viernes, 4 de septiembre de 2015

EL GRAN TENOCHTITLÁN (primera parte de dos)


INTRODUCCIÓN
Te invitamos a conocer una de las más grandiosas ciudades de la humanidad. A lo largo de este trabajo, podrás apreciar sus rasgos más relevantes, como su origen, ubicación, arquitectura, economía, organización y caída, lo cual te permitirá llegar a admirar esta sorprendente realización azteca cargada de una fuerte significancia religiosa y espiritual.

No queremos dejar de mencionar a Mircea Eliade, quien nos explica claramente el sentido del espacio sagrado, "cargado de un significado religioso, por contraposición al espacio circundante (el mundo) que no tiene entidad propia, sino en función del primero". Vemos este espacio sagrado intensamente ejemplificado en la ciudad de Tenochtitlán, que posee un marcado carácter religioso en todo ámbito, lo que la lleva a tener la necesidad de entender su existencia; además de poseer ese perfecto aire creativo, tan propio de ella, y ese afán constante de dar sentido a lo que la rodea, siempre por medio de lo sagrado, que representa el centro de toda ciudad, y alrededor se ven desarrollados los demás espacios.

Esperamos que por medio de este trabajo puedas situarte en esta gran ciudad, y hacerte partícipe de ella, a través de las letras que a continuación leerás.

ETIMOLOGÍA
La palabra Tenochtitlán, deriva de las palabras tetl (piedra) y nochtli (tuna), que integradas a la palabra tlan, que determina abundancia, construyen la palabra tunal. El Código Borgia (manuscrito mesoamericano de contenido ritual y adivinatorio), dice que la palabra tetl en este caso tiene un muy particular significado: la piedra donde esta posado el tunal significa "Corazón de la Tierra”, por la forma en que está representada. El nopal, planta de donde se derivan las tunas, proviene de la Diosa de la Tierra, y es esta representación quien otorga un carácter divino a la piedra original, y la ciudad misma.
 ORIGEN MÍTICO
Cerca del año 1150, grupos de guerreros nómadas provenientes del norte, partieron con la idea de poblar el sur, invadiendo lo que hoy es la región central de México. Una de estas tribus era la formada por los aztecas, llamados así porque eran originarios de Aztlán (“Lugar de las garzas”).
Estos pueblos combatieron entre sí y contra los habitantes de la región para apoderarse del territorio. Finalmente un grupo resultó victorioso, el de los aztecas, que fueron los últimos en emprender el largo peregrinaje que tenía como propósito encontrar la tierra prometida por su dios Huitzilopochtli.

Una de las tantas versiones, cuenta que los aztecas fueron expulsados de Aztlán cuando Huitzilopochtli les ordenó buscar otro lugar y cambiar su nombre por el de mexicas. Otra versión, afirma que un día apareció un pájaro emitiendo un canto, que en náhuatl significaba "ya vámonos"; el pájaro repitió muchas veces este canto, y un hombre del pueblo logró convencer a los demás de que abandonaran el lugar. Con el tiempo, este hombre se convertiría en el dios Huitzilopochtli, quien guiaría a los mexicas al lugar prometido.
Luego de una dura y peligrosa peregrinación (que duró alrededor de 100 años, según las creencias tradicionales), los aztecas llegaron al Valle de México, y allí fueron perseguidos y utilizados como servidumbre por diferentes grupos y se establecieron momentáneamente en islotes encontrados.
Según cuenta la leyenda, los aztecas habían viajado hacia el sur en busca de un nuevo lugar donde vivir. Su dios Huitzilopochtli, les había anunciado que debían construir su nuevo reino en el lugar donde vieran un águila (Quetzacoatl) peleando con una serpiente sobre un cactus. Los guerreros aztecas, vieron esta señal en una isla del Lago Texcoco, en la región central de México. En esa isla construyeron su capital, Tenochtitlán, a mediados del siglo XIV. La isla contaba con pocos recursos naturales, como piedras y madera para la construcción. No obstante, los aztecas encontraron maneras de solucionar estos problemas; comenzaron levantando un santuario y cabañas muy pobres, pero poco a poco construyeron templos, centros ceremoniales y una gran ciudad que llegaría a ser el mayor imperio de México.
ORIGEN MATERIAL
En la imagen se muestran los islotes, denominados “islas primitivas” que encontraron los aztecas (mexicas) en su llegada, y que les sirvieron de base para construir sus chozas.
Sobre un islote del lago Texcoco, propiedad de la ciudad de Azcapotzalco, ellos fundaron la villa de México-Tenochtitlan, y para ampliar sus dominios, debieron construir jardines flotantes, los Chinampas.

