La Historia Oficial de México, en “el país de los criollos”, se la encomendó Porfirio Díaz a Justo Sierra al final del siglo XIX. Hasta ese momento no existía una “historia patria”. Los 7 mil quinientos años de desarrollo cultural del Anáhuac no eran tomados en cuenta. La “HISTORIA” comenzaba con la llegada de Colón y Cortés, más nada. El periodo colonial era muy poco recordado, además que pertenecía a “los enemigos de los criollos”, los gachupines. El grueso de la población que era analfabeta y mayoritariamente indígena, no sentía diferencia entre el colonialismo español y el de los criollos. Los dos, para el pueblo del Anáhuac eran invasores abusivos que explotaban y depredaban.
Casi todo el siglo XIX los criollos se estuvieron pelando por el poder y la construcción de “su país”. Entre Santa Anna, Juárez y Díaz pasó la mayor parte de la presidencia en el siglo XIX, entre guerras, invasiones, levantamientos y cuartelazos. Finalmente Díaz logró darle forma al “proyecto criollo de país”, que los criollos iniciaron en 1810. Cuando a sangre y fuego se “modernizaba México”, entregando a los mexicanos y sus recursos naturales a los capitales europeos. Fue entonces que Díaz sintió la necesidad de “hacer una historia patria” y se la encomendó a Justo Sierra. Intelectual y educador del porfiriato, quien inició con un puñado de intelectuales la obra magna del dictador en el terreno histórico. El Libro “México a través de los Siglos” fue hecho en 1880 por Vicente Riva Palacio, Alfredo Chavero, Juan de Dios Arias, José María Vigil, entre otros.
Hasta 1880, México el país de los criollos no tenía “historia patria”. En todo el mundo la Historia Oficial es “la biografía autorizada del Estado”. En esta historia se manda retratar El Estado, como él se supone que es, y por supuesto, “explica” la realidad (oficial).
Fue ahí donde se inventó al “padre de la patria y el mito de la independencia”, un “abuelito” de cabellos blancos. Hidalgo era un hombre maduro de 57 años cuando inició la guerra en contra de los gachupines y no un abuelito. El Pipila, la Heroína (Ortiz de Domínguez) Juárez y sus borreguitos, el niño artillero, los niños héroes, y un largo etcétera, son puras invenciones o modificaciones muy sofisticadas de una realidad invisible, pero que, el país necesitaba una “historia patria”, para crear una “Identidad Nacional” inexistente hasta finales del siglo XIX.
En esta suma de “cuentos chinos”, la “Independencia” es el más falso de todos ellos. No fue cierto que “el pueblo” quería la independencia. En aquellos tiempos, “el pueblo” estaba integrado por 6 millones de personas, de los cuales 5 millones eran indígenas, y tanto ayer como hoy, LOS INDÍGENAS NO CUENTAN EN EL PAÍS de los criollos y mucho menos en la colonia de los gachupines. Además, solo el 17 % eran gachupines o criollos. La guerra civil, que desató el puñado de criollos ambiciosos en contra de sus parientes los gachupines, fue para quitarles el poder, dado que por el Sistema de Castas, no podían los criollos llegar a los puestos más importantes del gobierno, la iglesia, el ejército y el comercio.
El antecedente de este “golpe de Estado” fueron las llamadas Reformas Borbónicas, que la corona española emprendió a finales del siglo XVIII, para hacer más eficiente la administración colonial y detener la inmensa corrupción que los gachupines y los criollos hacían de las riquezas que se extraía del Virreinato, y que no iban a parar a las arcas reales. Estas “modificaciones” administrativas tocaron los intereses creados y se acrecentó el malestar en contra de la autoridad real. El segundo ingrediente fue, como ya se dijo, el descontento y ambición de los criollos en contra de los españoles peninsulares o gachupines. El tercero era que en Europa, Napoleón Bonaparte había invadido España y tenía prisioneros a los reyes de España en Francia, poniendo al borrachín de su hermano José como regente de España. El cuarto era que en 1805 las armadas de España y Francia fueron derrotadas en la Batalla de Trafalgar por la armada inglesa al mando de Nelson, lo cual impidió que Napoleón tomara el control de las colonias iberoamericanas, quedando éstas temporalmente “sueltas”. El quinto y tal vez el más importante, es que “los mercaderes” estaban apoyando las rebeliones de los súbitos en contra de las casas reales, para derrocar los reinos y crear “los países”.
En efecto, el primer país del mundo en ser creado fue E.U. en 1776, el segundo fue Francia en 1789 y después Napoleón inició el derrumbe de las monarquías para imponer “las repúblicas” y con ello, la democracia y el imperio del Mercado sobre el Estado….hasta nuestros días con E.U. y su lucha por la libertad (económica) y el terrorismo (de Estado).
Con esos antecedentes, en todo el continente las asonadas y los levantamientos a manos de los criollos estaban a la orden del día. Era el momento largamente esperado por los criollos para quitarse de encima a los gachupines y ponerse ellos hasta arriba de la pirámide de explotación colonial en todo el continente. Al saberse los conspiradores descubiertos, el cura Hidalgo de manera irresponsable y desesperada, incita desde el púlpito a los indígenas a “matar gachupines”. En el famoso grito de Dolores, Hidalgo termina echando vítores a los reyes de España. La idea de los criollos en ese momento era “independizarse temporalmente” de España, mientras se expulsaba a los franceses de España y los reyes regresaban a reinar. En este salto mortal, los criollos desplazarían a los gachupines y tomarían el control de la Colonia.
