viernes, 26 de septiembre de 2008

UNA REALIDAD APARTE. ( * )




(NUEVAS CONVERSACIONES CON DON JUAN)

Primera edición en inglés 1971
Primera edición en español, 1974
Titulo Original: A Separate Rality ( Further Conversation With
Don Juan)
1971 Carlos Castaneda
D.R. 1974 Fondo de Cultura Económica México.
Colección Popular 135. 302 pag.
Traducción de Juan Tovar.


Este libro recoge, por un lado, la recapitulación de lo que el aprendiz Castaneda vivió al lado de su maestro Don Juan en su primera etapa de aprendizaje (1961-1965) y, por otro, la reanudación de su aprendizaje, a partir de abril de 1968, dos años y medio después de haberlo abandonado "definitivamente". Castaneda relata que cuando recibe el primer ejemplar de su libro Las enseñanzas de Don Juan siente un gran deseo de mostrárselo a Don Juan. Hecho que lo pone de nueva cuenta en el camino del conocimiento de la Toltequidad, en un segundo ciclo de aprendizaje que según las propias palabras de Castaneda fue "muy distinto del primero".

Castaneda no quiere reanudar el aprendizaje, o por lo menos no tiene un deseo consciente de hacerlo. Mucho menos desea repetir sus temibles experiencias con las plantas de poder. Sin embargo, de manera “misteriosa" siente la necesidad de reanudar el aprendizaje. El empeño principal de Don Juan en esta etapa se concentra en enseñar a "ver" a Castaneda. La diferencia entre "mirar" y "ver" consiste básicamente en que "mirar" es poder confirmar a través de nuestra vista que el mundo es tal como nuestra razón nos dice que es, y "ver", es la capacidad del hombre de conocimiento para percibir el mundo a través de cargas de energía.

Don Juan insiste a Castaneda que debe reiniciar sus encuentros con “el humito", porque de esa manera tendrá "la velocidad requerida para vislumbrar el mundo fugaz". Don Juan le dice que la única manera en que un hombre de conocimiento puede saber es "viendo" más allá de la superficie de las cosas. El "humito", dice Don Juan, le ayudará a "ver" cómo los hombres en realidad son un conglomerado de fibras de luz que circulan desde la cabeza hasta el ombligo, las cuales hacen aparecer a cualquier hombre (rey o limosnero) como un huevo luminoso. Las fibras luminosas unen al hombre con lo que le rodea, dándole equilibrio y estabilidad. El simple hecho de pensar en volver a vivir las experiencias anteriores con el "humito" aterra a Castaneda y trata de evitarlo a toda costa.

Dentro de las habilidades de "ver" está poder distinguir entre los hombres y "los que no son gente", es decir, los "aliados"
[1] de los brujos. La mezcla a fumar, le explica Don Juan, lo llevará a donde se encuentra su aliado y, cuando "se haga uno con su aliado", ya no tendrá que fumar para poder convocarlo las veces que quiera, a fin de realizar lo que él le pida.

Don Juan sostiene que cuando un hombre logra "ver" que todos son huevos formados de fibras luminosas, se da cuenta de que nada se les puede cambiar, y se da cuenta de que todo en el mundo es igual y que por lo tanto nada es más importante que otra cosa, y concluye que tampoco es importante lo que él haga, pero su impecabilidad de guerrero lo impulsa a actuar como si lo que hace fuese realmente importante, lo cual constituye "su desatino controlado
[2] .

Castaneda hace grandes esfuerzos para tratar de entender el extraño conocimiento de Don Juan, el cual rompe todos sus esquemas culturales y desafía su inflexible método de buscar una explicación racional a todo cuanto mira, siente y escucha. Don Juan le dice que a esas alturas ya debería saber que un hombre de conocimiento vive de actuar y no de pensar en actuar y luego analizar su actuación. Le dice que por eso un hombre de conocimiento escoge un camino con corazón y lo sigue; mira y se regocija, y luego "ve" y se da cuenta. de que su vida se acabará en un instante; sabe que él y todos los demás no van a ninguna parte, y porque "ve", sabe que no hay nada más importante que lo demás. Por eso un hombre de conocimiento no tiene nada, excepto vida para vivir, y su única relación con los demás es su desatino controlado. Como nada le importa más que otra cosa, un hombre de conocimiento realiza cualquier acto y lo ejecuta como si le importara, pero él sabe que en realidad no importa; así que cuando lo completa se retira en paz, sin tener el menor cuidado del resultado de su acto, porque, al fin y al cabo, para él la victoria y la derrota son iguales.

Don Juan dice a Castaneda que al conocimiento se va con miedo y respeto, pero con confianza en sí mismo. Para ser hombre de conocimiento se tiene que actuar como guerrero e iniciar la lucha sin entregarse, sin quejas ni titubeos, hasta lograr "ver" y darse cuenta de que nada importa.

Explica Don Juan que la parte más asombrosa de las criaturas ovoides es un grupo de fibras luminosas que surgen alrededor del área donde se ubica el ombligo. Dice que las fibras de las personas débiles son cortas y casi invisibles y que, por el contrario, las fibras de las personas fuertes son largas y luminosas. Gracias a estas fibras un hombre que puede "ver" se da cuenta del estado y la naturaleza de alguna persona; puede, incluso, saber si esa persona también puede "ver".

Poco a poco la idea de poder "ver" se convierte en una obsesión para Castaneda, quien decide reiniciar sus encuentros con el "Humito". Los actos de Don Juan para llevarlo a esta decisión fueron deliberados, porque, según le dice a Castaneda, queda poco tiempo para transmitirle su conocimiento y sólo el "Humito" le podrá dar la velocidad necesaria para captar "el movimiento fugaz del mundo".

A cada encuentro con el "Humito" Castaneda avanza en la comprensión o, mejor dicho, en el descubrimiento de la otra realidad, hábilmente conducido por Don Juan quien, a su vez, se estrella una y otra vez en la barrera racional de Castaneda. Don Juan dice a Castaneda que le ha pasado todo lo que su benefactor le había enseñado en su primera etapa de aprendizaje; que, por lo que se refiere a Castaneda, éste ha hecho todo lo que se tiene que hacer para "ver" y, sin embargo, no lo lograba, aun cuando a los que "ven", como Don Genaro, les pareciera que Castaneda podía hacerlo.

Aquí abriremos un paréntesis para tratar de explicar el hecho de que en sus obras Castaneda maneja diferentes niveles de conocimiento, de lo cual provienen muchas confusiones. El propio Don Juan dice que el camino del conocimiento ofrece muchos peligros "de entendimiento", básicamente porque su conocimiento no es de "entenderse".
Desde el principio Don Juan instruyó a Castaneda en las dos áreas de conocimiento. En la del tonal (la derecha) Castaneda se encontraba muy confundido tratando de encontrar explicación a sus experiencias psicotrópicas, aferrándose a su razón y a sus marcos culturales como medios para tratar de sustentar de manera coherente las incomprensibles enseñanzas de un viejo indio.

Respecto al área del nagual (la izquierda), Castaneda muy poco o nada podía recordar de lo aprendido. Por otra parte, en el mundo de la Toltequidad no existe la continuidad del tiempo y del espacio; como explica Don Juan, no existe la "goma" que pega los hechos y los lugares en una línea continua en el tiempo. Así que este problema se presenta casi a lo largo de toda la obra. Por tratar de decirlo de una manera irracional", Castaneda mezcla en la cronología de la obra recuerdos del pasado, vivencias del presente y “recuerdos del futuro”.

La técnica de enseñanza para los aprendices que aspiran al conocimiento de la Toltequidad podría ser tratada de explicar en los siguientes pasos:
1.- El "poder" señala a un aprendiz.
2.- El nagual "engancha" al aprendiz.
3.- El nagual "trabaja" con su aprendiz la parte derecha del conocimiento para limpiar todo el desperdicio que el aprendiz ha ido juntando a lo largo de su vida, pero, al mismo tiempo, trabaja la parte izquierda (con el benefactor
[3]), llamada nagual, a través de lo que Castaneda llama "los niveles de conciencia acrecentada". Estos conocimientos no serán recordados por el aprendiz hasta que éste, en su camino al conocimiento, logre reunir suficiente energía para finalmente "ensamblar" todo el conocimiento adquirido, tanto en el tonal como en el nagual.

El presente trabajo pudo haberse realizado por etapas de conocimiento, sin tener que seguir la cronología de los libros de Castaneda; sin embargo, preferimos no correr, de inicio, ese primer riesgo y decidimos tomar el segundo, toda vez que nuestra pretensión es avanzar, junto con el lector, a través de la obra de Castaneda, evitando, en lo posible, caer en las mismas confusiones de Castaneda, a fin de tratar de rescatar la esencia y el origen de nuestras antigua civilización del Anáhuac.

"Barrer la isla del tonal", como dice Don Juan, requiere de la decisión del aprendiz y que éste asuma y se haga responsable de esa decisión hasta las últimas consecuencias. Requiere también de una voluntad inflexible y una disciplina feroz. Esta parte de la enseñanza -que es vital e insustituible- nada tiene que ver con las plantas de poder o el esoterismo; por el contrario, el campo de batalla está en la vida dentro del mundo cotidiano. El objetivo es vencer vicios y debilidades, inconsciencia e irresponsabilidad. Un aprendiz tiene que aprender a pulir su espíritu y fortalecer su cuerpo a través de hacer suyas internamente la disciplina y la responsabilidad.

