Recientemente recibí una llamada telefónica en la que me dijeron que sí tenía 2 minutos para participar en una encuesta política. La primera pregunta versaba sobre mi intención de voto sobre los cuatro candidatos a la Presidencia Municipal de Oaxaca. Las cinco preguntas posteriores se referían a un candidato. Que sí su experiencia en esto y aquello serviría para gobernar y una serie de afirmaciones muy tendenciosas a cerca de la situación política y económica de Oaxaca. Todas las preguntas estructuradas en el tenor de “el candidato fulano de tal piensa que”…usted esta de acuerdo? Por supuesto que cualquier persona tendría que contestar afirmativamente, de lo contrario sería una aberración decir “que uno no estaba de acuerdo con el candidato”. Al final de los más de dos minutos, vuelven a hacer la pregunta sobre la intensión del voto.
Amable lector, los políticos y los gángsteres de la mercadotecnia política parten de que el pueblo es retrasado mental y pueden hacer y decir lo que quieran. Al final de la llamada, se da uno cuenta de que uno fue engañado. No era una encuesta política, ¡era un promocional de un candidato! ¿Qué puede uno pensar de un candidato que miente y comete un fraude desde la misma campaña? Sí le hablan a usted y le dicen, “nos permite cuatro minutos para exponerle las ideas de este candidato, uno decide si lo hace o no, pero no abusarán de la buena voluntad de usted.
Estoy convencido de que LA GENTE DECENTE NO SE METE EN POLÍTICA. Porque la política fue creada por “los mercaderes” en 1776 con la creación de Estados Unidos, los países (no había ninguno hasta ese momento), la libertad, la democracia, los partidos políticos, el libre mercado, la publicidad y un largo etcétera. En efecto, hasta 1776 no existían políticos en el mundo. Los humanos de todo el mundo vivían gobernados por emperadores, reyes, sultanes, tlatuanis, kanes, etc. No existían países, solo había imperios, reinos, sultanatos, federaciones y confederaciones….más no países. El Estado (en cualquier parte del mundo) tenía completo dominio del Mercado y los mercaderes, por más riqueza que tuvieran, no podían gobernar o usar el gobierno para favorecer sus intereses.
Al derrocar a los imperios, reinos y monarquías, los mercaderes, que muy hábilmente nunca dan la cara, crearon la “democracia” y con ella la política y los partidos políticos, para que a manera de títeres, los políticos, gobernaran en nombre del pueblo para los intereses de los dueños del dinero. Por consecuencia, la política se sustenta en el fraude y en la mentira, pues se busca el voto del pueblo (con engaños) para legitimar a quien gobernará para favorecer el interés del que financió su campaña en perjuicio del bien común.
Este es el punto, EL INTERÉS PRIVADO de los dueños del dinero, contra EL BIEN COMÚN del pueblo. El campo de batalla….LA POLÍTICA. La política, los partidos políticos y la democracia electorera son la forma en la que los dueños del dinero gobiernan EN TODO EL MUNDO.
Es obvio y claro que la democracia es corrupción, desde Washington, hasta Bagdad, pasando por “todo el mundo libre”. Los “títeres” de la calaña de Bush y Fox, por citar dos trágicos ejemplos, son incultos, incapaces y corruptos. Los mercaderes cada día los quieren así. Entre más corrupto e ignorante sea el representante de un pueblo, más fácil es doblegarlo y alinearlo a los intereses económicos de unos cuantos. El político tiene que hacer malabares entre el reclamo del pueblo por el bien común y los intereses de los dueños del dinero. Un ejemplo es la autorización de la construcción de una nueva terminal de autobuses foráneos en el centro de la ciudad de Oaxaca.
Los mercaderes han hecho creer a la humanidad, gracias a todo su poder, dinero y medios de comunicación, que la única y la mejor forma de que los pueblos se gobiernen es a través de la democracia. El culto al Becerro de Oro, a la materia, al dinero, al interés privado sobre el bien común, solo se puede dar plenamente en la democracia, porque la democracia y el Mercado son hermanos, se apuntalan mutuamente. Nos han hecho creer que existe un desarrollo humano lineal y ascendente, que comenzó con el comunismo primitivo, pasó por el esclavismo, feudalismo y que la democracia es el estadio de mayor desarrollo humano. Esto es totalmente falso. Desde que se implantó la democracia y el libre mercado en todo el mundo con cañoneras por Inglaterra y E.U., las condiciones de vida de los grandes grupos humanos se han empobrecido material y espiritualmente.
Por casualidad, esta semana he visto el cierre de campaña de dos candidatos. En esencia es lo mismo. Como la democracia y la lucha política han caído tan bajo, los candidatos tienen que INVERTIR MUCHO DINERO. Ya no hay ideas y compromisos, solo mercadotécnica. De lo que se trata es de arrasar saturando de publicidad. No se trata de qué clase de persona es, sino de cuanto dinero tiene para invertir en publicidad. No se trata de cuales son sus propuestas y visión de la realidad, sino cómo pude atraer más gente por todos los medios. En estos días he visto TONELADAS DE DINERO ENSUCIANDO LA CIUDAD, cuando hace falta ese dinero para dotarla de servicios que hacen falta. La política ahora es mercadotecnia y los mítines políticos ahora son grandes espectáculos artísticos, porque la gente ya no va a escuchar a los políticos, la gente sabe que TODOS MIENTEN, pero unos les ofrecen distracción mejor que otros, más nada.
En la campaña, NADIE ESTÁ LUCHANDO POR OAXACA, todos y cada uno de ellos, desde los candidatos hasta los ayudantes de los ayudantes, están en la campaña…porque tienen la esperanza de ganar...!algo para ellos! La campaña es un negocio y una oportunidad. Desde el que INVIERTE SU DINERO o SU POSICIÓN POLÍTICA hasta el que invierte su tiempo. Esa es la verdad de la democracia electorera en TODOS LOS PARTIDOS en todas partes de México y el mundo.
Todos los candidatos, de todos los partidos “dicen lo mismo y todos hacen lo mismo”. Prometen trabajar para “el bien común”, pero terminan sirviendo al interés de unos cuantos. Todos hacen lo mismo, los candidatos de Oaxaca, el DF, Washington, Londres o Moscú. Los seres humanos somos tan ingenuos, que no nos damos cuenta del gran engaño de la supuesta democracia y las promesas de “los candidatos”, sea a la Presidencia de la República, a la Gobernatura, el Senado, la Cámara de Diputados o una Presidencia Municipal.
En la ciudad de Oaxaca, desde su primer Alcalde, Juan Peláez de Berrio hasta el último. Todos PROMETIERON TODO Y CUMPLIERON CON MUY POCO. Los intereses económicos de unos cuantos están por encima del “bien común” de las mayorías.
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