miércoles, 26 de febrero de 2014

"La Levantada de la Cruz", una tradición ancestral anahuaca


Muchos de los elementos de la cultura popular de México, se piensa, -por la colonización mental y cultural-, que son herencia hispana. Sin embargo, debemos de tener presente dos cosas. Una que la civilización del Cem Anáhuac es más antigua que la europea. Y en segundo lugar, que todos los pueblos del mundo tienen “tradiciones y costumbres” muy parecidas, esencialmente porque responden a una necesidad humana.


En ese mosaico caleidoscópico de las culturas populares, existen muchos “usos y costumbres” que nos vienen de nuestra civilización Madre. Por ejemplo: el bautismo, los “quince años” de las jóvenes, el compadrazgo, la boda y por supuesto, los ritos funerarios.


Presentamos esta entrevista a un hombre que ha tenido la lucidez y la iniciativa de investigar los orígenes anahuacas de “La levantada de Cruz”.


Mi nombre es Isauro Balderas Gil, soy originario de Huxtlahuaca, Oaxaca, en la mixteca. Soy rezandero y lo traigo de familia y en el corazón. Mi abuelita, antes de dormir nos ponía rezar todos los días. Hacen más de 50 años en mi pueblo no había luz eléctrica, así que con vela y con quinqué, mi abuelita ponía un petate y ahí sentaba a todos los niños todas las noches.


Yo me volví rezandero a la muerte de mi mamá, porque a pesar de ser católico practicante, no supe qué se debía de hacer a la hora de la muerte. Qué se tiene que hacer cuando el cuerpo “se tiende” y qué se tiene que rezar. Esto me orilló a investigar y me “arrimé” aún rezandero e inclusive, asistí a congresos de rezanderos.


Todo esto me llevó a saber por qué se hacía el novenario, por qué se tiene que hacer una “Levantada de Cruz”. Empecé a darme cuenta que nuestra tradición ancestral existía el concepto de la dualidad y que la muerte ocupaba un lugar muy relevante. Los antiguos hablaban de que Dios era Padre y al mismo tiempo Madre, era una dualidad.



Por lo tanto, cuando una persona muere tiene que enterrarse dos veces. Tiene que morir dos veces, la primera cuando morían  y la segunda cuando los quemaban envueltos en un petate para que resplandecieran como el sol y se “endiosaran”. 


Cuando llegaron los españoles nos prohibieron la incineración y ya no se podía hacer la segunda muerte. Entonces se optó, -simbólicamente-, que las cenizas del difunto se representaran con una cruz.


Los antiguos formaban dos caminos, porque decían que “Dios camina de Oriente a Poniente y el hombre camina de Sur a Norte, por eso se forma una cruz. Cuando alguien muere, es que el camino de Dios y el camino del hombre se encuentran y forman una cruz, y al encontrarse, es que se va con Dios.


Por eso es que se hace la “levantado de Cruz”. Antes esa cruz se hacían con las cenizas del difunto, hoy nosotros lo hacemos con tierra. Eso significa el cuerpo del difunto. Normalmente lo ponemos dentro de un triángulo o un cuadrado que significa también, el mundo. La Cruz significa al ser humano, y el cuadrado el mundo. Puede ser también, una alfombra o estrellas, que semeje el universo.


En la ceremonia de “Levantar la Cruz”, cuando esa tierra se empieza a recoger de cada brazo de la Cruz hacia el centro, significa que  estamos recogiendo todos los pasos del difunto que dio por este mundo, por donde vivió, por donde él anduvo, para que no deje nada de vibraciones o humores, “nuestra esencia”.


Se recoge en el centro de la Cruz, que significa que se entrega a la persona a las manos de Dios y se va con él. Porque es el centro donde se unen los opuestos, lo que es la vida y la muerte que son complementarios, el perdón y el pecado. 


En el centro de la Cruz es para nosotros el punto más importante porque es el lugar de encuentro de los opuestos complementarios, “es la medida donde está Dios”, en donde se sabe lo que se tiene que hacer. El centro de la Cruz es  el acceso a la vida inmortal.



Contacto con Isauro Balderas isaurobal@hotmail.com.mx

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viernes, 21 de febrero de 2014

EL ORIGEN “HISTÓRICO” DE LAS REFORMAS ESTRUCTURALES

Cinco siglos de reformas y reformas desestructurardoras 


Las “reformas estructurales”, desde el inicio de “los tiempos modernos” siempre han beneficiado a una minoría de gente bonita y perjudicado a las mayorías de “proles, nacos o indios”, vamos, “público en general”. Para entender  este complicado asunto de “las necesarias reformas” tenemos que irnos al principio de la historia de… “este país”.