El camino del conocimiento es una herencia cultural de nuestros abuelos toltecas, quienes lo fueron perfeccionando a base de sacrificio y mucho esfuerzo. No es "un día de campo de nuestra imaginación". Es como cualquier otro camino que el ser humano ha emprendido hacia la libertad total. En la India, en China, en Mesopotamia o en Egipto, otras culturas han luchado por llegar a niveles superiores de conciencia. Sí existió una gran cultura en México fue producto de un conocimiento capaz de motivar al espíritu divino que vive dentro del hombre y que nos ha legado impresionantes testimonios (el patrimonio cultural tangible) y profundos rasgos en el espíritu de los pueblos que hoy forman parte del México contemporáneo (patrimonio culturas intangible) y que radica, de manera incomprensible, en el subconsciente colectivo.

El camino del guerrero es un camino difícil en el que la aniquilación, el reto y el desafío están presentes; pero es un camino con corazón y, en ese camino, como dice Don Juan, es inútil quejarse y, sin embargo, es difícil no quejarse.

Para reconstruir "el perfil" de un guerrero tendremos que recoger a lo largo de la obra de Castaneda ciertos rasgos y características "poéticamente" descritos por Don Juan.
Volvamos ahora a Una realidad aparte, justo donde Don Juan describe algunas de las cualidades de un guerrero:

Un guerrero sabe que está esperando (el dominio de) su voluntad y mientras tanto no quiere nada; de esa forma, si recibe algo, siempre será más de lo que él puede tomar. La voluntad, dice Don Juan, es algo que un hombre usa, por ejemplo, para triunfar en una batalla en la que, según todos los cálculos, debería salir derrotado; es un poder que tenemos dentro de nosotros que nos impulsa a realizar hazañas asombrosas que desafían al sentido común y, al mismo tiempo, es la liga con el mundo exterior; es una fuerza que sale del interior del cuerpo y se prende al inundo. Con su voluntad, un brujo percibe al mundo y entonces se da cuenta de que el mundo no es tan real como pensaba. Conforme va progresando en el camino del conocimiento, un guerrero advierte que es capaz de tocar cualquier cosa con una sensación que sale de una zona cercana al ombligo. Cuando es capaz de sujetar con ella todo lo que está a su alrededor, puede decirse que ya adquirió la voluntad.

El espíritu del guerrero no está templado para la entrega o la queja, ni para ganar o perder, sino para luchar, y cada acto lo convierte en su última batalla sobre la Tierra. De ahí que el resultado no le importa; sólo deja fluir su espíritu con libertad y claridad.

En esta obra don Juan le describe a Castaneda lo que podría ser “el perfil del Guerrero”. -Carlos Castaneda. UNA REALIDAD APARTE-.

“ ‑Una vez te dije que nuestra suerte como hombres es aprender, para bien o para mal ‑repuso‑. Yo he apren­dido a ver y te digo que nada importa en realidad; ahora te toca a ti; a lo mejor algún día verás y sabrás si las cosas importan o no. Para mí nada importa, pero capaz para ti importe todo. Ya deberías saber a estas alturas que un hombre de conocimiento vive de actuar, no de pensar en actuar, ni de pensar qué pensará cuando termi­ne de actuar.
“Por eso un hombre de conocimiento elige un camino con corazón y lo sigue: y luego mira y se regocija y ríe; y luego ve y sabe. Sabe que su vida se acabará en un abrir y cerrar de ojos; sabe que él, así como todos los demás, no va a ninguna parte; sabe, porque ve, que nada es más importante que lo demás. En otras palabras, un hombre de conocimiento no tiene honor, ni dignidad, ni familia, ni nombre, ni tierra, sólo tiene vida que vivir, y en tal condición su única liga con sus semejantes es su desatino controlado. Así, un hombre de conocimiento se esfuerza, y suda, y resuella, y si uno lo mira es como cualquier hombre común, excepto que el desatino de su vida está bajo control. Como nada le importa más que nada, un hombre de conocimiento escoge cualquier acto, y lo actúa como si le importara. Su desatino controlado lo lleva a decir que lo que él hace importa y lo lleva a actuar como si importara, y sin embargo él sabe que no importa; de modo que, cuando completa sus actos se retira en paz, sin pena ni cuidado de que sus actos fueran buenos o malos, o tuvieran efecto o no.” C.C.

En Una realidad aparte queda plasmada la que podría ser la clave por la que el hombre occidentalizado muy difícilmente tiene acceso a la otra realidad del mundo. Dice Don Juan a Castaneda que su problema es pensar y hablar demasiado, y que debe dejar de hablar consigo mismo. De hecho, el mundo de la razón se mantiene con nuestra plática interna. Con nuestra conversación con nosotros mismos renovamos una y otra vez nuestra idea del mundo hasta el día de nuestra muerte. Un guerrero cae en la cuenta de que debe luchar para parar su "habladuría" interior, y en ese punto el mundo cambiará y el guerrero deberá estar preparado para resistir tan monumental sacudida. Si dejamos de decimos a nosotros mismos que el mundo es como "es", el mundo dejará de ser como nos decimos que es. Sin embargo, es preciso estar listo para soportar un golpe tan grande, para lo cual se debe comenzar "deshaciendo poco a poco el mundo". Del mundo, Don Juan dice que es un absoluto misterio y que no hay manera de desenredar todos sus secretos.

Los encuentros de Castaneda con el "Humito" se hacen más frecuentes hacia el final de su segunda etapa de aprendizaje. Cada nueva experiencia lo acerca más al fenómeno de "ver". Sus experiencias en el campo han puesto en serio peligro su concepción de la realidad del mundo. Ahora debe volver a su casa; los eventos vividos con las fuerzas del mundo han dejado su abertura de par en par, debe sanar y cerrarse antes de decidir si volverá o no al camino del guerrero.

[1] Los "aliados", según Don Juan, son fuerzas, ni buenas ni malas, que los brujos utilizan para sus propósitos. Estas fuerzas por lo general toman aspectos humanos y cuando un hombre de conocimiento los "ve" conservan su aspecto humano, lo cual los delata. Estos seres son inorgánicos.

[2] Don Juan dice que el desatino controlado de un brujo consiste en saber que todos sus actos son inútiles y sin embargo debe esforzarse al actuar, como si no supiera que sus actos son inútiles. Dice que todo lo que hace es de verdad, pero al mismo tiempo es desatino controlado, porque sabe que es inútil y a pesar de ello lo hace de manera impecable. Don Juan en vez de usar el término "desatino controlado" decía "pendejada controlada", palabra que posee mayor profundidad.
[3] Un aprendiz de la toltequidad tendrá en su camino de conocimiento a un maestro y a un benefactor, el primero trabajará la parte del primer anillo de poder o tonal, y el benefactor, trabajará la parte perteneciente al segundo anillo de poder o nahual



(*) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA


miércoles, 24 de septiembre de 2008

LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN ( * )


(UNA FORMA YAQUI DE CONOCIMIENTO)

Primera edición en inglés, 1968
Primera edición en español, 1974
Título original: The Teachings of Don Juan (A Yaqui Way of
Knowledge)
1968 The Regents of the University of California, U.S.A.
D.R. 1974 Fondo de Cultura Popular 126.
Traducción de Juan Tovar.
302 pág.


En este libro Carlos Castaneda hace un recuento de sus primeras experiencias con Don Juan y con las plantas de poder. El autor conoce a Don Juan a finales de 1960 e inicia su aprendizaje en junio de 1961, para concluirlo, en lo que podríamos llamar su primera etapa, en octubre de 1965. El libro se edita hasta 1968. En esos primeros cuatro años el autor confronta su "realidad" como hombre formado en la cultura occidental, antropólogo e investigador, con la de un viejo brujo yaqui, el cual tiene fama de conocer el secreto de las plantas alucinógenas.

Durante este tiempo el autor es sometido a un proceso de "sensibilización" a través de la ingestión de plantas de poder y nos relata estos estados, que por demás resultan fascinantes, pero que tienen poco valor en términos de aportación de conocimiento. En su segunda obra Castaneda relata que le muestra orgulloso a Don Juan su primer libro, a lo que Don Juan no le da mayor importancia. Deducimos que Don Juan sabía que el verdadero conocimiento estaba depositado en el lado izquierdo de Castaneda y que éste sólo lo recordaría si llegaba a ser un guerrero impecable.

Esta obra tiene poca profundidad ya que, como el propio Castaneda reconoce en Una realidad aparte, al reexaminar las notas de campo que no había empleado en la realización de Las enseñanzas de don Juan, se dio cuenta de que había descartado una gran cantidad de datos valiosos debido a su énfasis en los "estados de realidad no ordinaria".' Don Juan buscaba, con las plantas de poder, "sacudir" a Castaneda para destapar sus niveles de percepción.


Don Juan le dice a Castaneda que él mismo ya no necesitaba fumar debido a que el "Humito" era su aliado y podía llamarlo donde fuera y cuando fuera. En su cuarto libro, Relatos de poder, el autor menciona que después de hacer una revisión detallada de lo aprendido, empezaba a cuestionar la función de las plantas de poder dentro de su aprendizaje. A la pregunta de Castaneda respecto a que si es necesaria la ingestión de plantas de poder para llegar al conocimiento, Don Juan le contesta que en su caso había sido necesario porque carecía de sensibilidad, pero que otras personas no lo requerían, y puso el ejemplo de "Eligio", otro de sus aprendices, quien sólo había tenido un solo encuentro con "Mescalito" en todo su aprendizaje y, al parecer, había avanzado más que Castaneda en el camino hacia el conocimiento.

Este primer libro llamó mucho la atención Estados Unidos porque en aquel tiempo muchos jóvenes norteamericanos habían tomado el camino de las drogas. Alentados por los relatos de Castaneda, muchos pensaron que la droga era la única vía al conocimiento de otra fantástica realidad dentro de nuestro mundo; pero el mismo Don Juan señala que el costo de ingerir estas drogas es muy alto para el cuerpo; que se puede transitar el camino del conocimiento evitando pagar tan alto y peligroso costo.

