sábado, 7 de septiembre de 2013

LA INCONCIENCIA ACRECENTADA


De las pocas cosas que puedo dar por ciertas, después de vivir más de seis décadas, es que los seres humanos vivimos en un mundo totalmente desconocido, del cual hemos “humanizado/domesticado” una pequeñísima parte que llamamos pomposamente “universo”, y que, afirmamos que es “la realidad”.


Este “universo real” ha sido construido por ideas y solo ideas, y estas ideas nos las han incrustado una serie muy amplia y variada de instituciones al servicio de nuestros depredadores, a los que por cierto no conocemos ni creemos en su existencia, pero que son ellos los que determinan nuestra limitada percepción del mundo y la vida.


Las instituciones son grandes y pequeñas, diversas y opuestas pero todas nos conducen a interpretar la vida y el mundo como nuestros depredadores lo han diseñado.
 
Instituciones como el gobierno, la democracia y la política, las iglesias y las religiones, la educación escolarizada, los espectáculos deportivos, artísticos y de esparcimiento, los medios masivos, la historia oficial, la historia “universal”, la propiedad privada, la economía, la publicidad, el Mercado, el consumo y un largo etcétera.


De modo que el “ser humano moderno en la sociedades modernas” a final de cuentas y la verdad descarnada sea dicha con toda honestidad, vivimos exacta y literalmente como “gallinas de granja industrializada”.
 
 
No sabemos verdaderamente cuál es la razón de nuestra vida y no percibimos la verdadera realidad de nuestra existencia. Somos alimento vil de nuestros depredadores sin darnos cuenta.
 
 
Quiénes son nuestros depredadores, -esa es “otra historia”-, pero lo cierto es que no los conocemos, ni los percibimos y mucho menos sabemos que somos sus presas… exactamente igual que las gallinas con los trabajadores que las cuidan y los inversionistas que financian la industria. 

 

Las culturas milenarias han usado sustancias psicotrópicas o enteógenos para tener mayor capacidad de “percepción de la realidad”. Existen investigaciones muy serias como las del Dr. Robert Gordon Wasson en relación al uso de los enteógenos en el mundo antiguo, y en México
 
 
existe la práctica, -hasta la actualidad-, de la sabiduría de las llamadas “plantas de poder”, como son el peyote y los hongos alucinógenos, -entre muchos otras-, que siguen siendo usadas además de su forma terapéutica, como método de conocimiento.

 

Pues bien, se dice que cuando se ingiere sustancias como la psilocibina la capacidad de percibir el mundo o la realidad se expanden de manera extraordinaria.
 
 
Como si la substancia hiciera que se interconectaran un número mucho mayor de neuronas para percibir con resultados asombrosos. A estos estados se le conoce como “estados de conciencia acrecentada”, especialmente en la obra de Carlos Castaneda.
 

Sin embargo, después de mucho pensar en este punto llegamos a la conclusión que lo que sucede es que realmente vivimos permanentemente en un estado de “in-consciencia acrecentada” por todas las ideas que nos han programado nuestros depredadores y que cuando se ingiere la psilocibina, toda esta “basura” es desplazada del cerebro y entonces podemos percibir “otra realidad”.
 
 
 
Es decir, percibir el mundo como “es”, -sin ideas preconcebidas-, “limpio y transparente”. Con la plena y llana “conciencia natural”, no es que se acrecienten nuestras capacidades intelectuales o espirituales, sino simple y llanamente las podemos usar sin la basura depositada por nuestros depredadores para que no nos demos cuenta “del gallinero y de nuestro miserable destino”… como las gallinas de granja avícola industrializada.  Más nada.
 

 
 

 
 

7 comentarios:

Anónimo dijo...

!!!!pacatelas!!!!nuevamente en el blanco, bien maestro Marín, me gustó mucho. Gracias.
Ernesto.

Anónimo dijo...

“gallinas de granja industrializada” jajaja, asi es mi querido Guillermo, gracias.
Antonio

Anónimo dijo...

Acuerdo contigo Guillermo, el uso de plantas sagradas como camino a niveles superiores de conciencia es muy cierto. Desde el inicio de los tiempos los humanos se han conectado con el universo a través de diferentes plantas, ahora es nuestro trabajo rescatar el legado y descargar el conocimiento ancestral de nuestros abuelos.
Saludos! Oscar Aguilar

Anónimo dijo...

muy bueno, felicidades y un afectuoso saludo. Victor Hugo De la Cerda

Anónimo dijo...

vivimos en la matrix...Huelga Nacional

Unknown dijo...

Estimadísimo compañero. Nuestro estado de inconciencia acrecentada, no se debe únicamente a la acción de los medios de comunicación o de la religión, o de algún otro elemento exógeno. sólo depende de nosotros mismos y de nuestra capacidad de introyectar o no las ideas, o experiencias de otros. Siempre tendremos la libertad de decir sí o no. Guadalupe

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿quienes son nuestros depredadores?????!!!!!!