En efecto, durante miles de años los “hijos de la conasupo” vivieron de acuerdo a sus “usos y costumbres”, pero cuando llegaron los primeros “emprendedores” a estas tierras el asunto se complicó.


La primera “reforma estructural” fue que de un plumazo, eliminaron las “leyes, autoridades e instituciones” de los naturales e impusieron nuevas leyes, autoridades e instituciones, no como las de “su madre patria”, sino unas diferentes que tenían como objetivo explotar la mano de obra y depredar los recursos naturales, “legalmente y como Dios manda” por supuesto.


Las siguientes “reformas estructurales” fueron: prohibir su religión, sus lenguas, destruir sus escuelas, asesinar a sus maestros, quemar sus libros, prohibir sus tradiciones, usos y costumbres. Imponiendo el uso de la moneda, la propiedad privada, cambiar el truque por el comercio, alentar el consumo de alcohol y prohibir la democracia participativa, entre otras linduras.


Gracias a estas “reformas estructurales” pudimos capitalizar a Europa y solidariamente les enviamos “oficialmente”, solo en metales de 1500 a 1650 la insignificante cantidad de 18000 toneladas de plata y 200 de oro.  


Así vivimos contentos y felices hasta que a los criollos se les ocurrió aplicarles unas, “reformas estructurales” a sus parientes los gachupines a través de incitar a “los hijos de la conasupo” para que los regresaran a su tierra y de esta manera los criollos crearon en 1821 su propio y nuevo país de ellos y para ellos (solamente).


Durante el siguiente siglo 1821-1921, los criollos se entretuvieron pelando entre ellos para aplicar “las nuevas reformas estructurales” para “su país”. El problema es que unas “reformas estructurales” favorecían a Europa (la de los conservadores-monárquicos-centralistas), y las otras reformas favorecían a E.U. (la de los liberales-republicanos-federalistas). 


En medio de estas luchas fratricidas los gringos les quitaron con una invasión a los criollos más de la mitad de “su país” y Napoleón III, con otra invasión, pretendió recuperar las colonias iberoamericanas (España) y convertirlas en latinoamericanas (Francia).


Para 1910 los vecinos del Norte promovieron entre los hijos de la conasupo una nueva “reforma estructural”, quitando al “incomodo” dictador e imponiendo una democracia a modo, dirigida por un junior de una acaudalada familia productora de brandi, que además de ser “espiritista” demostró su falta de capacidad política y “soltó al tigre” y desató una sangrienta guerra civil.


Por acuerdo de E.U. en 1921 y para terminar con los desmanes, se impuso una “nueva reforma estructural”, ahora sería el país de los criollos el “patio trasero del Tío Sam”. Con esta reforma el generoso Tío norteño les dejaba organizar a los criollos “el patio trasero” a través de una “dictadura perfecta”, en vías de desarrollo y dependiente.


Sin embargo, en 1982 se prepara el país para una “nueva reforma estructural”, ahora sería la de los tecnócratas-maquileros y en 1988 otra “nueva reforma estructural”, la más importante de los últimos tiempos, el Tío Sam decreta que México, “el país de los criollos para los criollos” será manejado desde E.U. por “empleados eficientes y serviciales” educados en sus universidades.


La siguiente “reforma estructural” viene con el TLC y decreta la desaparición del Estado nacionalista, desaparecen los logros laborales de los trabajadores, se acaban los sindicatos, se privatiza el ejido, se sentencia a muerte al campo, así como a las pequeñas y medianas industrias y empresas, las transnacionales tomarán la economía nacional.


Finalmente se dan “las últimas reformas estructurales”. Se reforma al gusto de los extranjeros la Constitución y se entrega totalmente “el país de los criollos para los criollos” a los capitales financieros y las empresas transnacionales. 


Se ponen las nuevas reglas para que la “libre empresa transnacional” explote inmisericordemente a los “naturales morenitos” y se depreden criminalmente los recursos naturales que, toda vía quedan. 


Metiendo en cintura a los caciques poseedores de monopolios económicos y políticos, para abrir y hacer cómodo y “civilizado” el mercado nacional.


Como se ve, la historia de las “reformas estructurales” han sido muy productivas y rentables. Todas ellas han marcado el destino del país de los criollos y para los criollos.


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domingo, 16 de febrero de 2014

TRADICIÓN VS. MODERNIDAD

La exitosa organización comunitaria en el mundo moderno.