En los inicios de su aprendizaje, relatados en Las enseñanzas de don Juan, el joven Castaneda estrellaba su racionalismo, su cultura occidental y su antropología contra lo que para él era el incomprensible y aterrador conocimiento de un indio anciano y enigmático.

El "poder" había seleccionado a Castaneda y Don Juan le preparó una artimaña para "engancharlo" como aprendiz. Esta tarea requiere del brujo un esfuerzo de imaginación e impecabilidad. Según la tradición, debe atraerse al aprendiz ya sea por medios drásticos o despertando su curiosidad o interés. En su caso, Castaneda tenía que hacer una investigación antropológica y Don Juan aparecía ante sus ojos como un excelente informante. Así, en visitas aisladas o durante los veranos, en el transcurso de poco más de cuatro años, el investigador convertido en aprendiz fue conducido de manera impecable, pese a su resistencia racional, en apariencia inquebrantable, hacia los intrincados caminos de la otra realidad.

La riqueza literaria de esta obra, que logró despertar la fantasía y el interés de muchos, contrasta con la poca cantidad de conocimiento profundo que Castaneda pudo plasmar en el libro. No por ello desdeñamos su valor intrínseco ni el esfuerzo descomunal de Castaneda para tratar de entender la nueva realidad que se presentaba ante su sacudida razón.

Durante este tiempo Don Juan le habló y le mostró muchas cosas y Castaneda empezó su camino al conocimiento; pero, como ya dijimos, el aprendiz recibe la instrucción en dos áreas, la del tonal (derecha) y la del nagual (izquierda). Por la poca energía que poseía Castaneda en aquella época, las enseñanzas del lado izquierdo simplemente se almacenaron y, para comprender las enseñanzas para el lado derecho, Castaneda aún no disponía de la suficiente flexibilidad.

De esta obra diremos que Castaneda recoge la inquietud de Don Juan por tratar de que el autor se haga responsable del camino que comienza a andar y que lo puede llevar a convertirse en hombre de conocimiento. A la pregunta de Castaneda respecto qué deberá hacer para llegar a ser hombre de conocimiento, Don Juan le responde que deberá desafiar y derrotar a "sus cuatro enemigos naturales".

Dice Don Juan que el conocimiento nunca es aquello que uno espera. En cada paso el aprendiz se encuentra en un atolladero, y su miedo crece sin misericordia... Así tropieza con su primer enemigo natural: ¡el miedo!..., al cual debe desafiar para dar el siguiente paso, y el siguiente, y todos los posteriores. Estará lleno de miedo y, sin embargo, no deberá detenerse. Llegará entonces el momento en que se retire su primer enemigo. El hombre principia a sentir seguridad en sí mismo. Su propósito se hace más fuerte y la tarea de aprender deja de ser aterradora. En ese momento el hombre ha derrotado a su primer enemigo natural... ha adquirido la claridad de mente que elimina al miedo. Ese es su segundo enemigo natural, ¡la claridad! La claridad de mente puede cegarlo porque lo fuerza a no dudar de él mismo. Esa seguridad lo impulsa a hacer cuanto se le antoje, porque todo lo ve con claridad. Pero la claridad es una ilusión de "poder" a la que puede rendirse; si lo hace, habrá sucumbido a su segundo enemigo natural y ya no podrá aprender, debido a su torpeza. Para evitarlo deberá desafiar a su claridad y esperar pacientemente y ser cauteloso antes de seguir adelante; debe pensar que su claridad puede ser un error. Vendrá entonces el momento en que podrá comprender que su claridad sólo es "un punto delante de su nariz".

Así habrá derrotado a su segundo enemigo. Habrá llegado a un punto en donde nada podrá dañarlo. El anhelado poder será suyo por fui. Podrá hacer lo que se le antoje con su poder. Podrá dominar a su aliado y su deseo será la regla. Habrá entonces tropezado con su tercer enemigo natural: ¡el poder! En esta etapa el hombre apenas puede advertir que su tercer enemigo lo acecha. De pronto, sin saberlo, habrá sucumbido en su batalla. El poder lo hará un hombre cruel y caprichoso. Un hombre en tales circunstancias llega a la muerte sin realmente manejar su poder. El hombre tiene que desafiar intencionalmente a su poder. Debe darse cuenta de que el poder conquistado no es suyo en verdad. Si logra entender que sin control de él mismo, la claridad y el poder son terribles enemigos, llegará al punto en que dominará todo. Sabrá entonces el momento y la forma en que deberá usar su poder. Habrá derrotado así a su tercer enemigo natural.

Para entonces el hombre estará al final de su camino al conocimiento y, casi sin advertirlo, enfrentará a su último enemigo natural: ¡la vejez! Habrá perdido el miedo, su claridad ya no será impaciente, todo su poder estará controlado, pero siente un deseo constante de descansar. Si se entrega a su deseo de descansar y olvidar, arrullado por la fatiga, su enemigo lo volverá una vieja y débil criatura. Su claridad, su poder y su conocimiento estarán vencidos.

Si el hombre logra sacudiese la fatiga y cumple su destino hasta que llega el final, podrá considerarse hombre de conocimiento, aun cuando sólo sea por unos breves momentos en los que logra despojarse de su último enemigo, al cual nunca podrá vencer.

Don Juan menciona a Castaneda que en la vida hay muchos caminos que recorrer, pero que un hombre, antes de embarcarse en un camino, debe estar libre de miedo y ambición; entonces, deberá preguntarse si el camino tiene o no tiene corazón. Una vez hecha la pregunta, el hombre conocerá la respuesta. Un camino sin corazón nunca se disfruta; por el contrario, se vuelve contra uno y nos destruye. Un camino con corazón, en cambio, no nos hace batallar para hallarle el gusto. El camino sin corazón, en todo su recorrido, nos da dolor y angustia. En cambio el camino con corazón nos da armonía y bienestar.

Cuando Castaneda tiene su primer encuentro dentro del mundo de la brujería, preso del más terrible miedo decide abandonar el aprendizaje
[1]. Tenia que ordenar sus ideas. Su concepción occidental del mundo carecía ya de certeza absoluta. Pensó que en su camino para volverse hombre de conocimiento había sucumbido a su primer enemigo natural.


“Debes ser dueño de tus recursos. Ahora sé que puedo aceptar tu solo deseo como una buena razón para aprender…
‑Tengo secretos. Tengo secretos que no podré revelar a nadie si no encuentro a mí escogido…
Yo mismo tuve un maestro, mi benefactor, y también me convertí en su escogido al realizar cierta hazaña. El me enseñó todo lo que sé…
‑Un hombre va al saber como a la guerra: bien despier­to, con miedo, con respeto y con absoluta confianza. Ir en cualquier otra forma al saber o a la guerra es un error, y quien lo cometa vivirá para lamentar sus pasos…
‑Un hombre de conocimiento es alguien que ha seguido de verdad las penurias de aprender –dijo-. Un hombre que, sin apuro, sin vacilación ha ido lo más lejos que puede en desenredar los secretos del poder y el conocimiento…
‑¿Qué es una vida verdadera?
‑Una vida que se vive con la certeza nítida de estar viviéndola; una vida buena, fuerte…
‑Antes de embarcarte en cualquier camino tienes que hacer la pregunta: ¿tiene corazón este camino? Si la respues­ta es no, tú mismo lo sabrás, y deberás entonces escoger otro camino.
‑Pero ¿cómo sé de seguro si un camino tiene corazón o no?
‑Cualquiera puede saber eso. El problema es que nadie hace la pregunta, y cuando uno por fin se da cuenta de que ha tomado un camino sin corazón, el camino está ya a punto de matarlo. En esas circunstancias muy pocos hom­bres pueden pararse a considerar, y más pocos aún pueden dejar el camino.
‑¿Cómo debo proceder para hacer la pregunta apropia­da, don Juan?
‑Pregunta nada más…
‑Te he dicho que para escoger un camino debes estar libre de miedo y de ambición…
‑El deseo de aprender no es ambición ‑dijo‑. El que­rer saber, es nuestro destino como hombres, pero convidar a la yerba del diablo es solicitar poder, y eso es ambición, porque no lo estás haciendo para saber. No dejes que la yerba del diablo te ciegue…
‑La cosa que hay que aprender es cómo llegar a la raja entre los mundos y cómo entrar en el otro mundo. Hay una raja entre los dos mundos, el mundo de los diableros y el mundo de los hombres vivos. Hay un lugar donde los dos mundos se montan el uno sobre el otro. La raja está allí. Se abre y se cierra como una puerta con el viento. Para llegar allí, un hombre debe ejercer su voluntad. Debe, di­ría yo, desarrollar un deseo indomable, una dedicación total. Pero debe hacerlo sin ayuda de ningún poder ni de ningún hombre. El hombre sólo debe reflexionar y desear hasta el momento en que su cuerpo esté listo para empren­der el viaje…”

Carlos Castaneda. Las Enseñanzas de don Juan.


[1] Con gran maestría Don Juan convence a Castaneda de que está enfrascado en una batalla con una bruja llamada Catalina, quien supuestamente se ha empeñado en matarlo. Castaneda está dispuesto a prestar ayuda a Don Juan, quien le pide enfrentar a Catalina. Los detalles de este enfrentamiento son descritos por Castaneda en Una realidad aparte. Sólo diremos que la impresión de ese enfrentamiento y la "evidencia" de que la bruja Catalina se había vuelto contra él, fueron decisiva para que, como el propio Castaneda reconoce en “Una realidad aparte”, abandonara el aprendizaje invadido por el más irracional pánico.


( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA.


www.toltecayotl.org



lunes, 22 de septiembre de 2008

EN LA BÚSQUEDA DE NUESTRAS RAÍCES…


Durante quinientos años el colonizador nos ha robado la memoria para convertirnos en seres autómatas, sin raíces, sin recuerdos, sin rostro, sin corazón. Nos diseñaron para no pensar, para no soñar, para no trascender, solo fuimos educados para obedecer, trabajar, comprar y pagar.

De modo que desde hace cinco siglos los mexicanos vivimos al día, sin saber de dónde venimos y a dónde vamos. Solo medio que tenemos una borrosa conciencia del presente viviendo accidentalmente una realidad ajena a nuestro ser perenne, en la inmediatez existencial total, anclados al limitado mundo material tratando de ser algo que no somos y rechazando lo que esencialmente nos hace Ser. Nos hemos formado, especialmente los citadinos educados, como “indefensos extranjeros incultos en nuestra propia tierra”. Fincando el origen de “nuestra civilización en las culturas grecolatinas y en nuestro supuesto abuelito español”.

Un individuo, una familia o un pueblo que no tiene memoria histórica se encuentra en una situación de inseguridad, confusión y desventaja permanente. Esta falta de claridad en nuestra identidad nos hace ser inseguros, agresivos, blandengues, violentos, inconstantes. No sabemos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos en la vida. Seguimos metas, caminos y desafíos ajenos a nuestro ser y sentir. Nos hace estar extraviados e incómodos. Podemos llegar a tener lo que otros quieren… pero nos sentimos insatisfechos y vacíos. Nos pueden reconocer como triunfadores… pero nosotros, en la intimidad de nuestro Espíritu, nos sentimos desolados.

Sí no se quién en verdad soy yo… de quién son los triunfos y los fracasos, de quiénes son las metas y los desafíos, de quién las alegrías y las tristezas. Cuál es la verdadera razón de mi existencia, la propia, no la de los demás o la que todos debemos de aceptar. La propia nuestra, la íntima, con la que moriremos íntimamente solos arropados de un océano de soledad.

Sí tenemos que morir con todo nuestra totalidad… por qué no aprender a vivir con toda nuestra totalidad. Para llegar a la totalidad necesitamos partir de nuestras raíces más profundas y verdaderas, tanto como ser humano como ser social e histórico. El colonizador nos ha creado un espíritu individual e individualista, mezquino y timorato. Pero cada uno de nosotros es producto de millones de seres humanos que nos antecedieron. Nuestra banco genético cultural esta pletórico de recuerdos, sentimientos y conocimientos. Todos fruto de la búsqueda de un desarrollo humano. Todo es de todos y todos hemos construido todo en todo este tiempo. No nacimos por generación espontánea o en probeta. Tenemos padres, abuelos, jóvenes abuelos y viejos abuelos y así hasta llegar a la génesis del ser humano en África, como dicen los que saben.

Pero todos están en uno y uno, es parte de todos, luego entonces “nuestras raíces” es la parte más esencial de nuestro ser y hacer. Brújula fundamental en nuestras vidas. Las raíces nos dan un punto en el espacio/tiempo y nos ubican en un lugar determinado en la Tierra. Nos dicen en donde empezamos y a dónde terminamos. Nos dicen cuando estamos más cerca y más lejos, más alto y más bajo, más de un lado que del otro. Las raíces son el alfa y el omega de la vida.

El por qué buscar nuestras raíces, es para descubrimos en toda nuestra totalidad. Nuestras raíces son el espejo humeante que nos dicen de dónde venimos y a dónde queremos ir. La búsqueda de la verdad nos forja un rostro propio y un corazón verdadero. Nos hace tomar conciencia de quien somos en verdad.

Para qué necesitamos conocer nuestras raíces… para tener conciencia plena de nuestra totalidad y con ella, buscar el camino propio de la trascendencia espiritual de la existencia. Al conocer nuestras raíces nos descubrimos como seres espirituales en un transito humano. Cuando sabemos quienes somos entendemos por fin que nos vamos a morir y que solo estamos un poquito de tiempo aquí. Somos bellas flores que se marchitan en el fugaz tiempo pretérito.

No existe una receta de cómo se llegan a descubrir nuestras raíces. Muchas personas nacen, crecen, se reproducen y mueren y no saben qué fue lo que vinieron a hacer en verdad en la vida y en la Tierra. Hicieron todo lo que les mandaron y les dijeron lo que tenían que hacer…lo hicieron bien y bien hecho…y sin embargo se sienten vacíos e insatisfechos.

Las raíces son como el amor a la Tierra, a los hijos o a los padres. Es algo que surge desde muy adentro y se prende al mundo de afuera… es un darse cuenta, es un “despertar”. Es un toque fino, un arte, un acto mágico personal e intransferible…que cuando llega en un instante, jamás se vuelve a ser el mismo.

Lo importante es tener el deseo y la voluntad inflexible de lograrlo… la necesidad de llegar al origen, a la esencia, a la verdad última y reveladora que le da cuerpo al todo.

Esta búsqueda no tiene fin y solo la muerte nos da una tregua temporal antes de volver a encarnar. El origen de todo es una finísima frecuencia de Luz… de ella venimos y a ella vamos. La nostálgica por aquello que es infinito e inconmensurable, sublime y perfecto, completo y total.

Yo creo que lo más importante es sentir la necesidad de encontrar nuestras raíces para estar completo y ser pleno, lo demás llega poco a poco, en su tiempo y en su espacio. El único problema es tener el tiempo suficiente y la voluntad inflexible. El futuro de México se encuentra en su pasado. Nosotros decidimos… eso es todo. (2006)

sábado, 20 de septiembre de 2008

EL SALTO MORTAL DEL PENSAMIENTO ( * )


Un guerrero esencialmente es un hombre impecable en sus actos y sentimientos, de gran flexibilidad, de recursos fluidos, de gustos y conducta refinados; en síntesis, un guerrero es un hombre cuyo trabajo es pulir todas sus aristas cortantes y una de las más importantes es su conducta. Un guerrero siempre está atento contra la natural brusquedad de la conducta humana.

El acecho es una excelente herramienta que nos permite pulir nuestra conducta; el acecho es una conducta especial que está determinada por ciertos principios; es una conducta agazapada, furtiva y engañosa, que tiene como objetivo darle una sacudida mental al aprendiz. Algún alucinógeno tendría el mismo efecto, sólo que, por una parte, con muy alto costo para el cuerpo y, por otra, se puede uno perder en el camino. Acecharse es el método que inventaron los nuevos videntes toltecas para mover el punto de encaje, usando nuestra propia conducta de manera astuta y sin compasión.

El guerrero debe tener conciencia de la muerte, pero con desapego; con ello llega la sobriedad y la belleza. En lo único que tiene certeza el guerrero es que deberá morir, por lo que, en consecuencia, actúa: tiene paciencia sin dejar de actuar, acepta sin ser estúpido, es astuto sin ser presumido o fantoche, y puede, sobre todas las cosas, llegar a no tener compasión al no entregarse a la importancia personal.

En la cultura popular del “México Profundo”, la relación con la muerte es total y avasalladora. El mexicano juega con la muerte, es su compañera: baila, come, canta, la reta. Este “surrealismo” no es más que la profunda y milenaria raíz cultural del Anáhuac.


“Sin una visión clara de la muerte, no hay orden para ellos, no hay sobriedad, no hay belleza. Los brujos se esfuerzan sin medida por tener su muerte en cuenta, con el fin de saber, al nivel más profundo, que no tienen ninguna otra certeza sino la de morir. Saber esto da a los brujos el valor de tener paciencia sin dejar de actuar, les da el valor de acceder, el valor de aceptar todo sin llegar a ser estúpidos, les da valor para ser astutos sin ser presumidos y, sobre todo, les da valor para no tener compasión sin entregarse a la importancia personal.”… Carlos Castaneda. EL CONOCIMIENTO SILENCIOSO


( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿QUIENES SOMOS ESTOS, QUE NOS DECIMOS MEXICANOS?


Los “mexicanos” hemos vivido de espaldas a nuestra Civilización Madre. Esto se debe a un proyecto colonizador que se ha implantado entre nosotros desde 1521. El colonizador-explotador ha sabido muy bien, que en la medida de que el pueblo invadido no tenga memoria histórica de su glorioso pasado, mientras no sepa quién es y de dónde viene, que no conozca los admirables logros de sus Viejos Abuelos, estará encadenado y esclavizado a través de la “ignorancia de sí mismo”. El detonante para romper las cadenas de la esclavitud esta en el conocimiento y la revalorización de nuestra historia antigua.


Nosotros, los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos, los descendientes de aquellos hombres y mujeres que un día construyeron a través de los siglos a la honra de “Aquél por quien se vive”, Monte Alban, Palenque o Teotihuacan, no somos “mexicanos”, porque no todos somos “mexicas”, aquellos que fueron los últimos bárbaros que llegaron del Norte en el siglo XIII d.C. al Altiplano Central.


Tampoco somos “hispanos”, porque hablamos un dialecto del castellano llamado español, como los norteamericanos no son ingleses por hablar la lengua inglesa. Tampoco somos “Latinos”, porque fue Napoleón III el que inventó ese concepto en el siglo XIX, cuando soñó con apoderarse de las excolonias españolas en América y don Benito Juárez le enseñó que no era posible. Entonces…sí no somos mexicanos, ni hispanos o latinos… ¿qué somos?


Por aquí debemos de empezar. Sí no sabemos quienes somos, sí no sabemos de dónde venimos, no sabemos en dónde estamos y mucho menos a dónde queremos ir, como individuos y como nación. Sí no sabemos quienes fueron nuestros venerables maestros, sino conocemos sus obras, sus logros, sus creaciones… no tenemos un rostro propio y no tenemos un corazón verdadero. Andamos a tientas y a ciegas estos cinco siglos, tratando torpemente de salir del “laberinto de la soledad” donde nos han encerrado nuestros explotadores.


