jueves, 26 de noviembre de 2009

Un México de ricos y un México de pobres.



Los dueños del dinero en México, desde 1521, lo único que hacen es extraer riqueza del pueblo explotado y depredar sus recursos naturales. En la colonia eran lingotes de oro que iban a España, hoy son miles de millones de dólares que van a parar a los bancos extranjeros...(en el extranjero).

En efecto, mientras los mexicanos pobres (indígenas y mestizos) se tienen que ir al Norte a buscar una oportunidad que su tierra les negó, envían permanentemente dólares a México. Los mexicanos ricos (los criollos) en cambio, sacan siempre sus ganancias del país para protegerlas en lugares más seguros. Los pobres envían dinero y los ricos lo sacan del país.


El Banco de México informó que de enero a septiembre de este año, los mexicanos ricos sacaron 21,300 mdd. Mientras los mexicanos pobres, enviaron vía remesas, en ese mismo periodo, 16,435 mdd. Es decir que los inversionistas sacaron 5 mil mdd más, de lo que entró vía remesas.


Otro dato revelador que dio el BM, fue que la extracción de dólares del país, superó en 118% el ingreso de la inversión extranjera directa. Es decir, los ricos sacan mucho más dinero del país, que lo que entra, vía inversión, para “crear empleos” y alentar la economía.


Como se ve, existen dos Méxicos: uno que tiene todos los privilegios a su disposición, no paga impuestos y pone sus mezquinas condiciones. Y un México que siempre paga los platos rotos de la corrupción y la ineptitud.


Cuando "el Presidente 0.56%" declara que… “es hora de enderezar el rumbo social”… ¿a qué se refiere?

martes, 17 de noviembre de 2009

EL GRAN ENGAÑO HISTÓRICO DE MÉXICO.


Gran parte de las personas que habitamos este basto territorio llamado México, hemos vivido engañados los últimos dos siglos. Usados y explotados por un puñado de abusadores que han llegado sucesivamente a estas tierras y han explotado inhumanamente a los pueblos originarios y han depredado despiadadamente sus recursos naturales.


Para hacer posible esto, los colonizadores-explotadores fundamentalmente le han quitado “la memoria histórica a los invadidos”. Es decir, los han mantenido en un estado amnésico. No saben quiénes son, de dónde vienen y mucho menos a dónde van. Una inmensa masa de gente ignorante, desculturizada y desmemoriada. Tratando de ser…lo que el colonizador le impone que sea a su conveniencia. Trescientos años tratando de ser españoles y hasta le pusieron a esta tierra “La Nueva España”, después cien años pretendiendo fallidamente ser franceses y en el último siglo, hemos tratado de ser inútilmente norteamericanos. Permanentemente despreciando lo propio y exaltando frenéticamente lo ajeno.

Este enorme pueblo mestizo desculturizado, que rechaza tercamente ser indígena y desprecia rabiosamente la Cultura Madre. Que pretende ser “mestizo-europeizado” o de perdida “moderno-agringado”. Se aleja de lo indígena y que nunca llega a ser español, francés o norteamericano. Ese ciudadano ignorante, vulgar, fatuo. Aquél que construye sus paradigmas existenciales en la televisión, en las marcas comerciales, en la “modernidad”, en el consumo. Ese que es en el fondo inseguro, violento, desconfiado, despiadado, temeroso, voraz y depredador. Ese que jamás será urbano, ni respetará una línea de personas, ese que rebasa por la derecha y se pasa los altos, el que se estaciona en doble fila y no da el paso a los peatones. El que tira basura en todas partes y siempre quiere sacar provecho personal de los demás…ese que desprecia a los indígenas y los campesinos y admira a los extranjeros. Ese que siempre se piensa por encima de los demás. Ese que no sabe nada de la historia antigua de la Civilización Madre que le da vida y esencia. Ese que por desgracias es la gran mayoría en este país. Este ciudadano es una perfecta creación del colonizador-explotador, así nos quieren así nos necesitan así los hacemos ricos.

Solo teniendo esa clase de gente, los colonizadores explotadores pueden seguir haciendo grandes fortunas y vivir en la injusticia más cínica. Como casi todos los grandes capitales de este país, están en manos de “CRIOLLOS”, es decir, hijos de extranjeros avecindados en este país. La riqueza de Carlos Slim, sus secuaces y sus paisanos es directamente proporcional a la ignorancia del pueblo que explotan. Poco menos del 10% de ¿mexicanos? (los criollos) posee el 40% de la riqueza nacional. Es decir, este país le pertenece a unos cuantos y los demás son…como ganado o pollos en granja. Más nada.

