS ANCESTROS, LOS VALORES QUE ESTE MENSAJE TRANSMITE NO TIENE VALOR ECONOMICO Y ESPERO QUE ESTO LO ENTIENDA LOS QUE NO TIENE CAPACIDAD E INTELIGENCIA DE INTERPRETAR LOS CONOCIMIENTOS ANCESTRALES Y QUE ESTA TAN VIGENTE. QUE SI HICIERAMOS PRACTICO ESTAS VALORES VIVIRIAMOS EN PAS Y ARMONIA CON LA NATURALEZA

Anónimo dijo...

La reflexión compartida por el maestro Marín reafirma lo que vislumbra en la mentalidad del mexicano común: una evidente colonización mental-cultural-espiritual que se revela como una profunda crisis de identidad, tal vez incurable para unos cuantos, pues pareciera que hay mexicanos encariñados con las ideas de sus carceleros ya que, a pesar de presentarles los valores, principios y fundamentos empíricos sobre el potencial de las culturas ancestrales y el legado que ha sobrevivido en estos cinco siglos de invasión-ocupación, siguen empeñados en seguir por el mismo camino que el modelo occidental les ha implantado y el cual nos está llevando al borde de la autodestrucción por su falta de respeto, sensibilidad y conciencia hacia la Madre Naturaleza y hacia el propio humano. En fin, se comprueba que no hay peor ciego que el que no quiere ver y -como dijo un sabio-, en la actualidad, es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio, pero con todo y eso la Toltecayotl seguirá su continuidad porque así fue y tiene que ser…¡el destino de Nuestra Cultura tiene un porqué y un para qué; todo lo que se ha vivido y sufrido debe tener un porqué; la Toltequidad tiene un destino para nuestra Nación y también para el mundo entero!

Anónimo dijo...

Defensores chafas de marin, lo mismo para todos ustedes indios flojos guarchudos apestosos, mejor pónganse a hacer tamales de sesos….jajajajajaja

Anónimo dijo...

No se que te pasa anónimo, yo pienso que tienes retraso mental, ni los conoces y les dices indios apestosos, dices que hagan tamales de sesos y piensas que tu comentario es poderoso al poner jajajas, pero bueno como eres de esa gente con cerebro podrido seguirás diciendo lo mismo aunque te muestren que no eres valioso para el planeta y que dices estupideces, porque lo único que harás en tu vida es poner comentarios como éste y te seguirás riendo, bueno ojalá vayas a un buen manicomio para solucionar tu problema mental pero no lo harás y seguirás feliz siendo estúpido.

Anónimo dijo...

Señor Marín, agradezco mucho su labor. Me gustaría compartir con usted y su auditorio este breve poema que escribí hace un tiempo

ANAHUAC

Sangre de la pirámide ahora corre por mis venas
el calendario espacial rigió mi nombre pasado
ciudades calladas que no tuvieron par,
crecieron al infinito,
enterradas las montañas

Nuestras antiguas manos tallaron todo eso,
los antiguos padres que el tiempo ya ha olvidado
en un ocaso permanente

Pero antiguos fuimos y orgulloso el corazón
hermano y sangre,
quien fuera de esta tierra,
porque en el centro de la luna se destruyó
y se volvió a fundar nuestra ciudad

Viajero al pasar
ve y dí que somos descendientes
de un volcán dormido,
que un día en el mundo todo se escuche:
Somos la tierra entre dos aguas!
nuestro nombre es y somos México
El alma es Cem Anáhuac

RAFAEL DIAZ MAYORQUÍN dijo...

FELICIDADES DON GUILLERMO MARÍN, APRECIAMOS EN GRAN ESTIMA SUS ACUCIOSAS INVESTIGACIONES SOBRE NUESTRAS ANCESTRALES CULTURAS Y SUS BIEN DOCUMENTADAS OBRAS.