Tratando inútilmente de ser españoles y siendo despreciados por ellos, tratando de ser franceses y después norteamericanos de tercera. Siempre haciendo el ridículo, siempre siendo una copia mal hecha y tardía de nuestros explotadores, quienes nos menosprecian y nos rechazan.


¿Cómo le llamaban a esta, su tierra, nuestros Viejos Abuelos, desde el sexto milenio antes de Cristo hasta la llegada de los invasores-conquistadores en 1519? ¿Cómo le llamaban a su civilización, una de las seis más antiguas de la humanidad? ¿Cómo le llamaban a este continente durante los mil años de esplendor nuestros antepasados? ¿Cuál era la conciencia de sí mismos cuando nuestros antepasados inventaron el cero matemático, inventaron el maíz y la chinampa, crearon el calendario más exacto del mundo, el chocolate, la vainilla, el chicle o hacían asombrosas operaciones al cerebro o construían la ciudad más grande del mundo en el siglo XVI?


La cultura de los pueblos de lo que hoy llamamos “México” tiene ocho mil años de historia, desde la domesticación de las plantas hasta nuestros días. De ellos, siete mil quinientos años se escribieron sin la presencia del invasor-conquistador. En este largo periodo tuvimos tres etapas: Preclásico (6000ª.C a 200ª.C), Clásico o del esplendor (200ª.C. a 850 d.C.) y Postclásico (850 d.C. a 1521 d.C.). Finalmente, en los últimos cinco siglos hemos vivido una invasión-colonización-explotación por la cual se ha dado un mestizaje cultural.


Este mestizaje no fue un hecho humanista, generoso y altruista. Por el contrario, se sustentó en la violencia, la injusticia y la violación. No podemos negar que en la cultura de los pueblos de lo que los criollos llamaron “México” en 1821, está compuesta de una mezcla, no solo de la cultura ibérica u occidental, tenemos elementos culturales muy diversos de casi todo el mundo. Asia y África, con todas sus culturas están presentes en nuestro sincretismo cultural.


Dos ejemplos de lo que “es nuestro…pero no es propio”: el reboso se trajo de la India y la marimba de África, pero el pueblo se los apropió y los hizo “suyo”. Tenemos que aceptarnos mestizos, como todos los pueblos del mundo, comenzando por la propia España que fue invadida por celtas, godos, cartagineses, berberes, romanos, árabes e ingleses. La cultura española es un sincretismo de muchas culturas. Pero tenemos que reconocer que los siete mil quinientos años de desarrollo endógeno de la Cultura Madre son la base, sustento y estructura fundamental de todo lo que somos en esencia.


El desconocer, negar y rechazar nuestra ancestral cultura, la que nos hace esencialmente lo que somos, es negar nuestro más genuino potencial para entender el mundo y la vida, para SER y TRASCENDER. Y es esta, la poderosa arma del colonizador-explotador para mantenernos en la pobreza intelectual, espiritual y material en la que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos, hemos vivido estos cinco siglos, primero a manos de los gachupines y ahora de los criollos. Su fuerza y su poder devienen de nuestra ignorancia de nosotros mismos, de nuestro propio olvido.


En estos cinco siglos de pobreza, injusticias y violencia social, sea a manos de los españoles, franceses, norteamericanos o de nosotros mismos, pues “el Hernán Cortés” que vive en el corazón de todos los colonizados, está latente a la espera de “un poquito de poder”, para pisar, explotar y violentar a sus hermanos. Durante cinco siglos ha querido ser otro conquistador-explotador, durante este tiempo se le ha enseñado que explotar, saquear y violentar al pueblo es el único camino para “triunfar” en la caníbal sociedad colonial.


En estos cinco siglos de colonización feroz e inhumana, la historia nos dice que no es a través de la lucha armada o la lucha política como se puede acabar con este injusto sistema colonial de explotación. No son las armas o los votos, es LA EDUCACIÓN la que puede liberar a nuestro pueblo de la pobreza, la injusticia y la explotación. La Educación, pero no la de los colonizadores-explotadores, no la de otros países y culturas, sino “la propia nuestra”. Muy pocos “mexicanos” saben que somos una de los seis civilizaciones más antiguas del planeta, pero tenemos un gran potencial que ninguna de las otras civilizaciones han tenido.


Nuestros Viejos Abuelos vivieron y se educaron en una sociedad escolarizada, por lo menos tres mil años. En efecto, la educación en nuestro pasado más antiguo era obligatoria y gratuita. Por lo menos desde los olmecas en el año 1500 a.C. hasta la llegada de los invasores en 1519 d.C., los Viejos Abuelos vivieron en una sociedad en donde no había niños sin escuela. Los
telpochcalli , Cuicacalli y Calmécac estaban atendiendo a los niños desde los 7 años hasta los veinte, formando en la niñez “un rostro propio y un corazón verdadero”.

Tenemos tantas cosas qué descubrir de nuestro desconocido pasado, y que la educación oficial no ha quitado nuestra historia antigua, para que no recuperemos nuestra memoria, nuestro orgullo y nuestra dignidad. Esta Tierra y esta civilización por milenios se ha llamado ANÁHUAC y sus hijos somos anahuacas: anahuacas mexicas, zapotecas, mayas, mixtecas, totonacas, purépechas, huastecas, etc. Al continente le llamaron en lengua náhuatl “Cem Anáhuac”, que es un espacio astronómico y geográfico, delimitado por el movimiento del Sol. En un tiempo cercano a esta tierra se le volverá a conocer por su nombre verdadero. El México de los criollos habrá desaparecido y con él la colonización y la corrupción. Y volverá a ser esta tierra un lugar de honor y respeto, donde ya no haya vencedores y vencidos, invasores e invadidos, ricos extremadamente ricos y pobres extremadamente pobres.

LOS CRIOLLOS CELEBRAN “SU INDEPENDENCIA" ..........El pueblo sigue sufriendo pobreza, dependencia y esclavitud.

........Agustín de Itrubide el primer Emperador de México


......La demagogia oficial de los gobiernos criollos, sean del PRI, PAN o PRD tratan de engañar al pueblo haciéndole creer que existió en 1810-1821 “una Independencia” y que tenemos casi dos siglos de vivir en libertad y con soberanía. Totalmente falso y perverso. El pueblo de México sigue igual o peor de cómo vivía a principios del siglo XIX. Todo ha cambiado para seguir igual. Los criollos y los extranjeros que siguen llegando a nuestro país, mantienen el Sistema Colonial de Explotación al 100%. El pueblo de México sigue siendo un pueblo esclavo y sus recursos siguen siendo explotados, al punto de la depredación total, por los hijos de los extranjeros que solo ven en nuestro país un lugar para hacer riqueza y sienten infinito desprecio por su gente y su cultura.

Los hechos lo comprueban. Cada año “nos dan atole con el dedo” y nos hacen creer que somos libres y soberanos y que la lucha de 1810 ha dado frutos a los hijos de los hijos, que sirvieron de carne de cañón para que los extranjeros avecindados en estas tierras se hicieran aun más ricos. Investigue quiénes son las familias más ricas de México y se dará cuenta que NO son descendientes de zapotecas, nahuas o chichimecas.



Lo mismo en Oaxaca o cualquier parte del país, los que tienen el poder económico y político son criollos, hijos de extranjeros avecindados que llegaron con una mano atrás y otra adelante y que ahora son inmensamente ricos por la explotación de nuestra gente y de nuestros recursos naturales.

Pero si busca los nombres de los investigadores o los artistas “más importantes”, las listas de los investigadores y artistas eméritos, también se encontrará con apellidos muy difícil de pronunciar. Igual los “casa tenientes”, que los dueños de los comercios, las empresas, los ranchos, las minas, las carreteras, las líneas de autobuses, vamos!… los dueños de toda la riqueza.
Es curioso, en 1810 los criollos iniciaron el movimiento insurgente en contra de los gachupines para quitarles el poder y hacerse cargo del Sistema Colonial. Usaron a los indígenas y los campesinos para defender sus posiciones y quitar a los españoles nacidos en España del poder político, religioso, económico y militar. La “lucha de Independencia” inicia con una traición de los criollos y termina con otra traición de un criollo. En efecto, Hidalgo (criollo) confabula con un puñado de criollos en contra de sus parientes los gachupines. Ellos pretendían quitar a los gachupines del poder, pues en el Sistema de Castas de la Colonia, los españoles nacidos en España podían ocupar los cargos más importantes y los españoles nacidos en México no podían acceder al poder y eran considerados como “españoles de segunda”.

Como en ese momento los reyes de España los tenía prisioneros en Francia Napoleón I, técnicamente el Virreinato de la Nueva España le partencia a los franceses. Los franceses no podían acceder a las riquezas de las colonias iberoamericanas, porque los ingleses al mando del almirante Horacio Nelson los había derrotado en la famosa Batalla de Trafalgar, por lo tanto el dominio del Atlántico era de Inglaterra.


De esta manera los gachupines estaban como dueños del virreinato, pues los reyes estaban prisioneros y España invadida por Francia. Al interior de la invadida España, existían dos corrientes que tomaban fuerza y se contraponían. Una que quería mantener la monarquía y otros, que pretendía crear una república. Esta es la cuartada que usan los criollos para “independizarse” de España (temporalmente) y quitarse el dominio de los gachupines (definitivamente). Esto se comprueba por que en el mismo “Grito de Dolores” el cura Hidalgo termina echándole vítores a los Reyes de España.

El plan de los criollos era quitarse a los gachupines fingiendo una independencia temporal de España, que estaba en manos francesas y cuando los reyes de España volvieran a gobernar, ellos regresarían a formar parte del Imperio español, pero con el poder en sus manos.