Este “país” nació gracias a una lucha entre criollos y peninsulares por el derecho de explotar a los invadidos. Nuestra profunda herencia civilizatoria de siete milenios y medio ha sido brutalmente cercenada. Se impuso un sistema colonial durante 3 siglos y los criollos traicionaron a sus parientes y les echaron encima a la inmensa masa de nativos pobres y sedientos de justicia. Esa fue la Guerra de “Independencia”. Toda cambió para seguir igual.

Los criollos se inventaron “su país”, al que le pusieron MÉXICO indebidamente, pues en la memoria histórica milenaria se sabe que estas tierras son EL ANÁHUAC. México viene de mexicas, de modo que los zapotecas, mixtecas, mayas y un largo etcétera no son mexicas y por ende, con propiedad, ¡mexicanos!
Durante el siglo XIX los criollos se dividieron en dos bandos: masones yorkinos-liberales-federalistas-republicanos (priístas) y se enfrentaron a los masones escoceses-conservadores-centralistas-monárquicos (panistas), en una guerra fraticida por el poder, en la que fuimos invadidos en dos ocasiones y nos quitaron más de la mitad del territorio. Ni los peninsulares ni los criollos les han dado una verdadera oportunidad a los pueblos originales y a la Cultura Madre en estos quinientos años de colonización y neo colonización.

La Colonia y el país…siempre han sido de ellos y para ellos. ¿Cómo lo han logrado?, quitándole la memoria histórica al vencido-invadido. Haciéndale creer primero que era súbito español y después “mexicano”. Que él desciende de españoles o franceses, que él nada tiene que ver con la civilización indígena que se presume muerta. Que ser parte de la Civilización Madre es cosa negativa y de bajo nivel, esto es ser: naco, yope, indio, ignorante, vulgar, pobre, que no es lo mismo pero es igual.

Rechazar su Cultura, sus orígenes, sus tradiciones, su historia, su fenotipo, su color de piel, rechazarse a sí mismo y tratar de ser un colonizador de su propio pueblo (a eso le han enseñado a llamarle “triunfar”). En un mundo depredador, en un país en donde es todos contra todos, en el que no se respeta la ley, en el que la corrupción es el aceite que mueve al sistema, en el que el más sinvergüenza es el más listo, en el que no hay justicia, equidad, ni piedad…en un país así, es como Carlos Silm puede hacerse el hombre más rico del mundo. El Sistema Colonial es eso precisamente, desorden, corrupción, vulgaridad, ignorancia, en el pueblo; porque piénselo bien amable lector, “a río revuelto, ¡ganancia de criollos neo colonizadores!

A los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos nos han engañado quinientos años. Nos han hecho perder nuestra memoria histórica, nuestro orgullo de ser herederos de una de las seis civilizaciones más antiguas del planeta. Nos han hecho creer que fuimos “novohispanos” y que hoy somos “mexicanos”, pero desde la INVASIÓN hemos perdido la propiedad y conducción de nuestra NACIÓN. Nos han hecho olvidar (momentáneamente) que somos hijos del ANÁHUAC, que somos poseedores de una milenaria sabiduría de cómo vivir en armonía con nuestros semejantes y con la naturaleza. Nos han hecho perder nuestros conocimientos sobre el mundo y la vida. Nos han quitado el sentido sagrado y místico de la existencia. Nos han vuelto inseguros, frágiles, violentos, ignorantes, dependientes. De esta manera se explica el por qué Fox mandó quitar de los estudios de Secundaria la Historia antigua de México.

Este país llamado México NO nos pertenece, por lo menos a la gran mayoría. Existe un 10% de criollos que tienen el poder y el dinero, otro 10% poseen solo el 1% de la riqueza y por supuesto, son los pueblos indígenas. Y existe una inmensa masa del 80% de mestizos deculturizados, hijos del canal de las barras y las estrellas. Dispuestos a pintarse el cabello de amarillo, a untarse cremas blanqueadores, a ponerle a sus hijos nombres extranjeros, a ser consumidores “muuderrnos”, a comer comida chatarra y pasear en los “moles”, a vivir a crédito y cumplir el anhelo existencial de ir a Disneylandia.