La matanza de gachupines que inició Hidalgo no paró hasta las goteras de la Ciudad de México, con la famosa Batalla del Monte de las Cruces, en donde Hidalgo no tuvo el valor de entrar a la ciudad, pues los conspiradores no tenían “un ejército”, sino encabezaban una rebelión desorganizada en la que los indígenas tenían que vengar el odio de 3 siglos de opresión, explotación e injusticia. Preso Hidalgo en Chihuahua y ante el Tribunal del Santo Oficio adujo en su favor, para mitigar sus culpas, que él no ordenó la toma de la ciudad de México, evitando la muerte de miles de Gachupines.
Este es el punto central de esta entrega, amable lector. El país de los criollos, este sufrido México, desde caída de Tenochtitlán ha vivido en la injusticia, la violencia, la explotación y la depredación de manera permanente. El pueblo ha sido explotado estos 5 siglos de manera salvaje e inhumana, razón por la cual SIEMPRE EXISTE UN ESTALLIDO SOCIAL DE MANERA LATENTE. Esto ha sido usado siempre para los intereses ajenos al pueblo. Lo usaron los criollos en 1810 para expulsar a los gachupines. Lo usaron los gringos en 1910 para expulsar a los capitales europeos de México aplicando la Doctrina Monroe. Falso que haya existido un movimiento conciente de indígenas para expulsar a los españoles y fundar una país. Falso que haya existido un movimiento conciente de campesinos para derrocar al dictador Díaz. Siempre se ha usado este malestar producto de un sistema colonial injusto, para lograr intereses oscuros y particulares de unos cuantos vívales. Lo mismo sucedió el año pasado en Oaxaca. A un malestar ancestral se le sumó gobiernos autócratas y déspotas como los de Carrasco y Murat, más un nuevo gobierno inexperto y plagado de errores y desatinos. Bastó la chispa del desalojo para incitar a esa rebelión ancestral de nuestra gente, que por siglos y generaciones solo tiene la injusticia como respuesta del sistema y del gobierno. Como siempre unos cuantos “insurgentes” prendieron fuego a Oaxaca empapada de injusticia ancestral y hoy seguimos viviendo los amargos resultados.
Qué podemos celebrar los mexicanos después de 197 años de pésimos gobiernos criollos, que se han caracterizado por ser incompetentes, incapaces, traidores, cínicos y deshumanizados con el pueblo. El país que los criollos llaman equivocadamente “México”, porque su verdadero nombre es El Anáhuac, ha sido invadido en tres ocasiones, ha perdido más de la mitad de su territorio original, ha perdido la autosuficiencia alimentaría, la Banca esta en poder de los extranjeros, las grandes trasnacionales tienen el dominio total del mercado y la producción, el 72% del pueblo no tiene las condiciones básicas para el desarrollo humano, 25 millones viven en la pobreza extrema, se ha perdido la planta productiva nacional y la pequeña y mediana empresa están en vías de extinción, El campo es un verdadero páramo, 20 millones de “compatriotas” han sido “expulsados” y viven en E.U., la educación pública y privada es un fraude y el 33% de los desempleados tienen estudios superiores, se auspicia la salida de talentos científicos y se reduce la inversión en investigación y tecnología, el 95% de la comida procesada está en manos de empresas trasnacionales, los mismo pasa con el 90% de los laboratorios médicos, el sistema de salud pública es desastroso e insuficiente, el sistema de carreteras públicas y privadas esta hecho pedazos y es muy caro, las empresas paraestatales se han privatizado con pésimos resultados, nos quedan 10 años de petróleo, el salario mínimo y el valor del peso cada día se reducen. Cada día hay más subempleados y la taza de desempleo aumenta permanentemente. El crimen organizado y el narcotráfico le han tomado la medida al Estado, los medidos masivos controlan a la sociedad impunemente y “el sistema democrático” hace agua por todas partes, la corrupción en los partidos políticos, los tres niveles de gobierno y la iniciativa privada es verdaderamente asfixiante.
Ante este panorama, cuando un puñado de extranjeros y sus hijos, encabezados por Carlos Slim, tienen todo el poder económico y político…qué puede celebrar las mayorías de morenitos, desempleados, indígenas, campesinos, obreros, empleaditos de salario mínimo. ¿De qué “independencia” nos hablan? ¿A qué se refieren? ¿Qué celebran? ¿Quiénes celebran?
2 comentarios:
Muchas gracias por exponernos en este escrito la verdadera historia de la poblacion que constituye nuestro pais. Hay que recalcar que el meztizaje es una falacia. Que culturalmente solo hemos reconocido una parte patriotica pero la matria ha sido negada y no hemos podido mirarla, esa leyenda de la llorana que forma parte fundamental de la memoria e imaginario colectivo en Mexico representa el territorio que hemos seguido habitando, la madre perdio a sus hijos y llora desconsolada, pero nostros cerramos ventanas y puertas para no verla. No reconocer un pasado, un dolor, un etnocidio y millones de victimas que murieron en el siglo XVI que son nuestros ancestros pero que no hemos querido honrar. Un pueblo no puede comprenderse a si mismo si no reconoce su origen.
Sois patéticos.
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