La guerra termina 11 años después con otra traición. Los gachupines ponen al frente de un poderoso ejército a un criollo llamado Agustín de Iturbide para acabar la débil llama insurgente que había mantenido los mestizos al final con Guerrero. Con el llamado “Abrazo de Acatempan” Iturbide traiciona a los gachupines y con el mismo ejército toma la ciudad de México y “culmina la lucha armada” con la primera “concertacesión política”.

El pueblo de México, los indígenas, campesinos y mestizos han sido engañados estos dos siglos y cada año, los criollos festejan “su independencia de los gachuines” y nos hacen creer que también es nuestra independencia. Lo cierto es que cada día los niveles de vida de “los morenitos” en este país van en picada. Cada día, por la torpeza, la incapacidad y las traiciones de los criollos en el poder, este país y su milenaria cultura se esta deteriorando peligrosamente.

Una cosa ha caracterizado a los criollos en los dos siglos que han estado en el poder: Su incapacidad, su torpeza y su traición al pueblo que les ha dado todo cuanto tienen. Durante los tres siglos que gobernaron y administraron los gachupines, lo que hoy es México, le produjo mucha riqueza a la corona española. Los criollos nunca han podido igualar la capacidad de sus parientes. En estos dos siglos perdieron más de la mitad del territorio que recibieron de los gachupines, cada día han hipotecado el país y por eso fuimos invadidos por los franceses. Con su torpeza e incapacidad perdimos la autosuficiencia alimentaria, tecnológica, financiera y comercial.Los criollos han traicionado a la patria y al pueblo una y otra vez, pues solo les interesan sus ganancias personales. Son capaces de ir a pedir una intervención armada a Europa para asociarse al poder.

Hacer los tratados más desventajosos con Estados Unidos para mantener el poder, regalar las empresas paraestatales, firmar convenios criminales para legalizar que les disparen a los paisanos que cruzan al país vecino, firmar convenios leoninos para destruir la industria y el comercio mexicano y abrirle las puertas al capital extranjero. Los criollos han traicionado una y otra vez a la patria y al pueblo y el 15 de septiembre de todos los años se festejan “su independencia” con nuestro dinero.


Qué podemos celebrar cuando: Caldreón quiere privatizar PEMEX y los vecinos del Norte se niegan a venderle a los chinos una de sus empresas petroleras para mantener su soberanía. Cuando todos los bancos, menos uno en México, están en manos de extranjeros. Cuando en el primer semestre de este año hemos pagado tan solo de INTERESES de la deuda pública más de 92 mil millones de pesos. El sistema de pensiones excluye al 75% de los ancianos del país. Cada año emigran más de 400 mil mexicanos a E.U. La ONU afirma que México fracasó en la búsqueda del desarrollo. El 39% de los productos básicos se importan. El 95 % de los alimentos industrializados son de trasnacionales. El 90% de las medicinas son de laboratorios trasnacionales. La cadena Wal-Mart ya es la principal comercializadora de alimentos en el país. De cada 100 niños que ingresan a primaria, dos terminan la universidad, y uno esta desempleado. Retrocede el país en todos los índices internacionales de competitividad. La contaminación de aguas y tierras del país representa una catástrofe nacional.

Qué podemos celebrar cuando al revisar la lista de los “personajes de esta nación” casi todos tienen apellidos criollos: Vicente Fox, Carlos Salinas de Gortari, Santiago Creel, Manuel Bartlett, Agustín Carstens, Federico Döring Casar, Jorge Kahwagi Macari, Julio Boltvinik Kalinka, Claudia Ruiz Massieu Salinas, Diva Hadamira Gastélum, Emilio Chuayffet Chemor, Eugenio Garza Herrera (Axa), Rómulo O'Farrill hijo, Bernardo Quintana (ICA), Jerónimo Arango, Carlos Slim Helú (Carso Global Telecomm), Juan Gallardo Thurlow (Grupo Embotelladoras Unidas, Geumex), Lorenzo Zambrano (Cemex), Federico Terrazas (Cementos de Chihuahua), Jorge Martínez Güitrón (Sidek), Gastón Azcárraga Andrade (Grupo Posadas), José Mendoza Fernández (Bufete Industrial), Fernando Ponce García (Administración Peninsular Corporativa), Antonio Madero Bracho (Sanluis Corporación), Claudio Xavier González Laporte (Kimberly Clark); Pablo Escandón Cusi, Luis Berrondo Avalos (Mabe), Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Ignacio Aranguren Castiello (Arancia Grupo Industrial), Alberto Bailleres (Industrias Peñoles), Abelardo Garciarce (Consorcio Aga), Dionisio Garza Medina (Alfa), Carlos González Zabalegui (Comercial Mexicana), Germán Larrea Mota-Velasco (Grupo México), Ricardo Martín Bringas (Organización Soriana), Enrique Robinson Bours Almada (Industrias Bachoco), Fernando Senderos Mestre (Sociedad de Fomento Industrial-Desc), Roberto Servitje Sendra (Bimbo), José Serrano Segovia (Transportación Marítima Mexicana), Adrián Sada González (Vitro), José Mendoza Fernández (Bufete Industrial), Eugenio Clariond Reyes Retana (IMSA), Tomás González Sada (Cydsa), Enrique Krause, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Luis Nishizawa, Arturo Ripstein, Margo Glantz, Vladimir Boltianski, Thalia Hermony Baillet, Alfred Fritz Karl Zehe, Jan de Vos Gerven, Enrique Hong Chong, Hiriart Urdavinia, Enzi Verduchi, Jorge Volpi, Marina Stavenhagen, Vicente Herrasti, Philippe Amand, Luis de Tavira, por citar algunos cuantos.


Después de lo anterior, amable lector, ¿usted se cree el cuento del “Festejo de la Independencia de México”?



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Le invitamos a que vea los videos sobre la civilización del Anáhuac.
1.- LA CIVILIZACIÓN DEL ANÁHUAC
2.- PERIODO PRECLÁSICO LOS OLMECAS
3.- PERIODO CLÁSICO LOS TOLTECAS
4.- PERIODO POSTCLÁSICO LOS MEXICAS
5.- PIRÁMIDE DE DESARROLLO HUMANO DEL ANÁHUAC
6.- LA TOLTECÁYOTL
7.- TLOQUE NAHUAQUE LO DIVINO Y LO SAGRADO
8.- EL MITO DE LOS GUERREROS AZTECAS
9.- LOS TOLTECAS
10.- PERIODO CLÁSICO O DEL ESPLENDOR
11.- LA AGRICULTURA EN EL ANÁHUAC
12.- LOS TRES CÍRCULOS DE CONOCIMIENTO
13.- LOS GUERREROS DE LA MUERTE FLORECIDA
14.- LAS ZONAS CULTURALES DEL ANÁHUAC
15.- QUETZALCÓATL
16.- EL COLAPSO DEL PERIDO CLÁSICO
17.- LAS CIVILIZACIONES MÁS ANTIGUAS DEL MUNDO
18.- LOS SEIS ELEMENTOS CULTURALES QUE DISTIGUEN A LA CIVILIZACIÓN DEL ANÁHUAC
19 La Batalla Florida

w.toltecayotl.org



martes, 16 de septiembre de 2008

LA INDEPENDENCIA DE MEXICO... de los criollos


La muerte de Carlos II "el hechizado" termina la dinastía de los Habsburgo en España. Como resultado de la prolongada "Guerra de Sucesión Española, el rey Luis XIV de Francia, logra imponer en el trono español a su nieto, quien reinará con el nombre de Felipe V y es el iniciador de la dinastía de los Borbones que es la que aún hoy día continúa. El período borbónico significará para las colonias hispanas una serie de cambios significativos.

Con base a las ideas ilustradas del "buen gobierno" se racionalizan muchas funciones administrativas. La mayoría de estas reformas eran convenientes. Se realizan censos e informes científicos. Desaparecen las provincias regidas por gobernadores y se crea el sistema de intendencias, cada una presidida por un intendente, en el que se descentralizan algunas de las funciones del virrey. Se realizan importantes obras y se fundan distintas academias. Se suceden una serie de virreyes eficaces y emprendedores que buscarán darle al virreinato una fisonomía "moderna".


A partir del reinado de Carlos III, se inicia una reactivación económica. Se abandona el mercantilismo y se adoptan las ideas fisiocráticas
[1] y de incipiente libre comercio, aunque el tráfico de las colonias sólo puede hacerse a través de la Metrópoli. Surgen obrajes y talleres en toda la Nueva España. Con el exterminio de la piratería se abandona el arcaico sistema de flotas anuales. Con nuevos métodos la minería experimenta una gran bonanza y la Nueva España supera al Perú.El principal auge económico se da en el Bajío, en tanto que las zonas de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca se estancan ligeramente. Sin embargo, esta gran creación de riqueza se concentra en unas pocas manos: los 20,000 españoles y los 10,000 criollos que constituyen la elite de la Nueva España.

Hacia 1800 hay poco más de seis millones de habitantes. Los indígenas son un 60% (poco más de tres millones) los blancos entre españoles y criollos son únicamente el 15% (un millón) y los mestizos y castas un 25% (millón y medio). Las ciudades crecen. Se consolida la expansión territorial hasta California y Nuevo México. Se realizan expediciones hasta Alaska.

Por otra parte, las costumbres se afrancesan y se ponen de moda las fiestas galantes y los saraos
[2]. Como reacción lógica contra el nuevo absolutismo, surgió incontenible en toda la Nueva España, lo que se ha dado en llamar el "Nacionalismo Criollo", antecesor directo del nacionalismo mexicano. Este nacionalismo tenía como característica un fuerte amor por el territorio “novo hispano”, así como a su gente, liberalismo intelectual, libertad de comercio que se incrementó paulatinamente. La independencia norteamericana de 1776 y la Revolución francesa de 1789 vinieron a alimentar este fuego al mostrar que era posible buscar cambios políticos. Pocos repararon en los abominables excesos de la revolución Francesa. La oposición al absolutismo crece en las conciencias y se empieza ha hablar abiertamente de ella a partir de 1804, en que una famosa real célula de réditos vencidos condenó a muchas familias criollas y mestizas a la indigencia. Además cuando a partir de 1796 a cause del bloqueo ingles “los novo hispanos” vieron que los barcos americanos los abastecían mejor que la flota española, la independencia se vio como necesaria y ventajosa.