Lo primero que hicieron los aztecas al momento de llegar a estos islotes, fue construír el templo a su dios Huitzilopochtli, y es a través de este acto, donde comienzan a aprovechar los materiales que les presentaba el Lago Texcoco. Luego de ello, dividen el lugar en cuatro partes o cuadrantes. Según los relatos (de origen mítico) Huitzilopochtli dijo: “Asentaos, repartios, fundad señoríos por los cuatro ámbitos de la tierra”, y los aztecas obedecieron.
La ciudad queda dividida finalmente en dos espacios: el sagrado y el profano. El primero es ocupado por la plaza principal y los templos; y fuera de esto se construyó el espacio de los nobles y del pueblo. La mayoría de las piedras usadas en la edificación de monumentos de Tenochtitlán, proceden de formaciones cuyos afloramientos llegaban prácticamente a las orillas del lago.
Las rocas presentes en la Zona del Templo Mayor son los tezontles, los basaltos, las andesitas y las calizas. Se les encuentra en tamaños y formas sumamente variables y, por lo general, cumpliendo muy diversas funciones arquitectónicas.

•Tezontle: Piedra volcánica porosa de color rojizo que se emplea en la construcción.

•Basalto: Roca volcánica, de color negro o gris oscuro, de grano fino y muy dura.

•Andesita: Roca eruptiva de tonalidad grisácea oscura o negra.

•Caliza: Roca compuesta sobre todo de calcita, muy abundante en la naturaleza y utilizada en la construcción.
El tezontle y el basalto son los materiales constructivos predominantes en la arquitectura religiosa de Tenochtitlan. El uso de estas rocas para la construcción de Tenochtitlán, se explica no sólo por su gran abundancia, sino también por sus magníficas cualidades físicas, que combinan las características ideales para la construcción.
Debemos tener en cuenta que edificaban sobre un subsuelo lodoso, en un terreno en el que eran frecuentes las inundaciones, debido a las crecidas de los grandes lagos que rodeaban a la capital. Las cimentaciones se hacían clavando estacas de madera de árbol en el lecho, que se afianzaban con fragmentos de tezontle y lodo. Así se preparaba el terreno para construir los basamentos que consistían en un núcleo de tierra y piedra volcánica.
PLANIMETRÍA
Este mapa de Tenochtitlán, a pesar de ser simple, ofrece algunos detalles exactos. Había tres calzadas mayores que corrían desde el continente hacia la ciudad, la cual fue dividida en cuatro distritos y poblado por más de doscientas mil personas. El antiguo Tenochtitlán se perdió en la memoria.
En el mapa anteriormente mostrado, se aprecia la disposición de los 7 bloques urbanos (manzanas) que se piensa, después de múltiples investigaciones, ocupaba el gran Centro Ceremonial. Las áreas marcadas en negro corresponden a las zonas y terrenos, indicando sus números oficiales dentro de la calle.
EMPLAZAMIENTO
El valle de México se va a presentar como el principal escenario de la historia de Tenochtitlán, es una cavidad rodeada de elevaciones de origen volcánico, y limitada por los valles de Puebla, Toluca, Mezquital y del río Balsas, en cuyo centro se halla el lado de Texcoco.
La Ciudad de Tenochtitlán se originó en un islote del Lago Texcoco en el año 1325. El Lago Texcoco formaba parte de un sistema de lagos, actualmente en proceso de desaparición, localizados al suroeste del ya mencionado Valle de México. Por aquella etapa de la historia, los aztecas construyeron islas artificiales en los bajos de la laguna, con el propósito construir poblados. Estas islas fueron ampliadas artificialmente hasta incluir la ciudad gemela de Tlatelolco.
Siendo exactos, podríamos decir que México-Tenochtitlán se localizaba en la Cuenca de México, entre los 2,270 y los 2,750 msnm (metros sobre el nivel del mar), en la parte meridional del Altiplano Mexicano. No estaba ubicado al centro del Lago Texcoco, sino que en una especie de golfo o ensanche en el ángulo sudoeste del mismo.
Al ser construida cerca de su costa occidental, permitió que Tenochtitlán fuese vinculada a tierra firme mediante calzadas. Es importante mencionar que Tenochtitlán no estuvo aislado, sino que en torno al sistema lacustre se alzaban otras como Xochimilco, Tlapacoya, Iztapalapa, Chalco, y Texcoco que estaban unidas a la capital mediante una tupida red de calzadas.

