martes, 30 de junio de 2020

Este viernes 3 de julio a las 9.30 hrs
Las preguntas más importantes sobre la obra, contestadas por el autor y Castaneda.



lunes, 22 de junio de 2020

FORO VIRTUAL TOLTECÁYOTL viernes 26 junio a las 20 hrs, en FB


La Transmodernidad es una perspectiva teórica, metodológica y ética de Enrique Dussel, que pretende romper con la colonialidad del poder, del saber y del ser en el mundo Occidental. Se basa en el reconocimiento de la exterioridad negada que surge como categoría de análisis de la alteridad desde el paradigma del Alter Tú, que Dussel aplica a la realidad latinoamericana a partir de los planteamientos de los postmodernistas que reconocen el momento final de la Modernidad, pero se separa de dicha escuela en lo que respecta a la persistencia en su visión helenocentrista y hegemónica de los paradigmas eurocéntricos y en la falta de diálogo con las culturas no Occidentales. De esta manera, Dussel propone la ética de la Liberación como un paradigma que parte del otro como víctima de la Modernidad.

Foro Virtual Toltecáyotl en FB Guillermo.marinruiz y en ROSTRO PROPOO CORAZON VERDERO este próximo viernes 26 de junio a las 20 horas. Participa enviado tus comentarios. Descolonizar es dignificar.

viernes, 12 de junio de 2020

UNA EDUCACIÓN PARA LA NIÑEZ OAXAQUEÑA


Primero deberíamos diferenciar entre educación e instrucción. La primera trasmite valores, la segunda solo conocimientos. La llamada educación pública surgió en Europa, para dotar a la revolución industrial de obreros y trabajadores con cierto grado de instrucción, esa es educación para el trabajo. 
En el Anáhuac, se dio el primer sistema de educación, obligatorio, público y gratuito del mundo, por lo menos desde el 1500 aC., y fue destruido por la invasión española en 1521. La instrucción pública en México regresó hasta 1921, con José Vasconcelos.  El modelo SEP, a nivel nacional, es una educación para el trabajo, es de mala calidad, por sus contenidos, su didáctica y el bajo nivel de sus profesores, además, de que el sistema económico no ofrece puestos de trabajo. 
Desde esta perspectiva, la inversión que hace una familia con sus hijos, desde jardín de niños hasta la universidad, resulta un gran esfuerzo de tiempo, trabajo y dinero, que después de más de 17 años resulta un FRAUDE, porque sus hijos además de estar mal preparados, no consiguen trabajo. No hay trabajo para los egresados universitarios, y el poco que hay, es mal pagado, sin prestaciones y es temporal. 
Además de que existe un marcado racismo y clasismo en el binomio educación/empleo. Se necesita ser blanco, con dinero, relaciones y ser egresado de una prestigiada universidad privada, para acceder al reducido mercado de trabajo bien pagado. Esa es la verdad sobre “la educación”. 
Pero en Oaxaca, la situación se complica mucho más. La educación que se imparte, es diseñada en la CDMX, para el mercado de trabajo que en Oaxaca no existe. En Oaxaca, más de la mitad de su población vive en comunidades anahuacas, con una fuerte cultura ancestral y las posibilidades reales de que lleguen a estudiar y concluir el nivel superior son muy limitadas.

