La amenaza de la entrega amañada del petróleo, no es algo nuevo en este país, que se fundó apenas hace 187 años. El verdadero problema para entender los problemas de la nación, es que el mexicano no conoce su Historia.
Es sabido que las personas y los pueblos que conocen su Historia, no la repiten (no cometen el mismo error) y les sirve de guía para construir el futuro que ellos desean. Los ignorantes de sí mismos, son como ratoncitos en la jaula de la colonización, que los tienen dando y dando vueltas en un tambor sin fin.
Debemos de partir de que el gran pueblo de México, viene de siete mil quinientos años de desarrollo humano, aquél que el Dr. Bonfil llamó “El México profundo”. Pero por la invasión de los europeos se destruyeron su milenarias INSTITUCIONES, LEYES Y AUTORIADES y se impusieron desde ese tiempo hasta nuestros días, las de los colonizadores. Estos son los verdaderos cimientos del “México imaginario”.
Después de tres siglos de colonización salvaje y descarada, y gracias a un pleito entre gachupines y criollos, éstos últimos organizaron una revuelta incitando a los indígenas a la lucha para sacar a los gachupines del poder. Así “nace el México independiente”, que no es más que una nueva colonia disfrazada, en donde los criollos seguirán explotando a los pueblos indígenas y mestizos.
El problema actual nace de la división de los criollos triunfadores. Unos eran pro-europeos, monárquicos, centralistas, conservadores (PAN) y los otros eran pro-estadounidenses, republicanos, federalistas, liberales (PRI-PRD). Ahí nacieron los conflictos políticos del “México contemporáneo-imaginario”.
Durante la primera parte del siglo XIX, los criollos de uno y otro bando lucharon políticamente por estas dos visiones en la “construcción de su país”. Hasta que llegaron a las armas y se dio la Guerra de Reforma. Como ganaron militarmente los liberales, los conservadores fueron a pedir ayuda a la Francia de Napoleón III y vino la intervención francesa. Pero debe usted saber que los criollos de los dos bandos, buscando “el apoyo” entregaban gustosos “el oro y el moro” de su futura patria, tanto a E.U. como a Francia.
Y este es el punto amable lector. Los criollos en general, son entreguistas históricamente.
Nunca se han planteado un proyecto de país que responda a los ideales, necesidades, aspiraciones y vocación de su pueblo. Siempre han sido reducidos grupos de poder económico, político e intelectual. Nunca han tomado en cuenta la milenaria cultura de la civilización vencida. Siempre han importado modelos extranjeros en todos los campos. Y su visión de su México es “entregar como esclavos a los vencidos y sus recursos naturales” para iniciar una “luminosa etapa de progreso”.
Esta ideología nace desde Guadalupe Victoria, pasa por Santana, Juárez, Díaz, Carranza, Obregón, se tiene una excepción con Cárdenas (el bueno), Alemán hasta López Portillo en que se guardaron las formas, pero a partir de De la Madrid con la imposición del neoliberalismo y sigue con Salinas, Zadillo, Fox y Calderón con la globalización, EL ENTREGUISMO ES CÍNICO Y DEMENCIAL.
El criollo de ayer y de hoy, es decir, de la época Colonial y “motherna”, se ha caracterizado siempre por ser acomplejado, impotente, incapaz y sumamente racista, ignorante y explotador. El gachupín por lo menos en la Colonia produjo mucha riqueza a España. Los criollos en el poder en estos 187 años, por el contrario, han producido enfrentamientos, guerras fraticidas, han perdido más de la mitad del territorio y han sido un fracaso rotundo en la producción de la riqueza. Lo que saben hacer con maestría es producir pobreza, desesperanza y frustración. Hacen creer a los verdaderos mexicanos, que no damos una. Pregúntele usted, amable lector, al Talhugo Sánchez.
Actualmente, después del petróleo (que les “urge” entregar), las divisas que entran a México, no es por sus grandes exportaciones, su alta productividad, sus innovaciones tecnológicas o sus estrategias comerciales. No señor, las divisas las meten al país los mexicanos que vienen del “México profundo”, los más explotados y pobres, los desheredados, los hijos de los vencidos e invadidos…los migrantes.