En estos cinco siglos de colonización, vasallaje y explotación, se ha querido borrar la sabiduría y el conocimiento sistematizado de nuestra civilización Madre, que nos llevó al más alto grado de desarrollo para todo el pueblo en la historia de la humanidad. El mito colonizador de que éramos salvajes, caníbales, primitivos, guerreros, sigue vivo en el discurso de los neo colonizadores de hoy.


Pero es justamente el conocimiento de nuestra sabiduría ancestral, la que nos permitirá salir del calabozo colonial. Pero no será, con las ideas del carcelero con las que construiremos nuestra libertad. Requerimos re-pensar nuestra sabiduría ancestral conocida como Toltecáyotl, aplicarla nuestro mundo contemporáneo para resolver los desafíos de la actualidad.



Los maestros del arte popular de Oaxaca, se han organizado a través de formas ancestrales para penetrar con mucho éxito al mercado del arte popular oaxaqueño, y representan, “en su pensar, ser y hacer”, una fresca posibilidad para multiplicarla por todo el país en otros campos de la economía, la organización comunitaria, la educación, la producción agrícola. Por lo que nos permitimos entrevistar a un “hombre de conocimiento” que manda obedeciendo y respetando los saberes tradicionales.


“Mi nombre es Edgardo Villanueva cuevas, soy artesano, arquitecto, gente del pueblo y de comunidad. La Casa de las Artesanías Oaxaqueñas tiene más de 12 años de haber sido fundada y seguimos ahora trabajando el Proyecto Huizache que acabamos de inaugurar el 2 febrero (2014). En la primera hay 54 familias y en la segunda 70 familias que estamos trabajando en comunidad. La razón es porque, todos los que participamos en estos proyectos venimos de pueblos originarios y comunidades artesanales.


Nosotros hemos nacido en el seno de estos sistemas de organización comunitaria. Para nosotros es algo que viene en nuestros genes y dominamos “desde adentro”. Que nace en el taller familiar y de la organización comunitaria, porque lo que se refleja en la familia es toda esa experiencia de los pueblos que traen en su pasado histórico, en su formación como comunidades y las familias se van adaptando a estos sistemas.


Todos los que participamos en estas organizaciones venimos de comunidades indígenas o de comunidades muy ligadas a los sistemas de organización comunitaria, incluso en la misma ciudad, porque tenemos artesanos yalaltecos que replica estos modelos de sus comunidades en las colonias en la ciudad de Oaxaca. Mucha gente que viene del interior a vivir a las ciudades y traen en su banco genético esta información de organización comunitaria, fundan sus colonias con la misma sabiduría ancestral.


Para nosotros hacer artesanía está vinculado a la participación comunitaria y los sistemas que son la base de ese desarrollo, que son el tequio, la Guelaguetza, el trueque, la gozona, la mano vuelta, que son sistemas que no son comunes en la cultura dominante. Pero justamente ahí radica nuestra fortaleza, porque no estamos inventando nada. Pero tenemos un elemento que no está las comunidades, que no ha sido un factor determinante en la vida cotidiana de las comunidades, que es el dinero, la parte económica.


Pero la creación artesanal lleva en sí, el elemento económico, y también está vinculada a las cuestiones culturales, eso hizo que no fuera difícil incorporar estos nuevos elementos que no estaban en la comunidad. El artesano, fuera de la comunidad, hizo comercio desde siempre. Por lo cual no fue difícil incorporar el dinero a los sistemas de participación comunitaria. El reto fue organizar a las personas de diferentes poblaciones, de diferentes edades y niveles académicos, eso fue el gran reto.


También quiero decir que estos sistemas honran en mucho el esfuerzo y el trabajo de personas que no están hoy con nosotros, a los que yo considero los verdaderos artífices de esta organización. La gente que tiene hoy 85 años nos dieron los elementos culturales para constituir estas organizaciones. Logramos empatar el trabajo artesanal, el trabajo de familia, el trabajo de organización, con el gusto de la sociedad moderna por la artesanía. Esto no fue así hace 40 años, en donde la gente no quería artesanía, la gente lo que buscaba era la modernidad. Pienso que las cosas se armonizaron para que este proyecto fuera posible. Por lo cual, nosotros somos beneficiarios de los conocimientos y el trabajo de otras generaciones. Eso para mí, me queda muy claro.


Todos nacemos bajo estos elementos de organización. Cuando decimos, tenemos que ser un tequio, no hay nada que explicar, no hay nada que decir, lo único es cuando y qué vamos a hacer. El tequio es un trabajo comunitario en el que todos participan, sudan, disfrutan y cuidan. Digo disfruta, porque todos nos beneficiamos de lo que hacemos. Aquí pintar, arreglar, poner macetas, arreglar la bodega, hacer una remodelación, ese día desayunamos y comemos entre todos, ese día tomamos agua, disfrutamos y después cuidamos lo que hicimos. Todos trabajamos por el bien de la comunidad y eso nos ha permitido 12 años de mucho éxito.