Esa es la realidad de la educación, especialmente en el llamado “nivel indígena”. La educación que reciben los niños de cultura anahuaca en Oaxaca es sumamente negativa, porque en vez de darles conciencia, auto estima y descolonización, hace exactamente lo contrario. La educación en Oaxaca es colonizadora y destruye las posibilidades de vida, deforma a los niños, los hace que desconozcan, rechacen y desprecien su comunidad, su cultura ancestral y la sabiduría que en ella existe. 
Los prepara para ser solamente empleados y obreros de bajo nivel, los envía a las ciudades a ser lumpen proletariado a vivir en la miseria y la desesperanza. A otros los expulsa a Estados Unidos a ser explotados en medio de la discriminación y la persecución de ser “ilegales”.
La educación básica en Oaxaca debe de ser replanteada y diseñada para niños con una gran riqueza cultural y un gran potencial humano. Debe desaparecer el modelo de la educación colonizadora para el inexistente trabajo, y en su lugar, repensar una educación para la vida en comunidad. Una educación que los enseñe a conocer su milenaria historia, revalorar las tradiciones, usos y costumbres como el producto decantado de miles de años de desarrollo humano. 
Enseñarlos que son hijos de los hijos de una de las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del planeta, formarlos en el orgullo y la alta responsabilidad de ser parte de una cultura ancestral. Una educación que les enseñe la gran responsabilidad de mantener su cultura y la biodiversidad de su región, y que representan su patrimonio y su futuro. 
Que los haga sentirse orgullosos de sus antepasados, de sus lenguas madres, de los saberes comunitarios, de su riqueza gastronómica, de su arte tradicional y la sabiduría milenaria que existe en los valores y principios de la vida en comunalidad, que lleva siglos de mantener una lucha de resistencia a las agresiones que pretenden acabar su cultura, su conciencia de ser y su forma milenaria de vivir.
Se requiere una educación descolonizadora, crítica y analítica, que, en vez de tratar de cambiar la forma de vivir, la refuerce y fortalezca. Que, en vez de alentar el que migren, enseñarles el valor que tiene su calidad de vida en la comunidad. Se necesita fortalecer y acrecentar la memoria histórica ancestral, de la comunidad, la región, la cultura y la civilización Madre. 
Se requiere la revaloración de la identidad cultural, conocer la Toltecáyotl para activar su banco genético de información cultural y que aflore su potencial de seres humanos libres, consientes y creativos. Despertar la necesidad consciente de ser ellos mismos, y no, un modelo ajeno e inalcanzable.
Para hacer esta clase de educación, se requiere forzosamente reeducar al profesor oaxaqueño. Un cambio de adentro hacia afuera. Necesitamos formar a un magisterio descolonizado, con un pensamiento crítico y con un alto sentido de responsabilidad comunitaria y cultural. Ese es el primer y más importante desafío para crear una educación para la niñez oaxaqueña. 
El profesor del llamado nivel de “Educación indígena”, requiere un exhaustivo y profundo trabajo de descolonización. Necesita conocer descolonizadamente la historia y filosofía de la Civilización Madre, para valorar y dimensionar la civilización y la cultura a la cual él pertenece. Se requiere desterrar los sentimientos de inferioridad que le ha generado una sociedad racista y una instrucción colonizada, que recibió en las instituciones educativas, como son las normales y UPN.
Para descolonizar la educación, primero se necesita descolonizar al profesorado. El docente debe sentirse inmensamente orgulloso de ser descendiente de la civilización Madre y tremendamente motivado por ser parte de una cultura ancestral. Solo de esa manera podrá trasmitir y motivar a sus estudiantes. 
El docente debe ser el faro que guie las aspiraciones de los estudiantes. Debe convertirse en un referente de vida y de valores, que deje profunda huella en sus estudiantes. Un profesor con un rostro propio y un corazón verdadero, una antorcha que no ahúme, un símbolo de vida.
Solo un docente que sienta la necesidad consciente, íntima y personal de descolonizarse, podrá formar nuevas generaciones de oaxaqueños.   Educayotl AC. 
Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. No se puede salir del calabozo de la colonización con las ideas del carcelero. Descolonizar es dignificar. 