Millones de “mexicanos” que viven entre las telecomedias, los partidos de fútbol, los noticieros, los “reality shoes” y los chismes de los artistas, la filosofía de Ramones, Brozo, Cristina y la flaco y el gordo. Creyendo en las farsas de la mañosa democracia electorera, esperando sacar mayor partido y mejor provecho personal de la política corrupta.

Gente vulgar, vana, superflua, que solo vive pensando en tener dinero y poder comprar y ver más televisión. Personas insensibles e inconcientes, embrutecidas, fácilmente manejables e influenciables y explotables.
La riqueza de unos cuantos se fundamenta precisamente en todo esto. En la pérdida de la memoria histórica, en la ignorancia de nosotros mismos, en el rechazo y desprecio que hemos aprendido a tener de “lo propio-nuestro”.

El invasor-colonizador-explotador nos puede permitir cualquier cosa, MENOS QUE RECUPEREMOS LA MEMEORIA HISTÓRICA y sepamos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde queremos ir, como individuos y como pueblo. Porque en eso memento se acaba su poder y su riqueza. Esta es la razón por la cual los mexicanos somos “INDEFENSOS EXTRANJEROS INCULTOS EN NUESTRA PROPIA TIERRA”. Conocedores de Europa y sabedores de qué color era el caballo blanco de Napoleón, el Coliseo Romano y el Partenón griego, pero totalmente ignorantes cuando vamos a Teotihuacan, Monte Alban o Chicen Itza.

Esta es la razón por la que no entendemos qué es lo que pasa “en nuestro país”. Pensamos que quienes tienen el poder y el dinero son hermanos nuestros y están preocupados solidariamente por nosotros, “el pueblo-su pueblo”. Que comparten un proyecto de mejora común, en el que nos ligan las mismas aspiraciones, anhelos y proyectos. Pero eso NO ES CIERTO, los que tienen el poder y el dinero desde 1521, solo pretenden explotar y depredar, para regresar a su verdadera tierra a disfrutar sus ganancias, como Slim que se la vive en Líbano.

El gran engaño es que “México” no nos pertenece, en cambio, El Anáhuac es nuestro futuro, el propio-nuestro. Solo tenemos que despertar recuperando la milenaria memoria histórica. Abrir los ojos y poner la mirada en el fondo de nuestro corazón.

sábado, 14 de noviembre de 2009

LA VIDA MODERNA… desolación y vacío.



Gracias a “la modernidad”, que nos es más que: “el libre mercado, las sociedades anónimas, las corporaciones trasnacionales, la tecnología, la publicidad, al consumismo, el individualismo, a la cultura desechable y chatarra”, somos una sociedad vacía y desolada.

Sin los valores humanos perennes, todo se vuelve una “mercancía”. Todo es rentable, negociable y vendible. Las personas y familias ya no tienen un “proyecto de vida” sustentado en la virtud, la bondad, la justicia. Actitudes milenarias que tuvieron todos los pueblos del mundo hasta “la Revolución Industrial” y la expansión del pensamiento judeo-anglosajón por medio de cañones y bayonetas por todo el planeta.


El mundo se empezó a “modernizar” con la creación del proyecto estratégico de dominación llamado Estado Unidos de Norteamérica. Con este proyecto nació (en la practica) el concepto de “país”, democracia, partidos políticos, iniciativa privada, derechos individuales, productos desechables, chatarra y consumismo, “mundo libre de tradiciones y costumbres”. La nueva forma de organización social se sustenta en el supuesto que la trascendencia y felicidad de seres humanos y sociedad, radica en la producción y consumo, en acumular la riqueza por la riqueza misma. Que la vida humana y la organización social encuentran su “realización plena” en el mundo material, la riqueza y el consumo. La “Libertad” como imperativo para que el dinero, el comercio, la banca y el sistema financiero actúen impunemente contra todo lo milenariamente establecido hasta llegar al libertinaje financiero, pasando por encima de los seres humanos, las familias, los pueblos, las naciones y el planeta mismo.


Los pueblos, antes imperios, reinos, federaciones, sultanatos, gracias a la modernidad se convirtieron en “países democráticos”, en donde el Mercado de las pautas y los lineamientos para encontrar “el progreso y el bienestar”. El dinero, el comercio, la mega producción y el consumo de todo, se ha convertido en el objetivo de los países, las empresas, las familias y las personas.