Aquí el gran reto es que la gente tenga vocación de servicio, de servir a otros, eso es lo que se ha perdido en la sociedad moderna. Me parece que la modernidad ha carecido de este elemento. Para tener éxito en una organización comercial a través de la tradición, es tener la vocación de servicio, lo que nos inculcan en la comunidad desde niños “todos somos iguales y que tenemos que servir a otros”. El concepto de modernidad es servirse a sí mismo y “servirse de los otros”. Una cultura desde lo comunitario y la otra es de lo individual. La conciencia del bien común es el éxito de estas organizaciones en donde tenemos vocación de servicio y todos somos iguales.


La fuerza del número de personas integrantes de una organización es muy importante. La fortaleza radica en la conciencia y en el número de personas que participamos. “La fuerza del lobo es la manada”. Aquí yo sólo no hubiera podido hacer nada, absolutamente nada. Si lo hubiera hecho sólo, sería un artista, firmando obras de arte y teniendo una galería en el andador turístico. Lo hubiera podido hacer si así lo hubiera decidido. 


Pero la decisión fue participar colectivamente, de acuerdo a nuestros “usos y costumbres”, para beneficiarnos todos y para demostrar lo que nos han querido inculcar estos cinco siglos, de que nosotros, los de las culturas originarias, no podemos trabajar en equipo. Cuando la historia de nuestros pueblos es que hemos sobrevivido y estamos fuertes, gracias a que ancestralmente nos sabemos organizar. Hemos vivido más de 7000 años gracias a nuestras fortalezas comunitarias y en los últimos cinco siglos hemos logrado, a pesar de los pesares, sobrevivir a nuestra muerte histórica.


Aquí la familia tiene que ver mucho, no puede haber fortaleza de un individuo sino hay familia, sino ahí para quien trabajar, “la gran motivación”, si no hay con quien es trabajar, con quienes compartir el éxito, con quienes compartir el esfuerzo, pero también nosotros aquí, en nuestra experiencia de trabajo, hemos demostrado que no es la familia moderna “papá y mamá e hijos”. Hoy aquí, en la Casa de las Artesanías Oaxaqueñas, somos una familia constituida de 54 familias, en esta organización han nacido 34 niños en estos 12 años, a mí me dicen tío, nosotros logramos ampliar este concepto de familia que nuestros antepasados llamaban calpulli.


Yo creo que el pasado nos viene a dar luz en el presente.
Muchas personas que vienen de la tienda, cuando conocen nuestra forma de organización cambian su visión sobre la cultura tradicional. Hay gente que llega aquí diciendo, “yo no sabía cómo trabajaban y no tenía deseos de comprar nada, hoy que se cómo están organizados por supuesto que tengo deseos de comprar para cooperar. Esto nos ayuda a la gente que como nosotros, nació en comunidad, hoy vive en las ciudades y ha olvidado muchas de estas prácticas comunitarias, pero que en el fondo saben de qué se trata.


Yo veo que en México está dándose una gran explosión de este antiguo conocimiento de organización comunitaria en todas las áreas. Hoy no es difícil encontrar “colectivos” urbanos y suburbanos que están recurriendo a estos modelos antiguos. En varios estados del país he visto a mucha gente que ha encontrado en los sistemas tradicionales de organización los mecanismos para crecer y fortalecerse.


Nuestro modelo de alguna manera ha tendiendo una réplica en la sociedad. Ya que podemos decir que en la Ciudad de Oaxaca, la mayoría de las tiendas de artesanía están en manos de artesanos, cosa que no ocurría hace 12 años. Muchas de estas personas aprendieron aquí con nosotros, pero ellos se han independizado porque la toma de decisiones es mucho más lenta en comunidad que de manera individual, pero pierden la fuerza.


Este pasado ancestral con su sabiduría sigue vivo. Nuestra sabiduría está viva, por desgracia, mucha gente cree que sólo está en los museos y los libros. Pero no, nosotros venimos de una parte viva de la comunidad, por eso la segunda organización se llama “Huizache arte vivo de Oaxaca”. Demostramos con nuestro trabajo de este pasado ancestral está vivo, que está en nosotros, que lo conocemos y que es nuestra mayor fortaleza.” Correo electrónico de Edgardo Villanueva para mayor información: cuchillopedernal@hotmail.com 



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