Así pues, la amenaza amañada de la entrega del petróleo, no es nada nuevo en el país de los criollos. Ellos historiadamente están dispuestos a entregar todo (lo que no es suyo), con tal de hacer riqueza rápidamente y salir cargados de dinero a “su tierra natal”. Aunque en verdad no tienen patria, pues allá no los quieren y no los consideran de ellos.
Desde 1982 los criollos han entregado el país en muchos campos. Han entregado la soberanía nacional, la alimentación, la salud, la educación y la organización política a intereses extranjeros, sean de corporaciones, países o poderes supranacionales como el Vaticano, El Banco Mundial, el Pentágono, la Bolsa de Nueva York, etc. Todo esto lo han hecho impunemente, porque desde 1521 los invasores-colonizadores le han quitado al pueblo su memoria histórica. Fox quitó de secundaria la historia antigua de México.
En efecto, el pueblo de México NO TIENE RECUERDOS, no sabe de dónde viene, no sabe en dónde esta y mucho menos sabe a dónde quiere ir. Esta perdido en "su laberinto de la desolación"
No sabe de su luminoso pasado, no se reconoce a sí mismo y busca afanosamente su personalidad en “el canal de las barras y las estrellas”. Trata atávicamente de borrar todo vestigio de su milenaria cultura, se pinta el cabello de rubio, se pone cremas blanqueadoras, les pone a sus hijos nombres extranjeros, trata de “ser y vivir” como un gringo de tercera. Siempre despreciando lo propio y exaltando lo ajeno.
Por esa misma razón los criollos y los extranjeros han podido hacer todo lo que han hecho en estos cinco siglos. Y después del petróleo tratarán de vender las Californias y sí a Inglaterra le sigue interesando, la península de Yucatán y sí los japoneses les conviene, parte del territorio continental. Porque el país esta totalmente hipotecado y vendida su “mano de obra” con el mísero salario mínimo al peor postor maquilador.
Así que preparase para otra entrega más de los criollos. No le debe sorprender y no debemos “echarle la culpa a ellos”. Los responsables somos nosotros, el pueblo, los de abajo, los descendientes sanguíneos y culturales de los vencidos. Porque nosotros lo hemos permitido a través del desprecio e ignorancia que hemos desarrollado de nosotros mismos. Los criollos solo actúan en consecuencia.
Es sabido que las personas y los pueblos que conocen su Historia, no la repiten (no cometen el mismo error) y les sirve de guía para construir el futuro que ellos desean. Los ignorantes de sí mismos, son como ratoncitos en la jaula de la colonización, que los tienen dando y dando vueltas en un tambor sin fin.
Debemos de partir de que el gran pueblo de México, viene de siete mil quinientos años de desarrollo humano, aquél que el Dr. Bonfil llamó “El México profundo”. Pero por la invasión de los europeos se destruyeron su milenarias INSTITUCIONES, LEYES Y AUTORIADES y se impusieron desde ese tiempo hasta nuestros días, las de los colonizadores. Estos son los verdaderos cimientos del “México imaginario”.
Después de tres siglos de colonización salvaje y descarada, y gracias a un pleito entre gachupines y criollos, éstos últimos organizaron una revuelta incitando a los indígenas a la lucha para sacar a los gachupines del poder. Así “nace el México independiente”, que no es más que una nueva colonia disfrazada, en donde los criollos seguirán explotando a los pueblos indígenas y mestizos.
El problema actual nace de la división de los criollos triunfadores. Unos eran pro-europeos, monárquicos, centralistas, conservadores (PAN) y los otros eran pro-estadounidenses, republicanos, federalistas, liberales (PRI-PRD). Ahí nacieron los conflictos políticos del “México contemporáneo-imaginario”.
Durante la primera parte del siglo XIX, los criollos de uno y otro bando lucharon políticamente por estas dos visiones en la “construcción de su país”. Hasta que llegaron a las armas y se dio la Guerra de Reforma. Como ganaron militarmente los liberales, los conservadores fueron a pedir ayuda a la Francia de Napoleón III y vino la intervención francesa. Pero debe usted saber que los criollos de los dos bandos, buscando “el apoyo” entregaban gustosos “el oro y el moro” de su futura patria, tanto a E.U. como a Francia.
Y este es el punto amable lector. Los criollos en general, son entreguistas históricamente.