Todo se ha mercantilizado, todo: La agricultura, desde los monocultivos industrializados hasta el acaparamiento en un mercado global. La alimentación, desde la siembra y producción hasta el procesamiento y comercialización. La salud, desde la producción de los medicamentos hasta los servicios clínicos y hospitalarios. La educación, desde la construcción de edificios, producción de libros y material escolar, la alimentación que se da en las escuelas, hasta su privatización. La organización social a través de: los partidos políticos, las cámaras de comercio, las cámaras de la industria. El deporte, desde el amateur hasta el profesional, El esparcimiento y el entretenimiento. El arte. Las iglesias. Los servicios públicos. Todo es un medio para hacer dinero. El objetivo ya no es solucionar una necesidad a través de un producto o servicio, sino hacer negocio por el negocio, aunque sea creando nuevas necesidades superfluas.


La Modernidad no es más que la destrucción de las milenarias formas de vivir de los pueblos, cimentadas en proyectos de carácter espiritual y con una visión humanista del mundo y la vida. Civilizaciones como la egipcia, mesopotámica, china o anahuaca, duraron decenas de siglos y en algunos casos milenios en su “ruta de desarrollo humano” trabajando y exaltando los valores perennes. La Modernidad, no lleva ni tres siglos y esta llevando a la destrucción planetaria a todas las formas de vida, comenzando con la humana.

La Modernidad representa la depredación del planeta, la explotación y embrutecimiento de los seres humanos…todo, por hacer dinero para un puñado de personas y corporaciones que han hecho del planeta y de los pueblos del mundo, su campo de experimentación. La Modernidad se basa en la injusticia y en la irracionalidad, en donde un puñado de seres humanos posee casi toda la riqueza planetaria y una gran mayoría de seres humanos sobreviven en la miseria. En donde una quinta parte de los habitantes del planeta viven en la opulencia y el despilfarro, y cuatro quintas partes carecen de lo mínimo necesario. Y paradójicamente esa quinta parte de humanos, viven “individualizados” en la desolación y en el vacío.

Los seres humanos estamos solos y desprotegidos. La Modernidad representada por “Los Mercaderes”, se ha apropiado de los gobiernos de los países poderosos y en general, de todos los gobiernos del mundo. La Modernidad y los Mercaderes a través del dinero y sus poderosas presiones, hace que los gobiernos y los políticos hagan lo que conviene a sus intereses. El interés privado esta por encisma del interés público y el bien común de la humanidad.


De esta manera, los seres humanos atrapados en la Modernidad, luchan por sobre vivir en un ambiente hostil y agresivo. Ya no tienen en sus manos la posibilidad de trabajar, por ellos mismos, para lograr el sustento. Los Mercaderes y la Modernidad, les han quitado el trabajo y ahora ellos son los únicos que pueden, gracias a sus capitales y tecnologías, crear las “fuentes de empleo”.


Los Mercaderes y la Modernidad a través de la tecnología no han suplantado la mano de obra, solo la han hecho prescindible. Le han expropiado al trabajador los conocimientos y lo han convertido en una máquina humana, barata y reemplazable. Es más que ostensible que, para los mercaderes y el Mercado, el generar pobreza es un buen negocio.


Los Mercaderes y la Modernidad han hecho de los seres humanos, zombis sin pensamientos, sentimientos, ideales, creencias y convicciones. La vida del ser humano y su familia “moderna” es por tanto, vacía y desolada. No tiene la fortaleza de una visión sagrada del mundo y de la divinidad de la vida. No existe para ellos una conciencia superior, una realidad ulterior. Solo tienen el “aquí y el ahora”. Entendiendo por esto: el desempleo, la miseria, la desolación y el vacío: en síntesis, la frustración.


Por el contrario. El ser humano: “tradicional y primitivo”, tiene todo…porque no tiene nada. Posee la fuerza del Espíritu y la certeza milenaria de que la trascendencia de la vida material se encuentra en el plano del desarrollo espiritual.


Los pueblos primitivos que viven en el Espíritu, nada les pueden quitar. Saben que nada del mundo material les pertenece y que nada se pueden llevar, que la vida es muy corta y que no se pueden aferrar a nada. Absolutamente a nada material. Por el contrario, las sociedades “Modernas” viven atrapadas en el mundo material y de ahí deviene su miseria y con ello se entiende la desolación y el vacío en el que viven.