En resumen, el crecimiento económico del siglo XVIII, la desigualdad en la distribución de la riqueza y la inflexibilidad política del régimen causaron que los criollos buscaran sustituir a los peninsulares en el disfrute de los bienes del extenso territorio novo hispano.

Para finales del siglo XVIII la situación general en las colonias era de inquietud. Diversos factores convergían en una situación que prepararía la guerra de independencia. Tres distintos observadores, especialmente lúcidos plasmaron su visión en escritos diferentes. En 1783 el Conde de Aranda, embajador de España en Francia, escribió al rey un informe secreto sobra la situación en las colonias después de la independencia norteamericana. Vislumbraba que el aparato político estaba desgastado y que era urgente una radical reforma política si no se quería que España perdiera de manera definitiva su soberanía sobre sus posiciones. También vaticinó que los Estados Unidos se convertirían en una amenaza para el mundo hispánico y en concreto para México. En 1799 Mons Abad y Queipo (posteriormente obispo de Valladolid), dirigió un informe al rey sobre la situación en Nueva España. Hacia gran hincapié en la abrumadora desigualdad social y económica; hacia notar que urgía una reforma social que hiciera algo por Los desposeídos o se seguiría incubando el odio de castas. Por último, en 1806 el varón alemán Alejandro Von Humoldt terminó de recopilar los datos para escribir su monumental "Ensayo Político sobre el reino de la Nueva España"; aunque se publicó casi quince años después, el diagnostico fue exacto: México era el país de las grandes desigualdades económicas y de las grandes oportunidades de bonanza. Era necesaria una reforma económica que pusiera la bonanza al alcance de la mayoría.

El primer informe fue descartado por alarmista. El segundo fue atendido, pero finalmente nunca se hizo nada concreto. En cuanto al Libro de Humboldt, salió a la venta cuando ya México era virtualmente independiente y sólo sirvió para que las potencias se fijaran en México como apetecible botín.

LAS CONSPIRACIONES

El malestar contra la política real era generalizado. En la última década del siglo XVIII y primera del siglo XIX, brotaron conspiraciones como hongos, buscando hacer realidad la independencia. En 1793 se descubrió en Guadalajara la conspiración de Montenegro. En 1794, en México, la del contador Juan Guerrero, miembro del cabildo. En 1799 se logró abortar la llamada "Rebelión de los machetes" en la que participaron mestizos y mulatos del centro y occidente del país.Mientras tanto, en España sube al trono uno de los monarcas más incompetentes de la historia: Carlos IV. El manejo de la política queda en manos del ministro Godoy, amante de la reina, quien arruinó al reino. Al percibir la debilidad de la dinastía borbónica, el emperador Napoleón, creyó fácil apoderarse del trono español y gobernarlo a través de su hermano José.

En 1808 las tropas francesas invaden España y el 1 de mayo Napoleón obliga al rey español y a su heredero Fernando VII a abdicar y nombrar a su hermano José como rey de España. Fervientes patriotas los españoles se rebelan contra Napoleón en una guerra que duraría seis años y que le costaría al emperador la perdida de 300,000 de sus mejores soldados. Se forman en varias ciudades "juntas" que gobiernan en nombre del monarca depuesto.

Hasta julio de 1808 se sabe en México la abdicación del rey y el posterior levantamiento español. El virrey Iturrigaray percibe que cualquier cosa puede pasar y convoca a la Real Audiencia del Ayuntamiento, junto con las parcialidades y gremios a discutir sobre la situación. El ayuntamiento, regido por la clase media, declara que la soberanía, a falta de monarca, recae en la nación por lo que debe convocarse a todos los cabildos, erigir una "Junta Gubernativa" separada de las de España y "guardar el reino" para Fernando VII.

Los españoles se dan cuenta que tales proposiciones mermarían su poder y la Real Audiencia se opone, proponiendo que se reconozca a la Junta de Sevilla en España y que el virrey siga sus funciones como antes. Iturrigaray vacila y el 15 de septiembre de 1808 los españoles, liderados por Gabriel del Yermo apresan al virrey y nombran a un comandante militar como nuevo virrey. Los criollos ven con claridad que bajo el supuesto apego a la ley, no hay más que voluntad de poder y de privilegios. A partir de entonces sus ideas se radicalizan.

A fines de 1808 es descubierta una amplia conspiración dirigida pos los militares criollos Michelena y Obeso, que son apresados. Fue una conspiración de amplias ramificaciones, varias de las cuales, no descubiertas, servirían para apoyar el pronunciamiento de Hidalgo en 1810 y para darle cuerpo a la conspiración de Querétaro. Las cosas han llegado a tal punto que corren libelos que hablan abiertamente de independencia. Fray Melchor de Talamantes expone que la independencia es necesaria y provechosa, pues no se debe obediencia a un rey preso y la Nueva España tiene todos los elementos para procurar su propio sustento y felicidad.

Como rescoldo de la fracasada conspiración de Valladolid, el corregidor Domínguez de Querétaro, elabora nuevos proyectos de independencia y pone al mando de su conspiración al capitán Ignacio Allende, del regimiento de Dragones de San Miguel, esta a su vez invita a participar al cura de Dolores, Miguel Hidalgo, quien terminara encabezando las reuniones.

MIGUEL HIDALGO

La independencia estaba programada para iniciar el 2 de octubre, pero el descubrimiento prematuro de la conspiración obliga a Hidalgo a adelantarse. Desgraciadamente, opta por la insurrección abierta del populacho, aunque tenga que recurrir a excitar el odio de castas.

El 16 de septiembre de 1810, en la madrugada convoca a sus feligreses a levantarse en armas por "Fernando VII" y en contra de los españoles que quieren entregar a la Nueva España a Napoleón. En Atotonilco enarbola el estandarte de Nuestra Señora de Guadalupe, agregando así de manera deplorable un ingrediente de fervor religioso a la consecución de un proyecto político. Capturan San Miguel, Celaya, Salamanca e Irapuato. Para posteriormente dirigirse a Guanajuato, donde se produce la primera matanza de la guerra. En vano Allende trata de moderarla. Posteriormente capturan Valladolid de donde se dirigen a la ciudad de México por Toluca. En El Monte de las Cruces se le enfrenta una escuálida tropa realista, que es fácilmente derrotada por las tropas independentistas. Sin municiones, y ante la proximidad de Calleja, Hidalgo se ve obligado a regresar a Valladolid. En Aculco es interceptado y derrotado por Calleja. Las innumerables huestes de Hidalgo de desbandan. Hidalgo regresa a Valladolid y enfila sus ataques a Guadalajara, donde para congraciarse con la plebe emite decretos populistas y permite degollinas de españoles.

Allende riñe severamente con él e intenta arrebatarle el mandoEn Puente Calderón, el ejército insurgente es nuevamente derrotado por Calleja y desbanda a los independientes por todas partes. Hidalgo intenta huir a Texas para reorganizarse, pero en Acatita de Baján es traicionado y entregado al poder virreinal junto con Allende, Aldama y Jiménez, todos fueron fusilados terminando así la primera etapa de la independencia, que apenas duró 8 meses.


JOSÉ MARÍA MORELOS

Una de las medidas más inteligentes de Hidalgo, fue comisionar a diversas personas para levantar diversas regiones del país, este es el caso de Morelos, quien fue encargado de levantar la zona sur del país. Morelos pasó por la cuenca del Balsas reclutando gente; no una chusma incontrolable, sino pequeñas partidas guerrilleras. También supo conjuntar un admirable equipo de ayudantes: Matamoros, Los Galena, Los Bravo, Verduzco, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. Después de Asediar infructuosamente Acapulco, tomó Chilpancingo y de dirigió a Cuautla. Allí fue sitiado por Calleja quien sufrió el primer revés de su brillante trayectoria ante la resistencia de Morelos. En 1812 realizó una serie de geniales maniobras que culminaron con la toma de Cuernavaca, Tehuacán, Orizaba, Oaxaca y Acapulco.

A mediados de 1813, Morelos intentó darle legalidad al movimiento con una dirección política bien fundamentada, para eso creó el Congreso de Chilpancingo, que aunque, fue más o menos aceptado por los demás insurgentes, pronto generó rencillas y su único logró fue redactar la Constitución de Apatzingan que nunca pudo ser puesta en vigor.

En diciembre de 1813 Morelos al frente de su mejor ejército intento retomar Valladolid, pero fue derrotado por los realistas Llano e Iturbide. A partir de ahí encadenó una serie de derrotas hasta su captura y fusilamiento en 1815.

Con la muerte de Morelos el movimiento independentista se atomiza. En 1814 se reinstaura el absolutismo en España con el retorno del rey Fernando VII, y se nombre Virrey a Calleja, quien desarrolla una sistemática aniquilación de los líderes insurgentes. En 1815, se disuelva el congreso de Chilpancingo y antes de 1817 todos los jefes insurgentes son derrotados, quedando sólo Osorno, Guerrero y Guadalupe Victoria. En 1816 es nombrado virrey Apodaca, quien decreta una amnistía general con miras a pacificar el virreinato.

El balance de siete años de guerra, y de las terribles atrocidades cometidas por ambos bandos, es de mas de 600,000 muertos (aproximadamente el 10% de la población), los campos fueron arrasados, las minas inundadas, el comercio estrangulado y el antes prospero virreinato fue sumido en la ruina.


