La “historia oficial de la
humanidad”, según la cultura occidental, es de apenas 10 mil años. El
pensamiento crítico y las mitologías de las civilizaciones ancestrales niegan
tal afirmación.
Para el caso de la nuestra, la Civilización del Anáhuac, los
Viejos Abuelos nos dicen que el ser humano que hoy somos, está en los
estertores del Quinto Sol, que terminó en el año 2012.
Que estamos ya, en el
inicio del Primer Sol del nuevo ciclo de cinco Soles. Cada ciclo es de 25´625
años, también llamado “la Cuenta Larga”, que se divide en cinco periodos de
5125 años, es decir, cinco soles que juntos nos dan una cuenta larga, es decir,
el tiempo exacto en el que el Sol, da un giro completo al centro de la galaxia.
El inicio del Quinto Sol según una estela maya fue en el año 3114 aC. En la
mecánica celeste tolteca, todo el inconmensurable engranaje es perfecto, desde
el lunar de 260 días conocido como Tonalpohualli, pasando por el solar de
365.2520 días, el venusino de 584 días, el de las estrellas llamadas Pléyades
de 52 años, y finalmente, la Cuenta Larga de 25´625 años, que nos hablan de la
observación razonada, registrada y trasmitida durante decenas de siglos, para
llegar a estas asombrosas medidas del tiempo.
Ninguna otra civilización llegó a
este riguroso y exhaustivo conteo del tiempo. De esta forma, al igual que no
hay mes 13, ni octavo día de la semana, todo ciclo se repite de manera sin fin.
Así que, estamos en el Primer Sol, del nuevo ciclo de la Cuenta Larga. Y aunque
tenemos siete años en el “nuevo Sol”, estamos viviendo el final del quinto.
Los
ciclos de la mecánica celeste son perfectamente exactos, más los de la
naturaleza y el de los humanos, no. Por ejemplo. En este año de 2019, aunque
estamos en invierno, la primavera se nos adelantó. Está haciendo mucho calor.
Pero hay años en los que, a principios de abril, todavía hace frío. Los
científicos afirman que al ritmo que estamos destruyendo el planeta, no nos
quedan 50 años más de vida.
En la Cuenta Larga de 25´625 años, qué, representan
50 años, ¡nada! Solo un pequeño atraso. Pues bien, los Viejos Abuelos dejaron
dicho que cada Sol termina con una destrucción violenta y que, lo mejor de ese
Sol, tanto en seres humanos como en conocimiento, pasan al siguiente ciclo o
Sol, entendido como una purga y un mejoramiento. Como lo hace el planeta con
las estaciones y en muchos sistemas y subsistemas. Es algo natural.
Así como están las cosas en el
mundo, es muy difícil ser optimista y creer que las cosas se compondrán. No
solo porque cada día nos acercamos al borde de una guerra nuclear, por las
luchas de poder económicas y políticas del mundo.
Pero, aun sin guerra, la degradación que esta viviendo el ser humano, y su propia economía, a costa de la Naturaleza y la consiguiente contaminación, nos imposibilita a tener esperanzas.
Pero, aun sin guerra, la degradación que esta viviendo el ser humano, y su propia economía, a costa de la Naturaleza y la consiguiente contaminación, nos imposibilita a tener esperanzas.
¿Qué fue lo que nos sucedió? La
civilización occidental, que inicia su periodo de expansión en el siglo XVI, ha
sido una civilización de muerte. Ninguna otra civilización, como Egipto,
Mesopotamia, China India, Tawantinsuyu y Anáhuac, han llevado a la humanidad y
al planeta al borde de la catástrofe. Qué es lo que mueve a esta visión del
mundo y la vida. El dinero, la riqueza, la acumulación, desmedida e irracional.
La codicia, la propiedad privada, la comodidad, el lujo aberrante y absurdo, la
insensibilidad, la deshumanización, la pérdida de valores perennes, el
individualismo, la perdida de la compasión, la fraternidad, la solidaridad, en
síntesis, la perdida del amor a la vida y a todos los seres vivos, comenzando
con el propio ser humano.
La civilización occidental ha
contaminado los valores y principios de vida de otras civilizaciones. Esta
contaminación se llama “modernidad”. Lo que implica, ser, pensar y actuar como
gringo. La modernidad tiene a la democracia representativa, es decir, la de políticos
y sus partidos, para gobernar “legalmente” a los pueblos a través de los
corruptos políticos que están al servicio de las empresas trasnacionales y el
dinero, en contra de las personas, la vida y la Naturaleza. Cuentan, además,
con los medios masivos, para que la gente piense, crea y sienta, como a ellos
les conviene.
El ser humano moderno, no tiene
valores y principios ancestrales, no tiene memoria histórica e identidad
cultural, no tiene espiritualidad, no tiene sentimientos de compasión y de
amor, más que para el dinero y el poder. Es un ganador, un emprendedor, un ser
exitoso, un triunfador.
Muchos seres humanos en el
planeta, piensan así, aunque se estén muriendo de hambre. Aunque sean pobres.
No tienen conciencia, no tienen dignidad, han perdido su inteligencia.
Y los
que tienen un poco, ¡quieren más!, y los que tienen más, ¡quieren mucho más! Y
los que lo tienen todo, quieren más y más, sin medida. Vivimos en un manicomio
planetario, y aunque no todo mundo piensa y actúa así, lo cierto es que los que
tienen el poder político y económico, los que tienen el PODER, SI PIENSAN Y
ACTÚAN ASÍ.
Esta
es la razón por la cual, “el futuro de la humanidad está en su pasado”.
Los que
posean la sabiduría ancestral de las civilizaciones antiguas, podrán enfrentar,
con mayores posibilidades este cataclismo que se nos avecina.
La gente del
futuro es la que posee la sabiduría del pasado. Descolonizar es dignificar.
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