Nunca se han planteado un proyecto de país que responda a los ideales, necesidades, aspiraciones y vocación de su pueblo. Siempre han sido reducidos grupos de poder económico, político e intelectual. Nunca han tomado en cuenta la milenaria cultura de la civilización vencida. Siempre han importado modelos extranjeros en todos los campos. Y su visión de su México es “entregar como esclavos a los vencidos y sus recursos naturales” para iniciar una “luminosa etapa de progreso”.
Esta ideología nace desde Guadalupe Victoria, pasa por Santana, Juárez, Díaz, Carranza, Obregón, se tiene una excepción con Cárdenas (el bueno), Alemán hasta López Portillo en que se guardaron las formas, pero a partir de De la Madrid con la imposición del neoliberalismo y sigue con Salinas, Zadillo, Fox y Calderón con la globalización, EL ENTREGUISMO ES CÍNICO Y DEMENCIAL.
El criollo de ayer y de hoy, es decir, de la época Colonial y “motherna”, se ha caracterizado siempre por ser acomplejado, impotente, incapaz y sumamente racista, ignorante y explotador. El gachupín por lo menos en la Colonia produjo mucha riqueza a España. Los criollos en el poder en estos 187 años, por el contrario, han producido enfrentamientos, guerras fraticidas, han perdido más de la mitad del territorio y han sido un fracaso rotundo en la producción de la riqueza. Lo que saben hacer con maestría es producir pobreza, desesperanza y frustración. Hacen creer a los verdaderos mexicanos, que no damos una. Pregúntele usted, amable lector, al Talhugo Sánchez.
Actualmente, después del petróleo (que les “urge” entregar), las divisas que entran a México, no es por sus grandes exportaciones, su alta productividad, sus innovaciones tecnológicas o sus estrategias comerciales. No señor, las divisas las meten al país los mexicanos que vienen del “México profundo”, los más explotados y pobres, los desheredados, los hijos de los vencidos e invadidos…los migrantes.
Así pues, la amenaza amañada de la entrega del petróleo, no es nada nuevo en el país de los criollos. Ellos historiadamente están dispuestos a entregar todo (lo que no es suyo), con tal de hacer riqueza rápidamente y salir cargados de dinero a “su tierra natal”. Aunque en verdad no tienen patria, pues allá no los quieren y no los consideran de ellos.
Desde 1982 los criollos han entregado el país en muchos campos. Han entregado la soberanía nacional, la alimentación, la salud, la educación y la organización política a intereses extranjeros, sean de corporaciones, países o poderes supranacionales como el Vaticano, El Banco Mundial, el Pentágono, la Bolsa de Nueva York, etc. Todo esto lo han hecho impunemente, porque desde 1521 los invasores-colonizadores le han quitado al pueblo su memoria histórica. Fox quitó de secundaria la historia antigua de México.
En efecto, el pueblo de México NO TIENE RECUERDOS, no sabe de dónde viene, no sabe en dónde esta y mucho menos sabe a dónde quiere ir. Esta perdido en "su laberinto de la desolación"
No sabe de su luminoso pasado, no se reconoce a sí mismo y busca afanosamente su personalidad en “el canal de las barras y las estrellas”. Trata atávicamente de borrar todo vestigio de su milenaria cultura, se pinta el cabello de rubio, se pone cremas blanqueadoras, les pone a sus hijos nombres extranjeros, trata de “ser y vivir” como un gringo de tercera. Siempre despreciando lo propio y exaltando lo ajeno.
Por esa misma razón los criollos y los extranjeros han podido hacer todo lo que han hecho en estos cinco siglos. Y después del petróleo tratarán de vender las Californias y sí a Inglaterra le sigue interesando, la península de Yucatán y sí los japoneses les conviene, parte del territorio continental. Porque el país esta totalmente hipotecado y vendida su “mano de obra” con el mísero salario mínimo al peor postor maquilador.
Así que preparase para otra entrega más de los criollos. No le debe sorprender y no debemos “echarle la culpa a ellos”. Los responsables somos nosotros, el pueblo, los de abajo, los descendientes sanguíneos y culturales de los vencidos. Porque nosotros lo hemos permitido a través del desprecio e ignorancia que hemos desarrollado de nosotros mismos. Los criollos solo actúan en consecuencia.
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