AGUSTÍN DE ITURBIDE

Para 1820, la causa de la independencia parece por completo perdida, pero entonces ocurren una serie de sucesos inesperados; una asonada liberal en España obliga a Fernando VII a restablecer la Constitución de Cádiz, pero ya con un radical contenido liberal. La noticia fue recogida en México con sentimientos encontrados. Los comerciantes la apoyaron, pero en general las clases privilegiadas vio con malos ojos la nueva constitución, tanto por el fin de sus privilegios como por su radical anticlericalismo. En el templo de la Profesa fraguaron un plan para independizar a México guardándolo como monarquía leal a Fernando VII, donde podría gobernar sin constituciones liberales. Necesitaban un militar de prestigio para encabezar el movimiento y escogieron a Agustín de Iturbide.

La conspiración pronto abortaría, pero Iturbide tomó su nuevo mando como General de los Ejércitos del Sur con su plan ya forjado, independizar a México de España. Tras unos breves combates con guerrero invitó a esta a conferenciar y le propuso el Plan de Iguala para independizar a México de España. Iturbide desplegó una hábil campaña diplomática que en 9 meses logró lo que no habían realizado 10 años de guerra. El Plan de Iguala estaba tan bien elaborado que logró la adhesión de prácticamente la totalidad de los mandos y tropas realistas e insurgentes, con los que se formó el Ejército de las Tres Garantías, que salvaguardaron el Plan de Iguala y la Independencia.

El Plan de Iguala proclamaba la independencia completa e inmediata respecto de España, agradando a un tiempo a criollos y a insurgentes; proclamaba también un trato igual para criollos y españoles, atenuando con esto el temor de los peninsulares y otorgando ventajas a indígenas, mestizos y criollos; proclamaba la supremacía de la religión católica y colocaba las tres garantías del plan en manos del Ejército Trigarante.

Una bandera Tricolor (verde, blanco y rojo) simbolizaría las Tres Garantías sobre las que se fundaba el nuevo país, naciendo así la bandera de México. Cuando en agosto de 1821 el nuevo virrey Juan de O´Donojú llegó a Veracruz, aceptó el hecho consumado y firmó con Iturbide los Tratados de Córdoba, que otorgaban a México su independencia. El 27 de septiembre el Ejército Trigarante hizo su entrada en la capital entre la alegría de la población y el 28 de septiembre se proclamó formalmente la independencia de México.


ITURBIDE EMPERADOR

Las palabras finales de Iturbide eran una esperanza pero al mismo tiempo una advertencia: "Ya sabéis el modo de ser libres; a vosotros toca el modo de poder ser felices." De esta manera nace el país de los criollos y para los criollos, llamado “México”, en el que han estado y siguen estado negados los pubelos indígenas, campesinos y mestizos.

[1] Escuela de pensamiento económico surgida en Francia en el siglo XVIII y la primera que aplicó el método científico a la economía.
[2] Reunión nocturna de personas de distinción para divertirse con baile o música.

lunes, 15 de septiembre de 2008

LA PREDILECCIÓN DE LOS GUERREROS ( * )




Éste es uno de los momentos más intensos y emotivos, y es aquí donde la primera parte de la enseñanza termina. Carlos Castaneda tendrá que entrar en el nagual y, para lograrlo, él y sus compañeros están en un sitio imponente y maravilloso, lleno de fuerza y poder. Es un cerro que los toltecas trabajaron dándole forma de pirámide; este lugar se ubica al Este de los pueblos en que vivían los otros aprendices y a los que divide una profunda cañada; tratar de llegar a la cúspide del cerro es casi como trepar una pared. El cerro recibe un nombre en zapoteco que tiene relación con el fuego interno y se encuentra en la Sierra Juárez de Oaxaca.

Ésta es una de las partes decisivas en el camino del conocimiento tolteca. El aprendiz pasará solo, por primera vez, al mundo del nagual y aquí se despide de su maestro y de su benefactor; el aprendiz podrá seguir el camino, en cuyo caso lo hará sin esa valiosa compañía; tendrá que recurrir solo al conocimiento que está "guardado" en su parte izquierda y por tanto tendrá que "recordar" todo lo aprendido en la parte de la conciencia “acrecentada” y “ensamblar” todo el conocimiento en una sola unidad.

Don Juan le advierte a Castaneda que tendrá que entrar al nagual con la fuerza de su poder personal y que del encuentro pueden suceder dos cosas: que no regrese jamás, o que regrese a cumplir una tarea que el poder le designará. Una vez cumplida su tarea, sin importar el triunfo o la derrota, logrará obtener el dominio sobre la totalidad de sí mismo.

Don Juan le cuenta una historia para ejemplificar como debe vivir en espera del cumplimiento de su tarea y le dice que para esa espera y para esa tarea lo único que tiene el guerrero es su humildad, su impecabilidad y su sobriedad. Que debe dirigir todo su poder personal a cumplir eficientemente la tarea que el poder le designa. Solo tendido esa fuerza interna, el guerrero puede vencer a “los tiradores de los desconocido”.

En esta tarea el guerrero no puede evitar el dolor porque es un ser humano, pero lo que sí puede evitar es entregarse a él. En esta tarea se está solo, esa es nuestra condición verdadera. Pero morir solo, es morir desolado, dice Don Juan. Un guerrero que entra en lo desconocido mantiene un sentimiento de humildad, impecabilidad y eficiencia que te fortalece y prepara a su espíritu.

Don Juan le recomienda a Castaneda que, cuando regrese a cumplir su tarea, ame a la Tierra porque es un ser vivo que siente y comprende, y que ella le enseñará lo que es la libertad. Dice Don Juan que sin un amor así al ser (la Tierra) que nos da alojamiento, comida y todo cuanto necesitamos, la soledad de este camino se convierte en desolación. Amando a este ser espléndido y maravilloso que es la Tierra, el guerrero puede darle libertad, alegría y abandono a su espíritu frente a cualquier percance en el cumplimiento de su tarea.

Don Juan se despide de Castaneda antes de que salte desde una plataforma de la "gran pirámide". Abajo hay un inmenso y profundo vacío; a lo lejos, las montañas de Ixtlán. Castaneda pondrá a prueba su aprendizaje y deberá tener la fuerza y el valor necesarios para saltar a un abismo sabiendo que en vez de despedazarse y morir, podrá expandir su racimo y entrar al mundo de nagual. Antes de que Castaneda corra y salte al vacío, Don Juan le dice que volverá a ser polvo en el camino y que tal vez algún día podrá entrar nuevamente en sus ojos.

“Hay muchas maneras de decir adiós ‑conti­nuó‑. Acaso la mejor es sostener un recuerdo espe­cial de alegría…
‑Ustedes ya han aprendido que el temple de un guerrero está en el ser humilde y eficiente ‑dijo don Genaro, y su voz me hizo saltar‑. Ya han aprendido a actuar sin esperar ni pedir nada a cambio…
‑Un guerrero reconoce su dolor pero no se entre­ga a él ‑dijo don Juan‑. Por eso el sentimiento de un guerrero que entra en lo desconocido no es de tris­teza; al contrario, está alegre porque se siente hu­milde ante su gran fortuna, confiado en la impeca­bilidad de su espíritu, y sobre todo, completamente al tanto de su eficiencia. La alegría del guerrero le viene de haber aceptado su destino, y de haber calcu­lado de verdad lo que le espera…
‑La vida de un guerrero no puede en modo al­guno ser fría y solitaria y sin sentimientos ‑dijo‑, porque se basa en su afecto, su devoción, su dedi­cación a su ser amado. ¿Y quién, podrían ustedes preguntar, es ese ser amado? Yo se los voy a mostrar ahora mismo…
‑El amor de Genaro es el mundo ‑decía‑. Aho­ra mismo estaba abrazando esta enorme tierra, pero siendo tan pequeño, no puede sino nadar en ella. Pero la tierra sabe que Genaro la ama y por eso lo cuida. Por eso la vida de Genaro está llena hasta el borde y su estado, dondequiera que él se encuentre, siem­pre será la abundancia. Genaro recorre las sendas de su ser amado, y en cualquier sitio que esté, está completo.
Don Juan se acuclilló frente a nosotros. Acarició el suelo con gentileza.
‑Ésta es la predilección de dos guerreros ‑erijo‑. Esta tierra, este mundo. Para un guerrero no puede haber un amor más grande…
‑Solamente si uno ama a esta tierra con pasión in­flexible puede uno librarse de la tristeza -dijo don Juan‑. Un guerrero siempre está alegre porque su amor es inalterable y su ser amado, la tierra, lo abraza y le regala cosas inconcebibles. La tristeza pertenece sólo a esos que odian al mismo ser que les da asilo.
Don Juan volvió a acariciar el suelo con ternura.
‑Este ser hermoso, que está vivo hasta sus últimos resquicios y comprende cada sentimiento, me dio cari­ño, me curó de mis dolores, y finalmente, cuando en­tendí todo mi cariño por él, me enseñó lo que es la libertad…
Han llegado a la explicación de los brujos, pero no tiene ninguna importancia el que la sepan. Están más solos que nunca, porque sin un cariño constante por el ser que les da asilo, la soledad es desolación.
Solamente amando a este ser espléndido se puede dar libertad al espíritu del guerrero; y la libertad es alegría, eficiencia, y abandono frente a cualquier embate del destino. Ésa es la última lección. Siempre se deja para el último momento, para el momento de desolación suprema en el que un hombre se en­frenta a su muerte y a su soledad. Sólo entonces tiene sentido…” Carlos Castaneda. Ralatos de Poder.


( * ) Tomado del libro PARA LEER A CARLOS CASTANEDA.


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