martes, 2 de junio de 2020

DESPUES DEL COVID…HUMANIZAR EL FUTURO


La pandemia “tocó la Santa Bárbara” de la economía mundial, afectando duramente la estructura del mundo moderno, que se basa en la producción, distribución y consumo de miles de millones de objetos y servicios que son superfluos y llegan a ser dañinos, no solo al consumidor, sino también a las personas que laboran en su producción y desde luego a la naturaleza que está siendo expoliada más allá de su capacidad de recuperación.
El Dr. Ramón Grosfoguel afirma que el capitalismo salvaje no es solo un sistema económico, sino esencialmente, es una civilización. En efecto, en menos de 75 años las formas de vida, las relaciones entre los seres vivos, la enajenación y la deshumanización, la depredación de la naturaleza, el empobrecimiento de gran parte de la población mundial y la contaminación ambiental han alcanzado límites jamás pensados. Al ritmo en que iba el sistema mundial, que, por más reuniones y acuerdos de las grandes potencias para detener la destrucción planetaria, esta iba aumentando aparentemente sin posibilidad de detenerse. La inercia de esta locura era imparable hasta que llegó la pandemia y de súbito la economía casi se ha detenido. Esta maravilla no la hemos terminado de entender.
A pesar de los estudios y las predicciones de la locura humana, en la cual se afirma que, así como íbamos destruyendo y contaminado, la vida humana como la conocíamos, no podía mantenerse más de 50 años. Cada año la riqueza mundial se concentra en un menor número de personas, por consiguiente, la pobreza cada día alcanza a millones de habitantes del planeta. El nivel de consumo y desperdicio de las economías más ricas del planeta crece y la contaminación por la producción de los bienes y servicios para una minoría trae consigo la pobreza, la enfermedad y la desesperanza de millones de personas.
Doscientas empresas trasnacionales han sembrado la pobreza, la enfermedad y la contaminación en el planeta. Las formas más perversas y deshumanizadas para hacer dinero sobre los seres humanos se han puesto en marcha en los últimos 50 años. La alimentación se convirtió en un lucrativo negocio, en base a la destrucción de la agricultura tradicional y el desarrollo de la agroindustria con sus pavorosos mono cultivos, la contaminación del medio ambiente, el despoblamiento de las zonas rurales y, por consiguiente, la concentración de mano de obra barata y consumidores de comida chatarra en los cada día más grandes cinturones de miseria, que viven en torno a los centros urbanos con mayor capacidad de consumo. 
Las empresas productoras de alimentos procesados, bebidas y alimentos chatarra, que están perversamente diseñados, no solo para enfermar a los consumidores, sino para hacerlos adictos a estos venenos, han dañado severamente la alimentación tradicional de los pueblos. No solo los hace más pobres y los enferma, sino que los hace adictos a estas drogas tóxicas disfrazadas de comida rápida y barata. Cuando la existencia humana se basa únicamente en la creación de riqueza para unos cuantos, la humanidad y este mundo se han perdido.
La salud se ha convertido en un lucrativo negocio a partir de que el alimento que ingieren los seres humanos es nocivo a la salud, lo que hace un círculo vicioso perfecto; unas empresas trasnacionales dedicadas a la alimentación los enferma y otras empresas trasnacionales dedicadas a la medicina aparentemente los cura de un mal y les crea otros peores. El negocio no es la salud, por el contrario, es la enfermedad a partir de intoxicar y alentar la adicción, tanto a los alimentos como a las medicinas.
En el país, desde Salinas a Peña, los funcionarios y los políticos de la manera más cínica e irresponsable, se dedicaron a entregar a México a las empresas trasnacionales, lo que implica la destrucción de las instituciones, la entrega del patrimonio nacional a través de las corruptas privatizaciones y el desmantelamiento del Estado a través de la corrupción. De Fox a Peña, se desbordó la corrupción y los funcionarios se convirtieron en delincuentes y los partidos políticos en carteles. El crimen organizado creció desmesuradamente, dentro del gobierno, en la iniciativa privada y en los narco carteles asociados con agencias estadounidenses supuestamente para combatir estos delitos. 
    
La educación también se ha convertido, no solo en un negocio, sino fundamentalmente en el medio para deshumanizar y alinear a las futuras generaciones para que vivan para alimentar el sistema sin pensar y protestar. Al igual que la salud, la educación se ha ido privatizando a través de destruir las instituciones y la esencia, valores y filosofía de sus objetivos. La educación cada día se ha enajenado, su objetivo es solo instruir para un supuesto mercado de trabajo inexistente, y se han suprimido los valores y principios en la formación de seres humanos íntegros, equilibrados y consientes. La educación en la que tanto invierten tiempo, dinero y esperanza los padres de familia es un fraude, porque deshumaniza a sus hijos y cada día el mercado de trabajo se reduce y se hace más explotador y mezquino. La educación es un fraude y un cáncer para el país.
El Covid de un golpe desnudó lo que han sido estos gobiernos corruptos, antipatriotas y deshumanizados. El pueblo fue entregado a las empresas trasnacionales de la alimentación y ha dejado a un pueblo enfermo, débil e indefenso. Es lógico que la pandemia se mortal ante millones de pobres, diabéticos, obesos, hipertensos, enfermos cardiovasculares y desnutridos. Peña entregó más de 300 hospitales sin terminar, pero totalmente pagados contablemente. Destruyeron el Sistema de Salud para privatizarlo.  
El Covid no puede ser enfrentado de manera eficiente con un pueblo irresponsable, mal educado, sin valores y sin conciencia, individualistas, consumistas, sin responsabilidad familiar y comunitaria. Las familias presidenciales, desde Fox a Peña, han sido el ejemplo vivo de la deshonestidad, corrupción e inconciencia. La clase política después del Pacto por México, perdió la minúscula credibilidad y la menor honorabilidad.
Esta pandemia ha detenido al sistema y estamos viendo que las actividades no esenciales de la vida humana se están derrumbando. Después del Covid tendremos que cambiar el mundo y nuestra forma de vivir para poder tener futuro, esa puede ser la lección.  El Covid nos obliga a abrir los ojos y la mente, a despertar la conciencia espiritual. No debemos pensar en “volver a la normalidad”, porque esa normalidad nos está extinguiendo como especie, como nación y como individuos.
Esta es una gran oportunidad para replantearnos la razón de la vida, del estar vivos y analizar lo que vivimos y lo que sentimos. Lo cierto es que todos nos vamos a morir de una u otra forma, antes o después, pero todos moriremos, pero, se muere como se ha vivido. 
Hay que temerle más a la enferma forma de vida que a la muerte liberadora. 

Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. 

www.toltecayotl.org