AVANCES TECNOLÓGICOS.
Los terrenos fueron ampliados por los aztecas, con tierra y arena por medio de las chinampas, técnica que consiste en desecar pequeños lotes de tierra. Así fortalecieron los terrenos para la edificación uniéndolos con el exterior por medio de calzadas y acueductos, pareciendo la ciudad una isla en medio de un lago. Por la capital azteca cruzaban muchos canales por donde transitaban miles de Canoas, lo cual facilitó el desarrollo de la economía.
Otro modo de unión por destacar, son una serie de puentes donde a menudo pasaban grandes cantidades de gente y mercancía que eran los tributos de pueblos conquistados.


Otros avances importantes por mencionar son: Tecnología Hidráulica: El hecho de que estuvieran rodeados de lagos, exigió la creación de sistemas hidráulicos, para el aprovechamiento de los recursos naturales y la contención de las aguas para evitar que la ciudad se inundara, así como para cultivos y la propia circulación hacia lo interno y externo de la ciudad.
Se hicieron imprescindibles la utilización de complejas maneras de control y cultivo, así como de conocimiento de ciclos y factores climáticos, que permitieron producir alimentos en volumen para una megaurbe, como lo fue Tenochtitlán.

Chinampas: Fueron fundamentales para la agricultura de la ciudad. Representaban parcelas superficiales sustentadas con pilotes y gruesas capas de tierra regadas con canales y por infiltración propia del lecho.

Sistemas de Riego: Idearon sistemas de riego mediante canales, presas hechas con madera, piedra o lodo, diques (muro artificial hecho para contener la fuerza de las aguas), compuertas y depósitos pluviales. Las obras principales fueron los diques o albarradas, destacando el llamado “Albarradón de Nezahualcóyotl”, un muro de piedra y argamasa pensado en la contención y separación de las aguas. Otro fue el de “Ahuizotl”, que protegía el islote de las corrientes del Lago Texcoco.

Acueductos: Canales soportados por pilares con arcos, que pueden alcanzar cierta altura. Estos llevaban el agua por kilómetros de zonas cercanas donde hubiera manantiales, de modo que Tenochtitlán tenía un excelente suministro de agua, además de un gran sistema de alcantarillado.
Calzadas: Existían gran cantidad de calzadas que conectaban distintos lugares. Entre ellas podemos encontrar la “Calzada de Tepeyacac”, que cruzaba de norte a sur el cerro del Tepeyacac hasta el islote de Nonoalco-Tlaltelolco; la “Calzada de Tlacopan o Tacaba”, que partía hacia el poniente hasta el templo mayor de Tlacopan; la “Calzada de Nonoalco”, que conectaba a la ciudad con tierra firme; y la “Calzada de Tenayocan”, que conectaba el islote de Tlaltelolco hasta Tenayocan en el norte.


Calles: Estas fueron hechas con una especie de acera de tierra allanada, para el tránsito humano y en muchas de calles adyacentes iba un canal para el acceso de canoas.

Tomado de: http://elgrantenochtitlan.blogspot.mx/

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